Ayer no sé porqué me acordé de Fabián Bielinsky.
A Fabián lo entrevisté el 12 de marzo del 2006 para la revista física de Aullidos. En esa época su segunda película estaba en boca de todos, quedé feliz por haber conseguido la entrevista y publicarla.
Un día me llaman del periódico para pedírmela…era el 28 de junio de ese mismo año. Tres meses después del contacto telefónico.
Bielinsky acababa de morir. Murió de madrugada, a los 47 años, de un infarto, mientras dormía en un hotel de Sao Paulo…
Lo anecdótico y freak de esta entrevista, es que en ella me mencionaba a Lucho Bender, director de Felicidades, al que recordaba con admiración y que había muerto de madrugada, por un infarto, a los 47 años en un hotel de Barcelona. Una triste coincidencia.
Bielinsky: Entre lo claro y lo oscuro
Por: Mónica Heinrich V.
Puede que El Aura sea la película argentina más importante del año pasado. Para no quedarnos atrás y dar el batacazo, decidí contactarme con Fabián Bielinsky. Para mi sorpresa, no hubo ningún problema…incluso le interrumpí su descanso, volvía del Festival de Sundance y de unos días que se tomó de vacaciones.
Llegué a pensar, hundida en la más absoluta consternación, que por ahí el tipo me iba a hacer el desaire. Pero no, nada que ver. El hombre es un profesional. Hasta horario flexible me puso. Y bueno, ahí estuve otra vez jodiendo con el contacto telefónico.
Yo, hecha la fina y la culta, le hablé sobre nuestra humilde publicación. Él, obviamente acostumbrado a las entrevistas, mucha pelota no me dio, pero igual con el calor de la charla se jue entusiasmando.
Esta vez, me había prometido no pautear las preguntas que le iba a hacer. Recientemente, leí una entrevista de Jorge Lanata que aconsejaba nunca hacer preguntas fabricadas, sino esperar que éstas surjan de la conversa. El gran problema es que yo no soy Lanata (gran descubrimiento) y la jugada me hizo pasar algunos sofocos y (para variar) sonrojos a la distancia. Sin embargo, ustedes, lectores amables y poco chinchis, sabrán entender y reconocerán el esfuerzo ante el empirismo pseudo periodístico.
La cosa jue más o menos así. Me leí algunos datos básicos del cineasta, y convencida de que el mundo es de quien se arriesga marqué su número telefónico. Al otro lado de la línea se escuchaba un alboroto tal que deduje que tenía mínimo unos tres peladingos jugando a su alrededor, jodiendo y molestando que daba calambre. Yo, armada de la paciencia que sólo la gratitud brinda solté mis inquietudes.
Fabián Bielinsky es un cineasta que tiene únicamente dos filmes en su lista. Esto no quiere decir que es un improvisado, al contrario. Bielinsky trabajó casi toda su vida como asistente de dirección o envuelto, por lo general, en la parte técnica de filmes que dirigían otros (léase Eliseo Subiela, Carlos Sorín y Marcos Bechis), además se fogueó en publicidad y co-escribió algunos guiones.
En 1998 filma Nueve Reinas, que se transforma en una ópera prima de mucho peso dentro del cine argentino. La película estuvo protagonizada por Ricardo Darín, Gastón Pauls y la Leticia Bredice (esa mismita que vino hace un par de años a nuestro festival de cine). Saquen sus calculadoras o sus ábacos y verán que Bielinsky (1959) dirige su primer filme a los 39.
Seguro que se lo han preguntado un millón de veces, pero ¿por qué teniendo tanta experiencia y “calle” en el ambiente del cine, tardó en hacer su primer filme?
No sabría decirte, no…no fue por nada en particular. La verdad es que estuve trabajando mucho tiempo, aprendiendo y cuando apareció la idea de Nueve Reinas, ahí me senté a escribir el guión, recién entonces me pareció que había algo que valía la pena filmar…
¿Y cómo surgió la idea de nueve reinas?
Más que nada tenía que ver con un tipo de propuesta que me daba mucho placer ver…Es un policial que tiene que ver con una especie de subgénero, que a su vez se relaciona con los estafadores, con los engaños, toda la idea de la mentira como un universo para una película me resultaba muy interesante.
A Nueve Reinas la crítica la trató muy bien y la taquilla también, ¿cómo tomó esa respuesta tanto del público como de la prensa?
Bueno, es lo que uno desea…pero aún así siempre sorprende. Fue muy unánime, muy intenso, la verdad que tuvimos mucho apoyo crítica y un gran éxito de público. Es lo mejor que a uno le pueda pasar…no es que suceda siempre, más bien es una combinación que no se da habitualmente, pero así sucedió en esta oportunidad.
A nivel de producción ¿Qué tan difícil fue filmar Nueve Reinas?
Durante un par de años traté sin éxito de conseguir producción para la película, de hecho nadie quería hacerla y la terminé haciendo porque gané un concurso de guiones cuyo premio era la producción de la película. De otra forma, no sé cómo hubiera hecho, porque la verdad fue rechazada por prácticamente todas las productoras de la Argentina.
¿Y el contacto con Ricardo Darín? ¿Era desde antes el actor que visualizaba para el personaje principal?
Él era uno de los posibles. Después me alegré mucho de haber tomado esa decisión, pero en ese momento yo no lo conocía…así que le mandamos el guión, le gustó mucho, lo fuimos a ver…tuvimos un muy buen primer encuentro, hubo mucho entusiasmo de ambas partes y nada, él fue adelante inmediatamente.
A raíz de Nueve Reinas pasó a formar parte de las promesas cinematográficas ¿Se considera parte de esa etiqueta que se maneja últimamente llamada “nuevo cine argentino”?
No, no, el nuevo cine argentino efectivamente es una especie de definición que la crítica generó a partir de la aparición de una serie de cineastas nuevos, pero está más ligada a otro tipo de estética, aunque las películas no se parecen mucho entre sí…o sea, no se puede comparar con un movimiento como el de la nouvelle vague, que había una clara consubstanciación de estética y temática, en este caso es más amplio. Pero yo no aparecía incluido en esa etiqueta, más bien aparezco aparte de todo esto, como en una zona un poco diferente.
¿Entonces, cómo definiría el cine argentino actualmente, tiene alguna característica que lo une?
No veo que tenga un elemento así muy contundentemente similar entre sí, justamente lo que tiene es una gran diversidad.
(En ese momento el teléfono (OTRO) nos interrumpe y Bielinsky me pide amablemente que lo espere, eso me da tiempo para pensar en mis preguntas (maldito Lanata). Luego de una breve pausa, regresa. Pide disculpas, le digo que no hay problema y seguimos…)
Pero pasaron cinco años para que vuelva a dirigir, ¿se tomó ese tiempo porque sintió que lo necesitaba o porque ya se encontraba trabajando en El Aura?
Todo lo que pasó en Nueve Reinas fue muy intenso y aproveché para tomar un descanso, además de estar con la película que tuve que acompañarla a muchos lugares. No tengo como una compulsión para filmar, solamente me dan ganas de filmar cuando hay algo que me interesa mucho o que siento que vale la pena. No me es tan fácil encontrar qué filmar, por lo menos, por estos rumbos. Me tomé todo el tiempo necesario, con mucha tranquilidad…inclusive, pienso que me pude tomar un poquito más de tiempo…
El Aura es una película que a pesar de la temática sobre el deseo de conseguir dinero a través del crimen, es muy diferente a Nueve Reinas…
Sí, es una propuesta totalmente diferente…casi incomparable, por el tema de que se trata de una visión más personal y humana del conflicto que presenta. El Aura, fue un experimento un poco extraño, porque era tomar los elementos del thriller, pero trabajarlos de un modo diferente, o mejor dicho, bastante diferente.
¿Qué cineastas tiene como referentes? ¿Qué tipo de cine le gusta?
A mí me gusta de todo, en general no tengo algo así…no te podría dar un nombre dejando otro de lado, porque en realidad es un poco la mezcla de todas las cosas que uno ha visto toda la vida a uno lo va formando…se va nutriendo de muchas diferentes fuentes. En general, siempre me había inclinado a un cine narrativo, un cine que tenga que ver con la historia, un cine más clásico si se quiere y, en general, más ligado a la tradición americana.
En alguna parte he leído que lo comparan con un dejo de Hitchcock o Cronnemberg…
Bueno sí, realmente la gente cuando escribe también pone las referencias de ellos mismos, no siempre son estrictamente acertadas. Obviamente, que todas esas menciones son súper halagadoras (risas), son nombres extraordinarios…En El Aura, en particular, hay una mezcla un poco rara que por un lado existe un personaje muy oscuro (Darín) y contarlo todo desde este personaje, y los elementos del thriller que están un poco difusos…de todas formas, no era lo que más me interesaba esta vez, no era tanto el armado ingenioso de la situación, sino la vivencia del personaje respecto a lo que le pasaba…entonces, hay muchos elementos que están un poquito difusos o que conectan de un modo raro, o inclusive el ritmo mismo de la película que no es tan fácil…
Exactamente, esta película para qué tipo de público es, porque hay gente que se queja de que está leeennnta (tal cual lo leen, con esa entonación)
Sí, sí…hay gente que no le va la lentitud y yo los entiendo perfectamente, hay otros a los que no les molesta. Obvio que es para los que no les molesta (risas)…la verdad es que jamás, jamás se me pasó por la cabeza hacer la película de un modo u otro pensando llegar a la mayor cantidad de gente posible, la otra película llegó a un montón de gente y me alegro, pero no es la forma de encarar el trabajo. Sabía que en este sentido, El Aura es más restrictiva, y que habría gente que un ritmo así no le iba a ir…pero siempre pienso qué es lo que le hace bien a la película y cuál es mi propuesta…No es que no piense en la gente que la va a ver, pero no puedo pensar en tratar de juntar la mayor cantidad de gente posible…
Pero igual ha tenido muy buena taquilla…
En Argentina está teniendo muy buena taquilla, teniendo en cuenta que es una película más difícil, complace menos…angustiante a ratos, pero no creo que pase en todos lados. Honestamente, en algunos lugares quizás funcione mejor y en otros no tanto, es una película más árida. Y bue´…si uno quiere investigar un poquito más esas zonas…explorar un poquito, tiene que saber que el riesgo es precisamente ese…
Repitió Darín ¿no?…
Sí, porque trabajar con él fue fantástico…es un actor buenísimo y aparte es un colaborador extraordinario para el trabajo mismo…
¿Es verdad que El Aura es un proyecto que lleva en su cabeza como 20 años?
La idea original la escribí hace 20 años…la escribí cuando era un jovencito y la retomé ahora. Tomé la idea, empecé a retrabajarla y sí, evolucionó hacia un lugar muy diferente. De hecho toda esta cosa oscura, esta cadencia, esta especie de cosa más torturada, más interna…todo eso es nuevo, no estaba en la idea original.
…eso lo debe dar la madurez ¿no? (ya estuvo, le dije viejo al señor)
(risas)…y…qué sé yo. Lo cierto es que uno va cambiando. Sin duda, es una satisfacción y un alivio saber que uno no es igual a los 20 que a los 45, que las cosas van cambiando y que si uno se deja llevar, efectivamente aparecen cosas nuevas que están muy distanciadas de aquello, más allá de que la idea más o menos se parezca, todo lo demás cambia. Eso es lo que pasó en este caso.
El Aura fue elegida para representar a Argentina en los Oscar, aunque ya sabemos que no la eligieron…¿en ese momento le quitó el sueño?
Lo lindo es que es gratificante porque la selección aquí la hace la Academia del Cine, que elige a la película que representa a Argentina, eso significa que son varios cientos de personas que pertenecen a la industria del cine (actores, directores, escenógrafos, iluminadores, etc.), son los que votan y eligen. Entonces, que hayan votado por El Aura es muy halagador, y está bueno, sobre todo porque viene de los colegas que hacen lo mismo que uno y de algún modo eso es muy gratificante. Ahora, ya después, son muchas películas muy buenas de todas partes del mundo, aparte por el tipo de película que es El Aura no tenía mayor expectativa de que pudiera pasar algo y no me equivoqué.
Pero, ¿entre un premio del festival de Cannes y un Oscar?
Bueno, ambas cosas son premios muy importantes que están en la mitología del cine. Cualquiera son premios de muy alta exposición y son siempre súper gratificantes, no me pondría a elegir uno u otro, porque honestamente he visto películas ganar Oscars que eran extraordinarias, y otras que no se lo merecían. Del mismo modo en Cannes han ganado películas realmente espantosas o se ha premiado a alguna de las mejores películas de la historia del cine, todo es bastante relativo. En función de premios, no me cabe duda que es así…y te lo digo desde un lugar de ganarlo. Es muy halagador, es muy lindo, uno festeja, va y cena con los amigos, pero hay que darle la trascendencia que verdaderamente tiene….que no es mucha.
¿Y la crítica?
Es un referente importante en cuanto a ver un pensamiento sobre la película, que no es el definitivo, ni mucho menos. Hasta ahora he tenido bastante suerte, la recepción de la crítica de El Aura fue buenísima, incluso más allá de lo esperado…de la lógica. La verdad que fue unánime, en los términos más elogiosos posibles, qué sé yo, así como podés tomar el asunto con pinzas cuando son malas, también tenés que hacerlo cuando son buenas. No hay que creérsela, son visiones de gente. En España tuve críticas muy buenas y otras muy malas, creo yo que la verdad debe estar en un punto intermedio, eso lo tiene que buscar uno solito. Hay un momento en que uno desea escuchar o leer opiniones completamente ajenas a la película y a veces la crítica, tiene esa función para uno. Estás tan metido en la película que ya no tenés mucha idea objetiva.
¿La prensa argentina es jodida?
A mí la verdad siempre me han tratado muy bien. Uno sabe que cuando hace películas está expuesto a la opinión, a la crítica. Es así, son las reglas del juego. Uno no se va a enojar porque te tratan mal, sí te tenés que enojar si te tratan con falta de respeto. A veces sucede que el crítico encuentra en su columna la posibilidad de ser sarcástico, de herir, de lastimar…no a mí, pero me ha pasado ver cosas sobre colegas. Hay un punto donde la opinión es perfecta pero no tiene ningún privilegio burlarse de alguien o de su trabajo. Eso sí puede generar enojos. Pero si el crítico es respetuoso, la regla del juego dice que le puede gustar o no.
De sus colegas argentinos, ¿qué director le gusta?
Hay muchos directores argentinos muy buenos, si te tengo que nombrar a alguien que lamentablemente para mí era un director que estaba destinado a hacer cosas muy interesantes, pero murió muy joven hace unos años, es Lucho Bender. Él hizo una sola película, después de mucho esperar, hizo Felicidades.
(entrevistadora consternadísima) ¿¿Se murió el de Felicidades??¿Y cómo?
Sí, Lucho murió desgraciadamente a los 47 años de un ataque cardiaco.
Uyyy, qué peeena…
Sí, sí…muy penoso…A mí me dolió muchísimo porque lo conocía bien, aparte de lo más importante que era papá de dos nenas, y tan joven, a nivel cinematográfico era uno de los tipos más interesante que estaba apareciendo en el cine argentino y tuvimos esa mala suerte…A mí me gusto muchísimo Felicidades, fue una película que dividió opiniones, pero realmente extraordinaria.
(Se hace una pequeña pausa incómoda en que mi ausencia de pauta se pone en la bifurcación de seguir dándole manija al tema triste o cambiar de aires. Me decido por lo segundo)
Bueno, ¿y del cine en general, cree que hay carencia de ideas…que se ha vuelto repetitivo?
A nivel mundial ha caído la creatividad, o no sé, quizás es un poco de ataque nostálgico, porque yo tengo la sensación de que los 70s era una catarata imparable de maestros en todas partes del mundo, mostrando cosas siempre nuevas y originales. Creo que eso ya no se da tanto.
Volviendo a su trabajo, y de fama ¿cómo andamos?, ¿lo reconocen por las calles? ¿Por ahí, algún estudiante o aspirante a cineasta lo jode?
Los directores siempre tenemos la chance de que si hiciste una película conocida te reconocen, y si no, no. Tuve la oportunidad de ver lo que significa la popularidad extrema con alguno de mis actores, con Darín por ejemplo…y es muy difícil vivir, salir a la calle…no, no,no…de vez en cuando, la gente me reconoce, se me acerca, charla, pero de una manera muy moderada…Para mí es la dosis justa que uno puede querer de anonimato. Yo prefiero que no me conozca nadie, te lo puedo asegurar…
¿Qué le diría a alguien que sueña con hacer una película, que desea hacer del cine su vida?
Que es un oficio complejo y que es muy difícil obtener lo que uno quiere. De todas formas, no podría decirle a nada más a nadie aparte de que lo intente, que se la juegue, y que haga lo que quiere hacer. Uno puede arrepentirse o le puede ir mal con el cine, pero mucho más se arrepentiría si no lo intenta. Posiblemente pasar por una escuela para tener una visión más global de la cosa y después trabajar mucho. Tener la chance como la tuve yo de ser un técnico por mucho tiempo y empaparse del asunto desde abajo, eso ayuda mucho…se entiende el fenómeno completo cuando se hace.
Para finalizar ¿ya tiene otro proyecto en mente?
No, tengo ideas y cosas que tengo dando vueltas en la cabeza, pero todavía no.
Ahí le agradezco atropelladamente su tiempo y, como nunca en la vida, termino la entrevista a las carreras. Nuevamente, mil veces maldito Lanata.