LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

OSCAR 2016: La gran apuesta / The Big Short

Lo que te mete en problemas no es lo que no sabes, sino lo que crees que sabes con certeza y resulta no ser así

Mark Twain era un pendejo. En esas aciagas épocas derramaba más sabiduría que los tweets de Alejandro Jodorowsky (¡!).

Con esa sapiente frase abre The Big Short, porque claro, la película nos contará a lo largo de más de dos horas, cómo se desinfló, o más bien dicho: reventó la burbuja inmobiliaria en USA y creó la famosa crisis del 2008.

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Así es endeudados amigos, víctimas del sistema bancario, de la sociedad, del cochino dinero y de los illuminatis, la última película de Adam Mckay (The Stepbrothers, Anchorman 1 y 2, The other guys) se basa en hechos reales y usa grandes estrellas de Hollywood para darnos una clase didáctica de fenómenos macroeconómicos.

La comparación más obvia es la de El lobo de Wall Street, de Martin Scorsese, que también nadaba en las espesas y hediondas aguas de Wall Street, sin embargo, Scorsese se la jugaba y (hasta lo último) sus personajes, esos que coqueteaban con los millones de dólares y eran adictos no solo a ganarlos sino a gastarlos, guardaban cierta coherencia. No había redención para la corrupción, ni ñoños sentimentalismos.

McKay, por su parte, toma como base el libro homónimo de Michael Lewis, lo adapta y explica (como un paciente profesor) los orígenes del colapso financiero que hizo que millones de americanos se quedaran sin casa y empleo, y no se decide si está haciendo un película de humor negro o un filme con mensaje a la conciencia.

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En toda tragedia o crisis, hay alguien que ve venir la bola de nieve, la ve o la presiente, y, en la película que nos ocupa, Mckay agarra a los personajes que supuestamente se percataron de la endeble estructura hipotecaria y le sacaron partido. Dicho de otra manera, estos sujetos tomaron los limones que la vida les dio y se fabricaron las súpermegas caipiriñas.

Michael Burry (Christian Bale) es uno de esos fabrica-caipiriñas. Con imagen desaliñada, y un solo ojo, Burry fundó su compañía SION Capital LLC, y atrajo a inversionistas a los que trepó al bus de esperemosquelamierdaestalleyrecojamoslasganancias.

Pero no fue solo Burry, el cíclope, el que se benefició de la caída de un obvio castillo de naipes, también algunos analistas, corredores y advenedizos más.

Uno de ellos, el personaje de Ryan Gosling, es el hilo narrativo de la película y rompe la cuarta pared para contarnos cómo fue el despelote.

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Ok. En los primeros 15 minutos, The Big Short resume de qué y hacia dónde va. SPOILER ALERTA Lo demás es una caja de resonancia mezclada con aderezos como el personaje de Steve Carrel y su muy empelucado Mark Baum, que a pesar de que está salivando porque la huevada colapse, es aquejado por ataques de culpa, y nos enchufan unos flashbacks sobre el suicidio de su hermano bastante chotos.

Eso no le impide cobrar sus 200.000.000 $us. claro, ni a él ni a los dos muchachos que son ayudados por un hippie chic Brad Pitt, Ben Rickert, cuyo personaje está en contra de todo lo que termina haciendo en la película. FINAL DEL SPOILER

The Big Short trata de alivianar un cúmulo de información que es súper aburrida y técnica con la muletilla de: “Ahora, Verónica Larrieu nos explica cómo caen las acciones cual si fueran achachairuses en temporada”

No está mal, aunque para el público promedio sigue siendo un lenguaje poco accesible y dentro de los engranajes mismos de la película, todo se vuelve bastante repetitivo.

Desde el principio, Mckay toma partido porque parece incómodo con los grises, y reflexiona sobre lo sanguinario del sistema bancario, del gobierno que socapa a los creadores de la crisis, y de la impunidad.

Sí, McKay, entendimos.

Qué jodida es la vida y el ser humano.

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La gran apuesta está nominada a 5 premios Oscar:

1.- Mejor Película: No está mal, pero me resulta difícil situarla entre lo mejor que vi del año, porque a pesar de su aire irreverente es una película bastante políticamente correcta que tiene aspiraciones más grandes que sus resultados. El acelerado montaje disimula un poco la corrección política.

2.- Mejor Director: McKay incursiona en un género que aún contiene los visos humorísticos de su filmografía anterior, pero creo que no supo comprimir su historia y en términos de dirección termina dando demasiados mensajes moralistas sobre un hecho que el espectador puede juzgar por sí solo.

3.- Mejor Actor: Christian Bale hace una muy buena representación de Michael Burry, quizás no tenga mucho que ver con el verdadero, pero Bale sabe actuar. ¿Se llevará el Oscar? Creo que hay opciones más sólidas como Tom Hardy en El Renacido, estos días me queda ver Creed.

4.- Mejor Guión adaptado: The Martian y The Big Short me parecen las apuestas más débiles de este apartado. Aunque nunca sabe, a la Academia le gusta lavarse la cara con temáticas sociales como esta.

5. Mejor Edición: Su edición está muy buena y cubre parte de las falencias del guión, aunque, nuevamente, tiene rivales que son mejores.

En resumen: The Big short es una buena película con una interesante historia. A ratos, la palabra que se te viene a la mente es: inteligente…porque lo es, pero el tufillo conciliatorio arruina un poco la experiencia.

Ahora, Falkor, mi perro, les explicará con huesitos lo que trato de decir.

(…)

Mónica Heinrich V.

Lo mejor: es inteligente y didáctica Lo peor: repetitiva y moralista La escena: la de la Jenga y las intervenciones de los artistas invitados Lo más falsete: la supuesta culpa o remordimientos o tristeza de los personajes que esperaban que el sistema colapse para hacerse millonarios El mensaje manifiesto: si le das más poder al poder, más duro te van a venir a coger El mensaje latente: ponete vaselina El consejo: para ver en un horario en el que NO vayás a sucumbir de sueño El personaje entrañable: todos los que creyeron que las cosas saldrían bien adquiriendo casas sin tener cómo pagarlas El personaje emputante: Mark, el de Steve Carrell, porque fue el más moralizador de todos, con la cantaleta del hermano muerto y lo mal que se sentía de que la gente pierda sus casas. Sí, claro.  El agradecimiento: inteligente, a pesar de los peros que podás encontrarle.

CURIOSIDADES

  • «La verdad es como la poesía y la mayor parte de la gente odia la maldita poesía” es una frase que creó el mismo director, Adam Mckay, cuando no sabía qué frase decir sobre el bar de Washington.
  • Se basa en el libro homónimo de Michael Lewis, y es la segunda obra de Lewis que la productora de Brad Pitt produce, la primera fue Moneyball.
  • El estudio quería que los personajes sean menos odiosos, sin embargo, Mckay se impuso y quiso mantenerlos tal cual los vimos.
  • Es la primera aparición de Ryan Gosling desde que el 2013 anunció que se daba un respiro de la actuación.
  • El personaje de Christian Bale jamás comparte escena con ninguna de las otras estrellas principales.
  • Margot Robbie era la esposa del personaje de Leo Dicaprio en El lobo de Wall Street.
  • El verdadero Michael Burry tiene un cameo en la escena de las oficinas.
  • En el guión original las celebridades que explicaban los términos eran otras: Scarlett Johanson reemplazaba a Margot Robbie y Beyonce tenía el parlamento de Selena Gómez.
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