Por: Mónica Heinrich V.
Esta es la historia de dos hombres y un pie.
El 2004 John Wood sufrió un accidente de avioneta en el cual además de perder a su padre, perdió su pie izquierdo.
Por algún motivo, y a pesar de que al padre no se le ofreció ningún tipo de velatorio y solo se lo cremó, John quiso conservar su pie.
En realidad, lo que tenía en mente era quedarse con los huesos pero un malentendido dio paso a que el pie sea embalsamado o momificado.
Los problemas de Wood iban más allá de su amputación, el hombre era drogadicto y alcohólico. Cuando tuvo dificultades económicas y no pudo pagar más su casa, metió todas sus pertenencias a un depósito que luego entró en subasta pública.
Lo que nadie se imaginaba era que Wood había dejado su pie dentro de una parrilla y dicha parrilla fue comprada (cerrada) en la subasta por Shannon Whisnant.
Shannon encontró el pie, llamó al 911, la policía se lo dio a la funeraria local. Cuando (tras una investigación) se descubrió que era de John y hubo revuelo mediático, Shannon quiso recuperar lo que según él le pertenecía. No olviden que ganó la parrilla en una subasta, tenía el recibo y según las cláusulas de ese tipo de compra las ventas incluyen el contenido de los artículos.
Esto parece un disparate pero ocurrió de verdad, tanto Wood como Whisnant disputaban la custodia del pie amputado. El primero porque era SU pie y el segundo porque quería sacarle rédito y exponerlo a cambio de unos dólares.
Finder Keepers es un alocado documental sobre una alocada situación. Codirigido por Bryan Carberry (debutante) y Clay Tweel (Make Believe, Print the legend), te hace ver a estos dos excéntricos personajes como seres humanos.
En una era donde reina el reality, parte del hype de la anécdota consistió en hacer lo que hemos visto hacer en algunos medios locales con personajes excéntricos: darles sus 15 minutos de fama mientras existe una burla solapada o una especie de bullyng que convierten a los invitados en caricaturas.
Ajá. Los medios no se ríen con vos sino de vos. El documental, en cambio, nos muestra el lado humano de lo freak. Por un lado Shannon un americano marginal cuyo padre lo maltrató tanto de niño que solo sueña con ser famoso, y por otro John, que tuvo privilegios y que no los supo aprovechar.
Al principio uno ve el documental riéndose un poco de la situación y pensando: «qué cojuda que es la gente», porque sí, la gente a veces es muy cojuda, pero los realizadores tuvieron el cuidado de no convertirlo en circo, aunque tenga nariz de payaso y zapatos gigantes.
Hay muchas reflexiones en la historia de vida de estos dos personajes. Las expectativas de las personas, lo que significa la atención (cualquiera que sea esta), los sueños, la fama, la adicción a los reflectores, el juego mediático, los espectadores que disfrutan cuando los leones entran a la arena y el despiadado olvido.
Aunque parezca cómico también es un documental sobre la tragedia. Dos personajes unidos por un pie y salpicando a sus dos familias con las decisiones que se toman alrededor de la custodia del mismo.
Disfruté Finders Keepers, lo único que me saturó un poco fue su excesivo énfasis en las secuencias finales. No necesitás que los personajes te digan qué aprendieron o qué no del asuntito del pie. Está a la vista.
De todas formas es un trabajo que vale la pena ver por su delicadeza y complejidad. Maneja de tal manera lo freak y el absurdo que deja cierta tristeza en el corazón.
Lo mejor: conmovedora y es más que la historia de un pie mutilado Lo peor: descubrir que el pobre Shannon murió el año pasado a los 42 años de un infarto sin alcanzar la fama que tanto añoraba La escena: Una de las últimas de Shannon donde sentado en su sofá en la semioscuridad dice que lo único que lo hará feliz es ser famoso, otra donde Shannon se da cuenta que lo tienen de payaso en un reality y claro: el juicio Lo más falsete: … El mensaje manifiesto: hay que dejar ir El mensaje latente: los medios no ríen con vos se ríen de vos El consejo: para mirarlo en Netflix, vale la pena El personaje entrañable: creo que todos El personaje emputante: los padres que marcan a sus hijos negativamente El agradecimiento: por todo lo que deja.
Después de leer tu reseña vi el documental.
Qué te puedo decir: me pareció triste.
Un circo bizarro y perverso, montado para exhibir las esperanzas, limitaciones, ambiciones y frustraciones de esas vidas de hillbillies y rednecks.
Sí, es muy triste. Creo que la idea del docu va más allá de la vida de hillbillies y rednecks, no sé si lo llamaría circo perverso aunque lo parezca…en todo caso, qué bueno que lo viste :p