LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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La reina en el palacio de las corrientes de aire (Stieg Larsson, 2009)

Decepcionante tercera parte de la famosa trilogía Millenium. Los que nos habíamos quedado con ganas de ver a Lisbeth Salander, por lo menos en ese plano quedamos satisfechos. El gran problema de la saga en general, es que aunque resulta adictiva la historia es poco coherente, y mientras más le avanzás más agua echa. En el libro anterior habíamos dejado a Lisbeth baleada y perseguida por la policía bajo sospecha de ser una agresiva asesina, mientras el bolas tristes de Mikael andaba queriendo ayudarla.

Esta tercera parte es lo mismo. Pero Lisbeth se la pasa todo el libro en el pinche hospital, Mikael sigue intentando ayudarla, su hermana se convierte en abogada de Lisbeth a pedido suyo, y paralelamente nos cuentan una historia bastante estúpida en la que Erika Berger es acosada. Mientras que el tomo 1 y 2 prácticamente me los devoré, esta entrega es aburridísima, hizo que lo leyera de a poco, mientras intercalaba con lecturas un poco más estimulantes. El personaje de Mikael se vuelve insoportable, y su papel de macho galán que se acuesta con todo lo que se mueve, me parece casi patético.

Lisbeth, a quien ya conocemos sus mañas y rarezas gracias al tomo 1 y 2, aparece bastante desdibujada, y ni siquiera ella consigue levantar una novela flojita. Dicen que la pareja de Larsson (el escritor que ya murió) tiene 200 páginas del 4to. libro. Ojalá y jamás vean la luz.

Sobre los rumores desatados en Suecia acerca de la autoría real de la saga, no sé qué tanto discuten. La trilogía es adictiva pero no está escrita con una maestría sin igual, de hecho a nivel de estilo es bastante pobre aunque compensa el trabajo periodístico del que hace gala. Una pena que el cierre de una historia que prometía finalice en picada.

NE ME QUITTE PAS

La música puede transportarte a un momento, a una escena, a una persona, a un perfume. Ne me quitte pas tiene todos los ingredientes para ser parte del recuerdo. Este bello tema lo escribió/compuso Jacques Brel, un cantautor belga en 1959. Desde entonces muchas voces lo adoptaron, y cuando digo muchas es que la lista de covers es kilométrica. Sin embargo hay 3 versiones dignas de resaltar.
1) La ley del deseo (Almodóvar)
El gordo sabe elegir sus soundtracks, y en esta ocasión eligió la versión de Maysa Matarazzo, una famosa cantante brasileña que murió trágicamente en un accidente de auto. Dicen que Maysa fue consumida por los malos amores. «Maysa exagerada» la llamaba un crítico, exagerada en el amor, en el trago, en la tristeza. Una tarde, a los 40 años, mientras manejaba ebria, enlutó al Brasil y a la música. Almodóvar, en un ataque creativo, usaría este tema, uno de los temas por las que fue más reconocida.
En La Ley del Deseo, Manuela Velasco, Ada en la película, con entonces 10 años, interpretaba a la niña que Carmen Maura «adopta». En el fondo se ve el montaje teatral La voz humana de Cocteau. Ada, parada sobre una riel, hace la mímica del tema de Maysa Matarazzo. Inolvidable.
2) Pumpkin (Adam Larson Broder, Tony Abrams)
Segundo encuentro que tuve con esta canción, esta vez en un filme impensado. Una comedia negra sobre una historia de amor entre una chica popular y un discapacitado. Confusa, y rara, por decir algo, pero que te deja pegada la versión americana de Ne me quitte pas, traducido como If you go away y cantado por la grandiosa Emiliana Torrini. Cosa curiosa, el director y escritor de esta película no ha dirigido nada más después de esto.
3) Ne me quitte pas (Stephane Lambiel)
El 2 veces campeón del mundo, el suizo Stephane Lambiel, también pensó que este tema daba para todo. Es así que incluyó la versión original, la del mismísimo Jacques Brel en una coreografía espectacular que ejecutó sobre el hielo. Sólo queda llorar.
Para los que estén picados con el significado de la letra, es un tema representativo de la chanson, estilo francés para referirse a canciones en francés, en las que se habla del amor con intensidad y hasta puede referirse a temas musicales donde se critica la política y la sociedad.

Ne me quitte pas, a ratos es más cursi que Luis Miguel cantando La Incondicional, pero no por eso deja de ser espectacular. La traducción es la siguiente:
No me dejes

Hay que olvidar
Todo se puede olvidar
Lo que ya se fue
Olvidar el tiempo
De los malos entendidos
Y el tiempo perdido
Para aclararlos
Olvidar esas horas
Que mataban a veces
A golpes de porqués
al corazón de la felicidad.
No me dejes,
Yo te ofreceré
perlas de lluvia

venidas de países
donde no llueve.
Yo escarbaré la tierra
Hasta después de mi muerte
Para cubrir tu cuerpo
De oro y de luz
Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina.
No me dejes,
Yo te inventaré
Palabras locas
Que tu comprenderás
Yo te hablaré
De esos amantes
Que han visto por dos veces
Arder sus corazones.
Yo te contaré
La historia de un rey
Que murió por no haber
Podido encontrarte.
No me dejes,
Se ha visto a menudo
Resurgir el fuego
Del antiguo volcán
Que se creía demasiado viejo.
Existen tierras quemadas
Que dan más trigo
que un mejor abril
Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?
no me dejes
No voy a llorar
No voy a hablar
Yo me ocultaré
Para mirarte
bailar y sonreír
Y escucharte
cantar y después reír
Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro
No me dejes

Jafar Panahi

Este post donde copio una opinión sobre La Manzana que escribí en el 2003, está dedicado a Jafar Panahi. Panahi es un cineasta iraní conocido por inmensas películas como El Globo Blanco y El Círculo que tuve la fortuna de ver.
Se cumplen ya 3 meses desde que el reconocido director fue puesto en prisión junto a su hija, otros amigos y otro cineasta. ¿Su crimen? Respaldó al dirigente opositor Mir Hosein Musaví en las presidenciales del año pasado, y en marzo fue acusado de estar preparando un filme sobre la polémica reelección de Ahmadineyad.
El sábado comenzó una huelga de hambre porque desde que fue puesto en prisión no le han brindado la asistencia de un abogado, y sufre maltratos y abusos. En el Festival de Cannes, que se está realizando en estos momentos, se ha elaborado una carta donde se clama por la liberación de Panahi, firmada por numerosas personalidades del cine.
Por su lado Kiarostami (gran gran director iraní) en la rueda de prensa de Copie conforme, su más reciente filme, tuvo palabras para su colega y compatriota, haciendo una airada reflexión sobre el régimen y sobre cómo el cine está siendo agredido por este tipo de situaciones.
Panahi había sido invitado como jurado a Cannes, al estar privado de su libertad no pudo asistir, pero una silla vacía se encuentra como símbolo de rechazo hacia su encarcelamiento.
Como es de esperar, la prensa o los medios no le han dado mucha bola al tema, que es jodido, y que nuevamente pone sobre el tapete la dura realidad que vive el pueblo iraní, menos mal que las lágrimas de Juliette Binoche en Cannes al saber que Panahi había comenzado una huelga de hambre, hizo que unos cuantos periódicos y revistas mencionaran el tema debajo de la foto llorosa de la actriz.

Un nuevo mundo

Si a mis 18 años pudiera filmar una película como ésta, me podría dar por bien servida. La directora Samira Makhmalbaf lo hizo, creó un film que puede servir como un testimonio, no sólo de la realidad iraní, sino de la realidad humana donde el relacionamiento social (con todas sus «normas» o «reglas») es parte de nuestra libertad.

Samira nos cuenta una historia de delicada belleza y armonía, de una exquisita simplicidad, dos hermanas que ya han alcanzado casi la adolescencia, han sido mantenidas en cautiverio en su propia casa, sin poder pasar más allá del portón que da a la calle, su padre aduce que como la madre es ciega, él deja encerradas a las tres mujeres para que no se pierdan ni les hagan daño.

Además, como parte de la cultura iraní, dice que si alguien llega a tocar a las niñas estas quedarían deshonradas y que ha sido por el bien de ellas que no les permitía salir. Como resultado, las niñas presentan un déficit en sus habilidades sociales y un atraso en su desarrollo de todos sus procesos, cognitivos, motores, etc..
Los vecinos cansados de ver a las niñas sin comer y en condiciones higiénicas precarias desde hace años, denuncian al hombre y la película arranca a partir de ese punto, cuando la asistente social se presenta en la casa para permitirles a las niña que salgan a la calle a enfrentarse con el mundo.
Es desde aquí, cuando la película encuentra ritmo, momentos de dulzura, de simpatía, de tristeza. La cámara sigue fielmente a ambas niñas en su descubrimiento del mundo, en esa aventura que el ser humano común y corriente desarrolla gradualmente de acuerdo a las necesidades de su evolución. En el caso de estas hermanitas, este descubrimiento se realiza tardíamente, en una etapa en que esas aptitudes sociales ya deberían estar sino pulidas, por lo menos manejables. Y somos partícipes, de lo nuevo, de lo cotidiano para nosotros pero de lo exhuberante para ellas, y el contenido del film, no se centra en el abuso del que eran objeto, sino en una visión positiva del mundo donde todo es posible y todo es superable, además de perdonable.
El final no se los cuento, pero déjenme decirles que llega con suavidad, cierra una historia que pudo ser tratada dramáticamente, con tintes de pornomiseria, pero la joven directora lo hace de una manera poética y dentro de esa poesía, real.
Las actuaciones son pasables, quizás da la sensación de que es más un documental que una película propiamente dicha, pero la sensación termina casi a la mitad del film, donde encontrás mucho más.
La dirección está muy bien lograda, en general, dicen que si bien Samira es la directora del filme, su padre (Mohsen Makhmalbaff: Kadanhar entre otras), un reconocido cineasta, quizás la pudo haber colaborado en algunos detalles.
La historia está basada en un hecho real, que no es el único, desgraciadamente son muchos los niños que se han visto privados de un desarrollo normal, ya sea por padres negligentes o ignorantes, o por padres que los encerraban por abuso.
Irán un país pobre, casi olvidado, cobra vida en la pantalla para mostrarnos la situación social, política de la mujer, de los niños, de las personas que en algunos casos ni siquiera han podido asistir a la escuela para recibir educación. Una sociedad sujeta por alfileres.
Una película que junto con Los Niños del cielo, El silencio, y otros nos muestran que filmes de lugares tan lejanos y quizás tan diferentes como Irán, encuentran un común de denominador en espectadores como nosotros: el ser humano y su libertad.

FOTOGRAFÍA: We are the world (Parte 3)

Seguimos con una nueva entrega de fotos impactantes. La selección la hice de a poco. Todavía hay muchas más que se quedan en el tintero, pero estas reflejan el momento que quiero retratar hoy.
1) ALBINOS (Johan Bävman)
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No tenía ni idea. De hecho cuando vi la foto sola, me pareció espectacular, pero mi prejuicio hizo que pensara que se trataba de una imagen onda Benetton, el niño negro con el niño albino.
La realidad? En abril del 2008, dos hombres armados entraron a la habitación de Josef Emanuelle, y mutilaron las piernas de su hermana, dejando que esta se desangrara mientros ellos conservaban las extremidades y huían. Ella se convertiría en una de los 30 albinos que han sido asesinados a lo largo de ese año en Tanzania, en parte por la pobreza en parte por una atávica superstición. Tradicionalmente se dice que al asesinar a un albino y quedarte con alguna parte de su cuerpo, se tendrá suerte y dinero en el futuro.
La escuela Mintindo en las afueras de Mwanza, se convirtió en un santuario para los albinos, brindándoles protección temporal de la ola de asesinatos que se registran en la zona.
En la foto, capturada el 2008, vemos a Mwanaidi Mwinyiarida y su amiga Selina Robort, compañeros de escuela. Simbolizando la unión en una región donde los albinos además de enfrentarse al horror de ser perseguidos y mutilados, sufren problemas médicos relacionados con la vista, la piel y otros, que en uno de los países más pobres del mundo, no se solucionan fácilmente.
2) SECURITY CHECK (Carolyn Cole)
Caroline Cole
 Sobre lo que sucede en Gaza hay miles de fotos, las que más me impresionan son las que tienen de protagonistas a niños. Ver la infancia mezclada con soldados, muertos, bombas y terror.
En esta foto, Lila es una niña palestina de tan solo 4 años, al fondo vemos soldados palestinos inspeccionando la zona buscando bombas que supuestamente un grupo judío ha dejado. En Gaza no hay electricidad, agua corriente, ni suficientes alimentos. Gaza es tierra de nadie, y el rostro de esta pequeña niña lo atestigua. La foto fue finalista para los premios World Press. Su autora es Carolyne Cole, una fotógrafa americana que se ha hecho conocida por su trabajo enfocado a esta triste región que el mundo insiste en mirar con indiferencia.
3) HAMBRE EN NIGER (Finbarr O Reilly)
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El periodista británico canadiense O`Reilly fotografió una secuencia de imágenes en Níger (no confundir con Nigeria), uno de los países más pobres cuyo Indice de desarrollo humano es el más bajo del mundo (dicho índice involucra vida larga y saludable, educación, nivel digno de vida).
La imagen fue captada en Tahoua, al noroeste de Níger en agosto de 2005. Níger se encontraba sumido en una intensa hambruna producto de la sequía del 2004 que prácticamente liquidó cualquier sustento alimenticio. Millones de habitantes estaban famélicos.
La foto fue tomada en un centro de nutrición, situado en un campo de emergencia para paliar una ola de hambre que afectaba a casi 4.000.000 de personas. Un número de personas mucho mayor a la población de Santa Cruz de la Sierra.
La foto es a la vez perturbadora, como emotiva…emotiva por la pequeña mano infantil que se posa sobre los labios de la mujer, y perturbadora, por lo que se dice sin decirse.

4) CLAVADOS (Julian Abram Wainwright)

Durante los juegos olímpicos del 2008, se vivieron momentos impactantes. Los atletas, que consiguen ser atletas gracias a n entrenamientos, se convierten en modelos para el lente de cualquier fotográfo. En este caso Wainwright hizo una secuencia de imágenes durante la semifinal de clavado desde los 10 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín. Hermosas y artísticas fotos en blanco y negro.

HISTORIA: La residencia de la muerte

Así lo describe un manuscrito del judío Zalmen Gradowski:

Todos están aturdidos y miran a su alrededor preguntándose dónde los han traído. Allí reina una férrea disciplina. Allí nos encontramos en un campo de la muerte. Es una isla muerta. El hombre no viene allí para vivir, sino para tarde o temprano encontrar su muerte.

Estoy en Auschwitz.

Veo la puerta, el letrero que te recibe y que se transforma en una frase cínica y cruel para los prisioneros: El trabajo hace libre.

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El bus nos deja después de un trayecto de 2 horas desde Cracovia. Viene el guía, joven, no más de 30 años. Un nutrido grupo de gente me acompaña. ¿Qué los/nos motiva para ir hasta allá? ¿Cómo hacer turismo en un campo de concentración? ¿Lo llevaremos después como una medalla viajera? ¿»Conocí Auschwitz«, diremos con orgullo a nuestros interlocutores? ¿Polonia será sinónimo de alambres, letreros en alemán y monumentos a las víctimas del holocausto?

No sé. Camino por el mismo sendero por el que pasaban cientos de judíos, gitanos, homosexuales, criminales de guerra, etc.. Etiquetas. Categorías. Obscenos Números. Tal número de judíos, tal número de gitanos. Tal número de homosexuales. Tal número de vagones. Tal número de barracas. Tal número de crematorios. Tal número de cámaras de gas. Tal número de oficiales. Tal número de sobrevivientes. Tal número de muertos. Números obscenos.

Vemos los alambrados que en el pasado estuvieron cargados de electricidad para evitar que los presos fugaran. Un letrero continúa como una tétrica advertencia. El guía nos dice que algunos prisioneros se lanzaban contra los alambrados buscando la muerte. La vida era insoportable.

Manejo información en mi mente. Anna Frank. La lista de Schindler. La vida es bella. Los Falsificadores. El Tren de la Vida. El niño con el pijama a rayas. Kindertransporter. Las Benévolas, La noche. El alba. El día, El Tambor de Hojalata, Amén, Nuremberg, El Gran Dictador, El Pianista, La Aritmética del Diablo, Monseiur Batignole, El cuidador del Zoo, Europa, Europa. Sophi Schol. La Secretaria de Hitler. El hundimiento.

No. No se puede comparar. No estoy preparada.

Nos llevan primero al museo. No imagino qué pueden mostrar ahí. Cómo pueden exhibir el horror en vitrinas y cómo puede alguien realmente comprenderlo.

Me equivoco. El horror sí puede ser exhibido en vitrinas. Y el horror sí puede golpearte hasta el punto que tenés ganas de sentarte en una grada y llorar todo el día, toda la semana, todo el mes, todo el año.
Los nazis cortaban los cabellos de sus víctimas y los vendían para que una gran empresa haga telas con ellos. 0,50 marcos por un Kg. de pelo. En un cuarto se exhiben toneladas de cabello.

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La cantidad es obscena. En Auschwitz todo es obsceno. No puedo mirar la cara de mis compañeros de «tour», no quiero ver en el rostro de los demás el dolor que percibo en el mío.

Pasamos a otras vitrinas. Cientos de maletas apiladas. Maletas con los nombres de los presos pintadas con letras grandes. Nombre, lugar de procedencia y fecha de nacimiento. Los presos al transportarse pensaban que tarde o temprano serían liberados y por eso tenían mucho cuidado de rotular bien sus pertenencias. Cientos de maletas con/sin dueño. Cientos.

Más cuartos. Uno lleno de ropa, donde hay ropa de niños y de bebés. Vestiditos, zapatitos, un montón de cosas que sólo podés nombrar en diminutivo. Los dueños de esas cosas muertos. Todos muertos. Niños muertos. Bebés muertos.

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Nos llevan por un pasillo donde a cada lado hay hileras de fotos de los presos. Esos que fueron seleccionados para trabajar. Son fotos tipo pasaporte. De frente, de perfil. Con el uniforme a rayas. Abajo el nombre. La fecha en la que ingresó al campo, la fecha en la que murió. Casi todos mueren entre los primeros 6 meses y el año. Pasás por ese pasillo lleno de ojos, pasillo que se te antoja eterno.

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Karl Fritzsch, uno de los jefes SS del campo, decía a los prisioneros recien llegados: Acaban de venir no a un sanatorio. Es un campo de concentración, del que sólo hay una salida: a través de la chimenea del crematorio. Los judíos tienen derecho a vivir dos semanas. Los curas 1 mes, los demás 3 meses.

Veo las caras. Están frente a la cámara, muchos han perdido a sus familiares en el proceso de selección. Hay resignación, tibias sonrisas, esperanza, desesperanza, fortaleza, debilidad. Casi todos muertos. Gente muerta.

«Aquí filmó Spielberg la escena de la Lista de Schindler donde el tren llegaba lleno de presos y hacían la selección«, dice el guía.

Me olvido del cojudo de Spielberg. Aquí hacían la selección! Aquí separaban mujeres, niños, enfermos, ancianos de los que estaban aptos para el trabajo. Aquí mandaban directo a las cámaras de gas a los que no eran seleccionados. Es un campo amplio. Grande. Muy grande. No imagino cómo podían controlarlo. No imagino cómo se organizaban para matar tanta gente, quemarla y que no queden más que cenizas. No imagino cómo fueron capaces de hacerlo, NO IMAGINO, pero el guía nos lleva. Nos lleva a los crematorios, a las cámaras de gas.

Las cámaras de gas son como sótanos, donde hay una especie de lobby. Ahí, los prisioneros dejaban sus ropas, se desnudaban y pasaban al cuarto donde supuestamente los iban a bañar. Hay prisioneros judíos que están obligados a colaborar con esas funciones. Los Sonderkommandos. Ni siquiera ellos desean decirles la verdad a los condenados. Para qué exaltarlos, es inevitable. Trancan las puertas. Largan el gas. El proceso dura 30 minutos. Los más suertudos son los que están cerca de los conductos por donde sale el gas, mueren casi inmediatamente. Otros, tardan en morir hasta 20 minutos. Tal número de judíos, tal número de gitanos, tal número de homosexuales. Tal número de muertos. No hay sobrevivientes. El horror.

No imaginaba. ¿Cómo imaginarlo?

Los crematorios tienen especies de camillas donde antes de quemar los cuerpos sacaban dientes de oro o cabellos. Los cabellos los usaban, como ya conté, para hacer tela. Los dientes de oro los fundían y hacían lingotes destinados a enriquecer al Tercer Reich.

Ya no quiero ver.

Pero no han terminado. Auschwitz era el campo de concentración más grande que tuvo Alemania, y a pesar de sus continuos asesinatos y aniquilaciones, sus instalaciones se vieron sobrepasadas. Tuvieron que crear un campo anexo para dar abasto entre tanto prisionero/muerto/cenizas. Casi todas las barracas, crematorios, cámaras de gas que vemos y que se extienden entre alambres y verjas, fueron construidos por los mismos prisioneros.

El campo funcionó desde 1940 hasta 1944. Estamos en el 2010 y sigue siendo incomprensible. Vemos un documento donde la solución final para la cuestión judía, estaba pensada para ser a mayor escala, el número que se pretendía alcanzar era de 11.000.000 de exterminados.
El guía nos cuenta que en un grupo de turistas, hace un tiempo, una persona reconoció a su padre en una de las salas donde hay fotos ampliadas de los soldados de la SS maltratando a prisioneros. Su padre era nazi,  ella no lo sabía. Se enteró en Auschwitz. Jodido.
Unos jóvenes que se encuentran entre un grupo de turistas, comienzan a hacer bromas y a preguntarse si todo lo que vemos es verdad. Entre risas dicen que ellos podrían poner cosas iguales en su jardín e ir de víctimas por el mundo. Se acercan al alambrado y toman fotos jocosas, donde uno de ellos finge ser un preso tratando de escapar a través del mismo.

Pienso en tomarles una foto. Levanto la cámara y no puedo dar click. No. Demasiada obscenidad en un solo día como para guardar ese recuerdo macabro, del mes y año que visité Auschwitz. El guía nos lleva al último destino. Ya hemos visto la pared del fusilamiento, situada en una especie de callejón cerrado donde se ejecutaba a balazos a algunos prisioneros. Aún conserva los huecos dejados por las ejecuciones. A sus pies, hay visitantes que dejan flores, flores por los muertos, por la vergüenza, por las disculpas/pena/rabia del pasado.

Ya hemos visto la horca improvisada construida exclusivamente para Rudolf Hoss. La horca donde lo colgaron, mirando hacia los crematorios, al comandante de la SS que administró Auschwitz con frialdad, transformándola en una máquina de matar.

Llegamos a los restos que quedaron de lugares que los nazis dinamitaron tratando de cubrir sus crímenes en su apresurada huída. Nuestro joven guía nos cuenta que si bien la Segunda Guerra Mundial terminó, muchos de los prisioneros que sobrevivieron al campo de concentración murieron por el crudo invierno cuando eran trasladados a campos de refugiados. Y otros tantos fueron arrestados (otra vez) por motivos políticos, y ejecutados por los rusos. Los rusos ejercieron un régimen stalinista y fue recién en los 80s que Polonia finalmente empezó un camino trastabillante hacia la democracia.

La PostGuerra en esa zona no fue sencilla. Los vestigios aun se sienten. El guía se despide, nos agradece la visita, nosotros lo aplaudimos. Qué vamos a hacer. Nos quedamos frente a lápidas que contienen un sentido homenaje a todas las víctimas del holocausto en varios idomas.

Una advertencia para la humanidad. Para la Humanidad dicen en las lápidas. Y hoy, en el 2010, aún la gente se mata en nombre de la religión, la raza, y se cometen atrocidades por las diferencias étnicas, políticas o culturales. No hay absolución posible.

Nos retiramos. Aún nos quedan 2 horas de retorno hacia Cracovia. Intento ordenar las ideas para contar la experiencia. Es complicado.

Al llegar, el recepcionista del hotel (ayudó a reservar el tour), nos pregunta qué tal.

¿Qué se puede responder?

Un ex-prisionero lo escribió:

En nuestro idioma no hay palabras para expresar esta injuria, esta destrucción del hombre.

ITALIA o la muerte de Tony Maselli

Para quienes crecieron viendo la serie Who is the boss, en la que el actor Tony Danza interpretaba a un carismático Tony Maselli cuyas raíces eran más italianas que la Cicciolina, llegar al país con forma de bota esperando que el cliché americano se repita, es casi siempre una decepción.

Estuve en Italia dos veces antes, y Roma supuso un mar de contradicciones, decepciones y pequeñas batallas mentales entre mi Yo amorosa, y mi Yo mala (esa que según Fred Núñez habita en mí hasta cuando duermo) 

Después de acostumbrarnos a la puntualidad suiza, a sus calles sin indigentes, a que nadie te aborde o te ronde para robarte, estafarte o sonsacarte un euro con una falsa actitud de buen samaritano, Italia nos pescó con los calzones abajo. Sí, llegamos confiados, ingenuos y bien brutos a la cuna de El Padrino.

La primera noche en Italia (concretamente en Milán) fui despertada por una INTENSA discusión de dos enamorados debajo de mi ventana. Un chico y una chica discutían a gritos en plena calle. Hubo de todo, gestos grandilocuentes, empujones, jalones de cabello, el chico italiano botándole el cigarrillo y las llaves encima a la pobre chica, etc.. luego de pasar una semana en Suiza donde no vimos discutir o gritar a nadie, toparnos con esto nos pareció casi barbárico.

Estoy siendo mala (la mala malísima) cuando generalizo y digo I TA LIA, porque en lugares como Milán y Florencia nos fue relativamente bien, sobre todo en Florencia donde el aire familiar y cálido nos abrazó cual madre que encuentra a su hijo perdido.

Pero en Roma la cosa fue otro cantar. Reservamos un hotelito humildón a través de internet con la promesa que tendría las comodidades básicas a un precio accesible y que quedaba a pocos metros de la estación Termini. Llegamos a las 9 de la noche desde Florencia, para descubrir que el famoso hotel no quedaba a unos cuantos metros, sino como a 8 cuadras de la pinche estación. Y era más difícil encontrarlo que encontrar la dignidad del político boliviano promedio.

No obstante, arrastramos nuestras maletas por unos peladares oscuros y raros, con un olor penetrante a orine. Llegamos al bendito sitio y resultó ser un residencial. Una casota descascarada de varias alas, donde una de las alas, tenía cuatro pisos y el primer piso pertenecía al famoso hotel. 

Si pensaron que daríamos la vuelta sin siquiera entrar a the Hostel, están equivocados. Entramos igual, dispuestos a vivir la experiencia a pleno. La chica de recepción (AMOROSA ELLA) nos informa que no, que no tiene registrada nuestra reservación, y que esa noche el hotel está lleno, pero que llamaría a un colega suyo para que en otro hotel ¨exactamente igual¨ nos quedemos esa noche y al día siguiente VOLVAMOS a dormir las otras dos noches pendientes ahí.

Llega un chico de Bangladesh y nos lleva a paso vivo para una persona tan pequeña, por otros callejones y vericuetos. Yo ya estaba con mi cara de orto, porque además del cansancio, el hambre, el frío y el sueño, mis viejos resentimientos con Roma aparecían de nuevo. Muere Tony Maselli, Muere!

Bangladesh nos mete a otro edificio, más tétrico que el primero, donde ni siquiera había recepción ni nadie a quien pedirle auxilio si es que me daba una embolia, infarto, o decidía colgarme de una viga… y nos explica con ceremonia que para entrar al boliche hacen falta 4 llaves…una para la puerta principal, otra para la puerta del pasillo, otra para la otra puerta que da al famoso hotel, y otra para la habitación que nos correspondía. Entendí a cabalidad dada la zona donde íbamos a pernoctar, sólo faltaban los barrotes a la ventana, el perro pitbull en el jardín, el perímetro alambrado y estábamos listos.

La habitación era monacal, con un cama, mesa, bañito, sin teléfono y que daba a un callejón donde sospecho se vendían cuerpos sudorosos y sustancias ilegales.

Para más desgracia, un emputante sonido se colaba por nuestra ventana. Una especie d

e pitido que no sabíamos de dónde carajos salía y que me hacía pensar con desesperación que toda una noche con esa bulla en la oreja, el cansancio que traía y todo lo demás, acabarían por quitarme las ganas de seguir viviendo.

Si no nos cambiaban al día siguiente, y si era descansar ahí los 3 días, lo soportaba, pero la perspectiva de tener que mudarnos al día siguiente a primera hora…cuando lo único que queríamos era dormir ZZzzzzzz era deprimente.

La buena noticia? Había WIFI, fue así que rápidamente busqué otro hotel para pernoctar. Inmediatamente encontré uno que quedaba súper cerca de la estación y supuestamente el precio era accesible por ser Last minute booking. 

Fred fue a buscar a Bangladesh, que tenía su boliche real a unas cuatro cuadras del cuarto del infierno…al rato vuelven los dos y Bangladesh no nos quería dejar ir. Se interpuso entre la puerta y nuestra libertad, y afanosamente nos pedía que no nos marcháramos, tratamos de hacerle entender con mucho cariño que nos queríamos largar como alma que lleva el diablo, y Bangladesh marcaba su celular para pedir indicaciones. Escuché que dijo que vimos la habitación y que NO PIACE, y luego de una charla inentendible para nosotros pero digna de un corto indie, Bangladesh finalmente aceptó lo inevitable.

Partimos con energías renovadas por evadir tan triste destino y nos fuimos al otro hotel. Un hotel convencional, bonito, bien. Pero con un recepcionista que se había tragado un iceberg. Ni siquiera se fijó bien en la reservación, anotó rápidamente, nos dio la llave y nos despachó al cuarto. 

De ahí en más disfrutamos de la cordialidad italiana a mil, cordialidad que se solía manifestar de 3 maneras. 1) la menos frecuente: amabilidad real para indicarte direcciones  2) absoluta indiferencia o cara de orto ante cualquier requerimiento sea para pedir ayuda o para que te den un servicio 3) una amabilidad irónica, esa que te trata b

ien pero que en el fondo te dice que sos un pelotudo.

Aparte de esas idiosincracias que además eran bastantes conocidas en el resto de europa, lo que compensa a Roma es su intensa vida nocturna, sus hermosos monumentos, sus ruinas…recordemos que Roma es una ciudad construida sobre la antigua Roma y aún no se ha excavado toda la gloria del pasado romano. 

Caminar por Roma es ver cada cierto tiempo pedazos de historia e histeria. Vale la pena, aunque hace falta buen humor para sobrellevar ese carácter avinagrado de algunos tanos. 

Cosa chistosa: hay personas que se ponen como estatuas en la calle, con toda la producción: Maquillaje, vestuario, adornos…son artistas callejeros dizqué, pero en realidad son pide limosna, ponen unos letreros al pie de su performance donde escriben: Sono povedere: 3 bambini y otras cosas…Lo chistoso? Que podés ver cuatro o cinco de estos personajes en distintos puntos de la ciudad, TODOS tienen el mismo letrerito, con la misma letra y lo único que cambian es el número de bambinos.

Los 3 días y medio se pasaron volando, para descubrir que el recepcionista del hotel se había avivado y nos había cobrado el doble de lo que supuestamente era lo acordado. Intentamos hacerle ver el error mostrándole la confirmación de la reserva, el número de noches, de adultos, el precio total indicado…pero cuando se entercan así es imposible discutir o alegarles. Decidimos partir.

Después hice un reclamo a través del mail  a la cadena hotelera, desde donde el dueño de los chanchos reconoció de manera escueta el error y ofreció (de manera escueta también) resarcirlo. Me pregunto cuántos pobres turistas se quedan sin reclamar y les estafan el precio. 

Ahora mientras escribo, miro mi manilla de hilo que tengo en la mano derecha, manilla adquirida en Milán. En la visita al castillo Sforza, un senegalés nos abordó, nos llenó de discursos sobre  ¨Bolivia- Senegal are the same¨, nos pilló con la guardia baja (el primer día) y luego así casi sin darnos cuenta nos peló 10 euros. 

Sí, exceso de brutez…podríamos escribir una guía que se titule: Manual del Turista Pelotudo.

Mi mejor consejo para Italia es mucha tolerancia, evitar el contacto ocular con el resto y tratar de ser feliz con el paisaje. Gracias.

COSAS PARA VER Y DISFRUTAR EN ITALIA

Sus ruinas (coliseo romano, catacumbas, etc)

Sus museos, iglesias, monumentos  (la galería Ufizzi, el Vaticano (donde quedé abochornada ante la opulencia en la que se cobija la iglesia católica mientras su guía espiritual encubre pedófilos), sus Duomos, etc.)

Los tours, nos tocaron excelentes guías turísticos en Italia…gente muy apasionada en su oficio que realmente hizo una gran experiencia conocer cada lugar.

Sus helados

Sus pizzas y pastas

Su vino

La gran vida nocturna que tienen

OJO, OJO CON ITALIA EN:

Cambio de divisas…preferible sacar dinero de la tarjeta de crédito o débito que cambiar dinero. Se quedan como con un 10 a 15% de comisión por cambiarte unos pesos. Es demasiado. No conviene para nada. 

Vendedores ambulantes,  supuestos buenos samaritanos, siempre hay gente que te ronda en distintos lugares dispuestos a robarte aunque sea un euro. Las huevadas que venden en la calle son baratijas que no vale la pena comprar, en las tiendas de souvenirs evitar cualquier artefacto que funcione a pilas, electricidad, etc…después de 2 usadas o a veces sin usarlo, dejan de funcionar.

No suelen ser muy apegados a la verdad en cuanto a la calidad de los servicios. Cualquier cosa que reserven o compren anticipadamente, tengan un comprobante y jamás se queden sin reclamar.

Preferible usar el metro que el taxi, pero OJO con los tickets…ofrecen uno que es para 10 viajes pero que en realidad te sirve para usar un viaje por día. Si vas a estar 1, 2 o 3 días, te conviene el ticket de 1 euro y pagarlo cada vez que vayas a usarlo. Mejor comprar el ticket en los kioscos de los alrededores, que en las máquinas automáticas, porque en las máquinas te rondan y abordan numerosos intrusos.

OJO con la comida que ya está preparada y que supuestamente está lista para llevar, pueden ser pizzas que lleven días, meses, años o décadas cogiendo frío hasta que vos decidís comprarlas. Lo mismo en eso que se vende como buffet…suele ser comida recalentada que está todo el día ahí, de MUY
mala calidad y peor sabor. 

Suiza versus Bolivia

No, no es un duelo entre David y Goliat. Ni tampoco una historia onda Kusturica que comenzaría: Erase un país llamado Bolivia…No.

Hoy dejamos Suiza. Nuestro Europass ha sido activado oficialmente. En unas horas partimos hacia Italia y las montañas nevadas de Friburgo (esas que derramaban emoción) serán abandonadas hasta nuevo aviso.

El Festival de Cine de Friburgo nos abrió sus puertas y exhibió nuestro cortito (Rrrringgg Rrrringgg) en cuatro ocasiones, 1 cuando no habíamos llegado todavía y las otras tres propiciando un debate (los suizos son unos amorosos con los debates) en que el público nos hacía preguntas sobre lo visto.

Más tarde, en un restaurant thailandés (hemos venido a europa a tragar comida thailandesa) le diría a Fred muy filosóficamente: «No hay nadie diferente». «Explain it» Me diría con curiosidad. Y ahí le pasaría a hacer comparaciones odiosas de cómo fulana o sutano, en Bolivia ha trabajado durante años para construir una personalidad X, un look, una forma de pensar, un estilo de vida, y en cualquier lado encontrás a alguien que luce igual, que piensa similar, o que vive parecido. 

A cada paso que damos decimos: Mirá, la versión asiática de Ricardo Herrera! (sí, con nombre y apellido), y no es el único…pero más allá del tema físico o de estilo para vestir, hay algo que une a la humanidad y la hace la misma especie (por si a alguien le quedaba alguna duda de esa verdad grande como un templo)

Amén de las diferencias culturales, de que algunos champen la carne picada en trocitos en una ollita con aceite y agua, y otros ensarten pedacitos de carne sobre la parrilla y le llamen pacumuto, amén de eso…a todos nos preocupa lo mismo: soledad, amor, dinero, trascendencia, encontrar tu lugar en el mundo (qué horriblemente Coelho se lee eso) etc…

Una vez terminada nuestra última proyección, con un público de adolescentes suizos entre 13 y 15 años, las preguntas relacionadas a nuestro estilo de vida no se hicieron esperar. La precaria situación económica que supone una ola migratoria como la que nuestro corto representa, puede parecer una realidad un poco lejana…incluso para ciertos sectores de nuestra querida sociedad boliviana.

Para nosotros, como bolivianos, la realidad que los suizos viven nos parece lejana también. Un transporte público perfecto que hace que los atascaderos de tráfico, los putazos al calor del sol, el estrés del diario manejar sean inexistentes. Una educación obligatoria, TODOS tienen que ir al colegio y recibir educación, aprender a leer, a escribir, etc..Un sistema político que funciona como una maquinaria donde el derecho al inconformismo o al reclamo ha sido prácticamente anulado. Votan todo el tiempo, pero los diputados terminan eligiendo, sin embargo su sistema permite que la población no se sienta mal representada y que todos los bloqueos, huelgas, paros sean algo impensable.

En mi segundo día en Friburgo me golpeó otro detallazo: «Aquí, no hay indigentes», le susurré a Fred en medio de una película. El estado les busca una ocupación que los mantenga fuera de las calles, y es muy muy raro ver a gente pidiendo dinero en las calles. Nosotros hasta el momento no hemos visto a nadie. Niños trabajando? IMPOSIBLE.

¿Una sociedad más evolucionada? «Hagamos suizitos?» es una de las cosas que se te vienen a la cabeza. Pero los chicos suizos tienen sus problemas. Al ser cuestionados por nosotros sobre qué tema tocarían si quisieran hacer una película, cuál es el problema que más los aqueja…las respuestas eran:

– La relación entre chicos y chicas (RBD mataría en Suiza)

– Conseguir hierba (tal cual lo leen, consideran un problema no poder conseguir marihuana)

– Racismo (ese nos golpea a todos)

– Homofobia (ídem)

– Los niños pobres 

Pregunté cómo era la pobreza a la que aludían. Los niños pobres en Suiza viven en un departamento, tienen televisor, digamos que todo el día se la pasan encerrados ahí, excepto cuando van al colegio si es que no faltan, si van tienen problemas de adaptación, pocas relaciones sociales, lo cual deriva en más problemas. Un suizo puede tener un sueldo básico similar al sueldo de un puesto ejecutivo en Bolivia, pero obviamente el nivel de vida es mucho más caro también. Aquí tener 100 dólares en el bolsillo es como tener 100 Bs. allá.

El profesor de estos chicos, un pastor, un entusiasta pastor, nos comentaba que su gran preocupación como profesor era tratar de ampliarles la mente, que vean que más allá de sus casi perfectas fronteras suizas, habían otras realidades, un mundo que no es ordenado, ni tiene una vida cómoda como la que ellos llevan.

Uno de estos adolescentes comentaba que es verdad, que no apreciaban lo que tenían. Sin embargo, nosotros habíamos visto que las cosas no eran tan perfectas, y que tal como nos predijo una amable inmigrante, una vez dejás de ser turista en Suiza, y raspás un poquito la perfección, el oro que reluce, podrás ver las mismas debilidades y mezquindades de cualquier sociedad.

Mucho individualismo, al punto que muchas veces nos tocó ver ancianos comiendo solos en restaurantes, o tomándose un café absolutamente solos. Caminando solos. Paseando solos. Alguien nos decía que aquí la gente a cierta edad comienza a llevar una relación muy distante con sus padres o abuelos. Y que las relaciones personales tampoco son muy afectivas. Se comparte lo justo, se intima lo necesario.

Son ordenados, organizados, pero todo está delimitado. Al entrar a la universidad, tenés que elegir una especialización en tu área y abocarte a eso, la posibilidad de hacer algo diferente a lo que estudiaste o a tu especialidad, es casi inexistente. 

En broma le dije a un suizo: «Aquí está la Matrix» y Bolivia qué vendría a ser…existe un paralelismo para esta sociedad que parece un rompecabezas de 10000 piezas? encima con muchas de esas piezas claves perdidas?

O sea somos diferentes…pero no somos diferentes…podemos luchar por una identidad, una cultura, una forma de vida, algo que nos de sentido social…pero en el fondo, muy en el fondo somos la hija de alguien, la hermana de alguien, la madre o el padre de alguien, la vecina, la amiga, la novia, la amante…nos falta dinero, nos sobra dinero, discriminamos, nos discriminan, queremos, odiamos, etc…y lo que es MAS INCREIBLE si nos pinchan a todos los boludos que habitan el planeta tierra al mismo tiempo, TODOS sin excepción arrojaremos una gotita de color rojo. Aunque usted NO lo crea.

Nada como venir al otro lado del mundo a verse en un anciano que sentado frente a un vaso de cerveza, le habla animadamente al vacío…

PD: En unas horas Milán. Mientras tanto, la foto de las montañas que se ven desde mi ventana…y otra foto de la foto (qué tal!) de Ring Ring en un cine del festival.

PD2 Hoy vi Rompecabezas, MUY BUENA película argentina. La disfruté muchísimo, próximamente en El Deber.
PD 3: En 4 días más estaré viendo a Woddy Allen y su banda de jazz…próximamente en El Deber.

Chagall

 

Me desperté. Son las 2 aquí. La noche/madrugada/ es la misma en todos lados.Desde que llegué sueño que muero. Increíble. Ayer fue un homenaje al cine noir, me parece. Moría acribillada y un fantasma, que era yo misma, me veía a mí misma (bien egocéntrico) siendo cremada.  Luego el sueño entraba al thriller, porque había quienes empezaban a buscar mis restos, y nada che. Del polvo (o mejor dicho de un polvo) vine y en polvo me había convertido.Y ahora que otra vez fenecía de forma muy grandilocuente, mi sueño se interrumpió ante tanta inmolación onírica.
 
Aprovecho estos momentos de frío, silencio friburguense (estamos en Friburgo, rodeados de montañitas tipo por las que descendía Heidi con Copo de Nieve) para hablarles en onda catarrera de Chagall, de vitrales, de iglesas, deja vus y surrealismo.
 
Les ha pasado que ven muchas veces algo y no les mueve ni un cabello, y luego ven la misma maldita cosa y los vuelve completamente locos? Yo lo atribuyo a la edad y a la muerte de las ilusiones juveniles (sí, asumo mi vejez con dignidad). 

Eso me ocurrió con Chagall.  En Zurich cualquier guía turístico de poca monta te va a meter a la Iglesia Fraumünster a que veas los vitrales de Chagall. Yo los había visto en tres ocasiones ya. Y no, no es mi absoluto rechazo a esas casas tétricas llenas de símbolos y estatuas, donde no podés tomar fotografías pero si comprar souvenirs de los santos alabados, lo que me hizo ignorar macabramente a Chagall.

Pienso, me visualizo en el pasado, y no encuentro ningún puente emotivo con esa que se paró ante dichos vitrales y no sintió nada o sintió poco. No sé quién es esa y por qué era así. El caso es que la de hoy, que mañana será lejana quizás, se paró frente a los vitrales de Chagall y fue estúpidamente feliz.

Tontería turística, endorfinas liberadas por otras actividades, efectos del chocolate suizo o qué, quedé fascinada con el tipo. El azul, el verde y el rojo cobraron nuevo significado ante mis bolivianos ojitos.

Los vitrales fueron pintados por Chagall cuando tenía más de 80 años. Son 5, y todos son reflejos de historias bíblicas contadas a través del arte.

Los Profetas

Jaboco

La vida de Cristo

El fin del mundo

Moisés

Como no se pueden tomar fotos, les pongo esta que encontré en la web de los 3 principales y que no le hace justicia para nada. Yo escuchaba emocionada la charla de la guía que describía los vitrales de arriba a abajo.

Otra cosa conmovedora de Chagall, es que al igual que muchos de nosotros, tenía a su infancia como esa tierra querida, entrañable y de la que no podía desprenderse, a pesar de la pobreza y los momentos de difícil situación económica que le tocó vivir siendo niño.
 
Volcó esa nostalgia en sus pinturas, donde solía retratar con impactante colorido historias hermosas, surrealistas y oníricas. Llenas de fantasía. Un tipo sensible, judío, perseguido por los nazis, que una vez murió su primera esposa, no pudo trabajar durante 1 año, y cuando lo hizo, los colores fueron oscuros y las historias reflejadas, tristes.

Una de sus obras más conocidas es La Crucifixión Blanca.
Moriría en los 80s, siendo considerado uno de los pintores y grafistas más importantes del siglo XX. Estas son imágenes que valen la pena llevarse en el inconsciente a la hora de dormir. Así que ya que me retina se llenó del color infantil, poético de Chagall quizás ahora podré dormir tranquila.
Mientras tanto, en otras noticias breves:
– Pasaporte alemán encontrado. El eficiente servicio suizo, logró devolverme por 20 francos suizos (YES! cobraron la hallada jejeje) mi identidad social y política (dizqué) y la libretita que me permite  cruzar fronteras. Globalización las pelotas.
– Hoy presentamos el corto en Friburgo, y luego de presentarlo, se nos acercó gente local que había viajado/vivido en Bolivia y se encontraba emocionada porque nosotros estemos aquí, emocionados también. La emoción se desborda por las montañas nevadas de Friburgo. Quién lo diría.
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