A continuación, un par de anécdotas donde se involucra, sin querer…la política.
Guardia Imperial
Hace unas tres semanas, llegamos a Full TV a eso de las 17:10. El programa El Espejo estaba siendo grabado, por lo que tuvimos que esperar para entrar al set. Me dirigí a la sala de controles y lo primero que noté fue que un policía se encontraba dentro. Pensé: «mienchi, por fin este boliche tiene seguridad». Me senté a esperar en el sofá que está cerca de la puerta de vidrio que da a la calle. Mientras tanto, Fred Núñez se fue a la venta que queda como a 1 cuadra del canal. De pronto la puerta del set se abre y sale un grupo de gente, entre los que se incluía el policía del principio, estando yo distraída no me percaté de quiénes se trataba. Al rato, sale otra cámara, un reportero y comienzan a entrevistar a un hombre del que yo sólo veía la espalda. Pregunto a un trabajador del canal: «Y ese crispín, quién es». El «informante» me susurra: «Es el ministro Rada». Yo digo «Ahhhhhhh». Me fijo en el policía y digo en voz alta: «Oye pero ese paquingo es el que le cuida las espaldas, qué tal que yo estuviera tronada y ya nomás lo liquido…». El «informante» se ríe y me apunta a un tipo que estaba vestido de civil y recostado contra la pared, mirándome con cara de muy pocos amigos. «Ese otro es también su guardaespalda, y hay uno que está en moto y da vueltas a la cuadra a cada rato».
Toda esta gente estaba amontonada en la entrada del canal, yo los veía a través de la puerta de vidrio, pero ellos, a excepción del que estaba recostado en la pared, estaban afuera. En eso distingo el metro ochenta de Fred Núñez, que con su pinta que al decir de él mismo «si un maleante me ve en la calle, cambia de vereda», se muestra nervioso por querer entrar de una vez. Sabe que no puede pasarse así nomás, para no fregar la nota. Entonces, mientras evaluaba sus opciones, zasss sale un fisicudote a su derecha, que se pone detrás de él, con ceño fruncido y todo, como diciendo: «éste quién es y qué hace tan cerca del señor ministro». Al minuto, otro fisicudote se aparece por la izquierda…con la misma expresión de desconcierto. Los fisicudos de afuera y el de adentro, intercambian miradas nerviosas. El que está recostado en la pared se acerca más, el policía, al notar la tensión se pone inquieto. Se suceden un intercambio de miradas, a las cuales Fred era TOTALMENTE ajeno.
Si Fred se movía a la izquierda los de atrás se movían con él, si se iba pa la derecha, hacia allá se iban ellos. Pude resolver la cuestión, diciéndole al que estaba dentro: «No se preocupe, es de un programa del canal», pero preferí ver en primera fila, cómo toda la guardia de Rada fue movilizada por el inofensivo productor de Banda Ancha. En un momento dado, le hice señas a Fred pa que se cruce nomás, esperando ver que los tres fisicudos, el paco y el de la moto le brinquen, lo esposen y hasta se lo lleven preso, pero lamentablemente me quedé con las ganas.
Ni bien finalizó la entrevista Rada marchó a paso veloz, Fred cruzó de igual modo la puerta, y los guardias no quedaron tranquilos hasta que no lo divisaron más. Hasta ese momento yo ya había llamado a dos personas más para que presencien la escena, y estábamos todos doblados de risa. El único que no supo, ni se enteró, de lo cerca que estuvo de ocasionar la debacle fue precisamente Fred. Pa en otra será.
Libertad
Esta anécdota sucedió en un restaurant llamado Helmut Delicatessen, sirven comida alemana y generalmente podés toparte a conocidos políticos comiendo chancho (imagínense la ironía).
En esta ocasión, estábamos un grupo de amigos, de los cuales dos bajamos del auto con la idea de ordenar comida para llevar. Entramos y ya había bastante gente.
En una mesa se encontraba un ex-prefecto, rodeado de otros ilustres cruceños, mi amigo vestía una llamativa polera del Che, que estaba rematada con una frase de Rage Against de Machine…
Mientras esperábamos, se oye la voz del ex-prefecto, bastante fuerte…
«Esta juventud comunista, no sabe ni dónde está parada».
Era evidente que la frase estaba destinada a nosotros, o mejor dicho, al que llevaba la polera. El resto de la mesa, se envalentonó, y otro dijo: «Sí pues, se ponen poleras sin saber siquiera del personaje».
El ex-prefecto continuó. «Por eso el país está como está. La juventud es muy ignorante».
Mi amigo en voz baja me dice: «Si no te molestás, ahorita le sueno al viejo de mierda». «Cómo le vas a hacer caso a ese pobre infeliz. Bah no le des pelota», le digo. Seguimos esperando de pie, mientras el ex-prefecto, y mesa hacían comentarios referentes a lo vil del comunismo. Ahí estaban ellos, señores mayores, con evidentes recursos económicos, sin las bolas suficientes para pararse y decir: «Oye, me molesta que te pongás esa polera del Che», que era en realidad el sentimiento.
Finalmente, me entraron ganas de reír…y al «guevarista» también, por lo que sin querer empezamos a reirnos como estúpidos, la mesa chinchi, se puso incómoda…seguramente pensando que nos reíamos de ellos. Finalmente nos dieron la comida, salimos del boliche y llegando al auto contamos la anécdota, que provocó más de una reflexión sobre el tema de las libertades que se buscan en las altas esferas cruceñas.
Regalito
Ya pa finalizar, encontramos esto en el blog de chico larva, un pequeño supositorio gráfico para reflexionar un poco sobre los despelotes que ocurren en este pueblo.
Tantos guardias para Rada? Será realmente necesario, o es el gustito de pagar con nuestros impuestos fanfarronerías pelotudas?Lo de la polera es común en este maldito lugar. Más bien que no lo sopapearon. De esa gente no me sorprende nada.la verdad que todas esas vainas regionalistas, anti-izquierdosas, me tienen muy podrida.
Podrida: Pa que veas. A mí me pareció exagerado, pero nunca se sabe, por ahí tiene más amenazas de muerte que el Papa :pjejeje yo también estoy podrida con todas esas vainas regionalistas =)Un gran saludo