CINE: A quiet place / Un lugar en silencio
Por: Mónica Heinrich V.
Producida por Michael Bay, uno tendría la tentación de pasar por alto A quiet place y también de escupir un poco el poster.
Es probable que los que huyen a las películas de terror porque no las soportan, piensen que lo mejor es no ver esta versión distópica de amenazas y bichos cazando seres humanos. Hay mucho desmelene prometido en esa imagen de Emily Blunt tapando su boca.
Error.
La película ha fascinado al mismísimo Stephen King y ya se está catalogando como una de las mejores películas del género en lo que va del año.
En sus primeras escenas, A Quiet Place te invita a regocijarte en un cine comercial muy bien hecho y con una construcción de climas notable.
Un supermercado que da muestras de haber sido abandonado hace mucho, y también saqueado, es la locación perfecta para que nos demos cuenta de lo que pasa alrededor de los personajes principales.
Pies descalzos, silencio, cuidado al manejar las cosas que se agarran de los estantes, comunicación por señas, un incidente con una nave espacial de juguete, dibujan a la perfección un mundo en el que el sonido es el principal enemigo.
Es el año 2020 y unos bichos ciegos atacan a los humanos guiándose por el sonido. Son letales, horribles y hasta el momento que el relato empieza: invencibles. Tan invencibles que han arrasado con la vida humana al punto que una solitaria familia, los Abbot, se encuentra luchando día a día por sobrevivir.
Están papá Lee (John Krasinski), mamá Evelyn (Emily Blunt), hija mayor Reagan (Millicent Simmonds), hijo del medio Marcus (Noah Jupe) y el pequeño Beau (Cade Woodward).
La situación es muy jodida, y la película está tan bien contada que rápido empezás a fatigarte con el tema de los ruidos, hasta uno mismo se mueve en la butaca lento y despacito.
En las escenas iniciales SPOILER perdemos a un integrante de la familia, y luego de una elipsis temporal vemos que los personajes cocinaron sentimientos de culpa y resentimientos varios. Mamá Evelyn está embaraza, porque perdimos uno y hacemos otro. Mamá esta casi a punto de tumbar hijo, lo que a las claras representa un conflicto teniendo en cuenta que no pueden hacer bulla y que los bebés y el parto son ruidosos. FIN SPOILER
El director no es otro que el mismo John Krasinski, en la pantalla papá Lee. Krasinski en la vida real es pareja de Emily Blunt, así que todo queda en familia. El director y actor hace un muy buen trabajo detrás de cámara y maneja la tensión al dedillo haciendo que contengamos el aliento y suframos por las peripecias de las que somos testigos.
El guion escrito por la mancuerna Scott Beck y Bryan Woods (amigos de la infancia) y retocado por Krasinski, es efectivo aunque tiene inconsistencias y cosas ilógicas que le restan brillo a una propuesta formal más que interesante.
SPOILER O sea, estos crispines no aprendieron nada de la vida y de la carretada de películas y series que existen o existieron hasta el 2020. La tipa queda embarazada, EMBARAZADA. ¿Van a tener dopado ese niño hasta la adolescencia? Ya, supongamos que es una muestra de la irresponsabilidad humana similar a las muestras que vemos en la cotidianidad, pero acá es una situación de vida o muerte. Tienen nueve meses para prepararse y se preparan de la manera más burda y pusilánime del mundo. Saben que un ruido mayor tapa ruiditos menores y en lugar de irse a vivir cerca o dentro de la bendita cascada antes de parir (aprender de El Planeta de los Simios), se quedan en esa casita llena de tablones y de posibles fuentes de bulla. El tipo muere como pelotudo, unos cuantos minutos antes que descubran cómo librarse de los bichos. Es ese tipo de película en la que empezás a gritarle a los personajes: «NO, por ahí NO, IMBECIL». Creo, también, que la familia es demasiado perfecta, lo peor que les puede pasar son las pataletas de la sorda. Estamos ante la inminente carnicería de los Ingalls. El guion se esfuerza en ponerse pro unión familiar, lo que está bien pero si ya te vas a jugar en lo formal podrías jugarte un poquito más en contenido. Pues no, los Ingalls y punto. FIN DEL SPOILER
Las motivaciones de los bichos no las sabemos, porque es evidente que si en un futuro cercano existiera una invasión de bichos, es poco probable que sepamos qué carajos vinieron a hacer a este boliche. El asunto es que son ciegos, tienen un oído que ya de verlo dan ganas de morir gritando y les gusta cazar humanos o mejor dicho seres vivos, porque también se meten con todo lo que respira.
La película está diseñada para tener como un personaje principal al sonido y la ausencia de él. Y esa es su mayor contribución a la causa de las películas de terror dignas de ver. Está pensada con mucho cuidado en cuanto a su forma y te pone los nervios de punta.
El final es un poco antojadizo, o sea la idea de cómo acabar con el enemigo no está mal pero se devela a los personajes porque sí, porque hay que acabar la película, apagar la luz e ir al baño.
No hay problema, A Quiet Place igual se ve con sobresaltos, aliento contenido y mucha empatía por estos Ingalls poco preparados para enfrentar el horror.
Lo mejor: logra provocarte emociones varias Lo peor: el guion no es consistente La escena: la secuencia del parto, obvio Lo más falsete: la preparación de los Abbot, la falta de criterio y la revelación de cómo acabar con los bichos El mensaje manifiesto: ante el apocalipsis mantenete unido a tu hermosa y tierna familia El mensaje latente: la sobrevivencia no es seguir las reglas del enemigo sino atacarlas El consejo: tenés que verla en EL CINE El personaje entrañable: los niños El personaje emputante: la sorda, hizo burreras desde el principio El agradecimiento: por una buena película mainstream
CURIOSIDADES
Tuvo un presupuesto de 17 millones de dólares
Paramount, el estudio que tiene los derechos de la historia, quería en un inicio que la película sea una secuela del universo Cloverfield. Luego se desechó la idea y se mantuvo como una historia independiente.
La escena inicial fue la última en filmarse porque requería que Krasinksi esté sin nada de barba.
El guion original contenía solo una línea de diálogo
Los guionistas Beck y Woods crecieron juntos en Iowa y en el 2013 empezaron a trabjara en la idea central de la película.
En marzo del 2017 el estudio compró el guión y Krasinski reescribió algunas cosas.
La película se filmó en mayo del 2017 en las afueras de New York.
Millicent Simmonds es realmente sorda. Ella debutó en la película Wonderstrack.
Es el debut en pantalla de Cade Woodward.
Tercera película que dirige Krasinksi.
“Un Lugar en Silencio es una pieza extraordinaria de trabajo”, escribió Stephen King en Twitter. Krasinski retwiteó el halago del escritor diciendo: “Cerebro…no procesando. Uh oh, no te desmayes John, no te desmayes,… demasiado tarde”.