CINE: Joker
Por: Mónica Heinrich V.
¡Así es la vida!
La semana del estreno de Joker en USA, los departamentos de policía de New York y Los Angeles enviaron patrullas a cines elegidos al azar con la idea de anticiparse a un ataque que emule al que ocurrió en Denver, Colorado durante el estreno de Batman: The Dark Knight Rises en el 2012. ¿Recordamos a James Holmes? Sí, sí lo recordamos. Yo aún puedo verlo en su primera audiencia, luego de haber asesinado a 12 personas y herido a 70, con el pelo teñido de naranja (decía que él era el Joker) y con la mirada extraviada propia de aquel que lleva días o semanas sin dormir.
En ese momento la masa gritó: “Monstruo”, “Silla eléctrica”, “Pena de muerte”, “Asesino”, la misma masa que ahora pone al Joker de Phoenix como el epítome de la reivindicación de los oprimidos.
Hipocresía.
Holmes, al igual que otros mass murders, tenía graves problemas mentales, y su deterioro psicológico ocurrió a ojos vista de sus allegados y no tan allegados. O sea, todos sabían que el chico estaba mal y nadie hizo nada por él.
Cuento esto porque la película Joker intenta explicar la génesis de su personaje desde la salud mental y relata la vida del pobre Arthur Fleck, un outsider al que su familia, entorno, y el sistema han dado la espalda.
Entiendo lo que quiso hacer Todd Phillips, y de hecho agradezco esa mirada más humana a un personaje tan complejo, aunque siento que además de machacona con lo que pretende contar y un halo algo ingenuo, en su tramo final la película se le termina escapando de las manos.
¿Cómo podés ver como enemigo, como un gran villano, a un ser que está literalmente cagado por la vida? ¿a un enfermo? ¿Es James Holmes, por hacer comparaciones odiosas, un villano, un enemigo? El enfoque que hace Todd Phillips de su personaje principal se presta para estas reflexiones, ya que decide abandonar el “género” de súper héroe, de cómic y nos lleva por recovecos más intimistas.
En el comic, una de las fortalezas y ganchos del Joker es la ausencia de conocimiento sobre su origen algo que él enfatiza preferir: multiple choice (opción múltiple) dice en algunos pasajes. Cuando el gran Alan Moore se atrevió a imaginar su pasado en The Killing Joke, considerado como el mejor comic sobre el Joker, este era un pasado que no escapaba al perfil de villano de cómic. (pueden leer La broma mortal ACÁ)
Entendiendo esta versión de Phillips como la reinvención de un personaje, el amigo se puede tomar sus licencias, claro…Pero a ver, adentrémonos aún más en el sucio mundo del Joker de Phillips en la sucia ciudad Gótica que no es otra que la sucia Nueva York.
Niñ@s, desde acá van a llover spoilers como confetti así que después no se estén quejando. Sobre aviso no hay engaño.
En Joker, el guion escrito por el mismo Phillips en colaboración con Scott Silver (The Fighter, 8 miles) hace hincapié en la triste, gris y terrible existencia del aspirante a comediante/payaso ocasional Arthur Fleck. Arthur vive con su madre, que ya está peinando la muñeca hace rato y alucina con que tuvo un romance con el papá de Bruce Wayne, y su hijo vendría a ser…ajá, ajá…el hermano del futuro Batman. ¡Santa colección invaluable de capuchas etruscas! En la platea, todos así como: ¿QUÉ? ¿Hermanos, hermanitos, hermanastros? pero esa sería la menor de nuestras preocupaciones.
En esta película-origen del payaso maquiavélico lo que vivenciamos es desgracia tras desgracia: A Arthur le rompen su letrerito con el que se ganaba unos quintos, le pegan como a bolsa de box, le cancelan su terapia, se queda sin medicamentos, todos lo tratan como un fracasado, es socialmente inadaptado, está flaco hasta casi la desnutrición, padece de una risa involuntaria que lo hace ver raro o freak, su madre está cada vez peor, tiene una infatuación por su vecina, quiere ser comediante pero es absolutamente negado para la comedia, nadie o casi nadie tiene gestos de simpatía o compasión por él. Y, en resumen, empezás a sentir pena por el payaso solo y cagado.
Encima, el payaso solo y cagado lo tiene más claro que el resto. Nomás al comenzar la película dice: «Soy yo, o las cosas se están poniendo más locas ahí afuera», no, no sos solo vos payaso solo y cagado. No sos solo vos.
El director Todd Phillips que se hizo conocido por esa trilogía de comedia para gringos con crisis de edad: The Hangover y por la divertida Proyecto X para gringos con crisis de adolescencia perpetua, no encuentra punto medio en Joker. Esta ausencia de matices se remarca con la música: “Sonríe aunque tu corazón se esté rompiendo” dice la voz de Jimmy Durante para vincular al personaje con Charles Chaplin en la secuencia donde se rinde homenaje a Tiempos Modernos.
La fotografía de Lawrence Sher (The Hangover, Garden State, War Dog, Gozilla) se luce, el Joker baja por las gradas enarbolado, en slow, en una secuencia hipnótica, mágica. Tanta belleza visual para mostrar la caída de un enfermo mental al que se le acabó la medicación. La muchachada ignorante lo aclama y lo ve como un justiciero, y él baila y se mueve sinuosamente, sumido ya en su delirio, en la piel de un Joaquin Phoenix en estado de gracia ¿Confirmamos que es uno de los grandes actores de su generación? ¿Lo Confirmamos? Sí, está confirmado.
Y el drama, el cuestionamiento al mal manejo de la salud mental se diluye para incorporar otro tópico más, el de la brecha social. Y de pronto, tres tipitos jailones que son asesinados por el Joker, «se lo merecen». Y de pronto, cuando el Joker es finalmente invitado al programa de televisión de su ídolo, se sienta a dar todo un discurso de clase y de abusos y de oportunidades truncadas y sueños rotos y dispara a quemarropa al personaje de Robert de Niro porque «se lo merece». Y de pronto, la culpa es de gente con plata.
You get what you fucking deserve, dice como una especie de revancha social por tantas humillaciones, por tanto trato inhumano. La violencia ya está desatada, pero en realidad es parte del artificio, de mostrarnos con magnificencia la brutalidad del pobre y enfermo payaso. Las imágenes, entonces, comienzan a aparecer más épicas, la fotografía lo muestra también grandilocuente, el mismo Joker que antes era el payaso solo y cagado, ahora es el payaso solo, cagado, jodidamente enfermo y peligroso.
Confieso que sufrí mucho con esta película, a pesar de sus excesos, y el declive en su tramo final, siento que toca un tema necesario desde hace mucho tiempo y planteado también en esta reseña sobre películas que hablan de los «monstruos» de la vida real (leer ACÁ), el problema es que su cariz comercial contribuye a banalizar la apuesta por esta reinvención del Joker, porque siendo honestos y crueles, si le quitas el nombre y las referencias a ciudad Gótica, la película es sobre un tipo perturbado y ya. Bebe de Taxi Driver y The King of Comedy, pero al contrario del trabajo de Scorsese, Joker es más superficial y tiene un alcance masivo a un público presto a glorificar cualquier huevada.
¿La película, entonces, es peligrosa como se debate? No lo creo. No es culpa de la película que alguien que no haya recibido un tratamiento adecuado la vea y sienta que puede imitar a su personaje principal. En la práctica, Charles Manson se inspiró en Los Beatles para ordenar la masacre de Cielo Drive. Chapman, el asesino de Jhon Lennon era fanático de El Guardián entre el centeno, esa gran novela de Salinger. Entonces, el combustible para los actos violentos se puede encontrar en cualquier lugar.
Sí me parece que Phillips perdió el Norte de su película en sus últimos treinta o cuarenta minutos, intentando tratar con profundidad un tema que termina siendo cerrado con una ligereza que me produjo estupor. En su aparente pose de ser rompedora o progresista, los discursos finales de Phoenix, las respuestas moralistas de De Niro, la rebelión guiada por un payaso solo, enfermo, cagado y peligroso…abrazan el cliché de un montón de películas que hemos visto antes.
La película se extravía, al igual que su personaje principal.
Sin embargo, rescato que aun sintiendo que la cosa se fue al chancho, creo que supieron apretar los botones correctos, esos con los que la industria disfruta manipulando públicos, el final de Arthur Fleck en ese plano en el que se mezcla la risa «del dolor» mientras Frank Sinatra canta que «Algunas personas disfrutan pisoteando un sueño…» cala hondo y un torbellino de llanto interior amenaza con salir y reventar como una cascada.
Porque sí…los payasos solos, enfermos y cagados están en todas partes.
¡That´s Life!
Lo mejor: Joaquin Phoenix, la película se enfoca en la salud mental y visualmente está hermosa Lo peor: es una sola nota de amargura, y al final termina siendo puro celofán La escena: la de las gradas, lo de De Niro Lo más falsete: la conversación chota con De Niro cuando se descubre que es el asesino de los jailones El mensaje manifiesto: el ser humano está enfermo El mensaje latente: a nadie le importa El personaje entrañable: Arthur Fleck… El personaje emputante: el compañero de trabajo cojudo, Murray cuando se burla del desgraciado, el papá de Bruce Wayne, la psiquiatra pelotuda…mucha gente cojuda El agradecimiento: por Joaquin Phoenix, tenemos que incluirlo en nuestras oraciones diarias.
Curiosidades
– Joaquin Phoenix nació en Puerto Rico.
– Joaquin Phoenix perdió 23 kilos para interpretar a Arthur Fleck.
– Acompañado del director Todd Phillips, el actor practicó la risa del personaje, porque “no pensé que podría hacerlo”. Finalmente se decidieron por tres risas distintas, siendo una de ellas la más difícil de realizar. En palabras de Phillips, se trató de la “risa del dolor”.
– De Niro, de 76 años, quería reunir a todo el reparto para ensayar el guión en una mesa de lectura, algo a lo que se oponía tajantemente Phoenix. “Bob [De Niro] me llamó y me dijo, ‘Dile a Phoenix que él es actor, y que tiene que estar ahí. Quiero escuchar toda la película, y todos vamos a entrar a una sala y la vamos a leer”, contó el director. Phoenix, en cambio, se negaba a ceder a la presión de su compañero. Según explicó al mencionado medio, el actor prefiere “dejar que las cosas sucedan” durante la filmación, y evitar los ensayos previos con el resto del elenco.
-Ganó el León Dorado en el Festival de Venecia por Mejor Filme.
-Hubo ocasiones en las que Phoenix perdió la paciencia durante el rodaje y se retiró airadamente del set. Eso dejaba confundidos a sus compañeros pero al final el actor siempre volvía a terminar la escena después de darse un respiro.
-Su presupuesto fue de alrededor 55 millones de dólares, un monto pequeño para una película del universo de los cómic.
-Joaquin Phoenix fue considerado para el papel de Batman en la película que iba a ser dirigida por Darren Aronofosky.