LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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cine americano - page 10

Mi nombre es Cruise, Tom Cruise

Cuando me andaba preguntando debajo de qué tutuma estaría viviendo Tom Cruise, zas!! estrenan por todo lo alto Misión Imposible 4: Protocolo Fantasma.
 
Desde el 2006 que no teníamos noticias de esta saga, en esa época J.J. Abrams metió su cuchara como director y nos entregó una Misión Imposible bastante desangelada e intrascendente. Ethan Hunt, el personaje que interpreta Tom Cruise, no dejó huella en este cinéfilo corazón y las expectativas de verlo renovado, refrescado, o cualquier ado, no eran altas. No. Podríamos ponerle un optimista 0.05% de esperanzas.
 
Además, tendríamos que irnos muchos años más atrás para encontrar un filme donde Tom Cruise no salga con cara de estreñimiento, haciendo una película aburrida/estúpida y/o intrascendente. Diría que hasta la época de Magnolia. Así de lejos, cuando quien escribe era joven y el mundo parecía un mejor lugar.
 
El caso es que contrario a todas las suposiciones, a los elementos divinos que parecían conspirar para que esta cuarta parte sea igual o peor que las anteriores, Protocolo Fantasma es todo lo que se desea de una película de este tipo. Sí, con algunas cosillas de más o de menos, pero teniendo en cuenta que la vi el 25 de diciembre y el espíritu navideño me azotaba el alma, pues se lo perdono.
 
Habéis leído bien, mis pequeños suspiritos azules, Misión Imposible 4 es para verla, y mejor si la ves en pantalla gigante para que vivás el momento Dolby Digital Surround a pleno.
 
Quizás la entretenida experiencia se la debamos a la dirección de Brad Bird, que antes se dedicaba a los dibujos animados, y cuyo currículum está avalado por Los Increíbles o Ratatouille (esta última me representa conflictos que es mejor no revelar) y que en este debut con actores de carne y hueso, demuestra que LO TIENE. Algo así como cuando a Woody Allen le preguntaron por qué no daba clases en alguna universidad, y Woody dijo que no había muchas cosas que enseñar: “Lo tienes o no lo tienes”. Bird LO TIENE, o parece tenerlo, el tiempo dirá cuán bien lo tiene.
 
Josh Applebaum guionista de series como Alias, Fastlane, Happy Town,etc. y André Nemec con idénticos créditos, escribieron el guión de manera efectiva, con algunos bachecillos argumentales que escapan a toda lógica, pero en general, muy superior a las anteriores entregas.
 
En esta ocasión nos hemos ido por lo “simple”. Ethan Hunt es rescatado o, mejor dicho, sustraído de una cárcel húngara. Dizque mató a unos cuantos serbios y dizque su agencia hizo la gran Poncio Pilatos. Pero oh! sorpresa, lo necesitan y van a sacarlo del agujero para darle una misión. Dicha misión involucra al Kremlin, terroristas, armas nucleares, códigos secretos y contraespionaje. Yes!!!Los rusos ar in da jaus!!
 
Obviamente, no estamos hablando de un filme de Michael Haneke sino de Misión Imposible y, como tal, la misión de Ethan Hunt debe ser en apariencia imposible y de estúpida resolución. Que se la realice y vos digás: SON HUEVADAS! es otro tema, Bird nos muestra el disparate sin aburrirnos y sin despeinarse, convirtiéndonos en seres momentáneamente felices.
 
A diferencia de las otras entregas donde se focalizaban en escenas de acción eternas y sin sentido (flashback: Tom Cruise. John Woo. Moto. Cine René Moreno. 20 minutos después: Tom Cruise. John Woo. Moto. Cine René Moreno) aquí las escenas de acción suceden casi en cadena y con el argumento relativamente engranado a eso.

Este “show” de efectos especiales y secuencias que pretenden quitar el aliento, se realiza durante dos horas en las que llegás a decir: “Eso no lo vi venir”, porque no, no lo viste venir.

 
Existen cosas básicas que si yo fuera agente encubierto pensaría concienzuda y paranoicamente, pero supongo que 1) les dio flojera, 2) es Misión Imposible, 3) es la cuarta parte, así que no jodamos con verosimilitudes.
 
Y es que la fastuosa fotografía del señor Robert Elswit permite el olvido u/o distracción de ese detalle y deja con el ojo embelesado en escenas como la del edificio más alto del mundo o la tormenta de arena, escenas que por sí solas aunque el filme apeste, hacen que ir al cine valga la pena. Elwist es otro que LO TIENE y lo ha demostrado infinidad de veces en películas como There will be blood, Magnolia, Punch Drunk Love y hasta la nefasta Gigli (todos tenemos nuestros resbalones).
 
Ajá.
 
Pero y Tom Cruise? Tom está por cumplir 50 años y NO se le nota. Corre de aquí para allá en excelente estado físico (maldito!!) y su interpretación es…hmmm…digna de un filme como este.A él lo acompaña Paula Patton, cuya elección como elemento ornamental (chica sexy hot de película de espionaje) es más acertada que la escuálida Tandhie Newton o la individua que sale de su esposa.
 
Otro que le pone su toque es Jeremy Renner quien interpreta al agente Brandt. De hecho, se rumoreaba que a él se le pasará la tea encendida dejada por el personaje de Cruise, porque algún día Ethan tiene que dejar de correr de aquí para allá en excelente estado físico (MALDITO!!!) así que vayan acostumbrándose.
 
Llegando a los minutos finales, Bird y compañía sucumben ante Hollywood de manera bochornosa alargando la trama unos 15 minutos. Suficiente para que podamos atisbar que no, que definitivamente el mundo no es un lugar tan malo y que sí, (SPOILER) que existen finales bonitos, cursis, donde los personajes principales no sufren y todo termina de tal manera que te vas a tu casa pensando en qué lindo es ser agente encubierto y sacrificarte por la gran Norte América (FIN DEL SPOILER).
 
Mientras tanto, me doy por satisfecha. Protocolo Fantasma rescata esta franquicia del foso al que varios ya habíamos echado tierrita, recupera ese aire original de la serie de TV y, con sus fallas (que las tiene), nos regala momentos de trepidante acción.
Entretenimiento necesario para una masa que SUFRE las fiestas de fin de año y desesperadamente busca evadirse de nostalgias, regalos, llamadas, cenas, festejos, y cohetes de forzada alegría.
 
Gracias, Bird.
 
Lo mejor: entretenida
Lo peor: sus 15 minutos finales
La escena: hay tres excelentes escenas: La del Kremlin, la del edificio más alto del mundo y la de la tormenta de arena.
Lo más falsete: bue…no nos vamos a poner exquisitos
El mensaje manifiesto: Una buena película de acción no es una quimera
El mensaje latente: Se requiere talento
El consejo: Vela en el cine y CON SUBTITULOS
El agradecimiento: entretenida
La pregunta: ¿la que le seguirá mantendrá la vara alta?

CURIOSIDADES

  1. Se filmó en Dubai, Praga, Moscú, Bombay, Vancouver y Bengaluru.
  2. Bird trabajó en Pixar, dicen que la escena del misil que sale hacia los uniteds, apunta directamente a la zona en que se encuentran los estudios de Pixar. Poético.
  3. El edificio Burj Khalifa considerado el más alto del mundo sirvió para filmar algunas secuencias, tiene un altura de 828 metros, 160 pisos y 58 ascensores. En ESTE LINK pueden ver cómo se filmó la escena! Sí, nunca le había encontrado su sex appeal a Tomsito, hasta que vi este clip. Miren las cámaras, el helicóptero! (suspiro)
  4. La iba a dirigir J.J. Abrams, pero no pudo por estar dirigiendo Super 8, así que el trabajo cayó en manos de Bird. Gracias, J.J.!
  5. La escena de la tormenta de arena se filmó con la IMAX. La peli está filmada casi en su totalidad en 35mm, pero esa escena se filmó en 65mm. Cuándo llegará el día que en esta aldea del señor, tengamos una salita IMAX?
  6. Su presupuesto alcanzó los 145.000.000 y ya lleva recaudado 218.645.000

Aviso a la comunidad

Resulta que tenía entradas para la premier de ESTO. Aún sabiendo que mis otros tres compañeros de butaca no gustan de los filmes de terror, me hice la opa, dije que no sabía de qué trataba y nos metimos a la sala 1. Mea Culpa!
Así como de refilón vi el nombre de SAW en la cartelera e ingenuamente pensé que se trataba de un producto del director o guionista de SAW 1. ERROR. 11:11:11 está dirigida por Darren Lynn Bousman, director de Saw II y otritas más, que en el Rotten Tomatoes está aplazado en casi todas sus películas. Y con razón, el tipo tiene menos talento que una larva de mariposa intentando convertirse en pavo real. Que me perdonen los que en el pasado se rasgaban las vestiduras por descubrir cuál de los directores Saw era mejor.
El pobrecito Darren nos entrega una historia que bebe de muchas buenas películas, y que transforma todos esos clichés/homenajes en una de las peores películas que pasaron por la cartelera este año. Muere Darren, Muere!!!
El escritor Joseph Crone perdió a su mujer e hijo trágicamente, desde entonces sufre de pesadillas y no puede superar la pérdida. El filme comienza la mañana del 7 de noviembre y la idea básicamente es que el 11:11:11 pasará algo JODIDO, y que el sujeto en cuestión está rodeado por el 11:11 (su hijo muere a las 11:11, se despierta de pesadillas a las 11:11, lo atropellan a las 11:11, a las 11:11 le sale un uñero, etc) .
Al tipo le empiezan a suceder desgracias tras desgracias, y una de las principales es cuando recibe la noticia de que su padre está agonizando en Barcelona. Hacia allá se dirige el protagonista. Sí, sí, sí. La idea es centrarse en el temita de la mística, premoniciones, asociaciones que hay en torno al número 11 y que supuestamente ha marcado importantes momentos de la historia y de grandes personajes, a eso se suma la teoría de los ángeles guardianes y el famoso portal que se abriría el 11:11:11 en el que oscuros demonios se nos meterían al rancho sembrando caos y destrucción (BOSTEZO)
No sé ustedes, pero el mundo así tal cual está parece muy cagado, dudo que unos cuantos demonios le agreguen mucho a este despelote.
Volviendo al filme, tomando en cuenta la supuesta «base real» y que todo parte de una idea que tiene bastantes seguidores en el mundo (eleveners) puede que la historia parezca «interesante», pero, oh! sorpresa, NO lo es. Es aburrida, lenta, boba, el protagonista no cree en Dios ni en lo religioso, y tiene a su alrededor gente que le recita frases hechas sobre la fe, supongo que con el afán de que saque roncha, pero está planteado de manera tan liviana y cursi que es imposible tomársela en serio.
Muy monótona, mal actuada, mal dirigida, en general una película poco inspirada.
Es muy triste descubrir que el director dice en entrevistas que su filme sigue la línea de El Bebé de Rosemary y que su referente fue Polanski. MATENME!
Para darles una idea del fiasco, el tipo llega a Barcelona y se sube a un taxi, en el taxi supuestamente hay un taxista español, pero NO! el taxista es un actor gringo que finge ser español. Luego en la casa está una tipa que es española, pero que es MUY mala actriz. El maquillaje y los efectos especiales están de pena, y lo acompañan con una musiquita coral que intenta ponerle ambiente a algo sin sentido.
Digamos que 11 minutos después de los 11 minutos que siguieron a los 11 minutos iniciales, miré 11 centímetros a mi izquierda y dije: «Nos vamos?», compañero de butaca 1 dijo: «Esto es una huevada», compañero de butaca 2 dijo: «vamos a comer algo», compañero de butaca 3: «En serio les indigna tanto?». Le dimos 11 minutos más, y luego salimos en fila india hacia el EXIT.
Había leído por ahí que tiene un final «diferente», desgraciadamente sus bichos, apariciones y recursos son iguales a los aplicados en malas películas de los 80s y nosotros ya no estamos para esos trotes.
Avisados están.
Lo mejor: cuando el 11 te golpea tanto que querés irte.
Lo peor: mal dirigida y mal actuada
La escena: todos los horribles flashbacks
Lo más falsete: las apariciones y los «sustos»
El mensaje manifiesto: hay plata en hollywood para seguirla gastando en cosas como ESTA
El mensaje latente: no es fácil hacer buen terror psicólogico
El consejo: No gastés un peso en esta película, si AUN tenés ganas de verla…que alguien te invite al cine , que alguien te preste el DVD o bajátela de internet.
El agradecimiento: la posibilidad de abandonarla
La pregunta: ¿Por qué pagar 45 pesos para ver algo así?

One of us

Freaks es una de esas películas que casi siempre encontrás en las famosas listitas de “20, 30, 50, 80, 100 películas que tenés que ver antes de morir”.

Abrazando esa idea apocalíptica, y con la esperanza de no entrar al cajón sin la tarea cumplida (grítenme ñoña) es que en 1999me conseguí este pequeño gran filme.

Una tarde gris como los días que preceden a las guerras,fue la oportunidad perfecta para verla por primera vez.

Digo por primera vez porque siempre hay películas a las que se vuelve tarde o temprano, yo he vuelto a ésta, he vuelto a Benji, a los Los tomates asesinos, a Un muchacho como todos, y muchas más, sin que prime calidad, director, nienvergadura intelectual (que parece estar tan de moda), sino más bien por ser una película que llega. Concepto prosaico, pero sincero.

Quizás la primera impresión que te deja Freaks, es tal cual el título: una sensación FREAK. De nada sirve la detallada información que se puede obtener del filme como joyita de contracultura o como elemento sobreviviente a la censura. Mientras salen los breves créditos, el trabajo de Tod Browning ya te voló el cerebro y te dejó pensando en TODO. “Todo” puede involucrar desde el planteo fílmico, pasar por las “actuaciones”, el argumento, el subtexto, llegar hasta pajeos sobre la vida, el ser humano, los conceptos de fealdad, belleza, tus propias historias de discriminación positiva o inconsciente, etc.…

Filmada en 1932, en un estricto blanco y negro, saliendo al aire dentro de la primera década del cine sonoro, Freaks basaba su argumento en un cuento intitulado Spurs. Y era Tod Browning, un prolífico director, el que se obsesionaba con este “atípico” proyecto.

Cuenta la leyenda que nuestro amigo Browning tendía a lo raro y lo escabrosito, pero es en su historia personal que podemos ver a la mente detrás de Freaks. Amante de los circos, a sus 16 se casa con la bailarina de uno de ellos, y se marcha de su casa a recorrer el país trabajando como payaso, cadáver viviente, mago y otros.

Se introduce en el mundo del cine de a poco, siendo actor del gran D W Griffith, hasta que tiene un accidente de auto que le deja destrozada la pierna y decide detenerse para dedicarse a ser guionista.

Hasta aquí, ¿no parece una historia de película? Browning, entonces, debuta como director y es conocido por Drácula, siendo el responsable de llevar a la fama al gran Bela Lugosi (suspiro) con quien ya había trabajado antes.

En 1932, de la mano de MGM llega la película que lo llevaría al ocaso de su carrera.

¿La trama? Contextualizada en el ambiente que vio convertirse a Browning en adulto, Freaks se sitúa en un circo. En dicho circo hay atracciones, estas atracciones son los denominados “freaks” o la traducción: Fenómenos. Seres que tienen deformidades o malformaciones como quieran llamarlo, y que son objeto de burla, entretenimiento o temor.

Ajena a esa unida troupe de Freaks, está Cleopatra, una hermosa trapecista que tiene un amorío con Hércules, el forzudo galán del circo. Eso no sería nada, porque Así es el amor, dirían Chino y Nacho, el problema surge cuando esa desgraciada arribista ve en Hans(el enano del circo) a alguien que le puede servir de banco personal. En otras palabras: lo seduce para hacer uso de su dinero.

MALDITA. Así se lo escupen a Cleopatra en una parte de la película. “Sucios, asquerosos…monstruos”, grita ella, transfigurada cuando la vitorean para ser “una de nosotros”.

Freaks se transforma en la historia de un triángulo amoroso, regido por la crueldad y la venganza más supurante.

Porque recordemos lo que sabemos al principio, sabemos que los freaks tienen un código inalterable, y es que para protegerse si alguien ofende a uno de ellos, los ofende a todos. Una versión grotesca y extrema del dicho propagado por Dumas en Los Tres Mosqueteros: Uno para todos, y todos para uno.

Filmada en 36 días, estuvo solamente dos semanas en cartelera, luego de críticas devastadoras y reclamos de espectadores que veían el filme demasiado obsceno, (incluso hubo quien acusó al director de provocar un aborto con el filme) Freaks pasó a un circuito cerrado de exhibición.

Aunque significó la ruina de la carrera de Browning, este filme supone su mejor legado. Un filme irreverente para su época, que echa una mirada cruel, tierna, humana, e inhumana a sus personajes, que despertó profundas pasiones y que sobre todo, demuestra una vez más que la censura no consigue acallar del todo lo que tiene una voz suficientemente fuerte.

Inspiradora para gente como Diane Arbus, Tim Burton, Enrique Bunbury, Los Ramones, Lynch, Jodorowsky hasta Los Simpsons, entre muchos otros, Freaks fue protagonizada por actores cuyas “deformidades” eran reales, no se usó efectos especiales, y el casting abarcó todo el territorio americano para finalmente encontrar a los entrañables Pinheads, a las hermosas siamesas, al guapo joven que no tenía piernas ni caderas, y todo el collage que desfila en el filme, arrancando una que otra lágrima, y despertando emociones encontradas.

Titulado en español como La Parada de los Monstruos, el trabajo de Tod Browning es precursor a su época porque en un mundo bipolar acostumbrado a víctimas y villanos, a abusados y abusadores, una película de 1932 mostraba que tanto la fealdad, la mezquindad y la maldad pueden habitar hasta en los más puros corazones.

Y este pequeño haz de luz es echado sobre nosotros de igual manera con una cruel poesía, digna de cualquier filme de culto. Su escena final recoge esa pureza que hemos perdido de vista en medio de tanta cochina venganza y con eso nos quedamos.

Nunca sabremos si Tod Browning tenía ese final como meta, pero aunque no lo sepamos, nos basta.

Freaks, definitivamente, una de las películas que hay que ver antes de morir.

Lo mejor: diferente

Lo peor: no poder disfrutar del Director´s Cut

La escena: el banquete de bodas y el final

Lo más falsete:

El mensaje manifiesto: Las víctimas pueden ser verdugos

El mensaje latente: Los verdugos pueden ser víctimas

El consejo: Vela. Vela

La pregunta: ¿Cómo sería el primer corte?

Podés verla en: Centro Cultural Santa Cruz, este sábado a las 20:00. Ingreso Gratuito.

CURIOSIDADES

El equipo eléctrico en set era tan lamentable, que durante la filmación varios de los miembros del equipo sufrieron pequeñas descargas.

El final original del filme era una escena donde Hércules cantaba como soprano siendo parte del nuevo show, porque los “freaks” lo habían castrado. La escena recibió tanto rechazo en audiencias previas al estreno, que fue eliminada.

El hombre sin piernas ni brazos, estuvo casado y procreó cinco hijos, antes de morir de causas naturales tres años después de estrenada la película

En Gran Bretaña, el filme fue censurado durante 30 años.

El romance entre los enanos Hans y Frieda, fue llevado a la pantalla gigante de manera muy sutil, ya que en la vida real ambos eran hermanos.

La mujer barbuda, denunció al filme y se arrepintió de haber sido parte de él.

Un miembro del departamento de escritura de MGM que estaba en la producción, nunca se sintió cómodo con los actores, así que evitaba su compañía a la hora de las comidas, y prefería comer solo. Otro grupo emitió una queja formal contra los actores, para que no usaran el mismo comedor. Al final se hizo otro comedor.

El productor ejecutivo le dio la orden a Willis Goldbeck la tarea de escribir un primer borrador del guión, la única guía que le dio fue que tenía que ser horrible.

Los actores comenzaron a comportarse de forma muy competitiva entre ellos y a adoptar actitudes de divos, cosa que hizo que algunas personas de producción hicieran comentarios punzantes sobre lo “freak” que era todo.

El pasado

Para quienes han perdido la fe en eso del arte que supone “adaptar comics” y para aquellos cuya vida en la sala de cine se ha convertido en un “otra vez la misma huevada”, hay buenas noticias.

X-Men Primera generación, toma la tea encendida dejada por las otras entregas de la saga, y…NO APAGA ESA TEA.

A excepción del spin offX Men Origins: Wolverine (flojita, chafa, decepcionante) todas las demás X mens, han sido relatos dignos, bien filmaditos, y donde se trata al espectador como un ser medianamente pensante. ALBRICIAS.

Y es así que siguiendo las peripecias de este grupo de élite, llegamos al principio, cosa no singular ya que cuando una saga empieza por el final es normal que volvamos al principio para ver cómo llegamos a ese final.

Quedó clarito como Sprite, ¿no?

En el pasado vimos a Xavier en silla de ruedas, a Magneto malo maloso, a Mystique azul de envidia, y a los “normales” frikeados por los “mutantes” en una analogía de las diferencias en este mundo lleno de diferentes, la discriminación y el rechazo hacia lo “desconocido”. Vimos todito eso, nos preguntábamos por qué, POR QUE Magneto era tan hijo de Pooh, POR QUE Xavier tan hijo de Gandhi, POR QUE no fundirse en un apretado abrazo entre ambos, POR QUE siempre el mundo tan triste como cuando Wall E juntaba basura en soledad. Tantos POR QUES.

El inglés Matthew Vaughn, responsable de la sobresaliente Kick Ass, dirige con pulso y sin despeinarse, esto que supone la quinta entrega de los hombres X.

Estamos en Polonia, 1944, un Magneto adolescente, atrapado en un campo de concentración judío con poderes incontrolables es obligado por Sebastian Shaw (doctor nazi) a sacarle el jugo a dichos poderes. Para motivarlo, introduce a su madre como elemento de presión. Lo que sucede es el preámbulo de esa pestilencia que impregna el alma de Magneto en busca de la venganza.

Pasa un tiempito, y llegamos a los 60s. Olvídense de los árabes y los problemas con medio oriente, volvemos a nuestros amigos&enemigos comunistas, y a la famosa guerra fría. Magneto y Xavier, ya están grandecitos, Sebastian Shaw sigue por ahí con su síndrome de cerebro: Esta noche vamos a conquistar el mundo.

La CIA, al darse cuenta que están lidiando con algo que escapa de sus controles humanos, autoriza que se forme un grupo de mutantes con distintos poderes que pueda hacer frente al séquito de Shaw.

Aquí empieza el reclutamiento, entrenamiento y origen real de los X men. Vos estás en tu butaca, con tu pipoca y tu soda, siendo envuelto con eficiencia en cuanta travesura te imaginés para que el interés no decaiga, y entendamos a pleno cómo se gesto ese bochinche.

El Profesor X, Magneto, Banshee, Havok, Darwin, Mystique, Beast, serán ese grupo base que tratará de frenar la crisis de los misiles (qué bonito!) y salvar a la humanidad de un cruel destino (qué bonito! La secuela).


Como no puede ser de otra manera, y siguiendo la línea que también proclama el tráiler de Capitán América, esto tiene un discurso bastante americano,de valor civil, defensa de la nación, el ser humano, y el desprendimiento de mezquindades en pro del bien común, donde el resto de los mortales que no llevan la banderita azul roja y blanca son brutos, analfabetos, manipulables, y bla bla bla.

No importa. Los soviéticos son presentados bajo prejuicios anclados ya en el cine gringo, pero como dije haré de tripas corazón y teniendo en cuenta que el filme cumple con su cuota de entretenimiento, un argumento decentito, y unas actuaciones acordes, me declaro satisfecha.

Aparte hay que destacar la reivindicación de un actor como Kevin Bacon en el papel de Sebastian Shaw. Un actor que, me parece, no ha sido justamente explotado por la industria, y que aun puede protagonizar muchos grandes filmes.

Michael Fassbender en el papel de Magneto, le aporta una veta humana a un personaje oscuro, atormentado por la tragedia y el peso de la culpa. James McAvoy como Xavier, cumple con darle idealismo y dignidad a Xavier, a prueba de balas (literalmente). Nuestra amiga Jennifer Lawrence, a quien vimos en ese grandioso filme Winter`s Bone, interpreta a la problemática Raven luego devenida en Mystique.

Las manitos de Ashley Miller, de Zack Stenz que paradójicamente han trabajado en cositas como Thor, se unen a las manos de Vaughn y su habitual colaboradora Jane Goldman, para crear un guion sencillito, sin grandes sorpresas, pero cumplidor.

Ojo que para los fans de la versión papel seguramente supondrá un suplicio por todas las licencias que se han tomado, pero lo dicho, como película que apunta a un mercado específico y que tiene elementos específicos para tal mercado, zafa.

Con un estilo muy sesentero, que ha logrado capturar el aire de esa época, y con la fotografía de John Mathieson, X Men First Class lleva a la pantalla una historia que en los comics que han leído millones de lectores contiene, además de las ya consabidas luchas entre el bien y el mal, un trasfondo moral ypsicológico que hasta ahora el cine no ha aniquilado. Un agradecimiento que será incluido en nuestras oraciones diarias.

Lo único que le puedo objetar aparte de los estereotipos de la “amenaza roja”, es unos efectos especiales que en ALGUNAS partes se ven un poco…como decirlo…baratos, pero que no deslucen para nada una película entretenida y mucho más digerible que el tipo de películas de este estilo que suele entregar la industria.

Lo mejor: Entretenida y que recupera a Kevin Bacon

Lo peor: Algunos efectos y el discurso ultra republicano

La escena: El cumpleaños de Magneto y el de los misiles a la isla

Lo más falsete: el cambio de lealtades de Mystique

El mensaje manifiesto: Todo monstruo alguna vez fue puro

El mensaje latente: El ser humano es el que crea esos monstruos

El consejo: Mirala, está bonita

La pregunta: ¿vendrán más?

CURIOSIDADES

– Bryan Singer director de Xmen 1 y 2, iba a dirigir esta versión, pero en marzo del 2010 declinó hacerlo por estar comprometido con Jack the giant Killer, aunque se mantuvo como productor.

Taylor Lautner, el lobito de la saga Crepúsculo, iba a interpretar a Beast, pero por conflictosde horario, fue reemplazado por Nicholas Hoult.

-El filme está basado en los comics Uncanny X men 1963 y X men First Class (2006)

Vos y yo = Alguien más

Por: Mónica Heinrich V.

El amor punto aparte

El amor puntos suspensivos

¿Quién no se ha enamorado ridícula y estúpidamente? Una cultura cuya base “amorosa” se sustenta en libros, películas, canciones, poemas que ensalzan la relación de a dos como algo sublime, salvaje, comprometido y cuyo final mentiroso dice ser “y vivieron felices para siempre…”, una cultura así, lo único que puede producir son idealizaciones y falsas expectativas.

Pero no señores. No os confundáis, no dejéis que vuestras manos dibujen mecánicamente corazones en los vidrios empañados. Hay una realidad diferente detrás del macabro mercado de peluches y de las Inspiration Cards. Podría escribir los versos más tristes esta noche, escribir por ejemplo sobre Disney, sobre Luis Miguel, sobre Clark Gable y Vivian Leigh, pero lo que nos atañe es Two lovers, traducida al español bajo el sugerente título Los Amantes.

Gracias a  Londra Films podemos disfrutar de esta excelente propuesta que ahora se encuentra en las salas del Cine Center. 

Quiero hablar un poquito de Joaquín Phoenix que en el filme interpreta a Leonard. Joaquín es puertorriqueño (apuesto que muchos no lo sabían) y su vida bien podría ser material para una interesante y extraña biopic. Como todos saben es hermano del fallecido River Phoenix, y fue él mismo quien marcó al 911 la noche que la prometedora estrella moriría de sobredosis. Hijo de un matrimonio que hasta perteneció a un culto, la carrera de Phoenix se ha caracterizado por consistentes interpretaciones. En lo particular, Joaquín me parece un muy buen actor.

Es por eso que ver su nombre como parte del elenco de Two lovers ya me garantizaba un personaje creíble. No me equivoqué. Leonard es un treintañero maniaco-depresivo (bipolar) que fue marcado por el abandono de un gran amor. Sumido en un mundo de inestabilidad, en parte (nos insinúan) por la difícil enfermedad, en parte por su absoluta incapacidad para superar la pérdida de su prometida, Leonard ha intentado quitarse la vida varias veces. 

La primera escena que da inicio a la película, con nuestro protagonista caminando casi poéticamente a través del puente, con su colgador de ropa de tintorería y el slogan cínico, paradójico y emputantemente optimista de su negocio en esa tarde gris, es sencillamente perfecta.

Con un elegante tono narrativo, nos metemos al mundo de este personaje perturbado, solitario, que vive con sus preocupados progenitores en un barrio judío. En estas circunstancias conocerá a dos mujeres: Sandra, interpretada por una querible Vinessa Shaw, es la hija de una pareja amiga de sus padres. Chica buena, ñoña, que ante un pájaro con las alas quebradas (Leonard) siente esa necesidad de cuidarlo, hacerse cargo y estar ahí para él (seguramente condicionada por la cultura “amorosa” de la que hablo al principio) Por otro lado está Michelle, interpretada por Gwyneth Paltrow cuyo talento me parecía sobrevalorado, pero que en esta película nos entrega una más que correcta actuación. Michelle es una bitch, no podemos decirlo de otra manera. ¡¡¡Muere Michelle, Muere!!! Vecina de Leonard, se caracteriza por una personalidad egoísta, manipuladora, plañidera, y voluble. La tipa es la amante de un hombre casado, y utiliza a Leonard como paño de lágrimas, pero al mismo tiempo (me parece) se aprovecha de la calentura emocional y corporal que despierta en nuestro pobre muchacho.

Los triángulos están servidos. Uno entre Michelle, Sandra y Leonard y otro entre Michelle, Leonard y el hombre casado. Es evidente que triángulos y calenturas ya se han visto n veces en el cine desde todos los puntos de vista, y hacer una película cuyo argumento parece básico representa un riesgo si es que no se le pone la magia que la haga diferente. En este caso, James Gray, el director y uno de los guionistas, nos envuelve en esta pequeña historia de tal manera que no podés menos que entregarte a lo que nos cuenta y no podés menos que admirar la sobriedad y el voltaje emotivo que el ambiente del filme consigue transmitir.

Con una atmósfera opresiva, oscura y de evidente autodestrucción, Leonard nos muestra a ese personaje que no encaja. No encaja en su familia, no encaja en su trabajo, no encaja en su adultez. El tiempo pasó, y ahora aparte del frasco de pastillas que lo mantienen conectado a la realidad, no tiene nada. De ahí el poco apego a la vida, de ahí el deseo de terminar esa nada que se extiende al infinito. 

Su gusto por sacar fotos, en las que jamás hay personas, el pequeño departamento que comparte con sus padres, la promesa de una vida laboral a la que no aspira, y un futuro que necesita ser definido de alguna manera a merced de los paradigmas sociales imperantes, empujan a este ser dolorido a la obsesión, a fingir que está bien cuando apenas puede sostenerse en pie, a intentar como último acto sublime de rebeldía un “y vivieron felices para siempre”…

Gray nos golpea con su final, nos da un puñete en la cara…los cuentos de hadas sólo existen como evasión de la amarga realidad. Las lágrimas de Phoenix, la mirada final, me hicieron recuerdo a una conversación que tuve hace un par de años con unos amigos, que seguro si leen estas líneas recordarán. Aún convencida que el puto amor (sí, he dicho puto y qué) existía y nos podía cubrir con un oloroso manto que huela a felicidad, fui sacudida por viejos y sabios (todos menores de treinta) compañeros de trabajo que en medio de una conversa filosófica existencial teñida de humor nervioso coincidieron en esta afirmación: “Uno nunca se queda con el amor de su vida”. 

Silencio aterrado

Abro signo de interrogación El amor Cierro signo de interrogación

Desesperanza punto

Esta vez final

LO MEJOR: Historia íntima, jodida, muy bien filmada.

LO PEOR: deja una sensación oscura al final

LO MAS FALSETE: hmmmm creo que el personaje funcionaba igual sin ser bipolar

LA ESCENA: El final

EL MENSAJE MANIFIESTO: La vida nos arrastra

EL MENSAJE LATENTE: Somos marionetas voluntarias

EL CONSEJO: Mirala, está buena

LA PREGUNTA: ¿el mundo es un día gris?

 

CURIOSIDADES

Es la cuarta película de James Gray

Se filmó a finales del 2007

Es la tercera colaboración entre Joaquín Phoenix y James Gray

El guión está inspirado levemente en Noches Blancas de Fédor Dostoievski

Luego de esta película, Phoenix anunció su retiro de la actuación, felizmente lo veremos en un documental titulado I`m still here: The lost years of Joaquin Phoenix.

Disney, Lynch = WOW!

Por: Mónica Heinrich V.

Era imposible imaginar que David Lynch, NUESTRO David Lynch, hiciera una película con Dinsey. Impensable que ya que la hizo, sea buena. Digo, no es que Disney sea una mierda, sino que Lynch ha creado cosas impresionantes que nada tienen que ver con el mundo de Mickey Mouse. Y dada las nefastas experiencias de otros directores (Hola, Tim Burton) con ese almibarado mundillo, tal cocktail no parecía recomendable.
 
Por eso es que este filme sorprende. Sorprende, conmueve, enamora.
 
Con una sencillez exquisita, Lynch nos cuenta la historia de Alvin Straight (interpretado por un extraordinario Richard Farnsworth). Alvin es un tipo de 80 años. Se encuentra en la postrimería de su vida, tiene mal las caderas, principio de enfisema, una posible diabetes y la vista ya no le funciona bien. Convive en un pueblito de Iowa con Rose (Sissy Spacek) , su hija cuarentona que sufre de un leve retraso mental y problemas para hablar. Una noche le
 avisan que su hermano Lyle ha sufrido un infarto. Lyle vive lejísimos, en Winsconsin.
 
Nuestro protagonista tiene una rencilla de décadas con su hermano, y por ese motivo no se hablan desde tiempos inmemoriables. Cuando ve que la estantería está comenzando a fallarle(s) en serio, decide ir a visitarlo. El motivo de la disputa jamás es revelado, el motivo por el que emprende el viaje, queda tácitamente comprendido.
 
Un tipo sin mucho dinero, viejo, al que no le gusta ni volar ni viajar en bus, tiene que recorrer 250 millas a través de la América rural. Sin auto y sin absolutamente nadie que lo apoye en tan encomiable viaje, agarra la podadora de su casa, y montado en el
la le hace honor al lema de: El mundo es de quien se arriesga.
 
The straight story es un proyecto que en manos de otro director puede fácilmente caer en el ñoñerío gratuito y sensibilero. Gracias a Dios, a Lynch el pulso no le tiembla para mostrar exactamente lo que se necesita mostrar, para decir sin decir, sin remarcar o amplificar pequeñas escenas.
 
La travesía estará cargada de obstáculos y personajes de muy distintos talantes. Lo mejor es que el guión escrito por John Roache y Mary Sweeney no está exento de humor, drama y hasta tensión. Las seis semanas que el viaje dura son condensadas con precisión en casi dos horas de metraje que se pasan volando, acompañando a una hermosísima fotografía propiedad del señor Freddie Francis, que ya había trabajado con Lynch en aquella gloriosa película llamada El hombre elefante. 
 
Como espectador no queda otra que apegarse a Alvin como si se tratara de un viejo amigo. Pujar porque llegue a destino, porque ese reencuentro entre dos seres que comparten sangre, infancia y un pasado, se concrete. Cuando pensás que no se puede poner mejor, te topás con la escena del bar. GRAN GRAN escena. Esa escena sola, hace que la película no sea sólo buena, sino soberbia. 
El final llega tan simple como el inicio, mostrándonos a ese Lynch que sólo se puede amar. Amar como a este pequeño filme. 
 

Lo mejor: Una película muy bien dirigida, muy bien actuada, muy bien guionizada, a la que no se le puede objetar nada.

Lo peor: Nada.

La escena: La del bar y el final.

Lo más falsete: Nada.

El mensaje manifiesto: La sangre jala.

El mensaje latente:  La vejez te da la sabiduría necesaria para acortar distancias que una juventud estúpida creó.

El consejo: Vela! Prometo que no te arrepentís.

La pregunta: ¿Lynch será tentado por Disney otra vez?

CURIOSIDADES
 
– La historia es basada en un hecho verídico ocurrido en 1994. El anciano de 76 años, falleció tres años después de hacer el viaje en el que el filme se inspiró.
– Para los que fuimos tocados por la magia de la serie canadiense: Anne the Green Gables, recordamos a Richard Farnsworth como el actor que interpretaba entrañablemente a Mathew Cuthbert.
– Fue la última película de este extraordinario actor. Richard se suicidarí al año siguiente de un tiro de escopeta, después de padecer una larga enfermedad.
– Richard fue el actor más viejo en ser nominado al Oscar, contaba con 80 años cuando fue nominado como mejor actor por el papel de Alvin. Lastimosamente, no ganó.
– The straight story, fue filmada en orden cronológico.
– El nombre verdadero del hermano de Alvin no era Lyle sino Henry, pero se le cambió el nombre porque éste no quiso que apareciera el verdadero.
– Tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares.

It was perfect

Plié

Darren Aronofsky. 41 años. Nacido en Broklynn. Judío-Polaco. Esposo de Rachel Weisz. Nuevo divorciado. Un hijo. Henry Chance. Chico Harvard. Quiso ser Animador. Es director de cine. Graduado en Antropología Social. Chico Harvard, con honores. Igual que Tommy Lee Jones, que se graduó en Artes. Con Honores. Igual que Natalie Portman que estudió Psicología. Cuatro Cortos. Supermarket Sweep. Fortune Cookie. Protozoa. No Time. Cinco Películas. Pi. Requiem for a dream. La fuente de la vida. El Luchador. El Cisne Negro. Premios, muchos premios. Estética. Locura. Adicciones. Fracasos. Soledad. Vacíos. Darren. Aronofsky.

Pas de deux

Darren no es un tipo convencional. En su filmografía siempre se ha sentido una búsqueda, una necesidad de transgredir, de ir más allá. En tiempos en los que el convencionalismo y la falta de “nuevas formas narrativas” se hacen presentes cada vez que vamos al cine, ver una película como Pi, significa una esperanza. Ver Requiem for a dream, lo confirma. Ver La fuente de la vida, nos dice que la delgada línea que separa la búsqueda del exceso se cruza en un segundo. 

Recuerdo que Brad Pitt iba a protagonizar La Fuente de la vida, y ya con el proyecto avanzado, Brad dijo que siempre no. Que no podía. Que no entendía su papel, que “te lo agradezco, pero no”. En ese momento pensé: “Qué pelotudo, está dejando una película de Darren Aronofsky por ir a hacer Troya”. Cuando vi Troya lo agradecí, el Aquiles de Brad Pitt es casi onírico, y La Fuente de la vida era un pajazo, que proyectaba todos los demonios y fantasmas que atormentaban a Darren. Un tormento que era casi imposible compartir. 

Me imaginaba al cojudo, desvelado, acelerado, impetuoso, metiéndole toda esa huevada a su película, como si estuviera bajo los efectos de una droga o de un brote psicótico. Y aún cuando la decepción se apoderó de mi alma, supe que ese era un paso. Un paso hacia la madurez de Aronofosky como director, y que mientras sus detractores lo llamaban pretencioso, ridículo, egocéntrico, excesivo, él estaba por ahí… sumido en su próximo proyectito.

Luego, con El Luchador, se quitó los efectos, se centró en la historia y resucitó a un mito, a un despojo de Hollywood, un guiñapo: Mickey Rourke. Sí, El Luchador puede ser una versión de Rocky más interior, más cuidada, más poética. Sí, abunda en clichés, PERO, lo que la hace diferente (como siempre digo) es que no la filmó Sylvester Stallone, la filmó Darren Aronofsky y punto.

En El Luchador, Darren pensó que sería interesante que el mundo del baile confluya con el de la lucha. Imaginó a una frágil bailarina como parte de la historia. Natalie Portman (digamos) y Mickey Rourke, juntos. Together. Después de una reflexión, dijo: “es demasiado”. Se dio cuenta que la bailarina tenía su propio peso y que detrás de eso había OTRA historia. Una historia que ya había sido atisbada años, muchos años atrás. El patito feo pugnaba por convertirse en cisne.

Fondu-Fondue

Quiero un cisne. Un cisne blanco. Un cisne negro. Quiero al maldito Tchaikovski. Quiero una compañía de ballet. Quiero el típico profesor hijo de puta (Leroy-Vincent Cassel). La típica bailarina obsesionada con alcanzar la perfección (Nina-Natalie Portman), obsesionada con ser la primma donna del boliche. Quiero la típica némesis (Lily-Mila Kunis), la pendeja que no baila TAN bien, pero que, inexplicablemente, tiene el factor Wow. Quiero la típica bailarina desechada (Beth-Winona Ryder), la que ya tuvo su momento y ahora es reemplazada. Tí-pi-co. ¿Pero qué es esto tan típico? No es una historia sobre el ballet. No es una historia sobre la obsesión de ser perfecta o alcanzar un sueño. No es una historia de una bailarina. No es la historia de un gran montaje. Detrás de tantas cosas tí-pi-cas, lo jodido es que es una historia sobre un deterioro, sobre un rompimiento, es la historia de un juguete roto. 

Glissade

Cisne Blanco: Nina Sayers, interpretada gloriosamente por Natalie Portman. Dulce y frágil bailarina que lleva mucho tiempo esforzándose por ser perfecta, por ser la mejor. Nina, a merced de su sueño-obsesión-síntoma ha sacrificado su vida. Tiene una gran técnica, pero la edad ya la está pisando. Eso, hasta que gracias al despido de Beth (extrañada Winona Ryder) consigue el rol principal en la nueva versión de El Lago de los Cisnes. Oportunidad de oro. Brilla. Sé alguien. Haz lo que tu madre no pudo conseguir.

Cisne Negro: Nina Sayers, interpretada gloriosamente por Natalie Portman.  Vive bajo la sombra de una madre freak, frustrada con sus propios sueños, con arranques bizarros (escena de la torta), que la ha infantilizado hasta un punto casi grotesco (peluches, forma de vestirla, de alimentarla). Aislada de diversiones sanas, acordes a su edad, Nina incuba un trastorno psicológico que se atisba en pequeños detalles: Las auto-laceraciones que su madre le reclama “pensaba que no lo hacías más”, han regresado. Una represión sexual perturbadora, así como un súper yo (instancia moral y enjuiciadora) rígido y castigador. Presión Maldita. Desfase. Alucinaciones visuales y auditivas. Delirios. Psicosis increscendo.

Fouetté en Tournant

¿Cómo hago para plasmar un deterioro psicológico? Aronofosky opta por una constante cámara en mano y por tomar la narrativa del filme desde el punto de vista de Nina. Una narrativa claustrofóbica. Oscura. Opresiva. Conocemos al resto de los personajes porque estamos con Nina.  El mundo es visto desde Nina, su angustia, su desespero, su confusión y sentimos cómo Nina, atormentada por este quiebre con la realidad, se desdibuja poco a poco ante nuestros doloridos ojos.

La psicosis no es un tema “bonito”, no se puede pensar que lo vamos a poner con palabritas “lindas” o se intentará describir con imágenes lo que vive alguien que atraviesa por eso. Un quiebre psicótico se vive con terror. Para una persona enferma, lo que sucede a su alrededor por muy bizarro y fuera de contexto que sea, por mucho que su parte racional le diga que NO es posible, es vivido como real. Puede ver bichos, escuchar voces, pensar que hizo cosas, que le hicieron cosas, ser impelida a hacer cosas que nunca pensó que haría, es una angustia absolutamente terrible. Lo que muchos críticos, describen como excesos de nuestro querido Darren, en realidad es un pequeño sorbito de verdad.

Relevé

Con un guión escrito por tres crispines, Andrés Heinz, Mark Heyman y Jhon McLaughling, El cisne negro es una apuesta arriesgada. Los tres, sin embargo, salen muy bien librados de un tema tan gajudo. Ayudados en parte, por una dirección acorde con lo que la situación requiere y un elenco que se deja la piel en las escenas. A eso agreguémosle un trabajo de arte y de fotografía impresionante, y la música siempre MAGNIFICA, EXTRAORDINARIA, MARAVILLOSA del gran gran Clint Mansell, autor de todas las bandas sonoras de las películas de Aronofsky.

Sí, concedo que algunos efectos me incomodaron o me hicieron pensar: “mejor sin eso”, pero creo que la visión de Darren, desbordada en partes, es lo que hace que el TODO funcione. Que nos creamos al cisne blanco, y al cisne negro. Que salgamos del cine apabullados y pensando en su película constantemente.

Retiré

No creo ser la única persona en el mundo, que se quedó muda cuando empezaron a salir los créditos, y que se sintió extrañamente golpeada por la historia. “¿Sería muy pelotudo, que me eche a llorar por El Cisne Negro?” pensaba a punto de…

Sí, me tocó. Y cuando en el cine TE TOCAN, la huevada puede tener defectos, pero se agradece. Que te toquen es raro. No siempre te tocan. Cuando te tocan, es sublime.

El juguete roto cierra el filme de una manera desgarradora. La posibilidad, la mera idea de perder aquello por lo que trabajó tan duro, aquello que ha sido única luz en una existencia vacía, orilla a Nina hacia el abismo. Pero eso no es el motivo, sino el síntoma. El síntoma de años de represión, aislamiento, rigidez, soledades.

Sí. El lago de lago de los cisnes nos dice más o menos cuál será el final de nuestra Odette Portman. Pero eso no importa. Aronofsky nos lleva a través de ese tortuoso y enloquecido camino a su clímax. Un final esperado. Claro. Un final pendejo. Claro. Un final que hiere. Claro. Un final.

LO MEJOR: Una película visceral

LO PEOR: No es para todos

LO MAS FALSETE: Algunos efectos.

LA ESCENA: El cisne negro en todo su esplendor. 

EL MENSAJE MANIFIESTO: La mente es frágil

EL MENSAJE LATENTE: El corazón también

EL CONSEJO: Vela, no esperés que te la cuenten.

LA PREGUNTA: ¿le darán el Oscar a Natalie?

 

CURIOSIDADES

El personaje de Nina, en un principio se llamaría Alexandria.

Natalie Portaman tuvo que ejercitarse durante un año, con grandes bailarines y coreográfos del Ballet de Nueva York. El entrenamiento consistió también en sesiones diarias de natación de una milla.

Portman perdió 10 kilos de peso. El director estaba aterrado pensando que moriría en el set. Le exigía: “tenés que comer”.

El papel de Mila Kunis le fue ofrecido por Aronofsky, sin hacer casting y a través del Skype.

Mila Kunis tuvo que entrenar durante 3 meses, todos los días, 8 horas por jornada, para poder bailar en puntas de pie.

Para las escenas coreográficas más complicadas, Natalie tuvo una doble, la bailarina Sarah Lane.

El presupuesto fue de 13.000.000 de dólares y lleva recaudado hasta el momento más de 90 millones.

El personaje de Vincent Cassel, ha sido comparado con George Balanchine, co fundador del Ballet de Nueva York, conocido por su fuerte temperamento y por dirigir a sus bailarines usando la sexualidad.

Se consideró a Meryl Streep para interpretar a la madre de Nina.

Aronofsky intentó enemistar a Natalie Portman y a Mila Kunis para que la tensión de sus personajes se sintiera más real, ya que en la vida real son grandes amigas.

Portman tuvo dos accidentes fuertes durante la filmación: una lesión en el tobillo que le llevó seis semanas curar, y una contusión en la cabeza que requirió tomografía.

Blake Lively, la chica rubia de The Gossip Girl, audicionó para el rol de Lily.

Portman inició un romance con Benjamin Millepied durante la filmación de El Cisne Negro. Benjamin es uno de los primeros bailarines del Ballet de Nueva York, y fue uno de sus profesores. Ahora Natalie está comprometida y embarazada de Benjamin.

Jim Carrey hizo una parodia del enloquecido cisne negro en uno de los episodios de Saturday Night Life. Se puede ver en youtube.

Fue filmada en 42 días.

Se filmó en formato 16mm.

Facebookeo, luego existo

Por: Mónica Heinrich V.

Facebook. Cara-Libro. Pues cuando me planteé quién podría ser el master-yoda de semejante engendro virtual, tuve claro desde el principio que el perfil psicológico de dicho sujeto no sería precisamente el de un pinche humano normal. Una persona cuyo desenvolvimiento social sea relativamente óptimo, que esté inmerso en esa hoguera de vanidades que supone el tunchi tunchi tunchi de las discotecas, reuniones sociales, y amigos reales, jamás se pondría a pensar en lo bello que sería encerrar sensaciones similares en una granja virtual de realities.

Porque seamos honestos, lo interesante del Facebook radica en su poder como arma letal de espionaje. Ese placer morboso de espiar a todos. De saber qué hace o en qué anda el prójimo, sin tener que mezclarte realmente con él. De ese presente incorruptible, imperturbable, per-pe-tuo donde conviven personas del pasado, personas que queremos sean parte de nuestro futuro y todos esos «amigos» reales y ficticios que son parte del ahora. Está, también, la vacía vanagloria de decirle al mundo que seguís vivo, que existís, que vas al baño, que estás leyendo alguna pelotudez, que te emputa el Nobel, que amaneciste triste como un perrito con diarrea, que tenés una «relación complicada», sí, sólo alguien bien jodido y enfermo podría imaginarse los alcances de trasladar todo eso a una pantallita luminosa, y encima poner opciones que recreen una validación del rebaño (Me gusta, Comentar, linkear, etiquetar) Ese alguien es nuestro «amigo» Mark Zuckerberg, creador, fundador, promotor y gran cerebro detrás del Facebook.

Y Red Social es la película NO autorizada de dicho Rasputín de la tecnología. Sobre esta semibiopic tengo dos buenas noticias: 1) Es la mejor película americana, de alcance masivo, que he visto este 2010 y 2) la dirige un gran gran director: David Fincher, conocido y amado por películas como Seven, El curioso caso de Benjamin Butto y (esperen, voy a llorar al baño) El Club de la Pelea.

Pero esto no nace con Fincher, no. El filme se basa en el libro de Ben Mezrich: Los billonarios accidentales, la fundación del Facebook una historia de sexo, dinero, genialidad y traición. Con semejante título, habrá quienes se pregunten (atinadamente) sobre la veracidad de lo narrado. Pues el escritor, Mezrich, es un graduado de Harvard, y se hizo conocido por escribir los libros acerca del grupo de estudiantes que se hicieron millonarios al estandarizar un sistema de conteo de cartas en los casinos. Libros que después fueron llevados a la pantalla gigante en aquella MALA película llamada 21 Black Jack. Algunos periodistas se dieron el afán de investigar fuentes y posibilidades de lo escrito por Mezrich, las investigaciones arrojaron que se trataba de inventos, de una ficción disfrazada de «Basado en hechos reales».

Con esta referencia sobre la dudosa confianza que podemos depositar en este personaje, muchos habrán esbozado una sonrisa escéptica, PERO en el caso del libro del Facebook, Mezrich usó como primera fuente a Eduardo Saverin, el otrora mejor amigo, hoy enemigo, ex demandante de Mark Zuckerberg.

El libro narra lo mismo que la película: Año 2003, un genial pero pendejo Zuckerberg empieza a crear la red social que cambiaría para siempre la manera de comunicarnos. En este camino a la posteridad, dicho personaje es apoyado por Eduardo Saverin, mejor (único) amigo de Harvard, que además es el que pone el capital inicial para echar a andar la «vecindad». Como en todo negocio que tiene éxito, las rencillas comienzan a aparecer, al igual que los arrimados. Lo que era un dúo dinámico: Zuckerberg-Saverin, se contamina con la llegada de otro crispín, Sean Parker, el creador del NAPSTER, que sumido en las drogas y con sus 15 minutos de fama perdidos, se sube alegremente al barco del Facebook. Nos pintan a un Zuckerberg plano afectivamente, nulo socialmente, obsesionado con pertenecer a ciertos grupillos de poder (un equivalente serían las pinches decadentes logias de este pueblo) y con una necesidad de reconocimiento rayando lo patológico. A eso sumésmole su desprecio por todos aquellos seres que no comparten su IQ y su inexistente remordimiento ante acciones rastreras.

Es así que Zuckerberg termina demandado por dos flancos, uno su ex mejor amigo, socio, compinche, inversor: Saverin y otro, por los hermanos Winklevoss quienes alegaron que Mark les robó la idea… corrijo, la millonaria idea.

Qué hace el director David Fincher con esto que parece una telenovela? Hace una gran película. Sí. Con un manejo del ritmo envidiable, y una narrativa sobria, nos cuenta todo lo ya dicho intercalando tiempos, demandas, y situaciones, como si de un rompecabezas se tratara. Una propuesta que tiene como eje central a un personaje rico (no sólo en billetes) como Mark Zuckerberg y provoca que salgamos del cine debatiendo cuyo hijo es el Facebook y si ese pequeño cabroncito de Zuckerberg merece entrar al cielo.

Uno de los grandes aciertos están en el guión escrito por Aaron Sorkin conocido en el ambiente por ser el guionista de la serie para TV The West Wing, confieso que nunca pude ver un solo capítulo, pero los diálogos creados para la boquita de Zuckerberg son precisos y contundentes. Como también lo es la música de Atticos Ross y de Trent Reznor, líder de esa mítica banda llamada Nine Inch Nails.

Evidentemente que existe una visión parcializada a favor de Saverin, que en resumidas es el que vendió su alma al diablo (Mezrich) dando testimonios sobre la fundación del Facebook. No creo que Saverin fuera tan ingenuo o pelotudo como se lo pinta, una tierna gacela campestre que fue abusada por depredadores salvajes, y quizás nuestro amigo Zuckerberg tampoco fue tan hijo de Pooh. La verdad, como dice el reguetón Nadie lo sabrá…shhhh shhhh

Jeff Cronenweth es el encargado de la dirección de foto, y son los mismos ojitos que se encargaron de esa labor en El Club de la pelea. Este tipo es hijo de otro gran director de fotografía, el señor Jordan Cronenweth que fue el encargado de Blade Runner. O sea, estamos ante una película que tiene en todos sus campos a nombres de peso y talento.

No menos talentoso es el casting. Un casting donde destaca Jesse Eisenberg dando vida al poco amigable Zuckerberg, quien en la escena que da comienzo al filme «lo borda», como dicen los españoles. También tenemos a ,Andrew Garfield como Saverin y Justin Timberlake como Sean Parker.

Concederé que quizás la trama se alarga demasiado, y que 2 horas para estar con el ojo pelado viendo cómo se pudren las amistades, y las relaciones personales gracias a los avatares tecnológicos y sobre todo, a los figuretismos y ansias de dólar, es como too much. Pero lo vale. Así como valen la pena los 50 millones de dólares que se invirtieron en esta película modesta, bien filmada, que nos hace recuperar las ganas de ir al cine a ver BUEN cine.

Red Social, sin duda es una de las grandes películas del año. Encima trae a colación un tema espinoso como el desarrollo de nuevas formas de comunicación, una comunicación que hoy por hoy se hace en un cuarto, a solas, y que involucra las más bajas motivaciones: el exhibicionismo, el narcisismo, el vouyerismo, y una pequeña burbuja llena de espejos y micrófonos.

La escena final, la escena que luego de 121 minutos de proyección se te queda grabada en la retina, es la propia. SPOILER Un tipo de 26 años, billonario, esperando que una tipa que no lo puede ver ni en pintura le acepte su solicitud de amistad…

No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras; sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.

CURIOSIDADES
– Se hicieorn 99 tomas para la primera escena del filme, la de la charla entre Zuckerberg y su novia.
– Las escenas dentro de Harvard se filmaron en el Wheelock College, ya que Harvard negó el permiso para filmar en su campus, cosa que hace desde que Love Story (1970) dejó daños de consideración cuando les dieron permiso en esa época.
– Fue filmada con la Red One a 4k de resoluciones.
– David Fincher ha sido director de videos musicales como Vogue (Madonna), Who is it (Michael Jackson), Love is strong (Rolling Stone) y Born this way (Lady Gaga) entre otros.
– Red Social lleva recaudado más de 180 millones de dólares.
– En la vida real, Zuckerberg es un filántropo que ha donado hasta el momento más de 100 millones de dólares de su fortuna personal. Sus críticos creen que es una forma de limpiar su imagen, tomando en cuenta el estreno de la película que no lo deja bien parado.
-Ante la imposiblidad de encontrar gemelos idénticos que den la talla para lo que Fincher buscaba, los hermanos Winklevoss fueron caracterizados por dos actores no relacionados Armie Hammer y Josh Pence, que el director pensó eran suficientemente similares, en las tomas donde se ve el rostro de ambos, la cara de Josh Pence fue reconstruida digitalmente con una imagen de Hammer.
– Sólo Justin Timberlake conoció a su personaje Sean Parker antes de filmar la película.
– El primo de Jason Einsenberg (Mark Zuckerberg en el filme) trabaja en la vida real para Facebook, muy cerca al Zuckerberg real.
– Hay un cameo de Aaron Sorkin, el guionista, que aparece como uno de los ejecutivos con los que Zuckerberg y Saverin se reunen. – La actriz que se menciona durante la película, cuando existe el diálgo sobre lo que ha dado Harvard al mundo: «19 Nobels, 15 Pulitzers, 2 atletas olímpicos y una actriz de cine» es Natalie Portman, que fue parte de Harvard entre 1999 al 2003, y que brindó información confidencial al guionista sobre lo que sucedió en el campus cuando el facebook estaba gestándose
– Toda la ropa que usa el personaje de Zuckeberg, es ropa que el Zuckerberg real usó.
– David Fincher es el encargado (GRACIAS DIOS, GRACIAS) de filmar la versión americana de la saga de Stieg Larsson. Actualmente se encuentra filmando el primer libro: El hombre que no amaba a las mujeres, que será llevado a la pantalla gigante con el nombre de: La chica con el tatuaje de dragón.
– Una vez se resolvió el tema legal entre Zucerberg y Saverin, Saverin rompió contacto con el escritor Mezrich.
-Zuckerberg afirmaba que nunca vería el filme, finalmente terminó viéndola y uno de los comentarios que hizo fue que a pesar de algunas fallas, por lo menos acertaron en la ropa.

Lo mejor: excelente filme

Lo peor: algo largo, y claro, viene con las tintas cargadas

La escena: la escena del principio y la del final

Lo más falsete: hmmmm

El mensaje manifiesto: hay gente que no necesita amigos

El mensaje latente: cualquier gran amistad puede ser rota por un par de dólaresEl consejo: Vela, está buena

La pregunta: ¿cuántos amigos reales tendrá Zuckerberg?

QUE MAL AÑO
En la otra esquina tenemos a El Pocholo y su marida.
Han leído todas las cosas lindas que sentí al ver Red Social? Pues por el mismo precio, exactamente la misma cantidad de dinero, podés ver El Pocholo y su marida. ¿No les parece lo más absurdo del mundo? Es como que te cobren lo mismo por ver a Plácido Domingo que por escuchar a un cantante desafinado con la guitarra rota y un coro de gallos de fondo.

Fui a la premier esperando que al tratarse de una comedia, por lo menos me parta de risa como ha sucedido con Sirwiñakuy, Cruces, Provocación, etc.. pero contrario a todas mis expectativas, la «película» me resultó muy aburrida y por momentos, bastante desgradable.

Me es muy muy difícil conectarme con la premisa, que quizás en un café concert en cuyo contexto el sketch de Pocholo puede durar un total de entre 5 a 10 minutos, arranque una que otra sonrisa (de mi parte), pero en un filme donde estirás dicho sketch hasta la hora y cuarenta, es una tortura de proporciones épicas.

Y OJO que nadie discute las capacidades actorales de Guery Sandóval o de alguno de los involucrados como Pedro Grossman o la Erica Andia o Guillermo Sicodowska, quienes han demostrado muchas veces que talento hay. El problema es las pocas aspiraciones a trasladar ese talento en algo que no sea sólo la excusa para decir con orgullo «volcamos taquilla» o «al público le encanta». Yo también soy público y no, no me encanta.

El otro día, un amigo me comentaba su experiencia como parte de una reciente película nacional. En dicha película nacional se vieron con la disyuntiva de que no tenían presupuesto y que todo lo que consiguieron fue 400 dólares, nada más. La disyuntiva, obviamente, era hacer o no hacer la dichosa película. Además de los 400 $us, no iban a tener director de foto y obviamente cualquier cosa que se logre iba a ser con la ley de lo mínimo. Escapa a mi entendimiento, cómo decidís hacer una película si no tenés las condiciones. Pero esta gente decidió hacerla.

Ese es sólo un ejemplo de cómo se maneja el tema del “gran” andamiaje cinematográfico nacional: El hacer x hacer. Hecho confirmado en las películas bolivianas estrenadas este año. En Pocholo y su marida, trabajó gente que conozco, y algunos que conozco de hace años, otros que recién tuve el gusto de conocer, y que así como trabajaron en este filme, igual trabajaron en Y también la lluvia…por dar un ejemplo. Eso nos dice que no es el equipo lo que no funciona, sino el proyecto.

Pocholo y su marida cierra un año lamentable y olvidable. No tengo ni ganas de escribir sobre el argumento, pero ustedes merecen saberlo. La cosa se resume en que Patíbula, la esposa de Pocholo es secuestrada, y Pocholo debe acudir a rescatarla. No es más.

Me senté en la última fila, en ese espacio que da justo a las gradas que te guían a la libertad, y el pudor hizo que no me moviera hasta que salieran los créditos. Una vez salieron los créditos, salimos escupidos del lugar.

EXTRAS
– Aprovecho para avisarles que en enero vuelve PSCINE, estoy haciendo una selección exhaustiva de películas para exhibir y compartir con cualquiera que tenga ganas. Los criterios de selección son: que sean buenas, jodidas, jugadas, raras, y difíciles de conseguir. Más información en las siguientes semanas.

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