Stan

Por: Mónica Heinrich V.

“Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas como prostitutas.” S.K.

Hay momentos mágicos en la vida, y dentro de esos momentos mágicos surgen las terribles comparaciones. Talentosos hay pocos, y queda manifiesto en la retahíla de películas que se repiten y parodian, mientras que el buen cine o el cine que puede aportar algo escasea.

Para quien guste del cine, o por lo menos, para quien tenga curiosidad por el CINE (con mayúsculas), es obligatorio pasar por el señor Stanley Kubrick, independientemente que te termine gustando o disgustando.

¿Qué hace a Kubrick tan especial? Mejor, reformulemos la pregunta ¿Qué es lo que no hace especial a Kubrick?. Kubrick hizo todo lo que tenía que hacerse para ganarse un puesto entre los grandes. Kubrick es la apoteosis de lo que un aspirante a cineasta desearía llegar a ser. Con un espíritu visionario, gustos excéntricos y un amor por el trabajo perfecto, Kubrick le ha dado al cine clásicos de clásicos. Muchas veces, echada panza arriba, me imaginaba (envidiosamente) cómo el señor Kubrick pudo filmar cosas tan extraordinarias.

Desde películas bélicas, hasta películas históricas, de suspenso, oscuras, humor-negro, creo que lo único que no llevó a cabo Kubrick fue un dibujo animado, porque su paso por muchos géneros son testimonio ineludible de su talento. Hace falta ser muy talentoso para poder emprender diferentes géneros y hacer de cada emprendimiento un referente para generaciones futuras. Ya quisieran otros directores ser nombrados continuamente, ya quisieran otros directores tener filmes como Odisea en el Espacio, La naranja mecánica o hasta Espartaco.

Obviamente que después de tantas flores para Stan, comprenderán que tenga en mi poder el libro sobre el cual hago esta opinión. Se llama sencillamente Kubrick y está escrito por Ciment Michel.

Para empezar les diré que es un libro de lujo, con esto me refiero a que el tamaño, el papel, la calidad de las fotos y todo lo que involucra el aspecto “físico” del libro es excelente. Es casi como un álbum, con hojas un poco más pequeñas que el tamaño carta, y de ese papel suave y sedoso que sólo algunos libros tienen. El que lo escribe e ilustra, dice ser un gran admirador de Kubrick y se reconoce en esta recopilación de fotos y textos.

Primero nos encontraremos con un prólogo donde el autor justifica el por qué del libro. Luego tenemos un collage de fotos de películas como Fear and desire, El beso del asesino, Atraco perfecto, Espartaco, Lolita, Odisea en el espacio, La naranja mecánica, Barry Lyndon, EL resplandor, Teléfono rojo? volamos hacia Moscú.

Posteriormente pasamos a La Odisea de Kubrick, que involucra los datos biográficos de Stan, entre ellos una lista que Kubrick dio de sus 10 películas favoritas para una entrevista en 1963, entre las que destacan: I Vitelloni (Fellini), Fresas salvajes (Bergman); Ciudadano Kane (Wells), Candilejas (Chaplin), Enrique V (Lawrence Olivier), etc.

Habrá tiempo para conocer las exigencias de Kubrick como director, y lo que muchas veces lo tornó insoportable para algunas personas. Anécdotas de gente que trabajó con él y que no la pasó muy bien que digamos. Todo esto acompañado de fotos acerca del backstage de sus películas.

Luego pasamos a una de las parte más enriquecedoras del libro: “Entre la razón y la pasión: Reflexiones sobre una obra en proceso”, se trata de 20 viñetas donde se analiza filosófica, simbólica y técnicamente la obra de Kubrick, el proceso que ha seguido, los elementos que ha manejado y que la hacen tan especial.

“Kubrick y lo fantástico” da un vistazo a películas que fueron más allá de la realidad y que transitaron fuera de los límites establecidos por la época. El resplandor y Odisea en el espacio, por ejemplo.

Seguimos con una EXTENSA entrevista hecha en 1972 acerca de La naranja mecánica, muy muy completa, yo diría que para los fans es un regalo del cielo. Pero si pensaron que la cosa se queda ahí, continuamos con otra EXTENSA entrevista a razón de Barry Lyndon en 1976. Por si fuera poco, también podemos conocer al Stan de El Resplandor en una entrevista dada en 1980, que es más larga que las anteriores. Detalles que les dejo la incógnita, pero que les aseguro valen la pena en demasía.

Luego de conocer a Stan, podemos ver qué piensan los que fueron su brazo derecho en el mundillo del cine. En Testimonios nos encontramos con James B. Harris, el productor de Atraco perfecto, Senderos de Gloria, Lolita…en fin. Cuenta cómo se conoció con Kubrick y los hechos que los unieron en el trabajo. Ken Adam, director artístico, también nos cuenta un poco más del discreto vivir de Kubrick. Julian, director de publicidad y John Alcott, operador en jefe; terminan de dibujarnos el mundo Kubrick…un mundo lleno de guiños, de esfuerzos y de esperanzas.

La chaqueta metálica tiene varios capítulos debido a que fue una película que Kubrick hizo después de 7 años de silencio. Además un análisis crítico del film, declaraciones de Kubrick acerca de: El libro, el guión, Beckton (lugar donde se filmó), Capra, Hollywood Vs Londres, Modine, Platoon, y muchas otras maravillas. Luego pasamos a una entrevista con el guionista de Chaqueta metálica, donde explica más o menos cómo se dio la cuestión y cuáles eran los aspectos que resaltaban a la hora de estructurar la historia.

Como no podía ser de otra manera, llegamos a Eyes wide shut, la última película de Kubrick, doce años después de Chaqueta metálica y su largometraje número 13. El rodaje, las preocupaciones de Kubrick, el perfeccionismo del montaje, la elección de Tom y Nicole, las críticas que tuvo y como bien dice el libro al final de este capítulo, ni siquiera en muerto Kubrick pudo satisfacer a la crítica unánimemente, ya que cada película que hizo era acompañada por aguas divididas entre las apreciaciones de la prensa especializada.

Nueva York en el crepúsculo, supone un vistazo analítico de toda la obra de Kubrick, y la relación de cada uno de los filmes que hizo entre sí. Puntos en común, símbolos que se repiten, temáticas paralelas, contenido freudiano, un capítulo muy completo.

Casi para finalizar gozamos de una entrevista con el guionista de Eyes wide shut, Frederic Rápale. El decorador jefe, Les Tomkins, también nos brinda su versión de los hechos en una entrevista dada en 1999.

Pasamos a un capítulo dedicado a testimonios de personas cruciales en la génesis de la obra de Kubrick, tal es el caso de una entrevista de Malcom Mcdowell, quien personificó a Alex en la Naranja Mecánica. De Jack Nicholson o Selley Duvall, lo particular de estos testimonios es que son dados justo después de la muerte de Stanley, y el motivo es rememorar a Stanley, entonces el tono de los testimonios es diferente a una entrevista común y corriente, ya que hablan sobre el efecto y el shock que la partida de Kubrick les ha dejado.

Para finalizar, In memorian Stanley Kubrick, el autor del libro nos comenta sobre la relación que tuvo, durante casi 30 años, con Kubrick. Los encuentros que tuvieron, los proyectos que Kubrick tenía, incluso habla sobre la filmación de Napoleón, película que Kubrick quiso hacer pero que abandonó. Circunstancias interesantes alrededor de su exquisito tino para definir música, fotografía, escenografía de sus películas, para qué vamos a negarlo si el hombre era un virtuoso.

Y como todo en esta vida termina, el recuento de las maravillas de Kubrick también termina, con la tristeza de que hoy en día hay muy pocos o quizás ninguno que pueda equipararse en visión y originalidad a este querido señor. El mundo continúa, el cine continúa, el legado ya está inscrito en las páginas de la historia, nosotros, los simples mortales, sólo podemos recordarlo con admiración y al ir a dormir, juntar las manos, cerrar los ojos y susurrar: “Kubrick nuestro que estás en los cielos…”

Libro: Kubrick
Autor: Ciment, Michel
Editor: Ediciones Akal, S.A.
Número de páginas: 328

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