TELEVISIÓN: Friends: The Reunion

Por: Mónica Heinrich V.

Tengo sentimientos encontrados con las reuniones, los reboots, los refritos, los reencuentros, el regreso a cosas que pasaron hace quichicientos años.

No quiero ver a los New Kids on the Block cincuentones cantando Step by Step y haciendo la mismita coreografía que cuando tenían 20 años. Córtenme el cable y el wify.

Me duele ver a Luis Miguel cantando botoxeado La chica del bikini azul. Extráiganme las pupilas y tímpanos.

Pero la gente es cojuda. No sé quién dijo que: El pasado es la única cosa muerta cuyo aroma es dulce y así, por cojuda y oledora de cosas dulces, me he visto todas las reuniones, los reboots, refritos, reencuentros: Fuller House (R.I.P. Cometa y Cosmo), Beverly Hills 90210 (R.I.P. Luke Perry), Gilmore Girls (R.I.P. Edward Hermann), Saved by the bell (R.I.P. Dustin Diamond), Will & Grace (R.I.P. Shelley Morrison), El príncipe del Rap (R.I.P. James Avery) etc.. Y, para rematar, no sé cómo (digamos) un año antes de la pandemia terminé en un concierto de Luis Miguel cantando a grito pelado La chica del bikini azul (R.I.P. Micky de los 90s).

Los caminos del señor son misteriosos.

Y esos misteriosos caminos nos llevaron a la reunión de Friends.

He leído a mucho hater pandémico quejándose de esta reunión con argumentos como: Yo nunca la vi, es una serie de mierda, gente grande haciendo burreras, el discursoheteronormativoblancoprivilegiadopatriacal de siempre, apenas soporté un episodio.

(espacio para chorrear comprensión y empatía como la fuente de agua del Parque Urbano)

Querid@ lector@ que nunca vio Friends, que piensa que es una mierda, que no soportó un episodio, que afirma que son adultos haciendo burreras, que solo vio el discursoheteronormativoblancoprivilegiadopatriacal de siempre, odio reventar la acogedora burbuja en la que vivís, pero te cuento que esta reunión, este reencuentro, no fue hecho pensando en vos.

REPITIENDO: No es pa vos, choquit@.

Esta reunión es, primero, un fan-service. Es para los que vimos Friends, para los que sabemos que Joey no comparte comida, para los que colgaríamos a Glynnis y a Gladys en nuestra sala, para los que descubrimos que Yemen sería un destino inmediato en caso de una ruptura, para los que nunca nos comeríamos el sándwich de Ross.

Esta reunión es, segundo, una publicidad descarada para HBO Max que estrena plataforma a finales de junio y su adquisición de los derechos de la serie, porque claro, hay que seguir vendiendo la pomada a las nuevas generaciones.

Hmmm. Capaz que, en realidad, sea más lo segundo que lo primero.

(Insertar sonido de caja registradora)

Aclarado ese punto, es justo y necesario sumergirnos en Friends: La Reunión. Esto será largo, pajero, redundante, podría llenar páginas y páginas sobre mis impresiones, pero no quiero torturar a nadie (Hola, Justin Bieber vestido de vacuna rusa).

Para empezar, no es lo mismo ver a los actores de la serie hablando sobre la serie, que a los actores de la serie haciendo la serie. En eso, concuerdo plenamente con Lisa Kudrow cuando dice que las historias de los personajes se habían cerrado y para hacer uno o más episodios tendrían que deshacer lo ya cerrado, más o menos como Will & Grace, que para regresar el 2017 fingieron que su episodio final del 2006 nunca pasó: bochornito. Nuestros amigos de Beverly Hills 90210 me sorprendieron porque hicieron una ficción de la no ficción. La temporada que sacaron el 2019 tiene a los mismos actores de los 90s (a excepción del siempre querido Luke Perry (+)) pero no repiten a los icónicos Brandon, Brenda, Donna, Steve, Andrea, David o Kelly, sino que hacen de ellos mismos y los capítulos ficcionan aspectos reales de sus vidas como los divorcios de Jennie Garth, los problema de ira de Jason Priestley, Tori Spelling desheredada, Brian Austin Green casado con una estrella más conocida (Megan Fox), todo en el contexto de lo que significó la serie como boom televisivo y el posterior olvido de sus actores.

En el caso de Friends no hicieron ni lo uno, ni lo otro, decidieron juntar a sus protagonistas en un pastiche de muchas cosas: entrevista, reencuentros, nostalgias, testimoniales, cameos…

ZZZZZzzzzZZZZzzzzZZZZzzzz

Ah, perdón, me dormí con tanta celebridad colada al pedo.

Si este reencuentro funciona es por la parte emotiva del asunto. Cuando ellos, ya cincuentones, recorren el set en el que pasaron diez años juntos. Cuando rememoran anécdotas banales, cuando Matt Le Blanc y Matthew Perry se vuelven a sentar en sus famosos sillones y Lisa Kudrow les dice a sus compañeras: “Oh, están sentados en sus sillones” y vos estabas pensando exactamente lo mismo, cuando Matthew llama Matty a Matt Le Blanc, cuando repiten el abrazo que hacían antes de filmar cada episodio, porque parte de la magia de este reencuentro es que esos 17 años han pasado también en nuestras vidas.

Sí, algunos están más panzones, viejos, arrugados, botoxeados como el sol de México, pero realmente ¿importa? No hace falta ser celebridad para tener que lidiar con el paso del tiempo y con la vanidad de una juventud, muy entre comillas, perdida.

Permiso, voy a llorar al baño.

El esperado reencuentro, entonces, jala de los hilos emocionales que cada espectador ha construido con la serie. Hubo cariño y cuidado al armar esta reunión, pero, siempre existe un pero, aunque se trate de un fan-service, aunque como seguidores de algo nos importe un carajo ese pero…

PERO.

Aparte de lo emocionante que es ver a esos 6 personajes juntos después de 17 años, de ver en sus caras y cuerpos el paso del tiempo, de la onda junte de promo, el pasado siempre tiene por comparación un dejo de tristeza, porque como dije al principio es algo ido. La sensación que queda al final es rara, siguiendo con comparaciones odiosas, la reunión de El Príncipe del Rap se sintió mucho más natural y fluyó de una manera que incluso un desconocedor de la serie pudo disfrutarla. Acá huele a guionización exagerada, además de a naftalina y un poco de pachuli new age.

Podríamos pensar que este justo homenaje a una serie que mal que mal rompió récords, sería una oportunidad perfecta para abrir el mundo de Friends y sacarlo de su cómoda casilla excesivamente whitey, excesivamente privilegiada, excesivamente rosa. Más aún, teniendo en cuenta que sus actores han vivido, como cualquier persona, momentos duros. Pero después de casi 20 años, Friends mantiene su pecera.

Tomemos a Matthew Perry cuyas intervenciones fueron quizás lo más honesto de todo el show que se montaron. Mucho se dijo sobre él después, fue el más criticado por su aspecto, fue el más cuestionado por su forma de hablar, por su lenguaje corporal, y no, desde nuestro sillón pandémico no podemos saber qué le pasa exactamente a Matthew porque Matthew estaba ahí por el Chandler que vive en nuestra memoria. Lamentablemente, el «tono» tan armado del encuentro lo hacía resaltar como un lunar en relación a sus sonrientes compañeros.

Contribuyendo a la impostación, está la aleatoria elección de celebridades invitadas a testimoniar su gusto por la serie. Qué predecible tomar gente como Malala para re-significar el fenómeno Friends para las generaciones que no crecieron con ella, qué predecible e innecesario intentar globalizar la serie tomando a gente de lugares como Ghana o intentar verse más inclusivos haciendo que personas de la comunidad LGBT digan que Friends fue su balsa en medio de un mar picado: Beckham, Lady Gaga, Kit Karrington, Cara Delenvigne ¿Justin Bieber? My eyes, my eyes.

ZZZZzzzzZZZZZZzzzzz

Ah, perdón, me volví a dormir con tanta celebridad colada al pedo.

(insertar nuevamente el sonido de la caja registradora)

La entrevista comandada por James Corden no pudo ser más genérica. Todo, a excepción del forzado crush de David/Jennifer, todo lo hablado cuando están con la fuente de agua detrás, es conocido por cualquier fan básico de Friends. Siento que la premisa era brindar una entrevista frívola y cumplidora, que no pusiera en apuros a nuestros entrevistados a los que se les había pagado alrededor de 3 millones de dólares (c/u). Una especie de loop a la entrevista que les hizo Andy Cohen hace unos años, en la que solo faltó Matthew Perry. Por lo menos, en el reencuentro de El príncipe del Rap, Janeth Hubert (la primera tía Vivian) se reconcilió con Will después de cantarle unas cuantas verdades.

En cambio, el efecto pecera de Friends se vive hasta el final. Si un hater viera esta reunión confirmaría la mayor parte de los preconceptos que tiene de la serie. Una pena que no se haya podido traspasar el espectáculo hacia el lado más íntimo o humano.

El especial fue filmado no hace mucho, en abril del 2021, y se exhibe en plena pandemia, cuando muchos países que han acogido sus capítulos sufren pérdidas devastadoras por el Covid-19, cuando USA ya lleva más de medio millón de muertes. La única referencia al tema es cuando Matthew Perry llora casi al final y le pasan un kleenex usado, “ha sido analizado por Covid”, comentan. Risas. Volvemos a James Corden: “Señores y señoras, el reparto de Friends”

Los aplausos de los extras sindicalizados y testeados por covid a los que contrataron como público despiden a nuestros a·m·i·g·o·s.

HBO ganó, porque el reencuentro no importa tanto, es como cuando acaba el junte de promo y volvés a tu casa y la vida sigue.

Lo que realmente importa son las ganas de buscar el dulce aroma del pasado, anestesiarnos ante tanta tragedia pandémica e inyectarnos a vena los episodios tontos que recordamos y seguimos queriendo.

Mi mente tararea… I’ll be there for you. ‘Cause you’re there for me too.

Lo mejor: la parte emotiva, lo que se siente real y humano del reencuentro Lo peor: cuando sentís la guionización y claro…las estrellas coladas al pedo  Lo más falsete: las estrellas coladas al pedo y los testimonios de gente hablando sobre Friends El mensaje manifiesto: el dulce aroma del pasado es embriagador El mensaje latente: el tiempo pasa para todos La escena: cuando se abrazan como lo hacían antes de salir en cada episodio El personaje entrañable: Matthew El personaje emputante: Lo genérico de James  El agradecimiento: por el junte. El dato perturbador: Matthew Perry es menor que Will Smith. Amig@s, díganle No a las drogas.

 
 
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8 Comentarios

  1. La vi usando mucho el FF (fast forward), solo me interesó algunos recuerdos, ver las caras arrugadas de estos formers sex symbols, y como las mujeres se mantienen mejor que los hombres. Creo que Joey ahora podría ser un gran actor dramático, así con la panza, pienso que podía haber sido parte de Los Sopranos. Rachel también ha resultado ser una buena actriz (ver Morning news), como siempre ha sido Phoebe. Y, nada más.

    • Pues…puro recurso facilón y predecible. Joey está súper bien, incluso con sus kilos de más la edad le ha dado más presencia. Como decís podría salir en una peli de mafiosos tranquilamente. Jennifer Aniston siempre fue buena actriz tiene algunas pelis viejas como Cake y The Good Girl que lo demuestran, además de Morning News.

  2. yo lo vi pensando primero por qué veo esta huevada, y después me acordé que sabía todo de lo que hablaban y que había visto gran parte de mi vida friends y que su nostalgia con cuchara grande en la boca era suficiente para que me de ganas de mirar algun capítulo, no lo vi, ni voy a ver pero casi miro si, y casi a veces es suficiente
    Saludos

    • Marquiño, ujuuu pensé que ya habías visto este coso! pero si no te llama ni modo, yo me lo bajé el mismo día que salió :p #piratona
      mira el del príncipe del rap q estuvo más interesante.

  3. Esas figuritas que se mueven en nuestra memoria y nuestro corazón siempre me pondrán una lagrimita en los ojos. Pero James Corden…me deja los ojos más secos que el sol en pleno Atacama. Joder si eres un entrevistador profesional no quiero imaginar los que son amateurs.

    • Uf, parecía que ni conocía bien la serie. Incluso cuando le dice a Lisa: «Estás reaccionando como Phoebe» cuando Lisa se quería apartar el bicho, sin darse cuenta que Phoebe amaba a todos los seres vivos. Una entrevista más que olvidable.

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