Judment Time

No se dejen engañar por el poster choto. Ni tampoco la miren con asquito solo porque en el 95 hubo una versión vomitiva con nuestro amigo Sylvester Stallone.No.

Dredd con esos antecedentes que menciono en el párrafo de arriba, es una más que digna adaptación de un cómic. No será inolvidable, no será imprescindible, no hará que me haga un tatuaje con su título, pero lo dicho, salís del cine sin ese cáncer hepático que se va formando gracias a otras producciones como Resident Evil: El mal se hace global, o la odiadísima (muy) Lincoln: el cazavampiros.
Parece que Peter Travis (director) se puso como máxima no repetir los errores y horrores que nos regalan las producciones americanas tipo Linterna Verde, y en esta ocasión junta a sus actores, dice: “Luz, Cámara, Acción” y tenemos Dredd.
 
La trama nos cuenta que el mundo se fue al carajo, y huyendo de la radioactividad se formaron megaciudades. Es así que estamos en MegaCity 1, que viene a ser Nueva York, y donde se alzaron megabloques, unos edificios grandotes, con alrededor de 200 pisos y que albergan comunidades enteras.
Uno de estos megabloques es zona roja y está liderado por Ma-ma (Lena Headye, actriz conocida como la reina bitch de Juego de tronos), ex prostituta que luego de un altercado pone los ovarios en la mesa y dirige el boliche sin que le tiemble el pulso.
Como la megaciudad tiene sus índices de violencia desatados y la fuerza policial no abastece, quienes lidian con el despute son los Jueces, que hacen de agentes del orden, jueces y verdugos, un hermoso combo justiciero.
(Siento el tufillo fascista perforando mis pulmones, pero…qué le vamos a hacer)
Uno de estos jueces es Dredd, que ya de entrada vemos es un tipo duro, un bad ass, esos que van al dentista y no necesitan anestesia, seh…
A Dredd le endilgan a Anderson, una mutante ñoña que es psíquica y a la que tiene que entrenar/supervisar para ver si es capaz de ser Juez. 
Ocurre un asesinato y envían a la parejita a poner el rancho en orden. Hacia allá van, pensando que se trata de algo rutinario, de ir a pastar al campo y oler las flores, pero no, se toparán cara a cara con la loca/bitch Ma-ma  y sus no menos inescrupulosos secuaces.
Partamos diciendo que se trata de una producción inglesa, lo que ya es motivo de confianza, buena fe y alegría adelantada. Digamos también que el guión no se lo pasaron por el traste, y han intentado ponerle cariño, esmero, con miras a que el espectador que ya está acostumbrado a que le roben las ganas de vivir, pase un rato ameno y que la película no le grite: “Sos un imbécil”.
Alex Garland que ya escribió 28 días después, La Playa, Nunca me abandones, y en cuyas manitos descansa la adaptación de la esperadísima Halo, construye un guión cumplidor, con uno que otro momento destacable, y que guarda coherencia entre personajes y situaciones, cosa pocas veces respetada entre aquellos que adaptan un comic.
Merece mención la estética del filme, oscura y sombría, en la que se unen el más prolijo slow-motion con una nueva droga llamada slo-mo, justificando a pleno los momentos oníricos híper-lentos que la droga provoca.
Karl Urban interpreta a un Dredd que algunos dicen no necesita mayores matices gracias al casco que lo cubre, pero que teniendo en cuenta otros villanos cuya energía no traspasa la máscara o el disfraz (besito a Bane) pues tampoco es para tomárselo tan al cuete. Urban no incomoda, el Dredd que interpreta nos transmite todo aquello que se supone debe transmitir. Lo mismo sucede con el resto del elenco, un casting que colabora con la visión del director.
Si bien su primera hora es más propositiva que el resto del metraje, podemos decir que Dredd se convierte fácilmente en una de las mejores adaptaciones de cómic de este año.
 

Entretenida, bien filmada, poderosa en su estética, digna de verse.

Lo mejor: Es entretenida y no es estúpida (en los cánones de estupidez a los que nos tienen acostumbrados)
Lo peor: Tiene un muy buen inicio y al final se vuelve más de lo mismo.
La escena: Cuando Anderson se mete en la cabeza del matón.
Lo más falsete: la escena en que los encierran con los barrotes y Ma-Ma se nos va al chancho.
El mensaje manifiesto: La justicia sobrevive
El mensaje latente: La justicia es implacable
El consejo:No esperés que te cambie la vida, aceptala como un buen producto de entretenimiento. El 3D lo vale.
El personaje entrañable: Dredd…seh…así uno puede pasar por la zona roja de la zona roja de este pueblo, sin que se te mueva ni un cabello.
El personaje emputante: no hubo uno particularmente destacable.
El agradecimiento: que esté bien filmadita y que nos siga demostrando que hay cámaras digitales capaces de emular o superar al 35mm.
CURIOSIDADES
Fue filmada con la Phantom Flex, la RED ONE y la Silicon Imaging
El bloque Peach Tree fue nombrado así en honor al restaurant en el que el guionista y el autor del comic se reunieron por primera vez para discutir el proyecto.
45.000.000 $us. de presupuesto.
Garland empezó a escribir Dredd en el 2006, mientras escribía Sunshine (peli de Danny Boyle).
El director, Peter Travis, fue prohibido de participar en el proceso de edición y post-producción, siendo Garland (guionista) el que se lideró esa fase. De hecho, hubo polémica porque se decía que las contribuciones de Garland fueron tan significativas que aparecería en los créditos como co-director. Al final, llegaron a un acuerdo en que Garland solo aparece como guionista.
Dredd es el comienzo de una trilogía.

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