A este relato propio de un sociópata, donde en ningún momento hay una cabal comprensión de la magnitud de sus actos, se intercalan testimonios de sus víctimas. El más desgarrador es el testimonio de la familia Jyono. Mary y Bob Jyono conocieron a O´Grady casi cuando este recién llegaba a USA desde Irlanda. Mary, la madre de su futura víctima, al ser irlandesa también, automáticamente le abrió las puertas de su casa al abusador, sin sospechar siquiera que su pequeña hija de entonces 5 años sería sistemáticamente violada por el sujeto hasta sus 13 años. “Ollie” como la familia cariñosamente llamaba al pedófilo, no fue descubierto hasta el juicio que se le hizo en los 90s. Cuando la pareja supo de las acusaciones, incluso lo apoyaron hasta que su hija Ann relató que mientras el sacerdote se quedaba a dormir, se metía a su cuarto y la sometía a continuas violaciones. El padre de la chica (hoy mujer de casi 40 años), llora compungido frente a la cámara, diciendo entre sollozos: “Dios no existe”…y desde el amargo descubrimiento no puede pisar una iglesia.
Además de este duro testimonio, se suman los de otros niños, ahora adultos que no han podido cerrar ese negro capítulo de sus vidas, que no han encontrado justicia…y que cuentan su historia para que “sirva de algo”. Del otro lado de la verdad, muestran declaraciones sacadas durante el proceso civil a O`Grady (La Iglesia Católica se negó a hacer declaraciones para el documental) donde el hoy Cardenal Mahony (obispo que socapó a O´Grady, y que sin embargo fue ascendido) y Monseñor Cain bajo juramento alegaron no conocer, “recordar” o estar al “tanto” de la grave conducta que llevaba arrastrando el padre O`grady durante casi 20 años. Aunque ambos manifiestan haber conocido algunas denuncias de abuso sexual, pensaron que eran “casos aislados”, que no “relacionaron entre sí” (¿?) El actual cardenal de Los Ángeles incluso minimiza el tono confidente y fraternal en que O`Grady le escribe agradeciéndole su apoyo, también niega descaradamente el tenor incriminatorio de otra carta que el mismo cardenal escribe a O`Grady, expresándole su afecto, comprensión y apoyo…
¡Comprensión y apoyo para O´Grady! que entre sus víctimas tiene a un bebé de apenas 9 meses. El mismo O´Grady en una de sus declaraciones durante el juicio contó que él a su vez fue abusado por otro sacerdote cuando tenía 10 0 12 años, y que su hermano mayor también lo abusaba sexualmente. Una historia tan oscura, que a veces suena hasta irreal.
Paralelamente, hay testimonios de abogados, teólogos, psicólogos que dan su opinión sobre esa compleja mafia que es la Iglesia Católica, donde, en este caso particular, el entonces Obispo Mahony, privilegió sus aspiraciones a convertirse en cardenal (no quería escándalos) antes que la vida de cientos de niños que quedaron marcados para siempre. Si Mahony o Cain no cayeron con O´Grady fue simplemente porque este no los incriminó y un día antes de su declaración fue visitado por abogados del clero, ofreciéndole una pensión vitalicia de 800$us mensuales si no acusaba directamente a dichos personajes.
Otros datos macabros que el documental arroja, es que en USA hay casi 100.000 denuncias de niños o adultos que en su infancia, fueron abusados por sacerdotes. Teniendo en cuenta que según estudios, sólo el 20% de casos de violaciones termina en una denuncia, eso quiere decir que deben existir 80% abusados que viven su pena en silencio. Más datos: un reportaje del L.A. Times afirmó que el 10% de los sacerdotes egresados del seminario St. John (de donde salen la mayor parte de los sacerdotes que ejercen en la zona oeste del país) eran seguros pedófilos.
Actualmente hay más de 500 sacerdotes en Los Ángeles acusados de abuso sexual. Y eso es lo que se conoce, los archivos de la Iglesia son clasificados y a menos que una denuncia se haga pública, los sacerdotes que tengan problemas de conducta sexual quedan protegidos por su institución. La misma institución que todos los días hace declaraciones públicas dando consejos morales sobre cualquier tema.
El documental es dirigido por Amy Berg, que debuta de manera sorprendente. Este trabajo es el resultado de 4 años de investigación. El contacto con el padre O`Grady y su posterior acuerdo para dar su testimonio en cámara fue un proceso que duró semanas, antes que Berg tuviera que viajar a Irlanda a entrevistarse personalmente con él. Cuestionada sobre si fue difícil hacer un documental de estas características, ella declaró: “Sería difícil no hacerlo”.
Deliver us from evil, se convierte en un documento importante y sin precedentes por su batalla contra una institución que en lugar de proteger a sus ovejas, protege a sus lobos. Causó mucha polémica entre los dogmáticos que se rehúsan a ver la basura que se esconde en el patio de sus propias casas. Vale la pena verlo y abrir una mirada crítica hacia un organismo que se alimenta de la fe de las personas, y que traiciona esa fe gastando millones de dólares en abogados que ocultan los escándalos, en lugar de resarcir a sus víctimas.
Aprovecho esta reseña para ligarla con el estreno de la película La duda, que trata un tema similar, de una manera muy sobria y elegante.
LA DUDA
Basada en una obra de teatro, La Duda colmó todas mis expectativas. Con un argumento oscuro, y haciendo gala (paradójicamente) de una simpleza que se agradece, la película aborda el tema del abuso sexual dentro de la Iglesia.
Ambientada en el Bronx de los años 60s, Philip Seymour Hoffman interpreta al padre Flynn. Este sacerdote goza de una personalidad atrayente, jovial y seductora. Los niños de su parroquia fácilmente lo toman como a un amigo, alguien en quien pueden confiar. En el extremo opuesto está la directora del colegio, Meryl Streep (GENIAL) interpretando a la hermana Aloysius. La directora tiene una personalidad opuesta a Flynn, es estricta, poco afectiva, tiende a dar severos castigos y es natural que surja una animadversión instantánea.
En medio de ambos se encuentra la hermana James (Amy Adams), una profesora que por su juventud posee un carácter dulce, inocente y bondadoso. En una época en que se vivía mucha segregación racial, la escuela católica accede a tener como alumno a su primer estudiante negro, Donald Miller. El chico tiene los problemas que podría tener cualquiera estando en su situación, el padre Flynn comienza a dispensarle un trato especial, que resulta sospechoso a la hermana James. Confundida, y sin saber qué hacer, acude a la hermana Aloysius en busca de consejo.
En ese momento la película comienza a caminar por los derroteros que bien señala el título: Dudas. Con un guión sólido, que es casi imposible no identificar a un dramaturgo teatral en el armado, el público se contagia de las sospechas, de las dudas de los personajes que desfilan en la pantalla.
El niño negro parece estar siendo abusado sexualmente, pero ¿realmente el padre Flynn se está aprovechando de su investidura? O ¿son las antipatías personales de la hermana Aloysius las que la hacen ver un monstruo donde no lo hay? ¿Es preferible acusar injustamente al padre Flynn, pero no correr el riesgo de que sea verdad? O ¿es mejor, ante la duda, callar?
Magistralmente actuada, tanto por los principales como por los secundarios, la película a pesar de ser muy sencilla, te atrapa desde la primera toma. John Patrick Shanley es el autor y director de esta pequeña joyita, que supo adaptar de una manera impresionante a la pantalla gigante.
Con diálogos precisos y silencios que dicen mucho, Patrick Shanley maneja una historia que no dejará indiferente a nadie y que está filmada de una manera inmejorable. Es ese tipo de filme austero, pero que está tan bien logrado que crece ante los ojos del público.
Nominada a varios Oscar, La Duda cuenta con una excelente fotografía, una insuperable ambientación y un manejo del ritmo narrativo que podría ser una gran lección para algunos que andan perdidos por la vida gastando un montón de plata en películas prescindibles.
Lo mejor: Buen guión, buen director, buenos actores…
Lo peor: no tiene absolutamente nada malo
La escena: el finalLo más falsete: nada
El mensaje manifiesto: Ante la duda, haz lo que consideres correcto
El mensaje latente: La duda lastima el espíritu
El consejo: Mirala, no te vas a arrepentir
La pregunta: ¿Hasta cuándo se protegerán a los sacerdotes pedófilos?
CURIOSIDADES
– La obra de Shanley, que se estrenó en el off-Broadway en el otoño de 2004, llegó a los teatros de Broadway gracias a la avalancha de buenas críticas. Se estrenó en el Walter Kerr Theater en 2005 y se mantuvo en cartel durante 25 preestrenos y 525 representaciones, a las que siguió una prolongada gira nacional y numerosas producciones internacionales.
– Para estudiar su personaje, Streep trabajó con las monjas de la universidad de Mount St. Vincent, lo que fue un gran placer para ella. «La disciplina, pureza e inteligencia de aquellas mujeres me resultó fascinante y de gran ayuda para mí», cuenta.
– Para preparar el papel, Hoffman pasó algún tiempo en una iglesia católica aprendiendo las tareas de un párroco.
– Durante el rodaje, Adams sintió una gran ansiedad al tener que compartir rodaje con Streep y Hoffman.
– La mayor parte de los interiores se rodaron en el College of Mount St. Vincent en el Bronx, fundado por las Hermanas de la Caridad y que fue el primer instituto femenino de Nueva York. Para el exterior de la escuela se utilizó la escuela de St. Anthony, el colegio de Shanley en el barrio de Parkchester, mientras que para el exterior de la iglesia se utilizó la de St. Augustine, también en el Bronx.
Tanto el documental como la película, ilustran hechos importantes. El primero es que a pesar que la Iglesia Católica presume de un origen divino, está conformada por seres humanos con defectos, virtudes y enfermedades. A la Iglesia no se le critica el hecho de tener en su seno pedófilos (que los hay en cualquier parte) sino que tenga una política tan cerrada en torno a la denuncia pública y al castigo inmediato a los que padezcan de esta enfermedad.
El proteger sus propios intereses ocasiona que los pedófilos sigan actuando con un agravante: al ser pastores, hombres de fe, gente ligada a la moral y a las buenas costumbres, se convierten en doblemente peligrosos y efectivos, porque de esa manera tienen un acceso casi garantizado a la vida de sus víctimas.
En segundo lugar, no todos los sacerdotes son malos o pedófilos, pero es conveniente no tapar el sol con un dedo y ver dónde está la génesis de dicha estela de abusos. La Iglesia como ente que dice hablar por Dios (si es que creen que existe)
…además de mantener frente a uno de los barrios pobres de Roma, un pequeño estado llamada el Vaticano, lleno de lujos y high class…debe tener como prioridad que no existan más víctimas. Que los decretos o políticas de secreto absoluto se eliminen y todo aquel que tenga que pagar sus pecados, los pague.
El documento Crimen Sollicitations ya tiene una canción, creada por el grupo madrileño Ska-P…con una letra súper dura, los españoles no se andan con vueltas, y plasman en música el resentimiento que deben albergar en su alma muchas familias. Lo más suave que dicen en esta canción es: “Miembros de la Curia, párrocos del sufrimiento, Crueles violaciones que al final se lleva el viento, Babosos violadores, carecéis de sentimientos, Los llantos de los niños que el pontífice ha encubierto”
Acompañada de un genial video, que seguro sacó roncha, este grupo alza su voz…casi a grito pelado, a través de un medio tan masivo como la música.
Alguien tiene que hacerlo…ya que los “siervos de Dios” guardan un pudoroso y conveniente silencio.
¿el celibato es pudor?
Estimada Mónica:Reconozco que el marco en el cual reflejare la alegria de poder comunicarme por primera vez con la autora del artículo no es el ideal. Los temas que trataste son tristes y grises. Los cimientos de la fe son cada vez mas dañados, en mi caso, de manera permanente despues de visitar el Vaticano y ver tanta opulencia y derroche. Todo lo que relatas empaña cada vez mas la imagen que quieren reflejar.Asi que retomo esa alegria con la cual inicie este mensaje para simplemente compartir contigo la felicidad que me produce leer tus revisiones y criticas. Quiero felicitarte por la sinceridad, cariño, enojo, claridad y sencillez que imprimes en cada palabra que redactas. Pues si, generas alegria a una persona que se enecuentra a miles, miles de Kilometros de Bolivia. Y como podras entender, espero con ansias cada uno de tus articulos. Sin tildes y con muchas faltas de ortografia, debido a un teclado que no me permite encontrarlas, resalto los momenntos de paz que encuentro en tus palabras.Un abrazo desde aca.Sove
al que madruga…el celibato se impuso por cuestiones monetarias, los 12 apostoles (a excepción de Juan) tuvieron esposas y familia, al igual que los primeros Papas.La idea del celibato era que los curas no dejen sus bienes fuera de la iglesia a sus respectivas familias, es decir…gracias al celibato todo queda dentro de la iglesia. No es pudor, es calcular beneficios =) Saludos…
Muchas gracias Churiquis!!! De verdad, a veces llegaba a creer que esa columnita no la leía nadie aparte de mi familia =) pero qué bueno saber que alguien le producen tantas cosas buenas…es para alegrarle el día a cualquiera!Mil gracias por tus palabras, las tomaré en cuenta para seguir escribiendo con mayor entusiasmo. Y de la Iglesia ya nada puede sorprenderme…a ver cuándo se destapa esa olla de grillos.Muchísimos saludos hasta donde quiera que estés, es duro estar lejos del país que te vio crecer…pero supongo que debe tener sus ventajas también. Que estés bien, y así como yo te genero alguna alegría con mi columna, tu mensaje también me la generó a mí. Un abrazo.
moniq: gracias por la acertada aclaración, la sutileza aludía a la abstinencia sexual ergo código moral, saludos.
Moniq, plz podrías decirme dónde encuentro el documental «Líbranos del mal»? para comprarlo? Thanx.
Finalmente Leonera se estrenó en el Cine Center. Les recomiendo que la vayan a ver lo antes posible ya que no creo que dure más de una semana en la cartelera. (http://www.leoneralapelicula.com/index-sp.html)
[…] cuenta que su realizadora ha sido nominada al Oscar por el documental Líbranos del mal (reseñado AQUÍ) sobre el sacerdote irlandés Oliver O´Grady que abusó a decenas de niños. ¿Por qué un […]