EXTRAÑOS EN EL PARAISO
Por: Mónica Heinrich V.
No señores, no voy a hablar de Jim Jarmusch, pero no pude dejar de robarle el título de su película para este post. Hoy fui a ver Valiente (The brave one), luego del acto fallido de anoche (intentamos ir, pero nos confundimos de horario). El hecho de que la dirija Neil Jordan ya era motivo suficiente como para desembolsillar tus quintos confianzudamente. Jordan es un irlandés que le ha dado al celuloide impecables películas como Juego de lágrimas (inolvidable Stephen Rea), por la que ganó un Oscar a Mejor Guión, entre otros honores.
Para empezar, Jodie Foster encabeza este reparto. Aunque me parece una grandiosa actriz, su «tipo» es como la definió un polémico presentador de Telehit: «Una machona que parece que te va a sacar la mierda». Ahorita me van a entender porque menciono esto. Jodie da vida a Erica Bean, una radialista muy interesante. Su programa se llama Streetwalking o algo así, su tarea consiste en recorrer las calles captando sonidos urbanos y narrar una apreciación al respecto. Al principio se ve que Erica es bien portada, amorosa y tierna. Nadie le ha echao basura a su verde jardín. Está a un paso de casarse con su prometido médico y todo marcha sobre ruedas.
Una noche, cuando sacan a pasear al perro, ella y el novio son víctimas de un acto violento. Las escenas son bastante duras. Tres tipos los interceptan a ambos en un túnel y les suenan que da calambre. Mientras vos te revolvés en tu butaca, porque la escena está tan bien lograda que automáticamente te sentís agredido también. El caso es que el tipo muere, y Erica queda en coma casi un mes. Saliendo del coma, le dicen que el novio ya está enterradingo, y que mala suerte, tiene que continuar con su vida. Intenta ver cómo va su caso y se enfrenta a la burocracia más asquerosa, donde su expediente es un expediente más.
El personaje se transforma a raíz del trauma, convirtiéndose en un principio en una persona bastante insegura que de pronto descubre que el mundo no es bonito, y que la gente no es de fiar; para luego pasar a ser una sobreviviente en toda la extensión de la palabra. Hay un deterioro psicológico importante, porque hablamos de alguien a quien su mundo se le trastoca literalmente y que no cuenta con un apoyo (amigos, familia) para salir adelante. Ante su sensación de constante impotencia e inseguridad decide comprarse un arma.
A esta decisión, entendible, siguen una serie de eventos en que nuestra rubia protagonista se ve enfrentada al «asesino que todos llevamos dentro», y que según la película cualquier rato despierta, te despoja de tu anterior yo y te convierte en una máquina de hacer «justicia».
Aunque el peso del filme recae por completo en Jodie, a ella la acompaña el actor Terrence Howard, interpretando al policía que se deja conmover por la situación de tan desolada señorita representante del american life style.
O sea, a Jodie se le zafa un tornillo y empieza a ejercer justicia divina a través de un revólver. La película se intenta plantear preguntas como «¿qué es lo justo?» «¿Hasta dónde funciona el sistema?» «Hay gente que merece morir?». Aunque la temática es muy interesante, la tensión consigue apenas mantenerse por el exceso de metraje. Además existen muchos cabos sueltos alrededor de la trama, que no terminan de convencer. El aura filosófico se pierde al final, donde el guión finalmente toma partido. Al salir los créditos sentís una rara sensación, esa sensación de que sí, pero no. Jodie, no estaba tan equivocada, según la película, y existen las excepciones en términos de ejecuciones, según la película. Ahhh, y también existen ciertos seres humanos «carroñeros» y «trash people» (dirán los gringos) a los que si les pegás un balazo, no sólo está bien, sino que limpiás las calles. Hmmmmmmmmm…aunque llegás a simpatizar con Jodie, porque lo hacés, no podés dejar de contaminarte con la oscuridad que deja.
No es uno de los mejores films de Jordan, yo diría que la trama está un poco rocambolesca y adolece de veracidad en partes demasiado importantes como para que queden volando. La salva el excelente desempeño de Foster, que volviendo a mi mención de «machorra que parece que te va a sacar la mierda», me refería a que su personaje intenta mostrar a una mujer delicada, frágil que se ve enfrentada con el horror, y aunque ella es sumamente buena actriz, en ningún momento la percibí débil. Pero eso ya es cuestión de gustos.
De resto, hmmm pueden verla tranquilamente en video. De hecho es un poquito larga…y tampoco está como para tirar cohetes. Así que recomendable para entretenerse, reflexionar un poquito, pero sin buscarle cinco patas la gato. El personaje decía que después de una situación así, te convertís en un extraño hasta para vos mismo. Jodido no?
La escena: Cuando Erica va a la comisaría a preguntar por segunda vez por su caso. Le preguntan qué tipo de caso es, ella dice que homicidio. Le preguntan que a nombre de quién está. Ella dice que Erica Bean. El oficial busca, no encuentra nada, le dice que no hay nada bajo ese nombre. Erica ya está bastante perturbada, llora, y dice desolada: «Pero debería existir algo…» como dando a entender que es un cadáver…
Lo más falsete: Que cierto tipo, con cierta reputación fuese tan descuidado, y no tuviera escoltas como para que Erica consiga acercarse.
El consejo: Antes de entrar al cine, andá al baño hace pis, caquita y cualquier cosa que tengás que hacer, porque es larguita.
El mensaje manifiesto: Cuidado conmigo porque te puedo sacar la mierda.
El mensaje latente: Hay cierto tipo de gente que merece cualquier tipo de justicia, ya sea divina, humana, legal o ilegal.
Señorita Mónica:Vi la película ayer, confieso que el tema es por demás de interesante, aunque quedé muy insatisfecho con el final. Creo, como usted, que Neil Jordan nos ha acostumbrado a mejores cosas. Un saludo.
Señor Romero:Verdad que el tema es interesante, el final a mí me desagradó. Esperemos que Neil se reencamine a cosas como Juego de lágrimas.Un saludo también =)