Mis queridos coterráneos, tengo noticias para ustedes: somos exóticos y fascinantes. Ajá. Casi, casi como el buitre barbudo o el ciervo de agua chino.
No hay vueltas que darle.
Pero antes que nos champemos en las oscuras aguas del pantano es mi deber anunciar que: Our Brand is crisis no es sobre Bolivia, ni siquiera sobre el duro mundo de las campañas políticas, Our Brand is crisis es, por encima de todo, una película sobre Calamity Jane.
Y es ahí donde descubrimos, una vez más, que el mundo es una breve mascarada.
Caballero, si usté está yendo al cine a ver una inteligente película sobre las pestilentes argucias de los asesores de campaña electoral, si usté piensa que se pringará hasta los codos removiendo secretos y descubriendo verdades, se ha equivocado de sala.
Señorita, si usté está yendo al cine a ver algo medianamente interesante sobre los hechos acaecidos en la reelección de Goni (aquella que terminó con el gringo huído), si piensa que verá un retrato/parodia/simulación de Manfred, Evo, y cualquier otro personaje/hecho verídico que pueda servir como entretenido espejo de la bolivianidad, también se ha equivocado de sala.
Repito, por si no lo ha captado, esta es una película sobre Jane y Jane no es otra que Sandra Bullock, criollamente designada como “la Sandra».
La Sandra interpreta a una Jane que NO es experta en crisis, no, así que no sé quién carajos hace las traducciones de los títulos en español, Jane es experta en la manipulación de las masas, en el cambio de opinión de un electorado que en su gran mayoría no sabe realmente por qué vota a quien vota, Jane es asesora de campañas políticas.
Cuando la película comienza, la Sandra está en retiro espiritual onda hippie chic, con cerámica zen de por medio, hasta allá van a buscarla unos crispines que quieren que participe en la campaña del oligarca neoliberal Pedro Castillo (supuesta figura ficcional de Goni).
Las motivaciones de Jane para aceptar el trabajo son simplemente relacionadas a una vieja rivalidad con Pat Candy (Billy Bob Thornton) que se encuentra asesorando a Rivera (supuesta figura ficcional de Manfred) y quien encabeza las preferencias para ocupar el tan cotizado sillón presidencial del Palacio Quemado.
De esta manera, la Sandra se viene a La Paz y tanques de oxígeno de por medio decide que ya que su candidato es odioso, jailón, con mala fama y algo atorrante para relacionarse con el pueblo, la marca de la campaña será: CRISIS.
Sí, sí, sí. Recordemos que hay dos tipos de candidatos ganadores, uno: la esperanza, lo nuevo, aquello que devuelve la fe un futuro mejor y dos: ese que será el mejor guerrero para una situación de crisis.
Frases de grandes pensadores van y vienen, gags también van y vienen, en algún momento describen a Bolivia como un país cuya democracia es frágil, aquejada de convulsiones sociales y con mayoría indígena. Uno de los gringos dice que la Sandra tiene que imaginarse a USA con millones de apaches, bueno, un difícil cuadro ya que ellos tuvieron la “democrática” idea de exterminarlos.
Castillo está interpretado por Joaquim de Almeida y amén de escasas similitudes con el Goni al que evoca, lo de Almeida es tan boliviano como los actores nicaragüenses, hondureños, mexicanos, y whatever que representan al resto de los personajes.
Hay llamas, algunos folklóricos bloqueos, unas cuantas banderitas rojo, amarillo y verde, paisajes paceños, cholitas y paren de contar.
Lo boliviano es simplemente una vitrina que sirve de gag para que la Sandra se pare a verla con sus asombrados ojitos gringos: lo hará pijchando, con chulos colorinchis, prácticamente envuelta en el aguayo. No cabe duda, es el alma máter de la película con un personaje que carece de la más mínima coherencia.
Porque Jane se pasa meses acompañando al tal Castillo y haciendo las cosas más ruines con tal de ganar las elecciones y voilá, SPOILER ALERTA cuando finalmente ganan las pinches elecciones, la doña entra en crisis existencial. La carcome la culpa porque OH! El político mintió! Ella que tiene toda la experiencia del mundo mundial no se lo vio venir OH! Castillo los cagó a todos. QUE SORPRESA! Qué inaudito! Sí, el pueblo pobre y pintoresco ha sido engañado y ella, ELLA, la mal llamada experta en crisis, lo hizo posible. Es tan fuerte el momento que resulta que lo que hemos visto es un recuerdo para saber cuál fue el punto de inflexión que la llevó a trabajar contra las injusticias latinoamericanas SPOILER FINAL.
Digan si no es lo más cojudo que han leído en mucho tiempo.
La culpa es de Peter Straughn, guionista que curiosamente hizo películas bastante aceptables como El Topo, La Deuda, Frank.
En Our Brand is crisis, es el absurdo lo que se impone en un relato que se focaliza en puntos de lucimiento para la Sandra. Hay cierto desgano, cierto valeverguismo en hacer la historia creíble y el error mayor es haberla convertido en una “comedia” de medio pelo. Si a eso le agregamos que la película agarra onda de redención casi al final, imagínense qué tenemos.
David Gordon Green es el director de este filme que se basa en un documental mucho más interesante del mismo nombre, ahí no vendían simulacros y nos decían directamente que ellos ponen y sacan presidentes cuando les da la gana y de la manera que les da la gana. In your face, Bolivia! Esos maquiavélicos sujetos deben estar en un país tercermundista haciendo de las suyas mientras nosotros vemos películas chabacanas de la Sandra.
Gordon Green tiene como su trabajo más conocido a Pineapple Express.
Sin comentarios.
A nivel actoral, pues yo sí respeto a la Sandra como actriz. No es mi favorita, pero me parece que trabaja bien. De hecho, es gracias a ella que se pueden disfrutar algunos momentos. El resto de los actores son meramente ornamentales, hasta Billy Bob está ahí con la misma intensidad que la llama Marco. Quizás lo más emputante eran los actores latinos que fingían ser bolivianos y decían sus textos con todo tipo de acentos.
Así las cosas, Bolivia tiene su pequeño cameo. Un cameo de plástico y cartulina.
Se estarán preguntando si, por lo menos, es entretenida. Pues si te la tomás como una película de la Sandra que vas a ver por Billy Bob Thornton, puede que la pasés bien. Hubiera ganado mucho en ese punto si le quitaran toda la parte de la redención.
De lo contrario, este repaso a la existencia de Calamity Jane es una calamidad en toda regla, es como sentarte a comer un pedazo de pizza recalentada acompañada de una Coca-cola sin gas.
Y lo peor, es que cual político cochinón promete mejores cosas de las que finalmente entrega.
Mónica Heinrich V.
Lo mejor: tiene algunos momentos que sí arrancan por lo menos una sonrisa Lo peor: chicha sin dulce La escena: la Sandra con los tres bolivianos jodiendo a Billy Bob Lo más falsete: la mayor parte de los dizque bolivianos y claro, la redención de un personaje como Jane El mensaje manifiesto: Bolivia es una vitrina rica en gags El mensaje latente: somos exóticos como el buitre barbudo y el ciervo de agua chino El consejo: mangueá la invitación a verla y hacelo en VOS, imagino el desastre que será doblada El personaje entrañable: la llama Marco El personaje emputante: el fan al pedo de Castillo (personaje de Reynaldo Pacheco) El agradecimiento: que termina.
Estas equivocado en algo en tu crítica y es esencial si te autodenominas crítico de cine.
Los títulos de las películas extranjeras nunca (o casi nunca) tienen un sentido de traducción literal. Lo que buscan las producciones es un mensaje que llegue a tal sociedad, tal público. El público anglosajón difiere mucho del iberoaméricano, del latinoamericano, etc. Así «Nuestra marca está en crisis», si bien un título que requiere de un momento de pensamiento, sería más difícil de entender (o así piensan los estudios hollywodenses) para nosotros, así que la venden con un título «Experta en crisis», que es mucho más fácil de entender y mas directo.
Muchas gracias por el amable comentario, tus palabras serán reflexionadas bajo la tenue luz de mi lámpara de noche. Un abrazo!
Esta reflexion me parece hecha por la misma persona que ideo ese titulo traducido, tan absurdo y estupido que genera vergüenza ajena
No quiero comentar el aspecto político moralista que dices tiene el argumento pero si que Bolivia se presenta como el país mas típico en medio de tantos países típicos….. La Sandra ya de por si desopilante lo será mucho mas en un pais tan «rico en gags». Vere la peli libre de acentos ya que todos los latinos hablarán alemán de Alemania por esa manía que tienen aqui de doblar toda peli que llega.
La Sandra pijchando…. eso no me lo pierdo!!! (aunque estoy seguro que la peli no será tan divertida como tu comentario.)
Pablo, comentá si la ves!!! lástima lo del doblaje, qué horror! pensé que los bolivianos nos teníamos que comer una cartelera doblada al español mientras el resto tenía opciones en VOS, jejeje…pinches doblajes. Odio los doblajes! Y sí, la Sandra es lo más disfrutable de todo Slds!
La acabo de ver y no me olvido de ese llunk’u que lo seguía tanto al (disque) Goni. Y lo intentaron retratar como un personaje adorable :)) ¡A un llunk’u!
😉 jaaaa tal cual! los llunkus tienen su lado no sé si adorable, pero por lo menos cómico sí hay un ladito…o tragicómico…ponele jejej