CINE: After midnight y The Battery

Por: Mónica Heinrich V.

AFTER MIDNIGHT

Que el nombre de esta película no los despiste, esta no es una continuación desconocida de las peripecias amorosas entre Celine (Julie Delphy) y Jesse (Ethan Hawke). Acá la cosa será más turbia que el sigue y el detente de esa parejita viajera y burguesa.

Tenemos a Hank (Jeremy Gardner) que ¡oh, sorpresa! es abandonado por Abby (Brea Gant) después de 10 años de relación. La tipa un día se vio cual Yuri gringa: “Detrás de mi ventana, se me va la vida…contigo pero sola” y a diferencia de muchas que deciden seguirle cantando a la ventana, agarró sus chécheres y se mandó jalar. No se llevó ni al gato y no le dio ninguna explicación ni preaviso al menso de Hank. Hank entró en ¿depresión? ¿victimismo?¿hijueputez? usted decida. El caso es que el fulano empieza a beberse hasta el agua de los floreros, a tener insomnio, y a recordar los bellos momentos vividos al lado de su Yuri gringa. La de la ventana, la que estaba con él pero sola.

Debo reconocer que me puse a ver esta película por la promesa de los bichos (“aterradora película de monstruos”) y los minutos pasaban y Hank recordaba cuando se mudaron, cuando celebraban los cumpleaños, cuando charlaban sobre el ser y la nada, cuando cogían. Ah, qué ganas de agarrar un ladrillo y sopapearlo.

El asunto es que Hank en medio de su coma etílico y su incapacidad de conciliar el sueño sin su amada calentándole las nalgas, empieza a recibir la visita de un ¿ente? ¿ser? Que todas las noches intenta entrar a su casa. El bicho araña su puerta, le deja la madera más marcada que Messi en partido de la Champions. ¿El misterio más misterioso aún? cuando él sale a enfrentarlo el bicho no está.

Bicho, dónde estás, bicho.

SPOILER Ahí uno empieza a pensar que Hank no tiene los patitos en fila, sí. Y que esta película de bichos es, en realidad, una película que nos mostrará el resquebrajamiento mental de un pelotudo. Pero mientras esto avanza lento e in-seguro, mientras nos preguntamos si hay bicho o no. Si veremos al bicho o no. Si nos han estafado al bicho o no (¡YO VINE POR EL BICHO!) sucede algo que hace que todo valga la pena y que me sobresaltó de una gloriosa manera. Incluso sabiendo que iba a pasar, intuyéndolo, pucha cómo lo disfruté. Y así el bicho tuvo sentido, y el bicho, nuestro bicho, fue el bicho y también algo más que el bicho.  FIN DEL SPOILER.

El director y guionista de After Midnight es el protagonista, Jeremy Gardner, y tengo muchas cosas que decir a favor de Jeremy. Una de ellas: este cojudo es divertido y la pasa chancho filmando. Lo que no es poco entre tanta impostura cinematográfica que solemos ver tanto internacional como criollamente. Otra más: tiene un estilo indie que generalmente acompaña con buenos soundtracks y con escenas prolijamente construidas. Pocos actores, pocas locaciones, silencios oportunos. Y lo mejor, sabe manejar los tiempos, incluso cuando pensés “mostrame el puto bicho” “entendé: ¡Yo vine por el bicho!”, el buen Jeremy logrará llevarte hasta el final.

En su twitter subió un comentario que le hicieron a esta película: “El verdadero monstruo es quien eligió filmar en una locación diseñada para que su protagonista masculino sude como chancho en cada escena”. Él respondió etiquetando: “Amé esta reseña, y creo que la culpa debe ser dividida en partes iguales entre mi persona, Cristian Stella (Director de foto) y David Lawson (Productor)”.

Ah, el buen Jeremy.

Lo mejor:  una película, en conjunto, bien concebida, bien conseguida, que tiene su propia personalidad  Lo peor: no soy muy fan de su foto (Cristian Stella) y a ratos, para el público que espera el bicho, puede tornarse muy pajera Lo más falsete: agarra un momento de comentario social sobre el lugar de la mujer en una pareja que se pone muy discursivo El mensaje manifiesto: la pareja debe tener espacios y tiempos para que cada uno concrete sueños El mensaje latente: hay bichos en toda relación La escena: la del canto cumpleañero El personaje entrañable: el gato y el bicho El personaje emputante: el buen Hank, por pelotudo  El agradecimiento: porque consigue ser interesante y especial.

THE BATTERY

Y como no hay un roto sin un descosido, hice retroceso histórico-histérico-fílmico de Jeremy y busqué su primera película.

Le costó 6000 dólares y la filmó con una Canon D5. Se la propuso en un bar, así de la nada, a su amigo Christian Stella (Director de foto): ¿Oye, tu camarita podría filmar una peli? El susodicho estaba en la ciudad tomando fotografías porque es fotógrafo de comida, tenía una Canon D5 y era el 2011, y le metieron. Sin planear mucho el rodaje, a punta de instinto, en 14 días se filmaron una película de zombies con la ayuda de amigos cercanos a los que Jeremy les sacó de a 100 $us porque “es una cantidad pequeña como para no perder la amistad si la cagamos”. Ajá. Y uno podría pensar que será súper chafa y amateur, y sí. Sí lo es. Sobre todo la fotografía no me gustó. No es fácil que un muy buen fotógrafo de cámara fija haga una transición exitosa a cámara en movimiento, y nuestro amigo Cristian Stella batalla un montón. A ratos, la película parece como esos proyectos de universidad que tuvo un poquito de mejor suerte. Eso no impide que la disfrutemos, a pesar de que suframos su fotografía, los saltos en la corrección de color, algunos baches de guion, las actuaciones y su paupérrimo maquillaje.

¡Mickey, los audífonos van a hacer que te coman los zombies!

Ben (Jeremy Gardner) y Mickey (Adam Cronheim) son dos jugadores de beisból, y han sobrevivido a una pandemia. Algo desató una especie de enfermedad que hace que la gente se convierta en zombies. Obviamente, el contagio es por mordida. El guion nos muestra esta lucha por sobrevivir vista con la tranquilidad de quien lleva meses inmerso en una pandemia, ya no hay fatiga, sino una especie de resignación o de costumbre. En algunos pasajes descubriremos cómo se juntaron, y se irán revelando detalles de la personalidad de cada uno. Hay drama, humor negro y tensión.

Nuevamente, tengo muchas cosas buenas que decir de Jeremy. Es un guion sencillo llevado a cabo con mucha solvencia: dos amigos intentando sobrevivir al Apocalipsis zombie. Debido a sus limitaciones de presupuesto, la mayor parte del tiempo las cosas suceden al aire libre y con ellos dos como protagonistas. La música tiene un papel muy importante ya que Mickey se aísla de enfrentar a los zombies o de siquiera poder decir en voz alta que son zombies y mucho menos de matarlos en caso de necesidad, así que usa sus audífonos y la música como escape. Su CD player aporta la banda sonora de la película y muchos, muchos momentos musicales.

¡Oh, pasta dental!

The Battery no es la típica película de zombies y es la típica película de zombies. Cuando no es la típica película de zombies, gana. En algún momento, esta película chiquita y con fallas, mostrará la escena más impensada dentro de una película zombie. Una que no podrás olvidar porque dirás, ah caramba, eso sí que no lo había visto aún. También tiene una secuencia hermosa con una canción hermosa de Rock Plaza Central: Anthem for the Already Defeated. Cuando The Battery es la típica película de zombies es cuando empezás a notar que el maquillaje es una tragedia, y que parece proyecto escolar-universitario.

Sus 30 minutos finales son otro detalle a recordar. Si necesitabas recortar aún más tu locación y permitirte un ataque zombie con lo que te sobra de esos 6000 dólares que le sacaste a tus amigos, voilá: los treinta minutos finales de The Battery.

Y así, no sé si será la pandemia, no sé si será lo que queda de esta triste y terrorífica situación, no sé si serán las ganas de bailar como Ben agarrada a una botella y cantar a grito pelado “No podrán vencernos” en una mezcla de risa y llanto, pero el buen Jeremy me hizo disfrutar este intento bajopresupuestero de película zombie.

Lo mejor:  es divertida y fresca, los escépticos dirán: Zombies para hispters pero: vení que te abrazo, Jeremy hipster  Lo peor: tiene problemitas técnicos Lo más falsete: algunas escenas de Mickey El mensaje manifiesto: en la tragedia hay que ser prácticos El mensaje latente: menos es más La escena: la de la zombie pegada al auto y la reacción de Mickey, y la secuencia del baile de Ben El personaje entrañable: Ben y Mickey El personaje emputante: la pelotuda de Annie  El agradecimiento: porque estos zombies indies y chafas lo logran.

 

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4 Comentarios

  1. No se si me interesarían las peliculas, quizá la primera, la segunda definitivamente no. pero…. que divertida y convincente manera de analizarlas tienes que te despiertan al menos curiosidad sino interés en verlas! Tus articulos son -diría yo- lo mejor de muuuchas peliculas! Bravo Monica

        • a mí me gusta el trabajo que hace La Ramona! que es desde un enfoque más periodístico…date una vueltita! https://www.ramonacultural.com y hay gente que escribe de cine también, como en su momento cinemascine o una página muy chistosa que escribía sobre los que escribían de cine, las pequeñas carnívoras. Pero igual, gracias por tu preferencia =)

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