Tres estaciones, es la primera película filmada en Vietnam con capitales americanos después de la guerra. Su director Tony Bui, un debutante que pasó casi la mayor parte de su vida viviendo en USA (desde los 2 años) y nos entrega este film intimista en el que intenta plasmar su mirada como mestizo, como un hombre que pertenece a dos mundos y casualmente ambos mundos son histórica/culturalmente antagónicos.
La empecé a ver muy entusiasmada, porque estaba laureada por el Festival de Sundance de 1999 y también tenía una que otra mención en el de Berlín…entonces me dije: «Ajá, veré algo de altura, de nivel», y era verdad, estaba ante un filme muy muy hermoso visualmente. El único problema es que mientras avanzaba, me aletargaba y empezaba a desvariar imaginando cómo escribirían los vietnamitas, si esas canciones las vendían en un soundtrack, qué tan difícil sería cultivar loto en mi jardín y hace cuánto no veo un episodio del pájaro loco.
Dura casi dos horas plagadas de silencios y de una bellísima (mucho) fotografía. Lisa Rinzler que ha trabajado en Pollock, Love Liza y otros filmes de bajo presupuesto, es quien pone su firma a las imágenes que se convierten casi en protagonista.
Tres estaciones se refiere a las historias paralelas que se dan en torno a un hombre adulto, una campesina y un niño.
El hombre adulto es Hai, un ciclotaxista que en sus correríos se enamora de una prostituta de lujo, que a su vez lo único que anhela es engancharse a un gringo para salir de su miseria.
La campesina es Kien An, se dedica a la recolección de la flor de loto, y trabaja para un viejo poeta a quien la lepra le ha consumido las manos y está acabando con su rostro (lo que hace que no salga nunca de su casa).
El niño, es un vendedor de chicles, cigarrillos, encendedores, etc., a quien le roban su caja en la que vende la mercancía. Fanático del pájaro loco, le dicen Woody porque lleva una raída y patética remera con el dibujo del pajarraco en cuestión.
Además está el personaje interpretado por Harvey Kietel (quien también produce la peli) un tipo que tuvo su affaire con una vietnamita cuando era soldado y que dejó su semilla en Vietnam, por lo que ahora quiere recuperar a la hija que nunca vio.
Todas estas historias se entrecuzan, pero OJO, no es el entrecuce que se suele dar donde las historias se cruzan porque la una afectará a la otra, acá son cosas mínimas, que si le compran una cosa al niño, que si el ciclotaxista tiene de pasajero a alguno, que si a la vendedora de loto le compran una flor…cosas de esas…
Tres estaciones, entonces, ahonda en una crítica, que pretende ser severa pero que resulta ingenua, ante la realidad vietnamita después del conflicto bélico con los gringos. Se hace alusión a la invasión de la cultura occidental mostrando panorámicas de un mural de Coca cola, o las pelis de western, o que la vendedora de loto no puede vender sus flores debido a que las flores de plastico conquistan su mercado, la afluencia de turistas, incluso hay una alusión a Apocalipsis Now. La idea es que el choque entre el Vietnam tradicional, el de antes y la globalización, han puesto a sus habitantes ante la disyuntiva de luchar por mantener sus valores milenarios o dejarse seducir por todas las vacías vanaglorias del mundo moderno.
Posee un guión muy bonito, matizado con algo de poesía y mucha melancolía por la cultura vietanamita, tanto por lo que fue como por lo que es. Se nota también la incertidumbre y la preocupación por la pobreza que azota al país, así como la necesidad de esperanza…en ese sentido creo que a pesar de las carencias que como planteo de historia pueda tener…es pura y hermosa.
Como dije la fotografía es bellísima y vale por sí sola su visionado, y la banda sonora ayuda mucho también. Supuestamente actúan grandes celebridades del cine vietnamita, aunque a mí en algunos casos no me dejaron muy satisfecha.
La dirección de Tony Bui es buena para ser una ópera prima, aunque insisto en que le faltó un planteo de la historia donde exista más ritmo y se tome en cuenta que el espectador es un ser pensante, sensible a los brazos de Morfeo.
Tres estaciones, con esa pausa que puede irritar a algunos, rescata al Vietnam de antes y comprende al Vietnam de ahora. A pesar de su optimismo o de su lirismo que apunta a la esperanza, hay algo profundamente triste en esta película. Es más, veo las fotos y me sigo sintiendo triste.
Después del Napalm, nunca fueron los mismos.
CURIOSIDADES
– Está dirigida por Tony Bui, quien salió del país cuando tenía 2 daños, cuando volvió a Vietnam como adulto quedó tan impresionado que decidió hacer una película.
– Después de esta película no volvió a dirigir, fue debut y despedida.
– Dirigió Tres estaciones cuando contaba con 26 años.