LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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Aventuras hobbitanas

Por:Mónica Heinrich V.

Si ya sabías de la existencia de Bilbo Bolsón, habitante de Hobitton y parte de la raza Hobbits, entonces lo más probable es que este libro te encante. Bilbo, como muchos de ustedes sabrán, aparece en la triología de El señor de los anillos como la persona que le da a Frodo el anillo de Saurón. ¡Cómo Bilbo pudo tener en su poder el anillo?, es un misterio que queda dilucidado en El Hobbit.

Les diré que una nonche aciaga, de mucho insomnio y poco buen humor, fui atraída por una extraña fuerza hacia El Hobbit. Rememorando épocas infantiles (más felices), pensé quizás, que era la nostalgia lo que impulsaba mi alma, porque he de contarles que tuve un conejo que fue bautizado simplemente como Hobbit, me pareció lo más indicado del mundo. Pequeño y de patas largas y peludas, supuse que no había cosa más acertada que llamarlo Hobbit, sin que eso signifique que alguna vez le diga Bilbo o Frodo, no señores, el conejo era simplemente Hobbit. Con Hobbit se quedó hasta que se marchó, porque al igual que Bilbo Bolsón me parece que Hobbit tenía algun ancestro Tuk que instigó al pobre conejo a buscar aventuras más allá de mi colina…digo casa.

Volviendo al libro y dejando al conejo, Bilbo Bolsón, tenía como ancestros a los Bolsón y a los Tuk (hobbits extrañamente aventureros) Bilbo, sin embargo, era un hobbit bastante atareado y pulcro en sus tareas hobbitanas. Un día que el pobre Bilbo se encontraba en el solaz de su hogar, bajo la ilusa percepción de que su vida sería simplemente eso: Desayunos, almuerzos, horas de te, y cenas, llega a «visitarlo» Gandalf (mago de magos) que acá entre nos, ya le había echado el ojo a Bilbo para inmiscuirlo en oscuros y arriesgados negocios.

Bilbo, inocente hasta el cansancio, recibió a Gandalf y se citaron para otra reunión al día siguiente. Gandalf ya tenía orquestado un plan para llevar al pobrecito Bilbo a correr las más locas aventuras. Al día siguiente, la cosa se puso color de hormiga, a la puerta del hospitalario Bilbo llegaron 13 enanos, tal como lo leen, no uno o dos o cuatro, TRECE…que además de casi acabar con las provisiones del pobre Bilbo lo hicieron partícipe del gran plan que tenían.
Sus antepasados vivían en la Montaña y habían perecido algunos, escapado otros, por la llegada de Smaug un enorme dragón que además de sembrar el pánico en toda la región Norte, custodiaba un tesoro inimaginable producto de sus saqueos a los pueblos que atacaba. El plan? Marchar hacia la Montaña y hacerse con el tesoro del dragón Smaug.
A estas alturas, imagínense al pobrecito Bilbo, quien además fue reclutado por Gandalf como «saqueador» oficial de los enanos, sin que pueda hacer nada para evitar su inminente participación en tan descabellada aventura…recordemos que el hobbit poseía un bondadoso corazón. A merced de tamaño emprendimiento Bilbo recibiría la catorceava parte del tesoro (¿qué tan grande puede ser un tesoro para que la cartoceava parte valga la pena?), además de contar con el servicio eterno de los enanos que a lo largo del libro, cuando las aventuras y peligros eran superados gracias a Bilbo le decían: «Me pongo a su servicio, señor Bilbo, yo y toda mi familia, por el resto de mis días», cosa que, como imaginarán, se repitió muchas veces.
Abandona, pues Bilbo, su hogar. Sin siquiera tener un pañuelo en el bolsillo y sabiendo que aparte de penurias y peligros, pasaría mucha hambre, recordemos lo importante que es para un hobbit cumplir con todas sus comidas diarias. A través de su peregrinación, la abnegada falange pasa por la tierra de los elfos, la de los hombres, conocen a Beorn, a las águilas, luchan contra los trasgos, los lobos, las arañas, Smaug y libran una gran batalla final, cuyo resultado lo dejo a vuestra discreción, pero que honestamente les digo que no tiene desperdicio.
Bilbo, por su parte, vivirá aventuras que lo harán el héroe del libro, aventuras que incluyen su encuentro con Gollum, sí estimado y paciente lector, el famoso Gollum. Gollum, como ya saben, era el que tenía el anillo antes que Bilbo, y antes que Frodo por lo tanto. Lo que sucede en esas páginas, entre Bilbo y Gollum, es de antología preciossos míos. De lo más simpático que he leído en mucho tiempo, y que cambió mi opinión con respecto al malhadado Bilbo, que hasta esas instancias no había dado muchas muestras de viveza criolla.
Canciones, acertijos, experiencias cercanas a la muerte, y los más creativos planes para alcanzar el propósito de encontrar el tesoro, ilustran cada una de las páginas de El Hobbit. Quiero aclarar, nuevamente, que el libro es sobre las aventuras de Bilbo, no sobre los 13 enanos que juegan un papel determinante pero no estelar, así coomo también Gandalf aparece pero más que nada para poner algunas cosas en su sitio, sin que medie algún acto heroico de su parte.
Todos los laureles se los lleva el señor Bolsón. De los 13 enanos, sin embargo, puedo decir que se comportaron a la altura cada vez que el señor Bolsón emitió algun plan que sonaba algo audaz. También, que contrariamente a lo que puede esperarse de su raza, cumplieron su parte del trato y como ya dije quedaron debiéndole a Bilbo servicios de por vida. Que sus barbas no dejen de crecer nunca.
Entonces, preciossos míos, se los recomiendo ampliamente. J. R. R. Tolkien empezó a gestarlo en 1930, tuvo un embarazo de unos 7 años antes de parir con dolor pero aliviado, ya quisiera yo haber asistido el parto. Lo interesante es que el editor de Tolkien, tenía su hijo de unos 10-12 años a quien le entregaba los manuscriitos para que los califique y le diga si le gustaba o no, el niño al leer El Hobbit hizo un informe de una página describiendo a Bilbo como un ser bueno que fue obligado por las circunstancias a llevar una vida aventurera.
El niño, además, aceptó que disfrutó con su lectura, y el editor accedió a publicarlo, esto lo pueden ver más ampliado en los documentales que vienen adjuntos a la edición en DVD de El señor de los anillos. Además, si el libro que tienen en su poder, es el mismo que sirve para ilustrar esta nota entonces es el ilustrado por John Howe, quien a su vez fue reclutado por el director Jackson para hacer los diseños de la Tierra Media y algunas cositas más.
El mundo literario jamás volverá a ser el mismo luego de la aparición de la Tierra Media, el señor Bilbo, al igual que los habitantes que pueblan tan encantador lugar, se han convertido en referente de muchas cosas, años después, nacería, luego de un largo embarazo, El Señor de los anillos, el vástago más prodigioso de Tolkien, y que al igual que su hermano El Hobbit, revoluciona el mundo de las letras y últimamente del cine.
El Hobbit iba a ser llevado al cine bajo la dirección del querido Guillermo del Toro, pero las crisis internas de la Metro Goldwyn Mayer, así como problemas con las regalías de lo recaudado por El Señor de los Anillos, ha puesto el proyecto en veremos. Por lo pronto se sabe que Bilbo Bolsón, los 13 enanos y mi amado Gollum, tendrán que esperar.
Vos no esperés, recreá la Tierra Media sumergiéndote en la lectura de estas aventuras hobbitanas. No hay cómo arrepentirse.

Se busca

Por: Mónica Heinrich V.

Charles Horman tenía 29 años cuando fue dado por Desaparecido, su amigo FranK Terruggi tenía 24 años. Ambos, fueron arrestados por los militares durante los primeros días del golpe de estado que dio Pinochet en Chile. Ambos fueron vistos siendo conducidos por los militares al famoso Estadio Nacional, lugar donde también murió el cantautor Victor Jara luego de que le cortaran las manos. Ambos fueron testigos mudos de lo que el mundo sabía pero callaba. Durante esos años en que se gestó aquella macabra operación intitulada el Plan Cóndor, USA, país que hoy ha cruzado el Oceano con el slogan de «liberar» a Irak, Afganistán y parece que en breve «liberará» a Irán, USA que hoy se rasga las vestiduras y se da tremendos golpes de pecho ante la idea de que exista un país que esté gobernado por un dictador, USA fue quien se encargó de apadrinar a Banzer, Pinochet, Videla y demás uniformados en todos los países latinoamericanos que pudo

Charles Horman, escritor y cineasta americano, de tendencias más bien «liberales» se trasladó desde Nueva York a Santiago, queriendo participar de lo que Allende intentó instaurar: un socialismo democrático. Horman se muda a Santiago acompañado de su esposa. Viven la nueva experiencia que significa para ellos lo que estaba naciendo en Chile. Sin embargo, luego de un año de estadía, Pinochet da un golpe de Estado y entre toques de queda, y arrestos políticos, Horman desaparece.
 
La suerte quiso que Horman estuviera en Viña del Mar tres días antes del golpe (hoy se sabe que el golpe de estado se elaboró desde Viña del Mar); la suerte también quiso que Horman estuviera alojado en el mismo hotel donde se alojaba gente de la marina norteamericana; la suerte quiso que Horman al ser americano no levantara sospechas entre sus compatriotas y pudiera enterarse de más cosas de las que debía enterarse. La suerte quiso que se revisara el expediente de Horman y se descubrieran sus nexos con cierto periódico de izquierda, convirtiéndolo así en alguien de cuidado.
 
Horman, ingenuo como muchos, creía que al ser americano estaría completamente seguro, después de todo los militares chilenos no movían un dedo sin la aprobación del gobierno americano, lo que ya sabemos a dónde nos conduce esto ¿no?
 
Horman desaparece, su esposa y el padre de Horman (quien viaja desde Nueva York hasta Chile al enterarse de la noticia) empiezan a presionar a todos los que pueden tratando de descubrir qué pasó con Charles. El consulado y la embajada gringa salen con las excusas más estrafalarias, está visto que no sólo la desaparición de un ciudadano americano está en juego sino también secretos de estado que no pueden salir a la luz pública. Durante la búsqueda frenética de Charles Horman, seremos testigos de los cientos y cientos de desaparecidos que la dictadura dejó.
 
La realidad de los cuerpos amontonados, de las ejecuciones, del poco respeto que hubo hacia la vida, de que no importó la edad, el sexo, la nacionalidad, para ser torturado y ejecutado. La indiferencia y la hipocresía de la gente que manejaba el gran aparataje de la masacre, los privilegios que tenía cierto tipo de gente, las mentiras, todo se ve en esta película que logra conmover, informar y sobre todo concientizar sobre nuestro pasado.
 
La película es maravillosa desde todo punto de vista, salió a luz en el 82, época en que todo seguía muy nuevo todavía, y por la imagen y la forma de ser filmada está dotada del realismo de la época. El director Costa-Gavras ha sido un pilar fundamental en el cine testimonial, en el cine que formula críticas políticas, y realiza esta película con el tino que ya ha demostrado en Z.
 
Si bien la labor del cine es entretener, también puede ser un instrumento para informar, para sacudir, y en este caso lo logra con creces. La cinta no se caracteriza por una realización vanguardista, al contrario, el estilo de Costa-gavras ha sido siempre conservador, pero logra su cometido apuntando sin miedo, con una exposición frontal, directa, sin complacencias, sin disfraces. Hasta el último minuto sabemos que hemos visto algo real.
 
Las actuaciones son de lujo, Jack Lemon en el papel del padre de Charles, destaca, le creés todo, sufrís con él por su hijo, sufrís su angustia, sufrís su impotencia, sufrís su decepción, sufrís su despertar hacia la conciencia de que todos los conceptos que el dio por hechos en la vida que llevaba en USA, creyendo en su sistema, creyendo en su gobierno, creyendo en sus DERECHOS, todo se viene abajo.
 
Sissi Spacek en el papel de la luchadora esposa de Charles, lo hace muy bien, no desentona en ningún momento con la historia. El guión es lapidario, no deja la más mínima duda de lo que intenta denunciar, no contiene frases rebuscadas, ni reflexiones filosóficas, porque lo cotidiano, el hecho en sí mismo de que alguien desaparezca así como así, se cuenta solo, se vive solo, quien lo ve, sufre, llora, piensa en esas épocas, y las cosas no han cambiado mucho.
 
Averiguando más, el el padre de Horman luchó incansablemente por saber la verdad hasta 1994 que fue cuando falleció. Su nuera, la esposa de CHarles Horman, hasta el día de hoy ha intentado hacer justicia, hasta último momento esperó un juicio hacia Pinochet, un juicio contra Kissinger, hasta el día de hoy lucha por conseguir los expedientes del caso de Charles, que recién en el gobierno de Clinton y previo arresto en Londres de Pinochet, fueron liberados, pero que como pueden ver en esta página, tienen tachones que impiden ver gran parte de los documentos.
 
Finalmente el 2008 se consiguió iniciar un juicio contra algunos de los involucrados, autores materiales y militares que estaban al tanto de lo sucedido, pero con la muerte de Pinochet uno de los principales responsables quedó sin castigo.
 
Costa-gavras ha declarado en un juicio que sigue abierto en Chile por el acceso que tuvo a testigos para hacer su película. Sin embargo, esta es una historia de más de 30 años, y los intereses que hay detrás son muy importantes para USA como para permitir que ciertos trapos sucios salgan de casa.
 
Noam Chomsky dijo que el mayor estado terrorista del mundo es USA. Nosotros los latinoamericanos tenemos muertos y desaparecidos que lo prueban.

Vietnam

Por: Mónica Heinrich V.

Francis Ford Coppola, aclaró el contenido del film al lanzar esa famosa frase «No es sobre Vietnam, ES Vietnam», y no le falta razón al hacer tal afirmación. Había escuchado elocuentes comentarios que me decían que era LA película sobre Vietnam. Al haberme cobijado en los brazos de la ignorancia durante tanto tiempo, tenía mis expectativas al respecto. Ustedes saben, cuando han jodido tanto tiempo con la cantaleta de que «tenía», «debía», «necesitaba», era una «obligación» verla, las cosas comienzan a tomar tintes extraños.

Entonces, un buen día, me armo de valor y la veo. Para empezar diré que me decepcionó un poco, quizás me esperaba mucho…y ese ha sido el gran problema, sin embargo reconozco sus virtudes, que son muchas y las tiene muy bien puestas, sin que esto deje de obligarme a hacer una reflexión personal que desarrollaré de acuerdo a la experiencia vivida.

Primero, hablemos de la producción. Ríos de tinta han corrido hablando sobre lo difícil y lo desesperante que fue la filmación, sobre los problemas que se dieron, sobre el desasosiego que invadía a Coppola de vez en cuando ante tantos obstáculos. Recordaremos que la historia se basa en el libro Heart of the darkness del escritor polaco Joshep Conrad, donde Conrad hablaba sobre el imperialismo belga.
A su vez, mi estimado Orson Wells había planeado una adaptación radiofónica que se quedó en veremos. Coppola, en 1967 tiene su primer acercamiento a lo que sería Apocalipsis Now, en un principio la dirección iba a estar a cargo de George Lucas, las cosas no se dan porque Lucas filma Star Wars 7 años después, Coppola tarda en conseguir los millonetes que se necesitarían para la producción y se tarda 8 años en concretar algo, ahí es cuando Coppola decide finalmente largar los pesos él mismo.
Todo bien. Nuevo problema a la vista, esta vez con el guionista, un tal Millius quien no supo plasmar la onda antimilitarista que quería Coppola, por lo que se requiere una reescritura del libreto. Luego, a buscar reparto. Pacino no quiso, Robert Redford tampoco y Nicholson peor. Finalmente consigue a Harvey Keitel quien abandonará el proyecto después de que la producción lo dejó olvidado en medio del monte un día de grabación. Entonces, como de milagro surge Martin Sheen, casi casi un don nadie por esas épocas, Coppola lo mira de arriba/abajo, le da el OK, y el pobre Sheen se traslada a Filipinas. Sheen interpreta al archiconocido Willard.
Pero y Kurtz??? se barajan nuevamente nombres, Pacino vuelve a decir que no, se piensa en Marlon Brando, se le largan unos cuantos millones (de esos que ya estaban escaseando como parte del presupuesto) y Brando llega con casi 130 kilos de su humanidad, para shock de los que estaban por ahí, parece ser que nadie se imaginaba que Brando había estado come que come que come, y ya teniéndolo en medio de la selva filipina, con sus millones pagados, ni modo que lo devuelvan no?…hacer de tripas corazón otra vez.
Sheen sufre un infarto, y casi muere arrastrándose buscando ayuda. Un huracán destruye parte de los sets, el presupuesto se dispara por los cielos, Coppola anda al borde del suicidio, con desnutrición y problemas maritales, sin contar su casi bancarrota.
En fin…realmente fue Vietnam. Se reconoce, que debe haber sido toda una lucha filmarla. El rodaje termina en 1976 y se exhibe en 1978, la guerra de Vietnam termina oficialmente en 1975, entonces la película es, mal que mal, una aguja que hurga una herida muy, muy reciente para el pueblo americano.
Con respecto al argumento, les diré que la historia se desarrolla en el Saigón de 1969, nos muestran a nuestro personaje principal (interpretado por Sheen)el capitán Willard anda embrutecido de alcohol, viviendo la vida loca, con una apatía aparente que se manifiesta en las primeras tomas. La CIA irrumpe en su habitación para trasladarlo a un cuartel donde aparecerá un joven Harrison Ford interpretando a un jefe de la CIA, que junto con otros personajes más le dan una misión a Willard.
Su misión consiste en hallar a un tal Kurtz, un coronel americano (interpretado por Brando) que parece haber perdido el juicio, convirtiéndose en una amenaza para el ejército, de tal manera que tienen que deshacerse de él. Willard tendrá que encontrarlo y matarlo, no sin antes advertirle que otros ya tuvieron esa misión, encontrándose ahora bajo las órdenes de Kurtz. Luego Willard se marcha en pos de su misión, la mayor parte de la película transcurre entre el viaje de Willard y los aterradores paisajes que deja la guerra: muerte, locura, desesperación, miedo, etc..
Su primera parada nos muestra a un joven Robert Duvall interpretando al coronel Kilgoore, quizás uno de los personajes más recordados, por su inexplicable indiferencia y sangre fría ante los acontecimientos, además de su obsesión por el surf y la ya, también, famosa frase sobre el NAPALM: Es el olor de la victoria.
El hoy Morpheus de Matrix, en esas épocas dizque tenía 14 años e interpretaba a un joven soldado a quien llamaban Clean, por su obsesión con la limpieza, luego estaba otro personaje interpretado por Dennis Hopper que aparece al final como un reportero onda hippie que parece haber perdido la razón también.
Brandon interpreta al coronel Kurtz, un personaje en el que recae todos los cuestionamientos que se dan sobre la guerra, reflexiones que hacen pensar que tan loco no anda, y que también tiene en su boca una da las frases más recordadas «El Horror, el horror».
Eso por una parte, por otra el final, que los que ya la vieron saben cuál es pero que a mí me confundió más luego de la explicación de Coppola al respecto, porque creo que se contradice con lo que hace el personaje de Willard. Quisera ahondar más al respecto por lo que pediré que quien no haya visto la película deje este párrafo aquí mismo y continúe en el siguiente, porque hablaré sobre partes claves de la película. Bueno, les decía, en Kurtzs se depositan prácticamente las cuestionantes más duras acerca de la guerra, pero me llama la atención lo que Kurtzs narra, recuerdan la escena en que comienza a narrarle a Willard el asunto de los niños que fueron vacunados por los americanos y que luego los vietnamitas les cortaron los brazos vacunados y los amontonaron? ante el horror de los soldados americanos? Kurtzs dice que él toma el camino que toma, porque los soldados americanos no son capaces de esa barbarie, porque los vietnamitas son tan fríos y leales a sus causas que no los frenan niños, ni cosas morales. En otras palabras, Kurtz dice que los americanos ganarían la guerra si hicieran lo que tienen que hacer, es decir si pudieran cometer los actos atroces necesarios para ganar una guerra, tal como lo hace el enemigo, bueno, yo me pregunto, el NAPALM que ·%$»&/· era? un globo de agua?…eso por una parte, por otra parte me parece que el final que Coppola aduce es una lección antimilitarista, donde WIllard se da cuenta que la guerra es una shit y decide cagarse en el ejército, no entiendo entonces cómo termina matando a Kurtz, o sea, si el objetivo es que nosotros veamos que todo es una shit, me parece que no debió darle bola ni al ejército ni a kurtz. Está bien, la guerra vuelve locos a los hombres, pero el personaje de Kurtz tampoco era todo lo revolucionaro que se pretendía pintar. Triste, sí, un personaje doloroso, también, pero no era asunto de Willard solucionárselo, porque mal que mal termina cumpliendo la supuesta «misión», que era matarlo…o no?
Hay otras cosas cuestionables en cuanto a argumento, muchas escenas forzadas, por ejemplo la de los franchutes se hubiera quedado mejor en la sala de edición (tal como estaba antes del redux) no entiendo en qué pensaba Coppola cuando hizo esa escena entre Willard y la madmoiselle, lo del Times (también viene en el redux) horroroso también, por ser, como digo, efectista y manipulador. Lo siento, veo a los personajes dibujados esta vez ya no a merced de la propaganda pro-militarismo americano tan típico de nuestros días, sino de un excesiva necesidad en hacer crítica anti-belicista, lo que nunca será malo, pero desde un punto de vista netamente artístico puede hacerse de manera menos forzada como resultan algunas escenas de apocalipsis now.
Ahora, a nivel de producción, es monumental, fastuosa, excelente, representó un riesgo desde todo punto de vista, a nivel de producción, para su época, es quizás una de las mejores películas. A nivel de contenido, aún perdonándole sus obvios planteos, marcó un hito también, porque no es cosa de todos los días que recién terminada una guerra como la de VIetnam, llegue alguien a hacer algo que prácticamente fue apuntar con el dedo a toda una nación y mostrarle que la guerra no fue color de rosa, que los soldaditos que fueron a Vietnam quedaron marcados para toda su vida por «el horror, el horror».
Apocalipsis Now, una gran película, a la que para variar le pongo algunos peros, pero que definitivamente hay que ver. Un clásico.

La catarsis de Chuck

por: Mónica Heinrich V.
Ando a la caza de escritores escatológicos, rudos, groseros. Estos días de frío, de vuvuzelas, de insomnio crónico, de cansancio diurno, de apatía, de autismo, quería estar centrada en una lectura intensa. De esas que te saquen del sopor y te hagan susurrar WTF! Quería ausentarme del mundo y vivir a través del papel, como muchas veces hice, como muchas veces hago.
Chuck Palahniuk es conocido por tener el perfil perfecto a la hora de buscar cosas fuertes. Es el autor de ese maravilloso libro El club de la pelea, que luego popularizarían Brad Pitt y Edward Norton en la gran película homónima. Cómo olvidar a los grupos de terapia a los que acudía el protagonista en busca de “algo”, cómo olvidar lo antisistémico, nihilista de un personaje por el que en este postmodernismo (horrible palabra) sólo podés sentir empatía?

Bueno, Chuck escribió ese libro. Después hizo varios más y según él mismo, en una presentación le dijeron que pa cuándo se iba a soltar el moño y dejar de escribir las mismas huevadas de siempre. Hasta la supuesta y posera irreverencia puede volverse repetitiva.

Pero a Chuck ya lo conocía por su cuento Tripas (Guts) en el que de la manera más grotesca, pintadito con humor negro, del cochino no del fino, relataba las peripecias masturbatorias de varios crispines, coronando el relato con una imagen literaria difícil de olvidar y que a decir de testigos varios ha provocado más de 50 desmayos al ser leído en voz alta. No sé, cuando lo leí no pude evitar soltar la risotada, aunque me pasó lo mismo que a algunos…o sea, todo bien Chuck, pero a veces menos es más.

Y así, como esta vida triste y gris te lleva sin pensarlo a lugares inhóspitos, leí Nana. Y al principio me pareció más o menos, pero la historia detrás de Nana validó un poco el libro ante mis ojos. La edad de la inocencia, que ya pasó, hizo que entendiera a Chuck (luego de breves momentos de desconfianza) y que al repasar lo leído con los datos descubiertos, pudiera hacer un balance más personal de la experiencia.

Nana es el libro en el que Chuck intenta dejar sus temáticas de siempre y entrar en el terreno de la ficción-terror-suspenso, intentaba imaginarme la película que se filmaría si lo adaptaran, y me ponía a reír al hacer mi casting mental y al trasladar la acción a la Chiquitanía boliviana. Nana hace alusión a una canción de cuna (una nana), que puede ser usada como canción sacrificial y al cantarla podés matar a la persona en la que pensés en ese momento. Un periodista investiga las conexiones entre la muerte de varios bebés.

Dichos bebés fallecen por lo que comúnmente se llama “muerte súbita”. El periodista descubre que hay algo en común, a todos ellos su padre o madre les cantó una nana de un libro antiguo del que sólo hay 500 ejemplares.

Siguiendo las pistas de las muertes y de los libros llega a una mujer, que trabaja en bienes raíces y que aparentemente ha usado la nana para “limpiar” su camino de personas indeseables. Ante el descubrimiento y posterior rechazo a ejercer ese tipo de justicia casi divina, el periodista en un principio tratará de mantenerse al margen y de ponerse como objetivo la destrucción de todos los ejemplares en los que se encuentre la famosa nana para evitar así que sea “mal utilizada”.

Luego, como es un ser humano común y corriente, la mezquindad hará que sin querer queriendo use la nana de vez en cuando, sintiéndose culpable por no poder parar y dando pie a reflexiones varias sobre temas como la corrupción del poder, lo fácil que es romper principios y preceptos morales, lo difícil, por no decir imposible, que resulta volver a sentirte parte del mundo cuando ya has pasado ciertos límites y una crítica feroz al consumismo (tema recurrente de Chuck) y a la estupidización de los medios, así como el reemplazo de la soledad, los vacíos existenciales, y las tristezas con dichos medios.

Personajes secundarios como Mona u Ostra, especie de hippies freaks del medioambiente y con sueños de poseer el libro original donde se encuentra la nana y otros hechizos, para usarlo “ bien”, así como Nash, el enfermero con una repulsiva necrofilia o las personas que visitan buscando los ejemplares, conforman un collage bizarro de miseria humana.

Si bien tiene momentos bien redactados y en los que podés descansar un poco del efectismo para leer alegatos violentos contra lo establecido, la mayor parte de la lectura transcurre con una onda de querer “sorprenderte” y lo quiere hace rmedio a lapos. Con esto intento decir que me imagino a Chuck, en su casa, craneando que cosita más le puede meter para hacer la historia más grotesca, más impactante, más jodida. Y es ahí donde te desconectás un poco, porque ves al escritor, podés sentir la mano que mece la cuna y podés intuir lo que él quiere que sintás.

No obstante, se puede leer de un tirón. Es relativamente liviano en cuanto a ritmo e intenta darle vueltas de tuerca (que a mí me parecía cantado el final) para capturar emociones. Cuando lo terminé me asaltaron sentimientos ambivalentes, por un lado habían partes del libro que me “movían” y por otro lado, como ya dije, habían otras que me distanciaban. Me puse a buscar en qué contexto fue escrito…porque a veces el contexto te define una obra, y voilá.

No podía creer lo que mis ojos leían. Chuck escribió Nana por lo siguiente. A finales de los 90s su padre, Fred, separado…leyó un anuncio en el periódico de una mujer que buscaba pareja, lo contestó y Cupido hizo su trabajo. Empezaron a salir, las cosas marchaban bien. El problema? La mujer tenía una ex pareja que estaba en prisión por violencia doméstica y que había jurado matarla el día que saliera de la cárcel. El tipo sale, sigue a su ex mujer y al padre de Chuck hasta una casa…afuera les dispara a ambos, asesinándolos y luego arrastra los cadáveres dentro de la casa, prendiéndole fuego a todo. El asesino es llevado a juicio y Chuck tiene que declarar pidiendo no cadena perpetua sino pena de muerte.

Nana surge en ese contexto, en el proceso interior que Chuck lleva haciéndose cargo de desear la muerte del asesino de su padre. En un principio pensé que por ahí era truco publicitario, para engrandecer la imagen del escritor y generar ventas (casos se han visto), pero haciendo un concienzudo rastrillaje cibernético, llegás hasta el fulano y podés verlo en su celda, he is a dead man walking, podés ver su número de preso, el lugar dónde está, desde cuándo, el tipo de delito, e incluso, si sos lo suficientemente cuerudo contactarlo por email.

Odio decepcionar a la platea, pero no soy lo suficientemente cueruda, mi investigación llegó hasta comprobar que la historia existe y que Nana es lo que a momentos se siente, una cruda reflexión sobre hasta dónde se puede llegar cuando encontrás un motivo aparente para cruzar los límites.

Que no sea la mejor novela de Chuck, es lo de menos, que incluso resulte una lectura que a ratos se convierte en una suerte de película onda Hollywood, ni modo, pero que lo leés y hay partes que definitivamente llegan, es cierto también.

De Chuck rescato que amén de sus efectismos, logra una narrativa digerible, que no deja indiferente a nadie y que consigue hacerte reflexionar sobre algunos temas interesantes. Llegás a preguntarte qué harías de poseer una canción sacrificial y cuestionarte si podés elaborar un top 5 mental (como hice con un amigo que leyó el libro también) de seres humanos a los que por x o z dirigirías el hipotético castigo. Los resultados suelen ser sorprendentes.

La única salida, dice Mona, será rendirse y dejar que el mundo nos mate a Helen y a mí por nuestros crímenes. O podemos matarnos a nosotros mismos.
Le pregunto si esto son más chorradas de Wiccan.
Y Mona dice que no.
–No, en realidad es Karl Marx.
Ella dice:
–Después de matar a alguien, esas son las únicas maneras de volver a conectar con la humanidad. –Sin dejar de dibujar en su libro, dice–: Es la única forma de poder regresar a un sitio donde el mundo no sea tu némesis. Donde no estés completamente solo.
Para quienes deseen leer alguna obra de Chuck, les dejo este enlace donde pueden descargar Nana u otros tres títulos. Ya me contarán cómo les va.

Lux aeterna

Unamuno decía que Dios nos estaba soñando. Borges alguna vez reflexionó sobre cómo cesan los sueños cuando sabemos que soñamos. El gran Shakespeare en una de sus obras fundamentales recitaba: Macbeth, no duermas…que mataste al sueño.

Y así, sobre los pasajes oníricos se han llenado páginas. El sueño simbólico, el sueño real. El sueño Copia, el Sueño del Sueño, el Sueño hambriento, el Sueño cansado. Muchos sueños, sueños vivos, sueños muertos.

En medio de la vigilia, del insomnio, del absurdo sentido está Lux Aeterna. Este tema, fue compuesto por Clint Mansell en el 2000 para el filme Requiem for a Dream, dirigido por Darren Aronofsky. A Darren lo conocí gracias a Pi, gran película en blanco y negro que sería su ópera prima. Requiem for a dream la vería el 2001 y quedaría enamorada para siempre. Basada en el libro homónimo de uno de los últimos escritores malditos americanos Hubert Selby, el argumento nos mostraba de manera dura y cruel la muerte de los sueños, la autodestrucción y la desesperanza de 4 personajes.

Protagonizada por Jared Leto y Jennifer Conelly, Requiem for a dream se convertiría en una de esas películas a las que recurrir en momentos de melancolía. Su banda sonora, I-NOL-VI-DA-BLE es en parte responsable de los intensos sentimientos que el filme deja. Lux Aeterna (luz eterna) sería usado para muchos trailers, para spots, para soundtracks de videojuegos. Sin embargo, siempre lo recordaremos por la maldita heroína, por una magnífica Ellen Byrsten obsesionada con un concurso televisivo y con las dietas, por Jennifer Conelly sucumbiendo a lo más bajo de sus instintos, por Jared Leto corriendo a través de ese puente imaginario, desoladora imagen, triste imagen.

Lux Aeterna también se reeditaría usando la parte de la orquesta, con coros espectaculares para el trailer que todos esperábamos. El Señor de los Anillos: Las Dos torres. Y el tema pasaría a llamarse Requiem for the tower. Unos arreglos más acordes al apoteósico enfrentamiento que Peter Jackson tenía que poner en pantalla en la adaptación de la famosa trilogía.

Y finalmente, este tema se inscribe como parte de un gran spot. Un spot que para los que amamos el fútbol, está como hecho a pedido. Los gauchos que son pendejos para hacer comerciales, crean este concepto para apoyar a la selección argentina en el Mundial Sudáfrica 2010. Y aunque no seás fan de la celeste y blanca, aunque lo único que te guste del equipo argentino sea Messi, Lío, el Messi de todos, luego de verlo, te dan ganas de comprarte la bandera y plantarla en el jardín de tu casa…En este caso, se reinvindica un sueño. El sueño de que Argentina gane el mundial.

Lo importante en todo caso, más allá de Aronofsky, de Hubert Selby, de Peter Jackson, o el Señor de los Anillos, más allá del Mundial 2010, de Messi, de Maradona, más allá de todo eso, es que Clint Mansell compuso un tema como Lux Aeterna, que forma parte de una de las mejores bandas sonoras de los últimos 20 años. Sueños de por medio, escúchenla.

«Después de cada noche estamos más vacíos» (Ciorán)

Los perros ciegos del sol

Por: Mónica Heinrich V.
sobre La carretera (2007)

Al despertar en el bosque en medio del frío, y la oscuridad nocturnos había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado. Noches más tenebrosas que las tinieblas y cada uno de los días más gris que el día anterior. Como el primer síntoma de un glaucoma frío empañando el mundo. (La carretera)

Cormac McCarthy pertenece a esa rara estirpe de escritores que huyen de los reflectores, de la fama, del mundanal ruido.

Al igual que Salinger (de quien hablaré cuando cesen los homenajes) y Thomas Pynchon, Cormac se caracteriza por vivir alejado del ojo público, celoso de su privacidad y según sus propias palabras, sin importarle que lean o no lean sus libros.

Y es que este escritor ha sabido construir un imaginario por el que cualquier lector se sentirá seducido. Una prosa que a veces se olvida de la puntuación convencional, donde priman los párrafos pequeños para describir situaciones. Muy poco ornamentada. Sencilla, simple, pero certera.

Aunque relate un glorioso y soleado día, su estilo hace que el corazón se te encoja en el pecho. Derrama melancolía, como expresé en mi opinión sobre la versión cinematográfica de No es país para viejos (basada en un libro suyo).

Hay una resignación, algo que te hace pensar que quien escribe no es un joven, un veinteañero o treinteañero que experimenta el lado salvaje de la vida. No. Lo que Cormac escribe tiene que ver con la desolación, el desencanto de un alma adulta.

La Carretera (The Road) te envuelve en una oscuridad de la que es difícil deshacerse. Sitúa la acción en un ambiente apocalíptico. Algo (nunca se llega a saber qué) hizo que la tierra cambiara, que el fuego consumiera campos o ciudades, dejando ceniza y frío; que la ¨civilización» que hoy conocemos sea un vago recuerdo, casi un sueño del que ahora es complicado discernir qué fue real. En este mundo post-desastre, los hombres comen hombres. No hay animales ni comida. Todo está devastado, barrido por una fuerza superior que hace imposible creer en Dios.

¿Se imaginan? ¿La bestia humana suelta, sin ataduras, en una situación precaria, con el único objetivo de sobrevivir?

Nuestros protagonistas son un hombre y un niño, padre e hijo. Nunca tendrán un nombre. La tragedia no permite individualizar. Cormac se referirá a ellos como el hombre y el chico. Ambos deambulan famélicos por la carretera, intentando llegar a la costa, al mar, con un disfraz de esperanza que nunca se consigue concretar.

Mientras la lectura avanza, te consume el latigazo emocional de la Nada. Padre e hijo caminan, viven, respiran, pero sin una razón, rodeados de cadáveres, asesinos y caníbales, el sinsentido da paso a pequeños vestigios de ¿esperanza? ¿alegría? No sé, siento que en este relato no hay espacio para ramalazos de felicidad. Encontrar comida cuando estás desfalleciendo de hambre, podría ser una luz, pero en este caso sólo alarga la tortura, el no saber. Alarga esa carretera que parece interminable llena de atemorizantes y desconocidos peligros.

Salió a la luz gris y se quedó allí de pie y fugazmente vio la verdad absoluta del mundo. El frío y despiadado girar de la tierra intestada. Oscuridad implacable. Los perros ciegos del sol en su carrera. El aplastante vacío negro del universo. Y en alguna parte dos animales perseguidos temblando como zorros escondidos en su madriguera. Tiempo prestado y mundo prestado y ojos prestados con que llorarlo.

Hay escenas que te dejan con el alma rota, quebrada por un momento, mirando el papel como si fuera un martillo. En medio de ese caos, de ese mundo sin Dios, el hombre y el chico conservan un amor puro, filial, que contrasta de manera marcada con lo grotesco y lo inhumano que los rodea.

Son 210 páginas en que acompañás a ambos personajes, sufrís el hambre, el miedo, el dolor, el vacío, el cansancio. El final llega, para algunos, sin fuerza, como el final de un mal chiste. Hay quienes lo rotulan de happy end, de cursi, de fake. Para mí, lo contrario. Un final abierto, tétrico en su continua incertidumbre, que nos vende la idea que puede ser que la cosa mejore, pero ¿cómo estar seguros? ¿puede mejorar? Creo que no. El final es como empezar el libro de nuevo. Un círculo donde de haber continuación, seguramente tocaría la misma melodía.

Otro detalle que se le ha criticado es que el tema ya ha sido usado por n escritores de ciencia ficción, que se ha visto en n películas, no digo que no, es verdad, el tema del ser humano sobreviviendo en un mundo hostil ha sido tocado muchas veces. Pero si usáramos ese argumento, podríamos decir lo mismo de las historias de amor, de envidia, de guerras, en el fondo todas son lo mismo, lo que las hace diferente es la manera en que las cuentan (escritores) o las filman (directores).

No importa si Cormac ahora sea tildado de escritor de masas, me parece que su reputación de uno de los escritores americanos contemporáneos más relevantes es correcta. Tiene su estilo, su «voz», y es tan personal que podría contar la historia más cliché del mundo y aún así hacerla especial.

En este libro consigue sacudirte. Te conmueve la sacrificada marcha de padre e hijo, la constante referencia al fuego que llevan dentro, como si en el fondo todavía creyeran que en ese mundo que ya no es mundo, existieran aún la bondad, el amor.

Vamos, dijo el hombre. Todo irá bien. Te lo prometo.
Pero al inclinarse para mirar la cara del chico bajo la capucha de la manta mucho se temió que algo había desaparecido para siempre, irremediablemente.

Cormac es un gran escritor. Cuando terminé de leer La Carretera, me quedé perpleja y absurdamente triste.

Luego abracé al libro. Hacía mucho tiempo que no abrazaba un libro.

LO MEJOR: Conmueve
LO PEOR: Conmueve demasiado
LO MAS FALSETE:
LA ESCENA: cuando el chico ve al otro niño, cuando vieron al perro, el viejo de la carretera y cuando el niño le pide a su padre que lo lleve con él.
EL MENSAJE MANIFIESTO: El fuego sobrevive a la barbarie
EL MENSAJE LATENTE: Pero la barbarie reinará
EL CONSEJO: read it
LA PREGUNTA: ¿qué tal estará la película?

CURIOSIDADES

– El libro ganó el Pulitzer en el 2007.
– Cormac concedió (milagrosamente) una entrevista a Oprah que hasta hace un par de días se podía ver en youtube, desgraciadamente el copyright dejará con las ganas a los que deseen verla.
– A Cormac no le gusta explicar cómo escribe sus libros o de cómo nacen las ideas, ya que dice que todo lo que está escrito es lo que es. No hay nada que agregar. Sin embargo, en la entrevista concedida a Oprah comentó que la relación que tiene con su hijo sirvió como referente para el profundo amor que el hombre y el chico se profesan.
– Entre sus trabajos más destacados se encuentran ‘Todos los hermosos caballos’, primero de una trilogía y galardonado con el premio literario más importante de EEUU, el The National Book, al que siguieron ‘En la frontera’ y ‘Ciudades en la llanura’.
– Dice que no le gusta juntarse con escritores y que prefiere a los físicos.
– A finales del año pasado se estrenó la versión cinematográfica protagonizada por Viggo Mortensen (MI Vigo) y Charlize Therón. El director es un australiano que supuestamente tiene una muy aceptable ópera prima. Parece ser que Londra Films presentará la película en estas semanas. La espero con ansias y preocupación.

Desde mi cielo (Alice Sebold, 2002)

Y bueno, estaba más emocionada que perro en camioneta cuando me bajé de internet este libro (yes, mátenme amantes del copyright) Todo porque Peter Jackson se basó en este libro para su último filme Lovely the bones, y yo pensaba que si Peter lo eligió tendría que estar jodidamente bueno. Además, las reseñas regadas en internet lo avalaban y diversas revistas habían nombrado al bendito libro como uno de los mejores del año en que salió (2002). Ya ven hacia dónde me dirijo? Sí. Resulta que la primera mitad del libro está muy bien escrita.

Cuando empecé pensaba que estaba ante una gran obra. La idea de contar la historia del asesinato y violación de Susie Salmon y cómo el trágico hecho afectó a su familia y entorno, contarlo desde la perspectiva de la misma Susie, en primera persona, me pareció interesante. Me creí todo, Susie adolescente empezando a relatar la historia desde una especie de limbo, donde impotente seguía el desarrollo de lo que pasaba en el mundo de los vivos.

Susie es una adolescente que es salvajemente violada, cuyo cuerpo desaparece mientras su asesino queda libre. La policía sin pistas ni pruebas para hacer nada, se ve sobrepasada por el caso, su familia es incapaz de superar el terrible hecho, y conforme va pasando el tiempo las heridas que deja su desaparición se vuelven más notorias. Su vecino, un hombre enfermo, pedófilo, se campea a vista y paciencia de todos buscando una nueva víctima. Susie nos cuenta todo.Muy bonito. Hasta me arrancó una que otra lágrima (I know, ando más llorona que embarazada)… Y luego, después de envolvernos con esa mágica historia, después que le creés todo a Susie, a Alice, al pinche cielo, después se va al chancho con impulso. Pareciera que la autora no supo cerrar su historia, y luego de regalarnos etapas muy bien contadas, empieza a escribir parrafitos donde pasan meses o años. Muere Alice! Muere!! No podés. Ya lo de hmmm le voy a dar un nombre clave para que los que no lo han leído no lo huelan, lo de «Linda Blair» me pareció el colmo, tuve ganas de botar mi laptop por la ventana. Y siguió decayendo en las aguas oscuras de la falta de inspiración. No sé qué habrá hecho Peter Jackson, pero si yo fuera él, filmaba la película hasta la mitad y le quitaba todas las cosas estrafalarias que vienen después. En definitiva, un libro para leer hasta la mitad. Sí, han leído bien. Esa es mi recomendación. Gracias.

El desbarrancadero (Fernando Vallejo, 2001)

Ganadora del Premio Rómulo Gallegos 2003, esta obra se caracteriza por ser como un vómito, un escupitajo de su autor. A Vallejo se lo conoce por su gran gran libro La Virgen de los Sicarios, que incluso fue llevada al cine. Su estilo es irreverente, oscuro, soez, uno se imagina a Vallejo como alguien muy amargado, solitario, desconectado del resto. Generalmente, las obras de este escritor colombiano tienen un toque autobiográfico, y en El Desbarrancadero nos cuenta la experiencia que significó la muerte de su hermano Darío, aquejado de SIDA.

Ahí conoceremos a La loca (como llama despectivamente a su madre), el autor reflexionará de manera virulenta acerca del sinsentido de la vida, acerca de la gran mentira que es la iglesia, Dios y esgrimirá con rencor insultos contra el Papa Juan Pablo II. Nos contará cómo inició a su hermano en el mundo homosexual (él también es gay) y su gusto (de ambos) por los muchachos jóvenes. Pero detrás de esta ira contra todo y contra todos, veremos la agonía de dos hermanos. De Darío, al que se le escapa la vida irrevocablemente gracias a esa terrible enfermedad y de Vallejo, que impotente intenta de maneras descabelladas hacer más llevaderos los últimos momentos de su hermano.

En un párrafo, Vallejo escribirá:
cuando me llamó Carlos por teléfono a México a informarme que le acababan de apurar la muerte a Darío porque se estaba asfixiando, porque ya no aguantaba más y rogaba que lo mataran. Y en ese instante, con el teléfono en la mano, me mori. Colombia es un país afortunado. Tiene un escritor único. Uno que escribe muerto.

Fuerte no? El libro es eso, un homenaje a Darío, a un hermano. Se siente más como una catarsis del autor que embargado por el dolor recorre su memoria, reviviendo a ese que muere de SIDA. Y de paso, salda viejas deudas reconstruyendo en el papel su vida familiar, su relación con Colombia, su ausencia de nexos con eso que alguna vez fue su lugar de origen. Lo que te deja El Desbarrancadero es como su nombre, que suena a muerte, una muerte con la que Vallejo convive y a la que le habla.

Escrita con ese estilo corrosivo que le ha valido al escritor colombiano seguidores y detractores, a ratos se torna repetitivo, y de tanto repetirse puede sonar a algo similiar a una catarrera, pero no. Las palabras elegidas son las justas para el relato. Terminada la lectura sólo podés pensar que Darío y Fernando están muertos.

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