LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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CINE: A quiet place / Un lugar en silencio

Por: Mónica Heinrich V.

Producida por Michael Bay, uno tendría la tentación de pasar por alto A quiet place y también de escupir un poco el poster.

Es probable que los que huyen a las películas de terror porque no las soportan, piensen que lo mejor es no ver esta versión distópica de amenazas y bichos cazando seres humanos. Hay mucho desmelene prometido en esa imagen de Emily Blunt tapando su boca.

Error.

La película ha fascinado al mismísimo Stephen King y ya se está catalogando como una de las mejores películas del género en lo que va del año.

En sus primeras escenas, A Quiet Place te invita a regocijarte en un cine comercial muy bien hecho y con una construcción de climas notable.

Un supermercado que da muestras de haber sido abandonado hace mucho, y también saqueado, es la locación perfecta para que nos demos cuenta de lo que pasa alrededor de los personajes principales.

Pies descalzos, silencio, cuidado al manejar las cosas que se agarran de los estantes, comunicación por señas, un incidente con una nave espacial de juguete, dibujan a la perfección un mundo en el que el sonido es el principal enemigo.

Es el año 2020 y unos bichos ciegos atacan a los humanos guiándose por el sonido. Son letales, horribles y hasta el momento que el relato empieza: invencibles. Tan invencibles que han arrasado con la vida humana al punto que una solitaria familia, los Abbot, se encuentra luchando día a día por sobrevivir.

Están papá Lee (John Krasinski), mamá Evelyn (Emily Blunt), hija mayor Reagan (Millicent Simmonds), hijo del medio Marcus (Noah Jupe) y el pequeño Beau (Cade Woodward).

La situación es muy jodida, y la película está tan bien contada que rápido empezás a fatigarte con el tema de los ruidos, hasta uno mismo se mueve en la butaca lento y despacito.

En las escenas iniciales SPOILER perdemos a un integrante de la familia, y luego de una elipsis temporal vemos que los personajes cocinaron sentimientos de culpa y resentimientos varios. Mamá Evelyn está embaraza, porque perdimos uno y hacemos otro. Mamá esta casi a punto de tumbar hijo, lo que a las claras representa un conflicto teniendo en cuenta que no pueden hacer bulla y que los bebés y el parto son ruidosos. FIN SPOILER

El director no es otro que el mismo John Krasinski, en la pantalla papá Lee. Krasinski en la vida real es pareja de Emily Blunt, así que todo queda en familia. El director y actor hace un muy buen trabajo detrás de cámara y maneja la tensión al dedillo haciendo que contengamos el aliento y suframos por las peripecias de las que somos testigos.

El guion escrito por la mancuerna Scott Beck y Bryan Woods (amigos de la infancia) y retocado por Krasinski,  es efectivo aunque tiene inconsistencias y cosas ilógicas que le restan brillo a una propuesta formal más que interesante.

SPOILER O sea, estos crispines no aprendieron nada de la vida y de la carretada de películas y series que existen o existieron hasta el 2020. La tipa queda embarazada, EMBARAZADA. ¿Van a tener dopado ese niño hasta la adolescencia? Ya, supongamos que es una muestra de la irresponsabilidad humana similar a las muestras que vemos en la cotidianidad, pero acá es una situación de vida o muerte. Tienen nueve meses para prepararse y se preparan de la manera más burda y pusilánime del mundo. Saben que un ruido mayor tapa ruiditos menores y en lugar de irse a vivir cerca o dentro de la bendita cascada antes de parir (aprender de El Planeta de los Simios), se quedan en esa casita llena de tablones y de posibles fuentes de bulla. El tipo muere como pelotudo, unos cuantos minutos antes que descubran cómo librarse de los bichos. Es ese tipo de película en la que empezás a gritarle a los personajes: «NO, por ahí NO, IMBECIL». Creo, también, que la familia es demasiado perfecta, lo peor que les puede pasar son las pataletas de la sorda. Estamos ante la inminente carnicería de los Ingalls. El guion se esfuerza en ponerse pro unión familiar, lo que está bien pero si ya te vas a jugar en lo formal podrías jugarte un poquito más en contenido. Pues no, los Ingalls y punto. FIN DEL SPOILER

Las motivaciones de los bichos no las sabemos, porque es evidente que si en un futuro cercano existiera una invasión de bichos, es poco probable que sepamos qué carajos vinieron a hacer a este boliche. El asunto es que son ciegos, tienen un oído que ya de verlo dan ganas de morir gritando y les gusta cazar humanos o mejor dicho seres vivos, porque también se meten con todo lo que respira.

La película está diseñada para tener como un personaje principal al sonido y la ausencia de él. Y esa es su mayor contribución a la causa de las películas de terror dignas de ver. Está pensada con mucho cuidado en cuanto a su forma y te pone los nervios de punta.

El final es un poco antojadizo, o sea la idea de cómo acabar con el enemigo no está mal pero se devela a los personajes porque sí, porque hay que acabar la película, apagar la luz e ir al baño.

No hay problema, A Quiet Place igual se ve con sobresaltos, aliento contenido y mucha empatía por estos Ingalls poco preparados para enfrentar el horror.

Lo mejor: logra provocarte emociones varias  Lo peor: el guion no es consistente La escena: la secuencia del parto, obvio Lo más falsete: la preparación de los Abbot, la falta de criterio y la revelación de cómo acabar con los bichos El mensaje manifiesto: ante el apocalipsis mantenete unido a tu hermosa y tierna familia El mensaje latente: la sobrevivencia no es seguir las reglas del enemigo sino atacarlas El consejo: tenés que verla en EL CINE El personaje entrañable: los niños El personaje emputante: la sorda, hizo burreras desde el principio El agradecimiento: por una buena película mainstream

CURIOSIDADES

Tuvo un presupuesto de 17 millones de dólares

Paramount, el estudio que tiene los derechos de la historia, quería en un inicio que la película sea una secuela del universo Cloverfield. Luego se desechó la idea y se mantuvo como una historia independiente.

La escena inicial fue la última en filmarse porque requería que Krasinksi esté sin nada de barba.

El guion original contenía solo una línea de diálogo

Los guionistas Beck y Woods crecieron juntos en Iowa y en el 2013 empezaron a trabjara en la idea central de la película.

En marzo del 2017 el estudio compró el guión y Krasinski reescribió algunas cosas.

La película se filmó en mayo del 2017 en las afueras de New York.

Millicent Simmonds es realmente sorda. Ella debutó en la película Wonderstrack.

Es el debut en pantalla de Cade Woodward.

Tercera película que dirige Krasinksi.

“Un Lugar en Silencio es una pieza extraordinaria de trabajo”, escribió Stephen King en Twitter. Krasinski retwiteó el halago del escritor diciendo: “Cerebro…no procesando. Uh oh, no te desmayes John, no te desmayes,… demasiado tarde”.

CINE ESPAÑOL: La posesión de Verónica

Por: Mónica Heinrich V.

Casi casi la dejé pasar por el póster y por el nombre que aludía a una de las tantas películas de posesiones demoniacas que se pueden ver cada cierto tiempo en la pantalla gigante.

Y sí, parece terror barato, de ese desechable y lleno de lugares comunes. La monja ya arruina cualquier expectativa.

Lo que después supe es que el nombre de la película era simplemente Verónica y que por fines comerciales le habían añadido “La posesión de” para facilitar su distribución y enganchar a los morbosillos.

Basada en un caso de la vida real conocido como El Expediente de Vallecas, cuenta lo que le pasó a una adolescente llamada Verónica que en los 90s jugó a la ouija con sus compañeras de clase y después empezó a experimentar fenónemos sobrenaturales.

Sí, sí. No hay nada llamativo ni interesante en esa sinopsis, hasta parece una esquela noticiosa de esas que alguna vez hemos leído en la crónica roja de este pueblo. Pero, hay un gran PERO, lo que consigue el director español Paco Plaza no es desdeñable.

El fuerte de Verónica está en ese triste relato sobre esta mitad niña, mitad mujer, que tiene tres hermanitos pequeños, un padre muerto y una madre que se saca la mierda trabajando en un bar. Por lo tanto, es Verónica a la que se le han delegado responsabilidades no acordes a su edad.

El guion escrito por el mismo Paco y por Fernando Navarro (con una experiencia más televisiva), mantiene la tensión porque rápidamente empatizás con su protagonista y con el resto de los menores. Sí, señores, su punto más alto es el atractivo casting, con una Sandra Escacena como la atormentada Verónica que debuta en el cine al igual que Iván Chavero (Antonito), Bruna González (Lucía), Claudia Placer (Irene), los hermanitos indefensos. Ellos, sumergidos en esa soledad propia de familias rotas, luchando con las iniquidades del mundo y contra esa fuerza sobrenatural que amenaza con destruirlos, hacen que valga la pena verla.

Hay, también, mucho mimo en la recreación de los 90s. Una dirección de arte cuidada con un vestuario también muy acorde a esas épocas, elevan la propuesta que se acompaña con canciones noventeras de la banda española Héroes del Silencio.

Todo es sutileza en Verónica, los momentos terroríficos se manejan más desde el punto de vista psicológico y te hacen dudar sobre la veracidad de lo que estás presenciando. ¿Es el quiebre mental de una chica agobiada por su situación familiar? ¿Es un espíritu dispuesto a apoderarse de su alma?

Paco Plaza se hizo conocido por la trilogía de REC, una saga más bien gore, pero que incluso sin ser demasiado memorable ya acusaba un buen pulso y buen gusto a la hora de hacer pasar sustos a los espectadores.

Verónica supone un refinamiento de esos primeros escarceos, siempre con el ojo de Pablo Rosso en la dirección de fotografía, su habitual colaborador.

Puede que no sea la obra maestra, porque el final se vuelve algo desigual y a pesar de su cuidado en todos los aspectos no se consigue desprender de los elementos típicos de una historia de estas características. También, para un público más exigente en cuanto a sangre y momentos grotescos, esta es una película que maneja el horror desde un lugar menos obvio.

En la vida real, el caso supuso el único que está documentado en la policía española como resultado de algo que no se puede explicar. En la ficción, Verónica habla también sobre una España deprimida económicamente, sobre una infancia negada, sobre ausencias, despertares sexuales y anhelos nunca conseguidos.

Nada, para partir de un juego de ouija es más de lo que podríamos esperar.

Lo mejor: una linda propuesta, con un casting entrañable Lo peor: no escapa del todo a la estructura clásica de una película de este tipo La escena: todas en las que aparecía Antonito Lo más falsete: quizás se diluye mucho el final y termina como sin chiste El mensaje manifiesto: hay que vivir las etapas que nos corresponden vivir en los momentos adecuados El mensaje latente: no alborotés el avispero de lo sobrenatural El consejo: para ver y disfrutar sin culpas El personaje entrañable: los niños El personaje emputante: la supuesta mejor amiga El agradecimiento: porque te conecta emocionalmente con la historia.

CURIOSIDADES

  • Se puede ver en Netflix
  • Los hechos sucedieron en 1992
  • En la película se han cambiado nombres y eventos a favor de la historia cinematográfica
  • Dura 105 minutos
  • Fue nominada a  7 premios Goya y a 6 premios Feroz.
  • Sandra Escacena (Verónica) tiene experiencia previa en teatro. Actúa desde los 9 años. Esta sería su primer película.
  • Ana Torrent que interpreta a la ocupada Mamá, es una cara conocida que hemos visto protagonizando el debut de Amenábar: Tesis y es un guiño al clásico de terror español Cría Cuervos en el que la actriz también aparece.
  • Se hizo un casting de 800 actrices para el papel de Verónica. Sandra fue la primera en hacer la prueba.
  • Paco Plaza se encuentra inmerso en su nueva película Quien a Hierro Mata, esta vez abandona el terror para contar una historia relacionada con el narcotráfico.

CINE HÚNGARO: Testről és lélekről / On body and soul / En cuerpo y alma)

Por: Mónica Heinrich V.

En apariencia esta es una muy atípica historia de amor. Y digo en apariencia porque si bien al final tenemos a una parejita que intenta mirarse como si cupido los hubiera reventado a flechazos, en el fondo me quedé con la soledad, y las vacas asesinadas, y los seres incompletos.

María (Alexandra Borbély) es una supervisora que entra a hacer su trabajo en un matadero en Budapest. Ella tiene una personalidad especial, le cuesta relacionarse, y lo hace todo como si fuera un robot. A su alrededor, la gente se burla y cuestiona sus acciones, porque sí, así es la gente de pendeja. Endre (Géza Morcsányi) es el director del matadero y pronto descubren que ambos se encuentran por las noches en sueños y transformados en ciervos.

No han leído mal. Es tal cual. Ellos se van a la camita, se duermen y sueñan todas las noches que están en un paisaje hieloso e invernal convertidos en ciervos. Ella hembra, él macho y así se juntan en ese limbo onírico.

La directora y guionista Ildikó Enyedi, consiguió ser nominada al Oscar con esta película algo extraña. Resalto que dentro de su propuesta fría y elegante, subyace una historia que como ya dije es sobre dos seres tristes, en un mundo triste, que se encuentran tratando de sobrellevar la tristeza.

Pero la película empieza y termina con eso. En la escritura del guion, Enyedi nos muestra cómo el alma no logrará traspasar la barrera de lo físico hasta que uno de los dos ceda y deje sus miedos de lado. ¿Quién tiene que ceder? Ella.

El dibujo de María es condescendiente, y sus decisiones cercanas al final me generaron cierta aversión, más aun cuando la respuesta a su SPOILER elección de vivir termina siendo la llamada del fulano que ve en sueños convertido en ciervo. Los románticos me dirán que es el amor, porque las decisiones pelotudas de la vida parecen estar afianzadas en la creencia de que por amor se hace cualquier burrera, pero en mi caso me hizo sentir una maniquea, cursi y facilista mirada de una historia que apuntaba a más profundidad. FIN DEL SPOILER

Las actuaciones de los protagónicos están correctas, destacando María y sus cambios de estado de ánimo que van debajo de la máscara de la frialdad. Como en algunas películas de este tipo, hay problemas de actuación en secundarios que poco o nada importan, sí, aunque en global te dejen la sensación de que no se llegó a la prolijidad completa.

Una linda banda sonora que alcanza su clímax con el tema What he Wrote, acompaña a una fotografía diáfana y elegante, propiedad del también húngaro Maté Herbai. Quizás dos de los puntos altos del filme son estos elementos que humanizan un desarrollo narrativo más bien distante y poco emotivo.

En cuerpo y alma se cuece a fuego muy lento. Es de esas películas a las que se le tiene paciencia esperando que el final valga la pena. Como cuando te tomás una avioneta, una lancha y caminás horas tratando de llegar a las cataratas del Amboró. El tiempo, el cansancio, se borran cuando ves esa belleza en todo su esplendor. En este caso, después de un viaje más bien aburrido y largo, te topás con un grifo goteando agua.

Lo mejor: Tiene algunas escenas muy lindas visualmente, y a pesar de su fría propuesta logra algunos momentos emotivos Lo peor: es larga al pedo, y el final guácala La escena: Cuando se pone a ver porno, o a ver parejas, o a escuchar música romántica tratando de aprender lo que es el amor.  Lo más falsete: el final, y la extrema decisión de María El mensaje manifiesto: no somos uno sino dos El mensaje latente: sin el otro la vida es más difícil El consejo: para tenerle paciencia El personaje entrañable: María El personaje emputante: el otro El agradecimiento: por algunos momentos de belleza.

CURIOSIDADES

La directora húngara de 61 años ganó la Cámara de Oro en Cannes en 1989.

Esta película se encuentra disponible en la plataforma NETFLIX.

Esta pelicula húngara comenzó su carrera en la Berlinale 2017, donde ganó nada menos que el Oso de Oro, el premio de la crítica FIPRESCI y el del jurado ecuménico. Casi un año más tarde llegó al gigante del VOD con una nominación al Oscar al Mejor Film en idioma no inglés.

Es su primera película después de 18 años de silencio.

Alexandra Borbély y Ervin Nagy son pareja en la vida real.

Hubo casting de ciervos.

Los ciervos se filmaron un invierno después de la filmación con humanos.

Alexandra es una actriz de teatro que debuta en el cine con esta película.

CINE: Tomb Raider / Black Panther / 15:17 Tren a París / El No Nacido

Por: Mónica Heinrich V.

TOMB RAIDER o Corre, Lara, Corre!

Esto no funcionó ni con Angelia Jolie y sus pulposos labios allá por el 2001. Reconozcamos que la sueca Alicia Vikander es una buena actriz y que le puso mucho empeño a su entrenamiento volviéndose fisicuda y haciendo biceps con pesas de 15 kilos. Aparte de sus abdominales marcaditos y de las ganas que deja a los espectadores de entrar al gimnasio, la pobre Alicia no logró nada más con esta nueva versión de las aventuras de Lara “Daddy Issues” Croft.

Tomb Raider es otro de los fallidos intentos de llevar con dignidad un videojuego a la pantalla gigante. No sé por qué no contratan mejores guionistas, acá tienen a Alastair Simons con solo un crédito anterior y a Geneva Roberton debutando con esta huevada donde vemos a Lara correr más que el correcaminos. ¿De dónde los sacan? Y lo más importante ¿Por qué?.

El director no es otro que el noruego Roar Uthaug. Roar llamó la atención de la industria después de hacer La última ola (The Wave, reseñada ACÁ) que tampoco era la papa, pero que «enternecía» por su aspiración a fórmula americana. Lamentablemente, Tomb Raider es una película de estudio y las probabilidades de que Roar haya tenido libertades son mínimas. El resultado es esta cosa prefabricada, vista ene veces, sin carisma, sin chispa, sin ajayu.

La película empieza con Lara que no usa su fortuna desde que su padre desapareció. Le sigue dando cosita firmar el papel que certifica que el don murió en algun lugar del mundo hace ya siete años.

Pásenme un kleenex.

Cuando ya parece que va a ceder, descubre una serie de pistas (porque las cartas selladas o los audios están muy demodé) que la llevan rápidamente a una oficina secreta donde el tipo dejó un mensaje que expresamente pedía que se destruya lo ahí encontrado. Obvio que la tal Lara se pasa por recónditos pliegues las instrucciones.

En primer lugar, tenés una megafortuna y te vas a buscar al quinto infierno la verdad sobre tu padre con dos pesos y la ayuda de un chino/japuco borracho.

Todo es una estupidez de principio a fin. El viejo hizo una investigación cojuda sobre la incomprendida Himiko, una antigua reina cuya tumba guarda supuestos poderes.  Así, sin querer, llevará a unos imbéciles parte de un sociedad llamada Trinity a querer apoderarse de no se sabe qué. Porque nadie sabe realmente qué fue o qué tiene la bicha de interesante.

El villano es un “villano” pero no tuvo ni los huevos ni la viveza criolla de hacer lo que hacen Lara y el chino para salir de la bendita isla. Y claro, falta también criterio para cortar los brazos cuando es necesario, sino pregúntenle a Hershel de The Walking Dead o a Zegen de World War Z.

Mientras tanto, yo moría lentamente en la butaca, pensando aún en los pulposos labios de Angelina Jolie y el porqué no pudo ser feliz con Brad Pitt.

Rescato que después de tanto corre corre de Lara, y de una importante expulsión de fluidos (sudor y lágrimas) la película deja un mensaje a la conciencia que todo espectador debe meditar, explorar y somatizar: ¡No seás bruto! NUNCA se firma un papel sin leerlo.

Gracias, Alicia.

Lo mejor: lo fit que quedó Alicia, viva la salud! Lo peor: es innecesaria y tonta La escena: pienso, pienso…quizás el acertijo a resolver en la tumba de Himiko Lo más falsete: la pregunta sería ¿Qué no se ve falso? El mensaje manifiesto:  Leé lo que firmés El mensaje latente: LEE LO QUE FIRMES El consejo: Cuando se trata de dinero no se debe confiar en nadie El personaje entrañable: Himiko El personaje emputante: el papá de Lara que en lugar de responsabilizarse por criar hija se va a perseguir bichas El agradecimiento: porque cuando termina se te borra de la mente completamente.

PANTERA NEGRA o Te queremos, Killmonger

Y las películas del universo Marvel siguen llegando. Ya están casi por la veintena. De esa veintena la mayoría ha quedado en el olvido. Este año, Pantera Negra es la película Benetton que la muchachada estaba esperando. Ha sido vendida como la película que tiene el primer súper héroe negro y en la que casi todo el elenco es negro. Este amor por la negritud es parte de la ola de corrección política que invade Hollywood y que hoy está peleando espacio codo a codo con la cuota de género y el movimiento #metoo.

Para no desentonar, o emblanquecer por accidente el asunto, llamaron a Ryan Coogler para la dirección. Ryan no es un boludo x, dirigió dos películas que fueron bastante aceptables: la primera Fruitvale Station y la segunda (la más conocida) la secuela de Rocky: Creed. El guion lo escribe el mismo Ryan y Joe Robert Cole, guionista de algunos episodios de American Crime Story.

A ver, al principio todo se siente muy plástico y choto. Las imágenes tribales, de plantas mágicas y un país misterioso llamado Wakanda nos hacen sentir que veremos más de lo mismo. Luego, volvemos a tiempos modernos y el Rey de Wakanda asesina a su hermano en defensa de Zuri (un ayuco espía) .  Ya en tiempos actuales, el Rey asesino es asesinado en un atentado y su hijo T´Challa (Chadwick Boseman) hereda el rancho. Así se condensan los minutos iniciales.

Resulta que Wakanda, ahí donde la vemos, es una sociedad súper avanzada y tecnologizada, que guarda el secreto de su poder (el vibranium) para que el resto del mundo no se aloque y haga lo que están haciendo algunos en Oriente Medio (Hola, potencias que se reparten el petróleo).

T´Challa quiere vengar la muerte de su padre y se pone tras la pista de  Ulyses Klaue (un gran Andy Serkis), en los alborotos que vienen y van surge el verdadero protagonista de la película el señor Killmonger (Michael B. Jordan) también apodado El Jaguar Dorado.

El Jaguar Dorado roba cámara que es una belleza, y además las huevadas que dice son las que tienen mayor profundidad, incluido su texto final SPOILER al caer el sol cuando habla de sus hermanos que saltaban de los barcos para morir en lugar de ser esclavos. Ahí fue cuando me descubrí a punto de llorar por una película como Pantera Negra FIN DEL SPOILER

Claro que solo fue un «resfalón», ni el guion ni la hermosa presencia de Jordan consiguen maquillar del todo una película que juega a romper moldes pero que en la práctica es nomás un canto al statu quo, y a lo humano que es plegarse a los organismos internacionales y tener alianzas con los gringuitos, representados por la bondadosa figura de Martin Freeman.

No, no la pongo a la par de otros desastres de Marvel. Es una película que empieza muy convencional pero que va subiendo en emoción y acción. Su discurso político y social es más pose, una de las tantas mentiras que reproduce el cine. Una frivolización de las luchas afroamericanas. Igual, en honor a la verdad, algo  te va metiendo a la historia y hace que veas con simpatía a los personajes aun cuando estos no se desarrollen del todo. No deja de ser plástico, pero es un plástico bien fabricado.

Pantera Negra, como personaje en sí mismo es muy poco interesante, veremos cómo sobrevive las próximas entregas del universo Marvel sin su contraparte El Jaguar Dorado.

¡Viva la Monarquía!

Lo mejor: va levantando y logra emocionar Lo peor: es políticamente correcta y frivoliza la lucha afroamericana La escena: la de la caída del sol y la caída de Killmonger Lo más falsete: la postura de película que rompe moldes y que reivindica problemáticas históricas El mensaje manifiesto:  tenés que abrirte para ofrecer tus riquezas a tus países hermanos  El mensaje latente: la corrección política tiene nuevo disfraz El consejo: Se puede disfrutar El personaje entrañable: El jaguar dorado y Klaue El personaje emputante: Pantera Negra por ñoñazo El agradecimiento: por algunos momentos emotivos y un buen casting.

15:17 Tren a París o ¿qué pasó Mister Clint?

Esta ya salió de cartelera, pero considero mi deber moral el advertirles que si hay alguna película a la que se debe huir en el videoclub, el torrent, el dvd pirata, el streaming, esa es 15:17 Tren a Paris.

Hasta la fecha no entiendo qué le pasó a Míster Clint Eastwood. No entiendo qué le pasó al estudio por encima de Clint Eastwood. No entiendo qué le pasó al focus group con el que prueban algunas películas. No entiendo cómo encontró distribuidores y no entiendo cómo, CÓ-MO en nombre de Dios y del de abajo hay gente que la puede recomendar.

Esta película muy bien la pudo filmar Tommy Wisseau el boludo de The disaster artist. Es más, a ratos esperaba que entraran unas chicas en tanga o unos repartidores de pizzas, porque había planos con algunas actuaciones que parecían de película porno clase z.

A Clint, que es muy besabandera, le pareció interesante contar lo que sucedió cuando unos gringuitos detuvieron a un enloquecido musulmán en un tren en movimiento que iba de Amsterdam a Paris. El loquito musulmán supuestamente iba a perpetrar una masacre ahí dentro, pero los gringuitos salvaron el día.

A mí también me parece una historia muy interesante. El hecho en sí mismo duró apenas unos minutos por lo que Clint rellena el resto de la película contándonos cómo estos bravíos americanos crecieron, se relacionaron, tuvieron sueños, fracasos, se fueron a pasear a Europa y terminaron frenando al loquito musulmán.

Tampoco sé cómo el guion corrió a cargo de Dorothy Blyskal, que debuta como guionista y que le servía sopa de tomate orgánico a Clint Eastwood en Sully (2016) . Parece que la sopa era muy buena, porque no solo le dieron la posibidad de hacer este guion sino que a pesar de estar muy malo LO FILMARON. La tipa todavía tuvo el descaro de afirmar en una entrevista que se preocupó cuando vio que los actores principales de su guion debutante iban a ser actores naturales, pero que luego dijo “Confío en Clint”. Está claro que no debemos confiar en Clint.

La estructura de la película se maneja entre pequeños momentos del ataque en el tren con largos flashbacks de la vida de los protagonistas. La parte de sus infancias nos muestra a uno de los peores castings infantiles que he visto en mucho tiempo, también me quedé esperando que aparezcan las chicas en tanga y los repartidores de pizza. Ya cuando los personajes crecen, a Clint se le ocurrió la gran idea de usar a los verdaderos Spencer Stone, Alex Skarlatos y Anthony Sadler. Unos chicos que pueden haber sido héroes pero que no son actores, Clint. No son actores y tampoco tienen  facilidad para actuar. Chicas en tanga y repartidores de pizza, sigan viniendo.

Son casi dos horas viendo las imágenes más desangeladas, con los diálogos más sosos y las actuaciones más paupérrimas que he visto este año. Para eso me meto al cine a ver _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ o _ _ _ _ _ _ (rellene amigo, rellene).

Lo único que la salva del olvido es la secuencia del ataque que está bien relatada y con un montaje acorde a la situación. SPOILER Dicho sea de paso, qué suerte tuvo el Spencer, que se lanzó así como caballo desbocado a la muerte y justo el aparato se trabó y no funcionó. Si la huevada no se trababa estaríamos aún contando los muertos FIN DEL SPOILER

Lo demás es un saludo a la bandera (literal), en el que se mezclan el patrioterismo más panfletario, el exaltamiento al más rancio conservadurismo, el amor a las armas en un país que aún sufre por su falta de control de armas, y la idea siempre vacía y liviana del loquito musulmán atacando inocentes ciudadanos.

Me extraña araña que no la hayan nominado en los premios Razzies. Yo la nominaba a todo y hasta creaba nuevas categorías.

No pues, Mister Clint.

Lo mejor: … Lo peor: es una de las peores películas de un director reconocido que he visto en los últimos tiempos La escena: la única que vale la pena es el ataque en sí mismo Lo más falsete: TODO El mensaje manifiesto:  Podés cagarla al final de tu vida El mensaje latente: rodéate de gente capaz en su rubro, porque sino la vas a cagar al final de tu vida El consejo: hay guiones que no se deben filmar El personaje entrañable: creo que no hay ninguno El personaje emputante: estoy un poco emputada con Clint por ser el artífice de tamaño exabrupto El agradecimiento: el que me deben los que no la han visto y ahora pueden evitarla.

EL NO NACIDO (Still/Born) o Mamá al ataque!

¡Oh, sí! El mal rondando a los bebés y a las mamás primerizas. Este tipo de películas se han ganado mi corazón desde El Bebé de Rosemary. Nada como el terror maternal desafiado a hacer sacrificios “intensos” y “significativos”.

Still/Born es una película canadiense dirigida por Brandon Christinsen, un desconocido que seguirá siendo desconocido y escrita por el mismo Christinsen y Colin Minihan a quien le guardaba rencor desde Grave Encounters (la indignada reseña ACÁ).

Mary (Christie Burke) estaba embarazada de gemelos o mellizos, el caso es que uno de los bebés nace muerto. La tipa entra en depresión post-parto y depresión post-muerte. Al sobreviviente le ponen de nombre Adam y el pobre Adam es el que se chupa la aparente psicosis de Mary que lo vigila en la cuna, lo revisa, lo deja solo en la tina con el agua corriendo, y tiene ataques de genuina ira y descontrol.

Ahí como flor en un florero está también Jack (Jesse Moss) el marido ocupado, tratando de ganar más plata para seguir viviendo bien y cumplir sus sueños laborales mientras la mujer se va a la mierda.

La película es predecible, pero tiene algunos momentos de suspenso sorpresivamente conseguidos, o será que disfruto en demasía de las sombras acechando cunas.

Lo mejor de Still/Born es su mirada a la Mary quebrada mentalmente, a la que no sabemos hasta qué punto está perdida y dónde comienza y termina lo real. Mary como artífice de las acciones contra el bebé es más efectiva que Mary sufriendo por la bicha que en teoría lo quiere poseer.

Las apariciones de la bicha como ente físico nos hacen ser concientes que estamos ante una película de las de siempre, donde el monstruito se dobla, hace sonidos ásperos y gasta varios días en hacer lo que podría hacer en una milésima de segundo.

No, Still/Born no dejará huellas perecederas después de su visionado. De hecho, se te va ni bien termina, pero como película de terror funciona lo suficiente como para que devorés algunas pipocas y consumas unas cuantas cucharadas de azúcar diluidas en coca-cola sin culpa ni penas.

Lo mejor: el juego con la insanidad mental Lo peor: la bicha La escena: cuando se encierra con el otro bebé Lo más falsete: la bicha y algunas actuaciones El mensaje manifiesto:  si sos mamá, tenés que estar dispuesta a TODO El mensaje latente: Papá puede boludear El consejo: Vela de noche, cuando haga frío  El personaje entrañable: ADAM El personaje emputante: Papá boludo El agradecimiento: por sus buenos momentos.

CINE LIBANÉS: El Insulto (L´Insulte)

Por: Mónica Heinrich V.

El cineasta libanés Ziad Doueiri ha sido asistente de Tarantino, y su crianza fue en un entorno propalestina que luego matizó cuando conoció de cerca a algunos cristianos libaneses que también sufrieron masacres y fueron perseguidos por facciones extremistas palestinas.

De ese contexto se alimenta su cine, sus guiones. Por eso no es de extrañar las buenas intenciones que derrama su más reciente filme El Insulto, que fue nominado a Mejor Película Extranjera en la pasada edición de los Oscar.

Yasser, un palestino refugiado se encuentra trabajando en una calle de Beirut cuando le cae agua desde una canaleta de un balcón. La canaleta es ilegal porque por ley los balcones no deberían echar agua de esa manera. Yasser intenta coordinar con el propietario del departamento el arreglo del tubo. El dueño resulta ser Toni, un cristiano libanés que ni bien decodifica que Yasser es palestino se niega a cualquier colaboración. Yasser de manera unilateral decide poner la canaleta como tiene que colocarse y cuando Toni lo descubre, destruye el trabajo que ya estaba casi listo. Es en ese momento que Yasser insulta a Toni. Toni, entonces, dice que hasta que no reciba un pedido de disculpas del palestino llegará hasta las últimas consecuencias.

La sencilla premisa revela una radiografía de la frágil tregua entre palestinos y cristianos que se vive en el Líbano y de la hipocresía con la que se maneja el tema de refugiados en Asia y Europa. Ese pequeño conflicto entre dos personas, en medio de la calle, que puede sonar muy marginal, un roce muy estúpido y nimio termina amplificándose de tal manera que revive odios y rencillas que se intentan mantener ocultos bajo la corrección política.

La película en sí misma es modesta en cuanto a recursos, la música es más bien fea para mi gusto, onda musicón de matrimonio. La fotografía no es nada del otro mundo, tiene un estilo muy docu-ficción sin mayores sorpresas. Las actuaciones de sus protagónicos son cuando mucho cumplidoras. El drama se convierte en drama judicial casi a la mitad de la película y definitivamente le sobra una buena media hora. Eso porque el director y guionista termina enredando demasiado su fábula moral y sus ambiciones de parecer neutral.

Sin embargo, algo en El Insulto trasciende más allá de su forma. Esta es una historia que cala hondo y que deja abiertas algunas dudas o cuestionamientos válidos.

Vi esta película la semana pasada justo cuando estalló la polémica del micro donde una señora insultaba a una mujer de pollera. Es interesante cómo se puede extrapolar realidades y cómo el conflicto planteado en una película que exhibe una realidad en apariencia lejana, nos hace ver que no somos tan distintos.

Amén de que El Insulto en conjunto termine cediendo ante sus afanes conciliadores, no pude más que pensar en lo bien que representa la mezquindad del ser humano promedio. Una mezquindad surgida de una serie de factores que no necesariamente corresponden a lo vivido de manera personal sino a lo que se arrastra por varias generaciones.

El rechazo de Toni a Yasser, el insulto de Yasser a Toni y la postura de ambos de no ofrecer una disculpa que dejaría el conflicto atrás, están muy bien plasmados en esta película que intenta dar un mensaje moral, una lección de historia y un baño de comprensión a facciones largamente enfrentadas.

Mientras tanto en el Líbano, ahora llamado «vertedero del mediterráneo«, siguen cayendo bombas, los sirios no tienen cabida ni siquiera en los cementerios, y los palestinos aún esperan que mejoren sus condiciones de vida.

Si todo se resolviera como en las películas, qué lindo sería el mundo.

Lo mejor: te deja pensando, y alcanza un muy buen clímax Lo peor: le sobra media hora y el discurso político/moral se enreda demasiado La escena: cuando Yasser va a pedir disculpas y sucede lo de la mención a Bashar Lo más falsete: la mirada conciliadora ante un conflicto demasiado complejo El mensaje manifiesto: al final, todos podemos ser víctimas El mensaje latente: qué difícil es pedir perdón El consejo: para verla si hay la oportunidad El personaje entrañable: el papá de Toni, la mujer de Yasser El personaje emputante: los litigantes, qué terquedad! El agradecimiento: por las buenas intenciones.

CURIOSIDADES

Para el director, el reparto está en segundo plano. En primer plano está tener un guion redondo.

Hizo unas audiciones muy meticulosas. No conocía a esos actores pero apostó por ellos, algunos analizaban a fondo a sus personajes, y otros preferían ser más espontáneos.

Al principio del filme hay una advertencia que indica que la película no representa la visión del gobierno libanés. Antes de rodar, el director tuvo que presentar el guion en la Oficina de Censura. No le pusieron ninguna pega, pero tenían miedo de la reacción del público. Así que el único requerimiento que tuvieron fue que tenga esa aclaración al inicio del filme. Querían que el letrero dure dos minutos y finalmente accedieron a que sean 10 segundos que es lo que cualquiera tardaría en leerlo.

Ganó la copa Volpi al mejor actor en Venecia, y el premio del público en Valladolid.

El director se inspiró en películas como 12 hombres sin piedad, de Sidney Lumet, o Vencedores o vencidos, de Stanley Kramer.

Sobre Tarantino dijo: «Trabajé con él en Reservoir Dogs y Pulp Fiction entre otras. Quentin Tarantino ha influido a muchísimos creadores, diría que también a mí, que he estado tan estrechamente unido a él, pese a que no rodamos el mismo tipo de cine. Pienso que maneja muy bien los diálogos, y que en su cine la acción surge de las frases de los personajes. Me gusta pensar que mis filmes son parecidos a los suyos en este sentido. A veces ocurre lo contrario, en las malas películas se piensa primero en los combates, y luego se añaden los diálogos. No me gustaría que esto me pasara nunca»

CINE AUSTRIACO: Happy End

Por: Mónica Heinrich V.

El cineasta austriaco Michael Haneke fue uno de los grandes ausentes en las nominaciones de los Oscar de este año. No solo eso, también la pasó muy mal en el festival de Cannes, lugar que siempre lo acogió como a un hijo pródigo. Eso tiene cierto paralelismo con lo que la presentadora Heidi Klum siempre dice en su reality Project Runaway: “Así es el mundo de la moda, un día estás in y otro día estás out”, máxima que se puede aplicar para cualquier trabajo. Tal cual, a Michael Haneke que ha recibido premios por todo el mundo y ha sido considerado un director imprescindible en algunos circuitos cinéfilos, a él, a sus 74 años, le tocó estar out.

Su última película Happy End contiene todos los elementos que han caracterizado a su cine: Habla de la decadencia de una familia burguesa, de la violencia sin motivo aparente, del canibalismo de los medios, la soledad, la incomunicación, los afectos básicos anulados (familia, amigos) y tiene una mirada sombría sobre el ser humano en general.

Creo que el daño o el dolor que me causó Amour (2012) es difícil de expresar y muchas veces me pregunté, así como si el sujeto existiera realmente, qué sería de la vida de Georges, personaje interpretado por el francés Jean Louis Trintignan y que toma una muy turbia decisión al final de esa película. Por eso, que Haneke vuelva de alguna manera a esa historia en el personaje principal de Happy End que también se llama Georges, es un aliciente para seguir lo que nos cuenta.

Por supuesto, que ya desde el título, sabemos que tendremos cualquier cosa menos un final feliz. Haneke, al igual que el realizador americano Todd Solondz que hizo esa píldora de amargura llamada Happiness, no está dispuesto a darnos lo que el cine comercial y bobalicón reclama: Espectáculo y emoción. Al contrario, el acercamiento a su historia es de una frialdad casi exasperante.

Acorde a los tiempos que corren, el austriaco abre su película con un video filmado a través de un celular. Una niña ha matado a su hamster para probar (?) que puede envenenar a su madre. Esta niña resulta ser la nieta de Georges que tiene una empresa que alguna vez también estuvo in y que ahora está out, situada muy cerca de un campo de refugiados. Los problemas de este hombre ya empezaron en una situación como la de Amour, con el temita de la almohada, la paloma y esas decisiones que cambian vidas o las terminan. Y claro, Georges siente que tiene que tomar el toro por las astas en cuanto a más decisiones. Porque la vida es eso, tomar decisiones. Nuevamente, Haneke regala unos diálogos tristes y duros como el de la niña que le dice a su papá que sabe que no ama a nadie.

También hay espacio para el humor negro, que es un humor muy negro. Esta Europa clasista atribulada por la avalancha de los refugiados es el blanco perfecto para que Haneke se regodee en sus miserias. La sagrada institución de la Familia (así, con mayúscula) nunca deja de mostrar su cara menos amable, porque para el director no hay nada amable en la existencia.

Entiendo la decepción generada por Happy End en algunos espectadores, puede parecer el esfuerzo más pequeño de un Haneke cansado. Es, sin duda, el trabajo menos inspirado de su filmografía y hasta se siente como un plagio a pedacitos de cada una de sus películas. Sin embargo, desmerecer a ese Jean Louis Trintignant en el ocaso de su vida como ese Georges también en el ocaso de su vida, a la gran Isabelle Hupert actriz fetiche de Haneke, a la maravillosa Fantine Hardoin como la oscura Eve, no le hace justicia a una película que no deja de ser provocativa y que posee tantas capas a explorar.

Haneke, que es licenciado en psicología, tiene una firma muy clara en cuanto a su visión del cine, y ha encontrado su vitrina en películas como Funny Games, La Cinta Blanca y la ya mencionada Amour (reseñada ACÁ).

Fiel a su creencia de que la violencia no hay que mostrarla en primer plano, sino desde la distancia, el director y también guionista, hizo Happy End después de abandonar un proyecto de dos años llamado Flashmob.

En entrevistas posteriores al estreno le cuestionaron algunas escenas ambiguas y él dijo que la idea es que el espectador llene los huecos que él deja en sus argumentos porque como realizador solo da pistas y no repuestas.

Happy End, como ya lo dije al inicio, no tiene un final feliz. Su final es una cachetada, en ese plano largo, en esa espalda de Jean Louis, en esa aparición de un celular que vouyerista filma esa escena no feliz, Haneke se va a los créditos.

Queda la sensación de que el Haneke del menor esfuerzo, el Haneke cansado, el Haneke que se plagia y se autoreferencia, no deja de ser interesante.

Lo mejor: sigue la línea de su filmografía y tiene momentos densos muy logrados Lo peor: no es su mejor película y sabe a figurita repetida La escena: las de Eve, la del karaoke con Chandelier, y el final Lo más falsete: la irrupción de los refugiados a la fiesta El mensaje manifiesto: el final feliz es subjetivo El mensaje latente: estamos todos muy dañados El consejo: Igual hay que verla El personaje entrañable: el hámster del inicio El personaje emputante: el papá de Eve El agradecimiento: por los finales, a secas.

CURIOSIDADES

Actualmente, Haneke se encuentra a punto de debutar en la televisión con una serie de diez episodios llamado Kelvin´s Book que será una distopía.

Es el bache más largo entre películas de Haneke: Le tomó cinco años volver a exhibir un largometraje.

Cuarta colaboración entre Michael Haneke e Isabelle Huppert.

Aunque Jean-Louis Trintignant está jubilado desde 2003, sólo vuelve a trabajar en películas si Michael Haneke las dirige. Él considera a Haneke el director más grande vivo y actuaría para él en cualquier película (en papeles grandes y pequeños). Michael Haneke también considera a Trintignant uno de sus actores favoritos de todos los tiempos (junto a Marlon Brando).

Tuvo un presupuesto de 13.600.000 $us. aproximadamente.

Es una coproducción francesa y alemana.

La lectura de la prensa le facilitó, en esta ocasión, lo que él define como la situación perfecta, la idea central de la que parte toda la película. El suceso de una joven adolescente de 12 años que envenenó a su madre con pastillas, lo filmó con su móvil y lo subió a internet (el actual sustituto de la religión, según M. Haneke). A partir de ahí, el director y guionista concibió una gran familia burguesa y adinerada, en la que la expresión de los sentimientos es inexistente y la incomunicación, palpable.

DOCUMENTAL: Visages Villages / Rostros y Lugares / Faces Places

Por: Mónica Heinrich V.

No quiero hablar aún de Icarus y lo terrible que son los rusos y de cómo Netflix compró el documental que ganó anoche los Oscar por una cifra poco frecuente. No. La agenda americana anti-rusa no me interesa en este momento. De ellos nos ocuparemos después.

Hoy quiero hablar de Rostros, y también de Lugares, y de Agnès Vardá y de JR y de la Nouvelle Vague y de la fotografía y de la juventud y de la vejez y de Jean Luc Godard y de aquello que dejamos atrás mientras vivimos y de aquello que nos llevamos cuando morimos.

Visages Villages (Rostros y Lugares) es un documental, una road movie, una buddy movie, un proyecto artístico, y el encuentro entre dos generaciones a través del arte.

La encantadora Agnès Varda, un mito de la cinematografía francesa, ya en sus 86 años se embarca en esta aventura con JR, un artista alternativo de 34 años. Juntos recorren la Francia rural en una furgoneta con forma de cámara que además expulsa fotos a gran escala.

La idea es modesta y ambiciosa al mismo tiempo. Modesta porque no requiere más que el buen ojo y la oportunidad, y ambiciosa porque conseguir armar con esos retazos de personas y de lugares un documental tan hermoso, no debe ser fácil.

La única consigna para los personajes que se fotografiarían era que no ostenten ningun tipo de poder. Aunque el trabajo parece aleatorio, es evidente que detrás hay un arduo trabajo y la sensibilidad justa para llevar a la pantalla lo que vemos.

Rostros y Lugares regresa al cine de contar historias sin mucho ornamento, de vender cierta verdad hoy tan esquiva tanto en la ficción como en el género documental.

“Hay que estar siempre reinventando la vida” dijo Agnès en una entrevista reciente, y eso es precisamente lo que hacen ella y JR en su documental: mineros, pueblos abandonados, queseros, cabras, trabajadores, el famoso puerto Le Havre, personas anónimas, invisibles, lugares hermosos pasados por alto, todo eso recuperan ambos directores a lo largo de su exquisito viaje.

El viaje, además, sirve para conocer a ambos artistas, para saber sus posturas sobre ciertos tópicos, para ver la vida a través de la juventud de JR y la sabiduría de Agnès. Este no es un viaje solemne, no es una paja intelectualoide de dos poseros que quieren verse «creativos», esto tiene mucho sentido del humor, mucha ternura, mucha piel.

Confieso que me enamoré de este trabajo. No pude resistir el encanto de una Agnès Varda esperando a la muerte con serenidad, tras una vida bien vivida, con más de sesenta años de carrera, y aún activa. No pude resistir el encanto de las personas que quedaron inmortalizadas en las hermosas gigantografía de JR. Los espacios usados, las historias contadas.

SPOILER

La guinda de la torta: el acto de mezquindad de Jean Luc Godard (el otro sobreviviente de la Nouvelle Vague) entrañable amigo de Agnès, hoy distanciado y haciéndole honor a su reputación de rebelde, ermitaño e hijo de puta.

Ver a la anciana Agnès tocándole la puerta con sus masitas favoritas, pensando presentarle a JR esa leyenda del cine, y recibiendo solo un ambiguo mensaje escrito en un vidrio me rompió el corazón.

Supongo que así es la vida y no queda más que entenderlo a él que no quiso ser parte de un reencuentro entre dos seres a punto de partir, y admirar a Agnès por perdonarlo, por atesorarlo como el tipo que compartió junto a ella una era.

FIN DEL SPOILER

El final del documental, no obstante, es precioso. Esas palabras que hablan de compensar, de revelar, de mostrar. Y en ese justo momento en que los ojos ajados de Agnès intentan descubrir el rostro de JR y no pueden porque ya no son los mismos ojos de antes, vos también estás mirando fuera de foco. El líquido salado no te deja ver.

Lo mejor: hermoso, conmovedor, creativo, humano Lo peor: sentir que puede ser la despedida de Agnès La escena: la de Godard y la de la secuencia final de las gafas Lo más falsete: el Oscar a Icarus El mensaje manifiesto: la belleza está en todas partes El mensaje latente: hay que reinventar la vida El consejo: Velo, hay que verlo El personaje entrañable: Agnès, JR, los personajes, las fotos, los lugares El personaje emputante: Godard: Damn, you! El agradecimiento: por eso que te deja en el alma.

CURIOSIDADES

Única directora de la Nouvelle Vague

La hija de Agnès le escribió a JR diciéndole que él y su madre deberían conocerse. Luego, él la visitó y ella le devolvió la visita, empezaron a pensar a trabajar juntos casi inmediatamente.

Desde el inicio se decidió que el documental no debería durar más de 90 minutos.

JR es un artista callejero y fotógrafo francés cuya identidad aún no ha sido identificada; también es conocido como el «fotógrafo clandestino». Toma fotografías en blanco y negro que después de ampliadas son pegadas en grandes muros en la ciudad a la vista de todos, ya que el mismo dijo que «la calle era la galería más grande del mundo».

Agnès Varda estuvo casada con Jacques Demy quien murió a los 59 años por complicaciones del SIDA.

La banda sonora fue compuesta por Mathieu Chedid.

Por la avanzada edad de Agnès, solo se filmaba una semana al mes.

La película logró financiarse a través de un crowdfunding y el apoyo de su hija que buscó financiación en el MoMA que compró una copia para su fondo archivístico antes de que empezase el rodaje y la Fundación Cartier.

CINE: The Shape Of Water / La forma del agua

Por: Mónica Heinrich V.

Pues Del Toro lo tiene claro. Le gustan los bichos/monstruitos y hace películas de bichos/monstruitos. Aspira a un cine comercial/hollywoodense y ¿adivinen qué? Eso es lo que nos entrega en la sala de cine.

Del Toro es parte de una trinidad de directores mexicanos formada por el señorito Cuarón, el señorito Iñárritu y su señoría. Entre ellos se apoyan y se pasan los guiones para enviarse sugerencias. Y mientras Cuarón e Iñárritu se decantan por Leonardo DiCaprio casi comido por un Oso (¡Oso! ¡Oso! ¡Oso!) o Sandra Bullock perdida en el espacio, Guillermo nos muestra a una mujer muda que tiene una historia de amor con un anfibio en la ya famosa The Shape of Water (La forma del agua).

Para eso contrata a Sally Hawkings a quien odié como la asquerosamente positiva Poppy de Happy Go Lucky o Ginger, la hermana de la desgraciada Jasmine de Blue Jasmine.

Como la muda Elisa, Sally Hawkings se vuelve frágil y encantadora. Por eso no nos extraña que su compañera Zelda (Octavia Spencer haciendo una vez más de la empleada simpaticona) la socape en sus llegadas tardes, en sus metidas de pata, y en lo que después sucede.

Del Toro es muy hábil porque el embalaje de su película es tan hermoso que aunque dentro tenga un juguete chino roto, con seguridad te vas a guardar el papel de regalo y los moños.

Dicho de otra forma: ¡Qué hermosa que es The Shape of Water en cuanto a lo visual, al estilismo, a su dirección de arte, a su paleta de colores verdosa, al vestuario, al look de los personajes, al bicho/animal! La pupila se deslumbra, y solo pensás en el amor que le pone a cada cosita. Como cuando descubrís sus apuntes de cada película y te das cuenta que para Del Toro no es solo “un trabajo más”.

garabatos inspirados

Elisa es presentada al espectador con un paisaje narrativo que muestra una vida solitaria, con deseos sexuales no satisfechos o mejor dicho autosatisfechos (la empanada hecha en casa) y claro, el cliché del amigo gay, Giles (Richard Jenkins).

Para coronar el mundito de los personajes, el lugar donde viven está sobre una poco frecuentada sala de cine. Lo que ya le sirve al director para pegar con chicle algunas referencias cinéfilas del cine de antes y ver a Shirley Temple (entre otros) en su famosa escena del tap con Bojangles en The Little Colonel (1935).

Bien, Del Toro. Esas huevadas autoreferenciales/Mecantoymecelebro le gustan a la Academia.

Ay, el cine de antes. Hollywood, te amamos.

La primera mitad de la película en la que nos soprendemos con lo bella que está, y nos fatigamos al punto de arañar los brazos del compañero de butaca ocasional por el anfibio encadenado y abusado por Strickland (Michael Shannon), está muy lograda.

Hay hasta cierta oscuridad que empieza a esparcirse por la belleza de la película y que mientras avanza provoca un enganche emocional mayor.

Luego, parece que los guionistas (Del Toro y Vanessa Taylor) dijeron: “Démosle a la muchachada lo que quiere”  y en lugar de navegar en aguas amistosas entre Elisa y el anfibio, que además serviría para reflexiones medioambientales varias, convierten el temita en un romance en toda regla. Tomá Cincuenta Sombras de Grey.

SPOILER

Para ponerlo en perspectiva, sería como que E.T. rompiera algún corazón humano (aparte del mío) en la tierra. Creo que fue demasiado llegar al tema carnal. ¡No, Guillermo, no! No quiero saber que al bicho se le abre la madriguera como portón eléctrico. Los románticos dirán que “así es el amor”, pero yo vi abuso de poder de la muda y un poco de zoofilia. Insertar emoticón de monito que se tapa los ojos.

Bromas aparte, creo que la relación de amor se construye muy de golpe y se vuelve intensa sin haberse desarrollado del todo, quizás porque se gastó tanto tiempo en la presentación de la historia. Entiendo, también, que la duración de la película no permitía mayor crecimiento, así que una vez más: lo que hay es lo que podemos tener.

Otras escenas que encontré gratuitas fueron la del improvisado musical en homenaje a Follow the fleet (1955) y la de la segunda “apertura de la madriguera” con el cuarto inundado de agua. No pues. Hasta ahorita estoy drenando la azúcar de mi torrente sanguíneo. A favor de ambas escenas diré que aunque a nivel de guion o narrativa no me gusten, igual terminan funcionando visualmente como un poderoso ornamento.

La muerte de Pandora (la gata) me hizo pensar que Del Toro nunca tuvo gatos o mascotas a su cargo. No es nomás decirle a Thor (el otro gato) “Tuviste suerte”, después que el bicho decapitó a la infortunada minina. Así no se pagan años de vida compartidos con un ser vivo. Más de los que sin duda Elisa ha tenido con el anfibio antes de “amarlo”. Para mayor trauma, el bicho se escapa (discreto y poco llamativo) y se mete al cine.  Elisa va y lo busca para luego regresarlo al departamento y dejarlo JUGANDO con Thor. Ya está, dejemos que decapite a todos los gatos del mundo.

¡Me parece que vi un lindo gatito!

Tampoco me pareció la debacle narrativa del clímax. Llegás al punto en que Strickland y sus dedos podridos andan tras la pista del anfibio y pim pum pam, el ruso canta más que Miguelito al final de Coco.

Ya cerquita de los créditos, cuando podés casi oler la gangrena de Strickland y sabés, porque lo sabés, que ambos protagonistas serán ejecutados sumariamente, estás prendido a la historia a pesar de su cursilería, a pesar de que Elisa (por si se le olvida) escribe en el calendario sus planes con letra imprenta y mayúscula, a pesar que Strickland llega de la manera más torpe al muelle, a pesar de que ese tipo de historia de chica especial conoce chico/ser especial y nace un amor especial ya está más que recorrido: Droides, bestias, hombres lobos, vampiros, manequís y ahora un anfibio humanoide. Sí, a pesar de todo eso estás pensando ¡DÉJENLOS SER FELICES, MALDITOS! Y Del Toro te escucha, y concluye su The Shape of Water como la fórmula americana lo reclama, como el público lo reclama y gran parte de la platea se va a su casa pensando qué bonita película, qué lindo el amor, la aceptación del otro con sus pintorescas diferencias.

(espacio para la reflexión sobre la vida, el amor, la discriminación, el apoyo a la comunidad gay, el apoyo a los sordomudos, el apoyo a cualquier persona con diferencias o necesidades especiales y el apoyo a la lucha contra los animales en cautiverio)

Para que te ubiqués en la vida: Así te tengo a vos. La pecera es mía. MÍA.

FIN DEL SPOILER

Y esito sería. The Shape of Water es una película de fórmula, muy bien filmada, bien actuada, con una dirección de fotografía de Dan Laustsen (Crimson Peak, Silent Hill, Mimic, Deliver us from evil) impresionante, mérito también de los esmerados efectos especiales que hacen que esta película de fórmula sobrepase lo que la historia ofrece.

No creo que sea la mejor película de la año, tampoco me parece la mejor película de Del Toro, El Laberinto del fauno estaba dotada de mayor profundidad y subtexto, pero sin duda dentro de lo que en su nicho ofrece está como cuando ves un caniche vestido por la calle y decís: “OH, cosita bella”. Puede que al pobre animal no le guste estar con una falda tutú rosada y que no tenga sentido que sus uñas estén pintadas, que luzca una tiara y el jopo teñido de azul, pero vos estás feliz de verlo y es lo que aparentemente importa.

Sin rencores, Del Toro, sin rencores.

Lo mejor: entretenida, y qué hermosa que está Lo peor: pan y circo. Y, claro, la muerte de Pandora La escena: la decapitación de Pandora Lo más falsete: la reacción a la decapitación de Pandora, lo del cuarto inundado, lo del ruso al final, hay muchas cosas falsetes El mensaje manifiesto: Dios existe y vive en el Amazonas El mensaje latente: el amor todo lo puede, todo lo soporta, todo lo perdona El consejo: Si te dejas abrazar por el celofán y la serpentina, la vas a pasar chancho El personaje entrañable: ¿es necesario decirlo? PANDORA El personaje emputante: Strickland y el mesero racista con la escena gratuita en la venta de tartas El agradecimiento: por la belleza.

CURIOSIDADES

-A Del Toro le están lloviendo demandas por todos lados. La oficial habla de más de 60 similitudes entre The Shape of WaterLet Me Hear You Whisper. En el caso de la obra plagiada la historia es sobre una empleada que trabaja en un laboratorio y que se relaciona con un delfín. A continuación la comparación de fotogramas:

otro que dice que Del Toro anda de copión es el cineasta Jeunet. El director de Amelie insiste que el mexicano le copió una secuencia de su película Delicatessen. Esta.

-Durante el festival de cine de Toronto, la película se exhibió en la misma sala de cine que se usó para filmar las escenas del cine que hay en el edificio de Elisa.

– Del Toro escribió el papel de Elisa expresamente para Sally Hawkings al igual que escribió el de Strickland con Michael Shannon en mente.

– El diseño de la criatura está inspirado en el de la criatura de The Creature from the Black Lagoon (1954), y al igual que la criatura de ese filme, en The Shape of Water se menciona que el bicho procede del Amazonas.

– Del Toro escribió historias de contexto para cada personaje con alrededor de 40 páginas. Una vez el casting fue formalizado ofreció a cada actor la posibilidad de leerlas por su enriquecían sus personajes. Mientras Richard Jenkins dijo que no lo necesitaba porque “solo es importante lo que sucede en pantalla”, Michael Stuhlbarg (el ruso) dijo que a él le fue de mucha ayuda leerlas.

– El 95 % de la película fue filmada en estudio.

– La primera vez que Del Toro le habló a Sally Hawkings de la idea del filme, fue en el 2014 durante la entrega de los Globo de Oro y Del Toro estaba borracho.

– El papel de Richard Jenkins fue escrito para Ian McKelling.

– Lograr el look del bicho tomó nueve meses.

– La respiración de Del Toro está en la película como parte de algunos sonidos del Anfibio.

– Se filmó en 12 semanas.

– La liberación del bicho es marcada para el 10 de Octubre, brevemente se ve en el calendario 9 de octubre que es la fecha del cumpleaños de Del Toro.

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