Its a crazy fucking world

Por: Mónica Heinrich

 

Si pensamos en Australia, seguramente pensaremos en canguros, en surf, en Nicole Kidman, Naomi Watts, Heath Ledger, Russel Crowe y otros. Este año, sin embargo, Australia hace bulla por una película que ganó el Premio del Jurado del Festival de Sundance: Animal Kingdom, cuya traducción sería Reino Animal.

 

El filme es escrito y dirigido por un tal David Michod, que ingresó a la escuela de cine cuando ya había pasado los 25 años. Desde entonces, dirigió cortos y documentales, para luego entrar por la puerta grande al mundo del largometraje con ésta su ópera prima.

Hay algo interesante en Animal Kingdom: una frialdad al retratar las situaciones que te deja perplejo: «Abuela, soy J…. Joshua. Sí, mamá sufrió una sobredosis y murió», dice un sereno adolescente al teléfono.

 

Joshua Cody, que hasta ese momento compartía su vida únicamente con su mamá yonqui, ahora tendrá que agarrar sus chécheres y mudarse con su abuela. Mientras vemos a Joshua hacer esa transición, su voz en off nos cuenta: «Mamá nunca quiso que me junte con su familia. Tenía miedo…»

 

Al llegar a su nuevo hogar, vemos el porqué de ese miedo. Janine «Smurf» Cody, es la matriarca de una familia criminal. Vive rodeada de sus tres hijos que se dedican a actividades dudosas. «A la abuela le gustaba estar con los chicos», nos sigue contando la voz en off, mientras vemos la imagen de Smurf besando a uno de sus hijos en la boca como si fuera un niño pequeño. «The boys», llama la señora a esos hombres de más de 30 años que se dedican a la mala vida y a la poca verguenza. 

 

Cuando Joshua es recibido y arropado por el clan, las cosas están color de hormiga. Un grupillo de renegados detectives que dedica su tiempo libre a dar muerte a criminales específicos anda detrás de Andrew Cody, alias Pope, que en una correcta traducción sería El Papa. 

 

Pope, es el tío mayor de Joshua, y anda con los cables cruzados. Un tipo freak, que resulta ser el guía y el líder de la familia, pero cuya capacidad para darse cuenta de los límites, es casi nula. Además, sufre de una paranoia constante. 

 

Craig Cody, es el tío que le sigue en edad a Pope, este es un narco volatil y adicto. No razona, más bien reacciona ante las situaciones. Impredecible y poco manejable. Una bomba de tiempo ambulante.

 

Amigo de toda la vida y compañero en el crimen es Barry Brown, alias Baz…cuando la película arranca, Baz quiere dedicarse a la bolsa y ser un hombre de bien.

 

Y finalmente, el tío Darren, frágil y rubio hermano menor, que simplemente se deja llevar por los mayores. Parece no tener ni aptitud ni ganas de ser parte de esa vida, pero tampoco hace demasiado por imponerse y salir de ahí.

A ese nido de víboras llega un adolescente Joshua. Al principio, seducido por la aparente unión familiar y por el recibimiento que le dan, Joshua se mete en la cotidianidad. Va al colegio, tiene novia, alguna vez ayuda a sus tíos o los acompaña en diversas actividades, y así transcurren los primeros días.

 

La aparición de Pope, que hasta ese momento estaba escondido, huyendo de quienes lo quieren matar, es lo que desata poco a poco la locura. La cuadrilla de detectives que anda tras su huella, decide sentar precedentes y asesina al mejor amigo de Pope: Baz.

 

Con esta muerte, los hermanos se embarcan en una venganza, pero ojo, vengarse de policías casi nunca es buena idea. Joshua se da cuenta de la bestialidad de su entorno. Tardíamente reacciona, pero nada puede evitar la catástrofe.

 

David Michod nos entrega una ópera prima sobresaliente. Sobresaliente en una estética austera, fría, efectiva. Sobresaliente en una trama, un guión capaz de envolverte y ahogarte, sin que te des cuenta de cuándo te puso las manos al cuello. Sobresaliente en un reparto donde destaca una apabullante Jackie Weaver como la abuela cariñosa-pendeja que hará cualquier cosa por sus «chicos».

 

Empatizamos con Joshua, un Joshua que tuvo una vida jodida desde antes. Desde su madre yonqui y la soledad de su anterior hogar. Un Joshua que se siente atrapado por su recuperada familia. Un Joshua que no sabe qué hacer.

 

La historia no es nueva no, podría tratarse de un filme convencional, repetido, pero la mano de su director transforma este cliché del género en una fábula del mal, del peligro, de lo corrupto. 

 

La brutal escena final, es sin duda una joyita. La línea que dice Pope, podría ser una de esas frases de culto, que acompañará la memoria colectiva de todos los que la escuchamos. 

 

Animal Kingdom, Reino Animal, una película sobre animales mamíferos, bípedos y  supuestamente racionales.

Lo mejor: un gran debut

Lo peor: que no haya más sorpresas como ésta

La escena: el principio y el final

Lo más falsete:

El mensaje manifiesto: la familia es lo primero

El mensaje latente: la familia puede ser una mierda

El consejo: Mirala. No te vas a arrepentir.

La pregunta: ¿la segunda película de Michod podrá cumplir las expectativas generadas por este pequeño gran filme?

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3 Comentarios

  1. Estoy en campaña para asegurar que la película The tree of Life se estrene en cines de Bolivia (algún día), si no han escuchado de esta película, es la última producción de Terrence Malick autor de joyas como Días del cielo y Badlands. Además la película cuenta con las actuaciones de Brad Pitt, Sean Penn y otras grandes estrellas. También si es necesario más la fotografía la hace Emmanuel Lubezki, uno de los mejores en la actualidad, cinematografo de Children of men, Sleepy Hollow, Y tu mamá también y otras grandes. Ver el trailer de el arbol de la vida ya es un gran placer: http://www.youtube.com/watch?v=fLPe0fHuZsc&feature=player_embedded

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