Por: Mónica Heinrich V.
Es evidente que Michael Jackson tenía problemas. O sea, saltaba a la vista. No vamos a negar que su relación con los niños era cuando menos extraña, incluso si no abusó de los chicos la relación era inapropiada por donde se la mire. Yo misma me he referido a él como “el pedófilo”, así medio con pena y asco, y cada vez que escuchó sus canciones me digo: Qué huevada que fuera pedófilo. En mi mente cochina el desfile de niños, su rotación, el tema de camas compartidas, me parecen muy perturbadores. Así es, he condenado y sentenciado al llamado Rey del Pop infinidad de veces, como un rasgo bastante vulgar de la facilidad con la que se juzgan los sucesos públicos. Es muy cómodo decir: si se ve como un pato, camina como pato, suena como pato, debe ser un pato.
Lo curioso es que aún teniendo el prejuicio (porque es un prejuicio, no una seguridad o algo real), Leaving Neverland que ha lanzado HBO y que dura alrededor de cuatro horas no terminó de ponerle el candado a la cárcel imaginaria donde tengo a Jackson. ¿Por qué? El documental no presenta prueba alguna salvo el testimonio de Wade Robson y James Safechuck, ellos cuentan durante cuatro horas muy gráficamente cómo fueron abusados por MJ. Los amantes del escrache virtual y de la condena previa a juicio, me gritarán: ¿qué más necesitás? ¡la voz de las víctimas es suficiente!
Desarrollaré.
Si bien aparecen miembros de la familia de cada uno respaldando más que nada el contexto de cómo se dio la relación entre los involucrados, la acusación de abuso sexual se reduce a lo que ambos dicen que sucedió, con una curiosa sincronía en la forma de contar el abuso, en cómo se sintieron al respecto, la relación que tenían con el cantante descrita más como una relación de amor-pareja y por qué se decidieron a hablar, los dos dicen casi lo mismo, hasta con las mismas palabras. Capaz que si el abuso sucedió sea coincidencia que lo interiorizaran de la misma manera, pero como está presentado podría pensarse que hubo cierto acuerdo común en el relato. En documentales como Deliver us from evil (reseñado ACÁ) que habla sobre la pedofilia y el encubrimiento de las altas esferas de la iglesia católica, la cineasta Amy Berg se dio el trabajo de hacer una investigación respaldada por documentos e incluso con el testimonio del propio acusado, Oliver O´Grady. En The invisible War (reseñado ACA) el realizador Kirby Dick se sumerge en el tabú de las violaciones dentro del ejército americano. Hombres y mujeres violados/as por sus camaradas o superiores. Hay testimonios de las víctimas, de psicólogos, de representantes legales del ejército, especialistas en abuso sexual, estadísticas y documentos de denuncias y exámenes médicos y forenses. Sin ir muy lejos, en An Open Secret (reseñado ACÁ) la misma Amy Berg de Deliver us from evil hace un documental que narra las entrañas de la pedofilia en la industria cinematográfica, lo hace con testimonios de víctimas, de testigos, con pruebas de denuncias y condenas, con exámenes forenses, y hasta consigue que Michael Harra, un prestigioso miembro del Sindicato de Actores, cuente que él mismo fue abusado de niño y que es “algo común”. El mismo Harra será pillado por la documentalista en una llamada donde acepta que él también abusó de niños.
Con estos tres ejemplos quiero decir que no es nomás poner la cámara y a dos personas delante a contar lo que ellos deseen y lanzar una acusación tan grave. Empatizo totalmente con la idea de darle voz a las víctimas y que se destape cualquier caso de abuso, pero siento que una denuncia de esa magnitud contra una persona (MJ) que fue investigada diez años por nada más y nada menos que el FBI, tiene que tener cierto respaldo. El director de Leaving Neverland, Dan Reed, hizo un muy pobre esfuerzo por entregar al público una acusación fundada, y se apoyó sobre todo en lo morboso de los detalles que dan tanto Robson como Safechuck.
El documental también pasa muy por encima dos antecedentes: 1) La primera denuncia de abuso sexual que tuvo Michael, la de Jordan Chandler a principios de los 90s. Esta denuncia se resolvió fuera de la corte con 23 millones de dólares para la familia de Chandler. 1,5 millones para el papá, 1,5 millones de dólares para la mamá y 20 millones de dólares para el niño al llegar a ser mayor de edad. Lo que el documental omite es que cuando Michael murió, el hoy adulto Jordan Chandler se retractó públicamente de su denuncia y acusó a su padre de haber orquestado todo por dinero. Michael murió en octubre del 2009, Jordan salió esa semana a pedir perdón por haber mentido y el padre de Jordan se suicidó en noviembre de ese mismo año. La nota completa ACÁ 2) la denuncia hecha por Gavin Arvizo que sí llegó a juicio. El documental hace creer que fue el testimonio de Robson y el de Culkin el que libró a Michael de la cárcel. En realidad, se probó en corte que la familia Arvizo había contactado antes de Michael a otros artistas en busca de dinero. Tanto Jay Leno y el actor Chris Tucker fueron buscados por la familia con el discurso del hijo enfermo de cáncer que era súper fan de Leno o Tucker, de acuerdo a la necesidad. Tucker incluso declaró que le costó “deshacerse” de ellos porque los alojó con todos los gastos pagos en la ciudad donde él vive, y la familia no se marchaba. También se probó un historial de estafas de distinta índole y se echó por tierra el testimonio de la madre que dijo haber sido secuestrada en Neverland con su familia cuando cámaras, testimonios y gastos que salieron del bolsillo de Jackson probaron que salió de compras, fue al cine, a restaurantes y a spas. Los detalles ACÁ.
Ambos «antecedentes» se mencionan en Leaving Neverland para mostrar que hubo acusaciones previas y que esos pobres chicos no fueron escuchados ni encontraron justicia. El director Reed, incluso los usa como referencia en las entrevistas para validar el documental.
Con esto no quiero decir que los abusos no ocurrieron, comento lo que está verificado sobre esas dos denuncias en específico, información que el documental omite porque es evidente que quiere probar sin mucha investigación que Jackson era un pedófilo. Sin embargo, Reed ha dicho en entrevistas que el foco no es Jackson, sino cómo Robson y Safechuck han sobrevivido al abuso y lo que significó en sus vidas. De acuerdo, pero desgraciadamente se quiera o no, sea la intención o no, es la figura de Jackson la que hace que este documental sea “comercial”, por lo tanto yo sí pienso que debería haber un poco más de contenido. Por esa casa pasaron miles de niños, ¿no sería valioso investigar a fondo? Sobre todo, teniendo en cuenta que Robson y Safechuck defendieron con igual vehemencia y convicción la inocencia de Jackson en el pasado. No olvidemos que pusieron su manito sobre la Biblia y testificaron en juicios a favor de Jackson. Hay entrevistas en youtube donde se ven bastante seguros sobre cómo NO fueron abusados.
Otro detalle es que tanto Robson como Safechuck cuestionaron en su momento la búsqueda de dinero de los anteriores demandantes, y una de las madres dice que no hay dinero que pueda borrar el hecho de que un niño fuera abusado, por eso ella pensó que Chandler y Arvizo mintieron y por eso ella y su familia defendieron y creyeron a Jackson. Sin embargo, ambos, Robson y Safechuck no han salido a dar un testimonio libre de todo interés económico, han demandado a los herederos de la fortuna y legado de Jackson por millones de dólares, al perder la demanda dos veces ya están cursando una apelación. Safechuck dice que lo hace por el James niño que nunca fue defendido.
Leaving Neverland podría ser un gran documental. Esa primera parte en que se cuenta cómo ambos niños entraron en la vida de Jackson, el deslumbramiento que sufrieron las familias, el trato extraño y manipulador de Jackson, la forma en que los envolvió para quedarse en su mundo y codepender emocional y económicamente de él, y cómo las decisiones que ambas familias tomaron a lo largo de esta relación con la estrella, con el ídolo, tuvieron impacto en sus vidas, es fantástico y triste a la vez. Hay un alto grado de ambición y de ganas de ser parte de ese mundo de éxito y fama que hizo que las madres permitieran a sus hijos pasar noches con Jackson. Algo que para mí estaría fuera de cualquier discusión, es inconcebible que se forme una relación de ese tipo platónica o no ante tus ojos. Leaving Neverland recrea esos momentos a través de sus protagonistas que hablan con embeleso y nostalgia de esa vida que Jackson les prestó.
También es muy jodido el relato de cómo los Robson y los Safechuck fueron reemplazados y desechados por otros niños y otras familias, supongo que muchos sueños de grandeza se vieron truncados de un día para otro y sin ninguna explicación. Todo eso movido y empujado por un tipo de treinta y pico años que decía que su soledad era una agonía que lo lastimaba.
Incluso sin el abuso como tal, hay cierto utilitarismo tanto de las familias como de Jackson que es bastante perturbador y eso Leaving Neverland lo retrata muy bien.
El tema es cuando se llega a la parte de los abusos, que se podría usar para una denuncia penal o civil, el director se regodea en los detalles e incita a los entrevistados a decir cosas como cuando Robson cuenta: “Salí de Australia como este fan de Michael Jackson y volví como su mejor amigo” a lo que la voz del director acota “Y amante”.
Sobre todo cuando hablan de cosas particularmente duras, siento que ese peso emocional se usa para rellenar la ausencia de respaldos reales.
El documental termina y vos te quedás profundamente afectado en el sentido de que si estos niños-adultos realmente vivieron ese calvario, Michael Jackson fue una persona muy muy enferma a la que su entorno socapó y que destruyó muchas vidas y si todo es mentira, es una pena que Jackson no pueda defenderse y no se le exija a este documental una investigación más profunda.
Lo que sí podés afirmar, sin lugar a dudas, es que realmente abandonás Neverland. Sus puertas gigantes, metálicas que escondían un maravilloso parque de diversiones jamás se verán sin pensar en cosas tristes y turbias.
Lo mejor: le da voz a las víctimas (si lo son) y abre la puerta para investigar más a fondo Lo peor: nada está respaldado La escena: lo de las joyas, lo del suicidio del padre de Wade, lo de la imposibilidad de James de perdonar a su madre Lo más falsete: lo de las joyas, algunas palabras o sentires idénticos entre ambos que usan para describir situaciones El mensaje manifiesto: cuidemos a los niños El mensaje latente: la fama y el éxito deslumbran El consejo: para verla con sentido crítico e informarse del contexto de lo que se relata El personaje entrañable: los niños de Neverland El personaje emputante: la sombra de la pedofilia y sí, los padres permisivos con situaciones absolutamente anormales El agradecimiento: ojalá de pie para una investigación más seria y exhaustiva.
CURIOSIDADES
- La demanda legal de Robson que se puede leer ACÁ incluye que Jackson le hizo a Robson una “profecía”: que el niño sería más grande que Spielberg. Cuando a Robson lo contratan para filmar la cuarta parte de una película de baile de medio pelo llamada Step Up, entra en conflicto porque piensa que la “profecía” de Jackson se está cumpliendo y por eso comienza a colapsar por la presión. Luego hace terapia y es en la terapia que puede finalmente liberarse y asumir que fue abusado.
- Mientras hacía terapia y un año antes de demandar a los guardianes de la fortuna de Jackson, rogó al Circo del Sol que le permitiera dirigir el espectáculo que iba a ser un homenaje a MJ, se puede leer la carta de Robson al Circo del Sol ACÁ.
- Aunque en el documental, Safechuck dice que NO quiso participar como testigo del juicio del 2005 porque ya se sabía abusado y le había dicho a su mamá que Jackson era un hombre malo, igual firmó un documento que fue presentado como prueba. Los abogados de Jackson dijeron que no se lo invitó a testificar porque no fue mencionado como víctima durante el juicio a diferencia de Robson.
- Safechuck interpuso una demanda por dinero igual que Robson un año después de Robson. Alegó que recién se dio cuenta que fue abusado sexualmente después de hacer terapia (2013) y por ver el testimonio de Robson. Su demanda ACÁ.
- Ambos dicen que cuando fueron padres imaginaron a sus hijos siendo víctimas y que eso los hizo hablar públicamente del hecho.
- Una tienda especializada en artículos de estrellas contó que Robson les entregó una cantidad de objetos relacionados a Michael Jackson en el 2011 para que los vendan al mejor postor y obtener alguna ganancia.
- En la red se han hecho comparaciones entre un libro escrito por Victor Gutiérrez llamado Michael Jackson fue mi amante y atribuido al diario de Jordan Chandler. Las declaraciones que se leen en el libro son casi exactas a los detalles dados por Safechuck, el tema de los celos, la boda y cómo se sentía al respecto. Eso puede tener dos lecturas, o Gutiérrez escribió anécdotas reales que además se repitieron como modus operandi con todos los niños abusados o Safechuck se nutrió de esas anécdotas para elaborar su relato.
- En el documental tanto Macauley Culkin como Brett Barnes son apuntados como los niños que reemplazaron a Robson en el favoritismo con Jackson e incluso se insinúa que fueron abusados también, Culkin y Barnes hoy adultos niegan cualquier relación con los abusos y Barnes escribe cada cumpleaños de Jackson emotivas palabras recordando al cantante.
- Michael Jackson Estate ha demando por 100 millones de dólares a HBO. La demanda se puede leer ACÁ.
Excelente análisis. Sólo errores de morfosintaxis: «sumergir, corrige, recoger». «hubo muchos, hubo grandes eventos…» «había distintas versiones, había grandes fallas» son ejemplos para tomar en cuenta. Saludos cordiales.
Jaime. Totalmente cierto, mi corrector de word no funciona desde tiempos remotos, así que le meto como caballo desbocado, encima escribo estos cosos súper rápido…lo tendré muy en cuenta, no es la primera vez que me pasa, suelo ir corriJiendo (jejeje)…pero siempre se pasan detalles. Un abrazo!
¿Estas joyitas te salen a la rápida? Diablos, cuando sea grande quiero ser como usté jeje.
Hablando en serio. Este tipo de casos deja mucho en qué pensar. No podemos inferir que los testimonios sean falsos solo porque no existan pruebas… pero tampoco podemos concluir que sean ciertos solo porque así lo afirmen.
Aún me queda una duda: ¿valen la pena las cuatro horas? ¿Está bien aprovechada la duración del documental?
Santiago! «joyitas» yieeeee…síiii escribo muy rápido pero es más una cosa negativa que una virtud, por lo mismo que se me pasan detalles.
En fin…
Sobre lo que decís sí, no se puede meter las manos al fuego por ningún lado. Yo la verdad, siempre he creído que era pedófilo pero curiosamente el documental me dejó más dudas que certezas…
Hmmmm sobre las cuatro horas del docu…pues no es que aporte a tu vida nada…o sea, todos sabemos más o menos cómo actúa un depredador sexual…y capaz que lo mismo se hubiera podido contar de una manera más compacta. No sé, de todas formas hay gente que se ha sentido bastante afectada o tocada por Leaving Neverland…Tendrías que verlo por vos mismo jejeje
Mónica qué bueno que es leerte, uno recibe además de una reseña, un análisis y te tomas la molestia de buscar datos que siempre son sorprendentes. Tienes un seguidor más.
Muchas gracias Alejandro!! te agradezco las amables palabras! espero no decepcionar en el futuro. Abrazos
Nadie se la charla a Monica.
Ese agudo sentido de analisis-contraste es necesario y agradable de leer, mucho más en estos tiempos.
Un programa de radio de «aullidos de la calle» sería un éxito.
No te pierdas y nunca dejes de escribir. Saludos!
Luis!! muchas gracias!! no creás que no hemos pensado en hacer un podcast! pero bueeee el tiempo nos juega en contra…igual se vienen algunas sorpresitas este año! un abrazo!