LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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La calucha descansa

Por: Fred Núñez

«Hoy la táctica se impuso a  la técnica»  . vieira.- 

El término de las primeras escaramuzas le da la razón  

 

Explicaciones:     

“estos equipos vienen y se nos cierran atrás y no supimos aprovechar las oportunidades y nos fuimos desesperando”

“el equipo se está ensamblando”, 

“falta rodaje”

“En los primeros partidos  no estamos pensando en jugar bien, estamos pensando en pasar a la segunda ronda”

 

Ueno,   se escucha de todo. Frases bien fundamentadas, otras bizarras, pero explicaciones al fin, y las explicaciones no se filman, dicen los que filman.

 

Los más esquilibrados le dan crédito al trabajo, al proceso, a la lectura de los técnicos, etc..

 

Mientras tanto, nosotros los que siempre perdimos, nos ilusionamos por un empate. 

Por lo de Raldes (como uenos losers),  por “el gol de mierda”, por edibaldo  y hasta soñamos que Martins gambetea más largo. Y cuando hablan de proceso, sólo sonreímos (confundidos)

Veremos qué pasa en lo siguientes bochis, si nosotros a nuestro orden táctico le añadimos cachito de técnica y talento  y si Argentina a su técnica y talento le pone algo de orden táctico(Batista pone a Pastore  y adelanta a Messi)

En los días que siguen veremos, veremos.

Si se impone la sorpresa, el proceso, o como siempre… se impone la historia

Hoy, nosotros echados en la cornisa de un empate, con un cuchillo en la espalda, sonreímos con los dientes apretados  porque se viene el pleito más pendejo.

 

Hoy, descansa la calucha.

We are the world (Parte 6)

1) Desde los tejados (Pietro Masturzo)

Después de las polémicas elecciones presidenciales de Irán, en el 2009 un trío de mujeres gritaban desde los tejados de Teherán su descontento, mientras la noche caía. Era la continuación de una serie de protestas que habían tenido lugar durante el día y que al anochecer se trasladó a los tejados. Masturzo se encontraba preso en el momento que capturó la instantánea.

 

«Vi al grupo de tres mujeres gritando «Alá es grande» en lo alto del tejado del edificio de enfrente, y tomé dos fotografías. Ésta es la primera de ellas. Tuve la suerte tener una balaustrada estable donde apoyar la cámara para evitar que la fotografía saliera movida.

La imagen tiene una fuerte carga de cotidianidad, ya que ése es el edificio donde estas mujeres viven y las manifestaciones eran una prolongación de su vida diaria.

La experiencia de estar en los tejados fue muy emocionante. Era como volver treinta años atrás, durante la Revolución Islámica»

 

2) Genocidio (James Natchwey)
James Natchwey es un fotógrafo de guerra americano. Ha recorrido el mundo retratando el horror que deja a su paso el ser humano. En 1994 tomó la foto de este joven que sobrevivió un campo de exterminio hutu, en el que torturaron y asesinaron a miembros de la etnia tutsi. Las marcas, las cicatrices que cruzan su rostro son apenas un vistazo a lo que dejó el terrible genocidio de Ruanda.
 
«Creo que la gente se debe ofender con el genocidio. Se debe ofender con la limpieza étnica. Se debe ofender con el hambre. Mi trabajo no es hacer que esas cosas sean cómodas o fácilmente digeribles. Mi trabajo no es hacer sentir cómoda a la gente con estas cosas, ni entretenerles. Mi trabajo es concienciar a la gente del hecho de que son crímenes contra la humanidad«.
 
 
3) Esther (Per Anders Petterson)
Esta foto fue tomada en el 2006, en ella vemos a Esther Yandakwa de 9 años, rodeada de dos amigas de 14 mientras se fuma un cigarrillo. Ella vive en el Congo, no tiene casa, y duerme a la orilla de un río contaminado, se dedica a la prostitución igual que las otras chicas. En la foto la acicalan para comenzar a «trabajar». Fuma marihuana, toma whisky, y alguna vez, dice, consume Valium. Cobra 1 dólar. Ella es tan solo uno de los 15.000 niños que viven en condiciones infrahumanas en esa zona del Congo. El fotógrafo sueco Per Anders Petterson ganó el 3er lugar del World Photo Press, gracias a esta instantánea.
 
4) Niño leyendo con elefante (Gregory Colbert)
El fotógrafo canadiense Gregory Colbert es uno de los artistas visuales más importantes actualmente, sus fotos han alcanzado un valor de hasta medio millón de dólares. Su inquietud máxima es traducir en el arte fotográfico la relación del hombre con la naturaleza y los animales, dicha relación la suele retratar de forma bella en tonos sepias o en blanco y negro. Durante 10 años viajó por el mundo reuniendo material, que luego fue condensado en el 2002 en su primera exhibición llamada Ashes and Snow, de donde se extrae la foto que mostramos. Ninguna de sus fotos han sido manipuladas digitalmente y son impresas en papel japonés hecho a mano. El tipo también ha incursionado con éxito en el celuloide. Hermosas imágenes.
 
«Me interesa la interactuación entre hombres y animales, y los pueblos nómadas, porque su relación con los animales es de colaboración, no de explotación. Y porque los nómadas viven con una idea muy revolucionaria para nosotros los occidentales: tomar del entorno sólo lo que necesitas»

El arte de contemplar

Me toca la ingrata tarea, nuevamente, de ser la voz disidente del coro que alaba y eleva a la gloria a la más reciente película nacional: Los viejos.

Y entiéndase que Boulocq me sigue pareciendo uno de los mejores directores de su generación, y quizás con muchas más credenciales que otros para erigirse como un cineasta de obligada referencia. El problema radica, en que todo esto que creo de Boulocq nació gracias a su ópera prima Lo más bonito y mis mejores años, y se consolidó con su trabajo como director de algunos videoclips.

Después resbaló (dignamente, eso sí) en el fallido experimento Rojo Amarillo Verde, aunque mirando atrás era un prefacio de lo que veríamos ahora. Pasaron los años, y se corrió la voz de que se encontraba trabajando intensamente en su segundo largometraje, cosa para alegrarse considerando la paupérrima producción audiovisual de sus colegas en los últimos años.

Los viejos ¿es una mala película? Al finalizar su visionado, la discusión era sobre si se podría decir que era mala o no. Se gestó un airado debate con mis compañeros de butaca, en el que casi nos agarramos a lapos, debate que finalmente dejó la inquietud igual que al principio. Los argumentos iban desde que si el guión es malo, la película es mala, hasta que si está bien filmada, aunque el guión sea malo, no podemos decir que es mala.

Aún no lo tengo (tenemos) muy claro, pero para mí Los viejos, NO es mala. Si soy cruda, la palabra que se me viene a la mente es «pretenciosa», si la veo con ojos comprensivos, la palabra que me salta es «personal», si me baso en la primera impresión que no requiere racionalización, la definiría como «paja», y si soy buenita podría decir que es «experimental». Y hasta podemos entrar en la relativización de decir que no existen malas películas, sino gustos personales diferentes (momento condescendiente del día) Se pueden decir muchas cosas.

Con un ritmo pausado, nostálgico que apela a la sensibilidad de un espectador MUY paciente (muy), Boulocq nos introduce en el mundo de los resabios, los daños, las heridas que deja el exilio, las relaciones truncadas, los amores inconclusos y el pasado.

Toño, perdió a sus padres durante la dictadura de García Meza, con ese vacío interior fue acogido por la familia de su tío. Sufre un segundo exilio, una segunda pérdida, cuando se descubre que tiene una relación amorosa con su prima, Ana. En una escena, Toño dirá algo parecido a que su tío no lo dejó ser el hijo que pudo tener, su brazo derecho, por la vergüenza, el oprobio de una relación prohibida.

Pasan los años, el tío ya viejo, se encuentra enfermo y en sus últimos días de vida, Toño regresa, se reencuentra con ese pasado, con el amor no concretado, con la familia ahora unida ante la inminente partida de aquel que volvió a fracturarla. La prima, madre soltera (o eso se asume) se pasea atribulada, y sumida en sus propios pensamientos (como todos los personajes) ante nuestros ojos.

No suena mal. De hecho, mi imaginario personal me permite empatizar de lleno con los guiños, y el trasfondo histórico. El tema es que esto es presentado ante el espectador con una cantidad innecesaria de planos eternos, y un rebuscamiento narrativo que no se veía en, por ejemplo, Lo más bonito y mis mejores años, filme que se sentía mucho más honesto.

Ojo, que gente como Tarkovski, Kiarostami, Roy Anderson, Theo Angelopoulous , Sokurov, el tailandés Apichatpong y muchísimos más, son genios del cine contemplativo, poético, con planos largos, casi inexistente diálogo, pero con un producto final que justifica una apuesta tan arriesgada. No es que sea aburrida, o que no tenga diálogos, lo que me aísla del asunto es que no lo siento sincero, no me llega.

En este caso la contemplación se siente artificial, ha sustituido a la historia para pasearnos constantemente entre paisajes y reflejos, que entiendo es la propuesta estética, pero que para mi gusto personal, ni las imágenes son tan grandiosas, ni la propuesta está tan lograda como para que consiga su objetivo.

Mientras la película avanzaba, algunos de mis acompañantes refunfuñaban, la gente se salía de la sala, otros nos quedábamos intentando imaginar cómo podría concluir algo así, y pensaba que el final podría salvarla, que el final podría levantarla y transformar un pajazo en una acertada visión de una historia intimista.

Desgraciadamente el final sólo confirmó la primera impresión, que se trata de un filme irregular, cuya propuesta artística/estética no es desdeñable, pero cuyo resultado global no convence, por lo menos, a esta espectadora.

Aún así, hay varias cosas a rescatar, una notable fotografía lograda por Daniela Cajías, quien se perfila como una de las mejores directoras de foto nacional que existe actualmente, otra cosa es el diseño de sonido que está preciso y sin errores, las locaciones, el trabajo actoral de Roberto Guilhon y algunas escenas entrañables que acarician así como de pasada, el aura que la película pretendía crear.

Se agradece, también, que ante la carencia de propuestas cinematográficas nacionales que lleven una visión artística definida y poco convencional, Los Viejos se arriesgue, intente, busque, y lo haga con un soporte técnico (foto, sonido, edición, etc.) al que no se le puede objetar nada.

Lo triste es que no alcanza, y esas escenas entrañables que logran conectar con el espectador sucumben ante un todo tedioso, muy tedioso y que justifica su existencia en la muletilla de un contexto mancillado por la dictadura, comodín que si no está bien usado, no salvará una película que parece un cortometraje estirado para cumplir con los requisitos de tiempo de un largometraje.

Estamos ante un guión que se pierde en la pantalla gigante y que adolece de una solemnidad sin matices, solemnidad que se rompe de forma abrupta al final, un guión basado en un cuento bastante breve de Rodrigo Hasbún, llamado La Carretera.

Habiendo visto Rojo, donde los mismos vicios argumentales de Los Viejos se repiten, y tomando en cuenta que es Rodrigo Hasbún el responsable de ambas historias, me parecería interesante que Boulocq regrese a trabajar en solitario, para ver qué otros fantasmas surgen de una actividad más personal.

Lo mejor: linda fotografía y que existe una propuesta.

Lo peor: tediosa, y con un tedio que no se justifica en el resultado global.

La escena: el canto con las montañas y las nubes.

Lo más falsete: la escena del niño preguntando a Toño sobre sus padres y el final.

El mensaje manifiesto: No siempre menos es más o viceversa

El mensaje latente: Hay que seguir buscando.

El consejo: Vela. Igual vale la pena verla, por lo atípico de su propuesta.

La pregunta: ¿Loayza y Sanjinés salvarán el año?

VII Ciclo de PSCINE

A partir de este 4 de junio, todos los sábados a las 20:00, volvemos con el ciclo de PSCINE. En esta ocasión decidí intercalar grandes películas con grandes documentales. Como siempre, la idea es compartir aquellos trabajos que no han tenido gran difusión y que merecen ser vistos. 
 
4 de junio: Ocupattion 101
Documentalazo sobre el conflicto palestino-israelí. Muy bien enfocado, con testimonios e imágenes pocas veces vistas. Para aquellos que todavía no le entienden bien a este tema, Ocupattion 101, es un interesantísimo trabajo, completo y necesario sobre un conflicto que se está llevando muchas vidas y que sienta un nefasto precedente en la historia de la humanidad. 
Presenta un análisis sistemático de los hechos y de las verdades escondidas, y devela muchos de los mitos y concepciones erróneas asumidos por largo tiempo. La película también detalla la vida bajo el régimen militar israelí, el papel de EEUU en el conflicto y los principales obstáculos que impiden una paz duradera y viable.Como dice la frase resaltada de Stephen Hawking en el poster: «El más grande enemigo del conocimiento no es la ignorancia, sino la ilusión de conocimiento». Véanlo, no se arrepentirán.
 
 
11 de junio: Zoo (Peter Grennaway) 
Película rarísima y bizarra (para variar) del gran, genial, y excéntrico Greenaway. Sacha Vierny, el director de fotografía de esta película, asiduo colaborador de Greenaway, es uno de los genios de la luz en el siglo xx. s probablemente la película menos conocida de la primera etapa del pintor metido a cineasta. Dos biólogos gemelos desconcertados por la muerte en un accidente de coche, cisne incluido, de sus mujeres, accidente en el que una tercera mujer perdió una pierna. Mientras se dedican a tragarse los 8 episodios de una serie sobre la evolución de la BBC, intentando encontrar en ella el significado de su situación (“…desde que hace 400 millones de años apareció la vida en la tierra hasta que mi mujer murió intentando esquivar un cisne…”) los gemelos empiezan a cultivar una fijación malsana por la descomposición de los organismos. Un panorama desasosegante y enfermizo, una propuesta tan radical y extraña como el resto de la filmografía de Greenaway, pero también una de sus películas más sorprendentes y divertidas y, por qué no, un buen punto de iniciación para todo aquel curioso por saber de qué va la filmografía de este peculiar galés.
18 de junio: The weather underground

El documental habla de los líderes de los Weathermen y su lucha por llevar a  Estados Unidos a aquella revolución que ellos consideraban inevitable e infalible. Uno de los integrantes del movimiento Mark Rudd define en una frase su vocación revolucionaria que fue el sustento de varios jóvenes de la época: «I cherished my hate as a badge of moral superiority». El cambio joven debía poner de su lado al viejo orden, manifestado en la clase media norteamericana blanca que apoyaba a Nixon. Los líderes del movimiento eran héroes de cajón de aquellos tiempos, revolucionarios atractivos que constantemente experimentaban con los excesos de los viajes de ácido y del sexo libre que harían palidecer a los Soñadores de Bernardo Bertolucci. 

plasma como documental un momento histórico y mundial visto desde la historia de estos estudiantes guerrilleros. Es una historia sobre los desencuentros, los errores y las contradicciones de un tiempo en el que la rebeldía encontró cabida en la juventud como nunca. Las drogas, el amor libre, la revolución…  The Weather Underground es un gran escape para aquellos que quieren recordar aquél “viento de rebeldía” que en 1968 recorrió el mundo.     


25 de junio: 12 (Nikita Mikhalkov)

Estuvo nominada al Oscar en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa, y se alzó con el León de Oro Especial en la pasada edición del Festival de Venecia, con el premio a la Mejor Película y al Mejor Actor, concedido ex aequo a los 12 protagonistas del film en los premios Águila Dorada del cine ruso. Un chico checheno de 18 años es acusado de asesinar a su padrastro, un oficial del ejército ruso. 12 miembros de un jurado son encerrados en el gimnasio de una escuela para decidir su destino. La decisión debe ser unánime pero cuando la vida de alguien está en juego, siempre hay espacio para la duda y las tensiones acaban por explotar.“Comunicativamente, dramáticamente, magníficamente rusa, esta adaptación libre del Doce hombres sin piedad de Nikita Mikhalkov funciona como el jazz clásico de una veterana banda. Orquestando sus 11 co-actores en virtuosos solos, duetos, tríos y combinaciones.” – Variety“Su nueva película confirma la maestría con la que el director explora y nos revela, con gran humanidad y emoción, la complejidad de la existencia.” – Festival de cine de Venecia

2 de julio: Líbranos del mal
Oliver O´Grady fue hallado culpable de decenas de casos de niños abusados. Desde principios de los 70s hasta principios de los 90s, el padre Oliver O´Grady destruyó familias enteras al violar, molestar o abusar sexualmente a diferentes niños. Como él mismo relata en el documental “Esto no debió ocurrir”, pero ocurrió. Lo chocante es que desde sus primeros incidentes, el obispo de Los Ángeles y su superior inmediato, siempre estuvieron al corriente (se asume entonces, que el Vaticano también lo sabía)…y cuando surgieron las primeras denuncias oficiales, la postura de la iglesia fue asegurarles a las familias que enviarían a O´Grady a un monasterio, donde nunca tendría contacto con otros niños. La realidad era que simplemente lo cambiaban de Parroquia y cuando eso sucedía, O´Grady estaba, otra vez, en posición privilegiada para encontrar nuevas víctimas. Con tono totalmente carente de emoción, como si estuviera relatando un pasaje cotidiano de su vida, O´Grady cuenta a la cámara el “inmenso amor” que tiene por los niños…El documental es dirigido por Amy Berg, que debuta de manera sorprendente. Este trabajo es el resultado de 4 años de investigación. El contacto con el padre O`Grady y su posterior acuerdo para dar su testimonio en cámara fue un proceso que duró semanas, antes que Berg tuviera que viajar a Irlanda a entrevistarse personalmente con él.
Tamaño de fuente9 de julio: Freaks (Tod Browning)
El filme maldito de la MGM es quizás el más prohibido de la Historia del Cine ya que luego de su estreno se archivó y permaneció inédito por un cuarto de siglo. Su creador Tod Browning (el artífice de la mayoría de los filmes terroríficos de Lon Chaney en el cine mudo) selló aquí su obra maestra mereciendo figurar en la historia como la única película de terror en la que los «monstruos son reales».El rodaje de La parada de los monstruos transcurrió durante treinta y seis días entre los meses de octubre y diciembre de 1931 en los estudios Culver City. Aunque los actores profesionales se acostumbraron pronto a la presencia de las criaturas del circo, un buen número de técnicos y empleados de la MGM presentó una protesta formal para evitar que los fenómenos utilizaran el comedor del estudio.La película supone ante todo una visión pesimista de la naturaleza humana, pues aunque propugna la belleza de lo monstruoso y la monstruosidad de la belleza o de aquello que consideramos normal, sabe que no podemos hablar en términos absolutos. La escena de la venganza nos muestra que los freaks pueden ser tan crueles como cualquiera. La respuesta de Browning es que son, simplemente, humanos. El cineasta conocía bien a los fenómenos de feria desde su adolescencia, no los idealiza, no los convierte en mártires ni en dechados de virtud maltratados por la gente “normal”.

 
16 de julio: La gran venta
Para Minda de Manila, Bongani de Soweto y Simon de Brighton, la palabra ‘privatización’ es más que un concepto abstracto. Es la realidad a la que se enfrentan diariamente. En este documental dividido en episodios, Florian Opitz examina las consecuencias de dicha privatización, comúnmente impuesta por instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Minda lucha por conseguir dinero para pagar la diálisis de su hijo porque el sistema de salud filipino ha sido en gran parte privatizado. Bongani y su equipo de guerrilleros eléctricos reestablecen ilegalmente la luz en casas de personas que no pueden pagar los recibos de la compañía de electricidad, a punto de ser privatizada. Simon relata sus aventuras como conductor de tren, primero para la compañía British Rail y después para cientos de otras empresas. Por último, los ciudadanos de Cochabamba, Bolivia, reaccionan ante un intento por parte de una compañía estadounidanse de privatizar la oferta de agua.
 
23 de julio: Criaturas Celestiales (Peter Jackson)

Muy fiel a los hechos, cuenta la historia de Juliet Hulme y Pauline Parker, dos niñas de 14 años que a mediados de los 50 causaron pavor en Nueva Zelanda por haber matado a la madre de Pauline. Las dos niñas se habían creado un universo de fantasía paralelo a la realidad, poblado por los personajes de un mundo fantástico de su propia invención, Borovnia, y, en definitiva, se habían enamorado. En su imaginación, el principal obstáculo para estar juntas era la madre de Pauline y decidieron matarla. Una decisión atolondrada y terrible. La película las sitúa en un contexto que acaba siendo un personaje más: la pequeña ciudad pacata y adocenada en la que viven y en la que sus fantasías y sueños son una rareza, como ellas mismas. La historia se adentra delirantemente en la mente de las dos chicas y cuenta con honestidad y desenfrenado lirismo la historia de dos disidentes del mundo real, dos poetas equivocadas y terribles y adorables. No se puede ver la película sin reir con ellas ni sin llorar con y por ellas. Y por la mujer que asesinaron.

30 de julio: In this world
In this World es el periplo vital que experimentan dos jóvenes de Afganistan que emprenden un viaje desde su pueblo en las montañas hasta Londres. Lo harán por carretera y su trayecto supondrá varios miles de kilómetros, cruzando Afganistan, Irán, Pakistán, Turquía, Francia, para llegar finalmente a su destino. Bien podría ser un documental que ilustrase las visicitudes que sufren las personas que están dispuestos a jugarse la vida (muchos como se verá en la película la pierden) en busca de un destino que mejore su situación.No hay subrayado de ningún tipo. Cámara en mano Michael Winterbottom recoge el transitar de los dos jóvenes, como estos pasan de país en país, escondidos las más de las veces en camiones de frutas, en los bajos de los camiones, incluso en contenedores letales a bordo de un barco. No hay ni discurso ni apenas diálogos. Lo que si queda claro es lo crudo que está moverse entre países, cruzar fronteras, en este mundo aparentemente globalizado.
 
6 de agosto: El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas (Apichatpong Weerasethakul)

Ganadora de la Palma de Oro en la última edición del Festival de Cannes y del Premio de la Crítica en el Festival de Sitges, Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas se encuadra dentro de ese rango de películas de una belleza extraordinaria pero de difícil asimilación.Basada en una novela también tailandesa, la cinta narra los últimos días de Boonmee, que decide rodearse de sus seres queridos antes de abandonar este mundo. Así, sorprendentemente, el fantasma de su esposa fallecida hará actos de presencia para cuidar de él y su hijo, desaparecido hace tiempo, regresará a casa bajo una forma no humana. Considerando las razones de su enfermedad, Boonmee caminará por la jungla con su familia hacia una misteriosa cueva en la cima de una colina, lugar del nacimiento de su primera vida…A medio camino entre lo onírico y el realismo mágico, Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas es un film  de una belleza visual impresionante y un tempo narrativo dilatado hasta lo indecible que requiere del espectador toda su paciencia y atención. Díficil, abrumadora, estilizada, Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas nos brinda la ocasión de enfrentarnos a una forma distinta de entender el medio cinematográfico y la vida que se aleja vertiginosamente de las concepciones a las que nos tiene habituados el mercado estadounidense.

13 de agosto: Exit Throught the gift shop
El documental estaba basado en la obsesión de un excéntrico francés llamado Terry Guetta que según afirmaciones del representante del artista de Bristol «intentó hacer una película sobre Banksy.Todo en ella es verdad, en especial las escenas en las que todos mentimos» tratando de descubrir la identidad de Banksy, un secreto guardado como oro en paño desde hace mucho tiempo, y que también es un retrato del arte callejero no sólo del artista del stencil.El nombre de la cinta, hace referencia a que las salidas de las exposiciones suelen ser por la tienda de regalos de los museos y está dirigida por el propio Banksy y narrada por el actor galés Rhys Ifans, amigo del artista.

CINE: Persépolis – Olor a jazmín

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Mientras Cristiano Ronaldo demostraba al mundo que se ve muy bonito en las pancartas y en las publicidades de Armani, pero que en la cancha poco hacía (aparte de verse muy bonito) y encima era un desagradable perdedor, yo me sumergía en una lista pendiente de películas.  Una lista variada de 15 títulos, a la que denominé mi “tarea de la semana” y que encabezaba Persépolis, filme que me fue recomendado a través del mail por una lectora de esta columna de opinión. 

Me habían dicho que si amé Vals con Bashir, me gustaría a fuerzas Persépolis, y confiada en ese argumento tan tentador puse play. Era la noche de un martes, en Santa Cruz de la Sierra hacía algo de frío. Antes de entrar a mi claustro, había pasado por un surtidor para comprar algunas “gollorías” que sirvan de acompañamiento a un insomnio crónico y a un cerrito de películas que me esperaban como cómplice mudo de la anarquía reinante en este país con respecto al contrabando, piratería y libre albedrío. 

Mientras me revolcaba en mi hedonismo, recordaba que hace varios años, Michael Moore a través de su documental Fahreinheit 9/11 dejó muy claro que el país que invadió Irak y Afganistán con la venia de los organismos internacionales, le había echado el ojo a las riquezas de Irán, y que tarde o temprano iban a hacer la gran Bart Simpson: Matanga dijo la changa.  No era casualidad que este recuerdo me venga a la mente, el día anterior en Cuba, Fidel Castro afirmaba que USA e Israel estaban planeando atacar Irán en cualquier instante, y además insistía en que si esto sucede se desataría una guerra nuclear. D´Escoto (ex presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas) ya había advertido con horas de diferencia, que se avecinaba la tercera guerra mundial por el mismo temita, llamando sátrapas a todas las cabecitas que estaban craneando desatar irresponsablemente una “catástrofe” (decía el mismísimo Sarkozy). 

Volviendo al presente, en Sudáfrica los octavos de final concluían y todos nos sentíamos felices porque la jabulani entraba al arco del equipo apoyado. La euforia se desataba en las calles de los países clasificados, el orgullo hacía ondear banderas y Messi era el Messi de todos. En Irán, con Ahmanidejad al poder, se hablaba de guerra psicológica, de reactivar el diálogo nuclear en agosto y de los planes de emergencia para paliar las sanciones internacionales hacia el sufrido país. La actitud asumida por la comunidad internacional en beneficio de Israel y USA, tendría “graves consecuencias”, afirmaban. Más claro el agua.

En Bolivia, mientras Persépolis avanzaba… recordaba a un compañero de universidad, un tipo iraní que en una clase contó cómo lo aterrorizaban los ruidos fuertes. Durante casi toda su vida, la ciudad en la que creció fue constantemente bombardeada, y los ruidos fuertes lo remitían a esa sensación de zozobra, de miedo, por las bombas que caían a su alrededor. No te podías sentir seguro, contó.

En esas épocas de juventud naif, Irán se construía en mi mente como un país extraño, raro, lejano, peligroso, hasta freak. Persépolis me contaba la historia que hacía ver Irán no tan lejano, no tan extraño. Marjane Satrapi, mujer iraní, entre el 2000 y el 2004 lanzaría al mundo una colección de historietas contando en dibujos su vida. La historieta recibiría innumerables premios, y en el año 2007 la adaptarían a la pantalla gigante convirtiéndola en un largometraje animado.

Marjane, en el filme, comienza su historia en un aeropuerto de Francia. El presente se manejará a colores, y el pasado en blanco y negro. Mientras se fuma un cigarrillo y espera el vuelo que la llevará a Teherán, recuerda su vida. Un vistazo a los 70s en Irán, y a cómo ella, entonces una niña, se ve (a pesar de su corta edad) testigo de los cambios políticos y sociales del país. La caída del Sha, la “revolución”, la dictadura. Su parte infantil soñaba con ser una nueva profeta, gustaba de escuchar a Iron Maiden, y al ser criada por una familia progre, veía con estupor la cadena represiva que poco a poco se fue instalando a su alrededor. Será frecuente que escuche que un pariente ha sido liberado de la cárcel, o que otro fue fusilado, o que otro murió preso, o que los casi púberes guardias no les dejan hacer tal o cual cosa. Veremos los supermercados vacíos, la agresión contra la forma de vestir hacia la mujer, los presos políticos, los muertos, los cambios que se prometen y se cumplen pero trayendo sólo desgracia y terror. La familia clase media de la ya adolescente, decide enviarla a Vienna, para que pueda ser “libre” y no se exponga a terminar en prisión por su actitud rebelde. 

El traslado, le trae nuevas experiencias. Lejos de sus padres, experimentará el amor, el rechazo, las burlas, el saltar de casa en casa buscando dónde establecerse, y mientras Persépolis avanza, y vos estás en Bolivia, con la opción de salir en ese preciso momento a comprar una botella de vino vistiendo top y minifalda, no podés evitar conectarte con Marjane, pensar en Irán y en el velo con tristeza, imaginar los cientos de miles de fusilados, las familias rotas, los mártires que buscan un paraíso (lleno de alegría y felicidad) que en la tierra, su tierra, no existe. 

Hablada en francés, con las voces de Catherine Deneuve y Chiara Mastroianni entre otros, Persépolis condensa en sus 95 minutos la historia de un país, y lo hace a través de un relato emotivo, con dosis de humor, escenas poéticas, y buena música. Dirigido por la misma Sartrapi y el también historietista Vincent Paronnaud, el filme fue ampliamente criticado por el gobierno iraní, que manifestó su repudio al festival de Cannes, al haber premiado una película que mostraba “una cara irreal de la revolución iraní”. En Teherán el largometraje animado fue exhibido, pero cortando varias partes que se consideraron ofensivas y se quitó cualquier referencia sexual. 

En el Festival Internacional de Cine de Bangkok, el director de dicho festival dijo que en conversaciones con la embajada iraní llegaron a la conclusión de que sería mejor que la película no se exhiba, aunque reconoció su validez como propuesta artística, pero alegó que había “otros temas” a considerar antes de exhibirlo.

El filme recrea una mirada nostálgica sobre las pérdidas. La pérdida de la libertad, de la inocencia, de la sensación de seguridad, la pérdida de raíces, y evoca con ternura a la abuela de la autora. Matriarca que pasó por un divorcio en un país donde el divorcio era mal visto, y que se metía jazmines en el sostén para cargar siempre un buen olor causando el embeleso de su nieta. 

Cuando llega el final, y ves los jazmines animados, imaginás el olor. Ese olor particular  e intenso del jazmín, olor que compañero de butaca me dijo una vez que no le gustaba porque le recordaba a los cementerios. Cementerios como las calles de Teherán, que a decir de la protagonista de la historia llevan los nombres de los mártires de la patria. 

No dejo de pensar que ahora que la comunidad internacional le ha dado la espalda a un país gobernado por un personaje tan polémico y peligroso como Mahmoud Ahmadinejad, las predicciones de una inminente invasión a Irán parecen cumplirse, y es triste, porque así como en su momento los gobiernos occidentales estuvieron aupando la guerra entre Irak (apoyados por los americanos) e Irán, la posibilidad de que un pueblo que no conoce otra cosa que bombas y muertos sea invadido preocupa, sobresalta y desespera.

Los jazmines se multiplicarán, y seguramente cuando pasen muchos años habrán niños y niñas que hayan sobrevivido al horror, testigos que escribirán o dibujarán más historias como la de Persépolis.

LO MEJOR: Muy linda y poética

LO PEOR: Triste

LO MAS FALSETE: algunos elementos clichés

LA ESCENA: cuando cuenta cómo durante la guerra de Irak e Irán se mataron unos a otros con las armas que les vendieron a ambos bandos los occidentales.

EL MENSAJE MANIFIESTO: Somos de donde venimos

EL MENSAJE LATENTE: Tu cultura te acompaña a todas partes

EL CONSEJO: Todo bien con el Mundial, pero ponele algo de interés a las cosas jodidas que están pasando.

LA PREGUNTA: ¿y ahora, quién podrá defendernos?

Vos y yo = Alguien más

Por: Mónica Heinrich V.

El amor punto aparte

El amor puntos suspensivos

¿Quién no se ha enamorado ridícula y estúpidamente? Una cultura cuya base “amorosa” se sustenta en libros, películas, canciones, poemas que ensalzan la relación de a dos como algo sublime, salvaje, comprometido y cuyo final mentiroso dice ser “y vivieron felices para siempre…”, una cultura así, lo único que puede producir son idealizaciones y falsas expectativas.

Pero no señores. No os confundáis, no dejéis que vuestras manos dibujen mecánicamente corazones en los vidrios empañados. Hay una realidad diferente detrás del macabro mercado de peluches y de las Inspiration Cards. Podría escribir los versos más tristes esta noche, escribir por ejemplo sobre Disney, sobre Luis Miguel, sobre Clark Gable y Vivian Leigh, pero lo que nos atañe es Two lovers, traducida al español bajo el sugerente título Los Amantes.

Gracias a  Londra Films podemos disfrutar de esta excelente propuesta que ahora se encuentra en las salas del Cine Center. 

Quiero hablar un poquito de Joaquín Phoenix que en el filme interpreta a Leonard. Joaquín es puertorriqueño (apuesto que muchos no lo sabían) y su vida bien podría ser material para una interesante y extraña biopic. Como todos saben es hermano del fallecido River Phoenix, y fue él mismo quien marcó al 911 la noche que la prometedora estrella moriría de sobredosis. Hijo de un matrimonio que hasta perteneció a un culto, la carrera de Phoenix se ha caracterizado por consistentes interpretaciones. En lo particular, Joaquín me parece un muy buen actor.

Es por eso que ver su nombre como parte del elenco de Two lovers ya me garantizaba un personaje creíble. No me equivoqué. Leonard es un treintañero maniaco-depresivo (bipolar) que fue marcado por el abandono de un gran amor. Sumido en un mundo de inestabilidad, en parte (nos insinúan) por la difícil enfermedad, en parte por su absoluta incapacidad para superar la pérdida de su prometida, Leonard ha intentado quitarse la vida varias veces. 

La primera escena que da inicio a la película, con nuestro protagonista caminando casi poéticamente a través del puente, con su colgador de ropa de tintorería y el slogan cínico, paradójico y emputantemente optimista de su negocio en esa tarde gris, es sencillamente perfecta.

Con un elegante tono narrativo, nos metemos al mundo de este personaje perturbado, solitario, que vive con sus preocupados progenitores en un barrio judío. En estas circunstancias conocerá a dos mujeres: Sandra, interpretada por una querible Vinessa Shaw, es la hija de una pareja amiga de sus padres. Chica buena, ñoña, que ante un pájaro con las alas quebradas (Leonard) siente esa necesidad de cuidarlo, hacerse cargo y estar ahí para él (seguramente condicionada por la cultura “amorosa” de la que hablo al principio) Por otro lado está Michelle, interpretada por Gwyneth Paltrow cuyo talento me parecía sobrevalorado, pero que en esta película nos entrega una más que correcta actuación. Michelle es una bitch, no podemos decirlo de otra manera. ¡¡¡Muere Michelle, Muere!!! Vecina de Leonard, se caracteriza por una personalidad egoísta, manipuladora, plañidera, y voluble. La tipa es la amante de un hombre casado, y utiliza a Leonard como paño de lágrimas, pero al mismo tiempo (me parece) se aprovecha de la calentura emocional y corporal que despierta en nuestro pobre muchacho.

Los triángulos están servidos. Uno entre Michelle, Sandra y Leonard y otro entre Michelle, Leonard y el hombre casado. Es evidente que triángulos y calenturas ya se han visto n veces en el cine desde todos los puntos de vista, y hacer una película cuyo argumento parece básico representa un riesgo si es que no se le pone la magia que la haga diferente. En este caso, James Gray, el director y uno de los guionistas, nos envuelve en esta pequeña historia de tal manera que no podés menos que entregarte a lo que nos cuenta y no podés menos que admirar la sobriedad y el voltaje emotivo que el ambiente del filme consigue transmitir.

Con una atmósfera opresiva, oscura y de evidente autodestrucción, Leonard nos muestra a ese personaje que no encaja. No encaja en su familia, no encaja en su trabajo, no encaja en su adultez. El tiempo pasó, y ahora aparte del frasco de pastillas que lo mantienen conectado a la realidad, no tiene nada. De ahí el poco apego a la vida, de ahí el deseo de terminar esa nada que se extiende al infinito. 

Su gusto por sacar fotos, en las que jamás hay personas, el pequeño departamento que comparte con sus padres, la promesa de una vida laboral a la que no aspira, y un futuro que necesita ser definido de alguna manera a merced de los paradigmas sociales imperantes, empujan a este ser dolorido a la obsesión, a fingir que está bien cuando apenas puede sostenerse en pie, a intentar como último acto sublime de rebeldía un “y vivieron felices para siempre”…

Gray nos golpea con su final, nos da un puñete en la cara…los cuentos de hadas sólo existen como evasión de la amarga realidad. Las lágrimas de Phoenix, la mirada final, me hicieron recuerdo a una conversación que tuve hace un par de años con unos amigos, que seguro si leen estas líneas recordarán. Aún convencida que el puto amor (sí, he dicho puto y qué) existía y nos podía cubrir con un oloroso manto que huela a felicidad, fui sacudida por viejos y sabios (todos menores de treinta) compañeros de trabajo que en medio de una conversa filosófica existencial teñida de humor nervioso coincidieron en esta afirmación: “Uno nunca se queda con el amor de su vida”. 

Silencio aterrado

Abro signo de interrogación El amor Cierro signo de interrogación

Desesperanza punto

Esta vez final

LO MEJOR: Historia íntima, jodida, muy bien filmada.

LO PEOR: deja una sensación oscura al final

LO MAS FALSETE: hmmmm creo que el personaje funcionaba igual sin ser bipolar

LA ESCENA: El final

EL MENSAJE MANIFIESTO: La vida nos arrastra

EL MENSAJE LATENTE: Somos marionetas voluntarias

EL CONSEJO: Mirala, está buena

LA PREGUNTA: ¿el mundo es un día gris?

 

CURIOSIDADES

Es la cuarta película de James Gray

Se filmó a finales del 2007

Es la tercera colaboración entre Joaquín Phoenix y James Gray

El guión está inspirado levemente en Noches Blancas de Fédor Dostoievski

Luego de esta película, Phoenix anunció su retiro de la actuación, felizmente lo veremos en un documental titulado I`m still here: The lost years of Joaquin Phoenix.

CINE COREANO: Oldboy

Seré tu perra

Por: Mónica Heinrich

La venganza. ¿Hay algo tan poderoso, oscuro y fétido como la sed de venganza? El director coreano Park Chan Wook sabe que no. Por eso, filmó lo que denominó su Trilogía de la venganza, y para que nos vayamos de ass…nos regaló OldBoy

Esta es una de esas películas que se puede AMAR, y que entra definitivamente en mi lista de corazones, cupidos y rosas. Filmada en el 2003, tuve la oportunidad de verla por primera vez en el 2004, en ese momento supe que Park Chan Wook y yo tendríamos una relación especial. Casi casi de amantes a la distancia. Èl hace una película, yo hago lo imposible por verla. Una vez la veo, me digo “esto es para siempre”.

Pero, ¿qué tiene de especial OldBoy

Oldboy es la historia de un hombre al que un día, sin previo aviso, secuestran y encierran. Nada raro hasta ahí. Lo freak viene cuando este encierro dura inexplicablemente 15 años. El tiempo pasa, y el prisionero lo ve pasar a través de la televisión. Escenas memorables como sus intentos de suicidio, o sus reflexiones sobre la vida, sobre la muerte nos vuelan la cabeza y nos dicen que Park Chan Wook sabe lo que hace. 

Curtido por la soledad, y orillado a un aislamiento que dobla su espíritu, el personaje sufre, desvaría y pacientemente idea una forma de huir. Cuando menos lo espera, lo liberan.  ¿Pero qué puede hacer con esa libertad? ¿Cómo encajar en mundo al que durante 15 años no perteneció? Acusado del asesinato de su esposa, con su pequeña hija que creció en el extranjero, huérfana, creyéndolo un asesino, sin amigos u otros familiares, ¿qué puede hacer una vez sale de su prisión?

Nuestro amigo, Oh Dae Su (nombre que significa: Tomar las cosas como vienen) ha acumulado durante todo ese tiempo un odio y una necesidad asesina de buscar a quien lo encerró y hacerle pagar caro el atrevimiento. 

Lo que él no sabe, lo que nosotros no sabemos, es que esa venganza se origina de otra venganza, y los más rastreros sentimientos humanos son los causantes del conflicto.

Hermosas imágenes, muy al estilo asiático, que pueden mezclar la poesía, la violencia y el drama en una sola escena se repiten por doquier a lo largo del metraje.

El filme que algunos tachan de sórdido, es impresionante en su argumento y en su estética. Actuado por un reparto de lujo en el que destaca Min Sik Choi como el perturbado y vengativo Oh Dae su, la actriz Kang Hye-jeong interpretando a la frágil y enigmática Mi-Do, y el muy atractivo Yu Ji Tae como el maquiavélico Woo Jin Lee, consiguen introducirnos hasta el fondo de esta historia, donde nada es lo que parece y donde el final dejará a más de uno consternado.

Con un guión escrito por cuatro crispines, uno de ellos el mismo director, el argumento a pesar de rocambolesco y grandilocuente, nunca pierde interés y credibilidad. Nos conectamos rápidamente con la cadena vengativa y esperamos pacientemente la redención. Algunos espectadores critican que al quitarle todo artificio, nos encontraremos con una historia resultona, y que ya se ha visto n veces. Puede ser, pero aún siendo cierto es la FORMA que Park Chan Wook usa para contarla lo que la hace diferente y especial. 

Por si fuera poco, además de contar con actuaciones, fotografía, argumento, y dirección de lujo, la música es una experiencia casi religiosa. Amé el soundtrack de OldBoy, lo amé. Algunas imágenes se te quedan grabadas como un tatuaje gracias a la apoteósica banda sonora que la acompaña. 

La dirección de arte, un apartado que la mayoría de los gringos se pasan por el traste, brilla por sí sola. Colores, vestuario, objetos, locaciones, sencillamente todo encaja para crear una jodida obra de arte y para convertir al filme en una experiencia digna de repetirse varias veces.

Considerada ya una película de culto, Oldboy fue blanco de críticas por su violencia extrema. Incluso hace un par de años se pensó que el coreano Cho Seung Hui, universitario mass-murder de Virginia Tech, emulaba el poster y supuestamente escenas del filme en un video dejado después de la masacre. Sin embargo, las especulaciones eran tan ridículas como aquellas que ligaban a Marilyn Manson al tiroteo de Columbine. 

A su vez, si bien el filme muestra escenas gráficamente violentas, la brutalidad real se esconde en el argumento. Un argumento que no tiene clemencia con el espectador y que tampoco busca salvar a nadie. En este argumento todos son víctimas y verdugos.

La venganza es un sentimiento que anida en el corazón de cada ser humano, opina el director, el odio es natural, afirma. No tiene nada de malo asomarse a este espejo, un espejo que te devolverá la mirada del monstruo que llevas dentro.

Lo mejor: Estéticamente impecable, un guión muy bien manejado dado su enrevesado contenido, y la dirección siempre sobresaliente de Park Chan Wook.
Lo peor: Nunca se verá en pantalla gigante en Bolivia
La escena: El final, la del corredor y la del pulpo
Lo más falsete: hmmmm
El mensaje manifiesto: La venganza mata el alma y la envenena
El mensaje latente: Pero qué rica que es.
El consejo: Tenés que verla YA! 
La pregunta: ¿Do you meet your monster ?
 
FRASES

“La televisión es como un reloj, como un calendario, es nuestra escuela, nuestra iglesia, nuestro hogar, nuestra amiga y nuestra amante, pero la canción de nuestra amante es demasiado corta”

“Dicen que tenemos miedo porque tenemos imaginación. Deja de imaginar y serás valiente”

 

“La venganza es buena para tu salud, pero el dolor te encontrará de nuevo”

 

“Necesitas no preocuparte acerca del futuro. Imagina Nada”

 

«Ya sea una roca o un grano de arena, en el agua se hunden igual»

 

“Ríe y el mundo reirá contigo. Llora y llorarás solo”

 

“Aunque sea peor que un monstruo. ¿No tengo derecho a vivir?” 

 

CURIOSIDADES

Park Chan Wook estudió Filosofía en Seúl.

Conoció a su esposa en los 80s en un club de cine universitario.

Decidió convertirse en cineasta después de ver el filme Vértigo de Alfred Hitchcock.

La polémica escena del pulpo que es devorado vivo, tuve que filmarse cuatro veces. 

Oldboy tuvo un presupuesto de 4.000.000 $us.

El actor Min Sik Choi es budista por lo que tuvo que rezar antes de comerse los cuatro pulpos.

Min Sik Choi tuvo que entrenarse durante seis semanas y perder 10 kilos para hacer de Oh Dae Su.

El número de teléfono que le entregan a Oh Dae Su donde supuestamente se encuentra su hija, es el número de la Embajada de Corea en Suecia.

La escena del inicio donde Oh Dae Su está borracho y es llevado a la policía, fue la última en filmarse.

La escena final se filmó en Nueva Zelanda.

Ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2004.

Disney, Lynch = WOW!

Por: Mónica Heinrich V.

Era imposible imaginar que David Lynch, NUESTRO David Lynch, hiciera una película con Dinsey. Impensable que ya que la hizo, sea buena. Digo, no es que Disney sea una mierda, sino que Lynch ha creado cosas impresionantes que nada tienen que ver con el mundo de Mickey Mouse. Y dada las nefastas experiencias de otros directores (Hola, Tim Burton) con ese almibarado mundillo, tal cocktail no parecía recomendable.
 
Por eso es que este filme sorprende. Sorprende, conmueve, enamora.
 
Con una sencillez exquisita, Lynch nos cuenta la historia de Alvin Straight (interpretado por un extraordinario Richard Farnsworth). Alvin es un tipo de 80 años. Se encuentra en la postrimería de su vida, tiene mal las caderas, principio de enfisema, una posible diabetes y la vista ya no le funciona bien. Convive en un pueblito de Iowa con Rose (Sissy Spacek) , su hija cuarentona que sufre de un leve retraso mental y problemas para hablar. Una noche le
 avisan que su hermano Lyle ha sufrido un infarto. Lyle vive lejísimos, en Winsconsin.
 
Nuestro protagonista tiene una rencilla de décadas con su hermano, y por ese motivo no se hablan desde tiempos inmemoriables. Cuando ve que la estantería está comenzando a fallarle(s) en serio, decide ir a visitarlo. El motivo de la disputa jamás es revelado, el motivo por el que emprende el viaje, queda tácitamente comprendido.
 
Un tipo sin mucho dinero, viejo, al que no le gusta ni volar ni viajar en bus, tiene que recorrer 250 millas a través de la América rural. Sin auto y sin absolutamente nadie que lo apoye en tan encomiable viaje, agarra la podadora de su casa, y montado en el
la le hace honor al lema de: El mundo es de quien se arriesga.
 
The straight story es un proyecto que en manos de otro director puede fácilmente caer en el ñoñerío gratuito y sensibilero. Gracias a Dios, a Lynch el pulso no le tiembla para mostrar exactamente lo que se necesita mostrar, para decir sin decir, sin remarcar o amplificar pequeñas escenas.
 
La travesía estará cargada de obstáculos y personajes de muy distintos talantes. Lo mejor es que el guión escrito por John Roache y Mary Sweeney no está exento de humor, drama y hasta tensión. Las seis semanas que el viaje dura son condensadas con precisión en casi dos horas de metraje que se pasan volando, acompañando a una hermosísima fotografía propiedad del señor Freddie Francis, que ya había trabajado con Lynch en aquella gloriosa película llamada El hombre elefante. 
 
Como espectador no queda otra que apegarse a Alvin como si se tratara de un viejo amigo. Pujar porque llegue a destino, porque ese reencuentro entre dos seres que comparten sangre, infancia y un pasado, se concrete. Cuando pensás que no se puede poner mejor, te topás con la escena del bar. GRAN GRAN escena. Esa escena sola, hace que la película no sea sólo buena, sino soberbia. 
El final llega tan simple como el inicio, mostrándonos a ese Lynch que sólo se puede amar. Amar como a este pequeño filme. 
 

Lo mejor: Una película muy bien dirigida, muy bien actuada, muy bien guionizada, a la que no se le puede objetar nada.

Lo peor: Nada.

La escena: La del bar y el final.

Lo más falsete: Nada.

El mensaje manifiesto: La sangre jala.

El mensaje latente:  La vejez te da la sabiduría necesaria para acortar distancias que una juventud estúpida creó.

El consejo: Vela! Prometo que no te arrepentís.

La pregunta: ¿Lynch será tentado por Disney otra vez?

CURIOSIDADES
 
– La historia es basada en un hecho verídico ocurrido en 1994. El anciano de 76 años, falleció tres años después de hacer el viaje en el que el filme se inspiró.
– Para los que fuimos tocados por la magia de la serie canadiense: Anne the Green Gables, recordamos a Richard Farnsworth como el actor que interpretaba entrañablemente a Mathew Cuthbert.
– Fue la última película de este extraordinario actor. Richard se suicidarí al año siguiente de un tiro de escopeta, después de padecer una larga enfermedad.
– Richard fue el actor más viejo en ser nominado al Oscar, contaba con 80 años cuando fue nominado como mejor actor por el papel de Alvin. Lastimosamente, no ganó.
– The straight story, fue filmada en orden cronológico.
– El nombre verdadero del hermano de Alvin no era Lyle sino Henry, pero se le cambió el nombre porque éste no quiso que apareciera el verdadero.
– Tuvo un presupuesto de 10 millones de dólares.
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