Los grandes desaciertos están en situaciones inverosímiles que nos muestran soldados con actitud naif, que nunca se dan cuenta que han invadido un país y cuya capacidad de reacción ante varios acontecimientos presentados dentro del argumento, es casi ridícula.
O sea, todo bien mi querida Kathryn Bigelow, pero es difícil creer que un auto va a pasarse descaradamente por medio de un escuadrón sin que nadie dispare ni una bala, es difícil creer que los irakíes se van a poner en los techos de sus casas sin ningún disimulo a darse indicaciones entre sí, delante de los gringos, para detonar una bomba. Es difícil de creer que un escuadrón que se topa con el grupo de Ralph Phiennes en el desierto, se va a poner a charlar con él como si estuvieran en una Burger King. Y así sucesivamente.
No obstante la película se deja ver. Con ritmo pausado, pero no carente de emoción tiene muy buenos momentos. A destacar la provocación conseguida en algunas escenas, donde se insinúa que algo pasará, que algo está por romper la rutina, y no sucede nada.
A partir de la mitad, la trama se hace más artificial, menos real y va resquebrajándose para entregarnos un producto aceptable, pero muy lejano a ser llamado la mejor película del año. Repito NO es una mala película, es una película aceptable, digerible, pero que no aporta nada nuevo al género, que está rodada con buenas intenciones y que llega en un momento que USA necesita ver este tipo de historias, carente de cuestionamiento real acerca de la brutalidad de la guerra. Se podría decir que es condescendiente. Es un filme comercial, con tintes de cine de bajo presupuesto, pero que no deja de ser comercial.
El personaje adicto a la adrenalina, me recordó al conejo de un cuento de Galeano, aquel que al abrirle la jaula, se quedaba pegado al fondo con miedo a la libertad.
The HurtLocker ha ganado todos los premios habidos y por haber, hay quienes se sorprenden que sobrepase a Avatar. No podía ser de otra manera. Amén de sus caros efectos especiales, Avatar resulta una película entretenida, aunque para algunos (pocos parece) carente del factor Wow, estando destinada a provocar el Wow.
Sobre la guerra de Irak se seguirán haciendo películas. Algunas como esta, evitando el panfleto. Otras como Kimberly Pierce (directora de Boys dont cry) intentarán contar en filmes como Stop-Loss, la realidad de miles de soldados que NO quieren volver a esa adrenalina. A esos soldados que son llamados desertores, perseguidos por su propio gobierno, ejecutados civilmente, y puestos en la cárcel quitándoles todos sus beneficios si deciden no regresar a ese infierno. Historias, hay un montón.
The Hurt Locker es la película del año. La guerra, mientras tanto, sigue descarnada al otro lado del charco. Me pregunto qué pensarán los soldaditos por las noches.
Lo mejor: Muy bien filmada y se deja ver
Lo peor: el guión se cae después de la mitad
La escena: cuando se ve el montón de pedazos de bomba que guarda de souvenir, también la del niño que vende DVDs.
Lo más falsete: las escenas de peligro no estaban bien logradas
El mensaje manifiesto: La guerra es una droga
El mensaje latente: El cine comercial anda medio desvencijado
El consejo: Vela.
La pregunta: ¿cuánto habrá que esperar para que un director jodido exhiba una película sin autocomplaciencias de la invasión a Irak-Afganistán?