EN CARTELERA: El Payaso del Mal (Clown)
Hay que asumirlo, de entrada el título nos haría escupir tres veces sobre la tumba de Stitches (ajá, también vi Stitches).
Si hay que repartir culpas, la culpa es en primer lugar del Multicine porque fui a ver Hitman y tenían un problema con la llave de la película, así que NO hubo proyección y tuve que elegir otra, en este caso El Payaso del mal; en segundo lugar el maquillaje del pinche payaso me hizo humedecer el corazón recordando a El Guasón y, tercero, la culpa también es de Eli Roth que hace aparecer su nombre en el afiche garantizando todo el asuntito. Eso le pasa a Eli por creer en maripositas preñadas. John Watts (Director y guionista) y Christopher Ford (co-guionista) lanzaron, allá por el 2010, un tráiler falso bajo la sugerente publicidad : “Del maestro del terror: Eli Roth”, y claro, Eli no sabía de la existencia de la película, de Watts o de Ford, pero le pareció chistosito, y pensó que esa mentira (o estrategia de marketing) en pro de visionados fáciles era muestra de arrojo, de valentía, y al final terminó contactando a los crispines y metiéndose de productor. De ahí que el póster haya quedado así:
¿Resultado? Vi El Payaso del mal.
La idea de un payaso malo que despierta terror ya nos la vendió el mismísimo Stephen King con IT y los niños de los 90s vieron ese terror materializado en su película de TV y en la rechoncha figura de Pennywise.
Lo demás, son huevadas.
Ahora, como que estamos muy viejos y muy cansados para asustarnos con payasos malévolos.
Roth y Watts y Ford pensaron que aún hay tela para cortar y el 2014 se estrenó Clown: lo que por estas tierras tropicales se denominó El Payaso del mal.
Kent McCoy (Andy Powers) es un agente de bienes raíces. Está casado con Meg (Laura Allen) y tiene un pequeño hijo llamado Jack. Jack está de cumpleaños y espera que a su cumple llegue un payaso. El payaso contratado cancela y Meg desesperada le avisa a Kent que NO hay payaso. Kent se encuentra en una de sus tantas casas que está poniendo a la venta y recibe la llamada en un cuarto donde OH! SOPRESA! descubre un disfraz de payaso que él mismo usa para que Jack no sea decepcionado.
¿Ven? cosas malas ocurren cuando malcriás a los niños: Si NO hay payaso, NO hay payaso. Punto.
Kent se pone el disfraz, va a su casa, y para alegría del cumpleañero y de los invitados se convierte en Tontín.
La fiesta termina, el abnegado padre se duerme, Meg posterga la noticia de su recién descubierto nuevo embarazo y chan! Al día siguiente despierta con la novedad de que el traje, la peluca, el maquillaje y la nariz de payaso no se los puede quitar.Yo me imaginé que el payaso malo iba a ser un cojudo vestido de payaso onda psicópata, compañero de butaca pensó que quizás el payaso iba a ser reemplazado por un psicópata y bla bla bla. La palabra clave es psicópata.
Entonces, cuando Kent queda sin poder desprenderse de los objetos que lo hacen payaso, se abre una brecha narrativa surreal: tiene que ir a dejar a su hijo al colegio vestido así, tiene que aparecerse en el trabajo así, y vemos sus vanos esfuerzos por quitarse los elementos que cuasi cuasi se han fundido con su cuerpo.
Terrible.
Watts intenta manejar cierto humor negro, pero creo que en su caso apenas consigue desprenderse del absurdo y generar más bien risas incómodas.
Roth comentaba que como parte de su decisión de producir el filme pensó que esta era una buena oportunidad para hacer una versión de La Mosca, y asistir a una suerte de transformación grotesca.
Ok, Eli, entendemos lo de La Mosca y de hecho, la transformación está: Kent es un hombre bueno que a merced del traje de payaso experimenta cambios en su personalidad y en su físico. Pero la comparación llega hasta ahí, la dieta infantil y cómo es resuelta la transformación del personaje hablan de la inexperiencia del director y sus guionistas.
La película desbarranca del todo y se pone pesada. Pesada en giros, pesada en escenas, pesada en extensión.
Llegó el momento en que solo le decía a la pantalla: SPOILER “Ya decapiten al maldito payaso!” FIN DEL SPOILER
A destacar una excelente fotografía del casi debutante en largometrajes Matthew Santo y una linda elección de colorimetría.
Podríamos decir que lo más logrado de El Payaso del mal son las cosas que insinúa, cuando no se pone gore al pedo y aspira a salirse del lugar común, lo que sucede en muy poca parte de su metraje.
No diré que es aburrida, se ve con relativo entretenimiento, pero tal como su título promete no te deja nada más que los 100 minutos pasados en la butaca.
Mónica Heinrich V.
Lo mejor: su fotografía y la idea base de que el payaso no se pueda quitar el traje
Lo peor: el personaje boludo que hace de dueño anterior del traje
La escena: la parte de la nariz, creo que fue lo más intenso.
Lo más falsete: el personaje boludo que hace de dueño anterior del traje, el bicho en el que se convierte y casi toda la secuencia final es muy estúpida.
El mensaje manifiesto: si NO hay payaso, No hay payaso y PUNTO.
El mensaje latente: Te queremos Pennywise.
El consejo: Para asustar a uno que sufra de coulrofobia.
El personaje entrañable: el pobre Shadow…
El personaje emputante: Debo decir que Meg y el papá de Meg y claro, el personaje boludo que hace de dueño anterior del traje. AH! y hay espacio para decir que en la función que estuve una parejita llevó a sus niños pequeños a ver esa atrocidad y las pobres criaturas lloraban asustadísimas.
El agradecimiento: porque las he visto peores.
CURIOSIDADES
- Es bueno ser amigo de Eli Roth, después de Clown, a Watts le ofrecieron hacer una peli que se estrenó este año llamada Cop Car con Kevin Bacon y gracias a esa película nuestro Watts, con solo 34 años, dirigirá el reboot de El Hombre Araña. Bien por él.
- Eli Roth hace un cameo en el filme como el payaso Frowny.
- En Italia prohibieron el poster por encontrarlo demasiado para el público general.