Blanco y negro.
Como el pasado. Como el ajedrez. Como los extremos. Como aquello que ya perdió color.
Una muchacha.
Blanco y negro. Como la fe. ¿Creés o no creés?
Una muchacha, Anna-Ida, que quiere ser monja.
Blanco y negro. Como la post-guerra. Como Anna, la monja. Como Ida, la huérfana.
Una tía, Wanda, que guarda los secretos de una infancia tortuosa que Anna-Ida no recuerda, pero que debe recordar porque solo así podrá “entregarse a Dios”.
Una monja que descubre que es judía. Una monja-judía.
Anna-Ida.Católica-Judía.
Vos en la butaca, a colores, como el presente. Como los que no vivieron una guerra.
Anna-Ida escarbando en las fotos viejas, descubriendo a su madre, a su padre.
La desdicha de eso que se enterró y no se sabe dónde está. La desdicha de desenterrar y ver lo que había en el hueco.
Un director, Pawel Pawilkowski, que habla estoica y bellamente del dolor.
Una fotografía de Ryszard Lenzewski y Lukasz Zal que habla estoica y bellamente del dolor.
Una Polonia heredera de los horrores de la Segunda Guerra Mundial y del Socialismo Soviético.
Un guión que no quiere darte mensajes morales, ni plantearte retóricas políticas o sociales, sino que te deja a tu aire, sumido en el viaje de Anna-Ida.
La nieve cayendo como cuando cae la tristeza.
Sencilla, delicada, con un pequeño giro que no te esperás, Ida consigue con poco lo que muchos no logran con más.
Finaliza y el plano de esa caminata cierra el viaje. Una sensación tibia anida en tu estómago y en tu garganta.
Vos en la butaca tiñéndote de blanco y negro.
Ida. De esas películas que dan ganas de abrazar.
Lo mejor: hermosa Lo peor: tristeza La escena: el desentierro, la ventana Lo más falsete: …. El mensaje manifiesto: el pasado ha moldeado tu presente El mensaje latente: la vida continúa, a pesar de… El consejo: para verla sin prisas El personaje entrañable: Ida, la huérfana El personaje emputante: el horror El agradecimiento: por su austeridad y la falta de artificios.
CURIOSIDADES
– El director tenía una historia mucho más elaborada, pero decidió extraerle la esencia y dejar que el espectador acompañe la película sin mucha retórica.
– El casting fue muy complicado de encontrar, sobre todo la actriz protagónica que sería IDA. El director les pidió a sus amigos que saquen fotos de desconocidas y vean si encontraban a alguien que le pueda servir. Un amigo descubrió a Agata Trzebuchowska en un café, le tomó una foto y la convenció de que vaya a la audición.
– Ambas actrices protagónicas se llaman Agata en la vida real.
– El director de foto Lenzcewsky tuvo que ser reemplazado 10 días después de haber iniciado el rodaje por motivos médicos.
– Dura tan solo 80 minutos.
La ví!!,hace….,unos 2 o 3 meses acá en BCN,una belleza!!,un poco triste y cruda ,pero en términos generales una belleza!!,me alegra que hayan tardado tanto en encontrar a la actriz,se roba la pantalla la chica!!
saludos y un abrazo a la distancia!!!!!
José Luis, yo hubiera deseado verla en pantalla gigante!!! menos mal que allá tenés esa opción. La actriz está fenomenal. Saludos de vuelta! =)
Hola Mónica siempre leo tus reseñas, me gustaría que sea mas seguido. Tambien disfruto de los comentarios. Algunas veces me disgusto cuando personalizas tus críticas y otras tantas coincidimos. Preferiría que sigas haciendo reseñas y recomendaciones de buenos libros y filmes, en lugar de despotricar contra tanto bodrio que nos ofrecen en las salas nacionales. Un saludo!,,
Querido Marco, gracias por el acompañamiento, yo también desearía escribir más seguido =( sobre las pelis nacionales, igual hay que verlas…o por lo menos seguiré viéndolas, ya hay algunas que no dan ganas ni de decir anda jejeje en fin. Saludos!!!
Aburrida, soporífera, pretenciosa. Mala, malísima: 1 punto.
tan bonito tu nick jejeje. Y bue…qué pena que no te gustó.