Por: Mónica Heinrich V.
No voy a decir que NO tenía mis dudas al respecto. La verdad que andaba muy escéptica. Y no sólo porque el protagónico cae sobre Carlos Valverde, sino que para ser honesta…hacía bastante que no disfrutaba una obra de Casateatro. Es así que me dirigí a ver «Justo en lo mejor de mi vida», obra dirigida por René Hohenstein, protagonizada por Carlos Valverde y escrita por la argentina Alicia Muñoz.
Hay que reconocer que la jugada, a nivel de marketing, es excepcional. El contar con el nombre de Carlos Valverde en cartelera hará que los entendidos y los curiosos desfilen en cada presentación, sin siquiera estar realmente interesados en ver teatro. Eso, es un punto a su favor, porque convengamos que el teatro en este pueblo es un arte que no paga bien a quien lo produce. Así que por ese lado tienen asegurada una buena afluencia de público. Esperemos que las expectativas sean rebasadas.
La presentación a la que asistí fue para invitados (influencias del ex-Casateatro Fred Núñez), ya nomás pude ver la escenografía. Colores amarillos tenues, adornaban lo que pretendía ser un comedor…No estaba mal, en efecto daba la impresión de ver un comedor cualquiera.
Acto seguido se ve a Jorge Urquidi sentado en un toco, aparece Sandra Elías (Giannina en la obra) llorando, se dirige al teléfono haciendo caso omiso de Chichín (Urquidi), tal como entra se va. Luego aparece en escena Enzo (Carlos Valverde), cargando su guitarra al hombro…entra a su casa y se emociona al ver a Chichín, un amigo al que no ve desde hace muchos años. Giannina vuelve a aparecer, sin notar la presencia de ambos hombres, a pesar de que Enzo la llama y le intenta presentar a Chichín. Lo mismo sucede con la esposa de Enzo…
Así arranca la obra, que nos habla del paso de Enzo hacia el más allá. Valverde interpreta a un músico frustrado, renegón, egoísta…que en vida no consiguió hacer feliz a su mujer, ni a su hija por preocuparse de lo que NO podía conseguir (triunfrar en la música). El relato oscila entre la comedia, el drama y la reflexión existencial.
Aunque no se trata de una obra que ganará un Tony, la puesta está bien lograda, y la historia consigue enganchar hasta el final. A comparación de muchas obras nacionales, donde sentís que es una tortura china estar en tu butaca y peleás con tu instinto malcriado de salir pisando,empujando a todos los que se interpongan entre vos y el EXIT, aquí podés entretenerte un rato sin que crucen pensamientos negros por tu mente.
La obra dura alrededor de hora y media, la gran pregunta es ¿Qué tal lo hace Valverde? Es evidente que Valverde lo pasa chancho, le gusta lo que hace, lo disfruta…tiene la frescura del nuevo actor que intenta hacer bien cada escena, todavía no se ha contaminado con la desidia que a veces golpea al actor de teatro local. A mí me pareció una interpretación correcta, a la que le falta trabajar (un poco), la entonación (que es casi siempre lineal) y, para mí, el uso excesivo que hace del meter las manos en los bolsillos…tic que, asumo, se debe a todavía no acostumbrarse a estar en escena. El resto del elenco está parejito, aunque la esposa de Enzo, puede ser la que tiene el nivel más bajo, pero sin desentonar.
Los argentinismos que verán (porque la obra original es argentina), se intentaron camuflar, se mantuvieron varios a pedido expreso de la autora, así que por ese lado toca conformarse con la no adaptación criolla.
En definitiva, es una obra mirable, que incluso arrancó varias lágrimas a uno que otro espectador, escuché decir a alguien «Pucha, ya me deprimí», así que puede llegar a ser una bonita experiencia teatral. Eso sí, tampoco estamos diciendo que es lo máximo, pero no está mal.
Pueden verla en Casateatro, los fines de semana. Junín, frente al Correo.
P.D. No conseguí fotos, pero ni bien exista alguna la reemplazo. Mientras tanto les dejo la de las puertas celestiales, que más o menos concentra lo que es la historia de esta obra.
Voy a ir a verlaEn una de esas el pelon se olvida la letra y lo vemos al Chavo soplandole como en el programa.JS
andá a verla. Quién sabe, por ahí vos tenés suerte y efectivamente al pobre valverde se le olvida el texto jejeje.Saludos
Medio que no me convence, espero nomáj que otras «celebridades» no lo sigan. A ver que después la veamos a Ximena Antelo y a Fermín Zabala haciendo «Otelo».
Dumb…pues la verdad si el hombre te resulta antipático, lo más seguro es que la obra no te guste.Cuesta mucho separar la imagen preconcebida que se tiene de él, de hecho nunca pude interiorizarme totalmente con su personaje, porque lo veía como Carlos Valverde. Así que puede no ser vista con agrado por todos.Ahhh lo de las celebridades criollas que actúan, te cuento que lo hacen como invitados en Chaplin Show. Ahí ya han desfilado varios improvisados :pAunque un Otelo protagonizado por Fermín y Ximena, no estaría mal…:p