Un acto de perdón (Arash Khamooshi)
La foto habla por sí sola. Es la cara de Saeed Kamali, que a sus 23 años fue condenado a muerte en Irán. En el 2007 asesinó a un adolescente de 18 años en una pelea callejera. Los iraníes no se andan con vueltas y después de seis años de cárcel se lo condenó a morir ahorcado en una ejecución pública. Lo que nadie se imaginó es que la madre de la víctima, presente en la ejecución, detuvo la cruel medida. En un acto de piedad, cuando el chico ya estaba trepado en una silla y con la soga alrededor del cuello, se acercó a él, lo cacheteó y gritó que lo perdonaba. La foto muestra a Saeed luego de haber escapado de la muerte y cargando con el perdón.
Señales (John Stanmeyer)
En las playas del Mar Rojo, concretamente en la ciudad Djibouti City de Etiopía, migrantes somalíes intentan agarrar señal de los chips que tenían en Somalia para tratar de comunicarse con sus familiares. El mar los separa de su hogar y algunos, cada cierto tiempo, tienen suerte y consiguen la ansiada conexión. Esta es una actividad que los migrantes realizan noche tras noche. Un intento desesperado por escuchar la voz de aquellos que aman y tuvieron que dejar.
Condenados (Robin Hammond)
Este, en un principio, era un centro de rehabilitación y cobijaba a 170 enfermemos mentales. Fue diseñado para asistir viudas. A finales de los 90s, cuando Nigeria fue sede del Mundial Juvenil de Fútbol, las autoridades limpiaron las calles de indigentes con enfermedades mentales y los trasladaron a este centro en la ciudad e Port Harcourt. Aparentemente, el aparato estatal nigeriano no contempla absolutamente ningún protocolo de tratamiento a pacientes con esas necesidades. Ante la imposibilidad de ejercer un control medicado o de terapia, los pacientes son encadenados. Así pasan sus días.
Jon y Alex (Mads Nissen)
Como ya es de conocimiento popular, Rusia es uno de los países más intolerantes con la comunidad GLBT, de hecho tiene hasta una ley que prohíbe la “propaganda homosexual”. Putin, que no le ha hecho ningún bien la mundo, aprovechó su mandato para endurecer las posturas contra los gays. Por eso es que esta foto de Mads Nissen es tan importante y hermosa. En ella vemos a una pareja homosexual de 21 y 25 años respectivamente, en un momento de intimidad, de amor. La foto fue ganadora este año del premio World Press a foto del año y es parte de un proyecto más grande llamado Homofobia en Rusia, con el objetivo de retratar la problemática de las minorías no heterosexuales en este país.