LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

CINE ESPAÑOL: Dolor y Gloria

Por: Mónica Heinrich V.

Almodóvar siendo Almodóvar. Eso es lo que podría decir de la última película del director manchego, Dolor y Gloria. Puede ser bueno, puede ser malo. Porque en esta vida como dice el filósofo Gianni Vattimo: La verdad es un tejido de interpretaciones.

Debo confesar que la cinematografía de Pedro siempre me ha parecido impostada y, por momentos, insufrible. En sus inicios se beneficiaba de que su fase experimental y más hiperbólica se podía achacar a la juventud, y además no dejaba de ser refrescante un cine con argumentos jugados para la época: Policía descubre que mujer tiene planta de cannabis, ella accede a coger para que no la meta en la chirola, pero le dice que el asunto sea «solo por atrás» y el fulano no le hace caso llevándose su virginidad que además la tipa pensaba vender. De ahí se desatan una venganza contra el paco y una serie de situaciones cuando menos pintorescas.  Esa fue la opera prima de Almodóvar: Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón en pleno y conservador 1980.

Mi primer encuentro con su cine, sin embargo, fue con Átame, donde además de descubrir a Almodóvar descubrí a Antonio Banderas. En ella, un sujeto con problemas psiquiátricos secuestra a una actriz porno con la que está obsesionado. Aunque todo pintaba para historia de amor, en mi adolescente corazón pensé “nada que ver que esta pendeja se enamore de su secuestrador”.

De ahí en más, me vi toda su filmografía, a excepción de ¿Qué he hecho para merecer esto? película que he ido posponiendo una y otra vez con la intensa convicción que será una pérdida de tiempo y que me remitirá a su título. Lo demás ha sido visto, en general disfrutado desde el apartado formal, y en algunos casos puntuales odiado (La mala educación (reseñada ACÁ), Los Amantes Pasajeros, Julieta). 

Hay que reconocer que siendo o no fan/seguidor de Almodóvar no puede negarse que Pedrito tiene lo suyo en cuanto estética y narrativa, ha construido año tras año un estilo y una forma de hacer cine que es muy suya y que provoca alegrías y tristezas en partes iguales.

Mis expectativas por Dolor y Gloria eran moderadas. Supuse que por lo menos disfrutaría del arte, de la fotografía y de la banda sonora, esto último es lo que más me suele gustar del cine de Almodóvar. Y adivinen qué, tal cual.

Ya nomás con el título podríamos intuir que la sutileza sería una de las grandes ausentes de la película, porque lo que Pedrito nos quiere mostrar es mucho dolor y algunos atisbos de gloria.

Antonio Banderas interpreta a Salva, un cineasta que está en plena crisis física, emocional, laboral, existencial.

La película se desdobla temporalmente en dos momentos, uno el presente del agobiado Salva y otro el pasado, el ya conocido y remanido flashback (o eso parece). En el presente veremos a Salva ir por el mundo sufriendo físicamente y en depresión, reconciliándose con un actor al que le dejó de hablar hace quichicientos años, experimentando sus primeros “caballos” (heroína), extrañando a su madre y reencontrándose con un viejo amor. Sí, Salva está en esa edad, en ese momento en el  que la vida cobra factura. En el pasado veremos a Salva, el niño pobre cuyo padre era albañil, el niño que se enamoró del cine, de los libros, el niño que descubre su atracción por los hombres.

No negaré que por momentos hay ternura en lo que Almodóvar cuenta, quizás porque es obvio que es una selfie-movie y por eso uno puede empatizar con él como persona más que como cineasta. Hay magia en las cuevas, en la vida sacrificada de Jacinta, en el niño que lee, pero eso va más por el lado de lo que significa una madre prácticamente sola tratando de sacar a su hijo adelante y la hermosa fotografía que nos lo muestra.

También, al igual que muchos, me entretuve descubriendo los libros que aparecen regados alrededor de Salva: Coetzee, Denis Johnson, Jordi Costa, Fernando Pessoa, Jean Cocteau, Shakespeare, Bolaño, son algunos de los autores que aparecen en algún momento. Libros que pertenecen al mismo Pedro Almodóvar, porque no nos olvidemos que es una película de Almodóvar sobre Almodóvar.

Pero para mí, porque sé que hay casi unanimidad en lo buena que es Dolor y Gloria, me fue imposible digerir la cursilería empalagosa que la impregna. Ejemplo: la historia de amor con el personaje de Leonardo Sbaraglia o los arrepentimientos con su mamá. Escribir una obra de teatro que se llama La Adicción y narrar a través de un actor mediano con mucha solemnidad cómo sufriste por la adicción a la heroína del amor de tu vida, es como que escribamos una obra que se llame PLATO y el actor disfrazado de plato nos muestre un plato durante toda la obra.

Los diálogos explican o cuentan todo. No se deja nada a la imaginación, en cada interacción de los personajes es como estar en una sesión terapeutica. Me sobraron palabras y me faltó emoción, esa emoción real que queda escondida en los subtextos, en lo que no se dice y uno imagina.

Gracias a Dios, podemos aferrarnos a otras cositas, la hermosa dirección de arte a la que nos tiene acostumbrados Pedrito en sus películas no decepcionó, la paleta de colores, el vestuario, el soundtrack, son elementos suficientes para seguir volviendo a Almodóvar de vez en cuando.

Antonio Banderas interpreta con mucha solidez a Salva/Pedrito. Creo que Dolor y Gloria lo recupera de un bache actoral profundo porque estaba actuando en películas clase B americanas sin posibilidad de ningún lucimiento y bajo las órdenes de Almodóvar defiende muy bien a su personaje. Julieta Serrano como la mamá en la vejez de Salva nos transporta a la filmografía de Almodóvar, es un flashback en sí misma, Serrano ha actuado en Átame, Mujeres al borde de un ataque de nervios, Matador, Entre Tinieblas, Pepi, Lucy, Bom y otras chicas del montón. Bella Julieta interpretando a esa Madre que casi siempre está presente en la filmografía de Almodóvar, aunque su papel sea más un apéndice del sufriente Salva y nunca le conocemos nada más que por sus funciones domésticas o de cuidadora. En ella están los momentos más emocionantes, doloridos y gloriosos de la película. Una pena que esa precisión actoral no se traslade a algunos personajes de fondo como la empleada de Salva, que actuaba tan mal que cada vez que aparecía me hacía recordar que todo era una película.

Lo que corresponde al pasado no puede tener reproche alguno ni actoral ni estéticamente por el final que, sin ninguna duda, le da mayor significancia a la película y hace que uno diga desde su butaca: “Ahora sí”. Es uno de los mejores finales que le he visto a Almodóvar. Quizás sea por eso que el espectador está dispuesto a perdonarle o a interiorizar con más simpatía la chorizada de diálogos cursis, clichés, que llenan la película. Un artificio casi salvador.

Dolor y Gloria es una película que algunos consideran el cierre con broche de oro de todo lo que ha sido la carrera de Almodóvar hasta ahora, y sí, en su recargada autoreferencia, en su reciclaje de actores íconos de su filmografía, en los temas recurrentes de sus guiones compactados en este su más nuevo/viejo filme, en la Madre, el Pueblo, los Curas…hay una vida y una carrera. Habrá que esperar el paso del tiempo para ver su real trascendencia.

Lo mejor: estéticamente linda, buen soundtrack, gran final Lo peor: impostada, cursi…La escena: el final Lo más falsete: algunas actuaciones, los diálogos cursis que todo lo decían y explicaban, esa solemnidad para narrar, también la obra La adicción  El mensaje manifiesto: hay que tratar de llegar a la vejez entero  El mensaje latente: Pedro siempre será Pedro y se pone más Pedro con los años El consejo: si te quedaste sin verla, estará en Netflix a partir de julio El personaje entrañable: Salva niño El personaje emputante: Salva adulto y yonki, el actor, el ex gaucho, ufff… El agradecimiento: por Chavela. Siempre tendremos a Chavela.

CURIOSIDADES

La cantante Rosalía sale en la toma de las lavanderas cantando con Penélope Cruz.

La casa de Sava es la de Pedro Almodóvar: «Era lo más práctico, mi casa es la casa donde vive el personaje de Antonio Banderas, los muebles de la cocina (y el resto del mobiliario) son los míos o se han replicado para la ocasión, los cuadros que cuelgan de sus paredes, la imagen de Antonio, especialmente el pelo, hemos tratado de que se pareciera al mío, los zapatos y mucha de la ropa también me pertenecen. Y el colorido de sus prendas».

Julieta Serrano y Antonio Banderas ya fueron madre e hijo, hace más de 30, en otras dos películas de Pedro Almodovar: ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ y ‘Matador’.

“Es una película que cabe en los metros en los que yo vivo. No solo es local: está reducida casi a mi salón” dijo Almodóvar de su película. Él solito dio la mejor descripción.

Hace dos años, Almodóvar presentó en la filmoteca La ley del deseo con motivo de su 30 aniversario. En Dolor y gloria, Salvador Mallo, citado en el mismo lugar para un pase de su película Sabor, llama a su actor protagonista Alberto Crespo (Asier Etxeandía), con el que no se habla desde los 80. En la vida real, en la presentación de La Ley del deseo, Almodóvar pareció reconciliarse con Carmen Maura, actriz con la que ha tenido una relación tirante en los últimos años.

El rodaje de la película tuvo lugar a lo largo de 44 días entre Madrid y la Comunidad Valenciana durante los meses de agosto y septiembre de 2018.

Dolor y Gloria cierra una trilogía de deseo y ficción iniciada por La ley del deseo y La mala educación.

Casi todas las piezas que aparecen en el filme pertenecen a la colección privada de Almodóvar, con dos excepciones: uno de los cuadros del pintor figurativo Pérez Villalta, y otro de la surrealista Maruja Mallo.

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4 Comentarios

  1. Ups….!!! Ignoraba tu crítica posición con Almodovar Monica! Ahora comprendo por que no lei nunca una critica a «Los amantes pasajeros»…… (you know)

    Pero bueno, seguramente pertenece a los grandes artistas el hacerse monumentos a si mismos y asi mas o menos es como hay que tomar esta pelicula de Almodovar sobre Almodovar almodovareando.

    Personalmente me gustan las obras de este director. Considerando su impacto en la cultura española de los ultimos 30 años me atrevo a llamarlo imprescindible, con sus luces (sus temas son siempre muy simples y profundos en mi opinión) y sombras (especialmente porque la pone a la chinchosa de la P. Cruz siempre en escena aunque no encaje)

    • Pabloooo! Casi casi escribí la reseña de Los Amantes Pasajeros solo para agradecerte el bonito regalo! Y no es que lo deteste, de hecho lo sigo y lo seguiré viendo porque pienso que aunque no sea fan de su forma de hacer cine, hace lo que hace con estilo y con algunos elementos que sí me gustan (arte, vestuario,música) y algunas de sus pelis las he disfrutado. Siempre en sus películas hay una que otra escena inolvidable…Si te gusta su cine en general, vas a a AMAR Dolor y Gloria es como su canon cinematográfico.
      Penélope Cruz no es de mis actrices favoritas tampoco, pero reconozco que Almodóvar la dirige muy bien…las cosas que hizo en USA son una lágrima, punto para el manchego jejeje…Un abrazo!!!

    • Pero Jose, no pasa nada si no veo la masterpiece de Peter como la masterpiece de Peter, creo que lo importante es que VOS la veas como la masterpiece de Peter =)

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