LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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«DIAS TERRIBLES»
Por: Mónica Heinrich V.

Siempre he sentido particular curiosidad por los asesinos, más aún si son seriales o masivos. Lo mío, sin embargo, no obedece al morboso interés de enviarle cartas a los que están cumpliendo su pena en prisión, o de comprar a través de Internet los legados macabros que otros, igual de macabros seres, subastan al público. No, mucho menos tendría una fantasía amorosa que me haga declarar: “Dylan, quiero tener tus hijos”, escrito en una web por una adolescente, haciendo referencia a Dylan Klebold (uno de los autores de la masacre de Colombine).

Lo que siento es una curiosidad y perturbación de orden científico-existencial, encabezada por las siguientes preguntas: ¿Cómo alguien puede quitarle la vida a otro ser humano deliberadamente? ¿Cómo alguien puede infringirle sufrimiento a otra persona, por el sólo placer de verla sufrir? ¿Cómo alguien puede encontrar solaz y satisfacción en el hecho de apretar el gatillo?.

La psicología ha dado muchas respuestas. De hecho la mayor parte de los asesinos más “famosos” de la historia tenían un historial plagado de problemas mentales, ambientes familiares disfuncionales y claro, una personalidad que fue deteriorándose al pasar los años, a vista y paciencia de familiares, vecinos, amigos, conocidos.

Este 2008, por ejemplo, ha sido sacudido, con tiroteos varios ocurridos en los primeros meses del año en USA. Algo que alcanzó su punto culminante con la masacre de Virginia Tech, protagonizada por un cabreado Cho Seung-hui.

Cho, de 23 años, se llevó consigo a la tumba a 33 personas. Para los que, como yo, seguían el caso hipnotizados, Cho dejó 27 videos junto con un manifiesto escrito de unas 1800 palabras. Una de sus citas textuales es: «¿Saben qué se siente al ser humillado y empalado en una cruz?¿Y dejado desangrar hasta la muerte para su diversión? Nunca han sentido ni una simple onza de pánico en sus vidas […]»

Si leyeron hasta aquí, no se han equivocado de reseña…sigo hablando de No es país para viejos. El caso es que en los tiempos que corren, da la impresión de que cada día hay más gente enferma y perturbada, cansada de vivir, agobiada por la soledad contemporánea de una sociedad individualista a la que no le importa más que el bien propio.

Los hermanos Coen parten de ese bello título que lo dice todo: “No es país para viejos” y sitúa la acción en plena frontera de Texas, a principios de los 80s. En un paraje donde se respira la paz que antecede a una tormenta, Llewelyn Moss encuentra un escenario sangriento.

Al calor de un enfrentamiento entre narcos, la cocaína y los 2 millones de dólares que se iban a intercambiar quedaron sin “dueño”.

Llewelyn, que se dedica a la caza, inspecciona el lugar y decide tomar la maleta con el dinero. Lo que comienza como una “avivada” de su parte, termina como una “boludez”. El bruto que se hace con la plata, regresa a la escena al día siguiente, y claro…ahí ya están los verdaderos “dueños” buscando su dinero y su cocaína. En ese punto se empieza a desarrollar una persecución en la que el gato juega al ratón y viceversa.

Paralelamente vemos a un casi retirado Tommy Lee Jones interpretar al sheriff Bell. Un sheriff que ya las ha visto todas, y que siente que su trabajo se ha vuelto cada vez más difícil, porque las cosas han cambiado tanto desde que él era niño, que casi no reconoce su ciudad.

En medio de todo, surge el personaje inmortalizado ya, por Javier Bardem. Anton Chigurh es un asesino serial despiadado, cínico, plano afectivamente, sagaz y terriblemente perturbado. Acompañado por algo que no sé si es un tanque de aire comprimido, o qué!, pero que resulta ser el arma homicida más tenebrosa que he visto en la vida, Antón se echará al plato varios muertitos.
Estos tres personajes se mezclan por azar, y comparten un mismo fin aunque distintos motivos. Aparece fugazmente Woody Harrelson, interpretando a un detective que conoce al dedillo a Antón, y que precisamente sabe que con ese pendejo, no se juega.

Durante casi dos horas seguimos la historia espantados y, sí, algo emputados. Porque si bien el argumento es fuerte, profundo y rico en apreciaciones, existen cabos sueltos que le hacen perder validez…cosa que me hizo pensar en conseguir el teléfono de los Coen y putearlos hasta desmayarme.

Aún así, el final duro, emotivo y abierto a todas las interpretaciones, rescata la película y te deja con una sensación asquerosa. No tanta como la de Petróleo Sangriento (la de Daniel day Lewis), pero sí lo suficiente como para pensar en el personaje de Bardem durante muchos días y plantearte qué carajos significa el sueño del sheriff Bell, entre otras cosas.

No es país para viejos, derrama melancolía…una melancolía que nos lleva a los 80s, como si a partir de entonces todas las quimeras hayan desparecido y lo que en su momento fueron sueños de grandeza, haya dado paso a un mundo donde no existen héroes ni villanos, simplemente desolación.

Actuaciones soberbias dan vida a todos los personajes, que incluso en las más absurdas situaciones y con escenas que para el espectador son como una hoja en blanco a medio escribir, consiguen rescatar lo insalvable. Bardem convierte a su asesino en uno de los más memorables del cine. El Oscar que se llevó este año es una deuda que la academia tenía pendiente desde el parapléjico de Mar Adentro e incluso desde su espectacular interpretación de Reinaldo Arenas en Antes que anochezca. Tommy Lee Jones con su mirada diáfana, dolorida y resignada del sheriff Bell, es una oda a la sobriedad.

Con una fotografía exquisita, que maneja los ritmos del argumento y una banda sonora inteligente, que resuena y guarda silencio en los momentos justos, la última película de los Coen no decepciona. Pero no decepciona, porque nosotros los niños de ayer, los jóvenes de hoy y los viejos de mañana, sabemos, tenemos conciencia de que estos días no son como los de antes.

Quizás el hecho de que la acción se sitúe en Texas, lugar de origen del bellaco de George W. Bush, y que el argumento giro en torno a la inmoralidad y la arbitrariedad para llevar a cabo actos barbáricos, no sea tan fortuito.

Lo mejor: Brillantes actuaciones y una temática impactante
Lo peor: Cabos sueltos y que nos ven la cara de borregos con algunas cosas
La escena: La de la moneda en la tienda
Lo más falsete: La muerte de cierto personaje importante
El mensaje manifiesto: “No hay absolución posible para el hombre”
El mensaje latente: Antes no estábamos tan jodidos
El consejo: Paciencia
La pregunta: ¿Cuán tardaron en elucubrar el sueño de Jones?
La web: http://www.nocountrymovie.com/
http://www.nocountryforoldmen.co.uk/intl/es/

CURIOSIDADES

· Javier Bardem y su frase «Call it, friendo» (Tú decides, amigo), que pronuncia en No country for and old men fue designada ayer como la más influyente del cine de 2007 en la cultura estadounidense.
· El título de la película está sacado del poema de W.B. Yeat, «Sailing to Byzantium»
· La película está basada en la novela homónima de Cormac McCarthy, considerado como uno de los cuatro mayores novelistas americano
s de su tiempo, junto a Thomas Pynchon, Don DeLillo y Philip Roth.
· La película es dirigida por Joel y Etha Coen, primera vez que ambos aparecen en los créditos como directores. En la industria se les conoce por el apodo de «el director bicéfalo» (the two-headed director). Muchos actores que han trabajado con ellos cuentan la anécdota de que al estar tan compenetrados, al hacer una pregunta, sobre el guión o sus personajes a cada uno de ellos, reciben exactamente la misma respuesta de cada hermano.
· Bardem dijo que basó su personaje de asesino serial en el presidente americano George W. Bush.

«LA NAUSEA»
Por: Mónica Heinrich V.

Hice un ciclo de cine por estos trechos en que decidí exhibir Saló o las 120 jornadas de Sodoma. Y claro…lo prohibido siempre atrae. Con el gancho del morbo y el altruismo de exhibir una cinta censurada en casi todas partes, me lancé a la tarea de conseguir espacio físico. Pensé que iba a ser fácil, después todo dizque estamos más “evolucionados”, dizque ahora la gente tiene la “mente abierta” y somos todos “modernos”. Pues no, no y no. En el primer recinto que era de propiedad civil y pública con fines “culturales”, me dijeron “todo bien”.

A los dos días, un director de cine dizque “transgresor” se encargó de “informar” a los directivos el tipo de filme que estaban por exhibir. “Vos sabías que el director fue asesinado por esta película?” “Vos sabías que muchos de los actores murieron durante la filmación?”, “hay que tener en cuenta que es un tema fuerte, por ahí se pueden tener problemas”, y de yapa me deslizan el número telefónico del “cineasta” en cuestión para que tenga una charla esclarecedora con el individuo. Yo pongo mi mejor cara de “no gracias” y digo “La gente no es estúpida, si viene a ver la película sabrá que no están viniendo a ver La pequeña casa en la pradera”. Y luego de otros intercambios verbales preferí retirarme con dignidad e intentar en otro lado.

Se descartaron dos lugares más, porque sabía que por normas “morales” no iban a permitir semejante escarnio público.

Finalmente encontré a alguien lo suficientemente sano (sí, porque ya es una cuestión de salud mental) para opinar que una película no le haría mal a nadie y es así como Saló o las 120 jornadas de Sodoma pudo exhibirse ante un modesto grupo de 40 personas…en el Búho Blanco, gracias a Juan Bustillos.Pero cuál es el escándalo?. Hay que reconocer que la cinta es excesivamente gráfica y alcanza niveles de violencia casi pornográfica, por no decir que la mayor parte del filme todos están en pelotas. Pero, hagamos un poco de contexto. Una obra jamás debe ser juzgada sin su contexto.

Pier Paolo Pasolini fue una figura polémica por muchas razones. Era un italiano comunista, homosexual, de tendencias pedofílicas y dispuesto a todo en el afán de llevar una obra a término. Por si fuera poco era homosexual pero se distanciaba de los movimientos que reivindiquen su condición, lo que le ganó el desprecio de sus pares gays. Los hetero lo despreciaban por ser homo, entonces no era bien visto en ninguno de los dos bandos. Era ateo también, así que tenía sobre él los ojos de aquellos que seguro lo veían como una suerte de blasfemo y en algunos casos anti-cristo. Sus creencias políticas fueron motivo de escepticismo. Toda su obra tanto literaria como fílmica estuvo marcada por una honda simpatía hacia los pobres y marginados de la sociedad, sin embargo vivía como el más relajado burgués capitalista.

Filmó su famosa Trilogía de la vida, donde estaba incluida su versión de Las mil y una noches, Los cuentos de Canterbury y El Decamerón. La prensa y los críticos transformaron su obra en un fenómeno mediático que Pasolini odiaba. Resentido y renegando de su trilogía, Pasolini decidió hacer algo que tapara la boca a todos y que nunca pueda ser utilizado por nadie como algo comercial y de consumo masivo. Es así que surgió la película quizás más controversial del cine: Saló o las 120 jornadas de Sodoma.

Para ello el italiano se unió a otro irreverente: el Marqués de Sade. Las heridas de la 2da. Guerra Mundial todavía estaban muy frescas por lo que tomó la obra de Sade y adaptó la historia para finales de 1944-45 y situó la acción en Saló, haciendo alusión a Musolini. Por si fuera poco, dividió el filme en círculos que se remitían a las características de La Divina Comedia de Dante. Ahora esos círculos eran Pasiones, Mierda y Sangre.

La historia comienza cuando soldados nazis empiezan a secuestrar a adolescentes para llevarlos a una gran mansión. En ella están cuatro hombres que representan distintas instancias de poder: un juez, un banquero, un sacerdote y un duque. Junto a ellos estarán cuatro exprostitutas cuya labor será contar sus experiencias más “interesantes” al público cautivo y así ir de las palabras a la acción. De ahí en más veremos violaciones, sodomizaciones, escatofagia, y cuanta cochinada se les ocurra. Todo de manera muy gráfica y explícita.

Lo importante es que la película aborda de una manera muy eficaz el cariz más bajo y mezquino del ser humano. Pasolini retrata con maestría y desprecio a una sociedad en decadencia donde todos los pilares que la componen están putrefactos. La corrupción alcanza sus mayores cumbres, desgraciadamente la marioneta que es el hombre se deja tentar para caer irremediablemente en ese círculo donde la piedad, la compasión y lo moral (desde el punto de vista netamente humano) no tienen cabida.

Todo lo que sucede en la pantalla es sórdido y denigrante, sin embargo los verdugos se mueven cual se fuera una fiesta…una fiesta donde los papeles consiguen invertirse tarde o temprano para beneplácito del punto de vista pasoliniano: el ser humano es una mierda, la sociedad es una mierda, la corrupción y el fascismo reinan.

Aunque extremo, no resulta tan difícil de creer. En las fechas en que yo intentaba hacer la exhibición del filme justo acababan de develarse las fotos de los presos torturados en Irak por soldados americanos.

Estamos hablando de una película que fue hecha en 1975, treinta años después las imágenes guardaban, en algunos casos, una escalofriante similitud. Y bueno, ya hemos visto que aunque simpaticemos más con algún bando político, la realidad es que cualquier corriente ideológica que ha tomado el poder ha generado muerte y destrucción tarde o temprano. Lo que mueve a la reflexión sobre si será cierto que el hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad lo corrompe, o no será que es malo por naturaleza y ergo, él corrompe a la sociedad?

Bueno, es una visión muy dramática ya que implica una resignación acerca de la capacidad del ser humano para ponerse por encima de sus odios, codicias y venganzas.

Si hay algo que objetarle a Saló es que las actuaciones no están correctas, hasta ahora no sé si esa era la idea o definitivamente no se pudo dirigir mejor las interpretaciones. El filme es pesadito, pesadito…dennnnnso y con una estética súper clásica. Los textos abundan y se disparan unos contra otros, el espectador sufre no sólo de violencia visual, sino verbal y psicológica.

Difícil es imaginar una cinta más incómoda que Saló, Gaspar Noé en su filme Seul contre tous consigue el mismo efecto pero con un lenguaje más contemporáneo, no por nada se ha declarado admirador del trabajo de Pasolini.

El director italiano efectivamente fue asesinado poco antes del estreno de Saló. Mucho se ha dicho al respecto, lo cierto es que a Pasolini ya le tenían echado el ojo hacía rato, sus declaraciones que no dejaban contento a nadie eran una bomba de tiempo, prácticamente no tenía ningún respaldo político aunque sí algunos amigos.

Como ya lo dije al principio a Pasolini le gustaban los adolescentes. Contrariamente a lo que se puede esperar de alguien qu
e dice defender a los pobres y desprotegidos, solía trasladarse a la zona más marginal de Roma para «levantar» mozalbetes y a cambio de una suma mantener relaciones sexuales.

Es así que un adolescente acabó con la vida del director, según dijo porque tuvieron un desacuerdo con respecto a las «posiciones». Eso bastó para que además de darle una paliza, el muchacho pasara por encima del cuerpo de Pasolini con el auto de lujo del director.

El 2005, Pelosi, el supuesto asesino, dijo en una entrevista que fueron 3 desconocidos los que asesinaron al director italiano, y que él se inculpó porque así lo juzgaba un tribunal de menores y la pena sería mínima. Esto sólo sirvió para reforzar la teoría de un asesinato por encargo de alguno de los sectores que odiaban a Pasolini. Hoy en día se ha pedido reabrir el caso para esclarecer su muerte.

En definitiva, se trata de una película donde lo extremo sirve para mostrar una visión descarnada del mundo. Un mundo que más de 30 años después, sigue igual de decadente que antes. Mientras tanto, queda la duda si al igual que lo hizo Stone con Asesinos por naturaleza, un filme de características tan fuertes se justifica…en este caso, yo creo que sí.

CURIOSIDADES
– Pasolini pasó parte de su infancia en la República de Saló. Durante este tiempo fue testigo de muchas crueldades por parte del ejército italiano. Muchos de sus recuerdos de la experiencia condujeron a la conceptualización de Saló.

– Se han formulado muchas preguntas acerca de la legalidad de la película; por ejemplo, si los actores o actrices que participaron en los actos (evidentemente simulados) sexuales o violentos de la película eran mayores de edad.

– Muchos de los nombres de los personajes de la película, tienen el nombre del actor que lo interpreta.

– Otra curiosidad es que ambos grupos de jóvenes no eran tan homogéneos. Los chicos eran no profesionales mientras las chicas venían escogidas de entre fotomodelos (para asegurarse de que tuviesen cuerpos hermosos y que no tuviesen demasiado pudor en enseñarlos).

– Los actores que interpretan a las víctimas tenían entre 14 y 18 años.

Lo mejor: Una temática fuerte y una crítica aguda.
Lo peor: Malas actuaciones, densa y con poco ritmo.
La escena: La escatofagia
Lo más falsete: Las actuaciones y la grandilocuencia de ciertas escenas.
El mensaje manifiesto: El poder es corrupción.
El mensaje latente: El ser humano está enfermo.
El consejo: Hay que verla
La pregunta: ¿Quién mandó a matar a Pasolini?

«OJO POR OJO»
Por: Mónica Heinrich V.

Después de casi 5 años de ocupación americana en territorio iraquí, después de casi 7 años de la caída de las Torres Gemelas, después de millones de muertos entre población civil de Irak y los militares de las fuerzas aliadas, y después de BIllones de dólares gastados en una operación denominada “Liberación de Irak”, después de todo eso Hollywood comienza a lanzar al mercado películas que critican algunas de las políticas instauradas por el gobierno del señor George W. Bush.

De esta manera surge “El Sospechoso” (actualmente en cartelera), también llamada “El expediente Anwar” o conocida por su título en inglés “Rendition”. Enmarcándose en la práctica anti-terrorista de las altas esferas de seguridad americana llamada Rendición Extraordinaria (*), el argumento se centra en dos escenarios que al final de cuentas son uno solo.

Todo el despelote comienza cuando unos agentes de la CIA se encuentran en un auto de una calle de África y bum! Una bomba explota y uno de los agentes muere producto del estallido. La noticia vuela a Washington donde el “desconcierto” y el “shock” por la pérdida de tan gallardo representante de la seguridad nacional, hacen que se busque por cielo y tierra a los responsables del atentado. “Ustedes saben cómo se verá esto?”, se preguntan los gringos en los pasillos.

Al principio ya nos mostraron a un muy egipcio Anwar El-Ibrahimi (Omar Metwally) y a una muy embarazada Isabella El-Ibrahimi (la rubia esposa del egipcio). Se despiden porque Anwar tiene que hacer unos trabajos en África, hacia allá va sin sospechar siquiera lo que le está por caer encima. Esta pareja que ya tiene un hijo, es la que se convierte en víctima del gobierno americano.

El egipcio lleva 20 años viviendo en USA, su expediente es impecable, pero los gringos descubren llamadas hechas a su celular de un número del terrorista que se responsabilizó por el atentado del principio. En base a esa peregrina suposición es que hacen la gran Bart Simpson al grito de: Matanga dijo la changa. Anwar desaparece cuando está volviendo a los brazos de su americanísima Isabella (Reese Witherspoon), y claro, es trasladado inmediatamente hacia tierras desconocidas donde lo someten a un “interrogatorio” que hoy en día se conoce llanamente como Tortura.

Ahí entra en escena el señor Douglas Freeman (Jake Gyllenhaal), que es uno de los que sobrevivieron al “bombazo” y que ante los desgraciados acontecimientos, ocupa el cargo del muertito.Y quién era el muertito? Pues el que se encargaba de supervisar las torturas. Ni más ni menos.

Debemos suponer que nuestro querido Douglas no fue entrenado, ni siquiera advertido de cómo eran las cosas en ese lugar, porque su aversión y rechazo hacia tales prácticas dan a entender que al hombre no le dijeron de qué color era el tigre.

Mientras en África, Douglas, egipcio y compañía juegan al gato y al ratón, en Washington la embarazada anda destapando ollas para recuperar al padre de su segundo hijo. Ahí aparece Meryl Streep, interpretando a Corrinne Whitman, senadora que dirige ese tipo de operaciones. A Corinne no se le despeina ni un cabello, ni le tiembla un solo músculo ante las insistentes preguntas que hace Isabella. No, al contrario, se encuentra firmemente convencida de que el egipcio es terrorista, y que aunque no lo fuera, la sola sospecha es suficiente para torturarlo a más no dar.

Dejando de lado todo este cuadro, se desarrolla la historia más rica de esta película. Fátima, hija de la cabeza local de la prisión donde torturan a estos “sospechosos”, empieza a relacionarse con Khalid (un oculto extremista), creándose una historia de amor que tiene elipsis temporal, giro algo sorpresivo y claro, el elemento emotivo bajo la manga.

La película se resume en una charla que tiene Douglas quejándose de lo que le hacen a Anwar, en ella este “bravío” agente de la CIA insiste en que se están creando nuevos enemigos con políticas como esas. O sea, si el egipcio no es terrorista (enemigo), por el “malentendido” ya mirará con otros ojos a USA.

El final es auto-complaciente y hasta tonto, para el tipo de filme que se plantea en un principio. Aún así deja un buen sabor de boca por la directa crítica hacia el gobierno americano, sin dejar de poner al héroe en el mismo bando que se critica (por eso lo de auto-complaciente).

Las actuaciones son muy solventes, ya que en general se trata de grandes nombres, la mayoría nominados o ganadores de un Oscar, lo que no siempre suele ser garantía, pero que en este caso sí lo es.


La dirección corre a cargo del sudafricano Gavin Hood, que fue nominado por la academia el 2006 a mejor película extranjera por Tsotsi, filme que sorprendentemente NO he visto aún, pero que pinta bien. Este es el debut hollywoodense de Hood, y la verdad se queda a medio camino a nivel artístico. Puede ser que la presión de los estudios haga que directores independientes no consigan sacudir en trabajos de grandes producciones.

En general, a pesar de sus dos horas de metraje, El sospechoso, es una película que tiene buen ritmo, entretenida, bien hechita, aunque blanda, auto-complaciente, plagada de los clichés del género y con un final (con relación al egipcio), pobremente construido.

Lo importante y rescatable, es que en el ocaso de George W. Bush comienzan a salir los esqueletos del closet. Una exhibición algo tardía para un tema tan escabroso y lamentable, pero totalmente acorde con la maquinaria de intereses ocultos que es Hollywood.

CURIOSIDADES
– El director de la película Rendition cuenta que al principio de la filmación apenas si podían trabajar por la cantidad de paparazzi que perseguían a Reese Witherspoon detrás de las cámaras.
– Reese y Jake demandaron a una revista por publicar fotos de su personaje Isabella embaraza, diciendo que Reese estaba embarazada de Jake.
– En la vida real, Maher Arar, ciudadano canadiense fue víctima de la política de USA conocida como “rendición extraordinaria.” Fue detenido por funcionarios de USA en 2002, acusado de vínculos terroristas, y entregado a autoridades sirias, que lo torturaron. Arar trabaja con el Centro por Derechos Constitucionales para apelar un caso contra el gobierno de USA que fue desechado por motivos de seguridad nacional.
– La rendición extraordinaria es uno de los tantos mecanismos inconstitucionales e inhumanos que ha instaurado la administración Bush en su bizarra cruzada. Por ejemplo: USA Patriotic Act, Operación Martillo de Hierro, Telón de acero, entre muchas otras, han sido llevadas a cabo a vista y paciencia de organismos internacionales.

Lo mejor: La crítica al gobierno

Lo peor: el final (con relación al egipcio) y los clichés

La escena: el final (con relación a Fátima)

Lo más falsete: el final (con relación al egipcio) y el papel de Jake Gyllenhall

El mensaje manifiesto: El fin NO justifica los medios

El mensaje latente: Crear nuevos enemigos es más fácil que destruirlos

El consejo: Hay que informarse.

La pregunta: ¿Existirá la justicia divina?

La web: http://www.renditionmovie.com/

(*) Rendición extraordinaria es una expresión utilizada en los Estados Unidos para procedimientos extralegales mediante los cuales los sospechosos de terrorismo son enviados a otros países diferentes de Estados Unidos para encarcelamiento e interrogación. Los reportes de prensa describen que los sospechosos son arrestados, vendados los ojos, esposados y sedados y transportados en jets privados u otros medios a los países de destino. Los reportes también dicen que Estados Unidos proporciona los interrogadores y la lista de preguntas. En un número de casos, los sospechosos a quienes se les ha practicado el procedimiento han resultado ser personas inocentes.Según el exagente de la CIA Bob Baer, “Si usted quiere una interrogación seria, usted envía el prisionero a Jordania. Si usted quiere que sea torturado lo envía a Siria, y si usted quiere que sea desaparecido y no volverlo a ver – usted lo envía a Egipto”. Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Rendici%C3%B3n_extraordinaria»

DOCUMENTAL: This is it

«El niño sin infancia»
Por: Mónica Heinrich V.

Es paradójico que escriba esta opinión escuchando Billy Jean en la versión onda jazz de Jamie Lancaster. Ajá, no la versión Michael Jackson, sino otra versión. GRAN versión.

Y a estas horas de la noche…recuerdo la anécdota que un amigo me contó sobre Billy Jean: que se rumoreaba que MJ escribió la canción gracias a que una fan (de esas tipo Wesley Snipe en The Fan) le mandaba cartas constantemente, endilgándole la paternidad de uno de sus hijos, y reclamándole el que negara a «sangre de su sangre».

La tipa jodió tanto que incluso le envió un revólver y la foto de la criatura, proponiéndole una fecha de suicidio, donde ella mataría al niño antes, para luego acabar con su vida. La leyenda cuenta que la fan (término demasiado cariñoso para estas personas) finalmente fue puesta en un psiquiátrico y que MJ (epítome de lo raro) enmarcó la foto del supuesto hijo bastardo y la puso en una repisa.

Como esa, hay mil historias sobre las excentricidades de Jacko, término despectivo con que se rebautizó mediáticamente a MJ en sus últimos años de vida (una grosera variante de Wacko, que significa chiflado, loco).

Su obsesión con los niños, con la infancia, su sueño de protagonizar una versión fílmica de Peter Pan, sus extrañas compras (ataúdes, piezas antiguas, momias, animales exóticos), sus poco comunes hábitos (dormir con tanques de oxígeno, su supuesta crionización, sus miles de cirugías), sus supuestas enfermedades (anorexia, depresión, agarofobia, vitiligo, pedofilia), en fin….debe haber pocos seres humanos en los que puedan convivir tantas facetas.

Lo cierto es que el bien llamado Rey del Pop, pasó el final de sus días acosado por demandas judiciales, amagues de ruina financiera, convertido en el hazmerreír de los tabloides que celebraban sus excentricidades pintando a MJ como un tipo decrépito, inestable, cuya fisonomía alterada hasta el cansancio por el bisturí, se fue desdibujando del todo, dejándonos una máscara freak, que en toda su rareza movía a un sentimiento de pena casi irreductible. El ocaso del Rey.

De pronto MJ muere, ocho días antes de iniciar una mega gira de 50 conciertos en lo que sería su despedida de los escenarios. This is it, dijo ante un improvisado público en el que se mezclaba la prensa mundial y arrebolados fans que se congregaron a escuchar el anuncio del tours.

Muere de golpe, sin nada que anticipe el final. Las imágenes de una ambulancia saliendo de la mansión del cantante, mientras un pie de pantalla rezaba: «Michael Jackson habría muerto», sacudieron la retina de incrédulos espectadores.

Y entonces, con esa «coherencia» que adorna al ser humano, todos volvimos a amar a MJ. A ese que abiertamente compadecíamos o rechazábamos. A ese al que muchos colgamos el letrero de culpable ante las acusaciones de pedofilia.

El Rey se había ido. Y al igual que su atormentada vida, su muerte sigue siendo fuente inagotable de leyendas, mitos y suposiciones.Pero si algo sabía MJ era que The show must go on… el concierto que preparaba para dejar con el ojo cuadrado a todo su público, fue capturado por cámaras. MJ no se presentaba en concierto desde el 2001, muchos se preguntaban si era capaz de cumplir con el desafío.

Las entradas puestas a la venta, se agotaron rápidamente, se calculaba que más de un millón de personas presenciarían el espectáculo. Más de 200 horas de ensayo fueron registradas con el afán de documentar el proceso de esta gran despedida. Kenny Ortega, director del show, era quien dirigía esta grabación y luego del deceso, fue quien se encargó de llevar a la pantalla gigante This is it. No podía perdérmelo.

Con la emoción que brinda el saber que se va a presenciar algo surrealista, me dirigí a la premier del Cine Center. Hay que reconocer que hubo un esmero pocas veces visto en un estreno. Se contrataron bailarines que intentaban imitar (sin mucho éxito) el talento que MJ tenía como bailarín. Se creó una atmósfera de ansiedad que no he percibido otras veces y que obedecía, naturalmente, al factor WOW del personaje que motivaba ese homenaje.

Cuando las luces se apagaron, y la sala estaba a reventar, el documental le devolvió la vida al Rey. Testimonios de los bailarines que hicieron casting para ser parte de este tour, dieron una idea de cuál era el tono que Ortega había decidido darle a este Adiós.

La gente que fue parte del equipo de MJ, eran bailarines-fans, músicos-fans, utileros-fans, todos ellos emocionados hasta las lágrimas ante la posibilidad de compartir escenario con Michael.Y así, como un rompecabezas, con partes de distintos ensayos, y mostrando lo que habían preparado para que el concierto sea inolvidable en cuanto a imágenes de apoyo, vimos lo que pudo ser y no fue.

Un MJ frágil, excesivamente delgado, que a pesar de la edad y un estado físico preocupante, bailaba opacando a sus veinteañeros bailarines, cantaba afinadísimo, y estaba pendiente de hasta el más mínimo detalle: puentes, tempos, ritmo, marcaciones, Michael Jackson era un perfeccionista, y lo que es mejor…uno talentoso.

This is it intenta mostrarnos la cara humana, pero también de megaestrella de MJ…todo lo que exhibe es positivo.

Vemos a Michael repetir muchas veces ¨I love you¨ a su gente o ¨Dios te bendiga¨, vemos al hombre infatigable, nos conmueve que con tantos años de carrera encima se deje seducir por los vítores y la euforia de su equipo, que mientras él ensayaba lo aplaudía emocionado, y MJ incapaz de resistirse ante esa respuesta, cante y baile no como en un ensayo, sino como si ese reducido grupo de entusiastas muchachos, fuera un estadio lleno.

Canciones como They dont care about us, Billie Jean, Smooth Criminal, Il be there, Thriller, sus grandes éxitos escritos, compuestos y con arreglos musicales creados por el propio Michael. Escenas como una versión de Smooth Criminal que mezcla a MJ con Gilda y Humprey Bogart; o el 3D impecablemente usado en un ejército para They dont care about us o para una nueva versión de Thriller. Vestuario que se hizo especialmente para este show y que tenía elementos jamás usados hasta el momento.

Ese instante cuando interpreta junto a Judith Hill, I can´t stop loving you…sencillamente mágico. Conmovedor. Como lo es ver su rostro deformado, su aspecto delicado y sabiendo que tiene 50 años, verlo soportar sus coreografías, y a pesar de que en ningún momento lo vemos detenerse, como otras informaciones afirman, a pesar de que en ningún momento nos cuentan que cancelaba ensayos por agotamiento y lesiones, a pesar que según allegados vivía semidopado de tanto medicamento que ingería, intuimos que si no hubiese muerto, iba a ser muy difícil para él seguir el ritmo de 50 conciertos con un show como ese.

El documental, muestra el lado bonito. No se puede alabar su factura, porque su valor o atractivo recae únicamente en la figura de Michael Jackson, a quien gracias a su inesperada muerte deseamos ver con morboso interés. No existe espectacularidad en el montaje, ni en la propuesta de dicho documental, todo eso lo aporta el Rey del Pop.

Finaliza de la manera más ñoña del mundo, con un ritmo que decae, pero aún así…después de ver cómo era MJ, da la impresión que le hubiera gustado.

Lo que te deja This is it es tan emocionante, que pensás con rencor en tu YO pasado, ese al que nunca se le ocurrió invertir tiempo, dinero y esfuerzo, enir a ver a Michael Jackson en concierto al vivo, peregrinando a algún rincón del planeta.

Un concierto que ahora es imposible, pero que quedás añorando.

MJ murió, la gente vuelve a amarlo, ya no lo miramos solamente como el freak, como Jacko, no…

Ahora vemos a ese genio que cantaba desde niño, pero que nunca fue niño y se convirtió en un adulto obsesionado con la infancia.

Es el mismo mito que adorado por millones de personas, en una entrevista dijo: «Incluso cuando estoy en casa, me siento solo. A veces me siento en mi habitación y lloro. Doy vueltas por el vecindario en la noche, solamente esperando encontrar a alguien con quien hablar. Al final termino regresando a casa».

– LO MEJOR: Michael Jackson

– LO PEOR: Hay momentos en que se cae

LO MAS FALSETE: hmmmm nada, aunque luego los hermanos de MJ dijeron que había dobles de Michael haciendo algunas escenas.

– LA ESCENA: I cant stop loving you, y cuando se intercalan imágenes de MJ de niño, mientras canta canciones de los Jackson 5

EL MENSAJE MANIFIESTO: El Rey vive

– EL MENSAJE LATENTE: Nada es lo que parece

– EL CONSEJO: Vela en cine, vale la pena ver las coreografías y escuchar las canciones en pantalla gigante.

– LA PREGUNTA: ¿Por qué tiene que morirse la gente para que realmente se valore su trabajo?

EXTRAS

EL ASCENSOR: Pues sí. Me toca la ingrata tarea de dar un paso al costado de todo lo dicho hasta ahora sobre El Ascensor, y decir que nunca fue tan cierto aquello de que cada hombre es una isla.Y entiendo que en esta triste vida, todo es cuestión de gustos, no quiere decir que el que la encuentre excelente no sepa un sorete de cine, ni quiere decir que porque a mí no me gustó, suceda algo similar.

Quizás sea el hecho que el temita de crispines encerrados en un ascensor lo he visto como tres veces, dos con mejores resultados, una en una peli ochentera de corte independiente que no recuerdo cómo se llama, pero que básicamente trataba de un grupo de 5 personas que se quedan atoradas en el pinche ascensor, uno de ellos acababa de robar un montón de plata…y por la precaria situación, coronada por cientos de miles de dólares en un maletín… comienza a aflorar la barbarie en el corazón de los cautivos. Otra, Elevator Movie…también de corte independiente, muy surrealista, acerca de una pareja freak que se queda encerrada en un ascensor por meses, rarita, pero arriesgada, en su momento me pareció una muy buena propuesta. La más reciente la vi este año, llamada Blackout, protagonizada por la misma actriz de la serie Joan of Arcadia…el argumento es sencillo, tres crispines quedan encerrados en un ascensor y uno de ellos resulta ser un asesino en serie, la chica tiene asma y todos están desesperados por llegar a sus respectivos destinos, suspenso hollywoodense a pleno…dirigida por un mexicano, bien filmadita, pero de regularona para abajo.

A esas experiencias con películas sobre ascensores estancados, sumémosle que yo fui una de las pelotudas que vio como tres veces el videíto en youtube del pobre tipo que se quedó atrapado en un ascensor durante 41 horas. Tal cual un reality, la cámara de seguridad capturó todo lo que haría una persona común y corriente… las fases que van desde la desesperación, la búsqueda de un escape inmediato, la resignación, el cansancio, la esperanza, etc…

O sea, para que una trama como ésta consiga hacerme aplaudir de alegría, tendría que ser jodidamente buena. Ya nomás empezar la proyección de El Ascensor, fui bombardeada por marcas que auspiciaron la película, de manera muy poco sútil…lo que consiguió que me sintiera viendo un spot criollo.

De todas formas, ese pequeño rechazo inicial pasó de largo conforme el filme se fue desarrollando.¿Argumento de nuestra versión boliviana de ascensores estancados? Un hijito de papá, interpretado por Pablo Fernández, es secuestrado por dos sujetos, uno el personaje de Jorge Arturo Lora y otro el personaje de Alejandro Molina.

Por x motivo (me reservo detalles) van a un edificio donde quedan encerrados en un ascensor, para más “problema”… en carnaval. Ajá…eso para justificar que queden como mensos tres días sudando, compartiendo secretos y cositas. Es así que tenemos un híbrido que contiene drama, humor, suspenso, y hasta animación 3D.

Los personajes tienen un perfil muy claro, aunque el guardia de seguridad sea discordante con la línea interpretativa del resto, y produzca un molesto…llamémosle “ruido” en pantalla.Otro detalle es que quizás el guión me resulta demasiado complaciente, con los respectivos discursos sobre clase social, sufrimientos varios y mensajes a la conciencia, que tanto detesto. Se le reconoce, no obstante, que el humor naif que maneja, aligera mucho la experiencia.

La trama en sí hecha agua por muchos lados, ya sé que podemos escudarnos bajo la premisa de que “ESA ERA LA IDEA” y que el multigénero elegido lo soporta, pero en mi caso dicha excusa no me convence.Las actuaciones, por momentos, me parecen màs adecuadas para un espacio teatral, pero no llegaron a disgustarme.

Alejandro Molina hace un buen trabajo, y Pablo Fernández tiene un ángel innegable para la cámara , aunque se muestre algo tibio en momentos claves, sin contar que sobre sus espaldas cae una “revelación” que termina de ponerle más ingredientes a este sancocho de tantas cosas…

Buen sonido, buena imagen, buenos efectos 3D, son rescatables.Creo que el filme hubiera ganado mucho de haberse mantenido en el ascensor, sin tener que ir afuera a mostrar el asunto de los guardias, y manejando con mayor discreción el tema del encierro, los secretos, y todo el rollo. Películas como El Cubo (que uno tiene que ver sí o sí por lo menos dos veces, aunque el género sea totalmente opuesto a lo visto en El ascensor), donde todo sucede en un espacio reducido, se cuentan sus miserias, mientras intentan constantemente escapar, lograron mantener con mejor tino sus argumentos.

No obstante, me queda claro que El Ascensor, al ser un híbrido de varios géneros puede tomarse ciertas licencias. Esto no quiere decir que por «comprender» estas licencias, haya quedado satisfecha con el producto final.

A rescatar: que entretiene, el sonido, la calidad de la imagen, la idea, los efectos (aunque el momento Matrix me pareció pegado con moco), y algunos gags que alcanzan buenos momentos ¿La dirección? A ver…a Tomás Bascopé se le puede reconocer que hizo una película que sin un gran presupuesto, con una trama sencilla, con un guión escrito por él mismo, y sin muchas pretensiones, está aceptable como un primer ejercicio cinematográfico.

No es desastrosa, ni asquerosa, u otra osa similar.La palabra clave es ejercicio. A grandes rasgos puedo decir que El Ascensor la recomendaría para que se rían un rato, no podría decir que es una excelente película, o lo mejor del cine nacional, mucho menos lo mejor del año, porque estamos muy lejos de eso aún, pero que arrancará alguna risa, eso es seguro.

DIABOLICA OBSESION: Cuando terminó, no podía creer que el guión pertenecía a Diablo Cody…la guionista de Juno, ganadora del Oscar…no. Era risible, Diab
lo Cody que mostró un agudo ingenio en Juno…escribió esta cochinada de guión…y encima fue y reclutó a Megan Fox, como su protagonista. Aquí, la boquifloja de Megan sale de teenager…imaginan su papel? Sí, cheerleader, Lolita, una bitch de pueblo digamos…

Esta coqueta señorita tiene por mejor amiga a una nerd, una ñoñaza de aquellas. Ambas deciden asistir a un concierto de rock, a realizarse en un bar…Megan anda que se saca los calzones por el vocalista, y el vocalista al verla asume que es de esas pueblerinas vírgenes que finge ser mujer fatal. Pues resulta que el sujeto quería fama a toda costa, porque todavía eran una banda menor…y usa a nuestra querida Megan como virgen sacrificada ante el señor de las tinieblas, ajá…Satanás. Resultado? Megan es poseída, resucita luego del sacrificio y para seguir viviendo tiene que comerse hombres…

Todo eso yo te lo compro si está bien filmadito y bien contadito, y si no me ponés efectos chotos, pero no…Malita, malita, cinta disfrazada de humor negro irreverente, pero que en realidad roza el ridículo.

COCO ANTES DE CHANNEL: Biopic sobre la famosa diseñadora Coco Channel. Dirigida por una (para mí desconocida) Anne Fontaine, esta película está bien, o como dicen los gringos…just fine. Nada brillante, ni cautivador, ni siquiera hará que uno se moleste en googlear buscando imágenes de los verdaderos crispines…pero cumple.

Sobria, y correcta…Coco Antes de Channel, es tal cual su título…un vistazo a la vida de este ícono de la moda, ANTES de que fuera ícono de la moda. Audrey Tatou (nuestra siempre querida Amelie) da vida a Gabrielle Channel, una sufrida mujer cuya ansia de encontrar su lugar en el mundo, la llevó a pelear con uñas y dientes su espacio.

Veremos a Coco como costurera, con ansias de ser cantante, prostituyéndose al mejor postor, buscando ascenso social o validación social a través de los hombres que cautivaba gracias a su ingenio, no habrá en la pantalla nada que nos hable de una extravagante fascinación por la ropa o por el diseño. La personalidad de Coco es la de una mujer única, práctica y con una gran capacidad de adaptarse a las situaciones. Una vida marcada por la pobreza y por el deseo de superarse. Un gran amor en su vida, será lo más humano que veremos de Coco, junto con el final…

Con una dirección aceptable, aunque muy falta del factor WOW, el filme se deja ver gracias a una excelente interpretación de Tatou, y elementos como fotografía, sonido y demases, bien usados. Nada que reclamarle, está bien, algo sosa…pero bien.

THEY: (Aclaración, la del cine parece ser la versión francesa y yo vi la versión americana, este dato lo pude recabar gracias a un mail de una lectora del blog de El Deber, se agradece la corrección) Pues me parece una falta de respeto que esta película esté ocupando espacio en la cartelera local. Uno porque es un filme del 2002, que de tan viejo que es ya ni me acuerdo muy bien la trama, y dos porque por lo que recuerdo no se justifica que 7 años después se exhiba en nuestro cine con el letrero impúdico de ESTRENO. Se trata de un filme menor, donde una fulana tiene un amigo de la infancia al que ella considera le faltan unos cuantos tornillos. Vive recordando unas pesadillas que tenían de chicos y anunciando que ELLOS vienen…toda la película vemos a esta chica (estudiante de psicología) correr de aquí para allá espantada, mientras el resto piensa que a ella también se le zafó un tornillo. Lo que más recuerdo es el final…un cague de risa, pretende ser una vuelta de tuerca estilo Shymalan o algo así, pero naranja fanta.

TRAIN: He decidido poner en los extras, algunas películas que vea y no estén en cartelera, para que no gasten plata en huevadas piratas. Bueno, me vi Train nada más porque Thora Birch estaba en el elenco y, por lo general, la muchacha elige cosas relativamente interesantes.

En Train NO SE QUE PASO. La única explicación que se me ocurre es que a Thora le estaba faltando dinero, porque la película es más mala que pollo con salmonella. Thora es parte del equipo de lucha libre americano…y viaja, junto a otros compañeros a competir en Europa.

Ya allá se van de joda y pierden al grupo, es así que haciendo gala de mucha idiotez en el guión, se suben a un tren de la manera más risible del mundo. Un tren donde se trafican órganos, y donde habrá mucho gore. Es tan, tan, tan, pero tan mala, que si te la regalan, tenés que replantearte tu relación con el infeliz que haya osado darte ese obsequio.

EL CORAZON MENTIROSO: ¿Qué harían ustedes si se topan con un filme en cuyo elenco aparecen Winona Ryder, Michael Pitt, Asia Argento, Ben Foster (I love Ben), y Marilyn Manson, entre otros? Exacto. Verlo. Quiero decir que esta amarga noche de noviembre, gracias a la desgraciada de Asia Argento (directora) me quedaré con imágenes en mi mente que NO ME MEREZCO. Disfrazado de Indie contestatario, el filme nos cuenta de una manera s-ó-r-d-i-d-a, las aventuras y desventuras de una drogadicta-prostituta que porque se le canta, decide recuperar a su hijo de la casa de los padres adoptivos de este.

La criatura tiene 7 años, y ni bien su madre lo tiene bajo su cuidado, sufrirá cuanto abuso se les ocurra. Dicho abuso bajo una dirección hmmm “fumada”? sería la palabra? Donde aparecen figuras simbólicas y paralelismos bíblicos que espantarían a alguien más cuerudo que yo. Bien actuada, eso sí, pero innecesariamente pesada, por querer ser irreverente o diferente, el argumento pierde fuerza y gana falsedad.

P.D.: Gracias por los mails, comentarios a favor o en contra de lo escrito aquí, siempre serán bien recibidos…intento contestar todo. Y a partir de la próxima actualización incorporaré música y televisión a la columna.

¨Cuando el todo, no es la suma de sus partes¨

Por: Mónica Heinrich V.

Ahí estábamos.

Lugar: Cine Center. Ocasión: Premier de Rojo Amarillo Verde.
A diferencia de otros estrenos nacionales, una nutrida concurrencia se dio cita en un filme que, para no ser hipócritas, se esperaba como el rocío de la mañana.
Esa era la gran apuesta, donde muchos poníamos nuestras esperanzas, ajá…donde ese apretado abrazo en el que me fundí con el cine nacional al ver Zona Sur, se vería mezquino. Aquí yo me esperaba más que un abrazo, aquí me esperaba abrazo,beso francés y hasta enroscar las piernas de felicidad…algo que me hiciera verter ríos de tinta o en este caso, teclazos en la oscuridad de mi habitación, que me dejaran con los dedos doloridos…
Y no…
Ni abrazo, ni beso francés, ni piernas enroscadas.
Vayamos por partes. En este momento tengo dos opciones. 1) La honestidad brutal, esa que me ha granjeado «tiernas amistades¨ y 2) cumplir con el protocolo social exclamando emocionada: Qué hermoso, qué divino!.
Qué elegir? Hmmm, grave disyuntiva. Sí.
Déjenme pensar…
Puerta 1! Puerta 1!
Empezaré diciendo que RAV (Rojo Amarillo Verde) es un filme irregular, que tiene sus luces y sus sombras, pero que como conjunto no termina de redondearse y que intentó hilar sus tres historias de manera bastante vaga.
La idea es buena, las intenciones también, y estoy segura que la sangre y el esfuerzo puesto en cada segmento bastarían para levantar los pulgares y decir Two Thumbs up! Y sé también, que a veces por muy planeadas que se tengan las cosas, no salen como uno espera…en un rodaje puede suceder cualquier cosa, se viven momentos de mucha tensión que no terminan ni siquiera cuando el producto está exhibido, sin contar que lo que a uno no le guste puede ser excelentemente justificado por el director…
Sin embargo, el cine es una cosa de dos. Por un lado, el que exhibe el trabajo (director y equipo) y por otro, el crispín que se sienta en la butaca a verlo (en este caso yo).
Esta crispina vivenció el momento RAV así:

ROJO
Hace unos años, escribí una opinión que titulé «Me gusta Boulocq». Acababa de ver Lo más bonito y mis mejores años, ópera prima de Martín Boulocq, y quedé convencida que sobre los hombros de este jovencísimo cineasta descansaba parte del renacimiento del cine boliviano. Sí, así de jodido.

A través de los subsiguientes años, pude ver su trabajo como director de videoclips, unos me gustaron, otros no tanto, pero la certeza que Boulocq era talentoso, nunca me abandonó.

Rojo basa su argumento en un cuento del escritor Rodrigo Hasbún. La premisa es simple: Una joven pareja, atraviesa difíciles momentos ante la presencia de un cáncer de seno. La situación es delicada, ya que además tienen una hija pequeña en común.

¿Qué es lo mejor de Rojo? De las tres propuestas es la historia que a nivel narrativo está más redonda, y cuya elegante factura a nivel fotográfico deja una buena impresión. Encima, Boulocq eligió a grandes actores como Daniel Aguirre (excelente actor formado en Teatro de los Andes y de quien hablé en su momento gracias a su espectáculo 120 kilos de jazz) y Patricia García (gran actriz ex teatro Duende, que últimamente trabaja con Diego Aramburo y Eduardo Calla, a quien también en su momento eché la pesada carga de ser una de las mejores actrices del país).

Aunque ambos provienen de las tablas, y muchos actores que hacen la transición ante la cámara, llevan los vicios teatrales a la pantalla, ….tanto Daniel como Patricia, aprueban con sobresaliente, convirtiéndose en un acierto de este segmento.

Con una estética, que muestra cuidado en los planos, no poner la cámara sólo por ponerla, Boulocq cuenta esta historia de manera sobria, íntima y delicada. Pero…aquí viene el pero…

La voz en off que anticipadamente explicaba lo que veíamos y se convertía en una molesta cacofonía de las bellas imágenes, me pareció sencillamente innecesaria. Encima, el lenguaje escogido era mucho más literario que cinematográfico. Ok, podemos nombrar N filmes en que una voz en off, comente ciertas cosas de manera poética, una de mis favoritas : Canciones del segundo piso de Roy Anderson, pero en este caso no hay una contraposición que justifique el uso de este artificio. Con contraposición me refiero a una ecuación simple: si vas a mostrar un plato, no es necesario decirnos que estamos viendo un plato.
Creo que la historia hubiera tenido más fuerza si íbamos descubriendo lo que pasaba poco a poco, y no con alguien interpretando lo que veíamos, pero eso ya es cuestión de gustos.

En general, Rojo me pareció la propuesta más sólida, la que tuvo elementos mejor usados, una buena fotografía con un contenido acorde, grandes actores principales, y la música del hermano de Martín, que permitió creernos (A PESAR DE LA MOLESTA VOZ EN OFF) lo que la pareja sufría.

No me encantó, pero no está mal. O sea, no es un producto con el que me sentí satisfecha, pero por lo menos es cumplidor.

AMARILLO
A Sergio Bastani no lo conocía hasta que supe que participaría en RAV. Sin embargo, tuve la oportunidad de ver dos trabajos suyos…un videoclip con créditos compartidos en la dirección: Youth Cadet y un corto que se presentó en el FENAVID llamado Yard of blondes. Ambos trabajos me mostraron a un director moderno, experimental, que cuida la imagen, pero que a nivel de contenido no me decía mucho.

En Amarillo existe el mismo problema. De los tres directores, es el único que se decantó por usar un guión cuya historia escribió él mismo. Un texto originalmente llamado Historia de hormigas. Básicamente, una mujer le pide a un fumigador que elimine las hormigas que han vuelto a aparecer en su casa, mientras el hombre hace su trabajo, ella y su hijo descansan. El niño se despierta…siente curiosidad y decide ver qué pasa, lo que lo lleva a una «aventura» a travès de inhóspitos paisajes.

Cuando Amarillo empezó, hubo quienes cayeron en los brazos de Morfeo. Por mi parte, me revolví en mi butaca, un poco incómoda, esperando ver algo que nos saque de aquel ingrato sopor. Lo dicho, a nivel técnico no hay nada que reclamar. Más bien existen muchas cosas que admirar, bellos planos, una composición de imagen muy lograda, mucha simbología y cualquier cosa que sirva para echarle flores a lo visual, pueden agregarlo mentalmente a este párrafo.

Sí, Bastani es talentosito también….pero…aquí viene el pero de Amarillo..tanta belleza visual, se pierde ante una historia demasiado ambigua, donde lo folclórico es explotado como un recurso ornamental y donde los personajes sufren de un autismo exasperante. Habrá quien interprete profundas cuestionantes sociales, políticas, psicológicas, y recurra a referencias de «cosas parecidas», para justificar la experiencia, no es mi caso…lo visual no llega al clímax de lo poético como para que compense, lo qu
e por ahí en la charla post premier, alguien definió como una «paja mental».
A destacar el niño protagónico, quien cumplió a cabalidad y con convencimiento su papel de mudo aventurero.

VERDE
De Rodrigo Bellot, lo que más me gustó fue Dependencia Sexual. Y claro, destacar que es un gran productor, eso no hay cómo negarlo. Un productor que además de apoyar a directores nacionales, trajo producciones internacionales al país, haciendo que otros bolivianos puedan participar de un trabajo más profesional.

En el corto que cierra RAV, hay dos cosas importantes, aposté mi dote (una cabra y un ternero) que sería la historia que más gustaría al público cruceño. Por qué?

Porque es la más digerible. Está narrada de manera muy sencilla, muy fácil de comprender, tiene un principio, nudo y desenlace clarísimos. También porque a diferencia de Rojo y Amarillo, el tema criollo está realmente anclado en la historia y para la gente (por lo menos aquí) será fácil identificarse con la trama. Y finalmente, usa algo de humor para no adormecer a una platea que viene atontada con el ladrillazo de Bastani.

Esos puntos no se pueden menospreciar, y siempre se agradece pasar un rato ameno en el cine…la historia? Un joven huérfano, es tomado bajo la protección de un amigo que lo invita a vivir con él y su madre para ayudarlo. Además le consigue trabajo en una estancia, y básicamente lo apoya para que inicie una nueva vida a su lado. El guión se basa en un cuento de Claudia Peña y cuenta con las actuaciones de Diego Paesano, Lorena Suigger e Ismael Suárez.
Hasta ahí lo bueno. El pero, viene con mayor impulso…Estéticamente, es la propuesta con la que menos empatía tengo. No me gustaron los planos, ni la dirección de actores, hay que recordar que todo RAV usó como cámara la RED ONE, la misma cámara que usó Valdivia para filmar Zona Sur y sus comerciales de ENTEL, la misma cámara que usó Soderbergh para filmar su dupla sobre El Che, la misma cámara que puede agarrar una textura casi casi similar a cuando se filma en 35, en cine.

Si comparamos Rojo y Amarillo con Verde, hasta parece que Bellot usó otra cámara. La imagen se ve opaca, no se sacó partido a todos esos paisajes bellísimos que hay en el oriente boliviano que pudieron enriquecer la historia, que grabando a cierta hora del día le hubieran dado una temperatura de color que por lo menos a nivel visual rescate Verde. Y más allá de eso, los planos…una querida conocida, con la que comparto ADN, dijo sin ascos: Parece una telenovela…
De más está decir que la película termina en un decrescendo que nos deja con la sensación que vimos algo más o menos.

Como un todo, ya lo dije, no está bien engranado. La idea central era hacer referencia en los tres segmentos a la madre, y liar ese concepto con la madre patria, subiéndose al barco de usar los colores de la bandera Rojo Amarillo Verde, cosita que en su momento Kieslowski logró plasmar con mayor desparpajo en su experimento francés Rojo, Blanco, Azul. En RAV, sin embargo, el tema ¨boliviano¨, a excepción de Verde, resulta casi un esquema más de marketing que de realidad.

A mí lo que me quedan son 3 cortos, con estética, intención y calidad de producto final demasiado dispares como para que puedan fundirse en una mezcla homogénea.

No obstante, aquí sí hay espacio para el premio al esfuerzo, ya que se trata de una película que en casi todo su metraje tiene aspectos técnicos muy logrados, y el hecho de que tres cineastas se hayan embarcado en este proyecto es de rescatar, aunque el resultado no sea del todo satisfactorio para algunos.

RAV, no quedará en mi retina por mucho tiempo…pero se agradece la experiencia, espero con ansias el nuevo trabajo de Boulocq Los Viejos, y también, por qué no…Perfidia, de Bellot.

El ascensor de Tomás Bascopé, se estrena en breve, habrá que darse una vuelta por ahí y ver qué se cocina por esos trechos. Ojalá, otra vez pueda fundirme en un apretado abrazo con el cine nacional…

LO MEJOR: Aspectos técnicos, y las buenas actuaciones de Daniel Aguirre y Patricia García.

LO PEOR: El autismo de Amarillo y la estética de Verde

LO MAS FALSETE: hmmmm algunas actuaciones

EL MENSAJE MANIFIESTO: Bolivia existe

EL MENSAJE LATENTE: Una madre, es una madre.

EL CONSEJO: Vela, hay quienes piensan que está buenísima.

LA PREGUNTA: ¿Los colores, realmente sienten?

EXTRAS

Identidad Sustituta: Basada en un cómic, esta película está dirigida por un crispín que responde al nombre de Jonathan Mostow, un chico Harvard…de este individuo había visto (de manera macabra) toda su filmografía. Ni yo me la puedo creer después del wikipedeazo. Fue el que dirigió Breakdown con Kurt Russel, la del tipo que perdía a su mujer en un viaje por carretera. También hizo una de un submarino con Harvey Keitel, y claro Terminator 3. Ya se imaginan cómo viene la cosa entonces…

El filme protagonizado por Bruce Willis, entretiene…pero sin apasionamientos. El argumento nos muestra un mundo donde la gente vive a través de sustitutos, especie de clones que uno maneja desde su casa…y que llevan a cabo cualquier función que el dueño del sustituto ordene. Obviamente que si estás en tu casa, y el bicho ortopédico ese sale a la calle, las posibilidades de que vos estirés la pata si un camión le pasa por encima, son nulas. Eso hasta que un arma es creada y Bruce Willis se da en la labor de buscar el origen de ese despelote que pondrá en peligro la vida de millones de usuarios…zzzzzzzzzzzzzzzZZZZZzzzzzzz

O sea bien, tiene unas cuantas escenas muy rescatables, está bien dirigida, lo que quieran…pero no tiene absolutamente nada que luego te impulse a una animada charla o siquiera a googlear el filme. Encima, casi el principio ya uno más o menos huele el ¨gran misterio». Entretenimiento pasivo-agresivo.

Enemigo Púplico: Michael Mann es un buen director, lo ha demostrado con creces en filmes como El Informante, Ali, y Collateral, y no le ha ido tan bien en Miami Vice…sin embargo, a pesar de ser un buen director…es algo, digámoslo…aburrido.

Un Ron Howard más refinado y talentoso, pero con ese tufillo medio soso. Enemigo Público tiene todos los ingredientes para ser un peliculón, una historia INTERESANTISIMA, basada en un caso real…un elenco ESPECTACULAR, encabezado por Jhonny Depp y Christian Bale, y lo dicho, un buen director.

Y la película termina siendo muy aceptable, pero no alcanza niveles de grandiosidad ni por si acaso. La historia nos lleva a la época de la Gran Depresión, los años 30s. Un fulano llamado John Dillinger se dedicó al robo de bancos convirtiéndose en una especie de celebridad, dada su juventud, su galanura y sus métodos medio de dandy. Ofrecían recompensas millonarias a quienes lo entreguen vivo o muerto. Como dije, la historia por sí sola es interesantísima, y hasta tiene romance de por medio, muy al estilo Bonnie and Clyde. Dotada de una excelente fotografía, bonita música, buena dirección de arte, bien actuada, bien dirigida, en general un producto redondito…Enemigos Públicos cumple, pero no sorprende.

La venganza de la casa del lago: Debo reconocer que fui a verla de puro morbosa y sin saber qué esperar. Además que era la única película de toda la pinche cartelera que no había visto, así que otras opciones no tenía. Pensé que iba a ser la típica película adolescente donde mueren un montón de crispines mientras vos te atragantás de pipocas. Pero no. Resultó una sorpresita…a pesar de ser un remake, y encima de Wes Craven…esta ver
sión filmada por Dennis Iliadis, un cuasi desconocido en el celuloide, tiene una primera mitad de película…notablemente narrada.

El tipo se dio el tiempo para crear un clima, para construir personajes y lo hizo con una dirección muy elegante, una familia va a una casa cerca de un lago a pasar vacaciones. Aunque no lo dicen de manera directa, la familia conformada por padre, madre e hija, acaba de perder un miembro…un hijo varón. Con este escenario nos introducen al horror, cuando la hija pasa por violentos momentos en una de sus visitas a una amiga que trabaja en el pueblo. Muy bien contadita, te mantiene en vilo, aunque a partir de la mitad se vuelva más de lo mismo, pero el director es bueno, y bajo un argumento visto hasta el cansancio, presenta algo bien hechito que te atrapa….muy bien actuada también.

La vida detrás del burka

Por: Mónica Heinrich V.

Kandahar suena muy lejos, incluso fantasioso, como si perteneciera a una realidad totalmente ajena a la nuestra. Pero Kandahar existe, y también existen su extrañísima forma de vida, sus prohibiciones, sus talibanes, sus mujeres relegadas a una vida casi surrealista.

Y es que surrealista es el mejor adjetivo que cabe para la vida de esa gente, personas sumidas totalmente en la miseria. Kandahar sitúa su historia antes del conflicto con USA, antes de que los gringos fueran a llenar de terror esas tierras en una misión que califican de salvadora o en el mejor de los casos de liberadora, pero lo cierto es que ahora además de las bombas o minas talibanas los afganos tienen que temer las armas americanas…

El «burka» es esa especie de manta que cubre la cara de las mujeres y que sólo deja ver los ojos, con unos pequeños huequitos para que respiren en la parte que cubre la boca y la nariz. Fue impuesto por el régimen talibán.

Nafas es la protagonista de esta historia, historia basada en un hecho real. Nafas emigró a Canadá donde estudió periodismo, sin embargo ha recibido una carta de su hermana que le dice que ya no aguanta más, que para ella la vida es un calvario y que se suicidará cuando se geste el último eclipse del siglo.

Nafas, desesperada, intenta por todos los medios entrar a Afganistán y concretamente llegar a Kandahar. La historia parte de ese hecho, de la búsqueda de Nafas, del retorno a sus tierras, de los obstáculos, de la impotencia de pasearse por un país minado por la violencia y el extremismo más recalcitrante.

Nafas, al ser mujer, tiene una serie de restricciones que debe cumplir si quiere seguir viaje, debe cubrir su rostro todo el tiempo ya que está prohibido que la mujer muestre su belleza a menos que tenga permiso del marido, debe fingir que está casada porque es mucho más peligroso que lo haga sola, si se enferma el médico no la podrá tocar, las mujeres afganas no pueden mostrar su cara o cuerpo a nadie que no sea el esposo por mucho que estén al borde de la muerte…

La vida de una mujer afgana está tan registringida que ni siquiera tiene derecho a ser vistas. Nafas recorre los caminos para llegar a su hermana, caminos donde hay que tener cuidado porque como dejan minas botadas por todas partes corres el peligro de que pises mal y te quedes sin piernas…o mueras.

Las virtudes de la película se centran en su simpleza, en las imágenes, en el sentido de semi-documental que el director teje alrededor de la historia de Nafas. Sin embargo creo, que al igual que cualquier película Hollywoodense lacrimógena, Kandahar intenta forzar al espectador con escenas gratuitas a que realmente «sienta» o «sufra» lo que es la vida en Afganistán.

Kandahar se vuelve repetitiva en escenas y en recursos con el sólo afán de buscar la lágrima, la compasión o el entendimiento de la tragedia de ese pueblo. Kandahar abusa de recursos del guión para transmitir algo que no necesita ser forzado, porque consigue en escenas mucho más espontáneas lo que busca en escenas «hechas para conmover»… Es ahí donde Kandahar pierde su hilo, y pierde algo de la magia que pudo tener completamente de no ser tan reiterativa.

El director Makhmalbaf ha hecho películas que siempre tocan una fibra sensible del espectador, la otra que he visto suya es «El Silencio» donde casi sin diálogo y sí bellas imágenes, consigue recrear una historia muy bonita, simbólica y que no cae en abusos narrativos.

En este caso, el filme no cuenta con actores excelentes, pero recordemos, los protagonistas viven esa realidad día a día, así que sus dotes actorales se ven superados por la absoluta comprensión de los papeles que han representado. El guión está bien construido, aunque como ya dije, abusa de las reiteraciones y transcurre como la mayoría de las películas iraníes de manera lenta…y pausada.

Kandahar es una película que cuenta la vida debajo del burca, la asfixia de esas miles de mujeres que viven en las sombras de una cultura que se quedó varada hace siglos…Kandahar es la historia de la miseria, la pobreza, la desesperación afgana… Y es la historia de los ojos, como aquellos de la niña del National Geographic, ojos que a los 11 o 13 años ya han visto más de lo que nos imaginamos, ojos que piden ayuda y que expresan dolor, ojos que pasados los años, a los 20 o 25, serán los ojos de ancianos, porque en Afganistán…se envejece rápido.

Macarrones con queso

Por: Mónica Heinrich V.

Tenés 16 años y descubrís que estás preñada. ¿Qué hacés?.
Juno, nuestra heroína indie asume su maternidad con cinismo. En un principio decide abortarlo, conciente de que el mundo está tan jodido que como la Trevi lo escribió en uno de sus temas “traer un niño más, sólo aumentará el censo”.

Es así que con mucha presencia de ánimo se va a la famosa clínica. Justo en la puerta se encuentra con una compañera de clase haciendo campaña por el No al aborto y luego de que le diga: “Los bebés nonatos ya tienen uñas”, Juno reconsiderará su posición.

Ojo que la película no navega en una campaña pro o contra-aborto, sino que usa el tema del embarazo para tocar temas como la madurez para recibir un hijo, lo relativo de “decisiones correctas” o “decisiones incorrectas”, y sobre todo, definir en una exquisita escena lo que todos buscamos con respecto a una pareja: El queso de nuestros macarrones.

Con ese negro sentido del humor con el que Juno enmascara una ternura incipiente, la joven mamá buscará una pareja para dar al bebé en adopción. ¿Qué mejor que una revista donde los desesperados papás infértiles se anuncien con foto incluida? De esa manera llega a la vida de Vanesa (Jennifer Garner) y Mark (Jason Bateman), quienes reciben de brazos abiertos la posibilidad de que “la cosa” (como Juno llama al nonato) sea el hijo que no han logrado concebir.

Qué linda película! Juno es igual o más de lo que los adoradores del cine independiente andan pregonando en la red, en la prensa y en el boca a boca. Este es un pequeño gran filme que tiene el frescor de la tierra mojada cuando acaba de llover (no el de las inundaciones por si acaso), y el de la brisa marina. Su gran logro es contar una historia harto repetida (adolescente encinta) y darle un giro interesante, todo esto de la mano de grandes actores, entre los que destaca la jovencísima Ellen Page que interpreta a la famosa heroína de nombre mitológicamente romano.

Esta misma Ellen Page ya me había sorprendido el año pasado cuando protagonizó Hard Candy, donde interpretaba a una perturbada adolescente que se encontraba con un pedófilo de esos que pululan en la red. Mientras en Hard Candy hacía creíble un personaje bizarro y con matices muy oscuros, en Juno la misma actriz dota su interpretación de un toque sencillamente adorable, que hace que uno piense seriamente en llamar Juno a una futura hija (sí, lo estoy meditando).

Ni Jennifer Garner, ni Jason Bateman, ni siquiera Michael Cera (el padre de “la cosa”), desentonan en un reparto que lo único que hace es engrandecer el filme hasta dejarlo del tamaño de un globo aerostático. El guión ha sido escrito por Diablo Cody, un personaje que ha saltado a la fama directamente de lo virtual. Esta señorita, cuyo look se nos antoja a una gothic girl, ganó sus buenos quintos como streeper, pero quiso la suerte y el buen criterio, que creara un blog donde relataba todas sus aventuras y desventuras. Llamó la atención, y como en Hollywood andan escasos de guionistas (ojalá les vaya bien en su huelga), la lanzaron al estrellato con este su debut cinematográfico.

Ahora, la ex chica del tubo, es requerida para seguir haciendo guiones de cine, y también como guionista para series de tv. Bien por Diablo, se lo merece luego de crear algo tan lindo como Juno.

Sobre Jason Reitman (el director), el año pasado (mierda, parece que vivo para el cine nomás) vi su ópera prima llamada Thank you for smoking, película muy bien lograda, interesante cuya temática central era una evidente crítica a la industria del tabaco, todo en clave de humor negro. En Juno sigue mostrando que Canadá ha dado al celuloide un director talentoso, y que de este personaje podemos esperar grandes películas en el futuro. Es un director que convierte lo sencillo y pequeño en algo perdurable.

El filme ha sido acreedor de incontables premios, tiene cuatro nominaciones a los Oscar y promete conquistar los corazones de todo aquel que la vea. Preciosa banda sonora, fotografía, estética indie, guión inteligente, hacen de Juno una de las mejores películas del año pasado.

Lo mejor: Ellen Page en un entrañable personaje
Lo peor: Que termine

La escena: la nota escrita por Juno a Vanessa

Lo más falsete: Nada

El mensaje manifiesto: Los macarrones son mejor con queso

El mensaje latente: Todo se resuelve

El consejo: Disfrutala

La pregunta: ¿Le pongo Juno a mi futura hija?

“La magia del negro”

Por: Mónica Heinrich V.


El sábado pude asistir a la segunda presentación del Teatro Negro de Praga, llevándome una grata sorpresa.

En primeras instancias me desanimó el hecho de que la entrada costara 250 Bs. Y 300 Bs. (33 $us. y 41 $us. aprox.), que para el extranjero parece nada, pero para los locales que gustan del teatro es un precio elevado, teniendo en cuenta lo que se acostumbra pagar por estos trechos por ver una obra.

Con ese escepticismo que me caracteriza me dije: “A ver de qué color es el tigre”.

Sobre Teatro Negro de Praga tenía una muy buena referencia paterna y había leído información acerca de su original teatro. Lo que ellos hacen es una especialidad de Checoslovaquia (país de origen), y este grupo en particular, es el más antiguo, siendo fundado en 1961. La técnica que utilizan se basa en el uso de una cámara negra u oscura, en la que se encuentran varios telones que sirven para que en la más completa oscuridad, se cree la ilusión de objetos y actores levitando, usando la creatividad para lograr contar una historia que no tiene diálogos.

En este caso la obra que vi se llama Las aventuras del Dr. Frankestein, obviamente basada en el libro de Mary Shelley, en el que este Dr. está obsesionado con crear un ser humano recolectando partes del cuerpo de cadáveres. Dicho relato suele ser enfocado con horror o suspenso, mientras que los checos lo hacen en clave de humor.

Para empezar, la sala no estaba llena, quizás había un 70% de lo que su capacidad permite, la obra estaba marcada para las 20:00 y arrancó alrededor de las 20:15, hubo una voz en off con acento colombiano que dio la bienvenida y explicó en una aburrida alocución (bostezo) la temática de la obra. Aquí una recomendación, cobrando tanto por la entrada, no cuesta nada gastar esos quintos en algo de folletería para que el espectador se informe sobre el grupo y capte a grandes rasgos la historia de la obra, porque aunque el colombiano se esforzó, era un poco tedioso escucharlo.

Finalmente se apagaron las luces y pudimos ver a qué se debía tanta alharaca. La palabra clave para definir esta cuestión es: magia. Una magia que no disfruté en un principio, porque como había pagado por la butaca de 250Bs, me encontraba en los laterales, con una perspectiva bastante triste de la escena y para rematar, con la fila de atrás ocupada por curiosos infantes que durante la primera parte de la obra se dedicaron a preguntar, comentar a sus padres y, claro está, a emputarme. Aquí otra recomendación, hay que enseñarles a los niños desde chicos a saber ver una obra de teatro, y lo dice alguien que cometió el error de acompañar a una amiga con DOS niños pequeños a una obra, donde estos chiquillos sembraron el caos, haciéndome pensar seriamente en el día que tenga hijos, no llevarlos al teatro hasta que cumplan más de 12 años.

De esta primera parte rescato la parte del la excursión submarina, lo que pasa es que el Dr. Frankestein empieza a viajar por todo el mundo para recolectar las partes que necesita para su creación y es así que se ve en el Mar Muerto, rodeado de peces…una escena muy lograda, gracias a la técnica que cuenta también con efectos fosforescentes que le dan realce al efecto logrado con la cámara oscura.

Casi finalizando esa primera parte, un tipo de no sé qué canal de televisión, entró a la sala, se sentó en la fila 9 (la fila 1 es la que está besando el escenario) y, adivinen qué?, prendió la luz de su cámara filmadora. No puede ser! Hubo molestia, incluso no faltó quien se levantó a increparlo por su falta de criterio. El impasse duró poco, y la obra terminó su primer acto, el colombiano se escuchó de nuevo, llamando la atención sobre el uso de la luz y flashes: “eso perjudica enormemente a la técnica que usa el Teatro Negro de Praga”, dijo.

Salimos a airearnos por 10 minutos, ahí toco comprarse gaseosas, papitas Pringles y otros. Cuando llamaron para retornar a las butacas, el basurero se llenó de botellas a medio tomar, porque comprás las sodas pero no podés meterlas al teatro. Los que no querían perder su inversión de 5 pesos, se quedaban en la puerta tomando rapidingo lo que faltaba.

Entramos, pero la viveza criolla nos hizo cambiar nuestras butacas laterales por las vacías del medio, y al parecer, no fuimos los únicos con esa brillante idea. Desde ahí, y con la tranquilidad de no escuchar niños hablando a mis espaldas, pude disfrutar de un espectáculo de alto vuelo. Obvio que volvimos a escuchar al colombiano explicando lo que se venía.

En esa segunda parte el Dr. Frankestein visita distintos lugares como Francia, en la que vimos una hermosa y artística puesta en escena de la Torre Eiffel y los pintores parisinos, los trazos de pintura se movían ante nuestros ojos mientras el Dr. conquistaba a una parisina para luego decirle adiós. Similares hechos ocurrían en Tirol, ordeñando una vaca, o en Viena donde las bailarinas de vals aparecían y desaparecían ante un maravillado público, para luego llegar al encuentro en Transilvana con el Conde Drácula. A esas instancias, estábamos todos fascinados, con ganas de que la velada no termine nunca.

Ya para cerrar el telón consiguen crear al ser humano que resulta ser un bebesote de lo más encantador. La obra termina, se encienden las luces, vemos la montonera de telones negros que usan para crear esa ilusión, los jovencísimos actores se presentan, y salimos con la sonrisa pintada en la cara, pensando “Qué bonito”.

Obra: Las aventuras del Dr. FrankesteinBasada en: Frankestein de Mary Shelley.Dirección: Pavel Horpek.
Estreno: 2006

Lo mejor: Magia, pura magia.

Lo peor: La escena de los gitanos, cuando supe que iban a tener un encuentro con los gitanos esperé emocionada, pero fue lo más flojo. Ah, y ya a nivel decorativo, está bien que auspicie el banco Bisa, pero qué cosa más fea las huevadas esas inflables que pusieron alrededor del escenario con el logo del banco.La escena: La recreación de Francia y de Viena.

Lo más falsete: hmmm existe un problema con sus finales, no tienen la fuerza requerida.

El mensaje manifiesto: El que la lucha, la consigue.

El mensaje latente: Los resultados a veces varían.
El consejo: No pagués por butacas laterales.

La pregunta: ¿Por qué no hubo folletería?
La web: http://www.blacktheatreprague.cz/

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