LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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“You dirty bastard”
Por: Mónica Heinrich V. Después de un par de tropiezos fílmicos y de su fallido matrimonio con Madonna, Guy Ritchie vuelve a sus raíces. Rock´an rolla es su más reciente película y para qué, la disfruté.
Puede ser que ver (en una función anterior) la nefasta: El día que la tierra se detuvo, haya hecho que la valore mucho más, pero el caso es que la película es buena.
Rock´an rolla guarda una enorme similtud con filmes que ya lanzaron a la fama a Ritchie, Lock Stock and Two Smoking Barrels, y Snatch, la que definitivamente lo llevó a la gloria.
Luego de eso, se puso la argolla de Mister Madonna y para complacerla hizo una de las peores películas que he visto de un director relativamente bueno: Swetp Away (What the hell was that?), asco, asco. Como Ritchie no es estúpido quiso encausar su camino y dirigió Revólver, con mi siempre adorado Jason Statham, que intentó ser lo que solía ser, pero se quedó a medio camino.
Cansado de fracasos, es que el ahora ex marido de la reina del pop, nos trae Rock´an rolla, que de contar con los mismos actores de sus dos primeros filmes, parecería parte de una trilogía. Es en este detalle que se condensa lo bueno y lo malo de esta película.
Por una parte, Ritchie vuelve a lo que sabe hacer mejor, retratar la decadencia de la cultura del crimen, con su variopinta mezcla de personajes, razas y acentos. Y claro, los junkies como elemento ornamental y filosófico. Por otro lado, Ritchie se repite en los mismos elementos ya harto conocidos para gente que haya visto su filmografía entera, y quitando algunas situaciones, la película nos deja la curiosa sensación de ser la misma chola con otra pollera.
En pleno corazón de Londres, Uno Dos y Mumbles son unos criminales de poca montan que se prestan dinero de Lenny para comprar un edificio. Lenny es un mafioso que controla todas las instancias de la burocracia que da los permisos para construir cualquier cosa. Les presta el dinero, pero hace que se les niegue el permiso para construir. Resultado? Uno Dos y Mumbles le deben a Lenny millones de dólares que tienen que pagar para no morir.
Uri es un ruso millonario, que contacta a Lenny para que “por debajo de la mesa” se le conceda un permiso imposible de conseguir sobre una construcción, Lenny accede a cambio de 7 millones de euros. Cada vez que el ruso intenta retirar el dinero del banco Uno Dos y Mumbles interceptan el retiro gracias a la ayuda de Stella, la contadora de confianza del ruso.

El ruso al cerrar el trato con Lenny le presta una pintura que es SU pintura de la suerte, con la condición de que se la devuelva una vez la transacción se concrete. Jhonny Quid, el hijastro junkie de Lenny, se roba la pintura, provocando un despelote mayúsculo, porque más allá del dinero, recuperar la pintura es primordial…aunque nunca vemos la pintura.

Todo esto es narrado por Archy, hombre de confianza de Lenny, tío del junkie, esposo de Stella.
La película es rica en acción y en situaciones graciosas. Quizás otro punto negativo, sería que como hay tantos personajes, las casi dos horas del filme se vuelven insuficientes para darle profundidad a cada uno de ellos.

Sin embargo, en general se nota una gran dirección por parte de Guy Ritchie que vuelve a presentarse en su mejor forma, el argumento es algo rocambolesco pero las correctas actuaciones, así como la excelente banda sonora y la dinámica edición, hace que sea una película digerible, entretenida y bien lograda.

Con un gran elenco que incluye a Gerard Butler, Thandie Newton, el gran Tom Wilkinson, Mark Strong, y hasta Ludacris, Rock an rolla se puede ver y disfrutar.

Mención aparte merece Toby Kebbel en su papel del junkie mesiánico: Jhonny Quid, que por sí solo hace que la película valga la pena completamente.

Una buena opción para recordar los primeros trabajos de Guy Ritchie, seguramente será una decepción para sus más acérrimos seguidores, pero un buen descubrimiento para aquellos que no han visto ninguna de sus películas.

Qué significa Rock an Rolla? Hay quienes quieren drogarse, coger, ser famosos, tener glamour, tener dinero, pero hay otros como los Rock an rolla que quieren el paquete completo. Eso es un Rock an rolla.

Actualmente Guy Ritchie se encuentra dirigiendo a Jude Law y a Robert Downey Jr. en un filme sobre el interesantísimo personaje Sherlock Holmes. ¿Esperaremos ansiosos? Elemental, mi querido Watson.

Lo mejor: Todas las escenas de Jhonny Quid
Lo peor: que Guy Ritchie se repite hasta el cansancio
La escena: La del piano de Jhonny Quid y los cigarrillos
Lo más falsete: nada
El mensaje manifiesto: Las traiciones están donde menos te lo esperas
El mensaje latente: El crimen paga
El consejo: Mírala sin prejuicios
La pregunta: ¿Qué tal irá a estar Sherlock Holmes?

CURIOSIDADES
– Rock an Rolla es escrita por Guy Ritchie
– En la banda sonora podés encontrar temas de The Clash, The Hives, Lou Reed, The sonics, entre otros.
– Las críticas recibidas han sido mixtas, teniendo en global un 59% de aceptación en la famosa página de Rotten Tomatoes.
– Guy Ritchie ha hablado sobre la posibilidad de una trilogía que tenga su origen en esta entrega. La secuela se llamaría: The Real Rock an Rolla
– Tuvo un presupuesto aproximado de 20 millones de dólares, cifra bastante pobre para la cantidad y calidad del elenco.
EXTRAS
El día que la tierra se detuvo: A alguien se le ocurrió hacer un remake de una película de finales de los 50s, llamada: Ultimatum a la tierra. Esta película “viejita” es catalogada como una de las 10 mejores películas de ciencia ficción de la historia del cine. Por eso fui a verla. La pregunta es: POR QUE??? Por qué nos hacen esto??? Tiene un guión que hace a ET (el de Spielberg) parecer Milan Kundera. Muy mala película, donde el otrora Neo, Keanu Reeves, se transforma en un ser llamado Klaatu. Este alien tiene como misión eliminar a la humanidad por su mezquindad y salvar al planeta tierra de la destrucción a la que los humanos la sometemos. Hasta ahí yo estaba conforme, me parecía muy razonable que Klaatu barra con todo y no deje ni el polvo. Pero no, claro que no. Resulta que en el fondo tenemos cosas buenas y que el alien estaba tan sensible como si tuviera la menstruación, y se conmovía con dichas cosas buenas. Todo eso acompañado de Jennifer Connelly y el insoportable hijo de Will Smith. Un despliegue aparatoso de efectos especiales que maquillan una historia vacía y ñoña. No pierdan su tiempo.

– Madagascar 2: A veces lo bueno no debe repetirse. Madagascar fue una linda película, donde lo mejor eran los pingüinos. Por eso fui a verla! (yo siempre con excusas) Su secuela es un tanto desangelada, aun
que tampoco da para cortarse las venas, una película entretenida, a ratos divertida, pero no imprescindible.

– La casa de las conejitas: Supongo que esto ya tiene que ver con el auge de ese programa llamado “The girls next door”, donde las tres “novias” de Hugh Heffner nos muestran lo sacrificado de su diario vivir. En la película, una rubia conejita interpretada por Anna Faris, es echada de la mansión Playboy por vieja (27 años). Aunque se trata de una trampa, la patada le servirá al personaje para descubrirse. Ella en su “reinserción” a la sociedad se mete a una hermandad de universidad: las Zetas…como mentora. El mensaje no es otro que: recauchutarte, maquillarte, ponerte ropa bonita, y jugar a ser sexy, te pueden conseguir amigos, parejas, amantes, y una buena vida. PERO, recordemos el pero encubierto, todo eso no sirve si no sos tan buena, o en este caso, tan boba como el personaje de Anna Faris. En general, es una película que intenta parodiar todo ese mundo, pero que parece se contagia de la estupidez que quiso retratar. Liviana, con un humor que dada la temática pudo ser mucho más corrosivo, y muy autocomplaciente. Una más para que te ahorrés unos pesos sin verla.

«El desconsuelo»
Por: Mónica Heinrich V.

No sé, no sé.

En primer lugar, odio decirlo pero Daniel Craig es un gringo insípido que cuando no está vestido de traje, puede pasar por cualquier crispín del mundo. Cero sex appeal, supuestamente la idea es que James Bond agarre una dimensión más humana. Que no sea onda Sean Connery, donde el personaje era más maquiavélico o que no tenga la actitud de Pierce Brosnan, como de dandy sofisticado. Lo triste es que lo de Craig, queda como en una nebulosa, donde el personaje apenas se salva de la absoluta nada (conexión emocional) que logra despertar en la platea tanto masculina como femenina.

No es lo suficientemente “duro”, como para que los aspirantes a galanes criollos tengan sueños aspiracionales con él, ni lo suficientemente seductor como para que las féminas envidien el lugar de la “chica bond”.

En esta nueva entrega de la saga, el agente 007 aparece más soso que en su debut. Atormentado por la muerte (suicidio) de Vesper, sucedida en la entrega de Casino Royale, el rubio galán está haciendo caso omiso del dicho: La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena. Así que Bond, James Bond, anda queriendo vengarse de aquél que orilló a su damisela a traicionarlo y a luego suicidarse ante la culpa de semejante traición.

Según el hampa cinéfilo, Quantum Solace empieza temporalmente horas después de la última escena de Casino Royale. En una trepidante persecución de autos, que no me movió ni un cabello, se inicia esta historia que lleva a Bond, irrisoriamente hasta…adivinen? Bolivia.

Parece que estamos de moda, chicos. Y encima somos sinónimo de “exótico”. Como Bond anda jugando a la cadenita, va de muerto en muerto buscando la manera de llegar hasta quien según él, es culpable directo del suicidio de su amada. Ahí aparece como por arte de magia, una tipa que interpreta a una agente del Servicio Secreto boliviano, y que en la vida real es rusa. Olga Kurylenko es Camille, una supuesta agente que vive entregándose a los malos, hasta ahora no sé cómo pensaba sobrevivir, pero ahí está ella.

La nueva chica bond tiene con Craig la misma química que un alga marina con una estrella de mar. Es decir, inexistente. A eso se suma el hecho de que los guionistas (cuatro crispines, aunque no lo crean) no contemplaron ninguna escena de “amor-sexo-metida de mano” o cualquier similar, entre ambos personajes.

La historia, que como en toda la saga, es tirada por los pelos y rica en fantasía, adolece de ritmo y de credibilidad. Cuando digo credibilidad no me refiero a que las otras hacían que nos creamos todas las cosas bizarras que pasaban, sino que por lo menos el argumento se sostenía de alguna forma y los personajes conseguían dibujarse de manera tal, que uno salía del cine satisfecho y agradecido.

Ahora no, las escenas de acción se suceden unas detrás de otras, sin mayor interés y lo único que me mantuvo enganchada a la trama fue la supuesta aparición de Bolivia como personaje ornamental.

Bolivia aparece porque en este país hay un general que anda queriendo dar un golpe de Estado, para eso los americanos quieren apoyarlo, al igual que un tipo (el villano Dominique Green) que desea hacerse con el agua de la zona para lograr contratos millonarios.

El general Medrano hace gala de su corrupción y es capaz de hipotecar medio país para cumplir sus mañosos objetivos. Aunque él representa a otro de los villanos del filme, es a través de Dominique Green, que Bond encausa su venganza y termina llegando a La Paz.

Con una buena dirección de arte consiguen hacernos creer a los espectadores que Panamá es La Paz. Aunque en las escenas finales esta percepción se termina, cuando vemos al elenco supuestamente aún en La Paz, pero en medio del desierto (originalmente chileno) y sufriendo de calor. Detallito.

Y así se sucede la trama, rica en escenas de acción pero pobre en contenido y provocando una emoción tan pasajera como la del rocío de la mañana.

No es una película aburrida, pero tampoco te hará arañar la butaca. En general se deja ver, pese a su corta duración (1 hora y cuarenta minutos), la ausencia de trama hace que la sintás más larga y el poco carisma de personajes acartonados y pobres emocionalmente, hacen que cualquier nexo de empatía se pierda irremediablemente.

Los diálogos donde generalmente descansa el cliché de frases hechas y con doble sentido, brillan por su ausencia. Judy Dench cumple la función de mentora-jefa-casi madre de Bond y lo hace a su manera. Una gran actriz, para un papel pobre como Etiopía.

La culpa de todo la tiene Marc Forster, un director suizo que ha sabido manejar muy bien dramas como Monster´s Ball, Cometas en el cielo, o pelis como Más extraño que la ficción, pero por algún motivo queda casi aplazado en su performance como director de un filme de acción.

Las actores hacen lo que pueden con sus respectivos papeles, y una buena fotografía termina dándole un punto extra al filme.

Terminada la película, sólo me quedaba una inquietud: Y por qué carajos le pusieron Quantum of solace? el título lo sacaron de un cuento de Ian Fleming, escritor que creó el personaje del agente 007. La traducción más aproximada sería: Una pizca de consuelo y tiene que ver con el holocausto emocional por el que atraviesa James Bond al perder a su amada Vesper.

Un holocausto que en Daniel Craig mucho no se percibe, aparte de sus insomnios y su mirada azulada que clama con urgencia la intervención del mejor psiquiatra del mundo. A nosotros nos queda aparte de la hora y cuarenta que perdimos, el desconsuelo de saber…que existe un mañana en que Bond regresará… por vigésima tercera vez.

El tiempo pasa.

Lo mejor: Medianamente entretenida
Lo peor: no produce ninguna empatía con los personajes
La escena: el final cuando el fuego está por devorarlos
Lo más falsete: aquí todo se ve falsito
El mensaje manifiesto: Hasta Bond necesita una pizca de consuelo
El mensaje latente: La venganza es el mejor consuelo
El consejo: No esperés mucho
La pregunta: ¿Realmente, QUANTUN OF SOLACE?

CURIOSIDADES

– Jack White y Alicia Keys son los intérpretes del tema principal de Quantum of Solace, el nuevo film de James Bond protagonizado por Daniel Craig, que se estrenará en las salas de cine a principios de noviembre. Jack integra el famoso duo de rock The White Stripes, junto a su hermana Meg. Alicia Keys por su parte, es una de las mejores cantantes actuales de R&B y Soul de los Estados Unidos. Originalmente, el tema iba a ser cantado por Amy Winehouse, pero debido a sus constantes recaídas producto de drogas y alcohol, fue reemplazada por Alicia Keys.
-Daniel Craig y Olga Kurylenko se entrenaron con Gary Powell y su asombroso equipo en Bodyflight durante varias semanas antes de rodar durante un día el salto del avión en Bolivia.
– Bodyflight, el p
rimer túnel de viento para paracaidismo del Reino Unido y el más grande del mundo, en Bedford, se utilizó, para una secuencia de Bolivia. El túnel tiene 4.95m de diámetro y casi 8 metros de alto y simula la experiencia que se obtiene en una caída libre a 200 Km. por hora ¡sin tener nunca que saltar de un avión!
-La producción se instaló en los históricos Pinewood Studios en Buckinghamshire a las afueras de Londres. Pinewood se ha convertido en sinónimo de las películas de James Bond a los largo de los años: Todas menos dos, 007: Licencia para matar (Licence To Kill) y Goldeneye, se han rodado allí. Los productores usaron el famoso 007 Stage y cinco otros platós para construir los interiores de 14 localizaciones diferentes durante los seis meses de rodaje.
-007 QUANTUM OF SOLACE, vigésimo segunda aventura de James Bond, la saga más larga en la historia del cine.
– El 2010 se estrenará la próxima entrega.
– Se filmó en Inglaterra, Panamá, Chile, Italia y Austria
– El 19 de marzo de 2008, el diario chileno La Cuarta aseguró que los paisajes del norte de Chile, utilizados en el rodaje de Quantum of Solace, serán mostrados como parte de Bolivia. []La información causó malestar en algunos personajes chilenos. El 29 de marzo, un grupo de personas protestaron contra la producción de Quantum of Solace en una plazoleta frente a la municipalidad de Sierra Gorda.[]Sólo portaban banderas chilenas y gritaban a coro: «¡Queremos respeto, no somos bolivianos!».[]Las protestas cesaron cuando se supo que las referencias a Bolivía estarían asociadas al tráfico de drogas.

Muere Bella, muere!!!

Por: Mónica Heinrich V. Si los vampiros existieran realmente y no formaran parte de una interesante leyenda, Stephanie Meyer (escritora de la Saga Crepúsculo) habría sido perseguida y cazada salvajemente por darles tan mala fama.
Vampiros ñoños, hombres lobos ñoños, heroínas ñoñas, todo revestido de tal ñoñez que si yo no fuera tan cueruda, habría muerto de intoxicación en plena sala de cine.
Lo dice alguien que se leyó (me sonrojo de bochorno) los cuatro tomos de la saga, aún sabiendo (al igual que los obesos ante una McDonald) que me hacía daño y que estaba consumiendo porquerías.
Sí, mi queridísima Stephanie Meyer es parte de ese atado de escritores como Paulo Coelho, Dan Brown y otros que por algún motivo se hacen populares, generan club de fans, apasionados seguidores que seguramente dejarán sus muestras de «cariño» en mi mail.
Escritores de malos libros y que encima a merced de la vox populix, dichos malos libros se transforman en películas.
Quienes esperaban que ocurra un milagro cósmico y que las pantallas de cine no sufran la tortura de Luna Nueva, deben estar decepcionados. Después que yo misma pasé 2 horas en ese maldito infierno, es mi deber, mi obligación como ser humano advertirles que Luna Nueva es una de las bostas más insoportablemente aburridas del año.
Cuando supe que habían despedido a Catherine Hardwick (directora de Crepúsculo) pensé que era para mejor, que como Catherine es una directora más de cine independiente, por ahí habían buscado a alguien ¨comercial¨ que le ponga el toque espectacular a lo que vendría después. No queridos, no. Llamaron a Chris Weitz un crispín que dirigió la primera American Pie y una peli que me gustaba mucho About a boy, ambas direcciones acompañado de su hermano…por lo que sospecho que lo que faltó en Luna Nueva fue la mano fraterna.
Si en Crepúsculo había unas cuantas escenas que encontrabas «bonitas» o que dejaba a la muchachada suspirando, pero con algo de estilo, en Luna Nueva no existen tales momentos.
Retomamos la historia donde la dejamos, la mamerta de Bella y el afeminado de Edward andan por la vida de manita sudada, mirándose con ojos de borrego menso a medio morir. Ellos tienen un amor puro…genuino como el deseo de Michael Jackson de ser blanco.
Por x o z, no lo digo aunque en el trailer aparece casi todo lo que se puede decir de esta insulsa trama, Edward decide dejar a Bella (yo también lo hubiera hecho) y se aleja, dizque, para que ella pueda ser feliz en su mortalidad.
Mientras Edward ¨necesito bronceador¨ Cullen, anda paspando moscas…Jacob Black (el «lobito» como cariñosamente termina llamándolo la platea) se asoma como paño de lágrimas. En su fornido pecho (una de las pocas cosas rescatables) se recostará la sonsa de Bella intentando superar el gran trauma de haber perdido el amor.
Aquí podría hacer un paréntesis para contar la vida atormentada y desgraciada de Romy Schneider (actriz de Sissi Emperatriz), que haría ver la situación de Bella como lo más estúpido del mundo, pero decido pasar.
Eso es básicamente todo, que si el vampiro me quiere, no me quiere, que si necesito al lobo, no lo necesito, que si el vampiro me quiere, o no me quiere, ZZZZzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZzzzzzzz
Y no me malentiendan, Crepúsculo la soporté, y hay filmes ñoñísimos como Encantada o hasta Avatar, que amén de sus defectos, cursilerías y otros, están magníficamente filmados y no nos ofrecen una visión desangelada y apagada del séptimo arte.
En el caso de Luna Nueva hay desgano, apatía en la narrativa, encima la cosa se sitúa en una ciudad gris, Bella anda deprimida, y si a eso le agregamos una dirección cansina, muy muy muy poco inspirada, que abusa de la cámara lenta tal cual una molesta negrilla, y unos actores mal dirigidos que escupen sus textos como si estuvieran posando para una cámara fotográfica, ya se imaginan el desastre.
Entiendo que se trata de un producto hecho para las adolescentes y ramas aledañas, de hecho las infantes estaban haciendo cola para entrar casi 40 minutos antes de la premier, y obviamente el 99% habrá salido pensando que era la mejor película que han visto en su vida, no sé. Compañero de butaca me increpó diciéndome que si yo tuviera esa edad, capaz que salía igual de contenta, a lo que le recordé que sin cumplir los 20s no caí bajo el embrujo de Titanic ni de Todo Sobre mi madre (habéis leído bien), así que dudo mucho que Luna Nueva haya corrido mejor suerte.
Desagradable, una película que espero no toparme ni en el cable. Ni siquiera el tan esperado encuentro con los Volturi generó interés, otra tétrica muestra de hasta dónde puede caer una película que está tan mal dirigida. Buen trabajo, no obstante, de Dakota Fanning que consigue dotar a su personaje Jane de personalidad en los breves minutos que interviene, a pesar de que todos los actores involucrados en este filme parecen postes de luz.
Aún así, las malas noticias son más de las que me imaginaba, el guión había sido escrito por una de las guionistas de Dexter, cosa que hizo que quisiera botarme del palacio de justicia. No entiendo cómo Luna Nueva puede estar tan horrorosamente mala, si teóricamente tiene los elementos y los verdes necesarios para lograr un buen producto.
Odio decirlo, pero faltan DOS filmes que ya están en desarrollo bajo la batuta del mustio de Weitz. Según lo escrito por la Meyer, las cosas se van a poner más freaks y absurdas (ajá, MAS) y yo ardo en deseos de ver qué carajos piensan hacer con lo que viene. No imagino a Bella (tal cual nos la han presentado hasta ahora) viviendo tan tórridas aventuras.
Luna Nueva, un filme que demuestra que Hollywood apuesta a fondo por historias vacías, lights, interpretando que el adolescente promedio es bruto e ignorante y que no merece nada mejor que protagonistas ¨lindos¨, directores alelados y los vampiros más pijos del mundo.
Lo mejor: cuando empiezan a salir los créditos finales y podés continuar con tu vida.
Lo peor: no sé, casi todo.
La escena: todas, todas las veces en que Jacob Black estaba sin camisa. Era un destello de luz en la cloaca.
Lo más falsete: personajes, trama, todo es más falso que muela de palo
El mensaje manifiesto: No todo lo que involucra vampiros será bueno
El mensaje latente: la muchachada tolera cualquier cosa
El consejo: Si cometés el pecado de verla, andate a una hora que no sea pico, porque las adolescentes se van con cámara fotográfica al cine, acompañadas de amigas o amigos, a los que durante el filme comentan el libro, lo que viene, lo que pasó y consiguen que la experiencia sea el doble de insoportable.
La pregunta: ¿qué premios ganaràn en la entrega de los Razzie? (La frambuesa de oro, es el antioscar, se le otorga a lo peor del cine)

La felicidad y otros demonios
Por: Mónica Heinrich V. Desde chicos nos enseñan que la felicidad existe, que es algo alcanzable… La publicidad intenta ligar ese sentimiento de dicha a sus productos, un efecto placebo para que vaciemos los bolsillos y se los llenemos a la gente que a su vez, piensa, que el dinero puede hacerlos felices.

Todos la necesitan, todos la añoran, hay quienes se conforman con la felicidad en minúscula, hay quienes juran que no existe. El hecho es que se la busca conciente o inconcientemente. En el sexo, en las parejas, en la estabilidad económica, familiar, incluso en esos deseos prohibidos que escondemos. Algunos perversos, otros no tan perversos, pero siempre tabúes. Happiness habla de eso. El director Todd Solondz es un pendejo, hizo una película sobre la miseria humana y, como una bofetada, la titula FELICIDAD.

Más o menos cumple la declaración del escritor argentino Alejandro Dolina, que en un libro decía: “Al lado de la desdicha, se encuentra el verso perfecto”. Y Happiness es un recuento de desdicha, de soledades, de angustias, y por qué no? De crueldad.

La película se abre con una cena, ambientada en un restaurant de lujo. Una pareja conformada por Joy Jordan y su pretendiente de turno se encuentran rodeados de un halo romántico. En ese momento Joy justifica la decisión de finalizar la relación semi-amorosa que los une, le pide disculpas, le dice que lo lamenta, que él es un gran tipo, que le desea lo mejor…etc…El regordete y calvo individuo, observa al objeto de su afecto con sorpresa, no puede creer que lo dejen. Hasta ese momento, pensamos “pobre crispín”, empatizamos con el dejado…hasta ese momento. El gordo saca un obsequio para Joy, le dice que lo mandó a hacer especialmente para ella, es un objeto de colección…Joy llora emocionada, le agradece, le dice que nunca lo va a olvidar…y entonces, el gordo se lo quita, y le empieza a gritar que eso se lo va a regalar a su futura esposa y no a una cualquiera como ella, no a una nadie como ella, una pobre cojuda que está “llena de mierda”, palabras textuales…

Con esa primera escena, ya estamos casi preparados para toda la avalancha de crueldad y sordidez que se avecina. Un argumento realista que desnuda no sólo las llagas espirituales y psicológicas de la sociedad americana, sino que con un bisturí opera a corazón abierto al ser humano, mostrándonos íntimamente la oscuridad y la perversión que habita en cada uno de nosotros.

Para Solondz no hay concesiones. Y elige a una ficticia familia Jordan para mostrarnos los diversos grados de putrefacción, soledad y amargura. Joy es una treinteañera, que aún vive con sus padres, música fracasada, con personalidad frágil e ingenua, siempre presa fácil de vividores, abusivos y maleantes. Helen es la “exitosa” de la familia, escritora famosa, decepcionada por no haber experimentado violaciones ni sexo fuerte, tal como muestra en sus libros. En su vida diaria se desenvuelve con aires de diva, pero en la soledad de su departamento tiene las mismas frustraciones que todos. Trish es la que aparentemente tiene una vida perfecta, casada, con hijos, viviendo una vida apacible y de ensueño, que ella misma recalca siempre: es “perfecta”. Sin embargo, el sexo con su marido es casi inexistente y la relación que mantiene con su familia es absurdamente irreal. Como un comercial de detergente o de sopa Maggie.
El padre de estas tres chicas infelices, decide abandonar su matrimonio de muchísimos años, buscando algo que le permita reconectarse con el mundo, que le permita emocionarse, no esa pasividad asfixiante en la que se mueve con una mujer a la que prácticamente le ha visto la jeta toda la vida. La madre de estas tres chicas infelices, no entiende, no capta porqué su hasta entonces leal esposo necesita abandonar un vínculo del que ella depende.

Alrededor de estos personajes, INFELICES, pululan otros igual de oscuros, perversos, despiadados y patéticos. Un acosador telefónico que calma sus ansiedades sexuales llamando a su vecina de piso. Pero que en el fondo es un pobre tipo tímido, al que le sudan las manos y le tiembla la voz, cuando se topa cara a cara con el objeto de su acoso. Una solterona obesa que siente cosas profundas por el acosador y que en una escena que sólo puede calificarse de GRANDIOSA, le cuenta mientras se come un helado, cómo mató al portero del edificio y cortó su cuerpo en pedacitos para ponerlo en el refrigerador.

Y luego, el personaje más perturbador de todos, el que se lleva la palma, el que me persigue por las noches, el que me hace replantearme la idea de reproducirme o de traer hijos al mundo, pensando que existen tipos por ahí igualitos sueltos. Este retorcido personaje es Bill, el esposo de la que jura llevar la vida perfecta, Trish. A Bill lo conocemos a través de su primera escena, cuando en una sesión psiquiátrica cuenta un sueño recurrente: Él está en un parque, durante un soleado día. Los niños juegan, las parejas están haciéndose mimitos, los viejos caminan, los perros corren…etc…De un momento a otro, Bill saca una metralleta y barre con todo lo que pilla a su paso. “Y qué es diferente ahora?” le pregunta el psiquiatra sobre su relato. “Que en esta ocasión, no me suicido”, dice Bill. Ahí todos se estarán imaginando a un Cho Seung Hui (el de la masacre de Virginia Tech), pero lo de Bill es otra cosa. Bill es pedófilo y los amigos de su hijo pequeño lo tienen tan caliente que termina ideando un plan bastante perturbador para poder violar a uno de ellos. Si ustedes creen que la violación del amigo de su hijo, es lo peor que puede pasar con relación al tema de la pedofilia, es que todavía no vieron la “charla” que tiene este señor con su hijo acerca del tema, y lo que el hijo le pregunta. Otra escena INOLVIDABLE.

Cuenta con un reparto de lujo como la presencia de Philip Seymour Hoffman, Jon Lovitz, Jane Adams, Lara Flyn Boyle y otros actores que se meten dentro de la piel de personajes que pueden parecer demasiado oscuros, pero que en la vida real existen.

Todd Solondz es un polémico director, graduado de Yale, que se hizo relativamente conocido en el circuito independiente con “Bienvenidos a la casa de muñecas”, un filme que retraba la vida suburbana de una chica feucha y su entorno. Lo que en un principio nos suena a Betty La Fea, …se transforma en una cuestión menos complaciente con los no bendecidos por la naturaleza. Según Solondz, sí es difícil ser feo, sí en el colegio los compañeros te cagan con burlas, desplantes y otros, pero los feos pueden ser crueles también. Y el personaje creado por Solondz consigue empatía de la platea, y luego rabia. Así de jodido es este gringo. Y lo más interesante es que aunque en apariencia se trata de una historia sencilla, tiene unas dos o tres escenas que se quedarán grabadas como un tatuaje.

Solondz se ha caracterizado por hacer un cine mucho más jugado que el personaje con el que lo suelen comparar: Woody Allen. Allen a su lado, se ve políticamente correcto. Solondz no permite que le quiten escenas duras, no permite que le censuren un guión, por eso le cuesta filmar, le cuesta encontrar financiamiento, porque hay que recordar que a la mayor parte de la gente no le gusta verse al espejo sin maquillaje o después de una borrachera con la cara hecha mierda. No.

Eso es lo que hace Solondz, humor negro, corrosivo, un sarcasmo que apunta directamente al ombligo y dice: La sociedad apesta. C
onsiguiendo con Happiness su trabajo más redondo y más jodido hasta el momento. Un retrato de una familia como cualquier otra. Cuya apariencia “perfecta”, resulta ser un espejismo, donde los hallazgos macabros se suceden uno detrás de otro, y lo más pasmoso es que mientras el metraje avanza y uno dice: “Qué pervertidos”, nos queda la sensación de que estamos espiando por la ventana del vecino, de ese crispín al que le vemos su cara todos los días, pero del que no sabemos absolutamente nada.

Sí…es como cuando alguien lleva a cabo un acto atroz, un asesinato, un secuestro de un niño durante 8 o 10 años, o vuela un edificio con 300 personas dentro, o sencillamente se levanta una mañana aburrido y sale con un cuchillo a matar gente (como el japonés que lo hizo recientemente) y luego, luego los vecinos, la familia y la gente que los conocían, salen en la TV o en la prensa diciendo: “No entiendo, era tan buena persona. Un tipo educado, amable….”

De eso trata HAPPINESS, de la sordidez que habita dentro de cada uno de nosotros. De esa sordidez con que disfrazamos bajo esa infructuosa búsqueda de felicidad. Porque nosotros también somos “buenas personas, educadas, amables…”, pero en la soledad de nuestra habitación existen otros demonios.

CURIOSIDADES

– “Happiness” trajo consigo victorias y derrotas. Logró estrenarse sin calificaciones ominosas y sin que se la marginara a una “Red Box”. Pero también supuso el fin de Solondz con la distribución mayoritaria. October Films, subsidiaria de la Universal, se negó a distribuirla por su contenido. En específico por la escena de la charla entre Bill y su hijo sobre la violación de sus amigos.
– Fue considerada por muchos medios como la mejor película de 1998.
– Todd Solondz escribe y dirige todas sus películas.
– ganó por votación unánime el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes de 1998, entre otros importantes reconocimientos.

Lo mejor: Una visión mordaz y crítica de las mentiras que nos contamos todos los días.
Lo peor: Dura y cruel.

La escena: La de la gorda que cuenta su asesinato y la de la charla entre padre pedófilo e hijo.
Lo más falsete: nada
El mensaje manifiesto: No existe la felicidad
El mensaje latente: De verdad! No existe la felicidad!!
El consejo: Mírala.
La pregunta: ¿O vos te considerás feliz?
EXTRAS
Haciendo un repaso de la cartelera local. Les puedo decir que:
1.- Se estrenó finalmente y porque Dios es grande: “No country for an old men” cuyo título en español es el poético No es país para viejos, pero que en la cartelera local aparece como Sin lugar para los débiles (qué horror!) …el caso es que se estrenó, tienen que verla, es un peliculón. Ya la vi, pero debo verla en pantalla gigante…además de la actuación de Bardem, tiene una de las escenas más buenas del año pasado: la de la moneda con la frase: “call it frendo”.
2.- Sobre La Momia 3, ahórrense 30 Bs, largas colas para entrar, y casi dos horas de película. Una cosa HORROROSA, con decirles que la última entrega de Indiana Jones parece cine de autor a su lado. Mal hecha, aburrida, con un argumento más pobre que Etiopía. Así que ya saben. Mala, mala, mala, muy mala.
3.- The Prom Night, es cine para adolescentes. Y lo peor, para adolescentes tarados. Con muy poca calidad, nada nuevo bajo el sol de lo que el género propone. Mal actuada, con una dirección poco inspirada. Relativamente entretenida, aunque prescindible del todo.
4.- Quiero Robarme a la novia, bien nomás. Nada para lanzar cohetes, y su argumento nos recuerda a My Best Friend Wedding, sin Julia Roberts y versión masculina, pero digerible. Bonita, sí…puede pasar.
5.- Hancock. Es difícil hablar sobre Hancock. Por un lado, si no te la tomás en serio la podés pasar muy bien, es hasta bizarra en su argumento por el poco sentido que tiene todo. PERO eso también le juega en contra. Porque no sabés qué carajos viste al final. De todas formas, por lo menos es entretenida y consigue arrancar una que otra sonrisa.

Vení que te muerdo

Por: Mónica Heinrich V.
Vampiros. Vampiros. Vampiros.
Cuando supe que la película del momento en USA era Crepúsculo, y que trataba sobre vampiros…me faltaron dedos para googlear y para enterarme que se trataba de la primera parte de una historia, basada en una saga escrita por una tal Stephanie Meyer.
Era el fenómeno de los últimos meses del 2008, se había apoderado (sorpresivamente) de la taquilla sobrepasando películas de mayor presupuesto y envergadura. En mi caso, era la respuesta a una plegaria largamente elevada hacia la nada (no digo hacia Dios porque mi espíritu no lo soportaría)
Y como en esa época supe que la película recién llegaría en enero, me pareció justo matar mi curiosidad sumergiéndome en la versión literaria. Aproveché un viaje de mis progenitores hacia Obamalandia y les encargué esa misión. Fue misión cumplida.

La primera parte, se llama Crepúsculo y narra la historia de Bella Swan, una muchacha que ante el reciente nuevo matrimonio de su madre, decide mudarse a Forks (pequeño pueblito donde siempre llueve y está nublado) a vivir con su padre. Se inscribe en la secundaria, y en un momento dado se cruza con el protagonista masculino de este entuerto: Edward Cullen. Para más señas: el vampiro.

Tengo que recordarles que esta saga pertenece al género romance vampírico, género que en nuestro país es casi desconocido, e incluso hasta hace un par de años era imposible conseguir libros más “normales” de Romance de Bolsillo, Editorial Vergara o Editorial Cisne. Ahora, ya se puede conseguir algunos títulos, aunque son pocos los que están interiorizados en todo ese mundillo…como (modestia y humillación pública aparte) Yo.

Haciendo esa salvedad, diremos que Crepúsculo es básicamente una historia de amor, el amor extraño y casi imposible entre la humana y el vampiro. Edward Cullen es parte de la familia Cullen, uno de los doctores del pueblo (Carlisle) y su esposa Esme son sus padres adoptivos. Junto a Edward están sus hermanos adoptivos que son Alice, Jasper, Emmet y Rosalie. Obviamente son vampiros también: excepcionalmente bellos, fuertes…y algunos dotados de curiosos poderes.

Bella Swan resulta ser el personaje femenino más insufrible que he visto en mucho tiempo, la mala suerte y la torpeza la rodean durante los cuatro tomos de la historia. Edward siempre estará pacientemente lidiando con sus decisiones (generalmente In-decisiones) estúpidas, y claro, con el imán que lleva para atraer el peligro. Como no puede ser de otra manera, existen antagonistas… que aquí resultan ser los vampiros “malos”, porque los Cullen son tan buenos, nobles y especiales, que son vampiros “vegetarianos”…no se alimentan de sangre humana….y existen otros que no tienen sus mismos hábitos alimenticios y para quienes Bella será el bife a la plancha perfecto.

Por eso Edward vive todo el libro atormentado porque Bella, SU Bella es el humano que mejor olor desprende. En otras palabras, se la pasa con ganas de brincarle y sacarle hasta la última gotita de sangre, y luego ese sentimiento se mezcla con el más “desgarrador” amor. Bella anda de babosa por Edward desde el primer capítulo, y la autora consigue que la baba aguante cuatro tomos, casi de 1000 páginas cada uno.

Además de ese par…está Jacob Black, quien en un principio es el mejor amigo de Bella y que pertenece a los licántropos (hombres lobos y enemigos naturales de los vampiros) Este personaje es sumamente importante porque será algo así como el alma gemela de Bella, el amigo el que se apoya en momentos de dolor, compartirá cosas con él que con el vampiro no puede compartir y creará un lazo casi indestructible con este personaje…Así que…el triángulo está servido: Vampiro, hombre lobo y humana insufrible.

En mi amplia experiencia dentro del género me quedó claro que Stephanie Meyer escribe para la mierda, con mucho respeto hacia la horda de lectores que esta mujer ha conseguido. La saga parece escrita por una adolescente, onda diario de quinceañera…y aunque el objetivo es ese, el talento narrativo brilla por su ausencia. El mismo Stephen King coincidió en decirlo a voz en cuello cuando le preguntaron si él había influido en Rowling (Harry Potter) o en Meyer…y él dijo que mientras que Rowling era una muy buena escritora…Meyer apenas lo conseguía.

Aún así, debo reconocer que me leí los cuatro tomos, estuve a punto de dejarlo en el segundo…pero la esperanza de que Bella Swan muera de alguna manera lenta y horrorosa, me mantuvo leyendo la historia hasta el final. De los cuatro tomos, el cuarto es el más digerible porque ofrece mucho más detalles fantásticos sobre los vampiros, y finalmente se delimita ese trío emputante que se forma entre vampiro (amor de la vida de Bella), hombre lobo (amiguito del alma de Bella) y Bella (la que sabemos) Si un buen director agarra este tomo, puede resultar una película muy buena.

No es de extrañar que cuando asistí a la premier de Crepúsculo tuviera muchas ideas preconcebidas de lo que debían ser historia y protagonistas…y la secreta ilusión de que la directora hubiera suavizado las ñoñeces de telenovela juvenil mexicana, la haya hecho más oscurita y perversa y pueda sentarme a ver algo decente.

Pero nop. Crepúsculo es tal cual el libro, una peli para adolescentes americanos cansados de realities shows, buscando el amor en una historia fantástica con diálogos forzados y situaciones poco convincentes. Aún así, la dirección de Catherine Hardwicke, hace que un argumento tan simple se deje ver y encima entretenga (ídem a su versión literaria). Hardwicke es conocida por su ópera prima “Thirteen”, interesante y minimalista filme protagonizado por Evan Rachel Wood que tuvo varios premios y recorrió un montón de festivales.

Eso se agradece, se agradece que hayan buscado una directora que hizo que la experiencia no sea tan nefasta y que acompañada de una muy agradable banda sonora, una buena fotografía y algunos momentos intensos, la hagan llevadera.

Sobre las actuaciones diré que Kirsten Stewart (Bella Swan) lo hace muy bien. Lleva el papel de una manera digna, la hace ver menos estúpida de lo que en realidad es y tiene carisma. Recordamos a esta actriz como la hija asmática de Jodie Foster en La Habitación del Pánico.

Lo opuesto ocurre con Rob Pattinson (Edward Cullen) que aunque ya tiene una legión de admiradoras, me resulta casi insoportable de ver…lo hallo soso, le quita dignidad al único personaje algo ecuánime de la saga y no condice con la imagen que yo tenía del vampiro. A eso agreguémosle que este actor ha trabajado en nada más y nada menos que Harry Potter…interpretando a Cedric Diggory. Y sus dotes histriónicas están muy por debajo de las que alcanza su coprotagonista femenina. No lo imagino enfrentando las cosas que van a seguir en las próximas entregas fílmicas.

El resto de los personajes están bien representados por los actores elegidos, y sorprende un Charlie (papá de Bella) que en el libro se ve más insulso, pero que en la pantalla grande aporta a la película unos cuantos momentos de humor. Bien por ello.

En general, todo el casting “juvenil” parece sacado de una de esas series de televisión de niños “bien”, “pijos” (dirían los españoles), los vampiros parecen modelos de catálogo y sus reflexiones o actitudes suelen ser mucho más livianas que los de seres que no duermen, que viven en la oscuridad, luchando contra una sed abrasadora, atormentados por la inmortalidad.

Me gustó? No la odié, me entretuve, mediocremente, pero me entretuve… todavía sigo elevando mis plegarias hacia la nada por una gran película sobre vampiros, una que tenga la pasión de Drácula (Bram Stoker), la profundidad de Entrevista con el vampiro (Anne Rice), lo tétrico de La hora del Vampiro (Stephen King), lo erótico-sexual de la Saga Oscura (Christine Feehan) y claro…pongámosle alguito (pero sólo una pizca) de la ñoñez de esta.

Lo mejor: Relativamente entretenida, y cumple a cabalidad su función de encandilar adolescentes.
Lo peor: Edulcorada y con personajes estereotipados y artificiales.
La escena: la del beisbol y cuando Edward carga a Bella trepando árboles
Lo más falsete: Situaciones absurdas que no tienen que ver con la película, sino con el libro en el que se basó.
El mensaje manifiesto: El amor todo lo puede
El mensaje latente: El amor todo lo puede (es triste que en una película haya un solo mensaje no?)
El consejo: Para paladares poco exigentes
La pregunta: ¿La segunda parte será mejor? (tomando en cuenta que Hardwicke dejará la secuela, y que será Chris Weitz el encargado de Eclipse…Weitz ha dirigido American Pie, About a boy y la Brújula Dorada, entre otras pelis)

CURIOSIDADES
– Fueron 48 días de rodaje en Canadá y tuvo un presupuesto de aproximadamente 37 millones de dólares.
– La cinta lleva recaudados más de $ 180 millones de dólares.
Henry Cavill era la primera opción para Edward Cullen, OPCION QUE YO APROBABA! Pero cuando empezó la producción, el actor ya tenía 25 años y no parecía para nada un adolescente de 17.
– La autora Stephanie Meyer aparece brevemente en una de las escenas donde se ve a Bella comiendo con su padre en un restaurante al que acostumbran ir seguido
– Meyer, licenciada en literatura inglesa por la Universidad Brigham Young, dice que la idea de Crepúsculo surgió a partir de un sueño. “Cuando me desperté, quería saber qué pasaba a continuación. El primer día escribí 10 páginas. Cuando lo terminé, nadie estaba más sorprendido que yo de que hubiera realmente escrito un libro entero”.
– El fiel seguimiento de Crepúsculo ha generado más de 350 sitios web y una entrega y dedicación propias de una obra de culto.
EXTRAS- 88 MINUTOS: Qué asco de thriller. Me sorprende que Al Pacino se desperdicie tan groseramente en esta película donde el mejor adjetivo que se le puede dar es: Tonta. Si no me salí del cine (como últimamente suelo hacerlo) fue por Pacino y porque el tema de los serial killers siempre me ha interesado. Pacino interpreta a un psiquiatra que ayudó a meter preso a un asesino serial, que fue sentenciado a la pena de muerte. Cuando dicho asesino está por cumplir su condena (9 años después del juicio) Pacino recibe misteriosas llamadas donde le anuncian que tiene 88 minutos de vida, por mentir en el juicio y convencer al jurado de la culpabilidad de un hombre inocente. Lo que suena interesante, NO lo es. Es una película plagada de los clichés del género, absolutamente chapucera en el engranaje del “suspenso”, muy tonta y que irrespeta al espectador con su ausencia de argumento coherente. El final es risible, muy mala. Pobremente actuada, a pesar de contar con muchos actores conocidos. La dirige John Avnet que tiene en su haber películas como Tomates Verdes Fritos (que en su momento, disfruté mucho) o The War (regularona), pero que usó a Pacino en una de las peores películas que he visto con actores legendarios…una peli horrible junto a Robert De Niro…llamada Righteous to Kill…MUY MALA! Oye Pacino, dejá de juntarte con Avnet.

“Let’s put a smile on your face”
Por: Mónica Heinrich V.

Esperaba The Dark Night como una quinceañera espera su fiesta de 15 o como una virgen espera a su primer amante. Entre The Dark Knight y yo, existía algo previo a su estreno. Ese algo tenía nombre y apellido: Heath Ledger.

En esta misma columna ya he contado cómo conocí a Heath (fílmicamente hablando) y la conmoción que causó en esta fiel espectadora su muerte acaecida este año, por una sobredosis (dicen que accidental) de medicamentos prescritos.

La expectativa por ver lo que había creado con el Guasón era indescriptible. Había visto los trailers, había visto las fotos, me había parado estúpidamente frente al póster contemplando la espalda violeta de un Joker enfermizo.

Sí, pocas veces viví un estreno de una película comercial tan intensamente. Y en el fondo tenía miedo. Tenía miedo de que sea una cagada, que Nolan (director que admiro mucho) no haya sabido aprovechar un casting perfecto…

Pero no, Nolan nos regala una de las mejores películas que se han hecho de un súper héroe. Desde el principio te conectás con una trama que te lleva en un tren de emociones donde lo que parece un entretenimiento como cualquier otro, va sumergiéndose poco a poco en una cuestionante social y existencial sobre la naturaleza del ser humano.

Tenemos a Cristian Bale, interpretando a Bruce Wayne, el adinerado y atormentado hombre murciélago. A la luz pública finge ser un playboy despreocupado, acorde a su status social y a su nivel de vida, una vez se pone el disfraz de Batman, su mayor preocupación es la seguridad de los habitantes de Ciudad Gótica.

Hasta el momento, la cosa ha funcionado. Aliado junto al sargento Gordon (un siempre brillante Gary Oldman) Batman ha ido limpiado la ciudad de la mafia y la corrupción, siempre desde las tinieblas, siendo tácitamente cuestionado por el ciudadano de a pie que lo ve como un centinela, pero que lo juzga íntimamente por no apegarse a la ley y no hacer su labor a cara descubierta.

Ahí tenemos nuestro primer conflicto. Un conflicto entre lo que debe ser un héroe, lo que Batman es y lo que necesita ciudad Gótica.

La dinámica establecida entre los civiles y su anónimo benefactor es rota cuando aparece El Guasón (Heath Ledger), un sujeto del que nadie sabe nada, que viste y se maquilla como un decadente y lunático payaso, cuyo rostro está surcado de feas cicatrices y cuyos tics nos hacen ver que se trata de alguien que está más allá del bien y del mal. Un ser totalmente anárquico, como él mismo se autodeclara: “un agente del caos”, él es “como el perro que persigue los autos”, una vez “los alcanza, no tiene idea qué hacer con ellos”. Un outsider esquizofrénico cuyo objetivo no es la plata, ni la fama, ni siquiera la atención, su objetivo es jugar, orillar a los personajes al límite de lo imaginable. Para más señas: un villano absolutamente perfecto.

Debo confesar que ni bien Heath Ledger se asomó en la pantalla, lo reconocí al tiro, un leve vistazo a su espalda, aún inmerso entre una banda de criminales vestidos igual que él, me hizo agarrar fuertemente el brazo de mi acompañante y susurrar: “Es él”.

El Guasón roba una importante suma de dinero que pertenece a la mafia, la policía de Ciudad Gótica intenta decomisar el dinero restante de algunos bancos específicos, pero uno de los contadores de los maleantes se adelanta y agarra toda la plata para ponerla en un lugar seguro. A todo esto se está haciendo un juicio, precisamente para terminar de limpiar las calles de esta gentuza, responsabilidad asumida por los abogados Harvey Dent (Aaron Eckhart) y Rachel (Maggie Gyllenhall), papel que en Batman Begins interpretó la insípida boca torcida de Katie Holmes, que gracias a su maridito (Tom Cruise) tuvo que abandonar.

Recordemos que Rachel era el objeto amoroso de Batman en la primera entrega que dirige Nolan, aquí la mujer ha decidido continuar su vida ante la imposibilidad de establecerse con alguien como Bruce Wayne, por lo difícil que sería casarse y tener hijos con un súperhéroe que se debe a otros, antes que la familia. Entonces anda liada con Harvey Dent.

Otro conflicto se presenta: Harvey Dent parece ser el héroe que Ciudad Gótica necesita, y ante esa realidad nuestro Batman se encuentra partido entre el alivio y los celos que le despierta que un hombre al que él considera realmente un buen tipo, se quede con su chica.

El Guasón entra en acción para “atrapar” a Batman, confrontarlo contra la corrupción que habita en su interior e intentar jalarlo hacia su lado, al lado donde reina la oscuridad, las sombras en que su sonrisa llena de cicatrices y maquillaje, se agita.

Esto es lo que hace el guión poderoso. La relación que existe entre Batman y el Guasón como dos opuestos, que al decir del mismo Guasón se complementan. Mientras el villano de la sonrisa eterna no conoce límites y espera lo peor del ser humano, Batman no está dispuesto a traspasar la línea que se ha trazado como límite moral. Mientras Batman a pesar de vivir una doble vida, posee una personalidad definida, el Guasón tiene una personalidad totalmente fracturada, en que su perverso sentido del humor se mezcla con la crueldad y una inteligencia (a ojos vista) superior al promedio.

La película tiene muchos giros, algunos bastantes evidentes y esperados, pero no por eso menos disfrutados. Aunque hay bastantes cabos sueltos en torno a la resolución de muchos de los conflictos planteados, el global de este filme hace que olvidemos y perdonemos cualquier pequeño desliz a nivel de guión o de argumento.

A nivel artístico y técnico, es una película grandiosa. Muy buenos efectos especiales, espectaculares escenas de acción, pocas veces me ha tocado ver un filme que a sala llena despierte tantos sobresaltos, tantas exhalaciones, tantas exclamaciones de asombro. Y lo mejor es que estas escenas que te dejan con la boca abierta, se suceden una detrás de otra, no es UNA que te apantalle y ya estuvo. No. Hay como 6 o 7 escenas que fácilmente se pueden convertir en escenas de culto.

El guión fue escrito por los hermanos Nolan (Jonathan y Cristopher), y creo que la mano de Jonathan fue la mano que faltó en Batman Begins (no participó en el guión), que si bien no fue una mala película, está a años luz de lo que ambos hermanos han conseguido lograr con esta nueva entrega.

La música y el sonido acompañan de una manera simbiótica todo lo que las imágenes arrojan, como dato aparte Hans Zimmer el que se encargó de musicalizar el filme, tuvo un shock tan grande cuando se enteró de la muerte de Heath Ledger que pensó en reescribir toda la música que tenía ya lista para las escenas en las que el Guasón aparece. Después de sopesarlo, se dijo que lo que Heath merecía era precisamente mantener la onda oscura y retorcida del papel, y no edulcorar al personaje como un mal homenaje al actor. Es así que la música se mantuvo tal cual llega hoy a nuestros oídos.

Cristian Bale convence en su papel del súper héroe más humano que se ha visto hasta el momento. Algunas veces no me gustaba mucho la impostación de su voz cuando personifica a Batman, pero lo dicho, TODO se perdona. Aaron Eckhart a quien había visto antes en papeles menos complicados como en Thanx For no Smoking o en Sin reservas, cumple a cabalidad con un personaje que sufre una transformación radical, y
que en el pasado interpretó Tommy Lee Jones en Batman For Ever. Maggie Gyllenhall no desentona como la codiciada Rachel, Morgan Freeman convence como Lucius Fox gerente de las Empresas Wayne y el siempre solvente Michael Caine se apodera del papel del famoso Alfred, el mayordomo de Batman.

Sin embargo, lo que eleva a esta película por encima de cualquiera que haya salido en los últimos años, es Heath Ledger. Podría escribir eternamente sobre la grandiosa y sobrenatural interpretación que consigue, baste decir que en el momento que lo vi haciendo su primera gracia en pantalla, estuve a punto de echarme a llorar. No podía creer que hubiéramos perdido irremediablemente un talento como el de este tipo. Es sencillamente una tragedia.

Después de casi tres horas de estar con el ojo pelado, en que casi ni siquiera pude comer ni tomar nada de la pura emoción, la película terminó. La gente emitió un tibio aplauso, justa recompensa a una película realmente impresionante. Me quedé sentada en mi butaca, esperando el in memorian que sabía tenía que llegar al final. Pasaron los créditos, la gente se paró para irse, algunas espaldas me tapaban, pero yo seguía invadida de una tibia melancolía…finalmente apareció: “In memory of our friends Heath Ledger & Conway Wickliffe“, Conway Wickliffe era un técnico de 41 años que murió mientras ensayaba la escena de la persecución que realiza el batimóvil casi al final.

Y así concluyó El caballero oscuro…pero el romance entre esta película y yo, no termina. Ya hay una lista de espera de conocidos a los que me les he sumado, para verla de nuevo, por lo menos unas 3 veces más.

Y es que si existe un paraíso de villanos, El Guasón seguramente tiene su entrada garantizada. Mientras tanto, tocará incluir a Heath Ledger en nuestras oraciones diarias…junto a Stanley Kubrick, Kurt Kobain y otros, no quedará más que juntar nuestras manos y susurrar: Heath nuestro que estás en los cielos…

Lo mejor: Heath Ledger, con una caracterización fuera de este mundoLo peor: algunos cabitos sueltos, pero perdonable en base al resultado global.La escena: la del hospital, las veces que el guasón comenta el origen de su cicatriz, la del vuelco del bus. Hay hartas escenangas.Lo más falsete: nadaEl mensaje manifiesto: No todos somos corruptosEl mensaje latente: No todos somos corruptos, pero la mayoría síEl consejo: Tenés que verla no 1, ni 2 veces…todas las que podás.La pregunta: ¿Por qué nos dejaste Heath?

CURIOSIDADES
– Cuando le preguntaron «¿Por qué Heath Ledger es el Joker?», Christopher Nolan dijo: «Porque es valiente».
– La imagen original (la del cómic) de el Guasón está directamente inspirada en la versión cinematográfica de «El Hombre que Ríe» (Paul Leni) basado en la novela homónima de Víctor Hugo.
– Se pensó en Paul Bettany, Adrien Brody y Lachy Hulme para el papel de El Joker
– Se le ofreció a Matt Damon el papel de Harvey Dent
– «Heath lo creó de forma totalmente original. Es sensacional, cautivador y va a impresionar a la gente», dijo Nolan, quien fue más allá en la descripción del Joker, tal y como lo concibió Ledger: «Un anarquista punk sacado de ‘La Naranja Mecánica’ (1971)».
– Kim Ledger y su esposa Inés, la madrastra de Heath Ledger, pasearon por la alfombra roja para ver el último trabajo de su hijo, «El caballero oscuro», en la que dio vida al malvado Joker. También acudieron su madre, el marido de ésta, y la hermana mayor de Ledger, Kate.
– Según revela una información publicada por ‘Deadline Hollywood Daily’ recogida por otr/press, algunos analistas consideran que la película podría alcanzar sin problemas los 130 millones de dólares, una cifra que, de confirmarse, convertiría a ‘El Caballero Oscuro’ en el tercer mejor debut de la historia del cine en un fin de semana, tras ‘SpiderMan 3’, que recaudó más de 151,1 millones de dólares, y la segunda parte de ‘Piratas del Caribe’, que logró superar los 131 millones en la taquilla estadounidense en su primer fin de semana.

Te queremos Shyamalan, te queremos
Por: Mónica Heinrich V.

Sin duda, la gran tragedia de Shyamalan fue hacerse conocido en el mercado cinematográfico con un filme de la calidad de Sexto Sentido. A partir de ahí, nuestro hombre ha tratado de sorprendernos una y otra vez con rocambolescas historias, que generalmente intentan dar el “giro” que hizo de Sexto Sentido, una pequeña obrita de arte.

Pero adivinen qué, Shyamalan no es Hitchcock (uno de sus máximos referentes). Después de Sexto Sentido, este director indio que en su adolescencia hizo más de 45 películas caseras, no ha conseguido darnos nada que nos haga patalear de gusto.

Se puede creer que Sexto Sentido es su ópera prima porque fue con la que se hizo notar, pero el filme protagonizado por Bruce Willis fue su tercer largometraje, después que en 1992 lanzara Praying with anger y en 1998 Wide Awake.

Hasta ese momento, la filmografía de este curioso cineasta se caracterizaba por ser mucho más sosa y simple. Cuando el éxito llegó junto a Sexto Sentido en 1999, nuestro muchacho, parece que pensó: “He ahí la fórmula”, y se lanzó de lleno a darle duro y parejo a los temas “raros”, personajes “raros”, finales “raros”, y un tedioso etcétera.

A mí me encantó Sexto Sentido, hice una cola que llegaba hasta la Junín en el desaparecido Cine Palace, y salí extasiada. Amén de algunos cabos sueltos, la película fue una sorpresa y una experiencia gratificante. Eso hizo que me uniera alegremente al club de crispines que esperaban con ansias lo que Shyamalan iba a hacer después.

Fue así que llegó Unbreakable, película protagonizada por Bruce Willis y Samuel L. Jackson. El filme no era malo, pero no llenó las expectativas de NADIES. Y para qué mentir, su final me dejó con ganas de poner una bomba en su jardín. En esa época me expliqué pacientemente, que la culpa no la tenía Shyamalan, no. Que la culpa la tenía la gente. Y sobre todo los crispines como yo, que habíamos orillado a ese pobre hombre a hacer cosas demasiado tiradas de los pelos.

Me tranquilicé, bajo el proverbio turco de La paciencia es la llave del paraíso. Entonces esperé pacientemente mi Edén.

Y vino Señales. Quiero decir algo antes, algo que me redima de lo que estoy a punto de escribir. Odio a Mel Gibson. No sé porqué, simplemente lo detesto. Veo sus películas (las que dirige y las que protagoniza), porque no me queda otra. Señales, protagonizada por Mel Gibson tuvo buena acogida por parte de la crítica, pero a mí no me encantó tampoco, me entretuvo medianamente, aunque todas esas pajas mentales de creencias religiosas mezcladas con extraterrestres malos, no me resultó muy buena idea. Lo que me hizo verla con relativo placer fue la presencia de Joaquín Phoenix a quien considero un gran actor.

Al tiempito Shyamalan volvería con La Aldea, cuya temática central me pareció interesantísima, contó con grandes actores en su reparto, una hermosa fotografía y un toquecito de ambiente enrarecido, cabal y oportuno. El problema fue, que al igual que todo lo que ha hecho Shyamalan después de Sexto Sentido, su resolución no llega a redondear un producto que pudo tener un mejor destino.

Con eso llegamos a La dama del agua. EL HORROR!!! No podía creerlo, era capaz de pedir la eutanasia cuando estaba dentro de esa sala de cine y mi asiento quedaba en medio de un bollo de crispines. Terminada la película, mi acompañante y yo nos miramos profundamente consternados.

Este 2008, Shyamalan regresa después de 2 años de silencio. Había leído por ahí que el guión de esta película se lo rechazó Sancho, Pedro y Martín. Que le dijeron: “No, señorito. Esos despelotes en este estudio, no”. “Tenés que cambiar esto, y aquello, y estito más”, y que anduvo como gallina sin huato, hasta que en una epifanía redefinió su argumento y creó The Happening, o en español El fin de los tiempos.

La película empieza en Central Park, después de una leve brisa, la gente se queda estática, repite oraciones y da inicio un suicidio en cadena, donde la escena más brillante es la que ocurre en el edificio con los albañiles. Bonito, para qué. En ese momento dejé mi pipoca a un costado y le susurré a mi acompañante: “Vamos a ver cómo sale el “dire” de este chiverío”.

Luego aparece el protagonista Mark Whalberg que sigue dejando atrás su imagen de modelo de calzoncillos Calvin Klein e interpreta a un profesor de ciencias, que ya en la primera escena, si no estás opeando, nos da la conclusión de la película.

Bueno, que cunde el pánico en Nueva York y la gente comienza a huir de algo que hasta ese momento parece un “ataque terrorista”, guiñito a la paranoia americana …Mark que está casado con una tipa insoportable, o por lo menos, así la sentí yo (casi toda la película se la pasa con sus ojos azules brotados), huye también junto a la individua esta y la hija pequeña de un colega suyo, que otra vez en nombre del amor encarna al personaje boludo que regresa a buscar a su pareja a un lugar donde lo espera una muerte segura.

En realidad toda la película es eso, esta tropa de crispines huyendo del viento y de las plantas, para ser más exactos. Hay algunas escenitas bien logradas, el argumento no está mal, pero para variar la caga a la salida. Además los protagonistas son seres con los que nunca llegás a empatizar, la niña, por ejemplo, que es un recurso harto conocido para que la platea se ponga más nerviosa, tiene menos gracia que García Lineras bailando lambada.

El final llega, cuando vos ya sabés el final, y es coronado con algunos clichés típicos de novela mexicana. En general, El fin de los tiempos, se deja ver. Supuestamente es una filosófica mirada a nuestra existencia en el planeta tierra, lo mezquinos que hemos sido y la frase que podría resumir todo: “El que la hace, la paga”. Pero en realidad, la película se diluye porque prácticamente ofrece lo mejor en sus primeros 20 minutos y lo demás es una caída en picada, que cuando comienzan a aparecer los créditos, vos ya llevás media hora pensando melancólicamente en el momento que al fin podás ver “BATMAN, The dark Knight”. Sí. No aguanto más. NO AGUANTO MÁS! 8 de julio, por favor, llegá!

CURIOSIDADES
La película fue filmada casi en su totalidad en las ciudades de Philadelphia, Pennsylvania, en los Estados Unidos.
Shyamalan repite como guionista, productor y director, siguiendo la estela de sus trabajos anteriores y manteniendo así el control de todos los aspectos el proyecto.

Shyamalan se ha ajustado a un relativamente modesto presupuesto de 57 millones de dólares. Los grandes estudios le han retirado relativamente la confianza después de que no cumpliera las expectativas comerciales.

La idea para El final de los tiempos se le ocurrió a Shyamalan mientras conducía através de la campiña del estado de Nueva Jersey, viendo pasar velozmente a través del parabrisas un frondoso y verde mundo. «Iba de camino a Nueva York», recuerda, «era un día precioso y los árboles sobresalían en la autopista, cuando de repente me dije a mí mismo: ‘¿Qué ocurriría si la naturaleza se volviera un día contra nosotros?'».

Lo mejor: Los primeros 20 minutos
Lo peor: Se diluye del todo. Y nunca llegás a conectarte con los protagonistas.
La escena: La de los albañiles. La escena de la lluvia de suicidas. Y la del tráfico y la pistola que recogen unos detrás de otros.
Lo más falsete: La explicación, la historia de amor cursi y pelotuda
El mensaje manifiesto: No jodamos a las plantas.
El mensaje latente: El hombre se ha ganau solito todos los desastres naturales
El consejo: Oí Shyamalan, sería bueno que empecés a pensar en gente ajena a vos para los guiones.
La pregunta: ¿Oí Shyamalan, no tenés amigos guionistas?

CINE INGLÉS: In Brugges (Escondidos en Brujas)

«Like a fucking fairy tale»

Por: Mónica Heinrich V.


Ajá. Ahora que mis noches terminan invariablemente con tres películas, una detrás de otra, es cuando me quebro la cabeza tratando de recordar QUÉ ME FALTA ver, y es tanto que dan ganas de llorar.

Fue así como de lo más profundo de mi psiquis surgió In Bruges. Este filme del 2008 se había quedado como un must see (debe verse) gracias a las buenas reseñas que leí por ahí y a que el pelón de Ojo Crítico dijo que mereció mejor suerte en los Oscar porque era quizás la mejor película de las nominadas.

Claro que con el pelón hemos tenido nuestros desencuentros, pero desde que gracias a él vi Entre Copas, surgió una hermandad cinéfila que borra cualquier exabrupto anterior.

En una lista de alquiler que incluía La Ola, Paper Heart, Las Trillizas Belleville, Satanás, Numb, Más allá de la duda, Teniente Corrupto y Pandorum, llegó In Bruges.

Su título en español es Escondidos en Brujas y está protagonizada por Colin Farrell, Ralph Fiennes y Brendan Gleeson. Al leer el nombre de Colin Farrell varios ya estarán pensando en recular, no hagáis tal muchachos…In Bruges es, sin duda, un filme que me reconcilió con el cine después de la traumática experiencia vivida con Luna Nueva.

Primero, los ubicaré en el espacio: Brujas es una ciudad de Bélgica, famosa por su arquitectura medieval y por ser quizás una de las zonas más turísticas de ese país. Su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, y se llama Brujas no por las criaturas con poderes mágicos, sino porque la palabra flamenca significa puente, y en Brujas hay una enorme cantidad de puentes.

Hace falta ser muy talentoso y tener una elevada sensibilidad artística para crear un guión con una ciudad tan espectacular de escenario, y al mismo tiempo, tan olvidada por directores de cine menos inspirados.

La trama es la que sigue: Colin Farrell y Brendan Gleeson son dos matones que se ¨esconden¨en Brujas luego de un trabajo que salió mal. Dicha decisión se hace a instancias del jefe de ambos, Ralph Fiennes.

Mientras Colin interpreta a un irlandés bonachón, descarado, pero de buen corazón, Brendan personifica a un hombre mayor, sediento de cultura, que disfruta el arte y que a pesar del duro oficio que realiza también tiene buen corazón. El problema en esta ecuación resulta ser Ralph Fiennes cuyo personaje posee rígidos principios, a los que no piensa traicionar bajo ningún concepto.

En esta película hay de todo: Obesos, enanos, prostitutas, dealers, skinheads, curas, cuando pensás que ya no sucederá nada más, aparece un nuevo personaje freak, un nuevo diálogo para partirse de risa que hace que pensés que el que escribió ese guión es un jodido genio.

Sólo con la introducción, podés intuir que vas a ver una gran película:
¨Después de matarlos tiré el arma al Támesis, me lavé las manos en el baño de un Burger King, y me fui a casa caminando a esperar instrucciones. Al rato llegaron las instrucciones. ¨Váyanse ya de Londres, estúpidos. Vayan a Brujas¨. Yo ni siquiera sabía dónde carajo quedaba Brujas. Queda en Bélgica.¨

¿Acaso miento?

Al mismo tiempo que se nos plantean charlas existenciales sobre la vida, la muerte, la moral, el director nos pasea por la bella arquitectura de Brujas, es como un nuevo género, ¿turismo-cine?, pero no esas cagadas que se ven cuando Spielberg o Cameron se van a alguna selva a filmar, aquí hay un genuino amor por la ciudad elegida como marco de la historia. Vemos museos, calles, puentes, escuchamos a través de Brendan Gleeson anécdotas, referencias históricas, y es imposible que los que no conocen el lugar, no deseen ir a verlo.

El ritmo y las actuaciones del filme están tan bien logrados que jamás te aburrís, y esperás atento cualquier otro destello de humor fino y descarado. Colin Farrell y yo nos hemos reencontrado, fue casi como en slow motion con una canción de Celine Dion de fondo, después de tantos ¨No sé qué le ven a ese crispín¨, hoy puedo decir que ya sé qué le ven. Me divertí muchísimo, quedé muy muy satisfecha, de hecho la volví a ver al día siguiente junto a compañero de butaca, y me dije que antes de sangrar por la herida escribiendo sobre Luna Nueva, tendría que empezar de manera positiva el 2010.

¿Cosas a criticar? Hay ciertos detalles que están cantados, y que le quitan frescura a una propuesta que sí es fresca en su planteo y en sus diálogos.

Filme con una excelente fotografía que sin duda debe todas sus virtudes a su genial genial director y guionista Martín McDonagh, que en sus trechos (Inglaterra-Irlanda) es conocido por ser un seguidor del teatro de la crueldad, y que en sus obras siempre se destacó por puestas violentas, grotescas e irreverentes. Un tipo de 40 años, que vivió en la calle desde los 16 y que ha ganado cantidad de premios en el ámbito teatral.

En el 2005 ganó el Oscar a Mejor Cortometraje y, para que vean que no es excusa eso de ¨es mi primera película¨ (ñoños) este crispín por el que seguramente nadie daba un peso partido al medio a nivel cinematográfico, tuvo como ópera prima In Bruges.

Seguidor de Tarantino y Harold Pinter, detractor de Shakespeare y Chéjov, McDonagh regresará al cine con la película Siete Psicópatas, que ni siquiera está en preproducción. El título promete, mientras él viaja y monta obras de teatro, esperaré ansiosa su segundo filme y ustedes podrán disfrutar de In Bruges, que parece un jodido cuento de hadas, pero que está muy lejos de serlo.

Lo mejor: divertida y fresca

Lo peor: algunos facilismos de la trama

La escena: todo lo referente a los enanos suicidas y la del confesionario

Lo más falsete: el romance

El mensaje manifiesto: hasta los asesinos tienen sentimientos

El mensaje latente: el que la hace la paga

El consejo: Hay que verla.

La pregunta: ¿cuándo llega la segunda película de McDonagh?

CURIOSIDADES

Contando con la total cooperación de Brujas, gracias al apoyo del burgomaestre Patrick Moenaert, y con cientos de extras contratados en la ciudad, el rodaje empezó a principios de febrero de 2007 y duró dos meses.

Ya se habían filmado un par de películas en la ciudad (por ejemplo, Historia de una monja, de Fred Zinnemann, con Audrey Hepburn, en 1959), pero ESCONDIDOS EN BRUJAS ha sido el rodaje de mayor envergadura hasta la fecha.

Los productores obtuvieron permiso para rodar dentro del museo Groeninge, donde Ray y Ken tienen una conversación acerca del purgatorio. En este museo pueden verse obras del Bosco, René Magritte, Jan van Eyck, entre otros. Los dos actores pudieron disfrutar visitando las salas entre toma y toma.

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