LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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cine boliviano - page 4

“MATENME”
Por: Mónica Heinrich V. Cine Nacional. Desde hace años estas dos palabras suenan bastante deprimentes. El auge del digital hizo que se “democratizara” la posibilidad de hacer películas y que cualquier crispín se auto rotulara como Director de Cine.
Una etiqueta pesada, que hasta ahora no brilla como se debe. Me he acostumbrado tanto a ver pésimas películas nacionales que voy casi resignada al cine, como una vaca al matadero. Es así que cuando salió Día de Boda, ni siquiera la vi…fueron tantas las advertencias, hasta de gente amiga que suele divertirse con cualquier cosa, que preferí no contaminarme. Quise vivir en la ignorancia, en una pequeña nube donde el decadente cine nacional no podía tocarme.
De más está decir, que encima de los pésimos productos que entregan algunos “artistas” locales, este desparrame de “brillantez” viene acompañado de una actitud soberbia, que en mi caso me tocó vivirla en el ambiente teatral, donde fui interrogada acerca de mis motivos, capacidades, profundidad de conocimientos, estudios y otros, que me permitían criticar una obra de teatro.
Felizmente no conozco a ninguno de los involucrados en Historias de Vino, Singani y alcoba…así que las posibilidades de que un ofendido actor/director/productor me aborde para decirme filosóficamente “vos no sabés nada” se reducen a casi cero. Igualmente, lo vivido hace dos días en el Cine Center, no da lugar a expresiones tibias, ni a consideraciones relacionadas con nacionalismos baratos o premios al esfuerzo.
Historias de vino, singani y alcoba es una mierda de película. Nada más empezar, observaba atónita unos planos que harían a Safipro parecer la Escuela de Cine de Nueva York. El director de esta producción, Rodrigo Ayala, no tiene ni la más peregrina idea de qué hacer con la cámara ni con la dirección de actores, su película tiene el acabado de una telenovela de los 80, duele verla…a mí me daban ganas de gritar: Mis ojos!!!! MIS OJOS!!!
El guión se resume a 7 historias enlazadas con los nombres de distintos tragos, y claro…la temática no es otra que puteríos harto explotados ya en el territorio patrio, donde jamás conseguís encontrarle la gracia al ridículo y donde mirás con nostalgia el letrero de EXIT.
Ejemplo: Senador cholero (infiel) tiene encuentros con x o z fulana, y luego comienza a celar a su esposa.
Ejemplo 2: Viejo se encuentra con muchacha que conoció cuando era niña y queda enamorado al instante. Empieza un cortejo y unos diálogos que hacen temer que la pantalla se rompa en mil pedazos, incapaz de aguantar esa herejía.
Ejemplo 3: Fulano que sufre de impotencia, intenta por todos los medios recuperar su “toque”, pero cada vez que está a punto de cerrar el negocio, tiene alucinaciones y ve un…(no sé qué quisieron que fuera lo que veía, pero resulta ser LA PEOR escena del cine nacional que he visto en toda mi vida)

Ejemplo 4: Fulana, alumna…y fulano, profesor de universidad, enmotelados discutiendo cuánta nota le pone el crispín a cambio del encame.
Ejemplo 5: Fulano suicida, quiere matarse porque el gran amor de su vida se va a casar…una de las historias más estúpidas.

Pésimamente actuada, no hay un solo actor que pueda zafar en este despropósito…el guión no lo permite tampoco. El chiste fácil, el lugar común, el cliché, es ya no el bastón, sino la silla de ruedas donde se sienta este filme. Mucho han apoyado la campaña publicitaria en la figura de Andrea Camponovo, cuya performance de actriz también deja mucho que desear.

Y miren que la idea bien desarrollada, profundizada y no llevada de manera tan chapucera a la pantalla gigante, hubiera logrado un producto sino aceptable, por lo menos digno. Llama la atención que los involucrados en esto, que ya muchos tildan como la peor película del cine nacional, no hayan aprendido nada de la anterior, Día de Boda…y el cuero les alcance para seguir presentando a la luz pública un producto a ojos vista tan malo.

Por ahí escuchaba que había quienes decían que Día de boda fue la película más criticada el año pasado, pero también la que más recaudó…y ahí surge otra contradicción, que es real y que también causa estupor. En la función a la que asistí había un más que respetable público, y la mayor parte de la gente ahí presente, le encontraba el chiste a algo que para mí era absolutamente nefasto.

Entonces aquí se aplica el dicho: “La culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer” Esta gente seguirá haciendo películas mientras sigan consiguiendo auspicios, y el público vaya a las salas de cine. Puede ser bueno y malo. Bueno porque por último, si a ellos les resulta, si consiguen vivir de eso, si les resbala ser señalados como gestores de los peores filmes nacionales, si no les importa el qué diran…seguirán adelante, sin otro beneficio que el personal. Y malo, porque es triste ver al cine nacional en un estado tan decadente, que es ya casi un difunto…

Algunos resaltarán el esfuerzo, pero lo que yo veo es una película hecha por un grupo de amigos, que quisieron pasarla bien filmando algo, y que no tienen ninguna aspiración aparte de la de exhibir el producto. Lo dicho: El guión prácticamente no existe, la dirección es tan mala que dan ganas de llorar, las actuaciones son pésimas, la música es pésima, lo único que está presentable es la calidad de la imagen…en lo demás no sé si hubo la ley del mínimo esfuerzo o definitivamente “se hizo lo que se pudo”.

Cuando Historias de vino, singani y alcoba llegó a su fin, me quedé sumida en un asombrado silencio. Mi compañero de butaca y yo nos miramos sin creer aún la escena con la que Ayala concluye este ejercicio cinematográfico…

Vimos a la gente retirarse, y nosotros nos quedamos ahí, sin saber qué hacer ni hacia dónde ir. Ojalá vengan tiempos mejores.

Lo mejor: Que GRACIAS A DIOS, termina

Lo peor: Verla

La escena: casi toda la película podría entrar en esta categoría, pero relacionada con la peor escena

Lo más falsete: todo

El mensaje manifiesto: cualquiera puede exhibir un compendio de imágenes y llamarlo “cine”

El mensaje latente: el cine nacional apesta

El consejo: No gastés tu plata al pedo

La pregunta: ¿Cuándo se hará una gran película nacional?

EXTRAS
DRAGONBALL EVOLUTION:
Nunca seguí el anime, ni leí el manga en el que se basa la película…pero fui al cine porque supuestamente era la película del momento en USA…. Es un filme para adolescentes, ni muy malo, ni muy bueno. Ñoño, entretenido, que parece más para televisión… y nada más…Goku es entrenado por su abuelo, hasta que es asesinado. Previo al hecho, el viejo le da a Goku una de las bolas
del dragón…luego tendrá que buscar las 6 restantes antes que el malo, malo, de la película las obtenga y llegue el apocalipsis. El espectáculo de adrenalina que se promete, ocurre de una manera lánguida y sin que arañés la butaca. Si a mí que no soy fan me pareció medio soso, cómo será para los otakus (fans del manga y el anime)

HEROE DEL CENTRO COMERCIAL: Siempre me gustó la serie televisiva The King of Queens, donde Kevin James daba vida a Doug, un camionero de UPS, de manera hilarante. Desde entonces, veo sus películas pensando que el gordo va a sorprender en la pantalla gigante…pero no. Aunque el gordo sigue teniendo su encanto, Héroe del centro comercial es una comedia boba, que no alcanza, para nada, momentos de carcajadas. Paul Blart es guardia de un Mall, por esas casualidades de la vida no se percata de que el Mall está siendo asaltado, y luego tiene que hacer de héroe impensado. Con historia de amor de por medio, y unos ladrones que le ponen algo interesante gracias a sus acrobacias, Héroe del centro comercial es para pasar el rato…mediocre comedia, donde Kevin James es el único atractivo.

ASESINO SOLITARIO: Jason Statham es conocido por su papel en The Transporter, y a mí no me dejaba indiferente tampoco. Es así que veo sus películas, casi con el mismo entusiasmo con el que espero los filmes de Vin Diesel (han leído bien)…Asesino Solitario prometía, tenía a Jason Statham y a Jet Li como pareja explosiva, pero desgraciadamente lo bueno está en esos dos nombres. Además de ser aburrida, está mal contada y tiene un giro final bastante absurdo, que es cantado desde el inicio. Es tan mala, que incluso me dormí en varias partes…y eso que estaba Jason para alegrarme la pupilar, pero nada che.

THE INTERNATIONAL (Dinero en la sombra): Interesante película protagonizada por Clive Owen y Naomi Watts. Con un inicio muy bueno, el filme cuenta los entuertos de un banco y los tentáculos de los grupos de poder en cualquier ámbito, ya que como lo dice uno de los personajes: “todos están involucrados”. Owen es un detective que está ayudando a unos fiscales a conseguir pruebas contra el IBBC, un banco que quiere hacer negocios con armas para controlar el mercado en países tercermundistas. El filme es de suspenso, pero ese tipo de suspenso pausado, ya que la historia no es de acción sino algo más como Syriana…aunque se mandan una escenanga en la galería Guggenheim de Berlín, MUY BUENA! Como ya lo dije, se trata de una película interesante, bien contada, bien dirigida, bien actuada, pero para verla cuando no estés muy cansado, porque el ritmo es algo pausado y podés dormirte. Vale la pena para descubrir que mientras uno anda tan tranquilo por la vida, se cuecen pucheros inimaginados en la oscuridad.

FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO: Hoy comienza el festival de teatro. Pasaré mis impresiones en las próximas entregas. No se lo pierdan, será hasta el 26, y aunque (reconozcámoslo) siempre hay cagadas en el cronograma, hay algunas obras que hacen que el peregrinaje festivalero valga la pena. De lo bueno, lo malo, lo feo y lo raro del festival les estaré contando en breve.

DOCUMENTAL: This is it

«El niño sin infancia»
Por: Mónica Heinrich V.

Es paradójico que escriba esta opinión escuchando Billy Jean en la versión onda jazz de Jamie Lancaster. Ajá, no la versión Michael Jackson, sino otra versión. GRAN versión.

Y a estas horas de la noche…recuerdo la anécdota que un amigo me contó sobre Billy Jean: que se rumoreaba que MJ escribió la canción gracias a que una fan (de esas tipo Wesley Snipe en The Fan) le mandaba cartas constantemente, endilgándole la paternidad de uno de sus hijos, y reclamándole el que negara a «sangre de su sangre».

La tipa jodió tanto que incluso le envió un revólver y la foto de la criatura, proponiéndole una fecha de suicidio, donde ella mataría al niño antes, para luego acabar con su vida. La leyenda cuenta que la fan (término demasiado cariñoso para estas personas) finalmente fue puesta en un psiquiátrico y que MJ (epítome de lo raro) enmarcó la foto del supuesto hijo bastardo y la puso en una repisa.

Como esa, hay mil historias sobre las excentricidades de Jacko, término despectivo con que se rebautizó mediáticamente a MJ en sus últimos años de vida (una grosera variante de Wacko, que significa chiflado, loco).

Su obsesión con los niños, con la infancia, su sueño de protagonizar una versión fílmica de Peter Pan, sus extrañas compras (ataúdes, piezas antiguas, momias, animales exóticos), sus poco comunes hábitos (dormir con tanques de oxígeno, su supuesta crionización, sus miles de cirugías), sus supuestas enfermedades (anorexia, depresión, agarofobia, vitiligo, pedofilia), en fin….debe haber pocos seres humanos en los que puedan convivir tantas facetas.

Lo cierto es que el bien llamado Rey del Pop, pasó el final de sus días acosado por demandas judiciales, amagues de ruina financiera, convertido en el hazmerreír de los tabloides que celebraban sus excentricidades pintando a MJ como un tipo decrépito, inestable, cuya fisonomía alterada hasta el cansancio por el bisturí, se fue desdibujando del todo, dejándonos una máscara freak, que en toda su rareza movía a un sentimiento de pena casi irreductible. El ocaso del Rey.

De pronto MJ muere, ocho días antes de iniciar una mega gira de 50 conciertos en lo que sería su despedida de los escenarios. This is it, dijo ante un improvisado público en el que se mezclaba la prensa mundial y arrebolados fans que se congregaron a escuchar el anuncio del tours.

Muere de golpe, sin nada que anticipe el final. Las imágenes de una ambulancia saliendo de la mansión del cantante, mientras un pie de pantalla rezaba: «Michael Jackson habría muerto», sacudieron la retina de incrédulos espectadores.

Y entonces, con esa «coherencia» que adorna al ser humano, todos volvimos a amar a MJ. A ese que abiertamente compadecíamos o rechazábamos. A ese al que muchos colgamos el letrero de culpable ante las acusaciones de pedofilia.

El Rey se había ido. Y al igual que su atormentada vida, su muerte sigue siendo fuente inagotable de leyendas, mitos y suposiciones.Pero si algo sabía MJ era que The show must go on… el concierto que preparaba para dejar con el ojo cuadrado a todo su público, fue capturado por cámaras. MJ no se presentaba en concierto desde el 2001, muchos se preguntaban si era capaz de cumplir con el desafío.

Las entradas puestas a la venta, se agotaron rápidamente, se calculaba que más de un millón de personas presenciarían el espectáculo. Más de 200 horas de ensayo fueron registradas con el afán de documentar el proceso de esta gran despedida. Kenny Ortega, director del show, era quien dirigía esta grabación y luego del deceso, fue quien se encargó de llevar a la pantalla gigante This is it. No podía perdérmelo.

Con la emoción que brinda el saber que se va a presenciar algo surrealista, me dirigí a la premier del Cine Center. Hay que reconocer que hubo un esmero pocas veces visto en un estreno. Se contrataron bailarines que intentaban imitar (sin mucho éxito) el talento que MJ tenía como bailarín. Se creó una atmósfera de ansiedad que no he percibido otras veces y que obedecía, naturalmente, al factor WOW del personaje que motivaba ese homenaje.

Cuando las luces se apagaron, y la sala estaba a reventar, el documental le devolvió la vida al Rey. Testimonios de los bailarines que hicieron casting para ser parte de este tour, dieron una idea de cuál era el tono que Ortega había decidido darle a este Adiós.

La gente que fue parte del equipo de MJ, eran bailarines-fans, músicos-fans, utileros-fans, todos ellos emocionados hasta las lágrimas ante la posibilidad de compartir escenario con Michael.Y así, como un rompecabezas, con partes de distintos ensayos, y mostrando lo que habían preparado para que el concierto sea inolvidable en cuanto a imágenes de apoyo, vimos lo que pudo ser y no fue.

Un MJ frágil, excesivamente delgado, que a pesar de la edad y un estado físico preocupante, bailaba opacando a sus veinteañeros bailarines, cantaba afinadísimo, y estaba pendiente de hasta el más mínimo detalle: puentes, tempos, ritmo, marcaciones, Michael Jackson era un perfeccionista, y lo que es mejor…uno talentoso.

This is it intenta mostrarnos la cara humana, pero también de megaestrella de MJ…todo lo que exhibe es positivo.

Vemos a Michael repetir muchas veces ¨I love you¨ a su gente o ¨Dios te bendiga¨, vemos al hombre infatigable, nos conmueve que con tantos años de carrera encima se deje seducir por los vítores y la euforia de su equipo, que mientras él ensayaba lo aplaudía emocionado, y MJ incapaz de resistirse ante esa respuesta, cante y baile no como en un ensayo, sino como si ese reducido grupo de entusiastas muchachos, fuera un estadio lleno.

Canciones como They dont care about us, Billie Jean, Smooth Criminal, Il be there, Thriller, sus grandes éxitos escritos, compuestos y con arreglos musicales creados por el propio Michael. Escenas como una versión de Smooth Criminal que mezcla a MJ con Gilda y Humprey Bogart; o el 3D impecablemente usado en un ejército para They dont care about us o para una nueva versión de Thriller. Vestuario que se hizo especialmente para este show y que tenía elementos jamás usados hasta el momento.

Ese instante cuando interpreta junto a Judith Hill, I can´t stop loving you…sencillamente mágico. Conmovedor. Como lo es ver su rostro deformado, su aspecto delicado y sabiendo que tiene 50 años, verlo soportar sus coreografías, y a pesar de que en ningún momento lo vemos detenerse, como otras informaciones afirman, a pesar de que en ningún momento nos cuentan que cancelaba ensayos por agotamiento y lesiones, a pesar que según allegados vivía semidopado de tanto medicamento que ingería, intuimos que si no hubiese muerto, iba a ser muy difícil para él seguir el ritmo de 50 conciertos con un show como ese.

El documental, muestra el lado bonito. No se puede alabar su factura, porque su valor o atractivo recae únicamente en la figura de Michael Jackson, a quien gracias a su inesperada muerte deseamos ver con morboso interés. No existe espectacularidad en el montaje, ni en la propuesta de dicho documental, todo eso lo aporta el Rey del Pop.

Finaliza de la manera más ñoña del mundo, con un ritmo que decae, pero aún así…después de ver cómo era MJ, da la impresión que le hubiera gustado.

Lo que te deja This is it es tan emocionante, que pensás con rencor en tu YO pasado, ese al que nunca se le ocurrió invertir tiempo, dinero y esfuerzo, enir a ver a Michael Jackson en concierto al vivo, peregrinando a algún rincón del planeta.

Un concierto que ahora es imposible, pero que quedás añorando.

MJ murió, la gente vuelve a amarlo, ya no lo miramos solamente como el freak, como Jacko, no…

Ahora vemos a ese genio que cantaba desde niño, pero que nunca fue niño y se convirtió en un adulto obsesionado con la infancia.

Es el mismo mito que adorado por millones de personas, en una entrevista dijo: «Incluso cuando estoy en casa, me siento solo. A veces me siento en mi habitación y lloro. Doy vueltas por el vecindario en la noche, solamente esperando encontrar a alguien con quien hablar. Al final termino regresando a casa».

– LO MEJOR: Michael Jackson

– LO PEOR: Hay momentos en que se cae

LO MAS FALSETE: hmmmm nada, aunque luego los hermanos de MJ dijeron que había dobles de Michael haciendo algunas escenas.

– LA ESCENA: I cant stop loving you, y cuando se intercalan imágenes de MJ de niño, mientras canta canciones de los Jackson 5

EL MENSAJE MANIFIESTO: El Rey vive

– EL MENSAJE LATENTE: Nada es lo que parece

– EL CONSEJO: Vela en cine, vale la pena ver las coreografías y escuchar las canciones en pantalla gigante.

– LA PREGUNTA: ¿Por qué tiene que morirse la gente para que realmente se valore su trabajo?

EXTRAS

EL ASCENSOR: Pues sí. Me toca la ingrata tarea de dar un paso al costado de todo lo dicho hasta ahora sobre El Ascensor, y decir que nunca fue tan cierto aquello de que cada hombre es una isla.Y entiendo que en esta triste vida, todo es cuestión de gustos, no quiere decir que el que la encuentre excelente no sepa un sorete de cine, ni quiere decir que porque a mí no me gustó, suceda algo similar.

Quizás sea el hecho que el temita de crispines encerrados en un ascensor lo he visto como tres veces, dos con mejores resultados, una en una peli ochentera de corte independiente que no recuerdo cómo se llama, pero que básicamente trataba de un grupo de 5 personas que se quedan atoradas en el pinche ascensor, uno de ellos acababa de robar un montón de plata…y por la precaria situación, coronada por cientos de miles de dólares en un maletín… comienza a aflorar la barbarie en el corazón de los cautivos. Otra, Elevator Movie…también de corte independiente, muy surrealista, acerca de una pareja freak que se queda encerrada en un ascensor por meses, rarita, pero arriesgada, en su momento me pareció una muy buena propuesta. La más reciente la vi este año, llamada Blackout, protagonizada por la misma actriz de la serie Joan of Arcadia…el argumento es sencillo, tres crispines quedan encerrados en un ascensor y uno de ellos resulta ser un asesino en serie, la chica tiene asma y todos están desesperados por llegar a sus respectivos destinos, suspenso hollywoodense a pleno…dirigida por un mexicano, bien filmadita, pero de regularona para abajo.

A esas experiencias con películas sobre ascensores estancados, sumémosle que yo fui una de las pelotudas que vio como tres veces el videíto en youtube del pobre tipo que se quedó atrapado en un ascensor durante 41 horas. Tal cual un reality, la cámara de seguridad capturó todo lo que haría una persona común y corriente… las fases que van desde la desesperación, la búsqueda de un escape inmediato, la resignación, el cansancio, la esperanza, etc…

O sea, para que una trama como ésta consiga hacerme aplaudir de alegría, tendría que ser jodidamente buena. Ya nomás empezar la proyección de El Ascensor, fui bombardeada por marcas que auspiciaron la película, de manera muy poco sútil…lo que consiguió que me sintiera viendo un spot criollo.

De todas formas, ese pequeño rechazo inicial pasó de largo conforme el filme se fue desarrollando.¿Argumento de nuestra versión boliviana de ascensores estancados? Un hijito de papá, interpretado por Pablo Fernández, es secuestrado por dos sujetos, uno el personaje de Jorge Arturo Lora y otro el personaje de Alejandro Molina.

Por x motivo (me reservo detalles) van a un edificio donde quedan encerrados en un ascensor, para más “problema”… en carnaval. Ajá…eso para justificar que queden como mensos tres días sudando, compartiendo secretos y cositas. Es así que tenemos un híbrido que contiene drama, humor, suspenso, y hasta animación 3D.

Los personajes tienen un perfil muy claro, aunque el guardia de seguridad sea discordante con la línea interpretativa del resto, y produzca un molesto…llamémosle “ruido” en pantalla.Otro detalle es que quizás el guión me resulta demasiado complaciente, con los respectivos discursos sobre clase social, sufrimientos varios y mensajes a la conciencia, que tanto detesto. Se le reconoce, no obstante, que el humor naif que maneja, aligera mucho la experiencia.

La trama en sí hecha agua por muchos lados, ya sé que podemos escudarnos bajo la premisa de que “ESA ERA LA IDEA” y que el multigénero elegido lo soporta, pero en mi caso dicha excusa no me convence.Las actuaciones, por momentos, me parecen màs adecuadas para un espacio teatral, pero no llegaron a disgustarme.

Alejandro Molina hace un buen trabajo, y Pablo Fernández tiene un ángel innegable para la cámara , aunque se muestre algo tibio en momentos claves, sin contar que sobre sus espaldas cae una “revelación” que termina de ponerle más ingredientes a este sancocho de tantas cosas…

Buen sonido, buena imagen, buenos efectos 3D, son rescatables.Creo que el filme hubiera ganado mucho de haberse mantenido en el ascensor, sin tener que ir afuera a mostrar el asunto de los guardias, y manejando con mayor discreción el tema del encierro, los secretos, y todo el rollo. Películas como El Cubo (que uno tiene que ver sí o sí por lo menos dos veces, aunque el género sea totalmente opuesto a lo visto en El ascensor), donde todo sucede en un espacio reducido, se cuentan sus miserias, mientras intentan constantemente escapar, lograron mantener con mejor tino sus argumentos.

No obstante, me queda claro que El Ascensor, al ser un híbrido de varios géneros puede tomarse ciertas licencias. Esto no quiere decir que por «comprender» estas licencias, haya quedado satisfecha con el producto final.

A rescatar: que entretiene, el sonido, la calidad de la imagen, la idea, los efectos (aunque el momento Matrix me pareció pegado con moco), y algunos gags que alcanzan buenos momentos ¿La dirección? A ver…a Tomás Bascopé se le puede reconocer que hizo una película que sin un gran presupuesto, con una trama sencilla, con un guión escrito por él mismo, y sin muchas pretensiones, está aceptable como un primer ejercicio cinematográfico.

No es desastrosa, ni asquerosa, u otra osa similar.La palabra clave es ejercicio. A grandes rasgos puedo decir que El Ascensor la recomendaría para que se rían un rato, no podría decir que es una excelente película, o lo mejor del cine nacional, mucho menos lo mejor del año, porque estamos muy lejos de eso aún, pero que arrancará alguna risa, eso es seguro.

DIABOLICA OBSESION: Cuando terminó, no podía creer que el guión pertenecía a Diablo Cody…la guionista de Juno, ganadora del Oscar…no. Era risible, Diab
lo Cody que mostró un agudo ingenio en Juno…escribió esta cochinada de guión…y encima fue y reclutó a Megan Fox, como su protagonista. Aquí, la boquifloja de Megan sale de teenager…imaginan su papel? Sí, cheerleader, Lolita, una bitch de pueblo digamos…

Esta coqueta señorita tiene por mejor amiga a una nerd, una ñoñaza de aquellas. Ambas deciden asistir a un concierto de rock, a realizarse en un bar…Megan anda que se saca los calzones por el vocalista, y el vocalista al verla asume que es de esas pueblerinas vírgenes que finge ser mujer fatal. Pues resulta que el sujeto quería fama a toda costa, porque todavía eran una banda menor…y usa a nuestra querida Megan como virgen sacrificada ante el señor de las tinieblas, ajá…Satanás. Resultado? Megan es poseída, resucita luego del sacrificio y para seguir viviendo tiene que comerse hombres…

Todo eso yo te lo compro si está bien filmadito y bien contadito, y si no me ponés efectos chotos, pero no…Malita, malita, cinta disfrazada de humor negro irreverente, pero que en realidad roza el ridículo.

COCO ANTES DE CHANNEL: Biopic sobre la famosa diseñadora Coco Channel. Dirigida por una (para mí desconocida) Anne Fontaine, esta película está bien, o como dicen los gringos…just fine. Nada brillante, ni cautivador, ni siquiera hará que uno se moleste en googlear buscando imágenes de los verdaderos crispines…pero cumple.

Sobria, y correcta…Coco Antes de Channel, es tal cual su título…un vistazo a la vida de este ícono de la moda, ANTES de que fuera ícono de la moda. Audrey Tatou (nuestra siempre querida Amelie) da vida a Gabrielle Channel, una sufrida mujer cuya ansia de encontrar su lugar en el mundo, la llevó a pelear con uñas y dientes su espacio.

Veremos a Coco como costurera, con ansias de ser cantante, prostituyéndose al mejor postor, buscando ascenso social o validación social a través de los hombres que cautivaba gracias a su ingenio, no habrá en la pantalla nada que nos hable de una extravagante fascinación por la ropa o por el diseño. La personalidad de Coco es la de una mujer única, práctica y con una gran capacidad de adaptarse a las situaciones. Una vida marcada por la pobreza y por el deseo de superarse. Un gran amor en su vida, será lo más humano que veremos de Coco, junto con el final…

Con una dirección aceptable, aunque muy falta del factor WOW, el filme se deja ver gracias a una excelente interpretación de Tatou, y elementos como fotografía, sonido y demases, bien usados. Nada que reclamarle, está bien, algo sosa…pero bien.

THEY: (Aclaración, la del cine parece ser la versión francesa y yo vi la versión americana, este dato lo pude recabar gracias a un mail de una lectora del blog de El Deber, se agradece la corrección) Pues me parece una falta de respeto que esta película esté ocupando espacio en la cartelera local. Uno porque es un filme del 2002, que de tan viejo que es ya ni me acuerdo muy bien la trama, y dos porque por lo que recuerdo no se justifica que 7 años después se exhiba en nuestro cine con el letrero impúdico de ESTRENO. Se trata de un filme menor, donde una fulana tiene un amigo de la infancia al que ella considera le faltan unos cuantos tornillos. Vive recordando unas pesadillas que tenían de chicos y anunciando que ELLOS vienen…toda la película vemos a esta chica (estudiante de psicología) correr de aquí para allá espantada, mientras el resto piensa que a ella también se le zafó un tornillo. Lo que más recuerdo es el final…un cague de risa, pretende ser una vuelta de tuerca estilo Shymalan o algo así, pero naranja fanta.

TRAIN: He decidido poner en los extras, algunas películas que vea y no estén en cartelera, para que no gasten plata en huevadas piratas. Bueno, me vi Train nada más porque Thora Birch estaba en el elenco y, por lo general, la muchacha elige cosas relativamente interesantes.

En Train NO SE QUE PASO. La única explicación que se me ocurre es que a Thora le estaba faltando dinero, porque la película es más mala que pollo con salmonella. Thora es parte del equipo de lucha libre americano…y viaja, junto a otros compañeros a competir en Europa.

Ya allá se van de joda y pierden al grupo, es así que haciendo gala de mucha idiotez en el guión, se suben a un tren de la manera más risible del mundo. Un tren donde se trafican órganos, y donde habrá mucho gore. Es tan, tan, tan, pero tan mala, que si te la regalan, tenés que replantearte tu relación con el infeliz que haya osado darte ese obsequio.

EL CORAZON MENTIROSO: ¿Qué harían ustedes si se topan con un filme en cuyo elenco aparecen Winona Ryder, Michael Pitt, Asia Argento, Ben Foster (I love Ben), y Marilyn Manson, entre otros? Exacto. Verlo. Quiero decir que esta amarga noche de noviembre, gracias a la desgraciada de Asia Argento (directora) me quedaré con imágenes en mi mente que NO ME MEREZCO. Disfrazado de Indie contestatario, el filme nos cuenta de una manera s-ó-r-d-i-d-a, las aventuras y desventuras de una drogadicta-prostituta que porque se le canta, decide recuperar a su hijo de la casa de los padres adoptivos de este.

La criatura tiene 7 años, y ni bien su madre lo tiene bajo su cuidado, sufrirá cuanto abuso se les ocurra. Dicho abuso bajo una dirección hmmm “fumada”? sería la palabra? Donde aparecen figuras simbólicas y paralelismos bíblicos que espantarían a alguien más cuerudo que yo. Bien actuada, eso sí, pero innecesariamente pesada, por querer ser irreverente o diferente, el argumento pierde fuerza y gana falsedad.

P.D.: Gracias por los mails, comentarios a favor o en contra de lo escrito aquí, siempre serán bien recibidos…intento contestar todo. Y a partir de la próxima actualización incorporaré música y televisión a la columna.

¨Cuando el todo, no es la suma de sus partes¨

Por: Mónica Heinrich V.

Ahí estábamos.

Lugar: Cine Center. Ocasión: Premier de Rojo Amarillo Verde.
A diferencia de otros estrenos nacionales, una nutrida concurrencia se dio cita en un filme que, para no ser hipócritas, se esperaba como el rocío de la mañana.
Esa era la gran apuesta, donde muchos poníamos nuestras esperanzas, ajá…donde ese apretado abrazo en el que me fundí con el cine nacional al ver Zona Sur, se vería mezquino. Aquí yo me esperaba más que un abrazo, aquí me esperaba abrazo,beso francés y hasta enroscar las piernas de felicidad…algo que me hiciera verter ríos de tinta o en este caso, teclazos en la oscuridad de mi habitación, que me dejaran con los dedos doloridos…
Y no…
Ni abrazo, ni beso francés, ni piernas enroscadas.
Vayamos por partes. En este momento tengo dos opciones. 1) La honestidad brutal, esa que me ha granjeado «tiernas amistades¨ y 2) cumplir con el protocolo social exclamando emocionada: Qué hermoso, qué divino!.
Qué elegir? Hmmm, grave disyuntiva. Sí.
Déjenme pensar…
Puerta 1! Puerta 1!
Empezaré diciendo que RAV (Rojo Amarillo Verde) es un filme irregular, que tiene sus luces y sus sombras, pero que como conjunto no termina de redondearse y que intentó hilar sus tres historias de manera bastante vaga.
La idea es buena, las intenciones también, y estoy segura que la sangre y el esfuerzo puesto en cada segmento bastarían para levantar los pulgares y decir Two Thumbs up! Y sé también, que a veces por muy planeadas que se tengan las cosas, no salen como uno espera…en un rodaje puede suceder cualquier cosa, se viven momentos de mucha tensión que no terminan ni siquiera cuando el producto está exhibido, sin contar que lo que a uno no le guste puede ser excelentemente justificado por el director…
Sin embargo, el cine es una cosa de dos. Por un lado, el que exhibe el trabajo (director y equipo) y por otro, el crispín que se sienta en la butaca a verlo (en este caso yo).
Esta crispina vivenció el momento RAV así:

ROJO
Hace unos años, escribí una opinión que titulé «Me gusta Boulocq». Acababa de ver Lo más bonito y mis mejores años, ópera prima de Martín Boulocq, y quedé convencida que sobre los hombros de este jovencísimo cineasta descansaba parte del renacimiento del cine boliviano. Sí, así de jodido.

A través de los subsiguientes años, pude ver su trabajo como director de videoclips, unos me gustaron, otros no tanto, pero la certeza que Boulocq era talentoso, nunca me abandonó.

Rojo basa su argumento en un cuento del escritor Rodrigo Hasbún. La premisa es simple: Una joven pareja, atraviesa difíciles momentos ante la presencia de un cáncer de seno. La situación es delicada, ya que además tienen una hija pequeña en común.

¿Qué es lo mejor de Rojo? De las tres propuestas es la historia que a nivel narrativo está más redonda, y cuya elegante factura a nivel fotográfico deja una buena impresión. Encima, Boulocq eligió a grandes actores como Daniel Aguirre (excelente actor formado en Teatro de los Andes y de quien hablé en su momento gracias a su espectáculo 120 kilos de jazz) y Patricia García (gran actriz ex teatro Duende, que últimamente trabaja con Diego Aramburo y Eduardo Calla, a quien también en su momento eché la pesada carga de ser una de las mejores actrices del país).

Aunque ambos provienen de las tablas, y muchos actores que hacen la transición ante la cámara, llevan los vicios teatrales a la pantalla, ….tanto Daniel como Patricia, aprueban con sobresaliente, convirtiéndose en un acierto de este segmento.

Con una estética, que muestra cuidado en los planos, no poner la cámara sólo por ponerla, Boulocq cuenta esta historia de manera sobria, íntima y delicada. Pero…aquí viene el pero…

La voz en off que anticipadamente explicaba lo que veíamos y se convertía en una molesta cacofonía de las bellas imágenes, me pareció sencillamente innecesaria. Encima, el lenguaje escogido era mucho más literario que cinematográfico. Ok, podemos nombrar N filmes en que una voz en off, comente ciertas cosas de manera poética, una de mis favoritas : Canciones del segundo piso de Roy Anderson, pero en este caso no hay una contraposición que justifique el uso de este artificio. Con contraposición me refiero a una ecuación simple: si vas a mostrar un plato, no es necesario decirnos que estamos viendo un plato.
Creo que la historia hubiera tenido más fuerza si íbamos descubriendo lo que pasaba poco a poco, y no con alguien interpretando lo que veíamos, pero eso ya es cuestión de gustos.

En general, Rojo me pareció la propuesta más sólida, la que tuvo elementos mejor usados, una buena fotografía con un contenido acorde, grandes actores principales, y la música del hermano de Martín, que permitió creernos (A PESAR DE LA MOLESTA VOZ EN OFF) lo que la pareja sufría.

No me encantó, pero no está mal. O sea, no es un producto con el que me sentí satisfecha, pero por lo menos es cumplidor.

AMARILLO
A Sergio Bastani no lo conocía hasta que supe que participaría en RAV. Sin embargo, tuve la oportunidad de ver dos trabajos suyos…un videoclip con créditos compartidos en la dirección: Youth Cadet y un corto que se presentó en el FENAVID llamado Yard of blondes. Ambos trabajos me mostraron a un director moderno, experimental, que cuida la imagen, pero que a nivel de contenido no me decía mucho.

En Amarillo existe el mismo problema. De los tres directores, es el único que se decantó por usar un guión cuya historia escribió él mismo. Un texto originalmente llamado Historia de hormigas. Básicamente, una mujer le pide a un fumigador que elimine las hormigas que han vuelto a aparecer en su casa, mientras el hombre hace su trabajo, ella y su hijo descansan. El niño se despierta…siente curiosidad y decide ver qué pasa, lo que lo lleva a una «aventura» a travès de inhóspitos paisajes.

Cuando Amarillo empezó, hubo quienes cayeron en los brazos de Morfeo. Por mi parte, me revolví en mi butaca, un poco incómoda, esperando ver algo que nos saque de aquel ingrato sopor. Lo dicho, a nivel técnico no hay nada que reclamar. Más bien existen muchas cosas que admirar, bellos planos, una composición de imagen muy lograda, mucha simbología y cualquier cosa que sirva para echarle flores a lo visual, pueden agregarlo mentalmente a este párrafo.

Sí, Bastani es talentosito también….pero…aquí viene el pero de Amarillo..tanta belleza visual, se pierde ante una historia demasiado ambigua, donde lo folclórico es explotado como un recurso ornamental y donde los personajes sufren de un autismo exasperante. Habrá quien interprete profundas cuestionantes sociales, políticas, psicológicas, y recurra a referencias de «cosas parecidas», para justificar la experiencia, no es mi caso…lo visual no llega al clímax de lo poético como para que compense, lo qu
e por ahí en la charla post premier, alguien definió como una «paja mental».
A destacar el niño protagónico, quien cumplió a cabalidad y con convencimiento su papel de mudo aventurero.

VERDE
De Rodrigo Bellot, lo que más me gustó fue Dependencia Sexual. Y claro, destacar que es un gran productor, eso no hay cómo negarlo. Un productor que además de apoyar a directores nacionales, trajo producciones internacionales al país, haciendo que otros bolivianos puedan participar de un trabajo más profesional.

En el corto que cierra RAV, hay dos cosas importantes, aposté mi dote (una cabra y un ternero) que sería la historia que más gustaría al público cruceño. Por qué?

Porque es la más digerible. Está narrada de manera muy sencilla, muy fácil de comprender, tiene un principio, nudo y desenlace clarísimos. También porque a diferencia de Rojo y Amarillo, el tema criollo está realmente anclado en la historia y para la gente (por lo menos aquí) será fácil identificarse con la trama. Y finalmente, usa algo de humor para no adormecer a una platea que viene atontada con el ladrillazo de Bastani.

Esos puntos no se pueden menospreciar, y siempre se agradece pasar un rato ameno en el cine…la historia? Un joven huérfano, es tomado bajo la protección de un amigo que lo invita a vivir con él y su madre para ayudarlo. Además le consigue trabajo en una estancia, y básicamente lo apoya para que inicie una nueva vida a su lado. El guión se basa en un cuento de Claudia Peña y cuenta con las actuaciones de Diego Paesano, Lorena Suigger e Ismael Suárez.
Hasta ahí lo bueno. El pero, viene con mayor impulso…Estéticamente, es la propuesta con la que menos empatía tengo. No me gustaron los planos, ni la dirección de actores, hay que recordar que todo RAV usó como cámara la RED ONE, la misma cámara que usó Valdivia para filmar Zona Sur y sus comerciales de ENTEL, la misma cámara que usó Soderbergh para filmar su dupla sobre El Che, la misma cámara que puede agarrar una textura casi casi similar a cuando se filma en 35, en cine.

Si comparamos Rojo y Amarillo con Verde, hasta parece que Bellot usó otra cámara. La imagen se ve opaca, no se sacó partido a todos esos paisajes bellísimos que hay en el oriente boliviano que pudieron enriquecer la historia, que grabando a cierta hora del día le hubieran dado una temperatura de color que por lo menos a nivel visual rescate Verde. Y más allá de eso, los planos…una querida conocida, con la que comparto ADN, dijo sin ascos: Parece una telenovela…
De más está decir que la película termina en un decrescendo que nos deja con la sensación que vimos algo más o menos.

Como un todo, ya lo dije, no está bien engranado. La idea central era hacer referencia en los tres segmentos a la madre, y liar ese concepto con la madre patria, subiéndose al barco de usar los colores de la bandera Rojo Amarillo Verde, cosita que en su momento Kieslowski logró plasmar con mayor desparpajo en su experimento francés Rojo, Blanco, Azul. En RAV, sin embargo, el tema ¨boliviano¨, a excepción de Verde, resulta casi un esquema más de marketing que de realidad.

A mí lo que me quedan son 3 cortos, con estética, intención y calidad de producto final demasiado dispares como para que puedan fundirse en una mezcla homogénea.

No obstante, aquí sí hay espacio para el premio al esfuerzo, ya que se trata de una película que en casi todo su metraje tiene aspectos técnicos muy logrados, y el hecho de que tres cineastas se hayan embarcado en este proyecto es de rescatar, aunque el resultado no sea del todo satisfactorio para algunos.

RAV, no quedará en mi retina por mucho tiempo…pero se agradece la experiencia, espero con ansias el nuevo trabajo de Boulocq Los Viejos, y también, por qué no…Perfidia, de Bellot.

El ascensor de Tomás Bascopé, se estrena en breve, habrá que darse una vuelta por ahí y ver qué se cocina por esos trechos. Ojalá, otra vez pueda fundirme en un apretado abrazo con el cine nacional…

LO MEJOR: Aspectos técnicos, y las buenas actuaciones de Daniel Aguirre y Patricia García.

LO PEOR: El autismo de Amarillo y la estética de Verde

LO MAS FALSETE: hmmmm algunas actuaciones

EL MENSAJE MANIFIESTO: Bolivia existe

EL MENSAJE LATENTE: Una madre, es una madre.

EL CONSEJO: Vela, hay quienes piensan que está buenísima.

LA PREGUNTA: ¿Los colores, realmente sienten?

EXTRAS

Identidad Sustituta: Basada en un cómic, esta película está dirigida por un crispín que responde al nombre de Jonathan Mostow, un chico Harvard…de este individuo había visto (de manera macabra) toda su filmografía. Ni yo me la puedo creer después del wikipedeazo. Fue el que dirigió Breakdown con Kurt Russel, la del tipo que perdía a su mujer en un viaje por carretera. También hizo una de un submarino con Harvey Keitel, y claro Terminator 3. Ya se imaginan cómo viene la cosa entonces…

El filme protagonizado por Bruce Willis, entretiene…pero sin apasionamientos. El argumento nos muestra un mundo donde la gente vive a través de sustitutos, especie de clones que uno maneja desde su casa…y que llevan a cabo cualquier función que el dueño del sustituto ordene. Obviamente que si estás en tu casa, y el bicho ortopédico ese sale a la calle, las posibilidades de que vos estirés la pata si un camión le pasa por encima, son nulas. Eso hasta que un arma es creada y Bruce Willis se da en la labor de buscar el origen de ese despelote que pondrá en peligro la vida de millones de usuarios…zzzzzzzzzzzzzzzZZZZZzzzzzzz

O sea bien, tiene unas cuantas escenas muy rescatables, está bien dirigida, lo que quieran…pero no tiene absolutamente nada que luego te impulse a una animada charla o siquiera a googlear el filme. Encima, casi el principio ya uno más o menos huele el ¨gran misterio». Entretenimiento pasivo-agresivo.

Enemigo Púplico: Michael Mann es un buen director, lo ha demostrado con creces en filmes como El Informante, Ali, y Collateral, y no le ha ido tan bien en Miami Vice…sin embargo, a pesar de ser un buen director…es algo, digámoslo…aburrido.

Un Ron Howard más refinado y talentoso, pero con ese tufillo medio soso. Enemigo Público tiene todos los ingredientes para ser un peliculón, una historia INTERESANTISIMA, basada en un caso real…un elenco ESPECTACULAR, encabezado por Jhonny Depp y Christian Bale, y lo dicho, un buen director.

Y la película termina siendo muy aceptable, pero no alcanza niveles de grandiosidad ni por si acaso. La historia nos lleva a la época de la Gran Depresión, los años 30s. Un fulano llamado John Dillinger se dedicó al robo de bancos convirtiéndose en una especie de celebridad, dada su juventud, su galanura y sus métodos medio de dandy. Ofrecían recompensas millonarias a quienes lo entreguen vivo o muerto. Como dije, la historia por sí sola es interesantísima, y hasta tiene romance de por medio, muy al estilo Bonnie and Clyde. Dotada de una excelente fotografía, bonita música, buena dirección de arte, bien actuada, bien dirigida, en general un producto redondito…Enemigos Públicos cumple, pero no sorprende.

La venganza de la casa del lago: Debo reconocer que fui a verla de puro morbosa y sin saber qué esperar. Además que era la única película de toda la pinche cartelera que no había visto, así que otras opciones no tenía. Pensé que iba a ser la típica película adolescente donde mueren un montón de crispines mientras vos te atragantás de pipocas. Pero no. Resultó una sorpresita…a pesar de ser un remake, y encima de Wes Craven…esta ver
sión filmada por Dennis Iliadis, un cuasi desconocido en el celuloide, tiene una primera mitad de película…notablemente narrada.

El tipo se dio el tiempo para crear un clima, para construir personajes y lo hizo con una dirección muy elegante, una familia va a una casa cerca de un lago a pasar vacaciones. Aunque no lo dicen de manera directa, la familia conformada por padre, madre e hija, acaba de perder un miembro…un hijo varón. Con este escenario nos introducen al horror, cuando la hija pasa por violentos momentos en una de sus visitas a una amiga que trabaja en el pueblo. Muy bien contadita, te mantiene en vilo, aunque a partir de la mitad se vuelva más de lo mismo, pero el director es bueno, y bajo un argumento visto hasta el cansancio, presenta algo bien hechito que te atrapa….muy bien actuada también.

EVO PUEBLO
Por: Mónica Heinrich V.
Siempre voy al cine los lunes. Me gusta porque hay menos gente, y generalmente me molesta cuando el cine está lleno por la bulla que hacen algunos desubicados. Hoy me deslicé a ver Evo Pueblo, confieso que me moría por verla. Luego de ver a los actores que interpretaron a nuestro ilustre presidente (igualingos) no podía contenerme.

La primera sorpresa me la llevé con relación a la afluencia. Penés que no iba a ir mucha gente, porque cuando salió Cocalero, en su fin de semana apenas había público. Aquí si bien no estaba a reventar, había una taquilla respetable.

*En la foto los 3 Evos durante la premier.

Para empezar, el formato es digital, no está pasada a 35mm y de entrada te das cuenta que no está bien calibrada para la pantalla de cine, subtítulos explicativos o de traducción quedan cercenados a lo largo del metraje.

No puedo engañarlos, no es una buena película. El guión intenta ser complaciente en extremo, se regodea en escenas que no aportan nada y nos queda la imagen de un Evo bonachón, honesto, trabajador, humano, pero nada más. La película se abre con la muerte de Tupac Katari, y aquella famosa frase de «Volveré, y seré millones», tal cual lo leen.

Después nos muestran la difícil llegada al mundo de Evito, para pasar a parte de su niñez, su amor por el fútbol, su primera novia, etc.. Todo esto matizado con escenas en las que nos indicaban que Evito era revolucionario desde la más tierna infancia, como por ejemplo: Salón de clases, maestro preguntando quién es libertador de américa, ningún niño sabe la respuesta, hasta que Evito dice: Simón Bolívar. Qué TERRRRNURA!, el público no podía más que sonreír.

Y así sucesivamente, una conmovedora intención de plasmar la naturaleza social de todos los actos de Evo. El zoom a la zona donde vivía Evo, una zona totalmente cruel tanto en clima como en recursos, la lucha por sobrevivir, por conseguir algo más. Sus trabajos de albañil, panadero, trompetista. Su gusto por las mujeres, sus chupas, su lealtad como amigo, todos esos aspectos que hoy en día se han perdido de vista ante el Evo Presidente.

Sin embargo, la narrativa carece de un sostén que vaya más allá del romanticismo. Uno de sus grandes defectos es que la historia intenta abarcar DEMASIADA agua que ha corrido bajo ese puente. Es demasiado benévolo y lánguido el líder que la película dibuja.

Hay diálogos que no necesitan ser dichos, que redundan en lo evidente, que diluyen el momento, el clímax que pretende crearse y que no están concebidos de una manera muy realista. Los actores estuvieron regulares, teniendo en cuenta que el casting más que por talento tiene que ver con el parecido físico, puedo decir que esta gente consigue zafar. Valerio Queso y Vidal arrancan sonrisas con sus interpretaciones del Evo joven y del Evo actual. La aparición imperdonable y fuera de tono es la de César Brie, director de Teatro de los Andes, que hace de milico, y consigue crear una actuación totalmente discordante con el resto, con demasiados vicios teatrales, hasta en el texto, que dicen él mismo escribió. Todo lo demás llega parejito hasta ese momento, en lo bueno y en lo malo, pero Brie consigue un desequilibrio muy notorio.

A nivel de fotografía (Valverde) y dirección (Tonchy Antezana), recalco: no es una buena película. Incluso podría tratarse de un melodrama para tv con aires semidocumentales y daría lo mismo.
Todo está alrededor de la figura de Evo, Pueblo. Una figura que consigue conmover, no tanto por la valía del filme como tal, sino por esa historia descarnada de lucha y superación personal, que nadie, ni sus más férreos detractores pueden negar. Confieso que me sentí extrañamente conmovida, aún sabiendo que no era LA película, aún sabiendo que habían manipulaciones y propagandas obvias, sentí una extraña desazón.

El filme promueve una mirada complaciente, sí, pero dolorosa. Tanta pobreza, tantas limitaciones, tantos como él que intentan surgir, que se aglutinan en movimientos sociales, pensando que encontrarán la manera de salir de la miseria, de luchar por los suyos, de dejar de ser «invisibles».

Evo, cuando fue electo presidente de este país, significó una esperanza, una esperanza tan desbordada…que al ver los rostros de la señora de pollera, que agarraba la mano de un hombre «bien» (no miento, estaban en el cine), del señor que fue con su hijo a verla, y que se quedó con la mirada perdida mientras los créditos salían, esa esperanza de su pueblo, sobrecoge…y sobre todo, sobrecoge pensar, que al finalizar este camino, esa esperanza no sea cumplida.

Ojalá Evo, sea pueblo.

La escena: El final
Lo + falsete: Las diálogos
El mensaje manifiesto: Evo, ES pueblo
El mensaje latente: Evo es sufrido, abnegado y bondadoso
El consejo: Mirala, de algo te va a servir.
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