Jorge Luis Borges, Antología
Jorge Luis Borges, Antología
«No es amor lo que siento por el hombre, es pena»
Weno, parece ser que definitivamente Aullidos de la calle nació sin pan bajo el brazo, sin estrella de Belén, sin suerte, sin futuro, sin auspicio espiritual….sin nada de nada che, si se están preguntando dónde carajos la compran, pues tendrán que aguantarse, nuestro número cuatro se encuentra entre el sigue y el detente…Sí, ya sé…anunciamos con bombos y platillos que estaba lista porque eso nos dijeron en imprenta dos días antes, pero ustedes ya saben que en esta vida nada es una verdad absoluta, llegó el momento de recoger y tuvimos que recibir la triste noticia que el prensista (el + capo, el que en durmiendo hacía todo el trabajo) se desmayó y fue dado de baja…capaz que nosotros le hayamos pasado la maldición «aullidos de la calle». En resumidas cuentas, si Dios es grande el lunes tendremos una tercera parte de nuestros ejemplares…pero lo dicho…cualquier cosa puede suceder. Oigan, no es por nada, pero no ha existido un sólo número de nuestra accidentada publicación en que no hayamos sufrido por algo…
Cuan urgente puede ser la búsqueda de la identidad, el saber ¿quién eres realmente? y sobre todo, ¿qué te diferencia de los otros? o cuan dramático para muchos el recuperarla y no dejarla morir. En esa tarea, cuantas veces te sugirieron, como a mí, buscar tus orígenes en el pueblo de los abuelos, en el lenguaje olvidado y en las tradiciones ancestrales.
Pero la cuestión de la identidad superó los límites de las historias personales y hoy por hoy hablar de identidades culturales, es un debate planetario.
No se trata más de una mirada nostálgica hacia el pasado, sino de un posible foco de conflictos en la sociedad contemporánea, que obliga a preguntarse qué tratamiento dar a las diferencias culturales, y cuyas respuestas recorren los conceptos de multiculturalismo, interculturalidad e hibridismo.
Digamos que todo comenzó a finales de los años 60, cuando nuevas identidades empezaron a reclamar el reconocimiento de su diferencia. Por ejemplo, el movimiento homosexual y feminista, además del de los discapacitados, sin más solicitudes que la aceptación pública de sus más intimas particularidades.
“Fue la llamada revolución cultural de mayo del 68 que retomo por aquellos años con mucha fuerza la idea del feminismo en Europa. A este lado del charco, nos llegaban las noticias de mujeres agrupándose para hablar de temas, que hasta entonces nunca habíamos pensado fuesen públicos; como el aborto, la convivencia fuera del matrimonio o el divorcio”, recordó Juana Guillén.
Los pedidos feministas que recuerda Juana tomaron otros matices a finales de los años 70, cuando los movimientos identitarios añadieron a las demandas de reconocimiento cultural, las de orden social.
Es en esta nueva ola de identidades culturales que el sociólogo francés Michel Wieviorka[1] reconoce dos tipos de actores.
Primero, aquellos que saldan a través de la afirmación de una identidad cultural, situaciones de exclusión y de desigualdad social. Como los inmigrantes que en Europa se vuelven al islam, no tanto por fidelidad a los valores de sus padres, sino porque la religión da un sentido a sus existencias, en una sociedad que tiende a menospreciarlos.
Los segundos son aquellos sectores que se identifican con una identidad nacional que estaría amenazada por la globalización y la inmigración.
“Efectivamente, muchas personas temen al proceso de globalización, sin embargo se ha comprobado que nunca perdemos nuestros particularismos, es más, el inmigrante promueve su identidad y negocia espacios para ella en el seno de la cultura que lo acoge.
Pensemos por ejemplo en el caso de la colonia peruana en Santa Cruz; trae el cebiche típico de la región costera, pero negocia los elementos que propone la cultura de acogida…el resultado es un cebiche cruceño con pescado de río y cocinado con ingredientes de aquí”, explicó Carlos Guevara Zúñiga, coordinador de investigación de la NUR.
En la descripción de estas dos corrientes de identidades, se encuentran los posibles polos de racismo contemporáneo. El del fanatismo comunitarista que se esconde bajo el velo de la religión o detrás de los baluartes de una identidad étnica y el de los separatismos de corte regionalista o nacionalista.
Con este panorama, varios son los autores que se preocupan por el vacío que ha dejado el multiculturalismo en el tratamiento político de las identidades.
La crítica comienza por la definición del concepto: si el multiculturalismo es la reafirmación de la diferencia y asume la hipótesis de una dimensión armónica del mundo en la que las diferencias serían partes orgánicas de él, ¿no hace más que enfatizar en las disparidades?
“Para evitar el divisionismo a partir del multiculturalismo hay que observarlo desde dos perspectivas. Efectivamente, hay una afirmación distintiva de las culturas, pero éstas se afirman en la medida en que se intercambian. Entonces, el multiculturalismo sería el paso para la interculturalidad”, explicó el profesor de antropología Jean-Christ Marques De Castro, de la Udabol.
Sartori; un ferviente no al multiculturalismo
El pensador italiano Giovanni Sartori[2] ha enriquecido el debate sobre la sociedad contemporánea, a través de un ataque sin concesiones al concepto de lo multicultural.
En su libro, la sociedad multiétnica, sostiene que el multiculturalismo es lo opuesto a la sociedad pluralista porque al promover el reconocimiento de la diferencia, la exalta, mientras que el interculturalismo supone la convivencia en la diversidad.
“Bajo la premisa multiculturalista convivimos juntos y toleramos la presencia del otro pero no nos mezclamos, mientras que en la interculturalidad reconocemos que tenemos una dinámica en la cual todos nos entrelazamos”, añadió Guevara Zúñiga.
Pero Sartori va más allá en su crítica: El multiculturalismo, afirma, fracciona, fragmenta y crea pequeñas sociedades cerradas de necesidad identitaria. Un peligro, que asegura, desemboca en la etnización de lo político y de las relaciones sociales.
Sin embargo, dice Filippo Cestari, profesor de antropología de la UPSA, “Hay que distinguir que los grupos culturales, por ejemplo la etnia como tal, no crea división. El riesgo está en hacer política sobre la etnia y utilizar un discurso sobre la diferencia que especule sobre ella, eso sí puede dividir la sociedad”.
Como fuera, en la actualidad se reconoce que la tolerancia hacia el otro no basta si queremos una convivencia pacífica y distante de problemas racistas. Hace falta más bien llenar aquel vacío dejado por el multiculturalismo, mediante la articulación y mezcla de culturas.
El hibridismo
El hibridismo es la posibilidad de huir del racismo, afirma Wieviorka en su libro, La diferencia cultural. Una prospectiva sociológica, y consiste en comprender que nuestra personalidad es una continuidad a través de cambios, crisis y rupturas. Este proceso va más allá de la recuperación de los orígenes, es la mezcla de lo que somos con aquello que no somos.
“No se trata sólo de reivindicar los orígenes y negar lo externo, por ejemplo el aprendizaje de lenguas extranjeras en el campo, porque el negarlas nos aísla”, constató Guevara Zúñiga.
En ese sentido, la hibridación va más allá de la interrelación cultural y comprende la articulación de lo universal con lo particular
La diferencia cultural es una producción social en la que se hace vivir la identidad aborigen en el seno de la modernidad, explica el sociólogo francés, reiventandola para darle un sentido que no sea el del pasado.
Por ejemplo, la obra del artista plástico Mamani Mamani es una muestra de que la diferencia cultural se crea bajo los rasgos más universales de la modernidad.
Su producción artística se vende en un mercado internacional, accede a los procedimientos de marketing y promoción que permiten que el arte reivindicatorio de su identidad indígena penetren en circuitos de consumo y exhibición tan generalizados y globales como la internet.
Bajo esta perspectiva, ni la identidad, ni la cultura se traducen en la apasionada búsqueda de las raíces intocables por el tiempo, sino en las relaciones entre individuos y sociedades.
“El ex presidente de Senegalia, Leopoldo Sedar Senghar, decía que la negritud no es una defens
a de la raza negra en sí misma sino un medio para avanzar hacia las otras razas y las otras culturas. Es como un problema de orden matemático. Un conjunto existe cuando hay elementos interrelacionados. Cada elemento que entra al conjunto lo engrandece”, concluyó Marques De Castro.
Quizás lo que empezó con una apasionada búsqueda de la identidad o con la urgencia de no traicionar la memoria, debe efectivamente acercarse a la lógica matemática para evitar que los movimientos etnicistas, religiosos, regionalistas o nacionalistas caigan en el más puro racismo o comunitarismo.
Frases:
“No hay para qué buscar pureza y autenticidad en las identidades si las culturas son dinámicas y no se pueden quedar aisladas. En el proceso de globalización hay culturas que piensan unificarse, cuando en el mundo estamos entrando en un proceso de negociación de culturas”, Carlos Guevara Zúñiga
“Cuando una cultura se sobrepone sobre la individualidad, esa cultura se convierte en un mecanismo de violencia, llamado masificación. Es decir que yo concuerdo con mi cultura en la medida en que respete y absorba algo de la cultura ajena, pues vivimos bajo los principios de interdependencia y complementación, que es lo que hace a la humanidad”, Jean-Christ Marques De Castro
“La interculturalidad es el aprecio mutuo y recíproco que nos conduce a la producción de una neo cultura internacional que se basa en la cooperación, en la interdependencia y en la complementación”, Jean-Christ Marques De Castro
“Es importante es pensar que los problemas en una sociedad no son sólo problemas entre etnias o entre identidades. Es decir que los problemas que hay en el seno mismo de la sociedad se originan por lo económico, lo políticos o el desconocimiento de la realidad”, Filippo Cestari
[2] El pensador italiano Giovanni Sartori, fue recientemente galardonado en la última entrega de los premios Príncipe de Asturias en España, por su aporte a la investigación en ciencias políticas.
Bueno, algo pa´airear tanto palabrerío…Este «experimento» nos llegó a través del mail, y para llevarlo a cabo necesitamos.
· 1 huevo y 2 celulares
· 65 minutos para llamar de un teléfono a otro. Y lo arrejuntamos todo tal cual la imagen:
Iniciamos una llamada entre los 2 celulares (pucha que es ociosa la gente) y los dejamos por 65 minutos, aproximadamente.
Los primeros 15 minutos no pasa nada…
A los 25 minutos, el huevo comienza a calentarse.
A los 45, ya está caliente.
Y a los 65, ya estará cocinado.
El mensaje a la conciencia?: La radiación emitida por los celulares es capaz de modificar las proteínas del huevo. Imagínate qué puede hacer con las proteínas de nuestro cerebro cuando hablamos por un teléfono móvil.
Respuesta desde este lado del mundo: No queremos pincharle la burbuja a nadie pero 1, nadies hable con un celular en cada oreja, dos: aquí en «our beatiful country Bolivia» (diría una Miss), ni loco alguien gastaría su crédito el tiempo suficiente pa hacer un huevo frito de su cerebro…pero weno, se acepta que la radiación sí afecta…pero también la tv, la compu, el teléfono normal..etc..etc..etceterísima.
TELON CERRADO
KRE PUCTE
KRE PUKTE
TODO DEBE
COLOCARSE
PEK LILE
KRE EN UN ORDEN
CASI FULMINBANTE PEKTILE
E KRUK
PTE
Triturarlo con armas de paz, de justicia, armas de la crueldad cargadas de ternura , corazón, memoria y razón.
Y aquí estamos, en el Plan 3000, un lugar que sirvió de refugio a cientos de victimas del turbión del 83. Hoy por hoy, nos acoge, también, a nosotros como refugiados en su templo
.
Quiero ser actor. ¿Por qué? me preguntan. No sé , tal vez, porque como dijo Cipe: “cuando nací, la primera palmada que me dieron en el culo fue mi primer aplauso por mi primer desnudo en público”; o, tal vez, porque no quiero perder la oportunidad de decir que me doy cuenta. De luchar otra vez, de decir, de testificar que existo a través de la escena, a través de un texto; o, tal vez, es en honor a la juerga que armaba mi abuela Melania en la fiestas populares con los tordos de Pompeya; o a lo mejor es culpa de Don Severo, mi bisabuelo, que era a quien llamaban en el pueblo cuando querían escuchar historias de a caballo; o puede ser por esa mariposa, que maté en la pista, para ver si era verdad que sus colores se calcaban en mi piel., o, tal vez, ahhh… ya sé, no…no, no…
Luis vomita haiku con una secuencia de aikido
Haiku 1 Hai2ku 3 Haiku
un aula brilla unos están vivos trabajo duro
¿soy yo el que camina? otros muriendo están recompensa: aprender
una vida corre (todos naciendo) teatro sin piedad
Pico, sentado contra la pared, se fuma un pucho. Selma, su esposa, apoyada en su regazo
– Fue muy difícil el venir, no tanto por el hecho de tomar la decisión (que ya la tenía muy clara) sino por el hecho de salir de mi ciudad, el separarme de mis raíces, y sobre todo el distanciamiento con mi hermano, ya que si bien es cierto que todo cambio es difícil, yo no sabia que el desenraizarse dolía de verdad, y no tanto a un nivel meramente afectivo, sino que el dolor es tan tangible, que parece una cuestión física. ¿Qué fue lo mejor de entrar a la escuela?,me parece casi imposible el poder decidir que es mejor, el «tempo-ritmo» de Fiore, «la palabra» de Regis, los resonadores de la profe Carmen el adagio de Gonzalo, no sé si me proyecto más con los elementos de Marcos o con los estados en la diagonal de Muriel, tampoco podría decir si se siente mejor la primera vez que das la vuelta estafa de Emilio o cuando sale bien el «Vientre de la Ballena» con Andrés, o si son mas importantes los conocimientos de historia del teatro que nos regaló un magnífico profe que tiene sangre cubana, o los movimientos del coro trágico y su corifeo, instruidos por una de las mejores hijas de Uruguay, que hoy radica en Francia, o hasta donde podemos despegar los pies del mundo al respirar por la nariz de nuestro clown, o que tan bien respiras prana antes de decir «ohm», sin olvidarnos de distinguir si todo lo anterior es un rasgo físico o psicológico como nos enseñó Marta, y tampoco podría olvidarme del movimiento escénico de Hugo.
Eso es solo uno de los problemas que se me presentarían al tratar de contestar esa pregunta, sin meterme en otras cuestiones, como por ejemplo, las maravillosas personas que tengo el honor y el gusto de decir que son mis compañeros de curso, todos tan distintos, tan urgidos. Cada uno con un mundo interno, capaz de sentir, pensar y expresar tantas cosas, toda una vida no sería suficiente para conocernos la mitad de lo que quisiéramos, y todos avanzando paso a paso, por los caminos de este maravilloso arte sagrado que nos inflama y que gracias a la ENT podemos cultivar a un nivel y ritmo, que sin la escuela, hubiera sido simplemente imposible. Gente con la que se comparte desde un par de gritos cuanto los temperamento se encuentran al crear lo nuestro, hasta las anécdotas mas hilarantes, o simplemente el tener que sacarse los zapatos y las medias, y juntos tener que correr bajo un diluvio para poder pasar los charcos que se forman, y así llegar a pasar clases (incluso en Viernes Santo).
Toto
– Año 1
Aprendiendo
Actuando
A veces
Amando
Artaud
Aguante
Arte
Anartelo
Avanzando
Antonio0
Sandy baila al ritmo de You can leave your hat on, de Joe Cooker
– ¡¡¡¡Qué placer estar aquí!!!!!
Esta mañana me levanté a las 6, tomé mi desayuno, metí en mi bolsa mis zapatillas de ballet, mi desodorante, mi agüita y mi toalla; Además hoy estreno una polera y una calza…¡qué zzzúper!…Salgo a la calle y me subo a la línea 36 que me deja en la puerta de la Universidad…¡Yeeeeeee! ¿Qué hora es? Son las 8 a.m… comenzamos este camino de sueños, creaciones, estiramientos, sufrimientos, ooohhhh…abdominales, meditaciones, improvisaciones, acuerdos y desacuerdos. Y por supuesto, errores y anécdotas.¿Qué hora es? Vaya, son la 1:30 p.m…Qué rápido…qué sed, qué hambre…A continuar esta aventura allá afuera con un pie en la tierra y otro en el cielo. Mañana será otro día my friend.
Karol
– El teatro, donde a partir del AMUKI nos elevamos para conocernos y escucharnos en el CHUJU con todos los espectadores. Es entonces cuando comprendemos que la unión íntima de los humanos es a través del espíritu y podemos gritar con toda la fuerza JALLALLA a la vida.
Gaby
– Estudiar teatro es estar conciente de que nos convertimos en sacrificados, pero es un sacrificio que amamos, al cual nos entregamos cada día. A pesar del frío, el calor, la distancia, el tiempo, la falta de recursos económicos, dejamos en las aulas lo que nos provoca al alma, el corazón, ser actores que provoquen.
Vanessa
– Levantarme a las 6:30 de la mañana, darme una ducha, desayunar algo nutritivo y sano, esperar a que llegue Chichi Kim a las 7:00 y encender la Peta-móvil mostaza para empezar el desafío de llegar a la escuela, luego de pasar a buscar a Guillermo Sicodowska.Si no se pincha una rueda, no se cruza un auto, una persona o si no nos quedamos sin gasolina antes de llegar a la gasolinera, podemos estar puntual en la escuela a las 7:55, dispuestos a trabajar, probando, buscando y aprendiendo día a día y así lograr trasmitir a través de nuestro cuerpo, sensaciones y verdades. Sería una operación muy difícil de realizar sin la ética y la técnica que nos da la escuela, y por supuesto, sin todo el compromiso que tenemos y le debemos al público, como actores bolivianos.
Diego
– Somos una diversidad unida por un mismo objetivo.
John
– Espectros quejosos buscan luz en el templo…templo confesionario del no ser. Los quejosos se hallan en su valle, valle pleno sin límites, ni leyes. Regar, regar, regarlo…echar un rocío de letras…experiencias, cosechar sueños y deseos…respirar, respirar, contener la respiración…Echar al vacío los malos deseos. Junta energía, une fantasías…Construye monumentos corporales. Despertar, despierto, llego a mi lecho… Destino inocente y soñador…Destellante luz enarbola mi templo.
Ana
– Vibraciones de energías inimaginables hacen a los cuatro elementos tierra, fuego, agua y aire. Danzar, cantar y acrobatear con la libertad de crear en la escena. Devorar la técnica y defecar las delicias del arte.
Fred
– El otro día en la clase de danza., Yovinca me voló la uña del dedo gordo. Intenté encender el caldero de Muriel por si bullía la energía y comencé rápido con la diagonal, vista puesta en la colina. En mi desesperación busque a Stanislavski y su memoria emotiva para que jale a mi favor y me anestesie un poco el dolor… o sea, ahí estoy yo tratando de buscar el estado justo., pensando, buscando intentando recordar las cosas más lindas de la vida…..pero… puta que me dolía, pariente .
Hasta la fecha me pregunto ¿ cómo hizo mi compañera para no fallarle a mi uña, siendo yo un tipo de 1,82 m.?
Al final de la improvisación que había marcado Gonzalo, Elina, que estaba en la otra esquina, me dejó perplejo. El nivel de elongación que ha alcanzado hace olvidar cualquier sacrificio
Los días pasan rápido y en la Escuela Nacional de Arte Dramático esta constante no es una excepción, cada módulo es un perro que te muerde los talones. El que rayó la cancha me dijo un día, que la escuela no es un medicamento que ingieres y te curas. Hay que estar, hay que trabajar, vivir día a día el proceso, agarrarte duro de la baranda del catre para parir al actor.
La escuela sirve incluso para darte cuenta si el teatro no es lo tuyo y si debes buscar otro papel en esta obra…
Y así, en el camino somos Creón, Antígona, Hemón, o un soldado muerto que llora solo en el desierto frío porque extraña a su hermanito que dejó al partir. Nos ponemos las máscaras de héroes y tiranos, hombres, mujeres, muertos y vivos. Nacemos y renacemos en sus vidas, tal vez porque la nuestra no es suficiente para decir que existimos.
Borges escribió sobre Shakespeare “Antes o después de morir se supo frente a Dios y le dijo: Yo que tantos hombres he sido en vano quiero ser uno yo. La voz de Dios le contestó desde un torbellino: “Yo tampoco soy, yo soñé el mundo como tu soñaste tu obra, mi Shakespeare y entre las formas de mi sueño estás tú que como yo eres muchos y nadie”.
Aquí estamos nosotros, los nadie que queremos ser muchos.
Se abre el telón
Weno, ha llegado EL MOMENTO!. Existen dos circunstancias particulares que son motivos de fanfarria para todo el equipo de esta revista. Uno, que FINALMENTE, sí señores…nació nuestro hijo sietemesino y a su derecha ven el resultado de tanto esfuerzo. Un hijo grandote, bien alimentado que tiene sus secciones habituales y algunas que debutan como FiloZoofía o Retrato Hablado. De eso, estaremos hablando cuando vendamos y regalemos todos nuestros ejemplares. Baste decir que hay sorpresas muy bonitas en este nuevo número. A algunos los dejará con la jeta abierta…otros dirán que nos juimos a la mierda, pero lo bailao no nos lo quita nadie. Los que recién se integran a nuestros aullidos callejeros, sabrán de qué va la cosa en los post siguientes, donde rescataremos algunas notas que hemos publicado en número anteriores. Eso sí, del nuevo? tenés que adquirirlo pa´saber cómo viene.
Decía que había dos motivos de fanfarria, el segundo y no menos importante, es que nos unimos a la comunidad bloguera respetando el estilo que nos caracteriza en nuestra versión papel. Este blog tiene como objetivo ser el vertedero o basurero (tómenlo como quieran) de cuanta burrera se nos ocurra escribir. Están invitados, también, a ser parte de este nuevo experimento enviándonos aquellas notas o artículos que no pudieron ser publicados en la revista física. Obvio, que todo previa selección editorial. Nosotros podremos escribir burreras, pero son NUESTRAS burreras, lo que no implica una obligación moral de publicar las ajenas. Todos los posts serán firmados por la gente de Aullidos de la Calle, nombre y apellido real (no le tememos a las cartas bombas), y por los invitados (en caso de que los haya).
¿Qué más? nada che…que estamos como el que diseñó la chompa de Evo y vio que fue un boom…sólo que nosotros sin el boom, sólo con la alegría.
Sean bienvenidos..
Mónica Heinrich V