LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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We are the world (Parte 5)

Por: Mónica Heinrich V.
1) Infancia Interrumpida (Erik Refner)

Esta foto ganó el premio World Press 2001. El cuerpo de un niño afgano muerto en un campo de refugiados en Pakistán, está siendo preparado para su entierro. Contrastan con su angelical reposo, las manos que cubren su cuerpo. Manos adultas, manos ancianas, que a diferencia de él, tuvieron la oportunidad de crecer y vivir. El niño tenía un año, y su muerte ocurre antes de la caída de las Torres Gemelas, víctima de la sequía, la hambruna y el éxodo de un pueblo que ya sufría tragedias. Refner es un reconocido fotoperiodista danés. Estudió en la Escuela Danesa de Periodismo, y ya antes de graduarse había ganado numerosos premios.

2) Ellos también lloran (David Turnley)El sargento Ken Kozakiewicz llora desconsoladamente por la muerte de un compañero suyo durante la Guerra del Golfo (1991). En esa época los militares controlaban cada imagen que salía de Irak. En USA (al igual que ahora) nadie quería que el dolor que causaba la guerra, se hiciera masivo. El fotógrafo David Turnley, capturó el momento en que el sargento Ken es informado que la bolsa del costado, contiene el cuerpo de un miembro de su comando. La foto, al salir a la luz, se convirtió en símbolo de la Guerra del Golfo. Aquí es cierto que una imagen vale más que mil palabras. 10 años después, en el 2001, el protagonista comentó que esa mítica foto contiene una de las pocas veces que ha llorado en su vida. Tenía 22 años. Al ver la foto reflexiona: «Estábamos peleando por el precio del petróleo, no era otra cosa», «Tengo problemas para dormir, flashbacks de lo que viví allá…desearía que la foto no hubiera sucedido nunca, al igual que la guerra».

3)¿Niños? (Larry Towell)

Esta foto fue tomada en 1993, en Gaza. Niños palestinos empuñan en gesto desafiantes armas de juguetes. Fue tomada por Larry Towell, un fotógrafo que desde 1993 hasta el 2006 ha reunido un trabajo impresionante que dio paso a dos libros, “Entonces Palestina” y “No Man’s Land”. Como así también el premiado documental “Indecisive Moments”. Towell, en esta fotografía, muestra una realidad difícil de digerir. En Gaza conviven, o mejor dicho, sobreviven como pueden dos culturas, cuyo enfrentamiento lleva tanto tiempo y es tan arraigado, que los niños no escapan a esa división.

4) Dance (Tomasz Gudzowaty)

Para finalizar, y no dejar una nota amarga, tenemos a Tomasz Gudzowaty. Se trata de un gran gran fotógrafo polaco (cuando no) que ha ganado importantes premios internacionales. Aquí la recreación de una clase de baile…sólo que el detallito es que sucede bajo el agua. Linda y artística.

Todo sobre Eva

Por: Mónica Heinrich V.

Se abre oficialmente un nuevo espacio para una de mis más escondidas filias…fanfarrias, por favor…: Las telenovelas coreanas. Ya, pueden soltar la serpentina y los fuegos artificiales.

Hace muchos, muchos años, me encontraba haciendo zapping cuando ZAS! caí de golpe y porrazo en Panamericana (canal peruano), y vi (según yo) a dos chinas. La cosa no llegó a mayores y el zapping continuó con esa violencia y rapidez de la que compañero de butaca se queja siempre.

A los días, otra vez las chinas, y claro, me costaba un mundo reconocer quién era quién, o qué carajos estaba pasando. Era Todo sobre Eva.

En esa época, Panamericana la pasaba infinitas veces, e incluso el episodio del día venía con la mitad del episodio anterior. De a poco, sin darme cuenta, me fui enganchando.

Y fue así cuando al finalizar Todo sobre Eva, me había convertido en una fan de las telenovelas coreanas. Al hacer un breve rastrillaje en la web, resultó que NO era la única, el mundo estaba plagado por gente de distintas nacionalidades y culturas que se habían rendido ante la magia coreana. Benetton jamás se lo hubiera imaginado.

El fenómeno de las novelas coreanas es muy muy interesante. Me ocuparé sólo de las coreanas, porque aunque las japonesas, taiwanesas y otras asiáticas, intentan imitarlas…NO ES LO MISMO, diría Alejandro Sanz.

El formato es simple: generalmente se trata de historias que duran entre 15 a 20 capítulos. Algunas veces pueden exceder esa cantidad, pero están casi siempre en ese rango. El género abarca desde el drama, romance, comedia hasta fantasía, policial, suspenso.

¿Qué es lo que las hace especial? Pues que los coreanos son gente muy talentosa, y contrario a las novelas mexicanas, venezolanas, colombianas y demases, ellos crean historias muy bien argumentaditas, entretenidas, con personajes bien construidos. La fotografía no es la típica fotografía chota de novela corriente, se preocupan hasta por la banda sonora, y en términos generales se trata de productos muy bien elaborados. Su mayor virtud es que a pesar de venir de una cultura tan lejana y diferente como la coreana, la empatía que lográs con los personajes es casi inmediata.

El éxito es tal, que las ventas de los derechos de exhibición han significado una ganancia de más de 28 millones de dólares sólo durante el 2003, a estas alturas, con tantos novelas que están siendo dobladas, la cifra debe ser mucho más alta.

Todo sobre Eva fue el primer drama coreano que vi. Lo he visto como cuatro veces, e incluso en nuestras épocas de Banda Ancha, insistimos para que Full Tv lance como pionero novelas coreanas, anticipándonos a Unitel. Full Tv consiguió los derechos de Todo sobre Eva y de Un deseo en las estrellas. Sin embargo, nunca supieron sacarle partido. Hace un par de años, Unitel se sumó a la ola coreana, y ahora emite regularmente novelas como Escalera al cielo, Otoño en mi corazón y otras.

Esta es una breve introducción a un fenómeno que ha generado fans, webs, merchandising, DVDs, fansub, incremento del turismo en Corea, etc., a partir de ahora, daré rienda suelta a mi respectivo fanatismo contándoles de algunas de estas experiencias.

Para empezar, con bombos y platillos, hablaremos de Todo sobre Eva. Se trata de un drama que fue estrenado en Corea durante el 2000, y cuando digo drama, es que es un DRAMA, nuestros protagonistas lloran casi todos los capítulos, siendo los últimos… una imagen justa para la metáfora “mar de lágrimas”.

Sun-Mi es una chica buena y ñoña, de esas que parecen primas hermanas de Hello Kitty. Huérfana de madre, vive con su padre una vida tranquila y feliz. Está enamorada desde siempre de su amigo del alma Woo Jeen.

Como en toda telenovela que se precie, tiene que existir la mala, la mala perra…y esa no es otra que Young Mi. Contraria a la existencia despreocupada y pura de Sun Mi, Young Mi vive en la pobreza, hija de un padre maltratador que repentinamente muere en un accidente, dejándola sola en el mundo. Young Mi, por todo lo malo que le ha pasado, fue prostituta, y desarrolló una amargura y ambición poco acorde con su aspecto frágil y aniñado.

El padre de Sun Mi era el jefe del padre de Young Mi, y cuando éste muere, el señor siente pena por la joven chica huérfana que le recuerda a su hija, y decide ayudarla a salir adelante. De esta manera las vidas de nuestras protagonistas se cruzan.

Una vez Young Mi conoce a Sun Mi, le tendrá una envidia y un rencor casi inmediato. Sun Mi tiene la vida que a ella le hubiera gustado tener. Sun Mi es pura, está rodeada de gente que la quiere y ve en ella la luz, mientras que Young Mi siempre carga con la sombra de su pasado.

¿Qué es lo que Sun Mi desea más? El amor de Woo Jeen ¿Qué puede hacer Young Mi para lastimarla entonces? Robarle ese amor. Aparte de los conflictos amorosos, ambas estudian para ser parte del mundo de la televisión, al ser de la misma edad, también son rivales de universidad y rivales de trabajo. Allá donde Sun Mi vaya, Young Mi irá tratando de boicotearla y quedarse con todo.

La historia avanza, aparece un nuevo personaje: el adinerado Hyong Cheol, dueño del canal donde ambas jovencitas pelean día a día. Lo que era un triángulo se convierte en un cuadrado de dramáticas consecuencias.

El drama es condimentado con personajes secundarios que le ponen algo de humor y que es también, muy característico de los KoreanDramas. A pesar de ser sólo 20 capítulos, cuando te acercás al final, te das cuenta que has vivido con los protagonistas un periodo de tiempo de alrededor de 5 años o más.

Una vez llegás a la resolución, la historia te conmueve. En la vida y en el mundo, las cosas no siempre son negras o blancas, hay matices. Los coreanos aplican eso para crear sus personajes. En este caso, el dramatiquísimo desenlace te pone el corazón en la boca, e incluso a compañero de butaca (SI, se la hice ver) lo dejó abatido.

Filmada también en Londres, con un reparto excelente, muy linda fotografía y un tema musical difícil de olvidar (You can`t say)…Todo sobre Eva, sin duda es un clásico de las novelas coreanas, de esas que siempre querés volver a ver, al punto que te conseguís copias del original original y en días de lluvia, cuando querés llorar un poquito y hacer catarsis, ponés el DVD y voilá!

Lo mejor: Emotiva, bien filmada, personajes coherentes y bien construidos.

Lo peor: Que no se siga ese modelo en latinoamerica y nos sigan dando novelas pelotudas

Lo más falsete: En las novelas, siempre habrán cosas falsetes, quizás la grandilocuencia de ciertas escenas, pero es parte de su encanto.

La escena: Cuando Woo Jeen dice que Young Mi está enferma, y que él está más enfermo por seguirla queriendo a pesar de eso/ Otra, cuando Sun Mi es consolada después del entierro/ El final, cuando se abrazan/ El esperado Beso.

El mensaje manifiesto: La vida es dura para algunos.

El mensaje latente: Te podés encontrar un tipo amable, que se resista ante tu némesis, que sea un caballero, bien plantado y con plata, sí…existen (jejejejeje)

El consejo: Vela, es muy bonita

La pregunta: ¿Por qué no le fue mejor a la actriz que interpreta a Young Mi?

CURIOSIDADES
– La actriz Lee Eon Jeong, protagonista de My Girl, aparece por breves segundos como una modelo.
– Estuvo al aire por primera vez, del 26 de abril al 6 de julio del 2000.
– El año que salió ganó varios premios como Mejor Novela del año.
– Jang Dong Gun (Hyong-cheol Yoon) ha actuado en películas de grandes maestros del cine coreano como Kim Ki Duk y Chen Kaige, entre otros.
– Cuando se filmó la novela, las protagonistas tenían 20 años (Young Mi) y 21 (Sum-Mi). 20 tenía también Hyong Cheol, mientras que Woo Jeen contaba con 27.
– Kim So Youn que interpreta a la malvada Young-Mi, tuvo roles pequeños en dramas que pasaron desapercibidos, sin embargo ha vuelto al candelero gracias a Prossecutor Princess e Iris.
– La actriz que pone la voz a Sun-Mi es Dulce Guerrero, quien ha dado su voz a Nicole Kidman, Jennifer Connelly, Jennifer Aniston y muchas otras actrices. También es conocida por ser la voz en español de Fiona (Shrek). Por su parte, el actor que dobla a Hyong Cheol es Martín Soto, quien ha prestado su voz a Jeff Daniels, Robert de Niro y otros.
– Los protagonistas masculinos se hicieron grandes amigos en la vida real.
– Chae Rim (Sun-Mi) estuvo casada con la estrella de música pop Lee Seung Wang (12 años mayor que ella), el 2006, después de sólo 3 años de matrimonio, se divorciaron citando diferencias irreconciliables.
– Las canciones principales de la serie True Love son cantadas por el grupo coreano Finkl y You can´t say es interpretada por el grupo coreano Mina.
– Se ha anunciado un remake chino.

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CINE: Casting / El Turista

por: Mónica Heinrich V.

El otro día vi un status de facebook que me hizo morir de risa: ¿Piedad? Eutanasia al cine nacional.

Como amante del cine (no nacional, cine a secas) digamos que lo de eutanasia aunque revista humor negro, hace que mi corazoncito sangre. Pero qué puedo hacer, si este año nos deja productos tan malos que provocan autolaceraciones y simulacros cinefilosuicidas. Creo que lo peor del año ha sido Pocholo y su marida. Aún así, es MUY difícil elegir, ya que ese podio se lo pelean codo con codo otras producciones que nos dejaron con la jeta abierta al descubrir que esa noria en la que ha caído el cine made in Bolivia parece no tener fondo.

Con esa perspectiva pesimista y a sólo tres días de concluir este 2010, se estrenó CASTING. Visto el trailer, no me esperaba gran cosa, pero los comentarios del mundillo audiovisual empezaron a inflar las expectativas, entonces la creencia de que NO podía ser tan mala se instaló en mi alma. Así llegué a la premier. Cándida, esperanzada, y contenta.

Ante una audiencia reducida para este tipo de presentaciones, la película comenzó. Recuerden que CASTING se ha vendido como un ladrón de virginidades. Para más señas, es el PRIMER filme gore del cine boliviano.

Gore. Nada más y nada menos que gore. Como seguidora del gore, si me decís que vas a hacer gore, espero gore, mucho gore. Y si sos pendejo, encima de gore me das una buena película. Braindead de Peter Jackson, Blood Feast de Lewis, Alta tensión de Alexander Ajax (me da flojera googlear, así que perdón si algún nombre está mal), La cabaña sangrienta y hasta la primera Saw, tienen su toque ultra gore pero al mismo tiempo su tufillo a aceptable buen cine.

En el caso de Casting hay buenas y malas noticias. ¿Empezamos con las buenas? Pues a nivel técnico está muy bien. Finalmente vemos gente que sabe manejar cámaras, hacer postproducción y entregarnos un producto que a nivel visual no es desagradable ver. Buena fotografía, buen montaje, relativamente bien actuada, o sea, si nos vamos por ese lado, podríamos decir que Casting deja un buen sabor de boca y la promesa de que los involucrados pueden en el futuro sorprender.

Otra cosa buena es la idea base. Onda snuff movie, pero con toques de humor. Dos directores tienen una visión apasionada para hacer un filme de terror, graban todo el proceso, se juega con que lo que vemos es una película dentro de una película. El casting, comienza como cualquier casting, hasta que encuentran a «la indicada». De ahí en más veremos que los involucrados quieren llevar lo real hasta las últimas consecuencias.

Hasta ahí las buenas noticias. Una pena que un producto que tiene elementos que la podrían hacer aceptable, no consiga cuajar. Las fallas recaen, en gran medida, en una trama que nunca convence, y una premisa de «chacota», «humor», que intenta ponerse seria y dramática al final, pero de una forma muy tirada de los pelos. Mientras salen los créditos pensás que viste una huevada mayúscula.

Y ojo, el tono cómplice, coloquial, chabacano del inicio del filme pudo ser simpático y aportar, pero al no estar bien manejado, se queda en las intenciones. Otra cosa es el gore, sí hay escenas que hicieron que algunos levantaran sus manos y se taparan los ojitos, pero para quienes hemos visto gore pesado, gore, gore, gooooooreeeeeeee, Casting es un cuento de hadas.

La vuelta de tuerca que pretende sorprender al espectador y que es intercalada con cursis imágenes de la vida linda y ñoña de la protagonista, no convence. Una vuelta de tuerca que fiel a los clichés del género nos dice que el asesino es el mayordomo. Las buenas intenciones para variar abundan, esta vez con mucho mejor resultado  a nivel técnico que las otras nefastas películas que se presentaron este año, pero ni eso alcanza para decir que Casting salvó el 2010.

No obstante, el filme es entretenido, no aburre, y como recalco, porque merece ser recalcado, a nivel técnico no hay mucho que objetar. Esperemos que el 2011 lo terminemos sin saber qué película elegir como la mejor, que podamos hablar con orgullo del buen cine que se hace en este país. Mientras tanto, toca guardar un triste silencio, correr las cortinas, y cubrir con un manto de olvido este 2010.

Lo mejor: aspectos técnicos muy logrados, buenas intenciones y entretiene.

Lo peor: guión mal planteado, ñoñeces para un filme gore, y un final que al que le sobra todo el pedazo que le sigue después del golpe y el corten.

La escena: cuando le escarban ahí abajito, hizo retorcerse a varios

Lo más falsete: la historia

El mensaje manifiesto: hay talento y habilidad técnica

El mensaje latente: falta trabajar guiones

La pregunta: ¿será que el año que viene la cosa se pondrá mejor?

POR QUÉ? POR QUÉ??

De Casting vaya y pase, pero lo que es inconcebible es que un tipo que hizo una película tan bella como La vida de los otros, haga una grandísima estupidez como El Turista. Y no me malentiendan. Cuando el filme terminó, yo dije: qué huevada, pero por lo menos entretiene un rato. Recién cuando vi los créditos y me di cuenta que la dirigió y semiescribió Floren Henckel fue que me indigné. Grité: NOOOO, mientras mis compañeros de butaca me preguntaban QUE PASA, QUE PASA. Pasa que el hijo de pooh de Floren se mandó una peícula que hace pensar que La vida de los otros fue un accidente.

Protagonizada por el monumento a la anorexia Angelina Jolie y un mucho mejor alimentado Jhonny Depp, El Turista plantea un argumento cuando menos simpático. Una tipa (Angelina) tuvo un amorío con un desfalcador que se huyó con un montón de plata que le robó a un gángster. Millones y millones de dolaritos. Como la tipa quedó botando baba por el pelotudo, los servicios de inteligencia y los mafiosos robados, no la dejan ni a sol ni a sombra esperando que el ladronzuelo intente contactarla y ellos griten: Matanga dijo la changa.

El contacto se da a través de una carta en la que el huido le da indicaciones a Angelina para volver a estar juntos. Dichas indicaciones incluyen contactar a un desconocido de su altura y peso, con facciones similares, para el despiste, así los que la siguen creen que es él que se hizo cirugía plástica.

Sí, he dicho cirugía plástica. Ajá. El desconocido resulta ser Jhonny Depp un aparente e inocente profesor de matemáticas al que la Jolie contacta en un tren. Rendido ante la belleza famélica de la tipa, Jhonny se embarcará en la aventura supuestamente sin sospechar lo que se le viene encima.

Ya. Todo bien. Digo, no han descubierto la pólvora, claro, pero como dije, entretiene. Una huevada sin pies ni cabeza que entretiene. INSOPORTABLE en las escenas que Jolie camina y como si fuera spot de perfume francés todo cojud@ viviente la mira pasar con arrobamiento. O sea, hago un rewind en mi mente y no puedo creer que sea FLOREN, precisamente FLOREN el que haya dirigido ese tipo de escenas. Dónde quedó la sutileza, la sobriedad, el encanto, el talento mostrados en La vida de los otros. DONDE.

Ni siquiera situar la acción en Venecia, los paisajes, el vestuario y el despliegue técnico que se hizo, hacen que El Turista zafe. La química entre Jolie y Depp es tan inexistente que dan ganas de llorar, parecen ese tipo de parejas que junta el internet, porque no pegan con nada.

El final, que seguro los creadores piensan que es ingeniosísimo, se huele desde la mitad, y resulta tan absurdo que aunque lo intuís secretamente deseás equivocarte. La escena del I LOVE YOU, hace que otra vez me pregunté si alguien le compró el nombre a Floren y lo suplantó, porque MI DIOS, no podés filmar algo así si tenés un mínimo de talento como el ya demostrado por este director alemán.

El Turista, filme muy decepcionante. Ni siquiera por el filme mismo, sino por quien lo dirige. Una pena, espero que esto sea sólo una pisada de guineo, y que la tercera película que haga, nos borre de la mente esta mala impresión. La vida de los otros tiene la fuerza suficiente para que no corran ríos de odio, y para que AUN después de este terrible impasse haya esperanza en Floren. Habrá que esperar.

Lo mejor: entretenida y de buena factura

Lo peor: que la dirija Floren Henckel, un tipo que dirigió una película tan hermosa como La vida de los otros

La escena: la del I LOVE YOU, me quería botar de un décimo piso.

Lo más falsete: la el I LOVE YOU y el final claro.

El mensaje manifiesto: si hay plata no importa filmar cualquier cagada

El mensaje latente: podés ser talentoso, pero igual terminás haciendo cagadas

La pregunta: ¿Floren Henckel se recuperará?

Inocencia

Por: Mónica Heinrich V.

El otro día le contaba a un conocido sobre la ola de asesinatos perpetrados en jardines infantiles en China. Los analistas, psicólogos y sociólogos estimaron que la creciente ola de perturbados mentales (mas de 5 hasta mayo del 2010) estaba directamente relacionada con los cambios económicos y sociales que vive el país asiático. Concretamente un supuesto desarrollo económico, el estrés que genera esto para el ciudadano promedio hasta entonces censurado y controlado por el Estado, y la desaparición de ayudas vitalicias que antes eran parte del sistema.

Dicha situación ha creado un quiebre que se aprecia en conductas bizarras como asesinatos en masa, suicidios, y el aumento de la criminalidad en general.

Zhang Peng es un fotógrafo, pintor chino, que precisamente toma el mundo infantil para dar una visión desesperanzada y dolorosa de lo que percibe como su entorno. Sus fotografías han ganado premios en muchos festivales especializados y tienen como característica principal el uso de niños en apariencia inocentes, frágiles, desvalidos, que se contraponen a un contexto oscuro, hasta perverso. Los ojos de sus modelos han sido retocados, con el sólo afán de mostrar la tendencia imperante asiática de recurrir a la cirugía plástica para imitar los ojos occidentales.

«Mi niñez fue extremandamente escalofriante. Mis padres peleaban violentamente todo el tiempo porque no teníamos suficiente dinero. Cuando ellos peleaban yo buscaba lugares para esconderme y desaparecer dentro de mi mente».

«Las niñas que fotografío son cualquiera y yo mismo. En la China moderna, los niños crecen más rápido y sus vidas son más complicadas porque ahora China tiene dinero. Los niños, desde la más tierna infancia están aprendiendo a amar el dinero y a creer que es lo importante».

«Muchas cosas que ves no son reales. Lo que hay debajo de la belleza y la magnificencia es un interminable dolor que nadie conoce»

Los expertos dicen que Zhang Peng es la nueva cara del arte contemporáneo en China, y que su obra refleja esa dura transición. Sin embargo los críticos del artista se preguntan si la argumentación para entender el «tono» de su obra, no queda chica ante un límite que algunos piensan se ha rebasado.

Dirán lo que quieran, lo que no se discute es el impacto visual y el talento del chino. Quizás lo lindo hubiera sido que se tope con el poeta Ryusui Yoshuida que en una frase triste y optimista al mismo tiempo, arroja luz en esta pestilente cloaca que a veces parece el mundo:

“El niño perdido en el bosque llora, pero sigue persiguiendo mariposas»

Lucho

Por: Mónica Heinrich V.

Luis Espinal. La primera vez que escuché hablar de Luis (perdonarán las confianzas) fue cuando tenía unos 11 o 12 años. Mi padre que ha sido una persona ligada a ese tipo de temas desde que tengo uso de razón lo mencionaba alguna vez, junto con el nombre de Marcelo Quiroga Santa Cruz. Desde entonces, me quedó claro que se trataba de alguien importante. Importante por su legado, importante por la manera en que fue asesinado, por el contexto, por las reacciones generadas en una sociedad generalmente pasiva a la hora de rendir homenajes y claro, descubrir que Luis era cinéfilo sólo contribuyó a generar más simpatía por el personaje.

Pasaron los años, crecí, Bolivia continuó siendo esa olla a presión que cocina langostas vivas, y Luis Espinal se quedó suspendido en el tiempo, como un recuerdo triste del horror vivido durante la dictadura de García Meza. Se puede decir que Luis fue evocado por algunos, pero en líneas generales se convirtió en un “mártir” bastante olvidado. El hecho de que alguien saque un audiovisual que recupere su figura, ya era un gol de media cancha. Por eso, cuando vi en cartelera Lucho SanPueblo, me sacudió la curiosidad, el entusiasmo y una empatía a priori.

Lucho SanPueblo es un supuesto documental dirigido por el Padre Eduardo Pérez Iribarne. Hasta ahí, vamos bien. Pérez Iribarne es conocido como periodista de radio FIDES y también fue mucho tiempo parte de la televisión nacional. Para más inri fue colega y amigo del fallecido Luis, por lo que, estimo, existen elementos emotivos a la hora de hacer Lucho San ueblo.

El problema está en que las buenas intenciones nunca son suficientes, y lo que intentó ser un tributo, ofrenda, o deuda histórica, se convierte en una tortura para quienes vamos al cine esperando ver a la figura de Luis reivindicada, o los que van buscando vivir un tardío duelo: llorar y añorar.

Las primeras imágenes en las que ves fotos de archivo con un marco azul similar a los que usan los videos caseros de quinceañeras, no podían ser un buen augurio. Ni siquiera pienso discutir qué elementos componen o no componen un documental, sino afirmar que Lucho SanPueblo más parece un reportaje para la televisión de los años 80s. El Padre Pérez Iribarne dirige un trabajo en que el protagonista es él mismo. Sí hablan de Luis Espinal, sí todo gira alrededor de Luis Espinal, pero la forma en la que fue llevado a cabo se quedará en tu retina por las intervenciones bizarras de Pérez Iribarne.

Lucho SanPueblo intenta recrear la vida de un mito, de Luis Espinal. Esa recreación abarca desde sus años en España, su introducción a la religión, su venida a Bolivia, su intenso amor por el cine, su trabajo como crítico, como radialista, su participación en Chuquiago, a la par de estas inclinaciones artísticas… su lucha por las clases más desfavorecidas, su apoyo a las huelgas y marchas mineras, etc..Escrito así son muchos tópicos y dada la falta de cohesión en la estructura del audiovisual, nada es realmente profundizado ni unificado como la figura lo merece.
Ese es uno de sus mayores problemas, sí se tocan superficialmente muchos de los puntos mencionados, pero la figura política de Luis, digamos el peso que tenía en la época como líder y como agente de influencia social, nunca queda bien dibujado.

Los detalles históricos son condimentados con testimonios de amigos, colegas, y gente relacionada a su asesinato, pero eso sencillamente no alcanza. Son testimonios desperdiciados, que hacen que más de una vez uno se pregunte en la oscuridad de la sala: “Qué pensaría el crítico de cine Luis Espinal” o tener la certeza de que: “Luis debe estar pateando su cajón”.

A eso hay que agregarle la HEREJIA de que sea el padre Pérez Iribarne el conductor de la cuestión y el afán de “recrear” o “dramatizar” escenas con un actor que interpreta a Espinal.

Las “dramatizaciones” nos llevan a lugares insospechados. Momentos que seguramente sólo serían comparables a un sueño de Dalí, de lo surrealista que resulta todo. Ejemplo: Cuando dramatizan la tortura a Espinal y Pérez Iribarne interrumpe la escena en onda mesiánica, ángel de la guarda o algo así, con el subsecuente texto alegórico; o la escena donde Pérez Iribarne INTENTA emocionarse para emocionarnos en la “morgue”, seguramente uno de los momentos freaks del cine nacional en el 2010. Televisa debe andar buscando el actor que se le perdió.

Y es triste que algo que habría que tomarse con seriedad, nostalgia, admiración, provoque por momentos hilaridad debido a los recursos utilizados y a un mal manejo de lo que puede ser emotivo y de lo que resulta simplemente ridículo.

No obstante, como ya lo dije, su PLUS y enorme es que por lo menos recupera la figura de Espinal y recuerda a todos los que se dedican al audiovisual que es un personaje del que todavía queda mucho por decir. Se agradecen las buenas intenciones, y el cariño puesto en Lucho Sanpueblo, pero tomando en cuenta que el personaje homenajeado era amante y crítico del cine, no se puede fingir que aquí no pasó nada. Mal montaje, malos efectos, mal sonido, testimonios desperdiciados, el Padre Perez Iribarne interrumpiendo todo a cada rato y dramatizaciones dignas de un capítulo de Marimar.

El 21 de marzo de 1980, Luis acudió al cine 6 de agosto a ver el filme Los Desalmados. Los esbirros (desalmados también) de García Meza y Arce Gómez, lo secuestraron, torturaron salvajemente y asesinaron esa misma noche al salir de la proyección. Al día siguiente, su cuerpo fue encontrado en un vertedero de basura. En la tumba donde descansa se lee el epitafio: “Mártir por la democracia”

El 2010 las carteleras nacionales exhiben Lucho Sanpueblo. Señores, la historia no permite justificar lo injustificable. Esperemos que a nivel audiovisual, algún día se pueda hacer algo a la altura del mito.

Facebookeo, luego existo

Por: Mónica Heinrich V.

Facebook. Cara-Libro. Pues cuando me planteé quién podría ser el master-yoda de semejante engendro virtual, tuve claro desde el principio que el perfil psicológico de dicho sujeto no sería precisamente el de un pinche humano normal. Una persona cuyo desenvolvimiento social sea relativamente óptimo, que esté inmerso en esa hoguera de vanidades que supone el tunchi tunchi tunchi de las discotecas, reuniones sociales, y amigos reales, jamás se pondría a pensar en lo bello que sería encerrar sensaciones similares en una granja virtual de realities.

Porque seamos honestos, lo interesante del Facebook radica en su poder como arma letal de espionaje. Ese placer morboso de espiar a todos. De saber qué hace o en qué anda el prójimo, sin tener que mezclarte realmente con él. De ese presente incorruptible, imperturbable, per-pe-tuo donde conviven personas del pasado, personas que queremos sean parte de nuestro futuro y todos esos «amigos» reales y ficticios que son parte del ahora. Está, también, la vacía vanagloria de decirle al mundo que seguís vivo, que existís, que vas al baño, que estás leyendo alguna pelotudez, que te emputa el Nobel, que amaneciste triste como un perrito con diarrea, que tenés una «relación complicada», sí, sólo alguien bien jodido y enfermo podría imaginarse los alcances de trasladar todo eso a una pantallita luminosa, y encima poner opciones que recreen una validación del rebaño (Me gusta, Comentar, linkear, etiquetar) Ese alguien es nuestro «amigo» Mark Zuckerberg, creador, fundador, promotor y gran cerebro detrás del Facebook.

Y Red Social es la película NO autorizada de dicho Rasputín de la tecnología. Sobre esta semibiopic tengo dos buenas noticias: 1) Es la mejor película americana, de alcance masivo, que he visto este 2010 y 2) la dirige un gran gran director: David Fincher, conocido y amado por películas como Seven, El curioso caso de Benjamin Butto y (esperen, voy a llorar al baño) El Club de la Pelea.

Pero esto no nace con Fincher, no. El filme se basa en el libro de Ben Mezrich: Los billonarios accidentales, la fundación del Facebook una historia de sexo, dinero, genialidad y traición. Con semejante título, habrá quienes se pregunten (atinadamente) sobre la veracidad de lo narrado. Pues el escritor, Mezrich, es un graduado de Harvard, y se hizo conocido por escribir los libros acerca del grupo de estudiantes que se hicieron millonarios al estandarizar un sistema de conteo de cartas en los casinos. Libros que después fueron llevados a la pantalla gigante en aquella MALA película llamada 21 Black Jack. Algunos periodistas se dieron el afán de investigar fuentes y posibilidades de lo escrito por Mezrich, las investigaciones arrojaron que se trataba de inventos, de una ficción disfrazada de «Basado en hechos reales».

Con esta referencia sobre la dudosa confianza que podemos depositar en este personaje, muchos habrán esbozado una sonrisa escéptica, PERO en el caso del libro del Facebook, Mezrich usó como primera fuente a Eduardo Saverin, el otrora mejor amigo, hoy enemigo, ex demandante de Mark Zuckerberg.

El libro narra lo mismo que la película: Año 2003, un genial pero pendejo Zuckerberg empieza a crear la red social que cambiaría para siempre la manera de comunicarnos. En este camino a la posteridad, dicho personaje es apoyado por Eduardo Saverin, mejor (único) amigo de Harvard, que además es el que pone el capital inicial para echar a andar la «vecindad». Como en todo negocio que tiene éxito, las rencillas comienzan a aparecer, al igual que los arrimados. Lo que era un dúo dinámico: Zuckerberg-Saverin, se contamina con la llegada de otro crispín, Sean Parker, el creador del NAPSTER, que sumido en las drogas y con sus 15 minutos de fama perdidos, se sube alegremente al barco del Facebook. Nos pintan a un Zuckerberg plano afectivamente, nulo socialmente, obsesionado con pertenecer a ciertos grupillos de poder (un equivalente serían las pinches decadentes logias de este pueblo) y con una necesidad de reconocimiento rayando lo patológico. A eso sumésmole su desprecio por todos aquellos seres que no comparten su IQ y su inexistente remordimiento ante acciones rastreras.

Es así que Zuckerberg termina demandado por dos flancos, uno su ex mejor amigo, socio, compinche, inversor: Saverin y otro, por los hermanos Winklevoss quienes alegaron que Mark les robó la idea… corrijo, la millonaria idea.

Qué hace el director David Fincher con esto que parece una telenovela? Hace una gran película. Sí. Con un manejo del ritmo envidiable, y una narrativa sobria, nos cuenta todo lo ya dicho intercalando tiempos, demandas, y situaciones, como si de un rompecabezas se tratara. Una propuesta que tiene como eje central a un personaje rico (no sólo en billetes) como Mark Zuckerberg y provoca que salgamos del cine debatiendo cuyo hijo es el Facebook y si ese pequeño cabroncito de Zuckerberg merece entrar al cielo.

Uno de los grandes aciertos están en el guión escrito por Aaron Sorkin conocido en el ambiente por ser el guionista de la serie para TV The West Wing, confieso que nunca pude ver un solo capítulo, pero los diálogos creados para la boquita de Zuckerberg son precisos y contundentes. Como también lo es la música de Atticos Ross y de Trent Reznor, líder de esa mítica banda llamada Nine Inch Nails.

Evidentemente que existe una visión parcializada a favor de Saverin, que en resumidas es el que vendió su alma al diablo (Mezrich) dando testimonios sobre la fundación del Facebook. No creo que Saverin fuera tan ingenuo o pelotudo como se lo pinta, una tierna gacela campestre que fue abusada por depredadores salvajes, y quizás nuestro amigo Zuckerberg tampoco fue tan hijo de Pooh. La verdad, como dice el reguetón Nadie lo sabrá…shhhh shhhh

Jeff Cronenweth es el encargado de la dirección de foto, y son los mismos ojitos que se encargaron de esa labor en El Club de la pelea. Este tipo es hijo de otro gran director de fotografía, el señor Jordan Cronenweth que fue el encargado de Blade Runner. O sea, estamos ante una película que tiene en todos sus campos a nombres de peso y talento.

No menos talentoso es el casting. Un casting donde destaca Jesse Eisenberg dando vida al poco amigable Zuckerberg, quien en la escena que da comienzo al filme «lo borda», como dicen los españoles. También tenemos a ,Andrew Garfield como Saverin y Justin Timberlake como Sean Parker.

Concederé que quizás la trama se alarga demasiado, y que 2 horas para estar con el ojo pelado viendo cómo se pudren las amistades, y las relaciones personales gracias a los avatares tecnológicos y sobre todo, a los figuretismos y ansias de dólar, es como too much. Pero lo vale. Así como valen la pena los 50 millones de dólares que se invirtieron en esta película modesta, bien filmada, que nos hace recuperar las ganas de ir al cine a ver BUEN cine.

Red Social, sin duda es una de las grandes películas del año. Encima trae a colación un tema espinoso como el desarrollo de nuevas formas de comunicación, una comunicación que hoy por hoy se hace en un cuarto, a solas, y que involucra las más bajas motivaciones: el exhibicionismo, el narcisismo, el vouyerismo, y una pequeña burbuja llena de espejos y micrófonos.

La escena final, la escena que luego de 121 minutos de proyección se te queda grabada en la retina, es la propia. SPOILER Un tipo de 26 años, billonario, esperando que una tipa que no lo puede ver ni en pintura le acepte su solicitud de amistad…

No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras; sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.

CURIOSIDADES
– Se hicieorn 99 tomas para la primera escena del filme, la de la charla entre Zuckerberg y su novia.
– Las escenas dentro de Harvard se filmaron en el Wheelock College, ya que Harvard negó el permiso para filmar en su campus, cosa que hace desde que Love Story (1970) dejó daños de consideración cuando les dieron permiso en esa época.
– Fue filmada con la Red One a 4k de resoluciones.
– David Fincher ha sido director de videos musicales como Vogue (Madonna), Who is it (Michael Jackson), Love is strong (Rolling Stone) y Born this way (Lady Gaga) entre otros.
– Red Social lleva recaudado más de 180 millones de dólares.
– En la vida real, Zuckerberg es un filántropo que ha donado hasta el momento más de 100 millones de dólares de su fortuna personal. Sus críticos creen que es una forma de limpiar su imagen, tomando en cuenta el estreno de la película que no lo deja bien parado.
-Ante la imposiblidad de encontrar gemelos idénticos que den la talla para lo que Fincher buscaba, los hermanos Winklevoss fueron caracterizados por dos actores no relacionados Armie Hammer y Josh Pence, que el director pensó eran suficientemente similares, en las tomas donde se ve el rostro de ambos, la cara de Josh Pence fue reconstruida digitalmente con una imagen de Hammer.
– Sólo Justin Timberlake conoció a su personaje Sean Parker antes de filmar la película.
– El primo de Jason Einsenberg (Mark Zuckerberg en el filme) trabaja en la vida real para Facebook, muy cerca al Zuckerberg real.
– Hay un cameo de Aaron Sorkin, el guionista, que aparece como uno de los ejecutivos con los que Zuckerberg y Saverin se reunen. – La actriz que se menciona durante la película, cuando existe el diálgo sobre lo que ha dado Harvard al mundo: «19 Nobels, 15 Pulitzers, 2 atletas olímpicos y una actriz de cine» es Natalie Portman, que fue parte de Harvard entre 1999 al 2003, y que brindó información confidencial al guionista sobre lo que sucedió en el campus cuando el facebook estaba gestándose
– Toda la ropa que usa el personaje de Zuckeberg, es ropa que el Zuckerberg real usó.
– David Fincher es el encargado (GRACIAS DIOS, GRACIAS) de filmar la versión americana de la saga de Stieg Larsson. Actualmente se encuentra filmando el primer libro: El hombre que no amaba a las mujeres, que será llevado a la pantalla gigante con el nombre de: La chica con el tatuaje de dragón.
– Una vez se resolvió el tema legal entre Zucerberg y Saverin, Saverin rompió contacto con el escritor Mezrich.
-Zuckerberg afirmaba que nunca vería el filme, finalmente terminó viéndola y uno de los comentarios que hizo fue que a pesar de algunas fallas, por lo menos acertaron en la ropa.

Lo mejor: excelente filme

Lo peor: algo largo, y claro, viene con las tintas cargadas

La escena: la escena del principio y la del final

Lo más falsete: hmmmm

El mensaje manifiesto: hay gente que no necesita amigos

El mensaje latente: cualquier gran amistad puede ser rota por un par de dólaresEl consejo: Vela, está buena

La pregunta: ¿cuántos amigos reales tendrá Zuckerberg?

QUE MAL AÑO
En la otra esquina tenemos a El Pocholo y su marida.
Han leído todas las cosas lindas que sentí al ver Red Social? Pues por el mismo precio, exactamente la misma cantidad de dinero, podés ver El Pocholo y su marida. ¿No les parece lo más absurdo del mundo? Es como que te cobren lo mismo por ver a Plácido Domingo que por escuchar a un cantante desafinado con la guitarra rota y un coro de gallos de fondo.

Fui a la premier esperando que al tratarse de una comedia, por lo menos me parta de risa como ha sucedido con Sirwiñakuy, Cruces, Provocación, etc.. pero contrario a todas mis expectativas, la «película» me resultó muy aburrida y por momentos, bastante desgradable.

Me es muy muy difícil conectarme con la premisa, que quizás en un café concert en cuyo contexto el sketch de Pocholo puede durar un total de entre 5 a 10 minutos, arranque una que otra sonrisa (de mi parte), pero en un filme donde estirás dicho sketch hasta la hora y cuarenta, es una tortura de proporciones épicas.

Y OJO que nadie discute las capacidades actorales de Guery Sandóval o de alguno de los involucrados como Pedro Grossman o la Erica Andia o Guillermo Sicodowska, quienes han demostrado muchas veces que talento hay. El problema es las pocas aspiraciones a trasladar ese talento en algo que no sea sólo la excusa para decir con orgullo «volcamos taquilla» o «al público le encanta». Yo también soy público y no, no me encanta.

El otro día, un amigo me comentaba su experiencia como parte de una reciente película nacional. En dicha película nacional se vieron con la disyuntiva de que no tenían presupuesto y que todo lo que consiguieron fue 400 dólares, nada más. La disyuntiva, obviamente, era hacer o no hacer la dichosa película. Además de los 400 $us, no iban a tener director de foto y obviamente cualquier cosa que se logre iba a ser con la ley de lo mínimo. Escapa a mi entendimiento, cómo decidís hacer una película si no tenés las condiciones. Pero esta gente decidió hacerla.

Ese es sólo un ejemplo de cómo se maneja el tema del “gran” andamiaje cinematográfico nacional: El hacer x hacer. Hecho confirmado en las películas bolivianas estrenadas este año. En Pocholo y su marida, trabajó gente que conozco, y algunos que conozco de hace años, otros que recién tuve el gusto de conocer, y que así como trabajaron en este filme, igual trabajaron en Y también la lluvia…por dar un ejemplo. Eso nos dice que no es el equipo lo que no funciona, sino el proyecto.

Pocholo y su marida cierra un año lamentable y olvidable. No tengo ni ganas de escribir sobre el argumento, pero ustedes merecen saberlo. La cosa se resume en que Patíbula, la esposa de Pocholo es secuestrada, y Pocholo debe acudir a rescatarla. No es más.

Me senté en la última fila, en ese espacio que da justo a las gradas que te guían a la libertad, y el pudor hizo que no me moviera hasta que salieran los créditos. Una vez salieron los créditos, salimos escupidos del lugar.

EXTRAS
– Aprovecho para avisarles que en enero vuelve PSCINE, estoy haciendo una selección exhaustiva de películas para exhibir y compartir con cualquiera que tenga ganas. Los criterios de selección son: que sean buenas, jodidas, jugadas, raras, y difíciles de conseguir. Más información en las siguientes semanas.

CINE ISLANDÉS: Noi, el albino

Balada de la soledad

Por: Mónica Heinrich V.

 Si te casas, te arrepentirás;
Si no te casas, también te arrepentirás.
Te cases o no te cases, lo mismo te arrepentirás.
Si te ríes de las locuras del mundo, te arrepentirás;
Si lloras, también te arrepentirás. Las rías o las llores, lo mismo te arrepentirás
Si te ahorcas, te arrepentirás; si no te ahorcas, también te arrepentirás.
Te ahorques o no te ahorques, lo mismo te arrepentirás
Tanto si te ahorcas como si no te ahorcas, te arrepentirás
Este es, señores, el resumen de toda la sabiduría de la vida
No es fortuito que en una de las escenas de Noi, el albino se recite estas palabras de Søren Kierkegaard. Kierkegaard que, según otro filósofo, hizo de su soledad un regalo para el mundo.
No. No es fortuito.
Después de un fin de semana con algunos chascos cinematográficos (a describir en los extras), tuve la suerte de ver este pequeño filme procedente de Islandia. Han leído bien: Islandia. Ni yo misma sabía qué esperar de un país al que sólo conocía por Björk, Sigur Rós y Emiliana Torrini.
Un país chiquito, con menos habitantes que Santa Cruz de la Sierra (casi 320.000), perdido en el extremo noroeste de Europa. Una isla rodeada de glaciares. Aislada. Sola.
El director islandés Dagur Kari debutó en el 2003 con Noi, el albino, filme que nos remite a películas cuyas temáticas muestran adolescentes algo freaks, inadaptados, desconectados del mundo, persiguiendo una quimera. Ya lo hicieron Donnie Darko y Ghost World, pero en este caso la narrativa es mucho más minimalista. El adolescente de 17 años (Noi) no transita la perturbación, ni el odio a su entorno. Su soledad se refleja en un paraje inhóspito donde la nieve, lo blanco se extiende al infinito, aunado a un frío que no cesa nunca.
El pueblo es tan pequeño que su aula no tiene más de 10 alumnos, la estación de servicio a la que va cuando se escapa del colegio, nunca tiene clientes; algo similar ocurre con la biblioteca. Todo es vacío, ausencia.
El rodaje se realizó en Bolungavík, un pueblito islandés que tiene 962 habitantes, paradigma de una absurda rutina. En el filme, Noi es huérfano de madre, su padre es un taxista alcohólico, no tiene hermanos, ni ningún otro nexo afectivo aparte de su abuela que es la que vive con él. No le gusta la escuela, los profesores lo creen estúpido, aunque en realidad tiene una inteligencia superior al promedio.

Noi tiene 17 años y está rodeado de gente que se conforma con ver la vida pasar. La pereza por levantarse de la cama, la apatía por ir al colegio, son tan solo metáforas de un rechazo hacia lo estático, a ese pinche pueblo donde todos los días son iguales. Un lugar donde él es el bicho raro, el albino, el que incapaz de sujetarse a esa pasividad, a ese desierto emocional, se resguarda en el subsuelo de su casa…

Eso hasta que conoce a Iris, otra adolescente de su misma edad, que comparte con él la soledad, el frío, la angustia de ser peculiar. Escena memorable cuando tienen su primera cita y no consiguen un lugar a dónde ir. O aquella donde parados frente a un mapamundi que tiene botones que iluminan a países, descubren que Islandia no se enciende. “Es una escupida”, dice Noi al señalar su país en el mapa, un punto remoto ante lo vasto del planeta.

Y claro, la quimera de Hawai con su paisaje obscenamente tropical y opuesto al de Islandia. El sueño del cambio, de una nueva vida, de romper una rutina que lo consume todo y que obliga a nuestro protagonista a intentar escapar…huir…

El guión se mueve en los aspectos más simples. No pretende darnos un gran mensaje existencial, ni tampoco mostrarnos de forma rimbombante el proceso espiritual que sigue el personaje. Los hechos se suceden con el mismo ritmo con el que los días pasan en un pueblo lejano, de pocos habitantes, con temperaturas bajo cero.

Con una fotografía bellísima, donde el color azulado ha sido elegido para darle al filme un aire más opresivo, tanto la dirección de arte como el vestuario contribuyen a lograr escenas que son casi postales.

La música compuesta y ejecutada por la banda del mismo director, Slowblow, cuyo estilo transita entre el ascetismo, lo electrónico y lo folk, terminan de redondear atmósferas. Una excelente banda sonora, agradable, melódica, diferente.

Con toques de humor negro, Noi, el albino, es la balada de un solitario.

Actuaciones más que convincentes, donde Tomás Lemarquis que interpreta a Noi, alcanza su momento culminante en la escena donde con la mirada fija y aguada, descubre por la TV que todo su entorno ha sido borrado del mundo.

Sobra decir que Dagur Kari, director y guionista, consigue una ópera prima que a nivel técnico es impecable, una lección para aquellos que desean dedicarse al cine y que a nivel de contenido alcanza visos realmente mágicos.

Llega un momento en que te preguntás hacia dónde está yendo y la respuesta llega rauda, poética. En un ataque de genio, el director cierra su película dejando a Noi más solo que al principio, absurda y cojudamente solo. La rutina es rota, pero deja a su paso más vacío, donde la imagen de palmeras hawaianas y olas marítimas, se transforman en una esperanza irrealizable. Frío, mucho frío.

LO MEJOR: diferente.
LO PEOR: no es para todos.
LO MAS FALSETE: …
LA ESCENA:
la del mapa y el final.
EL MENSAJE MANIFIESTO: Estamos solos
EL MENSAJE LATENTE: Ciorán lo dijo: “La soledad no te enseña a estar solo, sino a ser único.”
EL CONSEJO: Dale una oportunidad, es muy linda.
LA PREGUNTA: ¿exhibirán en el cine de este pueblo, este tipo de películas algún día?
He dejado mi original de Noi, el albino en Netmovie (http://www.netmovie.com.bo/ o su lugar físico al lado del cine Bella Vista, frente al estadio) para que quienes deseen verla, puedan acceder a ella. Espero les guste.

CURIOSIDADES
– El profesor de francés que sale en el filme es el padre de Tomás Lemarquis (Noi) en la vida real y al igual que en la peli, es profesor.
– Las escenas de la playa fueron filmadas en Cuba, en un inicio Noi estaba incluido caminando por la playa, pero el director decidió dejar un mensaje más ambiguo.
– Las imágenes de las palmeras o de árboles verdes se repiten en distintas escenas, ya sea como parte de poleras, en la torta de cumpleaños de Noi y en el empapelado de la casa familiar.
– Ha ganado cerca de 20 premios internacionales en distintos festivales de cine.

EXTRAS
– Nine:
A ver, a ver…Rob Marshall no es cualquier crispín. El tipo ha sido nominado a Emys, Tonys, Globos de Oro, Oscars. Su filmografía incluye la muy recomendable Chicago, la insulsa Memorias de una geisha y ahora, Nine. Nine fue una experiencia rara, porque si bien es cierto que a nivel factura es impecable, que cuenta con un elenco de lujo (el gran Daniel Day Lewis, la siempre impecable Marion Cotillard, Penélope Cruz, Kate Hudson, Judi Dench y hasta la mismísima Sophia Loren, entre otros)…es un filme que sólo podría definirse como un pajazo de aquellos, pero bellamente filmado (no hay que negar lo de bello). Dicotomía casi impensable. Los aciertos de Nine tienen que ver con la espectacularidad de sus coreografías y vestuario, así como ese tufillo que cualquier amante del cine podrá percibir y que nos habla de la pasión, la entrega, el alma, vida y corazón que puede provocar el celuloide. Daniel Day Lewis interpreta a Guido, un famosísisisisimo director de cine que se ha quedado sin ideas para su nueva película. A pesar de eso, por ser considerado un genio, la producción del filme ha arrancado sin siquiera tener un guión listo. Esta sequía creativa contrastará con la inestabilidad de pareja por la que atraviesa, al tener que llevar una doble vida, por un lado con su esposa, por otro, con su amante. Supuestamente es un homenaje a Fellini, concretamente a 81/2 de Federico Fellini, quien en estos momentos debe estar revolcándose en su tumba y arañando su cajón.

Marshall ha conseguido que un grupo de grandes actores participen en una historia groseramente desperdiciada, que gracias al onanismo en torno a su figura principal (Guido-Day Lewis) se vuelve casi insoportable, y donde las féminas parecen no tener otro deseo en la vida que abrirle las piernas a este desagradable sujeto. Intenta recrear un filme grandioso, pero se queda en la más nefasta pretensión, que para el público promedio supondrá un suplicio en el que la fastuosa puesta en escena coreográfica, musical y de vestuario, sirve como elemento distractivo para que intentés disculpar este despropósito. Y parece ser que el director piensa que es la gran obra de arte, pero señores, ver a Nikole Kidman como fría musa, a Penélope repetirse como mujer histérica y sex symbol, y a Sophia Loren aparecer como la momia del cine, que con su aparición tendríamos que suspirar pensando en Italia y el cine italiano, no jodan. Too much. La recomendaría sólo por la música (sonido, no letras) y por tres escenas, la primera con la que el filme abre, que hace que uno tenga la ligera ilusión que va a presenciar algo bueno, la escena que le corresponde a Fergie con el baile de las panderetas y la arena y la tercera, la que protagoniza Marión Cotillard en blanco y negro, cuando le canta a su marido lo vacía que la ha dejado. Muy bonita. De resto, guácatelas…una mezcla entre las pussycat dolls, fashion tv y una parodia del cine italiano. En lugar de llamarse Nine, debió llamarse Guido.

Nuevamente amor (Love Happens): Comedia romántica protagonizada por Jennifer Aniston y Aaron Eckhart. Qué carajos se puede esperar de Brandon Camp, director que tiene en su curriculum el haber escrito la boludez esa Dragonfly donde Kevin Costner veía libélulas¿?. En esta ocasión, el guión también corre por su cuenta y esta vez se atreve a dirigir. Insípida y por momentos exasperante “comedia romántica”. Aaron es un crispín cuya esposa pierde la vida en un accidente de auto, desde entonces se dedicó a escribir libros y dar seminarios de autoayuda sobre cómo superar una pérdida. No todo lo que brilla es oro, por lo que nuestro abnegado seminarista finge haber superado la muerte de su esposa pero sucede todo lo contrario. Jennifersita será la encargada de hacerlo enfrentar el dilema, de devolverle la fe en la vida y las ganas de amar. ÑOÑOS. Por último si estuviera bien hecha, me creo la historia y me pongo a dibujar corazones con mi nombre y el de compañero de butaca dentro, pero no. Se salva por el carisma de sus protagonistas, que funcionan para este tipo de filmes. Nada más.

– Satanás: Esta estuvo interesante, pero sobre todo por la temática. Se trata de una película colombiana basada en un hecho real: La masacre de Pozzeto. Yo que soy fanática de hechos macabros e historias donde un día un tipo común y corriente se freakea y comete actos que dejan a la opinión pública con la jeta abierta, estuve más que dispuesta a verla. La historia se centra en Campo Elías Delgado, un colombiano que fue veterano de la Guerra de Vietnam y una vez retirado, regresó a su país y se ganaba la vida como profesor de inglés. Pues resulta que este señor vivía con su madre, con la cual tenía una relación muy conflictiva. El tipo era muy peculiar, leía un montón, jugaba ajedrez, era un intelectual fan de Robert Louis Stevenson. Desgraciadamente, su personalidad oscura lo hizo estar muy solo e imagino que las cosas que vio en la guerra tampoco ayudaron mucho a que le entrara cariño por la vida. En el momento de los hechos, pasaba clases de inglés a una adolescente a la que, tétricamente, le había dado para leer Dr. Jekyll and Mr. Hyde. Un día, se dirigió a su restaurante favorito (Pozzeto), se sirvió un plato de pastas, tomó un buen vino, etc.. Después de cenar, se retiró al baño y al volver a su mesa abrió fuego indiscriminadamente asesinando a 30 personas e hiriendo a otras 15. Como el tipo era veterano de guerra, su puntería era certera y en medio del pánico, pudo recargar su pistola tres veces. La película tiene como protagonista principal a este individuo, y paralelamente teje dos historias más que al final convergerán en el restaurante. Una, la de un sacerdote que vive atormentado por el amor/pasión que siente por su ama de llaves y dos, una muchacha pobre con ansias de salir de la pobreza y que se mete a pildorear tipos para robarles.

La primera parte está aceptable, aunque tiene esa cosita media emputante del cine latino que hace que sus productos tengan un airecito a telenovela, pero luego levanta mientras nos sumergimos más en la oscuridad del veterano. Para cuando todo se va al chancho, nos sentimos ante un buen producto, las últimas escenas están bien narradas y el clima muy bien construido. Las actuaciones son buenas, aunque no me gustó mucho la del cura (el actor murió recientemente), pero la de Damián Alcázar (Eliseo) es sobresaliente. Ha ganado unos cuantos premios en distintos festivales. Está entretenida, mirable, aunque tiene sus efectismos y sus cositas que la hacen ver un poco ordinaria a ratos, pero en líneas generales no me arrepentí de verla y el tema, como dije al principio, es por demás de interesante.

Los otros

Por: Mónica Heinrich V.

Peter Jackson.
A estas alturas, cómo no sentir simpatía por este ex-gordo?
Su ópera prima, Bad Taste, ya nos mostraba que el tipo la tenía más clara que Sprite.
Lo amé, al punto de querer hacerle un estatua en el jardín de mi casa, cuando vi Criaturas Celestiales…

Después, medio que se nos descalabró… para volver por la puerta grande con la trilogía de El Señor de los Anillos, dándonos la versión fílmica de Gollum…_(delicioso personaje, diría el Señor Burns).

Más tarde, vendría King Kong (No WOW, pero se le perdona), y desde hace rato que escucho la amenaza de Halo, situación que me hace entrar en un cuadro de relativa ansiedad, cada vez que se menciona el tema…

Toda esta cháchara para decir que cuando supe que Peter Jackson, MI Peter…produjo, así con gran alboroto, Sector 9, al punto que todo el marketing se basaba en ¨Peter Jackson, presenta…¨, me dije que la cosa, a fuerzas, tenía que ser de decente para arriba.

Antes me había topado en yahoo con una publicidad que decía: «La nueva pelìcula culto del gènero ciencia ficciòn¨, palabras fuertes…más fuertes que una nueva candidatura a la presidencia de este país. No quise saber nada más…Ondeé la bandera de la ilusión y con la cara pintada de color esperanza, me fui al cine…sí, acompañada de dos sujetos que no tenían ni zorra idea de lo que veríamos, y a quienes atraje bajo la misma excusa de: «no jodan, es un proyecto de Peter Jackson¨.

En tono docu-reportaje, el filme nos presenta una situación que manejada de otra manera pudo rozar el ridículo, pero que gracias a una acertadísima dirección nos hace creer lo inaudito.

Nos encontramos en Sudáfrica, una nave espacial lleninga de alienígenas quedó suspendida sobre Johannesburgo. Era un aparatango, que después de meses de estar estacionado ahí en pleno cielo sudafricano, ante la mirada paranoica del mundo entero, es abordada por humanos. Los crispines entran a la nave y se encuentran con que los bichos están desnutridos, enfermos y en estado deplorable.

Como pasa en la vida y en TNT, deciden trasladarlos a una zona X, que se transforma en el Sector 9. Amontonan a los aliens, que rápidamente se convierten en una especie de damnificados, con todo lo que conlleva.

Esto es narrado mediante testimoniales de gente relacionada a lo que luego genera especialistas en el tema, ya sea sociólogos, científicos, ONGS y otros…

Al tener un look similar al de los langostinos…serán denominados así de forma despectiva, un guiñito a todas esas palabras que el ser humano ha creado en base a características físicas para discriminar al prójimo.

Nuestro protagónico (el que NOS representa) es Wikus Van Der Merwe, un fulano empleado de MNU (Multi-National United), empresa cuyo interés son las armas que los aliens han traído y que sólo pueden manejar mediante ADN alienígena.

En un principio vemos a Wikus como el ñoñazo, ese típico crispín que en la vida real entrega órdemes de desalojo con una sonrisa en la cara, pensando que está haciendo un gran trabajo al dejar en la calle a gente que vive en condiciones desesperadas.

La historia empieza realmente, cuando pasan los años y al estar los bichos hacinados, gracias a las políticas paupérrimas que los líderes de turno decidieron para manejar la situación, experimentan los problemas comunes de la pobreza y el maltrato: violencia, nulo control de natalidad, prostitución, contrabando…etc…
En la vida real, qué sucede?

No, nadie dice pongan escuelas, aliméntenlos, denles mejor calidad de vida, paren la discriminación…claro que no, aquí no es diferente…se llega a la ¨feliz¨ conclusión que el Sector 9 tiene que ser relocalizado, las condiciones serán peores…pero lo que desean es librarse de los ¨langostinos»..que les salga barato y que no los tengan delante.

Por otro lado, está Christopher (su nombre de esclavo, podríamos decir) un alien que representa a todos esos seres marginados que sueñan con la emancipación, el retorno al hogar y el deseo de ayudar a su gente a salir de tanta miseria.

Tenemos al personaje antipático: Wikus; tenemos al personaje por el que podemos sentir empatía: Christopher; tenemos científicos oportunistas y líderes que se moverán siempre de acuerdo a sus intereses; tenemos una sociedad convulsionada por la presencia de estos seres diferentes a los que nadie acepta, ni da la bienvenida; tenemos a Sudáfrica como escenario, sudáfrica símbolo del apartheid, lugar de nacimiento del director del filme…

El docu-reportaje agarra el airecito a película de acción como a la mitad de la trama, no sin dejar los tintes dramáticos ante los vejámenes a los que son sometidos los «langostinos».

Imposible no conmoverse ante la escena del hijo de Christopher, cuando pregunta por su padre…o habla con añoranza del «hogar».

El ritmo es in crescendo, al principio si has ido con otras expectativas, te parecerá todo muy aburrido y monótono, pero ese tiempo es necesario para pintar los personajes. Más adelante…cuando la cosa empieza a subir, sube en serio, sufrís con los protagonistas y maldecís 100 veces a los militares que controlan el área, preguntándote internamente por qué nadie recibe a un Langostino en su casa, adopta a uno de esos seres o lo ayuda a componer la pinche nave.

Todo contado de manera precisa, sin pretensiones, sin planos que dicen:¨Mirá, estudié cine¨. Lo que ha hecho Neill Blomkamp, el director, es traer un soplo de frescura a un género abarrotado de historias superficiales, vacías, cuyo único objetivo es entretener. Que no está mal, pero se agradece si dicho entretenimiento viene acompañado de una férrea crítica al sistema.

Que le pongo unos cuantos peros, como por ejemplo que a pesar de tener un contenido súper interesante, tampoco consigue hilar del todo el argumento para hacerlo más potente, es cierto. Que el final, abierto como una puerta de hangar, nos hace adivinar que habrá segunda parte o que por lo menos eso se espera, es cierto también, cosa que no me entusiasma. Que hay detalles tiradísimos de los pelos (dentro de lo irreal de la trama), que caen en el lugar común, no lo vamos a negar tampoco…pero por encima de todo, es una propuesta arriesgada, llamativa, bien filmada, bien actuada…que nos devuelve la fe en el género, las ganas de vivir y la ilusión de que vendrán tiempos mejores.

Con un presupuesto bajo para un filme de este tipo (apenas 30 millones de dólares), los efectos especiales que a algunos les parecen pobres, a mí me parecieron muy buenos, y claro…el director es un experto en 3D, así que aquí no podrá aplicarse el dicho de en casa de herrero, cuchillo de palo.

Sharlton Copley que encarna a Wikus resulta una sorpresa, ya que es un actor desconocido, pero que en este rol demuestra tener un gran talento y a quien, definitivamente, valdrá la pena volver a ver en el futuro.

Sector 9, una muy buena película. De lo mejorcito del año, que hará palidecer a más de uno con el festín de sangre y despelote de sus minutos finales. Pero que sobre todo, a través del drama de los Langostinos, nos recuerda lo peor del ser humano…esa naturaleza propensa a categorizar la especie de acuerdo al color de piel, a la nacionalidad, a la religión. Esa faceta ruin que en sus peores momentos hizo que alguien como vos, o como yo, se atreviera (sin ascos) a colgar letreros que rezaban: ¨Prohibida la entrada a perros y judíos¨…

CURIOSIDADES

District 9 desarrolla la idea que Blomkamp ya filmó en su primer cortometraje, Alive in Joburg, rodado en 2005.

Blomkamp estaba trabajando con Jackson en la adaptación de HALO, película basada en un famoso videojuego, pero desgraciadamente el proyecto se truncó y Jackson decidió apoyar a Blomkamp en este proyecto.

El 60% de Sector 9 está filmada con la cámara RED ONE, el otro 40% es una mezcla de SONY EX1 y otras cámaras digitales como HS100 o SONY F950 para las tomas áreas.

El director tiene tan solo 29 años, y ha filmado numerosos cortos, spots televisivos y algún videoclip.

El actor que interpreta a Wikus, es amigo de la infancia del director y hasta fue productor del corto en el que se inicia la idea del filme.

La filmación se hizo en una locación perfecta en Tshiawelo, en las márgenes de Soweto. Lugar similar a una favela, donde las autoridades locales desplazaron a los residentes a 20km del lugar, destruyendo sus chabolas. La basura, los alambres de púas, eran ya parte del sitio.

Lo mejor: fresca y muy bien lograda
Lo peor: cae en algunos lugares comunes
La escena: toda la secuencia del alien niño que pregunta por su padre y lo que sigue después
Lo más falsete: la conversión (no digo más)
El mensaje manifiesto: El ser humano puede ser muy hijo de puta.
El mensaje latente: Lets go out from this planet
El consejo: Hay que verla.
La pregunta: ¿Una segunda parte, irá a dar la talla?

EXTRAS

DUPLICITY: Película protagonizada por Julia Roberts y Clive Owen. El director es Tony Gilroy, el mismo crispín que nos mareó con Michael Clayton (su ópera prima) y también el mismo infeliz que hizo los guiones de Armageddon, Prueba de vida (Asco, asco, asco), El Abogado del diablo, y todas las Bournes. Aquí es director y guionista. La idea es la siguiente, Julia es ex agente de la CIA, Clive es ex agente del M16, se conocen, se encaman y se inicia una relación llena de desconfianza mutua y de rivalidades. Ella comienza a trabajar para una importante empresa farmaceútica y él es contratado por la competencia para averiguar la fórmula secreta. ZzzzzZZZZZzzzz al principio no está mal, pero los intentos de ¨sorprender¨ se vuelven demasiado chapuceros. Una película entretenida a ratos por la solvencia de sus protagonistas y actores secundarios, pero que entre tanta cosa oculta, pierde verosimilitud. El giro final nos hace pensar que más que peligrosos agentes de inteligencia, son un par de pelotudos.

LA DECISION MAS DIFICIL: NIck Cassavetes es el hijo de John Cassavetes, conocido actor y director hollywoodense. A cargo de Nick, estuvo la dirección de John Q., donde Denzel Washington tomaba un hospital de rehén para que le hicieran un transplante de corazón a su hijo. También dirigió la archiconocida NoteBook (Diarios de una pasión) que sorprendentemente aún no veo completa…Es ineludible su vocación por lo lacrimógeno, y aquí lo confirma. La decisión más difícil pudo ser un filme que reinvindicara un tema harto manoseado, pero Nick se va por el lado fácil. No hay que negar que el conflicto planteado, en un inicio consigue enganchar. Familia americana promedio, descubre que su pequeña hija tiene cáncer, un cáncer muy agresivo, al no ser compatibles…tienen un bebé in vitro diseñado genéticamente para que pueda servir de donante a la hija enferma. La historia arranca cuando la hermana donante ya tiene como 11 años, la enferma de cáncer entre 16 a 18, y la donante busca a un abogado para emanciparse médicamente de sus padres. La situación de la enferma hace necesario un transplante de riñón, y la hermana donante ya no quiere ser sometida a procesos quirúrgicos. Contada a través de una fotografía muy lograda, nos golpea la dureza del tema. Muy bien actuada por Cameron Diaz, y una sorprendente Sofia Vassilieva (conocida por ser una de las hijas del personaje de Arquette en la serie Medium) en el papel de la cancerosa, no está mal…

Tiene escenas muy lindas, aunque termina convirtiéndose en ese tipo de filme que quiere buscar ya no la lágrima, sino el llanto a moco tendido…demasiado musicalizada para mi gusto, buena en su factura, pero le sobran como 15 minutos y una ¨vuelta de tuerca¨, que vuelve algo arriesgado en más de lo mismo.

LA CRUDA VERDAD: La crítica especializada ha deshecho esta película, diciendo que es boba, que no es cómica, que no vale el dinero de la entrada y que el DVD para lo único que servirá será para posavasos. Hoy, doy un paso al costado y digo sin rubores que La cruda verdad, me entretuvo y me hizo reír. Ajá. No es nada nuevo bajo el sol, se asienta en todos los clichés del género comedia romántica, se va al chancho al final, pero qué carajos…me hizo reír y eso ya es suficiente. Protagonizada por Katherine Heigl y Gerard Butler (el de 300), Katherine da vida a una productora de TV ñoñaza, que gracias a sus pequeñas obsesiones no consigue tener pareja. Gerard Butler es un conductor de TV, tiene un programa llamado La cruda verdad, donde despedaza las relaciones románticas y da por sentado que cualquier intercambio entre hombre y mujer está basado en el sexo, en el sexo y en el sexo. Teniendo a su cargo una frase que será una revelación para algunas: LOS HOMBRES SON SIMPLES.

Para pasar un rato medio boludo, pero que arrancará una que otra risita culpable.

PRESAGIO: Conocida también como Señales del Futuro, esto pintaba bien. Dirigida por Alex Proyas, a quien le agradezco profundamente El Cuervo y Dark City…Proyas el 2004 hizo Yo, Robot (parece que fue ayer!) y ahora, 5 años después regresa con Knowing…su título en inglés. Para dicho trabajito contrata a Nicolas Cage, actor al que le tengo una antipatía inexplicable…que se extiende a Clive Owen, a quien veo emputantemente parecido. Bueno, resulta que Nicolás Cage tiene su hijo, en la escuela de su hijo habrá un acto para desenterrar unos dibujos que hicieron niños de la misma escuela, hace 50 años, sobre cómo sería el futuro.

Uno de esos dibujos (el que le toca a su hijo), son números que representan tragedias que han sucedido a lo largo de ese tiempo. Catástrofes, unidas al número de muertos…nuestro avispado personaje, interpretado por Cage, empieza a obsesionarse al descubrir el hallazgo. De ahí todo comienza a desmoronarse como un castillo de naipes, agarra tintes mesiánicos y hacen que uno se pregunte en la oscuridad, si lo que se fumaron no les hará daño en el futuro. Entretenida, pero nada más.

THE TAKING OF PELHAM 1 2 3: Empezaremos diciendo que esto es un remake, y yo odio los remakes. La original es de los 70s y Tony Scott (hermano de Ridley) pensó que él era el más apropiado para darnos una nueva versión.

Tony nos ha dado películas como Top Gun (con Tom Cruise), El fan (Robert De Niro y Wesley Snipes), Spy Game (Brad Pitt), True Romance (de sus mejorcitas) y Man on fire (denzel Washington y Dakota Fanning) entre otros…

Ahora repite Denzel Washington y convoca como antagonista a John Travolta. Con un montaje frenético, el filme se vuelve predecible, ñoño y con diálogos entre Denzel y John, más falsos que una respuesta del Miss Bolivia.

Denzel Washington es un controlador de metro, y John Travolta un delincuente que decide tomar de rehén todo un vagón buscando dinero. El conflicto es así de sencillo, y el guión es tan vacío que Tony Scott lo maquilla bajo una edición que a pesar de su caótico ritmo consigue aburrir a quien desesperadamente intenta encontrarle un sentido al sinsentido.

Boba, por decirlo suavemente…una película que a pesar de tener mucho dinero invertido y contar con un gran elenco, no pasará a mayores.

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