Por: Mónica Heinrich
STOP
«A cada uno su vida, a cada uno su moral, si tuviera que resumir mi vida es muy simple, es la de un pobre tipo» nos cuenta nuestro protagonista al principio del filme.
Es casi imposible no sentir simpatía por los seres marginados. Quizás porque de alguna forma uno también se siente bicho, un Juan Pablo Castel atrapado en un jodido túnel, un Holden Caulfield del nuevo siglo. Es más fácil pensarse o creerse “diferente”, adoptar alegremente la etiqueta de “incomprendido”, ajeno a tu generación, particular dentro del sistema, cuando en realidad se termina siendo parte de esa masa de Yos automarginados.
“Debería mostrarte mi moral? No te vas a arrepentir? Te vas a asustar. Aquí está mi moral. La moral es esto.” (Saca un revólver)
«El film más perturbador de la década», «Sólo para público con criterio formado» «Advertimos que esta película contiene escenas que pueden afectar la sensibilidad del espectador», son algunas de las cosas que dicen en la carátula de Seul contre tous (Solo contra todos), y claro está, el botón de que fue ganadora del primer premio en la semana de la crítica de Cannes en 1998.
Todo esto parece ser motivo suficiente para tomar dos caminos en este mundo cruel: 1) Preservar tu salud emocional y psicológica y huir de este filme como si fuera Satanás en una Hummer y 2)Verla, sabiendo que te va a hacer trapo y te va a dejar imágenes pendejas en la cabeza.
En una fase de exploración decidí seguir la ruta número 2, muy convencida que en esta vida ya lo había visto todo y que nada podría ser tan grave para tanta alharaca.
“Nacer pese a uno mismo. Comer. Clavar la pija. Dar vida. Morir. La vida es un gran vacío”
Solo contra todos es tal cual su título el manifiesto de un ser marginado, llevado a la orilla de lo socialmente correcto, un ser que rebasa todos los límites de tipo moral, ético o sentimental. Una piedra que corre a través del mundo movida solamente por un odio irracional hacia el prójimo y un desprecio arraigado hacia lo que cualquier ser humano considera esencial para seguir viviendo: la familia, el amor, la amistad, la justicia, etc..
Es la historia de “un pobre tipo”, que nos mete con un zoom al alma de un carnicero, un hombre totalmente alejado de lo positivo de la vida, de relaciones sanas, de pensamientos buenos. El carnicero circula en la pantalla cargado de odio, y es paradójico que sea de profesión carnicero, ya que parece, él mismo, haber sido víctima de una carnicería emocional, donde no quedó nada dentro del pellejo que lo sostiene en vida.
“Pero sentirse solo no significa nada. Puedes vivir con un tipo o con una mujer, inclusive con tus hijos y sentirte solo. Vivimos, nacemos, morimos solos. Solos, siempre solos. Y hasta cuando cogemos estamos solos”
Para no desentonar, la vi SOLA una gloriosa tarde de 1999, hace ya 10 años y aún hay escenas que me persiguen, me acosan y me invitan a la más profunda depresión. Quizás se deba a que es la película más violenta (psicológicamente hablando) que he visto no sólo en la década, sino en la vida. No tiene matices, ni rayos de esperanza, mucho menos maquilla las escenas con poesía, o tintes de ternura, no, para Gaspar Noé la Ternura (así con mayúscula) parece ser una dimensión desconocida.
Esto puede ser malo desde un punto de vista puramente estético y pacato, pero también puede ser una revelación, porque desde que el cine es cine, el común denominador de las películas tratan de matizar la violencia manifiesta o contenida, aunque este matiz se logre a través de la belleza en lo grotesco o la poesía en lo dramático, incluso filmes como Asesinos por naturaleza, no llevan la carga de absoluta desazón que nos deja Noé. En otras películas, ese bicho, ese ser marginado, ese suicida que busca liberarse del terrible desasosiego que es la vida, ese crispín que la pantalla te muestra… está muy lejano a vos. Es un asesino, un psicópata o un delirante, no tiene que ver con VOS. Y aunque el carnicero de Solo contra todos, no esté en su sano juicio, algo en su discurso te asusta, te perturba. Aunque el carnicero de Solo contra todos sea un extremista, un radical, algo de lo que dice tiene sentido…podés entenderlo, podés sentir empatía.
“Tengo que demostrar que soy diferente de ellos, que estoy muy por encima de su mediocridad. Pero será difícil, porque yo sólo soy uno, mientras que ellos son todos”.
Solo contra todos se siente como un ataque al espectador que no está acostumbrado a ver tanta ponzoña junta y sin concesiones de contenido. Y la película parte cuando este hombre, rompe su última relación estable y cegado por el odio y el rencor toma algunas decisiones acompañado solamente por un revólver que contiene 3 balas. Toda la película escuchás la voz en off que recita los pensamientos del carnicero, pensamientos tóxicos, un monólogo inhumano. Y escuchás estos pensamientos, sabiendo que en su bolsillo carga un arma con 3 balas. Y sabiendo que tarde o temprano la va a usar.
El final que parece desembocar finalmente en algo bueno, es un engaño, un truco más del director para hacernos reaccionar y decirnos: «Nada señoritos, el mundo es una mierda».
El guión es doloroso, es agresivo, es hiriente, como ya dije, no suaviza ningún aspecto, todo viene acompañado de un discurso acerca de lo pestilente que es el mundo y la estructura o sistema en el que estamos inmersos. Una visión caótica, desproporcionadamente negativa que alcanza puntos culminantes en algunas escenas donde si pensabas que viste lo peor, te equivocaste.
Llega un momento en que querés ponerle STOP, PARAR, querés detener la proyección, irte a tu cama, poner incienso con olor a vainilla, leer algo bonito y desprenderte de esa oscuridad que amenaza con tragarte vivo.
Protagonizada por Philippe Nahon, interpretando de manera soberbia a este outsider contemporáneo, no podés más que ver al carnicero y el desfile de sus conocidos, como algo real, cercano y que te afecta.
Gaspar Noé es un director argentino, radicado en Francia, cuyo primer trabajo fue un cortometraje llamado Carné, un preámbulo para la filmación de Solo contra todos, en este corto veíamos por primera vez al personaje interpretado por Nahon. Luego hilaría esta historia con otra de sus películas culto: “Irreversible”.
LE TEMPS DETROIT TOUT (El tiempo lo destruye todo)
La vida es efímera, vana, vacía, silenciosa, solitaria, gloriosa, azarosa, buena, mala, bonita, fea, pero por encima de todo, una verdad ineludible, irreductible, IRREVERSIBLE, es que la vida es frágil y la felicidad, sobre todo, más frágil aún.
«El tiempo lo destruye todo» nos dice Gaspar Noé con cinismo o tal vez con resignación, al comienzo y al final de su película. Y en éste, su segundo ejercicio cinematográfico, no sólo nos lo demuestra en su más de hora y media de duración, sino que hace del cine una nueva experiencia, una experiencia en que vos vas a sentir como pocas veces lo que siente el protagonista, lo peor, lo que te hace querer desfallecer es sentirte un mirón, un mirón impotente que ve, que vivencia todo casi en tiempo real y que no puede hacer nada.
La herida que deja irreversible, es de naturaleza imperecedera.
En Solo contra todos, Noé ya nos había mostrado lo más marginal, la orilla a la que puede llegar el ser humano dentro de la sociedad, en Solo contra todos el odio era visceral, acá el odio nace del amor, el odio se transforma en venganza, pero la venganza también nace del amor, como premisa primordial está el amor que vuelve al hombre un animal. ¿Qué nos queda a nosotros entonces, sino pensar que el hombre a pesar de amar u odiar, en ambos casos puede llegar a olvidar su humanidad?
En la primera escena nos reencontramos con el carnicero de Solo contra todos, si a alguien le quedó alguna duda del camino que iba a seguir este señor, la duda queda despejada. Si alguien guardo en su alma la más leve esperanza de redención, la esperanza se apaga definitivamente. Si alguien gozó de la dichosa ignorancia, sintió la comodidad del no saber qué haría en definitiva este señor, la ignorancia queda en el pasado y la comodidad también. Gaspar Noé desde el inicio de Irreversible nos muestra que no hará concesiones de ningún tipo, desde el inicio nos da a entender que no tendrá piedad. La ternura, que mencioné en Solo contra todos parece ser una dimensión desconocida para Noé, seguirá ausente en Irreversible, por lo menos durante la mayor parte de la película.
La escena del carnicero se enlaza inmediatamente con la historia de Irreversible. El bar gay Rectum aparece, un hombre en camilla en medio del caos de policías, mirones, ambulancias, etc.. La cámara se vuelve caótica, y la historia comienza a contarse desde el final, y a retroceder por escenas. Mientras enfoca el momento de la venganza de Marcus, mientras la cámara sigue la búsqueda frenética del “Tenia”, todo es caótico, la iluminación, el sonido, el movimiento de cámara, los diálogos, irradian ese momento de ofuscación, de sed de venganza, Marcus ha entrado a un mundo sórdido del que sabemos que no saldrá bien librado.
Marcus busca afanosamente al Tenia, individuo que ha violado y dejado en estado de coma a Alex (Mónica Belucci). Acompañado por un exnovio de Alex, Marcus te hará pasar un muy mal momento desde el final hasta el principio. La historia se resume en estas pocas líneas, un novio a quien le han violado y golpeado a su amada novia, busca venganza. La cosa no parece muy original, sin embargo, lo que hace Gaspar Noé con el espectador es chocante. Vos sos parte de la venganza de Marcus, vos sos parte de la violación de Alex y vos también sos parte del final, del final que empieza por el principio. Sos parte de ese pasado que sabés ya se escapó irreversiblemente.
Durante los momentos de venganza la cámara estará descontrolada, caótica, desesperante, y sólo detendrá su ritmo totalmente en un ATROZ plano fijo que se da en la famosa escena del túnel rojo. La escena del túnel rojo divide la película en bueno-malo; pasado-futuro; armonía-caos; felicidad-dolor; la escena del túnel rojo será con seguridad, una de las escenas más incómodas de tu vida. Una escena que sentís eterna, y que si sos mujer, puedo decir que llegarás a sentirte ultrajada y violada en algún nivel. Noé apuesta por mostrar primero lo feo, luego lo bonito. Primero lo amargo, luego lo dulce. Pero hace de lo bonito y de lo dulce, algo triste, algo doloroso, y Noé lo sabe, porque eso es lo que quiere Noé, quiere que sufrás, que veas que no importa qué bonito se vea, no importa nada, todo se fue a la mierda ya.
El guión no pretende filosofar ni dar un mensaje, se muestra cotidiano, realista, sin rebusques o posturas. Algunos críticos han achacado vacuidad a esta propuesta precisamente por esos detalles, que la historia en realidad no dice nada, aparte de presentar el hecho de una manera tortuoso. La cámara es manejada con maestría, los escenarios escogidos ilustran cada una de las situaciones, la música te golpea los oídos sin que podás hacer nada para huir, para escapar, para no mirar. Confieso que en algunas partes tuve la misma claustrofobia que en Solo contra todos, las ganas de salir corriendo, de dejar de ver tanta miseria, tanta cosa fea.
Mucho se dijo de esta película, yo antes de verla me la había imaginado porque leí todo lo que pude sobre ella, dicen que en el Festival de Cannes hubo gente que vomitó y se desmayó al verla. No sé si habrá sido por la historia, pero el movimiento descontrolado de la cámara en la primera parte sí te llega a marear, así que los que sean sensibles a ese tipo de cosas, y tengan problemas de laberintitis (mareos) tomen en cuenta este detalle si la quieren ver.
Por otra parte, las críticas que ha recibido han sido algunas buenas, otras muy malas. A Noé lo han abucheado e incluso insultado a través de las reseñas que hicieron de Irreversible donde lo menos que le dijo algún periodista fue Nazi. Noé se sacude como si nada de toda la controversia, pareciera que no le importa. La escena de la violación, que ha sido una de las que puso los ánimos más caldeados, por su duración y por lo agresivo de la escena, particularmente me parece de las mejores logradas de la película. No estoy de acuerdo con los “puristas” que dicen que Noé se pasó poniendo una violación casi en tiempo real. Excelente lección de cine, a aquellos que les gusta disfrazar para que la estética o el respeto por el espectador se hagan presentes, seguro que les ha molestado, pero a mí me pareció excelente, la violación fue una violación con todas sus letras y vos como espectador lo sentís casi en carne propia.
Ahora, podemos ponerle un pero. Si bien Noé no ha encubierto nunca sus ganas de armar polémica con lo que hace, también es cierto que a la larga eso puede desvirtuar su trabajo. Yo veo en Noé un tipo que la tiene clara, que además de tenerla clara, tiene un talento totalmente INNATO para el cine, una mente privilegiada para contar las cosas, para armar una escena, para enfocar un plano, para decir un diálogo, Noé puede dar al cine cosas insospechadas, sin embargo no sé hasta qué punto podría ser novedad una tercera, cuarta o quinta película donde el objetivo sea violentar al espectador de tal manera que no pueda dormir por las noches. Me atrevo a decir que Solo contra todos me gustó más que Irreversible. Irreversible, no obstante, es una película digna de ver.
Las actuaciones de Mónica Bellucci (Alex) y Vincent Cassiel (Marcus) son excelentes, además del hecho providencial que ambos eran pareja en la vida real cuando hicieron la película, está el factor de que definitivamente lograron ponerse en la piel de los personajes.
Podría decir muchas cosas más acerca de la película, su escaso tiempo de filmación, la improvisación de algunas escenas, la aparición de Noé masturbándose en una escena del principio de la película, Bellucci que dice haber quedado tocada por las escenas del túnel rojo hasta el punto que realmente le daba aversión entrar. En fin…cada película es un mundo.
Ambas (Irreversible y Seul contre tous), pueden ser recomendadas para verlas, teniendo a su favor una propuesta arriesgada, que muchos encuentran pajera y violenta al pedo, pero que no deja de tener (en su forzada irreverencia) una veta de talento real. Si tuviera que elegir, me quedo de lejos con Solo contra todos, un filme que a pesar de su absoluta desesperanza, hace que el mundo parezca menos frío.
En la entrega de Cannes de este año, Noé ha presentado su más reciente filme Enter the void, un filme que ya ha cosechado crítica y rechazo al ser descrito como “primitivo” y “delirante”, lo que nos demuestra que el cineasta argentino seguirá apostando por ese estilo que le ha valido escupitajos y abucheos. Un estilo que se resume en la frase “pres
tada” de Rainer Werner Fassbinder: «Toda buena película debe tener esperma, sangre y lágrimas».
SOLO CONTRA TODOS
Lo mejor: Todo. Una propuesta innovadora y jugada.
Lo peor: DUELE y MUCHO
La escena: El final
Lo más falsete: nada
El mensaje manifiesto: estamos solos (qué pluralidad hay en esta frase no?)
El mensaje latente: estamos solos y JODIDOS
El consejo: Mirala, es una experiencia de otro tipo
La pregunta: ¿Qué más nos dará Gaspar Noé en el futuro?
IRREVERSIBLE
Lo mejor: No te deja indiferente
Lo peor: No te deja indiferente y la huevada del embarazo
La escena: El Túnel
Lo más falsete: Algunos clichés como lo del embarazo.
El mensaje manifiesto: El tiempo lo destruye todo
El mensaje latente: Todo tiempo pasado fue mejor
El consejo: Mirala bajo advertencia.
pregunta: ¿Qué más nos dará Gaspar Noé en el futuro?