LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

CINE FRANCÉS: Seules les bêtes / Solo las bestias

Por: Mónica Heinrich V.

¿Quién no ha recibido alguna vez por mail un mensaje de algún misterioso millonario que acaba de heredar una fortuna o está por morir de cáncer y desea entregar ese dinero casualmente a un perfecto desconocido? ¿Quién no ha recibido un mensaje a través de Facebook de una linda extranjera que quiere “hacer amigos” hablando un dudoso español? ¿Quién no ha recibido un mensaje diciendo «Soy fulanito, fulanita…¿te acordás de mí? me podés hacer una transferencia por Tigo Money?».

El director germano-francés Dominik Moll se sumerge en las vicisitudes del “cuento del tío” para contarnos una furiosa y trepidante historia.

Su última película Solo las Bestias se basa en el libro homónimo de Colin Niel (para leer ACÁ). La novela se definió como un “noir rural” y Domink Moll, al que recordamos por perturbadores trabajos como Harry, un amigo que te quiere bien (2000, reseñada ACÁ) y Lemmings (2005), es el director ideal para llevarla a la pantalla gigante.

En nevados e inhóspitos parajes de un pueblito francés, desaparece una mujer. De Evelyn (Valeria Bruni) solo ha quedado su auto abandonado a un costado de la carretera. La película, al igual que la novela, va desenredando la maraña de situaciones que rodean su desaparición dándole voz a sus cinco personajes principales. Eso quiere decir que llegaremos a ver la misma escena desde varias perspectivas.

Alice (Laure Calamy) es una trabajadora social, casada que tiene un amorío con Joseph (Damien Bonnard). Joseph es un hombre adulto con problemas de sociabilización y cuya madre con la que compartía casa acaba de morir, como compañía le quedan el perro y las visitas ocasionales de Alice. Marion (Nadia Tereszkiewicz) es una mesera que se enamora perdidamente de Evelyn y que deja su trabajo por ir detrás de ella. Michel (Denis Ménochet) es el  marido de Alice que inicia una relación virtual con una desconocida que vive en Costa de Marfil.

Te amo, perfecta desconocida que me pide plata por internet.

Lo que tienen en común todos los personajes es el vacío y la soledad. No comparten género, raza, estrato social, edad, oficio de vida, comparten la más profunda soledad y ninguno parece estar cómodo o feliz con la vida que lleva.

Es el siglo XXI, la tecnología ha avanzado, pero la comunicación sigue siendo un problema. Amig@s, tengo noticias para ustedes, ese temita siempre será un problema. 

Una de las virtudes del guion, adaptado por el mismo Moll y por su habitual colaborador Gilles Marchand, es cómo consigue que cada segmento se una perfectamente al otro cual pieza de un rompecabezas que encaja justo en su lugar y, además, que deje en el espectador la necesidad de ver qué pasará.

Sí, gordito menso, largá los quintos.

Más allá de su apariencia de thriller a secas, las diferencias evidentes entre la vida de sus personajes franceses con las carencias de Armand (Guy Roger ‘Bibisse’ N’Drin) y sus amigos en Costa de Marfil, no dejan de ser un contraste que marca un discurso social y político. Marion, por ejemplo, no tiene ni para pagarse un cuarto de hotel, pero vive una “pobreza” distinta a la Armand.

Otro punto alto son las actuaciones. Recordemos a Ménochet como el dubitativo francés que traicionaba a los judíos que escondía debajo de los tablones de su casa al comienzo de Malditos Bastardos, también Damien Bonnard representó con mucha altura al paco que queda atrapado por la rebelión de la calle en Les Miserables y la misma Laure Calamy ganadora del premio César a Mejor Actriz por My donkey, My lover and I. Este es un reparto solvente y experimentado que en Solo las bestias encarnan personajes muy tristes.

Donde la película tropieza es en su enroscada narrativa que termina en un punto demasiado Deux ex machina. Vemos los dedos del novelista cerrando un círculo de forma arbitraria. Como espectador empezás a gritarle a la pantalla: ¡No pues, así no!

En su versión literaria se sostiene mejor, porque podemos estar más en contacto con lo que piensan o sienten los personajes, mientras que en la película solo vemos acciones. Las secuencias relacionadas al brujo, chamán, o maestro espiritista, también parecían pegadas con moco apuntando a un folklore más que a una necesidad de la trama. 

De todas formas, Moll y sus bestias cuentan una historia donde la oportunidad, las circunstancias y el azar se entremezclan con las soledades contemporáneas.

Esa oscura fórmula reflejada en el mensaje virtual de Amandine que recibe Michel al final. “¿Estás ahí?”, le pregunta.  Y luego, la sonrisa pelotuda de Michel y la felicidad real, pero de mentira, dirigida a una pantalla de computadora.

Tan siglo XXI.

Lo mejor: entretiene y tiene una postura política y social Lo peor: se enreda demasiado Lo más falsete: lo de la ex esposa de Armand y su relación con la muertita El mensaje manifiesto: WhatsApp vemos caras no sabemos El mensaje latente: la soledad hace que uno haga cagadas La escena: el cara a cara con Armand El personaje entrañable: el perrito ¡no pues! El personaje emputante: el que más me empujaba era Michel, por pelotudo El agradecimiento: por lo literario.

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