Dictado por Billy CastilloEste taller pretende difundir el uso del storyboard como herramienta de trabajo en la producción audiovisual. Se busca que directores, guionistas y el resto del equipo de producción sean capaces de transmitir ideas, explicar planos y acciones a traves de esta herramienta, así como ser capaces de interpretar un storyboard recibido.
Público objetivo: – especialistas de las diversas áreas de la producción audiovisual interesados en adoptar esta útil herramienta de trabajo. – dibujantes e ilustradores interesados en desarrollar storyboards como fuente de ingresos. Alcances: – Interpretar guiones técnicos de acuerdo a normas de estructura y estilo. – Desarrollar técnicas elementales de ilustración. – Desarrollar e interpretar storyboards. Temario: a) Reseña histórica del storyboard. b) Muestras: Storyboards con diferentes propósitos. c) Lenguaje del storyboard. d) Técnicas básicas de dibujo. e) Inversión del proceso: Desarrollo de storyboards a partir de producciones terminadas. f) El guión literario, el guión técnico y el storyboard. g) Desarrollo de storyboards a partir del guión técnico. El curso se dictará del 2 al 6 de junio, de 19 a 22 hrs. Costo: $US 30 Cupos limitados.
TIBURONES EN EXTINCIÓN
Por: Directora y Asociados
Y bien, después de cuatro meses de pudoroso silencio, el equipo de Aullidos de la Calle se complace en informar que el nuevo número (el 6) se encuentra listo para ser distribuido y que a partir del lunes podrán recogerlo (gratuitamente) desde los puestos de revistas y librerías del centro.
Qué bonito se lee no?. Pues NO, NO y NO!. Este hijo (el número 6) ya está retrasado con más de 1 año. Y la verdad, para ser sinceros, no hay vísperas de que nos reincorporemos a la versión impresa. Casi se nos acabaron hasta las ganas de reincorporarnos a nuestra versión digital, y hay como un fajo de revistas (de viejos números) que reclaman constantemente esa desidia, esa apatía, esa falta de valor, de lucha, de coraje, cuando en otros tiempos la gente se inmolaba por un ideal (bueno y actualmente también existen esos «próceres»). Pues resulta que somos todos una tropa de flojos y encima atenidos a las empresas a las que les interesa más auspiciar carnavales, desfiles y otros.
Pero no importa, en el fondo Aullidos de la calle es un sentimiento (como el santa cruz de antaño, como el tujuré con leche), que sin publicación, igual se mantiene vivo (digamos). Aparte de resucitar el blog, hemos resucitado como equipo, ya que una de nuestras queridas integrantes, Irma Velasco ha retornado desde Brasil, y bueno, tocará organizar buri, junte y charlas protocolares, hablar sobre viejas glorias, pensar en un resplandeciente futuro…y de una vez ponernos las pilas. Pucha, cualquiera cree que hay varios que se cortan las venas por leernos jejeje.
Eso por una parte, por otra…en Bolivia uno nunca se aburre, pasa de todo. En cuatro meses hubo referendums, estatutos, otra vez referendums, ministros van, ministros vienen, declaraciones van, declaraciones vienen…y todo llega a usted gracias a «la magia de estar juntos» …Ahora dizque hasta libro sobre Evo hay: «Jefazo», lo tengo en mi poder y daré una reseña de lo más sincera en breve. Ya de entrada es raro leer una biografía de Evo escrita por un argentino, una experiencia extraña…
En fin, a nivel cultural hemos estado bien, muchos espectáculos para elegir…aunque todavía no sé qué tan cagados en cine, porque hasta ahora no me animo a gastar 30 pesos en Día de boda, después de las reseñas de algunos conocidos. Tendré que dejar de comprar algunas verduras e ir nomás a ver de qué color es el tigre. Se viene la feria del libro (bendita sea) y con esa gran noticia volvemos al ruedo blogueril.La 9na Feria del libro comienza el 28 de mayo y concluye el 8 de junio. El país invitado de honor es Argentina, y el eventito se llevará a cabo en las instalaciones de la Fexpo. Mayor información visiten la web: http://www.camaralibrosc.com.bo/Y por mientras, esito sería…ya estaremos colgando otras cosas interesantes, para dentro de dos meses abandonar a nuestro hijo opa otra vez, perdernos unos cuatro meses y regresar como si nada, echándole la culpa a las empresas jejeje. Mientras tanto…ahí nos vemos.
Gus Van Sant: un poeta entre los desamparados
Por: Irma Velasco
Cuando se presenta cotidiana, casi sutil, la violencia puede ser tan fácil de ignorar como el hecho de no ver a un elefante en medio de un salón. [1]
20 de abril de 1999. Es un jueves cualquiera en el colegio preparatorio de Columbine en Colorado (Estados Unidos). Elephant de Gus Vant Sant recrea aquella rutinaria mañana entre alumnos que practican deporte, van a clases y conversan en el comedor, hasta que sus reiterativas y comunes acciones son interrumpidas por dos adolescentes armados que acaban con la vida de 14 estudiantes.
Van Sant retrata la tragedia a través de una cinta de ficción que por su estética se asemeja al documental.
Premiada en el año 2003 con la Palma de Oro en el Festival de Cannes, la película consolida el regreso de la faceta experimental del cineasta, aquella que tanto aplaudió y reconoció la crítica del cine independiente, en sus primeros trabajos.
A través de una cámara que sigue los pasos de los personajes en cada uno de sus actos, recorremos los interminables y pálidos pasillos del colegio. Casi nos sentimos asfixiados en el laberíntico transito por sus instalaciones; desde los campos de deporte, a la biblioteca, los cursos o el comedor, nos persigue la tensión de una violencia no visible, del presentimiento de una matanza que está a punto de cruzarnos en el próximo corredor.
El filme lejos de buscar respuestas, se centra en una mirada hacia el universo adolescente desde los distintos elementos que lo componen: la familia, los video juegos, un sistema educativo que marginalaza y quizás, el mundo mismo, donde cada día se construye una realidad agresiva que pasa desapercibida.
Sin embargo, ninguna de estas razones se convierte en la causa de la violencia, en si misma. Tanto que, mientras uno de los asesinos juega a matar con un ‘video game’, su compañero, también asesino, toca a Beethoven en el piano.
El lente de Van Sant no solo escudriña los diferentes hechos que envuelven la vida, aparentemente sencilla de un adolescente, también desde una óptica formal ofrece varias perspectivas de una misma acción, ángulos diferentes que fracturan el espacio, rompen el relato y producen cambios en la mirada del espectador.
En Todo por un sueño (1996), el cineasta norteamericano ya había presentado una narración de varios puntos de vista que descomponían la historia para darle un nuevo sentido. Suzanne (Nicole Kidman), una ambiciosa joven que desea convertirse en una presentadora estrella de televisión, intenta eliminar a su marido al considerarlo un obstáculo para su carrera. Mientras se desarrolla este argumento, se suceden una serie de entrevistas frente a la cámara, en las que los personajes involucrados dan diferentes versiones de los hechos, y rompen la temporalidad y la cronología del relato.
Más allá de las coincidencias formales entre el Elefante de Gus Van Sant y sus otros filmes, los adolescentes de la matanza de Columbine también recuerdan a aquellos personajes de las primeras producciones del estadounidense; todos jóvenes que viven al limite de sus vidas.
Así, las chicas bulímicas o los adolescentes asesinos se parecen a los huérfanos de Drugstore Cowboy (1989), en su desamparo profundo.
Cuando Bob Hughes (Matt Dillon), líder de un grupo de jóvenes toxicómanos, que se dedica a robar farmacias y hospitales en busca de drogas y fármacos, decide rehabilitarse debe enfrentase al reconocimiento de dos realidades igualmente duras: la efímera pero certera felicidad que proporcionan los fármacos, breve evasión de una segunda realidad, en la que los huérfanos agotan las posibilidades de acercarse a sus sueños.
Más tarde, Mi Idaho privado recoge y sintetiza éste y otros temas que atraviesan su filmografía: nuevamente la dolida juventud, la homosexualidad y la familia. El filme interpretado por Matt Dillon, River Phoenix y Keanu Reeves, logra imponer a Van Sant como uno de los cineastas más prometedores.
Una notoriedad que creció entre el gran público cuando el cineasta se acercó a los grandes estudios con la realización de Will Hunting (1997), crónica de un joven delincuente (Matt Damon), rescatado por un profesor de matemáticas, que fue recompensada con dos premios Oscar de la Academia.
Posteriormente, trataría un tema similar en Finding Forrester (2000). Dos cintas comercialmente exitosas que lo mantuvieron al margen de su etapa experimental.
Entre tanto, sus adeptos habituados a la originalidad del cineasta, desmerecían este coqueteo con el cine de la industria, y la crítica reprobaba el remake de Psicosis (1998) copiado plano a plano del original de Hitchcock, sólo que a colores.
Pocos entendieron que probablemente, aquella licencia le permitió al cineasta realizar un ejercicio y ponerse a prueba frente a una de las joyas del cine.
Sin embargo, su ambición creativa regresa a la escena cinematográfica poco antes de evocar la tragedia en la preparatoria de Colorado, a través de Guerry (2002). La travesía de dos amigos por el desierto californiano, con una construcción que le permite salir nuevamente de los modelos narrativos tradicionales.
Guerry y Elephant comparten varias similitudes en su afán por romper ciertas convenciones cinematográficas: ambas se desarrollan en un lugar único, fragmentan el tiempo, utilizan varios ángulos para filmar una escena y siguen a través de largas tomas el caminar de sus personajes.
Todas ellas, características ahondadas en su última producción, Last Days (2005), basada en la vida del icono grunge Kurt Cobain, con un sentimiento de búsqueda artística y creativa tan honestas que superan los puros deseos de originalidad.
Nuevamente, la crónica del artista suicida recuerda a los adolescentes de Columbine, aislados por la soledad y encerrados en si mismos, ninguno es capaz de ver al elefante.
Filmografía:
Milk (2008)
Paranoid Park (2007)
Last Days (2005)
Elephant (2003)
Descubriendo a Forrester (2000)
Psyco (1998)
El indomable Will Hunting (1997)
Todo por un sueño (1995)
Ellas también se deprimen (1993)
Mi Idaho privado (1991)
Drugstore Cowboy (1989)
Mala Noche (1985)
[1] Esta leyenda popular inspiró el título de una película de la BBC sobre la violencia en Irlanda del Norte en 1989, Elephant. Titulo que retomó para su filme Gus Van Sant.
Nombre: Brad Renfro Edad: 25 años Profesión: Actor Encontrado muerto el martes pasado, aparentemente por sobredosis.
Una semana después… Nombre: Heath Ledger Edad: 28 años Profesión: actor Encontrado muerto este martes, aparentemente por sobredosis.
La muerte es algo que nos golpea todos los días, con sólo abrir el periódico se asoman los que perdieron la vida de forma natural, accidental o intencional, así como los que la perdieron al nacer, apenas aprendiendo a caminar, adolescentes, jóvenes, adultos y viejos. La promiscuidad del no existir es algo ya común, así como su absoluta e indiscriminada agenda.
Pero en este espectro en que nos movemos los amantes del cine, es fácil sentirse conmovidos o shockeados por la muerte de uno de aquellos que solemos ver en las pantallas, y a quien le sabemos el nombre, edad, parejas conocidas, filmografía, proyectos futuros, etc…El cine sí es una cinta de sueños, como decía Orson Wells, y la gente que lo protagoniza suele convertirse fácilmente en alguien “cercano”.
La primera vez que vi a Brad Renfro fue en la película El Cliente, famoso filme de suspenso protagonizado también por Susan Sarandon y Tommy Lee Jones. En ese entonces Brad tenía tan sólo 11 años, y era evidente que poseía un talento innato que lo hacía parecer una joven promesa. Casualmente, mi hermana menor quedó prendada de este actor y con el pasar de los años vimos casi todas sus películas, incluida aquella de 1995 llamada The Cure, que a nadie le interesa dos pepinos, pero que a nosotras fue la que más nos marcó. No era una “gran” película, pero trataba sobre la amistad de dos niños vecinos, uno Brad Renfro y otro, el también adolescente, Joseph Mazzello. En esta cinta Mazzello tenía SIDA, y el personaje de Brad intentaba encontrar una cura haciendo un descabellado viaje por USA. Muy conmovedora.
A lo largo de los años supimos de su triste adicción a la heroína y a la metadona, así como fuimos testigos de su deterioro físico y múltiples arrestos…no hace falta más que ver sus fotos de adolescente y comparar con alguna de los últimos años. Si bien es cierto que la noticia de su muerte no fue un “sorpresón”, no dejó de causar tristeza saber que este talentoso actor murió a los 25 años, aparentemente por sobredosis, dejando a un hijo en la orfandad. Lo anecdótico vendría al saber que dos días antes de morir se hizo un tatuaje en su espalda con la siguiente frase: “F*CK ALL Y’ALL” (asterisco incluido).
Se puede entender esa frase, si sabemos que ninguno de los padres de Brad fue capaz de encargarse de él luego de divorciarse cuando era pequeño, siendo su abuela la que lo crió. Se puede entender esa frase, si sabemos que Brad fue descubierto cuando participaba de clases de actuación dedicadas a niños y jóvenes con problemas de drogas. Se puede entender esa frase cuando a lo largo de su carrera y tropiezos con la ley, nunca se supo nada de su familia, ni de su “desesperada lucha” por rescatarlo y hoy en su obituario resulta que tenía a sus dos padres vivos, a sus abuelos, a sus padrastros, una hermana, hermanastros, y un desfile de parientes y amigos que se llenan la boca hablando de lo buen muchacho que era, pero no fue ninguno de ellos la persona que abrió la puerta de la habitación donde se encontraba muerto.
Por otro lado, este martes anochecemos con la devastadora noticia de que el actor australiano Heath Ledger también murió, fue encontrado desnudo en su habitación y rodeado de pastillas, en otra aparente sobredosis. Ahora su imagen ocupa todas las portadas y se habla de sus ojos tristes, de un intento de suicidio en septiembre y de una profunda depresión.
La primera vez que vi a Heath Ledger fue en 10 cosas que odio de ti, una simpática película para adolescentes basada en el clásico shakesperiano La fierecilla domada, me encantó. De ahí en adelante pude verlo en su fase pre-fama en producciones menores como Monsters Ball, Ned Kelly, El caballero, etc.. o como hijo de Mel Gibson en El Patriota. No sería hasta Secreto en la montaña, con su personaje de vaquero gay que saltaría definitivamente a la fama. A Heath siempre se le criticó que una vez alcanzado el status de mega-estrella, prefiriera hacer películas de corte independiente y poco pipoqueras. Heath reconoció no ser un estratega comercial de su carrera, pero que le gustaba hacer películas de ese tipo. Una de sus más aclamadas fue Candy, donde interpretaba a un poeta drogadicto envuelto en una relación amorosa hiperdestructiva.
Heath Ledger también sufrió por el divorcio de sus padres cuando él contaba con apenas 10 años, y adquirió un desapego a la vida que muchas veces mencionó en diversas entrevistas. Este mismo Heath, a quien pusieron ese nombre en honor al atormentado Heathcliff de Cumbres Borrascosas es el que aparece muerto a sus 28 años. El 2005 fue padre de una niña, de este nacimiento dijo: ”Ahora no me importaría morir, porque siempre viviré a través de ella”.
El 2008 queda todavía la oportunidad de disfrutar de uno de sus últimos trabajos, esta vez bajo la batuta del dotado Christopher Nolan en la última versión de Batman, personificando, en una curiosa paradoja, a la caricatura de la sonrisa eterna: El Guasón.
Y surge la pregunta: ¿A dónde van Brad Renfro y Heath Ledger? ¿Habrá un paraíso donde se juntan aquellos para los que la vida se tornó insoportable y sucumbieron ante un suicidio abierto, o un suicidio sutil (consumo de drogas)? Me gusta imaginar que en estos momentos Heath y Brad se encuentran en amena tertulia con River Phoenix, Jonathan Brandis, Philippe Lemaire, Hervé Villechaize y otros.
Quizás no haya que buscarle explicaciones a nada, sino aceptar lo que dijo el escritor español César González-Ruano: “La muerte puede consistir en ir perdiendo la costumbre de vivir”.
Instrucciones desde todos los flancos, para defender la democracia y hacerla prevalecer.
1.- “Para preservar la democracia, hay que corretear a sospechosos de ser collas. Si habla como colla, camina como colla, luce como colla, entonces es…Masista” (Unión Juvenil Cruceñista)
2.- “Salvaguardar la democracia es importantísimo, por eso lo primero es taponarse bien los oídos, no contratar ni a traductor de sordomudos, debatir con el espejo y jugar solitario, eso sí hay que largar a los milicos de vez en cuando, no vaya a ser que la democracia desaparezca y nosotros no nos demos cuenta” (Gobierno)
3.- “Como esa Constitución es ilegal, la democracia nos llama a lo más ilegalmente posible, contrarrestar la ilegalidad con un llamado ilegal a la desobediencia civil, a la resistencia civil, así ilegalmente nos autonomizaremos autónomamente, como es nuestro sueño. Cualquier sugerencia en el marco de la ilegalidad, se acepta, eso sí de forma muy democrática” (Comités Cívicos Opositores)
4.- “La democracia no incluye a oligarcas, medialuneros, cívicos, unionistas, logieros y perros, porque no son mayoría” (Evo Morales Ayma)
5.- “La democracia no incluye indios, pobres, analfabetos y macacos, porque son mayoría, pero nosotros tenemos más plata, y ya se sabe que con la plata baila el macaco (Rubén Costas)
YO, HUELGUISTA
1.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Indígenas)
2.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Gremialistas)
3.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Cívicos)
4.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Unionistas)
5.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Oligarcas)
6.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Sindicatos)
7.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (Amas de casa)
8.- No me escuchan, ni me hacen caso…Hago huelga (estudiantes)
8.- No me escuchan, ni me hacen caso….así eternamente, en un vicioso y huelguero carrusel.
YO, ELITISTA
5 maneras de marcar status
1.- Mi colchón de huelga es Rosen y mi carpa la compré en Multicenter
2.- Los indios deberían trabajar para tener algo y dejarse de joder, son unos flojos
3.-Cristian Urresti murió en los enfrentamientos de Cochabamba, ¿cómo se llamaba el campesino?
4.- Macaco? Pero si eso no es insulto
5.- No entiendo porqué se van a España
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Estamos cansados. Basta de filoZoofía, recordemos lo que la historia nos ha enseñado. Para finalizar, una perlita gracias a un comentario de Mauricio en un blog.
Me gusta el rock, el maldito rock
Por: Mónica Heinrich V.
Parecía que no iba a tener convocatoria, pero los de La Renga consiguieron juntar más gente que Molotov. O por lo menos, eso me dio la impresión. Llegué al boliche a las 21:00, no había mucho público aún.
Los argentinos que llegaron en buses desde el hermano país, ya estaban acomodados y habían decorado algunos sectores de Sonilum con sus consabidas telas, con esa devoción propia de ellos en torno a sus artistas. Se podía leer desde mensajes con referencias al fútbol, hasta algunos con contenido social, como el que estamparon en una tela celeste encaramada en lo alto de las graderías que tenía un dibujo del Che Guevara y una frase que rezaba: Muerto el perro NO se acabó la rabia.
Una mezcla interesante de público adolescente, casi infantil, con jóvenes y muy adultos compartían el previo a un show del que nunca se había gozado por estos lares.
Primero salió a escena el grupo local Anomalía, alrededor de las 21:20. Hicieron un show de unas tres canciones, en que los chicos le metieron power, pero con unos problemas de sonido que ya se estaban haciendo notar desde ese momento. La presentación pasó sin pena ni gloria, con una fría acogida de los presentes.
Luego subió Track, que hizo un recorrido por sus temas más conocidos, en ese momento el sonido mejoró notablemente, de todos lados la gente empezó a correr y a acercarse al escenario, para escuchar a la banda cruceña. El Ave Fénix fue coreado por todos los presentes, así como Levantate Vago. Los mensajes melódicos a Evo Morales, también estuvieron presentes durante toda la velada…lo que algunos nos preguntábamos era si La Renga, haría alguna mención a la situación política del país.
Ya como pasadas las 22:30, empezó el show de los argentinos. El escenario estaba decorado con un fondo casi andino, una tela pintada a mano con colores terracotas de montañas, quizás aludiendo a su tema Montaña Roja. La enorme batería de La Renga que estuvo cubierta con un trapo negro cuando tocaban los locales hizo su aparición, mientras los primeros acordes hacían temblar Sonilum y el público se concentraba en el centro, mostrando que eran más de los que parecían en un principio.
Chizzo (vocalista y guitarra), demostró que su voz ronca y gutural no pasa de moda, Gabriel Iglesias en el bajo, mostró una agilidad dramáticamente intensa en comparación con su frágil figura, y el baterista hacía temblar el piso del boliche.
En un principio, los temas elegidos para abrir el show forman parte de sus últimos trabajos, por lo que gran parte del público se encontraba disfrutando, pero sin poder participar activamente del despelote.
Luego vinieron los clásicos como: El Rebelde, El Blues de Bolivia, Una triste canción de amor, y un tema especialmente dedicado a Pappo: Viva Pappo, que contó con la guitarra de un músico invitado, un gordo al que no le caché el nombre, pero que hizo de las suyas. Cerraron con La balada del diablo y la muerte y Oscuro diamante. Además, los argentinos nos regalaron la intervención de dos saxos y una quena, redondeando un show de mucho nivel.
Mientras tanto la gente deliraba, se veía una gran bandera argentina de varios metros que era traída y llevada por todo Sonilum acompañando los temas más conocidos, estaba gente que bailaba desenfrenada en una apoteósica expresión de felicidad.
Lo malo fue que tuvieron problemas de sonido (ya anunciados en el show de Anomalía), durante sus primeros temas, pero que fueron subsanados. Aparte de eso se trató de uno de los mejores conciertos de rock a los que he asistido. Músicos de cabo a rabo, que no se guardaron nada, y que se sacaron la mierda, con generosidad, sin aspavientos, atendiendo pedidos de bis y tocando como sólo ellos saben hacerlo. Sí, nos gusta el maldito rock.
Distrayendo un poco la atención sobre nuestra dolorosa situación política, les dejamos este regalito de fin de semana para mostrar que existen cosas lindas en el mundo aparte de las confrontaciones.
Como ya dije en el post de Julio Bocca, hay otros dos bailarines a los que considero lo mejor de lo que me ha tocado ver: Joaquín Cortés y Farruquito.
Tuve la oportunidad de hacer un viaje a Europa en el 2002, en esa época hice hasta lo imposible por conseguir unir fechas y lograr ver a Joaquín, como dice un amigo (sí vos puej Ricardo), mi «sueño mojado». No había nada que estuviera en mi ruta. Nada. Escribí a sus encargados de prensa, al manager, a su club de fans, me faltó escribirle al Papa. Pero nada.
Me topé por casualidad y encima googleando al rival (Joaquín), con la presentación de Farruquito y su espectáculo Alma Vieja. Averiguando sobre él, descubrí que este muchacho, entonces de tan sólo 20 años, era considerado tan bueno o mejor que Joaquín. Mejor, decían, porque su flamenco era más puro y no contenía fusiones con el baile clásico como acostumbra Joaquín. Además había sido nombrado como uno de los hombres más bellos del mundo, gracias a sus hermosos y elegantes rasgos gitanos. Dije: «Bueno, algo de flamenquito veré».
Resignada, reservé entradas, y esperé con ansias el momento. Era el 5 de enero de 2003. Un impresionante teatro (Teatro Victoria) servía de antesala a su presentación en Barcelona. Impresionante, no por sus instalaciones que de hecho eran cuando menos pasables, sino por estar abarrotado de un encendido público, creando un ambiente de mucha intensidad. El espectáculo comenzó y era verdad, Farruquito era el flamenco en su estado más puro. Un flamenco sucio, duro, violento, descarnadamente hermoso, vitoreado, aupado por un público rendido ante su magia. Fueron casi tres horas de ensueño, donde el teatro literalmente tembló entre aplausos, olé, y gritos.
Alma Vieja, fue un espectáculo en el que intervino, como era de esperar, gran parte de la familia de los Farrucos. Entre ellos madre, primos y hermanos de Farruquito. Músicos al vivo, improvisaciones, hermoso vestuario y una energía equiparada entre artistas y público, hizo de esta presentación algo inolvidable. Farruquito y los suyos nos transportaron al alma vieja del flamenco. El video que sigue es un extracto de Alma Vieja, Farruquito es el que aparece al principio, pero tienen que chequear al rubio, ese es el hermano menor de Farruquito, que tiene 17 años en esa presentacióm. El otro chico es su primo, muy joven también. Miren la fuerza para patear, para desplazarse, para girar, magia pura.
En ese momento, todavía estaba lejano el día en que se descubriría que Farruquito fue el autor del atropello de un peatón en un paso de cebra, provocándole la muerte por omitir socorro y huir del lugar. El caso fue bastante publicitado, me dio mucha pena porque el chico es joven, pero cometió un error lamentable que le costó la vida a otra persona. Se hizo un juicio y se lo condenó a prisión. La prensa literalmente lo linchó, lo tildaron de canalla, hijo de puta y otros. No sin razón, su actitud tampoco ayudó a mejorar su ya maltrecha imagen. Aunque al principio le dieron libertad condicional, tuvo que entrar en prisión como cualquier mortal y cumplir su condena. Esperemos que pague su culpa y su arte siga siendo una bendición en el futuro.
Bueno, después del show de Farruquito quedé en estado de euforia. Lo anecdótico es que como parte del tours pasábamos por París, y yendo en un metro vi la valla que anunciaba un espectáculo de Joaquín Cortes a principios de febrero. Me quedé babeando como estúpida, me puse roja (como es mi estilo), lagrimeé, me atonté, hasta que me dije: «Sos una burra, es tu imaginación». A los dos días vi otro poster pegado en un muro parisino, y ahí me tocó pararme en media calle en trance hipnótico frente al afiche, completamente idiotizada, algo similar a lo que me ocurrió cuando vi el poster que anunciaba el show de Julio Bocca en Santa Cruz, la diferencia es que no tenía celular para llamar a nadie y contarle «la buena nueva», como sucedió con Bocca. No podía creerlo, llevaba años esperando ver a Joaquín. AÑOS. Tuve que hacer de tripas corazón y quedarme un par de semanas más de lo esperado, con todo lo que eso significaba económicamente y con respecto a otros compromisos en Bolivia. No podía dejar de ver a Joaquín. Contaba los días, jodía a todos los que estaban conmigo diciendo que no se iban a arrepentir, que iba a ser la noche de sus vidas, creo que estaba más radiante que mujer encinta.
El momento llegó, recuerdo que me sentía como quinceañera yendo a su primera cita. El teatro, en este caso, era magnífico (Palais Royal de París). La organización impecable, mucho más fría e impersonal que el ambiente familiar respirado en el show de Farruquito. El público no estaba conformado por gitanos y entusiastas seguidores del flamenco, sino por estirados franceses y amantes de la danza en general. Mientras se esperaba, los músicos ensayaban y se veía una pantalla gigante con unas cuantas escenas de Joaquín.
Las luces se apagaron y tuve mi tan soñada primera cita con Joaquín Cortés. Amor a enésima vista. Elegante, bien vestido, acompañado de unos músicos espectaculares, meticulosamente perfecto. Acá entre nos, no pude evitar sentirme algo decepcionada. Comparado con el de Farruquito, el show de Joaquín resultó más académico y estudiado, aunque el gitano se dio mañas para conquistar a un público que no le regalaba ni un «ole». Ya para el final se los había echado al bolsillo a todos, mientras mis acompañantes bostezaban y me decían: «Nada que ver oye, de lejos mejor Farruquito».
Ni siquiera hizo su incursión entre el público que había visto en su DVD millones de veces. Ni respondió al pedido de bis que la platea reclamaba. Lo justifiqué, sin embargo, porque en su último baile me pareció notar que se lastimó la pierna derecha. La primera cita pasó, sentí la tristeza, el comienzo del duelo. Después de todo, había matado una ilusión…
Debo reconocer que fui tan ñoña que lloré, echada en mi almohada de hotel, a las 4 de la madrugada, derramé unas cuantas lágrimas. No ese llanto de fan ridícula…sino una tibia emoción ante la belleza que el arte brinda…y claro, ahora me quedaba buscar otras quimeras.
Después de un fin de semana caótico, violento y lamentable, toca ver qué se puede sacar en limpio de la crisis social y política que atraviesa Bolivia.
Lo sucedido en Sucre, es un brochazo de lo que posiciones absolutistas y poco comprometidas con el país pueden conseguir, después de un arduo «trabajo». Finalmente el abismo cavado tanto por el gobierno como por la oposición, rindió frutos y terminó de romper lo que siempre ha estado roto, y que sólo necesitaba de un mal mandado que tire ese florero al piso.
El fin de semana Sucre vivió un enfrentamiento pocas veces visto en los últimos años, donde el tufo a guerra civil cobra mayor fuerza cada día. Luego de que la Asamblea Constituyente decida sesionar en el Liceo Militar de Sucre, la cosa finalmente reventó. Hay que ver que todo esto tiene su inicio en un diálogo de sordos, en el que el gobierno sacó el tema de la capitalía de la Asamblea, y en el que los defensores de esta capitalía y arrimados a la causa, no dejaron sesionar si es que el tema capitalía no se ponía en la agenda.
Aquí hay preguntas que uno como vulgar ciudadano debe hacerse: «¿Cuál sería el precio de darle la capitalía a Sucre?» «¿Es realmente viable?» «¿A quién beneficia un tema añejo, que ha sido revivido para ahondar las diferencias entre todos?» «Si la sede estuviera en Santa Cruz, los cruceños apoyarían otorgar la sede a Sucre?» «Qué pierde el gobierno con poner el tema en agenda?» «Es posible encontrar una solución en que tanto La Paz como Sucre queden satisfechos?».
El tema es complejísimo y además sirve como referente claro de la absoluta ingobernabilidad de la que adolece el país, cuya prueba más fehaciente es la cantidad de presidentes que lleva en su haber. Una ingobernabilidad que obedece a intereses privados, y que nada tienen que ver con la defensa de la democracia y de la libertad.
El gobierno continúa mostrando una negligencia shockeante, un casi nulo tacto político, donde sus seguidores se van convirtiendo en detractores con cada metida de pata. Incluso en sus declaraciones, ni siquiera hay tino elemental y básico para condenar la muerte de bolivianos, con un correcto énfasis hacia lo sucedido. Es como si no muriera nadie, y como no estuviesen a un tris de que las cosas se les vayan de las manos del todo.
Preocupa también, la absoluta incoherencia y falta de compromiso social de la oposición. Que hizo de todo para que la Asamblea fracasara, que exaltó consignas racistas, regionalistas, y de carácter dogmático, para conseguir espacios de poder. Que continuamente menosprecia el poder de las bases, y de los movimientos sociales, hablando de democracia, pero que si se trata de números, lo más seguro es que nos llevemos una sorpresa.
Hoy los medios daban cuenta de una represión abusiva, se escuchan relatos y anécdotas propias de las más odiosas dictaduras, se ven a personas que a la menor muestra de desequilibrio, se juntan en la Plaza a supuestamente protestar, pero en realidad es la excusa para ir a descargar su resentimiento, sus ganas de destruir el ornato público, y de mostrar que «Santa Cruz no se deja carajo!» (?).
Entonces, el inconciente colectivo impera y reina a sus anchas. Donde los mismos que hablan de paz y democracia, corren a agarrarse a manazos con el contrincante, y si vos gritás, yo grito más fuerte. Donde los que critican el autoritarismo, y la cojudez del gobierno de sentirse representantes de Bolivia, gritan, patalean y se esgrimen como caudillos.
Entre los analistas políticos se habla de triunfos y perdedores. Hay quienes dicen que el MAS perdió los papeles, y que ahora el camino ya es en picada. Hay otros que afirman que este es un triunfo del MAS, porque el objetivo era aprobar la nueva Constitución, y ésta se aprobó en grande, dejando a la oposición dando patadas de ahogado. Lo cierto es que la adjudicación del triunfo poco importa, aquí el gran perdedor es el pueblo. Con cuatro muertos, y centenas de heridos, cifra que parece pequeña, pero que sacude y entristece a todos.
Queda, sin embargo, dos preguntas que hacerse: La primera ¿Qué es lo que sigue ahora?.
Y la segunda, y más importante: «Cuál es la alternativa?».