Por: Mónica Heinrich V.
Ah, Clint Eastwood.
Tiene 91 años y sigue filmando películas. Cry Macho es su trabajo número 39. Qué dulzura. Hasta nos llegamos a olvidar de su respaldo al más rancio conservadurismo yanqui y al señorito Trump. También, nos hacemos los opas y fingimos no notar que en varios de sus trabajos el personaje tristemente célebre: “gringo/blanco salvador” es una constante.
Podemos decir: es que es una leyenda viva del cine, es que imagínense que saca casi una película por año, es que el retiro se lo va a dar el cajón, es que las flores que nacen de los tajibos, es que la lluvia que deja su delicioso aroma en la tierra…y bla bla bla. Sí, hay espacio para la solidaridad, la simpatía y la empatía.
Te queremos, Clint.
Luego, vemos Cry Macho en versión subitulada, en pantalla gigante, producida por MalPaso y ya en sus primeras escenas detectamos que cerquita hay un iceberg y que como espectadores chocaremos de frente y a todo vapor (suena la flauta de Titanic).
Clint interpreta a Mike, un entrenador, domador, veterinario, muchas cosas más, que trabaja bajo las órdenes de Howard Polk (Dwight Yoakam). Howard al inicio de la película lo despide y lo bota como si fuera un zapato que se pringó de puchi de vaca. Mike deja claro que él siempre creyó que Howard era un tarado y un pobre cojudo. Hasta ahí, una presentación paupérrima de los personajes, pero aún digerible.
Hacen una elipsis temporal de un año y el mismo sujeto, el tal Howard, va a buscar a Mike para pedirle-exigirle que cruce la frontera y “recupere” a su hijo adolescente (Rafo) al que no ve hace añadas. Sí, ese Howard que le dijo que no servía ni de papel higiénico y que Mike, además, desprecia, le dice que agarre sus chécheres y vaya a traer a su latin-american-hijo de regreso.
Lo más increíble es que Mike agarra sus chécheres y va a traer a su latin-american-hijo de regreso.
No hay la más mínima lógica. Un señor que puede infartarse en el trayecto, yendo a buscar al hijo de un tipejo x al rancho de una mafiosa. Por mucho que intenten vender la pomada más adelante contando lo que Mike le “debía” al sujeto, por mucho que quieran venderlo como el que quiere puede, no da.
El guion escrito por Richard Nash (fallecido en el 2000) fue rechazado muchas veces por distintos estudios desde los años 70s. Ahora vemos por qué.
Así las cosas, Clint decidió hacerse cargo de este guion y le dio una revisada con su colaborador Nick Schenk (La Mula, Gran Torino). ¿Qué podemos esperar de un guion lleno de lugares comunes, un poco racistón siendo adaptado por el colaborador más genérico y racistón de Clint Eastwood? Pues, sí. Cry Macho.
El poster señala sentimental: A story of being lost and…found. Porque esa es la otra veta a explotar, esa doble mirada a la infancia y a la vejez, el cuerpo marchito de un hombre que aún puede dar sorpresas, el hombre desechado que encuentra razones para seguir, una especie de héroe antihéroe que ya no da tiros sino que trata de salvarse, y en el camino ayuda a los demás.
Volvamos a la ficción. Mike cruza la frontera como si estuviéramos en La mula y en Gran Torino. Toda la cinematografía es cinematografía al estilo de Clint Eastwood, pausada, serena, sin grandes artificios. Climas que vienen acompañados de la cámara de Ben Davies (Guardianes de la Galaxia, Three Billboards OUtside of Missouri, Capitan Marvel). Quizás eso sea lo que deberíamos rescatar que teniendo un guion tan básico, Clint consigue filmar algunas secuencias bellas y con algo cercano a la emoción, a pesar de la tontería.
Como Cry Macho terminará siendo en parte una buddie movie-road movie, Mike encuentra al famoso Rafo (Eduardo Minnet) un chico que en el relato pintan como un pequeño demonio y que resulta más cursi que el mismísimo Mike.
Salgamos de la ficción. El casting del niño debe ser una de las elecciones más cuestionables de un rol semiprotagónico de este año. Estamos hablando de un personaje que tiene que estar casi toda la película al lado de la “leyenda viva” Clint. Un chico que actúa con la frente y que se llena de mohínes tratando de transmitir emociones a diálogos lamentables.
Desde la butaca (dentro y fuera de la ficción) la pena ajena te inunda y te preguntás qué o quiénes llevó-llevaron al señor Clint a dejar, a estas alturas del partido, una de sus películas más flojas y estamparla en nuestras retinas. La buena noticia es que esta película no alcanza a generar los malestares provocados por 15:17 Tren a Paris (reseñada ACÁ, donde también sufrí el casting infantil Y EL ADULTO) que ya anunciaba que Clint Eastwood era capaz de filmar burreras.
Hay tantas cosas que no funcionan en Cry Macho. Todo suena desafinado, edulcorado, amañado. Mike, que apenas puede caminar erguido, resulta ser un imán para las féminas latinas, quienes al ver al supuesto gringo por antonomasia, caen casi rendidas a sus botas. La analogía del pollo llamado Macho es otra mirada rústica a contramano de los relatos menos serviles a los clichés del género. Parte de la platea parece conformarse con que Mike diga “eso de ser Macho está sobrevalorado”, mientras toda la película gira en torno a estereotipos largamente acariciados por el cine anglosajón. La relación entre el gringo y el niño mexicano es casi una parodia. De hecho, tuve la mala suerte de ver días antes: El protector con un Liam Neeson que tenía que proteger a otro niño mexicano (niño actor que compite en baja performance con el de Clint). Gringo blanco salvador = niño latino a salvo.
Mientras la película más avanza, peor se pone. El gringo se gana el cariño de todo un pueblito de latinos que a pesar de tener animales de granja o domésticos no sabían cómo curarlos hasta que llega el gringo. El gringo zafa de federales, de pacos, de sicarios, de maleantes, del mismo niño. El gringo es pues el súper gringo, no importa que sea de la tercera edad, es EL gringo.
Entiendo las intenciones de Clint, pero la autoindulgencia es tan evidente que estorba en cada frame.
No hay ninguna sorpresa en su estructura, no hay nada que admirar en su torpe narrativa, estamos ante un Clint Eastwood que queremos, pero al que no podemos aplaudir solo por sus 91 años y sus casi 40 películas. ¿O podemos?
Su avanzada edad hace que algunas escenas con sangrantes puestas de sol entibien nuestro corazón y veamos detrás de tanta impostación, actuaciones torpes y anécdotas facilonas, una mirada nostálgica hacia la vejez. Hacia ese punto final de una vida que como espectadores hemos visto transcurrir en la cinta mágica, en el cine.
El final de Cry macho intenta ser emocional y sacarte lágrimas condescendientes. Este es Clint en su eterna cabalgada hacia el ocaso, o, mejor dicho, este es Clint en su eterna conducción de una camioneta destartalada hacia el ocaso. En mi caso, espero que aún quede gasolina para que no sea la despedida.
Lo mejor: verlo a Clint. Que Clint siga filmando. Cierta cosa nostálgica que desprende. Lo peor: es muy tonta en su historia base y el niño actúa de terror Lo más falsete: la actuación del niño y muchas cosas más El mensaje manifiesto: eso de ser Macho está sobrevalorado El mensaje latente: muy sobrevalorado La escena: cuando la mamá de Rafo se le ofrece a Mike (WHAT!) El personaje entrañable: el pollo El personaje emputante: todos los que rodean al pollo El agradecimiento: siempre por Clint. A pesar de todo, por Clint.
Por Dios Monica, que me parece que estas pidiéndole peras al toborochi….. que esperas de Mr Eastwood que desde mi lejana infancia en los 60 se metia con HARRY EL SUCIO? Racistón, macho y simplista asi nomas es el hombre. Pero debo reconocer con hidalguía que es nomas envidiable tener 91 y seguir siendo el gallito en el corral….. Macho does not cry….
Ay, Pablo! caí en los cantos de sirenas de gente conocida que me la recomendó! en todo caso, Clint tiene películas buenas e incluso de sus últimas a las que se le pueden pillar cositas como Gran Torino, La Mula o la de Richard Dewell, tenían cosas para rescatar. Ojalá, saque una más! que esta no sea la última. La vería con la esperanza que sea mejor que Cry Macho jejeje.
Como siempre Mónica bien afilada
Me dieron ganas de ver esta peli
Al leer me hiciste acordar ma última de Rambo, ojalá la hayas visto
¿Osea Qué onda con los mexicanos?
Parece que hay una fijación de actuar con ellos.
Debe ser esa fiebre de la inclusión en Hollywood
Saludos
Luis. Mirala y comenta qué te parece, porque a ratos leo el rosario de halagos que ha cosechado y no me lo puedo creer. Capaz la que no la sabe valorar soy shooo.
La fiebre de la inclusión hollywoodense da para todo…
A estas alturas México es parte esencial de la cultura de Estados Unidos… y los esteits lo son de México, por supuesto. Qué toxicidad, Dios. ♥
tal cual. Son un solo corazón, por mucho que algunos conservadores quieran hacer creer lo contrario.
Creo que las expectativas eran muy altas. Eso distorsiona un poco una apreciación objetiva.
Pero no hay q hacerle la peli es MALA. Ojalá Mr. Eastwood nos presente mas pelis del calibre de million dolar baby o gran torino.
Ay, no sé. Yo no esperaba mucho. Tampoco es que sea súper mega fan de él jejeje y después del desastre de la peli del atentado del tren, ya cualquier cosa podía darnos. Ojalá podamos ver algo mejor de Clint antes que se nos vaya…
Como siempre tus reseñas buenisimas, a mi la verdad me agrado pese a las partes flojas de la pelicula, es que con 91 años no se si se le puede exigir mas al «buen Clint».
Pregunta para su merced, para cuando tu reseña de Juego de Tronos??
Saludos.
Michael! Pucha Juego de Tronos lo veo cuesta arriba, más que nada porque me pondría a hablar de los libros, y de un montón de cosas y sería kilométrica porque soy de largo aliento, por eso no me he subido a ese barco, y ya cuando terminó y cómo terminó, no sentí el impulsito. A ver si algún día me pica el bicho. Abrazo.