Por: Mónica Heinrich V.
Me encanta Hollywood. Ellos se las ingenian para repartir cosos dorados al trochi mochi de la manera más políticamente correcta posible. Y encima, dando el espaldarazo a mensajes contradictorios para white innocent people.
Desde hace años que una industria oscura como pozo de noria quiere verse menos racista, menos homofóbica, menos pedófila, menos violadora y menos misógina. La clave de esta afirmación está en la palabra “VERSE”.
Imagínense ustedes la probabilidad de cachetear a Donald Trump con el triunfo de una película mexicana. Donaldsito no podría creer que “pinches indios” (Hola, Sergio Goyri) reinen en la gala pomposa y aburrida que vimos anoche. Para mí, eso ya cantaba que Roma iba a tener su gran noche. Que la tuvo. Se llevó el coso dorado a Mejor Director, Mejor Fotografía (!!) y a Mejor Película Extranjera, habiendo gente con mejores trabajos en los tres apartados. La agenda de Hollywood hasta ese momento seguía sin decepcionar, llenando los huequitos necesarios y suficientes para obtener una estrellita dorada en sus estrelladas frentes.
Me pregunté si el cinismo llegaría a tanto como para darle un Oscar a Mejor Película a esa biopic de mediopelo que hicieron de Freddy Mercury, solo por verse pro figura emblemática gay, olvidándose completamente que la dirigió un acusado de pedofilia. También ahí cumplieron con darle unos cuantos premios. Tan innecesarios como los que le dieron a Pantera Negra que hasta la fecha nos andamos preguntando contacto o lobby de quién hizo posible tantos cosos dorados para esa película.
Pero nada, nada me preparó para ver ganar el coso dorado a Mejor Película del año a Green Book. O sea, podés estar en contra de Roma, pero hay cosas que se le pueden reconocer como una película cuando menos superior a la media o con más logros o más personalidad. Podés pensar que la biopic de Freddy Mercury es una caca, pero por lo menos hay cierta cosa grandilocuente hollywoodosa a la que uno podría achacar su coso dorado.
Green Book,por su parte, es de la lista de las nominadas la más simplona, la menos inspirada, la más cómoda, la más ñoña, la más…menos. Eso sí, con ella la Academia puede VERSE solidaria, buena onda, y a favor de las minorías afroamericanas y homosexuales.
Oh, white innocent people.
Peter Farrelly, el director, anduvo por los noventas complotado con su hermano Bobby para emboscar a parte del equipo del set de sus películas (Something about Mary, Dumb and Dumbber,entre otras joyas) y mostrarles su pene de vez en cuando. Hasta la pobre Cameron Diaz le vio su pirulín al señor Farrelly. Este mismo Peter que hoy se declara asqueado de su yo noventero, es el director de la supuesta Mejor Película del año pasado.
Green Book hace alusión al famoso Libro Verde que existió entre 1936 y 1966, una especie de guía para que los negros supieran dónde alojarse, donde entretenerse y dónde comer en los viajes, ya que el racismo estaba tan enquistado que no eran bienvenidos así nomás. La gente puede ser muy hija de puta.
La historia nos cuenta que Don Shirley (Ali Mahershala), un pianista virtuoso, decide emprender un tour con su banda por un circuito abiertamente racista, su idea es sentar un precedente. Para eso contrata a Tony Lip (Viggo Mortensen) un italoamericano que será encargado de su seguridad.
El guion lo escribe Farrelly y el novato Bryan Hasse, con la asesoría del hijo de Tony Lip, Nick Vallelonga. Ninguna consulta se hizo a la familia del Dr. Don Shirley. No es pues necesario.
Green Book se cuenta en blanco y negro, figurativamente hablando. Tony Lip es todo aquello que el cine y las series americanas han posicionado como el perfil del italiano-americano. Una suerte de Tony Maseli (recién descubrí que se escribía Micelli). Un bocón histriónico, que en el fondo de su racista corazón es un buen hombre. Rodeado de un familión, casado con una mujer que no sale de la cocina y que espera sus cartas, rodeada, a su vez, de otras mujeres que también exigen cartas de amor. Así es chicos, nos encantan las cartas de amor.
Este Tony Lip es el que guiará a Don Shirley en el descubrimiento de sus costumbres negras (probá el pollo frito Don Shirley), de la necesidad de la familia (Tenés que hablar con tu familia, Don Shirley), de la necesidad de la amistad (Pasemos navidad juntos, Don Shirley), y él, nuestro blancoamericano Tony Lip, se dará cuenta de lo mucho que sufre su negro y gay jefe devenido en amigo. Porque sí, el mundo de los sesenta era muy hostil con los negros (la audiencia se sorprende y asquea), sin embargo, no debemos preocuparnos porque Tony Lip estará presente para ayudar al suyo cuando las cosas se compliquen (la audiencia se siente bien), porque ¿qué es un mundo sin amigos, mis queridos amigos?
Mentiría si no dijera que este cuento de amor al prójimo, esta road buddy feel good movie no se ve con regocijo por las aventuras de este par de amigos que aparentemente es una dupla inusual. El corazón se entibia como si el sol tropical de Santa Cruz nos bañara el pecho.
Sí hace un poco de ruido que después la familia de Shirley haya desmentido el supuesto aislamiento del personaje, o muchas de las anécdotas ahí relatadas, pero hey, es una ficción. No importa que use a una personalidad negra para contar una historia bastante blanquita. ¿O sí?
Este cuestionamiento de contenido a la película lo hago porque si ella misma se vende como reivindicadora de la comunidad afroamericana o del amor al prójimo a pesar de sus «diferencias», es pues necesario resaltar la contradicción en la que la película cae cual chancho en piscina de barro.
Cinematográficamente hablando, Green Book es una película que parece hecha por Lifetime o Hallmark, con un poco más de presupuesto e inflada por las actuaciones verdaderamente notables de Mortensen y Marheshala. No hay inspiración en su simplicidad. La fotografía de Sean Porter (Green Room) es convencional y poco memorable. Quizás lo mejor sea el apartado musical. Pero incluso en esa área en la que supuestamente el filme debería brillar más que el vestido de JLo en la ceremonia de este año, no supera expectativas. Interesante que la película sea sobre la vida e iniquidades del NEGRO (lo quiero poner con mayúscula pa que se note bien grandote) y al final sea el BLANCO el nominado a coso dorado como PROTAGONISTA y el NEGRO resulte ACTOR DE REPARTO.
Oh, white innocent people.
¿Es la mejor película del año pasado? No. ¿Es acaso la mejor película de su categoría? Tampoco.
El director Peter Farrelly tiene un prontuario de películas cómicas-estúpidas para el gringo promedio que fueron muy populares en su tiempo. Siempre me imaginé qué pasaría cuando el tipo evolucione y deje de mostrar penes fuera y dentro del set. Pues eso. De mostrar penes trabados con la cremallera del pantalón o cabellos tiesos de semen confundido con gel, Farrelly ha dado su salto de seriedad. Lo hace con una película como Green Book, un pequeño drama que le hace honor a su filmografía previa, entretiene, está hecha para el gringo promedio y tiene menos profundidad que platillo chino.
Marche un coso dorado por Mejor Película del Año.
Lo mejor: es para que te sintás bien, menos racista y más evolucionado Lo peor: bienintencionismo simplón y de tarjeta de Hallmark La escena: cuando Shirley toca en el bar Lo más falsete: el discursito y el tratamiento al tema racial y sexual de Shirley El mensaje manifiesto: cosos dorados cada vez más de papel regalo El mensaje latente: los Oscar aguantan todo en cuanto a doble moral y dobles mensajes El consejo: para verla y sentirte bien, menos racista y más evolucionado El personaje entrañable: el verdadero Dr. Shirley El personaje emputante: cada votante cojudo de la Academia El agradecimiento: porque siempre podés ver películas no nominadas ni ganadoras del coso dorado.
CURIOSIDADES
El verdadero Tony Lip interpretó a Carmine Lupertazzi en The Sopranos y tuvo algunos papeles en películas de Martin Scorsese.
En las escenas del familión de Tony Lip aparecen familiares reales del personaje.
Por sugerencia de Viggo la película no abre con ninguna referencia o cartel de contexto.
El compositor de la banda sonora de Green Book, Kris Bowers, es el doble de Mahershala Ali como pianista.
Viggo Mortensen solía ver episodios de Los Soprano con la participación de Tony Lip antes de ir al set cada mañana, para entrar en ritmo con los diálogos y su acento.
En noviembre, Viggo Mortensen la lió en una rueda de prensa cuando comentó: «Nadie dice ya la palabra ‘nigger'». La cuestión es que no quiso ofender a nadie y lo dijo dentro de un contexto, pero tuvo miles de críticas y tuvo que acabar disculpándose: «No tengo derecho a ni siquiera imaginar el daño que puede causar escuchar esa palabra en cualquir contexto, especialmente dicha por un hombre blanco».
Hubieron quejas de Maurice Shirley, el hermano en la vida real de Don Shirley, que dijo que la película era un hatajo de mentiras y que protestó porque nadie se había puesto en contacto con él para contrastar el guión, en el que curiosamente participa otro familiar, el hijo del protagonista al que da vida Mortensen, Nick Vallelonga. Mahershala Ali tuvo que acabar llamando a los familiares de Shirley para pedirles perdón por no haber hablado con ellos para trabajar el personaje.
El propio Nick Vallelonga tuvo que retractarse de un tuit racista que alguien recuperó de su cuenta, del año 2015, en el que dijo que los musulmanes estaban celebrando en Jersey City después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. «Quiero disculparme. He pasado toda mi vida tratando de llevar a la pantalla esta película sobre superación de diferencias y búsqueda de un terreno común, y estoy terriblemente apenado con todos los vinculados a Green Book», explicó en un comunicado. Se disculpó con Mahershala Ali, musulmán, y concluyó: «‘Green Book’ es una historia sobre amor, aceptación y superación de barreras, y yo voy a mejorar».
Antes de rodar la película, y para preparar el personaje de Tony Lip, Viggo Mortensen se reunión con la familia de Nick Vallelonga en una cena que duró nada menos que ¡seis horas! El festín, a tenor de lo que cuenta Mortensen, debió de ser brutal.»Casi me destruyó porque aún no había aumentado de peso; no había expandido mi estómago. Era casi letal», señala. Pero cuando la familia pensó que estaba rechazando las raciones porque no le gustaba la comida, se vio obligado a terminar los platos. Y cada vez que acababa uno, traían otro.
El actor neoyorquino tuvo que ganar 20 kilos para su papel de Tony. Y lo hizo de varias maneras: comió antes y durante la película. Antes de rodar, ya había ganado más de 11 kilos; los 9 restantes los subió con escenas como aquella en la que su personaje participa en un concurso de comer perritos calientes: «Se comió 15 perritos aquel día», explicaba Peter Farrelly a Yahoo!. «Se come dos o tres a la vez».
Por Dios Monica! que esperas de Hollywood? Arte o una cara moderna y actualizada de una empresa que debe ganar dinero?
No se que le ven a los Oscar….. Parafraseandote diría: «cualquier crispín lo puede ganar si tiene la suerte de estar en el papel correcto en el momento correcto….»
(semejante definición es por cierto válida para los premios Nobel de la Paz y literatura)
Sí, sí, cada año gana alguna huevada, pero este año estuvo más paupérrimo que otros años…en todos los sentidos. Los premios siempre son políticos o de ocasión, pero incluso con esa definición…mieeee se pasaron jejeje
este tipo de cosas pasa cuando se le da gusto a los «progres» que se quejan y boycottean por la supuesta discriminacion a las minorias en los oscars. Acaban dando premio a cualquier huevada mientras que tengan a un latino/negro/gay. Prefiero mil veces los oscars de hace 10 anhos atras que eran tan racistas, misoginos y homofobicos.
Es que sigue siendo todo eso…solo que ahora fingen que no. Pinches Oscar.
» Interesante que la película sea sobre la vida e iniquidades del NEGRO (lo quiero poner con mayúscula pa que se note bien grandote) y al final sea el BLANCO el nominado a coso dorado como PROTAGONISTA y el NEGRO resulte ACTOR DE REPARTO»
Amigos eso… eso es poner el dedo en la llaga. Monica siempre bien afilada.
Aún no tuve el gusto de ver la pelicula … pero al ver la foto de los protagonistas se me vino a la mente a los escuderos negros de los blancos super heroes:
Iron Man y Maquina de Guerra
Cap America y Falcon
Cap Marvel y su amiga
Pero Monica después del terremoto iniciado por Weinstein, no puedes culpar a Hollywood por tratarse de lavarse la cara.
Saludos, siempre es un gusto leerte.
Muchas Luis!!! a ver si podés verla y nos comentás cómo te va jejeje y sí hay esas duplas para cumplir cuota racial que son como muy obvias y claro, después de Weinstein necesitan cantidades enormes de Lavandina :p
Saludos!!!
¿Quién es el negro?
¿El afro americano que ha sido educado en ‘un casa blanca’ y no en un granja?¿El ítalo americano que creció en Bronx de los sesenta para ser lumpen? ¿El resto de músicos, uno polaco y el otro con guiños de ser judío?
Billy Holiday cantaba Lullabay, que es una composición de George Gershwin, él es un judío blanquito. O sea, es una cover…digamos pues. Quizás la intención de la señorita Holiday –imaginando en voz alta- es porque aquella canción de cuna, es una canción de amor, de protección al mundo exterior a la cominidad ‘unos padres negros que cuidan a sus hijos negros’ de lo blanco.
¿Quién es el negro?
Y. si no reivindica ni mierda, solo quiero decir que esta película sirve para el análisis.
Y si estoy ebrio…no suelo comentar.
..El Joven Antonio.
Joven Antonio su comentario sirve y aporta para el análisis. Beba y comente más. Me dieron ganas de tomarme una copa de vino de cartón o lata. Un abrazo.