Outsiders

Por: Monica Heinrich V.

Un cuento de hadas glacial tan delicado, atormentado y poético como nunca has visto” (Guillermo del Toro)

Una pequeña pieza de orfebrería, la mejor película de Sitges, de lejos” (El País)

Una de esas maravillas que logrará traspasar el umbral del tiempo” (El Periódico de Cataluña)

Vampiros. Parecía que estábamos condenados a sufrir vampiros ñoños, pijos, de catálogo Mattel gracias a la insulsa pluma de Stephanie Meyer. Pero no, la respuesta a nuestras plegarias llegó del lado menos pensado, en el momento menos esperado, de la manera más inusual. La respuesta llega directo desde la tierra del gran Bergman, de Suecia. . Y si pensabas que nunca ibas a ver este filme en pantalla gigante, te equivocaste. El Festival de Cine Europeo que arrancó este 11 de noviembre te traerá la posibilidad UNICA de vivir esta experiencia.

En el 2004, un escritor de 36 años, John Ajvide Lindqvist, publicaba su primera novela Let the right one in, gracias al éxito obtenido dentro de su país muchos directores tocarían a su puerta (yo también hubiera tocado, pateado, violado su puerta) buscando adaptar la historia. Uno de ellos sería Tomas Alfredson, que luego de una cita con el escritor llegaría a un acuerdo para adaptar el libro a la pantalla gigante, y cuatro años después, Eli versión papel sería de carne y hueso.

Let the right one in, cuya traducción literal sería Deja que el indicado entre, y que ha sido traducido como Déjame entrar, es sin duda una gran película y una mejor novela (si es posible).

Blackeberg, 80s. Una noche que la nieve cae suavemente nos da la bienvenida en la pantalla. Vos que te encontrás arrebujado en tu asiento y absolutamente ingenuo, susurrás como estúpido: “nieve”. Luego la voz en off de nuestro protagonista, Oskar, que dice “Chilla como un cerdo. Chilla”. Ahí te desperezás y sentís ese vértigo previo que anuncia que verás algo especial. Luego Eli, nuestra querida Eli, Eli 12 años, Eli Niña, Eli Vampiro, Eli asexual, Eli Dios, bajando de un auto con su “guardián”, “lacayo”, “ayuco”…con Hakan.

El edificio de un lugar tan remoto como Blackeberg, de un sitio tan lejano como Suecia, recibe a ambos. Y dentro, Oskar, Oskar Cuchillo, Oskar cerdo, Oskar 12 años, Oskar rubísimo, Oskar núbil, cuyo reflejo en el vidrio observa a los recién llegados. Vos, en otro país igual de lejano como Bolivia, lo ves y mientras la historia avanza, te conectás con esa gélida fábula.

Podés amar a Oskar, Oskar que representa a todos esos niños que son acosados o abusados por sus compañeros de clase en el colegio. Oskar que ve cómo un resentimiento oscuro se apodera de su vida, resentimiento hacia esos que lo llaman cerdo, a esos que lo convierten en un marginal, atrapado en un invierno sueco que no cesa. Ángel solitario hasta que llega Eli.

Podés amar a Eli, que alejándose de la “moda vampírica vegetariana” que ha bombardeado la pantalla últimamente, necesita sangre humana para vivir. Amar a Eli que al igual que Oskar es una outsider, sin amigos, sin conexiones emocionales, que genera muerte y terror a su alrededor, pero que consigue sentir cosas por nuestro rubio y abandonado protagonista. Demonio solitario hasta que llega a Oskar.


¿Dónde nace el terror o lo macabro? Eli es un vampiro, necesita sangre, tiene la imagen tierna y dulce de un niño de 12, lleva una relación ambigua y perversa con Hakan, un tipo mayor que no es su padre, ni tiene ningún lazo familiar con ella, pero que se convierte en asesino serial para proveerle sangre fresca.

Oskar producto del maltrato físico y psicológico que vive a diario, hijo único de padres separados, que pasa la mayor parte del tiempo solo, fantasea con actos violentos y con provocar la muerte a alguno de sus acosadores. Carga siempre un cuchillo y su moral, a pesar de ser un prepúber se vuelve oscura mientras el filme avanza gracias a los intensos sentimientos que le despierta el único ser con el que se puede conectar emocionalmente, Eli.

El argumento tiene elementos que condimentan más la trama. Los acosadores de Oskar son niños, niños crueles, obscenamente crueles, tan crueles que en tu corazón se gesta una empatía con Oskar y un rastrero sentimiento de que reciban su “merecido”. Borrachines testigos de los crímenes, gente “infectada” por la mordida vampírica, vivir o morir, la violencia in crescendo, el amor, lo aceptable socialmente, el sistema, etc..

Como bien lo dijo el director del filme en un videochat con el escritor: En la literatura sueca todavía no se había manejado tan bien una temática de este tipo. Y como le respondió el escritor al director, el cine sueco tampoco puede ufanarse de haber dado al cine una gran película de este tipo.

Entonces lo que tenemos es algo atípico. Donde sobresale un casting perfecto, que al mismo decir (sí, me vi el videochat completito) de Alfredson es el 90% del éxito y que encontró a sus 2 protagonistas después de 1 año de intensa búsqueda. Otro punto a favor es un guión adaptado por el mismo escritor de la novela, donde a diferencia de la versión literaria se tuvo que focalizar la historia sólo en Oskar y en Eli, al tener apenas 2 horas para redondear una trama que en la versión literaria abarca 460 páginas. En la pantalla destaca por tener los diálogos precisos y que según el director está compuesta sobre todo por silencios. Silencios que cuentan la historia.

La estética austera, de planos fijos, semiazulada, sirve para darle un aire elegante, opresivo y frío al ambiente. Las locaciones, el vestuario, la luz, todo confabula para que sintás lo grotesco, el aislamiento, la tragedia.

Si bien la película llena en gran medida lo planteado en la novela, suaviza algunos elementos que hubieran provocado “ruido” en pantalla desviando la atención de la platea hacia temas más peliagudos que un amor bizarro.

El libro, por su parte, nos ofrece un perfil de Hakan que la película obvia. En el filme las motivaciones de Hakan nunca quedan claras, sabemos que siente “algo” por Eli, pero no se desarrolla lo que en la novela es un hecho, Hakan es pedófilo y como tal, el interés que siente en Eli es una especie de amor-obsesión sexual provocada por la edad que representa la niña vampiro. La versión literaria es responsable de una fea fea feísima imagen que se me quedó, y que desearía no haber leído nunca, la del niño sin dientes. Quienes la hayan leído o quienes la lean, comprenderán.

Otros detalles que no se pueden apreciar en el filme tienen que ver con los tiempos, tiempos que el libro se puede tomar para describir olores, situaciones, personalidades de personajes secundarios como Gosta o Virginia que en el papel son mucho más ricos. Detalles de personajes protagónicos. En la película jamás se dice que Eli es un niño y no una niña, mientras que en el libro queda claro que Eli sufrió un abuso terrible que lo dejó castrado y vemos el conflicto de Oskar ante el amor que siente por un niño, preguntándose porqué rechaza tanto sentir amor por otro niño, y puede ser más flexible con el hecho de que sea vampiro.

La novela es más oscura y sórdida, más despiadada. El filme, a pesar de suavizar muchos aspectos, es duro también. Y su plus radica en que todo lo feo se maneja bajo una ternura extraña, desgarrada y bella. Se iba a presentar una especie de flashback que de explicaciones sobre el pasado de Eli, y de cómo se convirtió en vampiro, pero como dije, la historia es demasiado grotesca y el director consideró que poner los elementos más desagradables de la novela en pantalla cumplirían como una especie de “efecto especial emocional” que al ser tan duro, le quitaría power a lo demás. Creo que Alfredson no se equivocó.

El final que algunos consideran “Happy” a mí me pareció dramático. Si vemos la suerte que corrió Hakan y los oscuros corazones que albergan esos cuerpos infantiles.

La película ya ha ganado más 50 premios en todo el mundo, la novela ya ha sido traducida a 21 idiomas. Se prepara un remake americano (POR QUË DIOS, POR QUÉ!!!) y el encargado será el director de Cloverfield y de la nueva versión de La Mujer Maravilla, el señor Matt Reeves.

Alfredson ya expresó su desacuerdo con el tema e incluso hizo amague de abandonar su carrera cinematográfica decepcionado por la falsedad de la industria. No sé, Reeves no es un mal director, pero no sé hasta qué punto pueda emular una película que no necesita remakes.

Aclamada por la crítica, Let The Right One in, seduce e hipnotiza por su estética narrativa y visual hermosa, elegante, austera. Una película sombría como sus gélidos y oscuros paisajes suecos. Cuento poético, protagonizado por ángeles con alas rotas de apenas 12 años. Los mejores vampiros de la década, y claro, una historia de amor donde se cita a Romeo y Julieta entre sangre, muerte y terror.

Imprescindible. Sólo te queda verla y dejarla entrar.

CURIOSIDADES
– El escritor sueco John Ajvide Lindqvist (Blackeberg, 1958) antes de alcanzar la fama en el 2004, fue cómico, mago, guionista de televisión, narrador. Escribe sobre vampiros, almas en pena, muertos en vida, zombies. Sus personajes muestran una obsesión por la muerte.
– El director Tomas Alfredson, afirmó que buscó inspiración en la música, la literatura y la pintura, sobre todo en la bella obra de Hans Holbein. ¨La expresión que le da a los rostros es espeluznante¨, dijo Alfredson.
– Aunque la trama tiene lugar en Blackeberg, Estocolmo, varias escenas y fotografías fueron tomadas en Luleå, en el norte de Suecia, para disponer de nieve y tiempo frío. Se construyó un escenario similar arquitectónicamente a Blackeberg .
– La música del sueco Johan Soderqvist refleja la época invernal en dónde se desarolla la película. Las partes vampíricas fueron logradas con el uso de la Orquesta Sinfónica Nacional Eslovaca (principalmente cuerdas, arpa y clarinete) y el uso de guitarras, los llamados waterphone de bajo, hurdy-gurdy, y piano tocados por Soderqvist mismo.

Let the right one in hace referencia a un tema musical de Morrisey, Let the right one slip in, pero también a esa característica de los vampiros que supuestamente no pueden entrar a un lugar a menos que lo inviten.

– Lina Leandersson es la pequeña actriz que interpreta a Eli, filmó la película cuando tenía 11 años, desde pequeña se dedica al teatro y a la danza, gracias a su convincente performance la chica ha ganado algunos de los tantos premios que obtuvo el filme. Por su parte, su compañero de reparto el jovencísimo Kåre Hedebrant, hoy también de 14 años, viene del teatro y de la música, y luego del éxito obtenido con el filme, planea dedicarse a su primera pasión: una banda musical. Ambos, junto con el director Tomas Alfredson y el escritor John Ajvide Lindqvist, son parte de una película que sin duda s convertirá en referencia de culto.

PD: Si supiera que podrán encontrar el libro en alguna librería les recomendaba comprarlo, pero como son tiempos crueles de supervivencia cultural, les dejo el link donde pueden descargarlo.

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3 Comentarios

  1. tuve la oportunidad de ver la versión gringa y e de admitir que me gusto bastante, y hace un par de noches por fin (bendito sea) vi la versión sueca y no me gusto…..me encanto, también me estoy leyendo el libro que me lo descargue y hasta donde lo e leido me a parecido brutalmente bueno..

  2. julio! qué bueno, yo vi la versión gringa también y está hasta por ahí…como que los suecos le pusieron una profundidad difícil de conseguir por el director de cloverfield jejejej…el libro es más detallado y engancha…a esperar qué más puede dar este director, aunque ya hizo El Topo…
    besos

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