LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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EVO PUEBLO
Por: Mónica Heinrich V.
Siempre voy al cine los lunes. Me gusta porque hay menos gente, y generalmente me molesta cuando el cine está lleno por la bulla que hacen algunos desubicados. Hoy me deslicé a ver Evo Pueblo, confieso que me moría por verla. Luego de ver a los actores que interpretaron a nuestro ilustre presidente (igualingos) no podía contenerme.

La primera sorpresa me la llevé con relación a la afluencia. Penés que no iba a ir mucha gente, porque cuando salió Cocalero, en su fin de semana apenas había público. Aquí si bien no estaba a reventar, había una taquilla respetable.

*En la foto los 3 Evos durante la premier.

Para empezar, el formato es digital, no está pasada a 35mm y de entrada te das cuenta que no está bien calibrada para la pantalla de cine, subtítulos explicativos o de traducción quedan cercenados a lo largo del metraje.

No puedo engañarlos, no es una buena película. El guión intenta ser complaciente en extremo, se regodea en escenas que no aportan nada y nos queda la imagen de un Evo bonachón, honesto, trabajador, humano, pero nada más. La película se abre con la muerte de Tupac Katari, y aquella famosa frase de «Volveré, y seré millones», tal cual lo leen.

Después nos muestran la difícil llegada al mundo de Evito, para pasar a parte de su niñez, su amor por el fútbol, su primera novia, etc.. Todo esto matizado con escenas en las que nos indicaban que Evito era revolucionario desde la más tierna infancia, como por ejemplo: Salón de clases, maestro preguntando quién es libertador de américa, ningún niño sabe la respuesta, hasta que Evito dice: Simón Bolívar. Qué TERRRRNURA!, el público no podía más que sonreír.

Y así sucesivamente, una conmovedora intención de plasmar la naturaleza social de todos los actos de Evo. El zoom a la zona donde vivía Evo, una zona totalmente cruel tanto en clima como en recursos, la lucha por sobrevivir, por conseguir algo más. Sus trabajos de albañil, panadero, trompetista. Su gusto por las mujeres, sus chupas, su lealtad como amigo, todos esos aspectos que hoy en día se han perdido de vista ante el Evo Presidente.

Sin embargo, la narrativa carece de un sostén que vaya más allá del romanticismo. Uno de sus grandes defectos es que la historia intenta abarcar DEMASIADA agua que ha corrido bajo ese puente. Es demasiado benévolo y lánguido el líder que la película dibuja.

Hay diálogos que no necesitan ser dichos, que redundan en lo evidente, que diluyen el momento, el clímax que pretende crearse y que no están concebidos de una manera muy realista. Los actores estuvieron regulares, teniendo en cuenta que el casting más que por talento tiene que ver con el parecido físico, puedo decir que esta gente consigue zafar. Valerio Queso y Vidal arrancan sonrisas con sus interpretaciones del Evo joven y del Evo actual. La aparición imperdonable y fuera de tono es la de César Brie, director de Teatro de los Andes, que hace de milico, y consigue crear una actuación totalmente discordante con el resto, con demasiados vicios teatrales, hasta en el texto, que dicen él mismo escribió. Todo lo demás llega parejito hasta ese momento, en lo bueno y en lo malo, pero Brie consigue un desequilibrio muy notorio.

A nivel de fotografía (Valverde) y dirección (Tonchy Antezana), recalco: no es una buena película. Incluso podría tratarse de un melodrama para tv con aires semidocumentales y daría lo mismo.
Todo está alrededor de la figura de Evo, Pueblo. Una figura que consigue conmover, no tanto por la valía del filme como tal, sino por esa historia descarnada de lucha y superación personal, que nadie, ni sus más férreos detractores pueden negar. Confieso que me sentí extrañamente conmovida, aún sabiendo que no era LA película, aún sabiendo que habían manipulaciones y propagandas obvias, sentí una extraña desazón.

El filme promueve una mirada complaciente, sí, pero dolorosa. Tanta pobreza, tantas limitaciones, tantos como él que intentan surgir, que se aglutinan en movimientos sociales, pensando que encontrarán la manera de salir de la miseria, de luchar por los suyos, de dejar de ser «invisibles».

Evo, cuando fue electo presidente de este país, significó una esperanza, una esperanza tan desbordada…que al ver los rostros de la señora de pollera, que agarraba la mano de un hombre «bien» (no miento, estaban en el cine), del señor que fue con su hijo a verla, y que se quedó con la mirada perdida mientras los créditos salían, esa esperanza de su pueblo, sobrecoge…y sobre todo, sobrecoge pensar, que al finalizar este camino, esa esperanza no sea cumplida.

Ojalá Evo, sea pueblo.

La escena: El final
Lo + falsete: Las diálogos
El mensaje manifiesto: Evo, ES pueblo
El mensaje latente: Evo es sufrido, abnegado y bondadoso
El consejo: Mirala, de algo te va a servir.

EXTRAÑOS EN EL PARAISO
Por: Mónica Heinrich V.
No señores, no voy a hablar de Jim Jarmusch, pero no pude dejar de robarle el título de su película para este post. Hoy fui a ver Valiente (The brave one), luego del acto fallido de anoche (intentamos ir, pero nos confundimos de horario). El hecho de que la dirija Neil Jordan ya era motivo suficiente como para desembolsillar tus quintos confianzudamente. Jordan es un irlandés que le ha dado al celuloide impecables películas como Juego de lágrimas (inolvidable Stephen Rea), por la que ganó un Oscar a Mejor Guión, entre otros honores.
Para empezar, Jodie Foster encabeza este reparto. Aunque me parece una grandiosa actriz, su «tipo» es como la definió un polémico presentador de Telehit: «Una machona que parece que te va a sacar la mierda». Ahorita me van a entender porque menciono esto. Jodie da vida a Erica Bean, una radialista muy interesante. Su programa se llama Streetwalking o algo así, su tarea consiste en recorrer las calles captando sonidos urbanos y narrar una apreciación al respecto. Al principio se ve que Erica es bien portada, amorosa y tierna. Nadie le ha echao basura a su verde jardín. Está a un paso de casarse con su prometido médico y todo marcha sobre ruedas.

Una noche, cuando sacan a pasear al perro, ella y el novio son víctimas de un acto violento. Las escenas son bastante duras. Tres tipos los interceptan a ambos en un túnel y les suenan que da calambre. Mientras vos te revolvés en tu butaca, porque la escena está tan bien lograda que automáticamente te sentís agredido también. El caso es que el tipo muere, y Erica queda en coma casi un mes. Saliendo del coma, le dicen que el novio ya está enterradingo, y que mala suerte, tiene que continuar con su vida. Intenta ver cómo va su caso y se enfrenta a la burocracia más asquerosa, donde su expediente es un expediente más.

El personaje se transforma a raíz del trauma, convirtiéndose en un principio en una persona bastante insegura que de pronto descubre que el mundo no es bonito, y que la gente no es de fiar; para luego pasar a ser una sobreviviente en toda la extensión de la palabra. Hay un deterioro psicológico importante, porque hablamos de alguien a quien su mundo se le trastoca literalmente y que no cuenta con un apoyo (amigos, familia) para salir adelante. Ante su sensación de constante impotencia e inseguridad decide comprarse un arma.

A esta decisión, entendible, siguen una serie de eventos en que nuestra rubia protagonista se ve enfrentada al «asesino que todos llevamos dentro», y que según la película cualquier rato despierta, te despoja de tu anterior yo y te convierte en una máquina de hacer «justicia».

Aunque el peso del filme recae por completo en Jodie, a ella la acompaña el actor Terrence Howard, interpretando al policía que se deja conmover por la situación de tan desolada señorita representante del american life style.

O sea, a Jodie se le zafa un tornillo y empieza a ejercer justicia divina a través de un revólver. La película se intenta plantear preguntas como «¿qué es lo justo?» «¿Hasta dónde funciona el sistema?» «Hay gente que merece morir?». Aunque la temática es muy interesante, la tensión consigue apenas mantenerse por el exceso de metraje. Además existen muchos cabos sueltos alrededor de la trama, que no terminan de convencer. El aura filosófico se pierde al final, donde el guión finalmente toma partido. Al salir los créditos sentís una rara sensación, esa sensación de que sí, pero no. Jodie, no estaba tan equivocada, según la película, y existen las excepciones en términos de ejecuciones, según la película. Ahhh, y también existen ciertos seres humanos «carroñeros» y «trash people» (dirán los gringos) a los que si les pegás un balazo, no sólo está bien, sino que limpiás las calles. Hmmmmmmmmm…aunque llegás a simpatizar con Jodie, porque lo hacés, no podés dejar de contaminarte con la oscuridad que deja.

No es uno de los mejores films de Jordan, yo diría que la trama está un poco rocambolesca y adolece de veracidad en partes demasiado importantes como para que queden volando. La salva el excelente desempeño de Foster, que volviendo a mi mención de «machorra que parece que te va a sacar la mierda», me refería a que su personaje intenta mostrar a una mujer delicada, frágil que se ve enfrentada con el horror, y aunque ella es sumamente buena actriz, en ningún momento la percibí débil. Pero eso ya es cuestión de gustos.

De resto, hmmm pueden verla tranquilamente en video. De hecho es un poquito larga…y tampoco está como para tirar cohetes. Así que recomendable para entretenerse, reflexionar un poquito, pero sin buscarle cinco patas la gato. El personaje decía que después de una situación así, te convertís en un extraño hasta para vos mismo. Jodido no?

La escena: Cuando Erica va a la comisaría a preguntar por segunda vez por su caso. Le preguntan qué tipo de caso es, ella dice que homicidio. Le preguntan que a nombre de quién está. Ella dice que Erica Bean. El oficial busca, no encuentra nada, le dice que no hay nada bajo ese nombre. Erica ya está bastante perturbada, llora, y dice desolada: «Pero debería existir algo…» como dando a entender que es un cadáver…

Lo más falsete: Que cierto tipo, con cierta reputación fuese tan descuidado, y no tuviera escoltas como para que Erica consiga acercarse.

El consejo: Antes de entrar al cine, andá al baño hace pis, caquita y cualquier cosa que tengás que hacer, porque es larguita.

El mensaje manifiesto: Cuidado conmigo porque te puedo sacar la mierda.

El mensaje latente: Hay cierto tipo de gente que merece cualquier tipo de justicia, ya sea divina, humana, legal o ilegal.

SALUD!

No es Coca-Cola, no es Pepsi, no es mocochinchi, no es refresco de tamarindo, adivina, adivinador…qué es? AGUA!!. El vaso que ven en la foto contiene agua sacada directamente del grifo (dizque agua potable)…Por algún extraño motivo, entre las 19:00 y las 20:15 del día de ayer, el agua comenzó a tomar ese color. Me percaté porque había puesto la lavadora a toda madre, y cuando vi que se estancó, abrí la tapa y descubrí que el edredón que puse a lavar estaba manchado de algo barroso.
Con el ceño fruncido, lo toqué y hasta me animé a olerlo, sin encontrar olor alguno que me indicara a qué elemento de la naturaleza pertenecía ese tizne. No me animé a probarlo, porque tampoco che, hasta ahí no llegan mis afanes investigativos. Luego abrí el grifo para lavarme y el agua comenzó a salir tal cual en las películas japonesas o coreanas de terror, donde sólo faltó que del microondas salga la niña con el pelo largo cubriéndole la cara. Entonces cruzaron por mi mente OSCURAS (tal cual el agua) sospechas. Esto sólo podía tener TRES orígenes:
a) Mi casa es en la Av. Los Cusis muy cerca de donde hasta ahora andan gateando los trabajadores que construyen la tercera vía. Puede ser que entre tanto saca y mete, jala y pone, se haya deschavetado algo y pagó el acueducto…(cómo se ve que de ingeniería civil no sé ni mierda).
b) Por algún azar científico, tiene que ver con la HUMAREDA!. honestamente parecía hasta cenizas la huevada esa. No logro imaginar la forma en que el humo contaminó el agua, pero será tan descabellado?
c) Es una estrategia de Irán. Así anuncia su llegada al país, contamina el agua, nos intoxica a todos con un compuesto que produzca obediencia para que en dos o tres días abracemos la religión musulmana y lo acompañemos en su «cruzada contra el mundo occidental». Obviamente que con la venia de Evo, que es el que le facilitó el «acceso» al «agua de todos». Unitel y la Red Uno tenían razón!.

CONSEJO: Mirá siempre lo que tomás y chequeá con qué te bañás.

Y EL OSCAR GOES TO
Con pesar leo que la película representante de Bolivia para optar al Oscar a Mejor Película Extranjera es Los Andes no creen en Dios. Una película mala, mala, de lo peorcito que he visto en mucho tiempo, que tiene una de las escenas menos estéticas del cine nacional (el moco de Miltón Cortez en una secuencia que parece E-T-E-R-N-A), pero incluso lo del moco pasaba sino fuera que está mal actuada, mal dirigida y pobremente narrada.

Lo peor es que las otras dos «opciones» eran Cocalero, que al fin y al cabo NO es técnicamente nacional y El estado de las cosas, ambos documentales tibios, sin una propuesta estética o de contenido. Qué bueno que se haga cine nacional, pero qué pena gastar dinero en productos que cuando mucho bordean lo aceptable. Ojalá haya sorpresas el año que viene.

DERECHO DE ADMISION

Gracias a Dios que la feria ya termina. Lo bueno es que genera trabajo, dinero, oportunidades de exponerse, y fortalece relaciones comerciales. Lo malo es que cada año se pone más snob. Comprendo que en nuestra querida Santa Cruz los niños «bien» no quieran mezclarse con la gente de a pie, pa eso crean sus boliches donde se reservan el derecho de admisión. Algo muy similar al «No se aceptan perros, ni judíos». Pero la Fexpo es otro tema, supuestamente el visitante que paga su entrada tiene derecho a entrar a TODOS los stands del boliche. Las grandes empresas se pasan ese detalle por la raja, ponen agentes en la puerta que deciden quién entra o no, dependiendo de las órdenes impuestas.

La gran pregunta es: Quiénes pueden pasar?…cualquiera que no sea «cunumi», «desfachatado», «zarrapastroso», «barcino», «yesca», o «indio». Que me perdonen, pero si se dan una vueltacha por ahí, sólo está la mal llamada «beautiful people». Claro que si sos amigo de los relacionadores (pelaus cuyo trabajo es meter a sus amigos o a gente «VIP») entonces se hacen los de la vista gorda (en toda regla hay excepciones). Qué se pierden los que reciben un «Ya no hay espacio para nadie más» «No podés pasar» «(silencio)». Nada mis queridos, un montón de maquillaje corrido por el sudor, gente bebiendo y hablando a los gritos, algunos definitivamente en «otra», divirtiéndose sí (al menos eso parece) y claro, ser parte de ese «selecto» grupo.

Hay otros más vivitos como Paceña que re-cobra por dejar pasar, o sea…para disfrutar de la rubia a tus anchas y gozar del ameno espectáculo de esta empresa, tenés que desembolsillar 10 pesos, que asumimos son un disfrazado cover para pagar a la banda de turno.

Los de Marlboro, por último, ni «beautiful people»…sólo «friends». Antes de la feria repartieron invitaciones (amorosos), para que lleguen al boliche y no haya ningún indeseable, colado, hijo del vecino, interfiriendo con el buen gusto de tan distinguida clientela.
Cómo será no? Esto de la «civilización», de ciudad «cosmopolita» y de «modernismo», después de todo, no termina de convencerme.

Mi Querida Niña

Por: Mónica Heinrich V.

Vi Millon dollar baby dos veces. La primera vez no conseguía entender qué le habían visto los críticos. Casualmente, la volví a ver al día siguiente (digo casualmente, aunque en realidad fue ociosamente), y quedé sacudida.
Uno podría imaginarse que la película trata sobre una chica que quiere ser boxeadora y consigue que Clint Eastwood la entrene. Pero eso es sólo el contexto. En realidad es una historia sobre soledades, encuentros, desencuentros, decisiones, empuje, identidad y sobre todo amor.
Hilary Swank interpreta maravillosamente a Maggie, una muchacha que como dice Eddie (Morgan Freeman) en su relato en off siempre supo que «era basura». Más sola que un perro, viviendo en la miseria, y con la idea fija de llegar a ser alguien en el mundo del boxeo femenino, pero con la traba de que su edad ya había pasado. Clint, por su parte es Frankie, un conocido entrenador de boxeadores que se rehusa terminantemente a entrenar una «chica». Pero Frankie no es solamente un simple entrenador, sino otro ser desconectado de su familia, que tiene una hija a la que le escribe cartas y dichas cartas regresan sin ser abiertas.
En ese cuadro ya se pueden imaginar que Maggie necesita un padre y Frankie necesita una hija. O mejor dicho, que esa simbiosis se dará de manera casi natural.
La relación de ambos es el eje de la película, una relación que sobrepasa lo que sucede en el cuadrilátero y que Eastwood como director consigue recrear exquisitamente. Cabe resaltar la lealtad de Maggie que hace más conmovedor su final y la misma lealtad de Frankie hacia ella. Eddie (Morgan Freeman) juega un papel importante pero que se posesiona sobre todo como observador y narrador de lo que sucede entre los dos personajes principales. A su vez existen personajes menores como Danger o la familia de Maggie que también son retratos de miseria y la soledad.
En un principio nos da la impresión de que estamos ante un refrito de Girl fight pero luego cuando la historia se profundiza, resulta que no es un simple conflicto de fuerza de voluntad y logro de sueños, sino un relato amargo y triste de una muchacha como Maggie y un hombre como Frankie, ambos en el lado decepcionante de la vida .
La película da un giro inesperado cuando faltan unos 30 minutos para que termine, con ese pequeño detalle el argumento se vuelve más oscuro y las decisiones que enfrentan los personajes serán más complicadas.
El final es abierto, pero con un sútil homenaje a Maggie y una sensación rara, como que viste algo que no te gustó pero no sabrías decir por qué y encima se te repite la imagen en tu memoria a cada rato provocándote la misma sensación, una cosa parecida a la angustia.
Cabe destacar la sobriedad de la dirección de Eastwood, a diferencia de otra película con temática similar, su planteo es mucho más sencillo incluso dejando de lado cualquier metáfora de por medio y limitándose a contar la situación dramática que expone. Abundan las sombras y los colores oscuros, en un relato que a ratos se vuelve pesado.
Asombroso que la academia haya preferido premiar un filme que muchos encontrarán cuando menos «simplón» por encima de Aviator que es más del estilo que le gusta. Sin embargo, no queda duda que Million dollar baby es a años luz superior a la fría y anodina Aviator.
Muy buena película, con soberbias actuaciones que nos introducen en la cotidianidad oscura y marginal de seres solitarios que pululan angustiados por el mundo.

CINE ALEMÁN: La vida de los otros

Sonata para los buenos hombres

Por: Mónica Heinrich V.
Mis estimados, mientras aquí estamos que nos agarramos de las mechas por todo y nada, hay lugares que inconcientemente ya aprendieron algo de su historia. La vida de los otros nos traslada a la Alemania dividida por el Muro de Berlín…esa que separada por ideología, radicalismos y totalitarismos, se fracturó para cada cual hacer de su vida un poncho. El filme se centra en lo que sucedió en la Alemania Socialista, aunque más que una crítica al sistema opresor, es una crítica a la naturaleza mezquina del hombre y a su cosificación para solventar un sistema que a ojos vista no funciona.
Es así que tenemos a un escritor llamado Georg, a una actriz reconocida llamada Christa y a un enigmático espía de la STASSI a quien conoceremos como Gerd Wiesler. En esa época cualquier «enemigo» del estado era rastreado, espiado, y eleminado (si era necesario), a otros se les castigaba de una peor manera: dándoles muerte civil. El relegado, el que no podía trabajar en aquello que amaba, finalmente se suicidaba, víctima del sinsentido.
La tal Christa es seducida por un ministro, que conciente de su poder…intenta por todos los medios mantenerla como su amante. Sin embargo, Christa está enamorada de Georg (el escritor), por lo que decide abandonar sus encuentros furtivos.
El ministro movido por los celos y el resentimiento, envía a Wiesler a espiar a la pareja, naciendo así la operación «Lazlo», que consistía en una vigilancia estrecha del departamento en que vivían escritor y actriz, instalación de micrófonos, y reportes de escuchas las 24 horas. Wiesler, que está completamente comprometido con el sistema y la idea de revolución que tiene, se ve lentamente envuelto en una serie de cuestionamientos que parten de escuchar la vida de ellos, de los «otros».
Un cercano amigo al escritor, Jerska (director de teatro), se suicida luego de estar 7 años en la famosa lista negra que le impedía dirigir obra alguna, y el que hasta entonces era uno de los artistas (Georg) que apoyaba el régimen, se ve asaltado por la culpa y por la necesidad de contribuir a desenmascarar la terrible situación que atraviesa la Alemania Socialista. Dotado de un gran talento, escribe un artículo sobre las estadísticas del suicidio en el país…para dar paso a una caza de brujas que ya se encontraba en su máximo esplendor.
Más allá del tema político, que es por demás de interesante, lo conmovedor es el papel que juega Wiesler que pronto tiene que elegir entre el compromiso con su sistema o el compromiso de lo que él siente que es correcto. Una lenta transformación del personaje que se resume en el regalo que le hace Jerska al escritor antes de morir, una partitura de una pieza musical llamada «Sonata para un buen hombre«…Al enterarse de la muerte de Jerska, el escritor se sienta a tocar el piano y dice: «Esto me recuerda a lo que decía Lenin sobre la Appasionnatta de Beethoven…que tenía que dejar de escucharla, porque era tan hermosa que no iba a terminar la Revolución. Nadie que escuche la Appasionatta de Beethoven puede continuar siendo malo«….

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Amor, traición, nobleza, se entremezclan para llegar al final de una historia que te mantiene en vilo durante toda su proyección. Este filme ganó el Oscar a Mejor Película Extranjera este año y ha sido ganador de innumerables premios más, todos ellos merecidos gracias a sus excelentes actuaciones, un guión ESPECTACULAR, una dirección impecable para una ópera prima y además, se trata de una película dotada de ese «algo», de esa «magia» particular que hoy en día casi no se siente cuando vas a sentarte a una butaca de cine.

Una pena que la excelente performance de Ulrich Mühe no vuelva a repetirse en ninguna otra película, ya que falleció hace un par de meses afectado por un fulminante cáncer.

Del filme hay muchas cosas que hablar, muchos sentimientos, silencios, reflexiones. Cuando visité Berlín…estuve en los dos lados, es parte del «tour». Era como estar en dos países distintos…paisajes diferentes, arquitecturas opuestas, estilos disímiles…quedaban todavía en pie algunos puestos de «control» (sólo como ornamento) donde antes se mostraba el pasaporte y los permisos para ir de un lado a otro; quedaban todavía, restos del Muro, habían graffitis, museos, toda una parafernalia relacionada con la «división»…y en las tiendas de souvenirs por 5 o 10 euros podías adquirir tu pedazo de historia.

Una pequeña parte del Muro de Berlín con alambre y todo (ver foto, es mi ejemplar) encima con un sello que certifica que dicho «souvenir» es real (Original Berliner Mauer 9.11. 1989)… Cuando lo tuve en mi mano no lo podía creer…no podía imaginar que ese trozo de roca cagó durante mucho tiempo a un país que no encontró una manera más inteligente de solucionar sus diferencias que alzando una gran barrera. Si no supiera que fue real, parecería un cuento de George Orwell. Sin embargo, así fue. A Alemania le ha costado lo indecible recuperarse, porque a pesar de que un buen día amanecieron atravesados y tumbaron la bendita huevada, las cosas no pueden volver a ser iguales.

La vida de los otros nos recuerda que existe algo más básico en el ser humano que la ideología política, algo que se relaciona quizás con el hecho de que tarde o temprano todos somos víctimas del sistema (sea cual sea), guarda un tufillo conciliador en torno a las motivaciones que puede tener una persona para ser «absolutista», y lo realmente notable es que plantea que dentro del sistema más opresor, corrupto y sanguinario, existen hombres buenos.

Si querés, escuchá la famosa Apassionata de Beethoven…dale play y dejate llevar…

La vida de los otros

Dirección y guión: Florian Henckel von Donnersmarck.

País: Alemania.Año: 2006.

Duración: 144 min.

Género: Drama.

Interpretación: Martina Gedeck (Christina-Maria Sieland), Ulrich Mühe (capitán Gerd Wiesler), Sebastian Koch (Georg Dreyman), Ulrich Tukur (teniente coronel Anton Grubitz), Thomas Thieme (ministro Bruno Hempf), Hans-Uwe Bauer (Paul Hauser), Volkmar Kleinert (Albert Jerska), Matthias Brenner (Karl Wallner), Herbert Knaup (Gregor Hessenstein).

Estreno en Alemania: 23 Marzo 2006.

En Santa Cruz la podés conseguir en el videoclub NetMovie. http://www.netmovie.com.bo/

Y nace un nuevo Sundance

Niños, como algunos saben y otros desconocen, nuestro querido país a pesar de tanta pataleta política está dando qué hablar a nivel cultural. Hace unos días nos llegó el Manifiesto de lo que es uno de los proyectos cinematográficos más importantes. Resulta que Teatro de los Andes, aliado con Buena Onda América abrirán el camino para que en Yotala se genere un tráfico de cineastas latinoamericanos, disertantes y gente del medio, que permita desarrollar proyectos fílmicos, así como también capacitar las personas interesadas en ser parte del mundo del celuloide. Uno de los nombres que encabeza este proyecto es nada más, y nada menos que Donal Ramvaud, productor de películas como Ciudad de Dios, El jardinero fiel, entre otras. Además, hay que destacar que lo que ya se está cocinando es el traslado a la pantalla grande de La Ilíada, sin duda una de las mejores (sino la mejor) obra del teatro nacional. Así que la cosa promete. Se van a dar encuentros anuales, que creen un nuevo circuito para el cine latinoaméricano. A continuación, el Manifiesto. Al final hay un mail para los que estén interesados en formar parte del proyecto o tengan dudas al respecto.

Declaración de Yotala
  • Los motivosPorque creemos que es posible hacer cine en América Latina en modo eficaz, de alta calidad y con una idea solidaria.

    Porque nuestras diferencias étnicas, sociales, culturales son el pan que nos alimenta.

    Porque no existe un público sino muchos públicos diferentes que son el sujeto de nuestras historias y deben ser los destinatarios de las mismas.

    Porque es posible hacer cine con escasos recursos. Y estos escasos recursos no deben ser impedimento, sino un empuje para resolver con talento e imaginación las carencias materiales.

    Porque poseemos una riqueza que el primer mundo ha perdido: diponemos de tiempo. Tiempo para pensar, para discutir, para crear y experimentar a pesar del acoso de las necesidades materiales.

    Porque el mito de la pobreza de América Latina no debe oscurecer la cantidad inmensa de recursos humanos y económicos que aquí se utilizan constantemente para manifestaciones culturales.

    Porque los conflictos sociales y culturales nos atraviesan y nos encontramos hoy, en Bolivia, en la fragua de los cambios.

    Porque Bolivia es parte fundamental del corazón y es el pulmón de lo nuevo que pugna por nacer.

    Porque el cine además de ser espejo de una nación puede volverse una industria que da empleos y genera recursos económicos y culturales.

    Porque el cine relacionándose a las otras artes y a los otros artistas en modo orgánico, crea oportunidades para todas las disciplinas artísticas.

    Porque es posibe hacer un cine diferente en un modo diferente.

    Porque los jóvenes artistas representan el capital humano y creativo de los años venideros. Por eso es un deber de los viejos transmitir sus propias experiencias y ayudar a los jóvenes a encontrar su propia voz.

    Porque las nuevas tecnologías nos permiten un acceso más democrático a los medios de producción audiovisuales y realizar nuestras batallas culturales en modo más eficaz y rápido.

    Porque unidos vamos lejos, y separados nos vamos a la mierda y terminamos aceptando las migajas de producciones decididas en escritorios demasiado lejanos a nuestras realidades.

    Porque es urgente crear imágenes de estas realidades para que nos conozcan, nos conozcamos y debatamos sobre nosotros mismos.

    Porque los artistas somos aquellos que ofrecemos a los pueblos el espejo en que se ven reflejados y seremos la forma de la memoria colectiva en los años venideros.

  • Nos proponemosConstruir en la sede del Teatro de los Andes en Yotala junto a Buena Onda Americas, una casa/residencia de artistas destinada a:
    Alojar escritores, guionistas, dramaturgos, montajistas y realizadores para que puedan escribir sus textos, desarrollar sus ideas, discutir sus proyectos, intercambiar sus capacidades y experiencias, producir y montar sus obras.

    Preparar a los actores para las películas en las que deberán participar.

    Realizar talleres de guionización para personas que quieran producir sus segundas películas.

    Nos proponemos además promover la integración, colaboración y solidaridad de los cineastas latinoamericanos, con especial interés en las realidades cinematográficas emergentes de Centroamérica, el Caribe, Paraguay, Uruguay, Perú, Ecuador y Bolivia

    Cambiar el estado lamentable de la distribución del cine en nuestros países, apoyando y fomentando festivales y muestras, organizando cineclubs, cine en los barrios, en los pueblos y en las comunidades.

    Ser los bucaneros de nosotros mismos para combatir la piratería y respetar nuestros derechos autorales distribuyendo nosotros nuestras propias obras y creando una red solidaria con los demás realizadores.

    Trabajar para que las legislaciones nacionales latinoamericanas contemplen las verdaderas exigencias de los realizadores y artistas.

    Considerar al público de nuestros países como los beneficiarios de nuestro trabajo y trabajar para que lo conozcan.

    Luchar para obligar a la Televisión a programar la cinematografía nacional y latinoamericana en cuanto obras de arte que nacen de nuestras realidades que las mismas televisiones ignoran.

  • Por qué Yotala y Bolivia?Porque Bolivia está en el centro de los nudos a resolver y Yotala está en el centro de Bolivia.
    Porque las condiciones culturales de Bolivia obligan a escuchar las diferencias y en Yotala un grupo de diferentes, los artistas, ha puesto en marcha desde hace 16 años una práctica cultural alternativa.
    Porque el virus del cine ha atacado a los integrantes del Teatro de los Andes y a los virus creativos se responde con sanatorios artísticos.
    Porque escribir los guiones y montar las películas son dos momentos fundamentales de la creación cinematográfica.
    Porque Yotala es un lugar para reflexiones,donde se dispone de tiempo y del espacio para usarlo.
    Porque este es el paraíso terrenal, un lugar difícil, bello, duro, calmo. O sea un lugar de creación.
    Porque en la periferia se observan mejor los centros, y esta periferia es un magnífico observatorio del presente.
    Porque aquí pueden llegar y trabajar aquellos que ya atravesaron las ciudades sin encandilarse.
    Porque en 16 años hemos demostrado que es posible hacer arte donde no existía el trabajo artístico, que es posible vivir de dicho trabajo y es posible alimentar con obras de arte la sociedad que nos alimenta con sus vicisitudes e inquietudes.

  • FundadoresLucas Achirico, Daniel Aguirre, César Brie, Gonzalo Callejas, Mia Fabbri, Alice Guimaraes, Giampaolo Nalli, (Teatro de los Andes)
    Donald Ranvaud, Silvio Sardi (BUENA ONDA AMERICAS)

  • Comité ImpulsorRoberto Alem (documentarista boliviano)
    Tonchy Antezana (cineasta boliviano)
    Cosmo Cardozo (coordinador de producción de Buena Onda Américas)
    María Lourdes Cortés Pacheco (CINERGIA, Costa Rica)
    Alberto Durant (cineasta peruano)
    Juan Carlos Gómez Millo (montajista cubano, representante de La Fábrica, Escuela de Cine)
    Gonzalo Justiniano (cineasta chileno)
    Eduardo López Z. (cineasta y antropólogo boliviano)
    Braulio Mantovani (guionista brasileño)
    Ramiro Millán (cineasta puertoriqueño)
    César Morón (arquitecto boliviano)
    Darío Nardi (cineasta argentino)
    Vanessa Ragone (productora argentina)
    Christian Suau (cineasta puertoriqueño)
    Giacomo Cesari (cineasta italiano)

    Adhieren: Enviar e-mail a: ondaandes@gmail.com

Almodovar: Volvió como el viajero que huye y tarde o temprano detiene su andar….
Por: Irma Velasco
Una vez más el cine de Pedro Almodovar encuentra toda su fuerza en la belleza. En la forma de contar una historia más allá y muy por encima de su argumento. Volver apasiona porque la tragedia y la comedia se contaminan, porque la risa y el llanto se suceden con la misma naturalidad con la que se complementan lo fantástico y lo real en un equilibrio armónico que supera la linealidad de la historia, que en sí misma no se muestra interesante. Por otra parte, los elementos alrededor de la trama, la enriquecen con mucha originalidad sin que la cinta pierda relación con la realidad; un pueblo, La Mancha. Un viento solano que enciende el fuego y despierta la locura. Ellas, las mujeres, y un fantasma que vulve de la muerte para pedir perdón. “Lo más difícil de Volver fue escribir su sinopsis”, confesó el director español en su sitio oficial. Quizás porque el filme narra con simpleza una historia compleja de asesinatos, apariciones y reencuentros. No en vano el cineasta manchego fue reconocido con el premio al mejor guión en la ultima edición del festival de Cannes. Por otra parte, la cinta goza de otra gran ventaja. Se converte ella misma en el reencuentro entre el viejo cine de Almodovar y su público. Con ella regresan la commedia y los viejos temas de su filmografía: el recuerdo, las mujeres, la madre y la muerte. La cultura de la muerte en la Mancha natal del cineasta atraviesa el relato, alimentado por los rituales y las leyendas que mantienen vivos a los que se fueron. En el cementerio del pueblo un grupo de mujeres limpia el polvo de las grises tumbas. Un coro femenino se escucha de fondo. Es la primiera escena del film. La introducción a un mundo donde sólo hay espacio para las mujeres, sobrevivientes de la locura, de la traición y del desamor.

A pesar de la tierra que levanta el viento, ellas continúan su tarea y sobreviven garcias a su femenidad, a sus lazos de solidaridad y sus rasgos de maternidad. Por ello el trabajo de las seis actrices protagonistas- Penélope Cruz, Carmen Maura, Lola Dueñas, Blanca Portillo, Yohana Cobo y Chus Lampreave- es fundamental en la película y por ello también fue reconocido en Cannes con el premio colectivo de interpretación femenina.
Raimunda (Penelope Cruz ) se presenta como el símbolo que sintetiza una feminidad entre frágil y furiosa, cuya naturalezza le permite sobrevivir, sin que le sea necessario abandonar su vulnerabilidad. Por último, Almodovar regresa a la raiz, al primer amor….a las calles empedradas de La Mancha y a su madre. “He vuelto a la maternidad como origen de la vida y de la ficción, escribió el cineasta.Volvió sin miedo del pasado, como el viajero que huye y tarde o temprano detiene su andar, como dice el tango de Alfredo Le Pera, que sirve de banda sonora al film y que bien lo representa.


Máscaras

Lacan partió del retorno a Freud para aseverar que además de que el inconsciente existe, habla y se estructura como un lenguaje, paralelamente formuló su teoría del estadío del espejo. En qué consiste el estadío del espejo? Para Lacan, cuando somos niños buscamos un complemento, es decir, nos reconocemos en el otro pero es porque pensamos que el otro somos nosotros mismos. O sea, nuestro yo es imaginario, no simbólico y buscamos en el Otro esa sensación de completud que no tenemos. El Otro funciona como espejo.
Por qué comento ésto? Porque aún no siendo simpatizante acérrima del psicoanálisis, pareciera que Bergamn tuvo en cuenta alguna de esas cuestiones al hacer Persona. Persona es un film muy poco convencial, de características sumamente raras y confusas. Comienza con una cinta, y el ruido que produce cuando corre en un proyector, la luz del proyector; un dibujo animado proyectado, pero volcado, no en su posición habitual; se intercalan imágenes de manos infantiles; luego un pequeño cuadro de alguien vestido de calavera y otra persona vestida para dormir; un plano de una araña que ocupa casi toda la pantalla; un carnero degollado; orgános humanos; los clavos de Cristo, para finalmente arrancar en el hospital donde Elisabeth (Liv Ullman) se encuentra recluida y será atendida por la enfermera Alma (Bibi Andersson).
Elisabeth es una actriz que se encontraba interpretando a Electra en una obra de tatro cuando se quedó sin habla y ha estado así desde hace 3 meses, hasta que la enfermera Alma es encomendada a atenderla. Ambas se dirigen al campo, y ahí comienza el monólogo de Alma, que ante el mutismo de Elisabeth comenzará a contar cosas personales e íntimas que nunca le había comentado a nadie. Ambos personajes comenzarán a pasar por una especie de fusión, tanto que luego comienzan a verse extremedamente parecidas y luego casi al final, la fusión se completa totalmente en un instante en que Alma parece ser Elisabeth y Elisabeth parece ser Alma.
Las lecturas al respecto pueden ser infinitas. Desde el inicio, porque la escena del niño frente a la pantalla donde se ven los rostros de las mujeres, puede dar la idea de que se trata de un filme sobre otro filme, idea que puede acariciarse debido al título inicial que se había pensado, que era CINEMATOGRAFIA, para quedar finalmente el de PERSONA, haciendo alusión a la interpretación que se tenía de esta palabra designada para la máscara que los actores de teatro usaban para cubrir su rostro en la antigua Grecia.
Bergman lo definió como «mi gran obra de arte o mi gran disparate». Una obra que fue concebida mientras se recuperaba de una pulmonía doble y de una grave intoxicación con penicilina. La estructura narrativa es confusa, no se sabe muy bien qué es real, qué representa a la ficción y qué vino primero o después, es una labor de rompecabezas para el espectador poder armar una teoría al respecto. Lo que sí queda claro, es la visión que tiene Bergman de lo latente, de lo que hay debajo de lo manifiesto.
Persona es tan sólo la máscara de Persona, un filme que está cargado de riqueza simbólica y que clama su desciframiento. Existen imágenes intercaladas sobre VIetnam, ghettos en Varsovia, guerra, destrucción, una reacción humana ante esos acontecimientos. El mutismo de Elisabeth, la falta de comunicación, lo que también se esconde detrás de su silencio.

Todo conspira para que tengamos un film de una categoría diferente. Godard llegó a manifestar su admiración por esta película. En Italia la censura cortó el monólogo donde la enfermera le contaba a Elisabeth una detalla descripción de una orgía. Y en Chile se quiso cambiar el título a «Pecado compartido», para poder tener más recepción del público morboso que llenaría las salas nada más ver la foto y el título, sin embargo, muchos se opusieron a ese título por ir en contra de lo que el film representa. Algo sí es cierto, Bergman le ha dado al mundo peliculones y uno de ellos ha sido Persona, merece ser vista no sólo por sus características cinematográficas totalmente vanguardistas para su época, sino por su contenido humano, social, psicológico, por el espejo en que nos vemos, porque nosotros, después de todo, somos Personas también, y desgraciadamente llevamos máscaras.

Mónica Heinrich V.
Director: Ingmar Bergman
Idiomas: Sueco
Año: 1966
Reparto: Bibi Andersson, Liv Ullmann, Margaretha Krook, Gunnar Björnstrand, Jörgen Lindström
Guión: Ingmar Bergman
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