Por: Mónica Heinrich V.
Recuerdo a Iciar, cuando en una sala de Madrid, vi Te doy mis ojos. En un país donde los índices de violencia doméstica son alarmantes e infames, una obra sobria como este filme, resultó una grata experiencia. Pensé: «es talentosa» y desde entonces el nombre no se me olvidó. Una de las cosas que más me gustó de Te doy mis ojos, fue que la directora se dio el lujo de retratar una relación abusiva, enfermiza, desgraciada, sin mostrar un solo golpe o un solo abuso físico en casi todo el filme, recién al final o en uno o dos momentos sufrimos el hecho en sí mismo, por lo demás la violencia era tácita y asumida en el vaivén de los personajes. Aquí también actuaba Luis Tosar como el macho golpeador, cuyo papel no era sólo golpeador malo pérfido, sino que incluía humanos matices. El guión lo escribió Iciar y una tal Alicia Luna. Era el año 2003.
Recuerdo a Iciar, cuando en una sala del Bella Vista proyectaron Flores de otro mundo, como parte del Ciclo de Cine Europeo. En este filme que era el segundo en su filmografía, pero el tercero que tenía oportunidad de ver, la historia era otra vez sobre mujeres. El amor, las diferencias culturales y la migración se mezclaban, ahora menos sobriamente, menos «interesantemente». Sin embargo, el oficio como directora era respetable. Otra vez ese gran actor llamado Luis Tosar, uno de sus protagonistas. El guión fue escrito por Iciar y Julio Llamazares. Habíamos llegado al 2005.
Así que cuando me dijeron que esa mismita Iciar iba a agarrar sus chécheres y venirse a filmar una gran superproducción en estos peladares, mi impresión inicial fue WOW, y casi dar saltitos de alegría ante lo que prometía ser una buena película.
Repito, en un balance general, el trabajo de Iciar Bollaín demostraba talento, entrega, y porqué no, compromiso.
Pero la vida, que siempre es como es y no como uno quiere que sea, nos golpea sin piedad. Llegada la hora magna de la premier, y con todos los crespos hechos, me dirijo a la sala del Cine Center. Sonrisas y saludos se reparten, Juan Carlos Aduviri está presente. Discursos, un video de la directora agradeciendo a todos, y las consabidas disculpas por no poder llegar a Bolivia para la premier…y bla bla bla bla.
Luces OFF.
…
104 minutos después…
«¿Qué te pareció?» pregunta uno de los compañeros de butaca. «Estoy levemente indignada» digo.
De mi parte la puedo analizar desde dos ópticas:
1) Intenciones, divino tesoro…
Gael es Sebastián, un director de cine, dizque ñoño, idealista, que quiere filmar una versión desmitificada del descubrimiento de América. Luis Tosar es Costa, el inescrupuloso productor que desea ahorrarse hasta el último quinto del ajustado presupuesto con el que la película cuenta. Para eso vienen a Bolivia, porque es barato y hay harto «indío». Aduviri es Daniel, un líder de los movimientos sociales que quiere frenar el abuso de una transnacional sobre el agua. Este líder se presenta, junto a su hija, al mentado casting de la película y termina con uno de los papeles principales. Luego surgen los problemas porque al estar inmerso en el conflicto del agua, Costa y Sebastián andan con la angustia de que Daniel les eche a perder la película o que el conflicto no les permita terminar de filmar.
La guerra del agua. Hmmmm jodidito intentar llevar a pantalla un tema tan complejo. Hacer un paralelismo con el saqueo de la colonia española, insertar una mirada benévola y compasiva hacia los abusos cometidos. Dar una reflexión crítica de culpa atávica arrastrada inconscientemente por los españoles que llegan a filmar en tiempos modernos una película sobre Colón y Casas. Acariciar de paso la voracidad y abuso de las transnacionales, la situación paupérrima y desprotegida de nuestros coterráneos, la usurpación de un recurso vital como el agua, la impotencia, la discriminación. Y en medio de todo eso, debates sobre lo moral, lo inmoral de la producción del filme teniendo en cuenta que el protagonista es el líder de los revoltosos. Idas y venidas de nuestros personajes que luchan contra sus prejuicios, sus propios miedos y lo que «debe hacerse».
Un poquito demasiado, no?
Pero esas son las supuestas intenciones. Y por eso el gringo/europeo puede batir palmas y pensar que estamos ante la gran película de cine denuncia, de cine social. Y por eso también, habrá el boliviano que se sienta agradecido, o representado.
O sea, si lo vemos como película de entretenimiento X para atragantarte de pipocas, sin reflexionarlo mucho, diciendo: Ay, qué bonito se ve Gaelito. Qué lindo se ve Cochabamba, uy qué intensa la Guerra del agua, al fin bolivianos en una gran superproducción y etcéteras…ya, digamos que bien, MUY bien. Si decimos QUE GRAN PRODUCCION, ídem…QUE GRAN PRODUCCION…
2) ¿Cine-denuncia?
Si lo vemos como cine-denuncia o cine-social es cuando el tema apesta, y apesta mucho. Creo que más por desinformación y desconocimiento de cosas básicas a nivel argumental que por una conciencia real de que el guión está tiradísimo de los pelos y lejos de ser una atizada de conciencias, resulta autocompaciente.
El guión fue escrito por el laureado Paul Laverty, esposo de Iciar, y guionista habitual de Ken Loach. Hmmm para ser sincera cuando supe que También la lluvia la escribía el guionista de Loach, mi entusiasmo bajó considerablemente. Es aún un misterio cómo Loach sigue cosechando premios y galardones con películas que, nuevamente, puede ser que tengan buenas intenciones, pero que no pasan del panfleto insípido aleccionador, en ocasiones oportunista.
En También la lluvia las tres vertientes por donde podemos agarrar la historia se entrecuzan chapuceramente. A saber: 1) La película sobre Colón y los OBVIOS y redundantes paralelismos con lo que pasa en «la vida misma» 2) La vida misma, sí…en el siglo XXI siguen cometiéndose abusos, oh! sorpresa! 3) Relación entre el convertido (Tosar) y el rebelde con causa (Aduviri) digna de capítulos de telenovela de Televisa.
La Guerra del Agua ni siquiera la pongo como una de las vertientes a amplificar porque más parece accidente que otra cosa. Es como una excusa ornamental para poner todo lo demás dentro. A un extranjero no le debe quedar muy claro el conflicto y sus alcances, porque me parece que NO es el punto central del filme, aunque así no los hayan querido vender. Sí hay la intención de decir que la colonización subsiste en diferentes órdenes y medios, pero es tan torpe la relación que sólo funge como elemento publicitario.
Los diálogos son tan hmmm comentados….no se guardan nada, todo es directivo, sí, qué jodido fue el colonialismo, qué jodido viven aquí, qué jodidas las transnacionales, qué jodido el futuro, qué jodido lo del agua, qué jodido los abusos, qué jodida la policía, qué jodido…
Todo reflexionadito, escupidito como para que quede claro el asunto, sólo faltaban letreros con palabras claves y ahí ya terminaban de dorarnos la píldora.
El mensaje final no es otro que el mismo paternalismo absurdo que se critica durante el filme, es una especie de «discriminación positiva», donde el peso recae sobre el cambio de actitud del personaje de Tosar y el repentino compromiso con la suerte de Aduviri.
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Lo que la termina de matar son los minutos finales, donde la artillería ñoño-emo se va con todo y nos regalan dos escenas que cualquier boliviano de a pie puede cuestionarse:
SPOILERS (Para los que no la han visto pasen al siguiente párrafo)
1) La mamá de la niña herida va a buscar a Tosar dizque porque es el único que puede ayudarla. POR FAVOR!!! todos los puestos de control los pasan gracias a ella, en un conflicto real de bloqueo por parte de los movimientos sociales, la última persona en el mundo que tendría pase libre y alfombra roja entre el despelote, sería un extranjero. La idea del mesías salvador es tan pero tan absurda, que dan ganas de botar la pipoca a la pantalla. 2) La escena final final. O sea, Aduviri líder de un montón de gente, con su hija coja, mientras sus compañeros de trinchera están o desaparecidos o heridos o quién sabe y su hija y esposa también están en el hospital, va a ir a encontrarse…por CASUALIDAD con Tosar y encima, después del zafarrancho vivido y con tantas cosas pendientes, se da el trabajito en ese entuerto de buscar una primorosa botellita, ponerle agua, colocarla en una primorosa cajita de madera, con un primoroso lazo, y entregársela primorosamente conmovido a su salvador, devenido en futuro benefactor??? MATENME. Y como estas dos flores hay varias más.
SPOILERS (Fin de las escenas comentadas)
En líneas generales y tomando estas perspectivas, podría decir que el gran gran gran problema de También la lluvia es que se toma muy en serio a sí misma, es esa solemnidad con la que supuestamente ha dicho profundas y trascendentes verdades, esa postura de cine serio, comprometido y denunciante, lo que hace ruido y da pocas nueces, cuando en realidad estamos ante un producto de factura cumplidora, que tiene todas las características de un filme hollywoodense de esos que podría protagonizar Matt Damon , filmado por españoles, y nada más.
Las actuaciones, están bien. Sobre todo Tosar y Elejalde (Colón)…nuestro Juan Carlos Aduviri no está mal, tiene presencia, pero es un actor que hace un digno papel, al que todavía le falta mucho camino por andar.
Una linda música. Buena fotografía. Buena dirección de arte. Buena producción. Buen Maquillaje. Son algunos de los puntos fuertes de esta propuesta. A nivel técnico, es una muy buena película, considerando cómo fue filmada, y las propuestas chafas que generalmente nos presenta el cine latinoamericano, está impecable.
Por lo demás, no es un filme inolvidable (pudo serlo) y a mi muy personal punto de vista, me parece un paso atrás de su directora: Iciar Bollaín, de la Iciar que vi por tv cable, en Madrid, y en el cine Bella Vista. Hay más plata, sí. Hay más bombo, sí, pero el contenido intimista, sobrio, que antes era su fuerte, ahora naufraga soso y cacofónico en medio de una gran superproducción.
También la lluvia, es entonces una película light que finge ser profunda. Como que te comprés un panda por internet, luego llegue y descubrás que es un osito cualquiera al que lo han pintado como a un panda.
Lindo tu panda fake, pero NO es un panda.
Lo mejor: la participación de gente boliviana que prueba que en el país existe el talento, el equipo y las ganas para lograr buenos proyectos.
Lo peor: larga, reiterativa, autocomplaciente.
La escena: la de la cajita, pero por lo absurda
Lo más falsete: las dos cosas comentadas en los spoilers
El mensaje manifiesto: Que no te vendan oso hormiguero por panda
El mensaje latente: Los pandas están en extinción
El consejo: Mirala, por ahí sos parte del grupo que se conforma con la película entretenida, donde Cochabamba sale bonita.
La pregunta: ¿Recuperaremos a Iciar?
CURIOSIDADES
– La escena de la cruz, es igual (homenaje) a una escena de la Dolce Vita de Fellini, sólo que en lugar de una cruz lo que el helicóptero transportaba era un Cristo.
– En un principio iba a ser sólo una película de época, que cubriría los viajes de Colón y de Bartolomé de las Casas. Laverty cambió de idea y quiso mezclar ese periodo con la resistencia indígena en latinoamérica.
– Se tardó nueve años en terminar el guión.
– El personaje de Juan Carlos Aduviri se inspiró en Oscar Olivera.
– La película se hizo íntegramente con dos Red One y ópticas Cooke S4.
– Aduviri da clases de guión en la escuela de cine de El Alto.
– Iciar empieza a filmar Vicky Sherpa en Mayo teniendo como locación Nepal.
– También la lluvia es una producción de más de cinco millones de euros.
– Tardaron 9 semanas para hacerla, y contaron con más de 70 locaciones.
– El equipo de rodaje reunió a 130 personas.
– Se congregaron más de 4000 extras.
Coincido. Ya se me hacía falsete que gente de europa venga a querer concientizar al mundo sobre la pobreza al sur y sus indígenas. El día que un/a director/a boliviano/a realice su propia película sobre la "Guerra del Agua" o sobre la Conquista de América (fue conquista/ invasión no descubrimiento ni encuentro de dos mundos), creo que el resultado puede ser más genuiono.
lo q dices es cierto. Vivo en LPZ y acá hay mucha gente a la q no le ha gustado, yo fui a verla con cinco amigos y todos salimos muy decepcionados. lo extranio es q hay quienes la defienden a rajatabla, sobre todo gente relacionada a la filmación, en el face se alaban unos a otros como si no se dieran cuenta d lo q esta película dice. el ramon rocha monroy ha salido a defenderla pero el tambien recomendaba ver la peli del pocholo.
VINCET.-justas las dos opticas desde la que planteas tu reseña,porque la casita es de buena factura, pero esta hecha de carton y entiendo que al buen equipo que trabajo en el rodaje le cueste distanciarse y poner el producto final frente al espejo. no coincido con el ciudadano creo que lo livianito de esta cuestion no tiene nada que ver con nacionalismos.
VINCET.-justas las dos opticas desde la que planteas tu reseña,porque la casita es de buena factura, pero esta hecha de carton y entiendo que al buen equipo que trabajo en el rodaje le cueste distanciarse y poner el producto final frente al espejo. no coincido con el ciudadano creo que lo livianito de esta cuestion no tiene nada que ver con nacionalismos.
La vi y ni fu ni fa. Una peliculita más. Pena que nuestros compatriotas la adopten como boliviana cuando no lo es. Pena que sus argumentos para alabarla sea el trabajo boliviano. Pena que las críticas positivas que he leído sean desde la comodidad de la amistad con las personas que trabajaron ahí. He leído montón de críticas nacionales e internacionales, la de Rocha Monroy también me llegó relinkeada por La Mala Palabra y por el Lucho Bredow, y eso no es una crítica, no tiene nada que ver con una crítica. Pena. Oye Moniq, estoy llegando a Bolivia en breve, a ver si nos tomamos un café.