¿Cuándo será mayor de edad la FIL de Santa Cruz de la Sierra?

Eva Sofía Sánchez Exeni
Escritora y periodista
22/04/22

En marzo de este año participé de la Feria de la Edición e Impresión Independiente ‘Enjambre de Libros’. Fue un evento literario muy bien organizado, dedicado exclusivamente a promover literatura (es decir: ¡enciclopedias y libros religiosos out!) y que además ofreció un (más que) interesante programa paralelo de talleres, conversatorios y ponencias. Fue, también, un espacio inclusivo para propuestas editoriales de las Comunidades LGBTQ+ y demás. En otras palabras, ‘Enjambre de Libros’ se desarrolló con tanta seriedad y apertura que, quienes participamos (OJO, esto es una conjetura), con seguridad regresaremos para la próxima versión.

Pero el propósito de este corto artículo no es ‘tirar flores’ a ‘Enjambre de Libros’ y nada más. El propósito es, más bien, preguntar(me)(nos): ¿Cómo se explica que una Feria Independiente de pronto resulte más atractiva (para varias editoriales y autores) que la ya tradicional Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra (FIL)?

Las razones parecen obvias y fácilmente identificables. Por ejemplo, podría decir que la FIL es un mejunje de propuestas y quien más sufre a causa de esa ‘sobreoferta’ es la Literatura (con mayúsculas). O tal vez: que al parecer los organizadores de la FIL se esfuerzan más por superar los ‘records de asistencia’ de años pasados, como si esa fuese una variable válida a la hora de evaluar el éxito o fracaso de una feria literaria. O: que la FIL sirve como palestra para ‘autores-celebridades’ cuyas obras resultan (salvo algunas sorprendentes excepciones) ser las más vendidas de la Feria. Me refiero a los Carlos Valverde, los Fabio Zambrana, los libros que contienen más emoticones que palabras, o los que no son más que una recolección de los post de facebook de un ‘pseudo-autor’, etc. Este último punto es debatible. Alguien podría argumentar: “son los más vendidos porque eso es lo que la gente quiere leer”. Está bien, puede ser. Aún así, la venta masiva de las ‘obras-celebritys’ son nomás un ejemplo de que la Literatura (de nuevo, con mayúsculas) no es la estrella central del evento.

Así, apiladas en un párrafo, todas esas razones parecen explicar la paulatina pérdida de interés de autores y editoriales hacia la FIL[1]. Pero si en lugar de dar por concluido nuestro razonamiento, nos animásemos a reflexionar solo un poquito más, nos daremos cuenta de que apenas estamos raspando la superficie del problema. Propongo, por lo tanto, excavar más profundo porque sospecho (intuyo) que el motivo es más complejo.

La primera FIL se dio en 1999 y, año tras año, creció y creció. Entre 2006 y 2007 la FIL empezó a incrementar los espacios para niños. OJO: no he escrito ‘espacios para la literatura infantil’, sino ‘espacios para niños’. Un gran galpón en el que actores y actrices presentaban shows dirigidos a los más pequeños. En esencia, no hay nada malo en ello.

El problema es que, versión tras versión, la FIL cruceña se enfocó más y más en las actividades para niños y olvidó un gran detalle: una Feria Internacional del Libro es un evento literario e intelectual. Es un evento para el debate de ideas, para el análisis de las propuestas literarias contemporáneas, para la celebración del arte literario. Esa parte del evento fue tan dejada de lado por la FIL que un grupo de escritoras se ofreció (generosamente) a organizar el Encuentro Internacional de Narrativas, durante dos versiones de la FIL. Encuentro que, dicho sea de paso, este año se realizó en Enjambre de Libros.

La FIL cruceña se ha reducido a un espacio para el paseo, con dos stands en los que editoriales y librerías especializadas compiten al lado de tiendas de enciclopedias y textos para médicos o ingenieros. Un galpón con un colorido y vibrante decorado en el que actores y actrices cantan canciones y hacen bailar a los niños. Salas que solo se usan para presentar obras pero en las que casi nunca (por no decir jamás) se genera pensamiento, debate, diálogo, reflexión.

Me pregunto: ¿Qué ha cambiado en la FIL desde 2006 hasta ahora? ¿Ha madurado como evento literario o aún permanece estancada entre la pubertad y la adolescencia?

Soy la primera en admitir que desconozco la hermenéutica del evento. Estoy segura que todas las personas involucradas en la organización y realización del evento tienen las mejores intenciones. Y no tengo dudas de que el trabajo durante los días de feria es intenso y demandante. Al fin y al cabo (y esto es innegable), se trata de un megaevento. Pero no es ése el punto. El problema es de fondo, de concepto, de contenido, de espíritu. Muy bella la FIL vista desde lejos. Luminosa, colorida, llena de padres, madres, niños, niñas. Inofensiva. Pero si acercamos la mirada nos daremos cuenta de todo lo que falta: voces disidentes, literatura irreverente, autores y autoras periféricos, obras transgresoras, ideas desafiantes.

Un libro entretiene, es cierto. Pero la gran literatura quema, ruge, estalla.

Da la impresión de que la que FIL cruceña se niega a crecer y creo que el motivo es ‘cobardía’, porque para organizar una FIL en serio se deben debatir temas serios, importantes, polémicos, humanos, a veces dolorosos, a veces incómodos. Para hacer una FIL en serio se debe incluir a todas las voces, desde las oficiales hasta las periféricas. Para hacer una FIL en serio hacen falta muchos ovarios, huevos y cerebros.

Y, seamos honestos y honestas: En esta ciudad abundan los cerebros, ovarios y huevos valientes. ‘Enjambre de Libros’ es una muestra de eso.

[1] Esta afirmación no tiene sustento científico. Es el resultado de diversas conversaciones con escritores, escritoras y editoras y editores.

Spread the love

3 Comentarios

  1. La FIL comercial, poco espacio para los peques, mucho espacio para los grandes. (Pero en teoría esas editoriales apoyan a los peques?). Además cuanto nomas costara un estandcito de esos.

    La gente se cansa de lo comercial por eso el enjambre siempre le va ir mejor (eso espero).

  2. Es lo que hay, no podés pedir doble tracción si vas en un carretón.
    Como está la cultura de la lectura en el país?
    Cual el promedio de libros leídos por persona?
    Se entiende tu frustración, pero se debe gatear antes de correr.
    La FIL trata de ser lo más inclusiva posible, aunque pareciera que a ese paso se convertirá en la ramada.
    Tú idea es muy radical a estas alturas y podría convertir a la FIL en una actividad elitista-snob-hipster.

  3. Por fin encontré la respuesta:

    La FIL va a ser mayor de edad cuando y solo cuando, la FULL de la UAGRM sean jóvenes.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

*