¿Qué es Libertad?
Por: Eva Sofía Sánchez
Suelo prestar bastante atención en clases, pero ese día en particular no dejaba de mirar el vaivén de las palmeras en el patio de la universidad. La catedrática explicaba los fundamentos de la Teoría de Sistemas y la inter relación de sus componentes. Era una mujer alta y delgada, con una voz potente y movimientos extravagantes. Lanzaba algunas preguntas al aula, escribía sobre el pizarrón, los compañeros respondían, yo miraba las palmeras. Sobre mi pupitre tenía una hoja en la que había anotado algunas ideas de la clase. En mi mano izquierda estaba el bolígrafo. Delgado, celeste, masticado. No puedo decir que mi mente estaba en otro lado. Sencillamente no estaba. Cuando bajé la mirada para observar el papel vi lo que mi mano y el bolígrafo habían dibujado: un círculo oscuro y profundo, del tamaño de un ojo.
‘Creo que estoy deprimido’, pensé.
Aquella mañana, antes de salir de casa, terminé de leer ‘Libertad’, de Jonathan Franzen.
Mi primer acercamiento a este autor se produjo el año pasado al leer ‘Pureza’, su más reciente novela. En ella narra la historia de ‘Pip’ Tyler, una joven norteamericana altamente educada y proveniente de una familia disfuncional. La novela tiene de todo: enamoramientos no correspondidos, encuentros sexuales, dramas familiares, traiciones, secretos profundos, conflictos políticos, espionaje virtual e incluso un asesinato. Además, como bonus-track, una sección muy importante de la historia transcurre en Refugio Los Volcanes, el Hotel Cortez y la avenida Monseñor Rivero, acá mismo en Santa Cruz de la Sierra. Aparte de todo lo mencionado, descubrí en Franzen a un escritor con una prosa poderosa, seguro de sí mismo y con una gran capacidad para explorar las vidas y motivaciones psicológicas de sus personajes. Fueron alrededor de 600 páginas entretenidas, pero no mucho más.
Esa novela, sin embargo, no me preparó para el volcán de emociones que me trajo ‘Libertad’.
‘Libertad’ narra la historia de los Berglund, una familia tipo del Medio Oeste norteamericano. Liberales, blancos, educados y competitivos, Walter y Patty Berglund son la postal del sueño americano post 11 de septiembre. Tienen dos hijos, Jessica y Joey, una casa propia, él es un trabajador dedicado y vecino amable, ella un ama de casa pendiente de sus retoños. También es importante la figura de Richard Katz, el mejor amigo de Walter, un músico punk y misógino profesional. Hasta ahí todo bien, excepto que muy por debajo, en lo profundo de cada uno de estos seres, se cocinan emociones, recuerdos y frustraciones con las que todos nos podemos relacionar. Nos detalla el fracaso y la destrucción de una familia.
Franzen relata una historia, es cierto, pero el tema central del libro no se encuentra en lo que los Berglund hacen y dicen. Él es un tipo de novelista que usa a sus personajes y los coloca en diferentes conflictos para transmitir ‘sus ideas’. Allí está la fuerza de ‘Libertad’. Las ideas que Franzen nos pone sobre el tapete no son simples: la emancipación tiene un alto costo, solemos herir a quienes más nos aman, elegimos un camino pero siempre tendremos presente el otro no recorrido, añoraremos aquello que no podemos tener, la traición ocurre dentro de las familias y la única certeza es que todos nosotros, algún día y sin remedio, moriremos.
¿Qué debo relegar y a quienes debo destruir para alcanzar mi libertad? ¿Cuánto debo restringirme? ¿Existen los límites a la emancipación? ¿Deseo la libertad de elegir?
En las manos de un escritor ingenuo la transcripción de estas ideas sobre el papel sería un fracaso seguro. Franzen es una de las excepciones.
En el juego de las comparaciones entre esta novela y ‘Pureza’, la prosa de Franzen es mucho más potente en ‘Libertad’. El libro tiene pasajes literarios poéticos y sutiles.
Existe una tristeza peligrosa en los primeros sonidos del trabajo de una persona por la mañana; es como si la quietud experimentara dolor al verse interrumpida. El primer minuto de la jornada laboral recuerda todos los demás minutos de que se compone el día, y nunca es bueno pensar en los minutos como unidades individuales.
Sospecho que todos tenemos esa sensación al despertar cada mañana.
Tal vez la gran crítica a Franzen sea precisamente su prosa. La voz potente del autor se inmiscuye en los hechos y (como me lo mencionó una amiga mientras hablábamos de él) sentimos que Franzen no relata una historia, sino que nos la grita al oído. Es como si lo tuviéramos sobre nuestros hombros, diciéndonos constantemente: ‘esto es importante’. No es, ni por lejos, un autor incógnito. Él quiere hacernos saber que ‘esa’ es ‘su historia’ y que las ‘cosas’ que los personajes ‘dicen’ y ‘hacen’ las ‘hacen’ porque a Franzen le da la gana. En otras palabras, si lo que buscas es una novela delicada con un narrador casi invisible, este no es tu tipo.
Por este motivo es que el libro tiene algunos pasajes que son francamente aburridos y hasta discursivos. Por ejemplo: los pensamientos de Walter acerca de la pureza de la vida natural, las charlas y explicaciones sobre las fundaciones de conservación de la naturaleza, el ‘fracking’ y la explotación de minerales, las posiciones políticas de los personajes respecto a Bush y la invasión a Irak.
A pesar de estas observaciones ‘Libertad’ es una obra trascendental creada por un escritor con maestría y seguridad. Sólo basta recordar la inolvidable escena en la que Walter pierde los estribos en medio de una importante presentación o la corta pero significativa frase final del libro para rendirnos ante la maestría del oficio de este escritor. La minuciosidad de Franzen al dar vida a sus personajes, las situaciones dramáticas en los que los coloca, los pensamientos de cada uno de ellos tienen un motivo. Franzen quería escribir una historia emotiva que alcance a la mayor cantidad de público posible. Lo logró.
Todo esto estaba dentro del hoyo que dibujé en clases. Las ansiedades, el terror frente al futuro, las decepciones por los errores del pasado, las heridas que causamos para alcanzar todo lo que deseamos. Tantos arrepentimientos e incógnitas. Cuando la catedrática me sacó de mis pensamientos con una pregunta acerca de la Teoría de Sistemas tuve el impulso de responderle: ‘¿Cuál es el propósito?’ Elegí no hacerlo y sólo dije: ‘No sé la respuesta’.
EXTRAS
Si querés leerlo descárgalo AQUÍ: Libertad – Jonathan Franzen PDF
Léelo online: https://www.yumpu.com/es/document/view/55769429/libertad-jonathan-franzen