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CINE FRANCÉS: Jusqu´à la garde (Custodia Compartida)

Por: Mónica Heinrich V.

Ordenémonos, muchach@s.

Sé que algunos han entrado a este post por la película y otros por lo que prometo: EL DORADO del streaming de cine de autor.

Pero todo tiene un principio. En este caso, mi principio fue el director de cine Bayona, de quien he hablado bastante en esta reseña (leer ACÁ).

Pues hace muchos años le di “SEGUIR” en lo del pajarito y hace unos días su pajarito me dijo esto:

Quiero que se imaginen mi emoción. Llevaba meses esperando esa película. Con una vela prendida a Santa Rita Abogada de los Imposibles para que me permitiera tenerla en el Torrent. Así que corrí al torrent donde la encontré, pero algo se quedó en mi mentecita aleteando cual mosquito amazónico: qué carajos es @Filmin.

Mi primera impresión es que se trataba de un cine onda Reserva Cultural en Brasil o Cines Verdi de España, y por mera curiosidad, por ver la cartelera, por ociosidad, porque el dedo viaja más rápido que la razón, me entré al etiquetado, a @Filmin.

Ahí fue cuando descubrí EL DORADO.

www.Filmin.es es una plataforma de streaming muy similar a Netflix pero su catálogo que cuenta con más de 10.000 títulos tiene montón de cine clásico, cine de autor, cine independiente, y series exquisitas. No se fatiguen que también hay cine choto, animaciones, series más convencionales, etc..

No quiero describir lo que le pasó a mi ser en ese momento. Debe ser similar a esto. Muy, muy, muy cercano.

Mi corazón abandonó Netflix, sin asco. Y rápidamente intenté registrarme y ser parte de esa bella comunidad. Ahí tuve un escollo, solo podés registrarte y pagar el servicio si vivís en España…pero ¿ustedes piensan que eso me/nos va a detener?

No, pequeños cineautorclasicoindependienteadictos. No.

Hay maneras: 1) algún amigo, familiar, colega residente en España que los registre 2) Usando un servicio de VPN, que encripta el IP y lo hace lucir como si estuvieran en el país elegido.

La elección es vuestra.

Desde ese día me he visto cine búlgaro, danés, inglés, español, chileno, peruano, chino, porque aunque no tiene la funcionalidad de Netflix, con un buen cable HDMI conectás la TV a tu computadora y ya. Buen cine en casa hasta que se te caigan los ojos.

Obviamente que lo primero que vi fue Custodia Compartida (¿recuerdan? La espera, la vela, Santa Rita, la emoción).

Sin más preámbulos hablemos de ese peliculón francés que no dejará a nadie indiferente.

CUSTODIA COMPARTIDA

Supongo que ya se han dado cuenta que el tema de violencia de género es algo como muy de moda, lo digo en el sentido de que se están haciendo cosas a nivel artístico que se empeñan en tocar temas “sobre la mujer” de una manera un poco oportunista. En nuestro cine (el boliviano) se han trepado al carro de lo “femenino” con muy pobres resultados.

Pues el director francés Xavier Legrand también lo hizo, la diferencia está en que su película Custodia Compartida es, sin lugar a dudas, un ejemplo de cómo se deben manejar exitosamente esos tópicos.

El inicio de Custodia Compartida me recordó al final de A Separation,  enorme película iraní dirigida por Asghar Farhadi. En la película iraní el foco estaba puesto en el deterioro de esa pareja que estaba a punto de separarse y lo que implicaría en sus vidas. En Custodia Compartida vivimos lo terrible de la separación a través de un niño, hijo de la pareja, que el padre usa para llegar a la madre y tratar de controlarla. Más que la separación en sí, el tema es que dentro de la ecuación : Padre, Madre, hijos, hay uno de los elementos que no está bien mentalmente.

Antoine (Denis Ménichet) y Myriam (Léa Drucker) se han separado. La película inicia en un juzgado, donde se está tratando de definir si los hijos de la pareja serán puestos en custodia compartida. En esos primeros minutos de película, Legrand juega muy bien sus cartas. Ambos padres parecen ser sinceros y ambos se muestran como la víctima del otro. Ella, a través de su abogada, deja claro que vivió incidentes de violencia doméstica, y que sus hijos también padecieron malos tratos, él, a través de su abogada, dice que miente, que él es un buen padre y que lo único que desea es poder disfrutar de su hijo menor de edad, ya que la hija mayor por tener 18 años puede decidir libremente no verlo.

Hasta ese momento no sabemos a ciencia cierta la veracidad de ambos alegatos.

Conforme la película avanza se van revelando los perfiles tanto de Myriam, como de Antoine, como del pequeño niño que se encuentra en medio de la batalla parental.

Para mí, era más que evidente lo que iba a suceder SPOILER en la violencia doméstica el camino que se sigue siempre es el mismo: le dije a compañero de butaca «Este crispín va a hacer algún despelote con su arma de caza«. FIN DEL SPOILER

Sin embargo, aún sabiéndolo, los microclimas construidos por el cineasta francés son de sacarse el sombrero. Hay una amenaza constante que el espectador siente incluso cuando Antoine no está en pantalla. Esa sensación de amenaza, de peligro inminente es generada por el miedo que tienen Myriam, Julien y Josephine.

La historia en sí misma no es nada que no hayamos visto antes, de hecho me quedó la impresión que Legrand pudo jugar durante más tiempo con la ambiguedad sobre quién mentía o no de los padres, dándole más matices a los personajes, aunque el resultado global haya sido el mismo.

Magníficas las escenas en las que el pequeño Julien (Thomas Gioria) a su corta edad intenta proteger a su madre, o trata de hacer lo correcto en cuanto a la información que le suelta al padre.

Ese mundo interior del niño que es la víctima directa de la separación, de un padre violento, está muy bien construido.

Legrand maneja la tensión de cada situación con una eficacia que solo puede generar admiración. En el cumpleaños de Josephine tenés el corazón en la boca todo el tiempo, con esa amenaza de peligro que la misma Josephine sufre desde el escenario donde entona Proud Mary.

Sabés lo que va a pasar, lo sabés, pero cuando pasa la intensidad de cómo se desarrollan las cosas y cómo Legrand monta su secuencia cumbre te shockea al punto de que la película pasa de un drama familiar a una película de terror.

Porque eso es lo que te llega desde la pantalla: Terror, angustia. Sus 20 minutos finales se viven SPOILER  con lágrimas en los ojos ante la incapacidad de meterte a la película y salvarlos. Una parte tuya sabe que, dado el perfil que Legrand ha mostrado durante su película, los protagonistas no morirán, pero igual sufrís con ellos dos en la bañera, esperando el milagro FIN DEL SPOILER.

Las actuaciones te remiten a ser testigos vouyeristas de un pedazo de realidad. Son personificaciones contenidas, llenas de subtextos.

Legrand ha decidido que vivás lo que significa algo así, Legrand quiere que sintás que la estadística no es solo un número frío que habla de muertes como si se tratara de cuántos panes se venden al día. Legrand quiere que podás dimensionar lo terrible, lo «terrorífico».

El director francés consigue su objetivo y cuando la película finaliza, querés salvar a todas las Myriams del mundo, querés proteger a todos los Juliens del mundo.

Lo mejor: Impactante y muy bien actuada

Lo peor: es una historia convencional aunque está contada de manera extraordinaria

La escena: cuando le exigen la dirección de la casa, la del cumple y toda la secuencia final.

Lo más falsete: mucha pasividad de parte de los afectados, quizás eso concuerda con la realidad cuando las víctimas no se dan cuenta hasta dónde puede llegar el agresor, pero incluso en el juzgado, Myriam me pareció muy pasiva

El mensaje manifiesto: Familia no es siempre tratar de mantener unidos a sus integrantes.

El mensaje latente: Ante la señal más pequeña, hay que actuar antes que sea demasiado tarde.

El consejo: Los violentos no cambian, pongan pies en polvorosa

El personaje entrañable: Julien

El personaje emputante: Antoine y la jueza bruta que le permite las visitas.

El agradecimiento: gran manejo de tiempos y de tensión narrativa.

CURIOSIDADES

El joven realizador francés de 39 años se formó en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático de París.

Custodia Compartido es la ganadora del premio a la mejor ópera prima y mejor director del reciente Festival de Venecia 2018.

“Soy actor de teatro y tenía muchas ganas de escribir una tragedia clásica con un tema contemporáneo. No tardé en darme cuenta de que la tragedia actual de nuestra sociedad es la violencia de género. Transcurre en el seno de la familia e implica lazos de sangre, dominación… “, dijo el director y guionista Xavier, en una entrevista.

En 2013 estrenó su primera película, Avant que de out perdrer (Antes de perderlo todo) un cortometraje que le supuso una candidatura al Oscar y con la que ha cosechado múltiples premios en festivales internacionales. Este cortometraje tenía los mismos personajes de Custodia Compartida.

Para hacer la película, el director habló con mujeres que habían sufrido la violencia de género, asistió a terapias de hombres violentos, estuvo una semana en la sala de una magistrada de asuntos familiares y pasó varias noches en una comisaría con policías especializados.

En Francia, una mujer muere cada dos días y medio a manos de su pareja o expareja.

DOCUMENTAL: The Staircase

Por: Mónica Heinrich V.

“Ha sido una bendición y una maldición”, dijo el ganador del Oscar Jean-Xavier Lestrade.

El francés es un documentalista que, en efecto, cayó bajo el embrujo de un caso criminal y siguió al detalle el desarrollo del mismo. ¿El Resultado? La serie documental The Staircase que resume más de una década de filmación en 13 episodios y una historia que aunque ya tiene un cierre legal, aún deja más dudas que certezas.

La obsesión de Lestrade es comprensible, vos mismo como espectador te vas envolviendo en el caso y tenés la imperiosa necesidad de saber qué pasó con Kathleen Peterson en diciembre del 2001. Los hechos conocidos por gran parte del mundo son: el novelista y ex militar Michael Peterson, autor de cuatro libros, llamó al 911 para informar que encontró a su esposa al pie de las escaleras en lo que parecía ser una caída. Hasta ahí, tenemos un accidente doméstico lamentable. Cuando la policía y la ambulancia llegan se encuentran con un cuadro diferente. La mujer ya está muerta, hay mucha, mucha sangre alrededor y salpicaduras hasta en el cieloraso del área donde se supone ocurrió todo. Es evidente que hubo algo más que una mujer pasada de copas que resbaló en algún escalón.

Rápidamente las cosas se complican para Mike Peterson, y pasa a ser el principal sospechoso. Se arma un sólido equipo de defensa en el que se incluye al abogado David Rudolf, el especialista forense Henry Lee, el hermano de Peterson que también es abogado y testigos que aportan su granito de arena. La realidad superando a la ficción 

LA DUDA RAZONABLE

El documental de Lestrade recoge los momentos más importantes del juicio, de la preparación de los abogados, de los testimonios de los involucrados y pone al juicio del espectador elementos para insertar en la mente eso que se llama “duda razonable”. O sea, puede ser que estés seguro que detrás del crimen existen más misterios que nunca se podrán aclarar, pero hay argumentos que la defensa esgrime que no son del todo descabellados.

Aparte del caso como tal (mujer muerta de forma extraña) lo que enriquece el trabajo de Lestrade y atiza el interés del espectador, es el pintoresco personaje que resulta ser Michael Peterson. Un hombre de sesenta años, con una doble vida, que mientras estaba casado buscaba scorts masculinos por internet, y que ante las cámaras parecía estar viviendo otra realidad. Peterson tenía dos hijos de un matrimonio anterior y había adoptado a dos muchachas que eran hijas de sus vecinos cuando vivió en Alemania y que quedaron huérfanas. Con la víctima (Kathleen) tuvo una hija más. Esa última hija (junto a las hermanas de Kathleen) es la que le dio la espalda y asumió de entrada que Mike era el asesino. Los otros hijos apoyaron a su padre.

La familia completa

Hay una secuencia que me pareció muy fuerte casi a la mitad de la serie, SPOILER cuando encuentran un atizador que la fiscalía había señalado era el arma homicida. Encuentran el atizador en el garaje, un lugar en el que se había buscado muchas veces el objeto. Lo encuentran un día antes de la presentación de alegatos finales por parte de los abogados. Al encontrarlo, uno de los hijos le pregunta a Mike si está seguro que el hallazgo no lo va a perjudicar en la lógica de que si realmente fue el arma homicida y se descubren restos de sangre y cabello, se insinúa que habría que desaparecerlo y no presentarlo durante el juicio. Lo mismo sucede con sus abogados. Rudolf hace hincapié en la necesidad de “no llevarse sorpresas”. Eso me indicó que ni la familia ni los abogados estaban seguros de la inocencia del tipo, pero que estaban dispuestos a defenderlo hasta las últimas consecuencias.

A lo largo de la serie se van dando pequeños giros tanto a favor del procesado como en contra del procesado. Uno de ellos es el hecho de que en Alemania la madre de las dos chicas que Peterson adoptó murió en circunstancias parecidas a Kathleen.

Eso no inmuta a los familiares que apoyan a Peterson, pero para los que no lo apoyan es una confirmación de que el hombre tiene un pasado turbio y que lo que hizo en Alemania lo repitió en Estados Unidos FIN DEL SPOILER.

Gran parte de la serie te debatís entre las ganas de creerle a Peterson y las abrumadoras evidencias en su contra. De hecho, la estrategia de la defensa nunca fue probar su inocencia sino abrir posibilidades lo suficientemente sólidas para que el jurado dude.

Más allá del “entretenimiento”

Dejando el morbo de lado, The Staircase tiene un valor documental innegable. Por un lado se filma todo lo que corresponde al periodo del juicio, donde vemos las estrategias tanto de la defensa como de la fiscalía. Por otro, somos testigos del uso de la vida sexual del acusado como “señal” de que se pudo cometer un asesinato o como elemento para clamar discriminación. Las opiniones conservadoras de lo que debe o no ser un matrimonio o la apertura de la defensa a “otro tipo de amor”. La cobertura tendenciosa de los medios de comunicación que de entrada señalaron a Peterson como culpable. El afán tanto de la fiscalía como de la defensa no de encontrar la verdad, sino de probar sus puntos sin importar la verdad.

Ya en esa primera parte de la serie se ve negligencia tanto de los forenses como de la policía para el manejo de un caso que fue tan delicado, lo que hace pensar que la vida de una persona está en manos de gente sin escrúpulos o simplemente floja.

Años después se abre otra veta a explotar para la defensa. El especialista en sangre de la fiscalía, David Deaver del FBI, había manipulado resultados en 34 casos de los que participó. Uno de esos casos llevó a la condena de Grey Taylor quien pasó 17 años en prisión siendo inocente. Deaver fue testigo clave contra Peterson. Es más, supuestamente el jurado se inclinó a favor de la culpabilidad de Peterson por su testimonio. Así es, corrupción, negligencia y manipulación de pruebas en los más altos niveles.

Por eso, Lestrade volvió a filmar y se agregaron más episodios a los que originalmente se tenían.

¿JUSTICIA?

The staircase es un ejemplo perfecto de cómo funciona la justicia (o la falta de ella) estos días. Porque amén de lo que le sobra o falta como documental, tenemos un seguimiento al proceso de justicia que es muy valorable.

Entre sus puntos en contra, puede que se alargue en demasía y pase por alto algunos elementos que capaz era necesario profundizar (la aparición del atizador, el caso de Alemania, etc..). También, como a mitad del documental empieza a notarse cierta simpatía por Peterson y es entendible. Estás viendo mañana, tarde y noche a un tipo que no es tonto, tiene sentido del humor, es articulado, y puede envolverte con anécdotas de su esposa muerta. Después supe que la montajista de la serie se enamoró de Peterson y tuvo una relación de muchos años con él. Según el director eso no influyó en el montaje. Le daremos el beneficio de la duda, tal como algunos se la dieron a Peterson.

Hoy, en el 2018, Netflix exhibe el trabajo de Lestrade, la figura ya ajada de Peterson y la imagen de Kathleen en el confuso episodio que acabó con su vida.

Todo está en la plataforma de streaming para que el espectador vea y juzgue. Porque eso es lo que en realidad haremos al final, emitir un juicio sobre Peterson.

Lo que más te deja la experiencia, es saber que así seas culpable o no, las evidencias a favor o en contra pueden ser manipuladas a antojo del abogado/fiscal de turno. De eso depende una vida en prisión siendo inocente o una vida libre siendo culpable.

Escalofriante.

CURIOSIDADES

El francés Jean-Xavier de Lestrade fue ganador del premio Óscar de 2002 a la mejor película documental con Murder on a Sunday Morning.

Después de que recibiera el premio Óscar, HBO le propuso realizar una TV Movie basada en otro caso legal real, para lo que revisó unos 300 archivos judiciales en busca del siguiente sujeto de su historia. Se inclinó por un caso totalmente diferente al que le dio el premio de la Academia: el de Michael Peterson: un hombre de mediana edad, blanco y con recursos.

El primer episodio producido por Netflix se lanzó en el Festival de Cine de Tribeca (Nueva York) en 2018.

The Staircase hizo historia en el género documental sobre crímenes. Fue muy aclamada por la crítica y audiencia y galardonada con un ‘Peabody Award’ en 2005.

TELEVISIÓN: Luis Miguel – La Serie

Por: Mónica Heinrich V.

Esta reseña se escribió hace unas semanas, cuando íbamos por la mitad de la temporada. Visto el episodio final se han agregado algunas cosas más, como amerita.

***

Corre el año 2003. Un joven y bronceado Luis Miguel promociona su disco 33. Adal Ramones, de Otro Rollo, es invitado en exclusiva para hacerle una entrevista. Acapulco enmarca el encuentro: es de noche, están a la orilla del mar, y todo sucede en la mítica casa del cantante. Ramones le pregunta a Luis Miguel qué sería eso que le pediría a Santa, “llamésmole Santa”, dice el conductor como refiriéndose a cualquier ente superior. Aclara que el deseo lo tendría que hacer en el pasado, sin saber que se convertirá en el Sol de México. Luis Miguel se mueve incómodo en la silla y sin pensarlo mucho lanza: “Volver a ver a mi madre”. Se hace un incómodo y triste silencio. Han pasado 17 años desde que Marcela Basteri desapareció sin dejar rastro.

Hoy, y ya con más de 30 años que el misterio persiste, Netflix revive a Marcela en Luis Miguel – La serie. Y, claro, el público ama un buen misterio. ¿Dónde estás Marcela? Queremos saber qué carajos hizo Luisito Rey con vos.

En medio de esa honesta inquietud hay mucho chisme farandulero que un ser cínico rotularía con tres palabras: Pobre niño rico. Bajo ese cariz, las angustias de alguien que parece tenerlo todo: fama, fortuna, galanura, talento y éxito parecen nimias cuando existen peores y más grandes preocupaciones en la existencia de un común mortal. Sí, sí, vos amable lector no vas a perder tu tiempo viendo las burreras que le pasaron a un tipo que se creía la bola izquierda del Papa. Pero no nos engañemos, que el cinismo no nuble la razón: Luis Miguel la ha tenido difícil, pobre niño rico o no.

Ficción vs Verdad

Durante años, fue hermético sobre sus miserias. Siempre decía que de su vida privada no hablaba. Sin embargo, desde el 2015, el “Sol” había dejado de brillar. El tipo se dedicó a la mala vida y a la poca vergüenza, le debía una vela cada santo,  estaba fodongo, seguía viviendo de sus temitas de hace quichicientos años, lo tumbó a  Alejandro Fernández con un adelanto que pidió por una gira que luego no le dio la gana de hacer, se peleó con Sancho, Pedro y Martín y tuvo un problema médico que le impedía cantar. Muchos dijeron que “el ocaso” era definitivo y gente que en el pasado brotaba pecho por haber trabajado con él, por haber sido su amigo o su compañera de sábanas, salían a echarle barro en carretilla.

El ser humano, pues.

Vengan de a uno, perros

El 2016, Televisa se reunía con Claudia Icaza autora de la biografía no autorizada: El gran Solitario (PDF ACÁ: El Gran solitario). El libro, que apareció a principios de los 90s, provocó la indignación del cantante y una demanda que terminó ganando Icaza, hoy por hoy uno de los tantos némesis «del niño». Luis Miguel, marcando territorio y adelantándose al disgusto que supondría que Televisa se uniera a Icaza, aceptó la propuesta de su amigo de la infancia Miguel Alemán, un empresario mexicano que ha estado a su lado en sus peores momentos (único amigo cuyo personaje sale en la serie que sigue siendo su amigo) y que es parte de la productora Gato Grande. De ahí surgió el acuerdo con Netflix y Telemundo para Luis Miguel – La serie.

Los guiones se trabajaron primero tomando elementos conocidos o polémicos de la vida del cantante. Luego, los productores se reunían Micky (como le dicen los amigos, para nosotros el Sol) profundizaban sobre estos hechos y pasaban los apuntes a los guionistas. Ajá, siendo fiel a su estilo, Luismi  jamás se reunió con los escritores, y solo contó lo que quiso contar a las personas autorizadas a escucharlo.

El casting fue muy delicado, más allá del parecido físico una de las exigencias era que los Luis Miguel (adulto, niño y adolescente) tenían que cantar ellos mismos los temas de la serie. Por un lado, tenemos a Diego Boneta como el Luis Miguel que guía la historia, Izán Llunas como el Luis Miguel niño y Luis de La Rosa como el Luis Miguel adolescente. Boneta logra imitar a Luis Miguel de una manera aceptable, quizás más ñoño e ingenuo de lo que se veía el verdadero en sus años mozos, pero sin provocar ganas de mandar quejas a Netflix. No ocurre lo mismo con Izán Llunas y Luis de La rosa. Izán es hijo del cantante Marcos Llunas y nieto de Dyango, vocalmente zafa, pero como actor es muy inexpresivo, nada que ver con el vendaval de carisma del Luis Miguel ochentero. Es un Luis Miguel dopado y es como si ese dopaje no fuera parte de la historia o de las argucias de Luisito Rey. Luis de la Rosa tampoco lo logra, a su favor está un poco más de trabajo en los gestos y movimientos cuando lo interpreta sobre el escenario, pero el chico es otro poste de luz. A esos chicos Luisito Rey los hubiera puesto a ensayar mañana, tarde y tunda.

Esa es otra de las cosas flojitas de la serie, entre los actores secundarios existe mucho desnivel que a ratos nos da la sensación de que la vida de Luis Miguel es nomás una telenovela y de las de bajo presupuesto.

¡Coño, Micky!

En contraparte, el punto alto es el actor español Oscar Jaenada interpretando al hoy “personaje más odiado de México” Luisito Rey (Te odiamos, pinche Luisito Rey). Jaenada en el pasado hizo de Cantinflas y de Camarón, pero parece haber nacido para ser el abusivo papá de Luis Miguel. Su representación es un villano de manual. Malo, oportunista, mitómano, un infeliz. Si queremos ponernos puristas, el verdadero Luisito Rey guardaba su villanía bajo una capa de aparente inocencia y simpatía. La visión de Jaenada es menos amable. Es como un Luisito hardcore.

La actriz italiana Anna Favella interpreta a la extrañada Marcela Basteri. Cuando Marcela está por hacer el viaje a Madrid, le gritamos a la pantalla: «No vayás, Marcela. ¡Es una trampa! ¡UNA TRAMPA!». Ella, junto con el youtuber Juan Pablo Zurita como Alejandro Basteri (el hermano de Luis Miguel), completan el cuadro familiar. Poco o nada se dice hasta el momento de Sergio, el hermano menor cuyo ADN ha sido puesto en duda y que en la vida real lleva una vida apartada de Luis Miguel y Alejandro. El hermano que, para mí, lo ha tenido más jodido aún que Luismi.

Te estamos buscando, Marce

La dirección de la serie es compartida. Por un lado: Humberto Hinojosa, un joven director mexicano que tiene una modesta filmografía compuesta por cuatro películas, dos de las cuales han sido exhibidas en importantes festivales del mundo. Y por otro, Natalia Beristain, que dirige tres episodios de la temporada, uno de ellos Culpable o no. Beristain tiene tan solo dos películas en su filmografía. Ambos directores son relativamente desconocidos, y no hacen un mal trabajo sacando adelante una serie en la que prima un buen manejo de la tensión alrededor de su personaje principal.

He tenido discusiones más acaloradas que sobre el penal de Francia en la final con Croacia, sobre si la serie tiene look de Al Fondo hay Sitio y no vale nuestro tiempo: señores, amigos lectores, muchachos, a pocos les interesa si la serie está medio chafita, se la mira por el morbo, por ese gran y misterioso personaje que es El Sol y porque la huevada tiene los ingredientes necesarios para que domingo a domingo le des recargar a Netflix hasta que aparezca que hay un nuevo episodio.

Obviamente es una versión autorizada, por lo que Luis Miguel es retratado de forma benevolente seguramente omitiendo elementos que harían que no le tengamos tanta simpatía. Testimonios de gente como el actor Roberto Palazuelos que fue compañero de aventuras de su juventud y sobre la serie dijo “A Micky no se le puede olvidar lo mal que se portaba” o lo que el compositor Armando Manzanero expresó de mala gana: “Es más fácil que un elefante logre entrar por el ojo de una aguja a que Luis Miguel haga algo por el prójimo”, pintan a otro Luis Miguel lejos del ñoño, buena gente, sufrido Boneta.

El sol vs El solecito

Ya a mitad de la temporada, y cuando ingresa el personaje de Erika (Camila Sodi) la cosa se va separando más de lo real. El trato que le dan a temas como el disco Romance o lo de la nacionalidad del tipo, llegan a momentos insospechados de autobombo. Creo que lo de Roberto Palazuelos (la tan comentada discusión en la discoteca) fue innecesario, así como lo fue la mención a la mamá de su hija (la solecita). Situaciones que fueron aprobadas por Luis Miguel y que aunque alimentan el morbo por la serie, debieron manejarse de otra manera por obvias razones.

Los episodios  de la serie son lacrimógenos (lo de Luisito Rey y el jamón fue más triste que cuando perdió Bélgica). Pensar que «el bello y talentoso Sol» sufriera tanto y le tocara lo peor cuando apenas tenía 22 años conmueve el corazón del vulgo. El final está diseñado para que se espere la segunda temporada con soda y pipoca. Queremos saber de una vez dónde Luisito Rey escondió el cuerpo (Te odiamos, pinche Luisito Rey).

Teniendo en cuenta que la serie fue de más a menos, tengo curiosidad por cómo afrontarán la otra temporada sin  los pilares más fuertes de esta: Jaenada y la desaparición de Marcela. Además, los discos se van acabando, al igual que los temas conocidos. Recordemos que Luismi se nos quedó anclado en los noventas y que la serie resucita sus hits, así que después de los boleros hay poco o nada que rescatar.

Ahora te puedes marchar…

Luis Miguel – La serie, le pese a quien le pese, está por encima de la verdad y la mentira. El macabro papel del Negro Durazo, jefe del Departamento de la Policía mexicana que terminó sus días en prisión, el tío chanta, los managers, los artistas, los amores a los que siempre trató para el orto (Micky, pendejo) y conocidos personajes que rodearon y rodean al cantante, son los ingredientes extras de una vida compleja.

La semi-ficción rápidamente ha causado furor, incluso con sus falencias actorales, o su obvio culto a la figura de Luis Miguel. Cada episodio que termina deja una sensación de tristeza ante el ídolo sufriente y solitario. El público ama a los ídolos sufrientes y solitarios. Compramos eso con moñito y celofán. Después, hasta nos dan ganas de ir a un concierto suyo, a escucharlo, a verlo,  a seguir teniéndole penita por la vida tan dura que le tocó vivir. Y si se puede abrazarlo fuerte, muy fuerte y decirle: «Sol de México, aún podés ser feliz».

Atrás quedan los rumores de que ni siquiera le funcionaba su tarjeta de crédito en restaurantes, o que le estaban confiscando sus bienes más preciados, o las burlas porque se estaba quedando “calvo y panzón”, o que jamás llenaría un concierto nuevamente.

Reaparecen esos que dicen son o fueron sus amigos, son o fueron sus amores, son o fueron sus colegas de trabajo, conocieron o no a Luisito o a Marcela.

El ser humano, pues.

Netflix pone a Micky en el mapa otra vez, revive sus éxitos de los 90s y se los presenta a una generación que nunca supo que ese hombre de casi cincuenta años fue/es una de las voces más privilegiadas del mundo.

El Sol ha vuelto a brillar, un poco rechinante, pero brilla.

CURIOSIDADES

Diego Boneta tuvo un breve romance con Michelle Salas, la hija de Luis Miguel.

Como dato curioso, el productor ejecutivo Pablo Cruz afirmó ser el ideólogo del proyecto que luego se presentó a Alemán y que Alemán trasladó a Luis Miguel. Cruz, junto a Arturo Sampson que también figura de productor de la serie, son socios de Canana Films productora de Sal & Fuego, película de Werner Herzog que se filmó en Bolivia hace un par de años. Tanto Cruz como Sampson estuvieron en Bolivia casi un mes. Entre todos los productores de la serie suman casi 15 nombres, que incluyen al mismo Luis Miguel, a Diego Boneta y a Oscar Jaenada.

El proyecto se pensó por todo lo alto. No se dan cifras exactas pero se dice que es la producción más cara de Netflix para Latinoamérica. La serie arranca en 1992, cuando Luis Miguel recibe la noticia de que su padre se está muriendo. Ahí se abren dos líneas temporales más: una que abarca su infancia y la otra que lo muestra en su temprana juventud.

En la escritura del guión participan seis guionistas, siendo el que más episodios co escribió Daniel Krauze, un escritor mexicano que firma siete de los 13 episodios que componen la primera temporada. Los episodios llevan el nombre de canciones míticas de Luis Miguel.

El artista elegido para personificar al Sol de México a partir de sus 16 años se sometió a un tratamiento odontológico para separar sus dientes frontales y así lograr un parecido aún mayor con su personaje.

Camila Sodi (Interpreta a Erika) es sobrina de Thalía y ex esposa de Diego Luna.

LuisMi  tiene una aparición fugaz en el primer capítulo de la serie cuando presentan en un boliche el videoclip de Cuando calienta el sol y él parece sentado entre el público como un extra más.

“Me aclararon el cabello, me hicieron un trabajo dental para parecerme a él, trabajé con el coach de Penélope Cruz y Javier Bardem por un mes en España, y ensayé todas sus canciones en el mismo tono que él. No sabía si podía lograrlo, quisimos estar a la altura de la producción”, comunicó Boneta.

Los tiempos no coinciden o se le arrenjuntaron las novias «al niño» en la vida real: Mientras en la serie la pobre Erika le prestaba el avión al fulano para que vaya a ver a Luisito Rey morir…segun este testimonio Salmita Hayek fue a Chile a consolarlo.

CINE: 7 Películas sobre/con/de fútbol

Por: Mónica Heinrich V.

Se acabó el mundial y el síndrome de abstinencia nos tiene trepando las paredes, para más desgracia SPOILER nunca supimos qué hizo el pérfido Luisito Rey con la sufrida Marcela o, mejor dicho, con el cuerpo de la sufrida Marcela FIN DEL SPOILER así que mientras tratamos de acostumbrarnos a esta nueva vida sin fútbol y sin las desgracias del Sol, decidí compartir una lista de películas relacionadas a la pasión de multitudes. Borges (tan noble él) describió al fútbol como: “Un deporte innoble, agresivo, desagradable y meramente comercial” y pucha que tenía razón, es eso y muchas cosas más.

1. Két Félidö A PoKolba / Two Half Times In Hell / Match en el infierno

Este es un peliculón húngaro. Vio la luz en 1961 y se filmó en blanco y negro. Los gringos, años más tarde, hicieron un refrito que comentaré más adelante.

El guion se basa en un hecho de la vida real: en 1942 y en plena segunda guerra mundial se llevó a cabo un partido de fútbol en Kiev entre soldados alemanes y sus prisioneros de guerra ucranianos, que en la historia quedó inscrito como El Partido de la Muerte. Se dice que cuatro jugadores de los que disputaron el Partido de la Muerte perdieron la vida en los campos de concentración, sin embargo, las muertes no estuvieron ligadas al resultado del partido. El director de cine Zoltán Fábric usó el incidente como inspiración para un guion que escribió en conjunto con Pétér Bacsó.

Su historia traslada la acción a la ocupada Hungría. Es la primavera de 1944 y se acerca el cumpleaños de Hitler, los altos mandos quieren agasajarlo organizando un partido de fútbol, para eso piden la colaboración de un preso que fue estrella de fútbol. Ónodi debe organizar una selección de presos para que brinden un buen espectáculo. El protagonista es un hombre duro y sin sentimentalismos, pide más comida y mejores condiciones de vida para que su equipo esté en buenas condiciones. Además, su amor al fútbol es tan grande que piensa entrenar a sus muchachos como si estuvieran jugándose la clasificación al Mundial. A lo largo del filme, acompañaremos el improvisado entrenamiento y nos preguntaremos angustiados cómo terminará todo.

Fábric cuenta su historia con una economía de recursos admirable. Tiene una construcción de personajes con los que enganchás fácilmente, una ambientación muy lograda, te creés totalmente la idea de una prisión paupérrima perdida en una zona alejada. Todo es sencillez, modestia y hasta humor. Hay escenas bellísimas como la de la cárcel cuando se ponen cantar con las ollas volcadas, ya cuando el partido se lleva a cabo todo es tan patético y triste que una parte tuya quiere que termine pronto. Lo que intuiste al principio se hace realidad y Fábric sabe que en la guerra no hay ganadores.

2. Phörpa / The Cup / La Copa

Esta película llegó inesperadamente en 1999 desde el reino budista de Bután. La dirigió Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche (así de largo es el nombre del amigo) que estudió cine con Bernardo Bertolucci, que es monje y lama budista, y que supuestamente también se cree es la reencarnación de un santo del siglo pasado.

En La Copa todo parece verdad, porque señores: ES VERDAD.

El guion escrito por el mismo director recrea a unos adolescentes monjes refugiados en un templo del Himalaya, que están desesperados por ver la final de la copa mundial de fútbol 1998. No hay nada falso ni ficcional en ese argumento. Lo que vemos en pantalla es lo que pasó en la vida real. Los actores son en realidad monjes también. El templo no es una locación adaptada, las ansias por ver la final del Mundial tampoco se inventaron. Nuestro protagonista es fanático de Ronaldo (el famoso 9 brasilero), y su habitación tiene un pared con recortes de todos los astros de esa época (Petit, Romario, Zidane), una pared que él llama “mi santuario”. El chico se enfrasca en apuestas con los otros monjes sobre el resultado de la final y como no hay TV en el templo, ver el partido será la meta a conseguir.

El director es inteligente, porque aunque en apariencias es una muy linda historia de cómo el fútbol traspasa fronteras, idiomas o culturas, abajo de toda la parafernalia futbolera subyace una triste denuncia sobre la opresión que vive el Tíbet y sus difíciles condiciones de vida.

No es una película cuyo ritmo se equipare a las emociones de un partido de fútbol, es una película que intenta narrar de forma muy sencilla algunos aspectos no menos sencillos de las actividades en el templo, y de los personajes o intereses que se mueven alrededor de ellos.

La copa tuvo que resignar algunos aspectos para conseguir una distribución comercial, de ahí que aunque el tema político se intuye, la historia principal del niño que quiere ver la final toma un curso muy de película de Hollywood con un amañado mensaje sobre los buenos valores y las buenas costumbres.

Puede que por el ritmo corra a algunos espectadores, pero a mí sí me sacó más de una sonrisa con escenas como cuando el pequeño protagonista le muestra a otro compañero una foto de Ronaldo y le dice: “Él es Ronaldo, tiene la cabeza afeitada pero no es un monje”.

3.The Damned United / El nuevo entrenador

Tom Hooper es un director bastante funcional. Lo mismo puede hacer una biopic como El discurso del Rey, pasar a ese desastre de proporciones épicas que fue Los Miserables, y regresar con ese dramón reivindicador que supuso La Chica Danesa. Nos puede gustar o no gustar su trabajo detrás de la cámara, pero no podemos decir que filma mal.

Su primera película conocida fue The Damned United, anterior a todas las mencionadas y lanzada en el 2009. Se trataba de una biopic riesgosa, en el sentido que tenía que dar vida a un personaje ampliamente popular y polémico en Inglaterra, el legendario Brian Clough. Una suerte de Mourinho del siglo pasado.

Clough fue un DT que partió desde la segunda división con el Derby, un equipo al que no solo llevó a la primera división sino con el que consiguió vencer al Leeds, el equipo inglés por excelencia. Su meteórico ascenso y su muy comentada rivalidad con el DT del Leeds, Don Revie, llenaron los programas y la prensa deportiva de la época. Y luego, sucedió el milagro, el Leeds (ante la marcha de Revie para ser DT de la selección inglesa) hizo que Clough tomara las riendas del equipo al que tanto criticó como rival. Fueron tan solo 44 días, 44 días como DT del equipo más importante de la liga inglesa, con los ojos de la prensa y del país encima suyo, 44 días infernales. Esos días son los que la película aborda. Además, revisa también su relación con su asistente Peter Taylor con quien alcanzó los mayores logros de su carrera y con quien mantuvo rencillas varias en diferentes momentos de su vida.

A Brian Clough lo interpreta con maestría Michael Sheen un actor inglés cuya trayectoria es impresionante.

Esta es una película que sin duda disfrutará un fan del fútbol, porque de todas las mencionadas en esta lista, es de las que está más ligada al juego, a las dinámicas del fútbol como negocio, a las matufias de los jugadores, los dueños de los clubs y los entrenadores.

Hay una escena en la que el presidente del Derby le dice a Clough cuál es la realidad del fútbol: “El Presidente es el Jefe, después viene la Comisión Directiva, luego el Secretario, luego los hinchas, luego los jugadores, y luego, finalmente, de último, en la parte más inferior de la pila, lo más bajo de lo bajo, viene quien, al final podemos hacer todo sin él, el maldito técnico”.

The Damned United es entretenida y absorvente, está narrada en dos tiempos paralelos, muy bien fotografiada, recreada con elegancia, notablemente actuada, tiene humor, acción, violencia, una psicología de personajes interesante y hasta se convierte en una buddy movie.

En contra, diré que la película es demasiado amable con el bocón, soberbio de Clough. Nada se dice de su lado más oscuro, de su alcoholismo, de sus ataques de ira, de sus problemas con la plata y de las hondas diferencias con Peter Taylor que incluso terminaron con su amistad, más allá del final condescendiente de la película.

El trabajo de Hooper está basado en el libro homónimo escrito por David Peace (link del pdf que solo pude conseguir en inglés _The_Damned_Utd_-_David_Peace) en el que retrata al detalle a ese personaje hipnótico que resulta ser Clough, un poco menos edulcorado que su versión cinematográfica.

Me quedo con una de las líneas que Clough dijo sobre el fútbol y que nos serviría para echar barro en carretilla a algunas de las selecciones que participaron en este Mundial 2018: “El fútbol es un deporte hermoso y debe ser jugado hermosamente”.

4. Offside / Fuera de juego

Me simpatiza mucho el cine de Jafar Panahi, lo sigo desde su opera prima El Globo Blanco (reseñada ACÁ), me he visto toda su filmografía y siento que es ese tipo de director cuyo trabajo traspasa la pantalla cinematográfica.

Recordemos que Panahi estuvo encarcelado en Irán casi tres meses sin que se le pruebe delito alguno. Se le retiró su pasaporte y tiene prohibido salir del país. Más tarde se lo condenó a 6 años de cárcel por hacer “propaganda” contra el Estado y actuar contra su seguridad. También se lo inhabilitó para hacer cine y dar entrevistas durante 20 años. Lo de Panahi es, sin duda, una de las situaciones más tristes por las que está pasando un director de cine en la actualidad.

Panahi incomoda o, mejor dicho, el trabajo de Panahi incomoda, porque siempre, siempre se las arregla para mostrar esa realidad social feita que al Estado no le gusta mostrar.

Uno de esos trabajos incómodos fue Offside (2006) que filmó muy fiel a su estilo con toques de docuficción.

Una chica quiere asistir al partido Irán-Bahrain que definirá la clasificación de Irán al Mundial. Como en Irán está prohibido que las mujeres asistan a un estadio de fútbol o, en realidad, a cualquier exhibición de deporte masculino, la protagonista se disfraza de hombre, pero no es la única, otras mujeres han intentado colarse al estadio con resultados varios.

Panahi nos lleva de la mano de su audaz protagonista. Sentimos su deseo de ver el partido, vemos con impotencia los obstáculos que se le presentan.

Aunque para ella es muy importante, los guardias prohiben la entrada casi con desidia, lo hacen por cumplir órdenes o leyes, no porque realmente les importe que las chicas vean o no el partido.

La película cierra con un pequeño giro, Panahi se sirve de otro hecho real para imprimirle más dramatismo a su pequeña historia.

Offside se ve con ternura por la osadía de las chicas disfrazadas de hombres que en pleno siglo XXI intentan acceder a un estadio de fútbol sin éxito. También se ve con asombro o repulsión por el mismo motivo.

El hoy castigado Panahi con esta película hizo lo que ha hecho durante toda su carrera dijo que el rey estaba desnudo, y hasta puede que tuviera gonorrea o sífilis.

No es su mejor trabajo, al ser filmado sobre la marcha en el partido real que evoca, en el estadio real que evoca, hay cosas que están fuera de su control como algunos problemas actorales o un afán ingenuo, muy de discurso reivindicador.

Aún así, Offside cumple su cometido como reflexión, denuncia, indignación por la situación o el lugar que ocupa la mujer en Irán no solo en lo que atañe a los estadios de fútbol sino en general. Y, lo mejor, a pesar de que su exhibición fue prohibida en su país de origen, tuvo cierto efecto dominó que probablemente fue engrosando el expediente contra Panahi, un grupo de mujeres se empezó a mostrar en los partidos con letreros que decían: “No queremos estar Offside (Fuera de juego)”.

5. Diamantes Negros

Las historias de vida de algunos futbolistas que han surgido desde los barrios más pobres del mundo y sorteado las más traumáticas situaciones, nos han encantado. Quién no conoce los infortunios de Ribery, de Tévez, de Cuadrado, Balotelli, Teofilo Gutiérrez, Di María, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo o Modric. Todos ejemplos de superación. Lo que no tenemos claro es cuántos se quedaron en el camino. Cuántos no lo lograron.

La película Diamantes Negros habla de esos 20.000 africanos que se calcula han sido llevados a distintos lugares de Europa por supuestos cazatalentos que una vez no conseguían dinero por ellos, los dejaban abandonados a su suerte.

Así es, el tráfico de niños en el fútbol.

Dirigida por el español Miguel Alcantud, la historia se focaliza en Moussa y Amadou dos amigos del mismo barrio de Mali que son llevados a Madrid bajo la promesa de que serán estrellas del fútbol profesional. Ambos apenas llegan a los 15 años. Los supuestos agentes los introducen ilegalmente al país.

Esa quimera de jugar fútbol en el Real Madrid o en el Barcelona se vuelve una pesadilla.

Sin un peso en el bolsillo, con la responsabilidad de triunfar (sus familiares y la gente del pueblo juntaron dinero para pagar cerca de 2.500 euros para que cada uno viaje), sin hablar el idioma, en condiciones absolutamente abusivas, estos chicos se enfrentarán con la otra cara del fútbol, esa que describía Borges.

Muy triste película. A nivel de dirección no es nada inspirada, transcurre con un tono muy de docuficción, pero sin los momentos que por ahí podría tener un director más talentoso como Panahi. Los actores son actores naturales, pero transmiten cabalmente la confusión e impotencia de sus papeles. Uno de los actores secundarios vivió en carne propia el periplo. El actor que sale de traficante de droga es Alassane Diakité, que fue captado en Mali y que al llegar a España pasó por muchas de las situaciones que la película recrea.

Cuando estaban filmando la película quisieron tener la colaboración de algunos equipos grandes de España, y a excepción del Valencia, los demás no quisieron tomar posición sobre las leyes que se violan en el país para permitir la entrada de jugadores menores de edad sin papeles en regla.

De todas formas, Alcantud tiene una mirada honesta que intenta huir de la pornomiseria y narrar con cierta distancia los hechos como tal, el modus operandi de los cazatalentos y la realidad de ese 99% de chicos que no lo logra.

6. Escape to Victory / Escape a la victoria

De John Houston existen películas más memorables, películas como El Halcón Maltés o Chinatown.

Victory fue filmada en 1979, y Houston ya era un hombre de unos 75 años, con un grave enfisema. El famoso director se involucró en esta súper producción con un casting encabezado por Sylvester Stallone, Michael Caine, Max Von Sydow, el Rey del Mundo: Pelé y parte de los mejores jugadores de fútbol de la época.

La trama se basa en la misma anécdota que la película húngara Two Times Half in Hell, a eso le agregan otra subtrama que es demasiado similar a The Great Escape, protagonizada por un muy americano Steve McQueen.

Pues más allá de ver a Pelé y a jugadores de fútbol memorables, la película orbita alrededor del emputante Hatch personaje de Sylvester Stallone como una continuación de su estampa heroica de Rocky (1976) y una previa de su poder contra las fuerzas del orden de Rambo (1982).

Sí, sí, sí. Los gringos y el pobre Houston se esmeraron en todos los perendengues que recrearon el ambiente de guerra de 1944, las barracas de los prisioneros, los nazis, etc., pero en ningún momento te creés que esos hombres fornidos, musculosos, con un físico que no ha estado sometido a ninguna privación estén pasando necesidades por ser prisioneros de guerra.

El actorazo que es Max Von Sydow juega a ser un comandante Nazi que tiene más corazón y buenas intenciones que la mismísima Heidi de los Alpes suizos y que producto de su pasado de futbolista y en una visita a un campo de prisioneros, ve al personaje de Michael Caine liderando un partido de fútbol y se le ocurre armar un encuentro profesional contra un equipo alemán. Hay hasta tiempo y ganas para montar la típica historia de amor. El partido, en sí, resulta bastante cumplidor sin que te alborotés o emocionés en ningún momento y me parece que se desperdician a los jugadores profesionales en tomas más bien convencionales y sin chiste.

Esta es una película muy gringa, con un guion triunfalista y complaciente escrito por Evan Jones y Yabo Yablonski que cuatro películas más tarde desaparecerían definitivamente del espectro de los guionistas.

7. Messi

A Alex de la Iglesia no le gusta el fútbol, y aceptó hacer este documental sobre Lionel Messi por encargo, para salir de su zona de confort.

Messi, entonces, resulta un concepto algo lejano para De la Iglesia. Quizás sea por eso que su trabajo está tan exento de lo que el fanático de Messi busca: una profundización de la persona detrás del jugador.

Además, hacerlo en el 2014 y quizás en uno de sus mejores momentos como jugador, resultó un homenaje en vida un poco apresurado.

Este documental no sería lo mismo si indagara en su fracaso con la selección argentina en este último mundial, o si investigara los rumores que ponen a Messi como el tipo que junto a su grupete de amigos ha corrido a siete directores técnicos de su selección. Ya sea para confirmar o desmentir las huevadas que se dicen de Messi cada vez que Argentina pierde un partido.

De la Iglesia, y quien le encargó el documental, no mostrarán el lado difícil de la existencia de Lionel, sino sus logros, lo que para un fan está bien pero que no termina de redondear una vida con muchos más matices que: “es el mejor jugador del mundo”.

Por otro lado, a mí sí me gustó la idea de juntar a personajes reconocidos del fútbol en un restaurant y dejar que charlen entre sí sobre Messi.

Menotti, Sabella, Piqué, Mascherano, Iniesta, Cruyff, ex directores técnicos de su niñez, de su adolescencia, compartieron anécdotas, opiniones, reflexiones sobre el famoso 10. Incluso se ve al periodista Jorge «Topo» López, que meses después moriría en un accidente de tránsito cuando cubría el mundial Brasil 2014.

También me gustó escuchar a sus amigos de infancia, a sus profesores, aunque aportaron datos más bien banales. Al final, descubrís que después de tanto cariño desplegado en casi dos horas de documental casi todos han perdido el contacto con el ídolo.

Las charlas en el restaurant se intercalan cronológicamente con imágenes de archivo, y con dramatizaciones cuando mucho correctas que intentan recrear una historia de vida que se ve bastante tranquilita. A resaltar a los actores que hacen de Messi niño y adolescente. Muy, muy parecidos.

Una de las figuras centrales en la vida del jugador es su abuela Celia a quien siempre le dedica sus goles en cancha, ese es uno de los puntos más emotivos de un documental que está pensado y ejecutado para loar a Messi.

Creo que este documental puede gustar a los fans incondicionales, pero también producirá cierta perplejidad a aquellos que han seguido a Leo desde siempre y no encontrarán nada nuevo en este recuento.

El trabajo de De la Iglesia quiso acercarse al jugador desde la opinión de los demás, de personas que de alguna manera han formado parte de su vida. El problema es que ellos piensan que Messi es un genio y eso, queridos míos, ya lo sabemos.

CINE: SICARIO 2: Día del Soldado

Por: Mónica Heinrich V.

Profe, Jefe, Amigos de todas partes…hay dos poderosas razones para ver esta película: Benicio del Toro y Manuel García Rulfo. Lo que ambos hacen con sus personajes, vale el precio de la entrada, las dos horas que estás en la butaca, los obvios problemas discursivos del guion y aguantar los berrinches de Isabela Moner como Isabela Reyes.

Siento dolor por lo que la industria ha hecho con Denis Villeneuve, un director que de no haber cruzado la frontera gringa vaya a saberse qué tipo de películas nos estaría dando desde Canadá. Sin embargo, siento admiración por lo que Denis Villeneuve ha hecho con la industria, logrando sacar adelante hasta la huevada más disparatada. Gracias a él es que Arrival no es el chasco que podría llegar a ser y gracias a él es que la anterior Sicario (reseñada ACÁ) tuvo su momento de gloria, a pesar de un guion súper flojito.

Tenía mis dudas de cómo resultaría este Día del Soldado, la nueva aventura en la frontera mexicoamericana, sobre todo porque ya no está Villeneuve en la dirección sino el italiano Stefano Sollima cuyo currículum es haber dirigido series de relativo éxito en Italia.


El actor Taylor Sheridan continúa a cargo del guion. Debutó como guionista en la primera Sicario y luego hizo su segundo guion para esa linda película que fue Hell or High Water (reseñada ACÁ). Hay que decir que todos los guiones de Sheridan hasta la fecha tienen importantes problemas de verosimilitud. Día del Soldado no cambia esa estela.

Esta vez, y para no perder el hilo coyuntural, Sheridan se da mañas para crear un nexo entro los carteles y los “loquitos” musulmanes terroristas. Sí, sí, los grandes enemigos de Trump en una sola película.

La primera escena nos muestra a un musulmán que huye en el desierto perseguido por la policía fronteriza y que se hace estallar entre rezos y alabanzas. En la segunda secuencia un atentado sucede en un supermercado americano. Múltiples loquitos musulmanes se inmolan generando terror y shock.

Ellos, tan capaces

Hasta ahí me preguntaba qué carajos estaba pasando y si me metí en la sala equivocada, porque claro, esperaba narcos y mojados. Ni más ni menos. Cuando aparece Matt Graver (Josh Brolin) te das cuenta que sí, que es Sicario y que en los primeros minutos de la película escucharás en boca de un africano que trafica personas y otras cosas decirle al gringo que lo está torturando psicológicamente “Esto es un bluff. Vos sos americano. Ustedes tienen demasiadas reglas”. A ver, a ver…o sea, A VER. Ahí se resume la ingenuidad el guion y de lo que el guionista espera generar en su audiencia.

En los siguientes minutos el tal Graver que se ha pasado todas las reglas del mundo allá por donde la espalda pierde su bello nombre le dice a Alejandro (ídem en su desapego por las reglas)  que no habrá reglas.

El mismo poster vende esa fantasía: ESTA VEZ NO HABRÁ REGLAS. Parece que estos crispines se olvidaron que vimos la primera Sicario y que aun la recordamos.

NO hay ninguna razón lógica para que el personaje de Brolin crea que los carteles están ayudando a los terroristas a cruzar la frontera hacia USA. NO hay ninguna razón lógica para que los carteles quieran hacerlo. NO hay ninguna razón lógica para que si fuera así se decida encender una guerra entre los carteles para “eliminar la amenaza”. NO hay ninguna razón lógica para que Graver necesite la “ayuda” de Alejandro (Benicio del Toro). NO HAY NINGUNA RAZÓN, excepto darle la razón a Trump de que el pinche muro es necesario y la posibilidad al personaje de Benicio de matar un montón de mexicanos.

Ahí les voy, perros

La guerra contra las drogas es una excusa, un efecto (tal cual en la primera entrega) para que veamos al antihéroe Graver trabajar junto al otro antihéroe Alejandro e intentar equilibrar la película para que en un momento dado sintamos simpatía por Graver, por Alejandro, por la hija del capo, y porque las cosas se solucionan en las sombras, limpiando las partes feas de la Gran América, que casualmente están llenas de latinos.

Hay que reconocerle a Sollima su pulso, su elegancia para filmar todo el zafarancho, y que junto con el director de fotografía Dariusz Wolski (Prometheus, The Martian) consiguen momentos que hacen que la chafez discursiva pase a segundo plano y disfrutés sin buscarle el pelo a la leche de secuencias impresionantes como la de Benicio del Toro en el bus y su careo con el personaje de Manuel García Rulfo.

No me jodan, cabrones

Está tan bien trabajada en cuanto a climas y personajes principales, que cuando se acaba querés saber qué va a pasar YA. Ese es un mérito enorme, en una película que como dije tiene problemas narrativos y discursivos.

Sollima consigue una secuela digna de su antecesora en general (discurso, climas,) un poco más banal que la primera por la falta del borrego ingenuo que era el personaje de Emily Blunt, pero para los fines que la película busca es bastante resultona.

Una pena que al guionista no le alcance para romper el status quo e ir un poquito más allá de su respectiva frontera ideológica.

Lo mejor: poderoso envoltorio (repito lo mismo que en la primera entrega)

Lo peor: guión tonto y condescendiente (repito lo mismo que en la primera entrega)

La escena: la del bus y la de la cantera…

Lo más falsete: las razones para lo que hacen, tomarse el trabajo que se toman con la chica, la resucitada, el giro de Alejandro onda El Profesional, el giro de Graver para con el destino de la chica, etc..

El mensaje manifiesto: Narcos y loquitos musulmanes un solo corazón

El mensaje latente: la solución es «limpiarlos» o hacer que se «autolimpien»

El consejo: para verla por Benicio y por un par de buenos momentos.

El personaje entrañable: el sordomudo.

El personaje emputante: Isabella, Matt, casi todos.

El agradecimiento: por un par de secuencias de lujo.

CURIOSIDADES

Isabela Moner, la actriz que interpreta a la hija del capo Isabela Reyes, es nacida en USA de madre peruana.

Moner es la misma actriz que vimos como la niña protagonista en la última e inoficiosa Transformers.

Isabela se cortó realmente su pelo para la escena de la película…

Tanto Benicio del toro como Brolin salen juntos en Guardianes de la Galaxia.

Alejandro (Benicio del Toro) le da a Isabela un nuevo nombre para pasar desapercibida: CARINA…Carina también se llama la asistente de su personaje en Guardianes de la Galaxia.

La tercera parte no será dirigida por Sollima que ya se encuentra inmerso en Call of Duty.

El guionista dijo sobre su nuevo guion: «Diez veces más realista, más violenta y realmente reflexiva… Es divertido que mucha gente crea que Sicario va sobre la guerra de la droga y los cárteles. No es así. Es una película sobre la política americana y sobre cómo controlamos y [Sicario 2] es eso con esteroides»

CINE: Jurassic World: Reino Caído

Por: Mónica Heinrich V.

El buen J.A. Bayona está lejos, muy lejos de sus inicios. Todavía recuerdo con acuosidades oculares su opera prima: El Orfanato, que ignoro porqué no reseñé pero que me dejó hondas y confusas emociones.

Permítanme un segundo.

De ahí, alguien en Hollywood pensó que el español estaba para bailar en otras pistas y zas, lo importó hacia tierras gringas y le dio la dirección de Lo Imposible, la huevada esa del tsunami con Naomi Watts. Ok. Estuvo intensa, pero era el 2013 y ese año salieron cosas como Amour (reseñada ACA), Bestias del Sur Salvaje (reseñada ACÁ), La vida de Pi (reseñada ACÁ), Django (reseñada ACÁ). No hay mucho que explicar, el artificio de Lo Imposible hizo imposible tomarla más en serio.

Bayona siguió en lo suyo, dirigió un par de episodios de Penny Dreadful y el 2016 regresó a la pantalla grande con la lacrimógena A Monster Call, película que estaba bellamente filmada pero no, no, no, mi mente no es muy empática (a veces) con la prefabricación de líquido salado, y le gritaba a Felicity Jones “MORITE DE UNA VEZ”.

Esas han sido hasta ahora las aventuras cinematográficas del director español. Este 2018, abandona su evidente carrera hacia el Oscar y cumple un sueño. Porque en su lista del Bayona niñoquequiereserdirectordecine había puesto como meta en la vida: “Trabajar con Steven Spielberg”. Ajá. Esas son las consecuencias de ser adolescente en los noventas.

Entonces se nos subió al barco de la película pipoquera, a Jurassic World: Reino caído, sin otra aspiración que meter dólares a la caja registradora y ponerle mascarilla de oxígeno a una franquicia agotada. De hecho, hace tres años escribíamos sobre la película que presentaba a los nuevos personajes del mundo jurásico (ACA) y decíamos estar ante un cuerpo en paro cardiaco con necesidad de desfibrilador.

Y aunque Bayona esté lejos de sus inicios, sorprendentemente logra una película que es pie para que en un futuro y con los dinosaurios como machos/hembras alfas de este triste, pequeño y jodido mundo humano, la cosa se ponga más interesante. Hola, Planeta de los dinosaurios I, Planeta de los Dinosaurios II y Planeta de los Dinosaurios III.

El guion de Derek Connelly (Safety Guaranted, Jurassic World, Kong Skull Island) y Colin Trevorrow (Safety Guaranted, Jurassic World) toma al mejor personaje de la anterior entrega y lo vuelve protagonista: nuestra pequeña y amada Blue es principio y fin del argumento.

Resulta que Claire (Bryce Dallas) dejó sus tacones y sus aires de grandeza en la anterior película, ahora es una mujer sensible, comprometida con el medio ambiente y con los adorables dinosaurios. Mientras el resto del mundo los quiere exterminar, ella está ahí como activista, peleando por su destino.

La tipa recibe la llamada de un don millonario (interpretado por el gran James Cromwell) que le dice que antes que un volcán entre en erupción hay que salvar a la mayor cantidad posible de especies para que los dinosaurios no se extingan. En especial quieren poner a buen recaudo a la señorita raptor (¿raptora?) Blue, que es codiciada por su viveza criolla y alto coeficiente intelectual. No olvidemos que en la anterior película dejaron a los bichos botados en una isla.

Obviamente, Claire no puede ni debe ir sola, así que arma un equipito y va a buscar al menso que hizo que la mitad de los Avengers se hagan cenizas, sí…ah, bueno, es otra película pero el mismo actor: Chris Pratt hace de Owen, el que entrenó a Blue y que por lo tanto es necesario para que la princesa se deje atrapar.

¡Cuidado Blue! la gente puede ser muy mala

Hay mucho pim pum pam típico del género y de la franquicia: sombritas de dinosaurio o de garritas, hocicos llenos de dientes a punto de comerse a alguien o comiéndose a alguien, momentos en los que ¡OH, Sorpesa! vinimos a salvarlos y ellos nos salvan a nosotros, autohomenajes a la saga, etc.. Pero así como hay mucho pim pum pam que se cae cual manzana podrida de un árbol de tanto que lo hemos visto, hay momentos tan bien logrados que pensás en Bayona, en sus inicios y en que ojalá alguien le de un buen guion para que termine de lucirse como se merece.

Un ejemplo de esos grandes momentos SPOILER cuando se alejan de la isla que está a punto de destruirse y vemos al dinosaurio en la orilla entre el humo y el fuego, haciendo sonidos antes de morir. Una parte de mí se quedó con ese dinosaurio SPOILER FIN.

Permítanme otro segundo.

La conexión emocional con Blue, también está bien construida, y a pesar que el argumento tiene (para variar) baches e inconsistencias, El Reino Caído se deja ver.

Si hablamos de la coherencia de la saga, no es novedosa ni trata de ser más oscura que sus antecesoras, es una película “familiar” a pesar de las amenazas de muerte, de la muerte y de que el ser humano se comporta como ningún ser humano debería comportarse jamás. Su versión madre de 1993 supuso un desafío en cuanto a efectos especiales, diseño de producción y la presentación de un mundo hasta ese momento poco explotado, después de 25 años parece que hay poco o nada más por descubrir. Se siguen repitiendo las temáticas vistas en todas las entregas de la saga: científicos poco éticos, millonarios que quieren apropiarse de los bichos, manipulación genética para usufructuar a los bichos, encariñamiento con los bichos, etc….

Aquí, casual, contemplando la obra de los humanos

Oscar Faura, el habitual director de foto de Bayona, embellece una película simplona, repetida, sin pies ni cabeza, pero efectiva. Llegado el final te dan ganas de meterte a la película y apretar el botón. “APRIETEN EL BOTÓN, MALDITOS”.

Nuestro corazón animalista mirará con simpatía el salvataje de los dinosaurios, glorias perdidas de una época de la que no tenemos memoria. Nos encantará verlos correr y volar a sus anchas. Mientras tanto, nuestro corazón cinéfilo seguirá pensando en los inicios de Bayona, en su talento aun no explotado del todo y deseará que nos entregue más pronto que tarde su gran película americana.

Lo mejor: BLUE Lo peor: un guion flojito que hace aguas por varios lugares La escena: el dinosaurio que se queda a la orilla de la isla esperando su muerte y todas las escenas donde aparece BLUE Lo más falsete: el proyecto de rescate, el proyecto de venta, el proyecto del otro rescate El mensaje manifiesto: qué jodidos somos El mensaje latente: los animales nos superan en muchas cosas El consejo: está mejor que la anterior, puede que la disfrutés El personaje entrañable: BLUE, cómo te amo Blue El personaje emputante: Los malos malosos, la boluda de Clarie, el IMBECIL que hizo que parte de los Avengers se convirtieran en ceniz…ah sí, es otra película. Pero igual, OWEN también se lleva el reconocimiento de emputante El agradecimiento: por Blue, salud y larga vida.

CURIOSIDADES

Se ambienta cuatro años después que su antecesora.

Su protagonista Chris Pratt anticipó su fichaje por la saga de los dinosaurios en 2009 mientras grababa un capítulo de la serie Parks and Recreation. Se filmó a sí mismo mandándole un SMS a Spielberg suplicándole que lo fichara para una de las películas. Dicho y hecho.

Primera película de la saga que tiene una escena post-créditos. Quédense hasta el final, chicos.

Es el quinto filme de la franquicia que comenzó con Jurassic Park y el segundo de la saga Jurassic World.

Hablando de los inicios de Bayona, el código del ascensor (ese que Maisie recuerda y utiliza para ir el sótano) hace referencia al título de un cortometraje del guionista de ‘El orfanato’, que es “7337”. Sergio Sánchez, que más tarde escribió la primera historia que Bayona llevaría a la gran pantalla, estrenó este cortometraje en el año 2000.

Aproximadamente 2,500 niñas hicieron casting para el rol de Maisie.

Bayona se ha convertido en el primer director español que supera los 1.000 millones de recaudación con una película gracias a Jurassic World Reino Caído.

Spielberg eligió personalmente a Bayona para dirigir esta cinta.

Algunas ideas de Chris Pratt fueron incorporadas a la película.

CINE ALEMÁN: Aus dem Nichts (In the fade) (En las sombras)

Por: Mónica Heinrich V.

El cine de Faith Akin siempre me ha parecido excesivamente discursivo. Una especie de cine al estilo Ken Loach un poco más modernón, pero igual de sensiblero.

En la sombra (In the fade), su última película, ganó el Globo de Oro a mejor película extranjera este año y alcanzó un premio por Mejor Actriz en el Festival de Cannes.

El filme presenta a Katja (Diane Kruger recordada Helena de Troya) una ciudadana alemana que pierde a su esposo turco y a su hijo producto de un atentado.

La historia escrita por el mismo Akin y por Hark Bohm, conocido por ser uno de los coguionistas de GoodBye, Berlin, se divide en tres capítulos: La Familia, Justicia y El Mar.

Los momentos destinados a La Familia buscan el enganche emocional, vemos una filmación casera del enlace matrimonial de nuestros protagonistas que ya nos cuenta qué tipo de personas son: poco convencionales, seres simpáticos, alegres. Es con ese nexo emocional que podremos sentir empatía por la terrible situación que vive Katja y preguntarnos: “¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?”.

La sutileza es una de las grandes ausentes en el argumento. Justicia evidentemente estará enfocada en el juicio que se lleva a cabo contra los supuestos perpetradores del atentado y en cómo el foco policial se vuelca hacia la víctima basado en prejuicios. Y finalmente El Mar, que tiene todas las connotaciones metafóricas, poéticas que el título sugiere.

Akin no escatima los recursos emotivos a la hora de asestar el golpe a su personaje femenino y a nosotros que lo sufrimos desde la butaca. Los flashbacks que marcan la ausencia de las víctimas, la vida reformada tanto de Katja como de su esposo que en el pasado era dealer pero que al momento de su muerte estaba “haciendo las cosas bien”, la ausencia de arrepentimiento de los victimarios, el sistema judicial que no funciona, y la incapacidad de sobreponerse al duelo, son solo algunas de las aristas de En la sombra.

Si bien la película es dura o eso quiere ser, la forma que elige Akin para contarla termina convirtiéndola en un melodrama con muchos baches de guion y que llega al final sin sorpresas.

Hay una duda moral que puede surgir sobre ese final, pero más que duda debería dejar cierta devastación. Ojo, nos han preparado para llegar a las lágrimas, casi como con un misil teledirigido. Pero algo del enganche emocional se perdió en la sala judicial, entre tanto hueco narrativo y vueltas sin sentido. En ese estado llegás al capítulo final, a la fábula revanchista,  que no deja de ser una lectura o solución facilista a la problemática que el cineasta plantea.

Y claro, hay una parte tuya que  sí piensa en la injusta suerte de Katja, en la jodida sociedad, en Alemania, en Europa, en los inmigrantes, en el mundo y en vos mismo rodeado de tanta miseria, pero esa parte tuya va perdiendo interés conforme todo se desbarata.

Con tanta moralina alrededor de una temática coyuntural, In the Fade no consigue ir más allá de sus buenas intenciones y de su afán de ser crisol de lo que Akin piensa que es importante remarcar.

Sin duda, una pena por el esfuerzo actoral de Kruger que interpretó uno de sus mejores personajes hasta la fecha.

Lo mejor: a ratos conmueve Lo peor: va de más a menos La escena: la de la tina y el final Lo más falsete: algunas partes de cómo se maneja el juicio El mensaje manifiesto: ojo por ojo El mensaje latente: hay dolores que solo los aplaca la muerte El consejo: para verla sin mayores expectativas El personaje entrañable: el niño El personaje emputante: casi todos los deásm El agradecimiento:por algunos momentos y por Diane.

TELEVISIÓN: La casa de papel

Por: Mónica Heinrich V.

Sí, sí. Hemos dejado el boliche botado, pero para que vean que nunca es tarde cuando la dicha llega, en pleno mundial Rusia 2018 sacudimos los restos de los molletes que han caído sobre el teclado y volvemos. Hace ya unos dos meses se publicó esta reseña en El Deber. Acá la subimos con unos pequeños ajustes propios de un blog personal. Sepan perdonar el destiempo, la desidia y la ausencia. Pronto nos ponemos al día con Deadpool 2, El legado del diablo y otritas de las que hay mucha tela que cortar.

LA CASA DE PAPEL: ¿Timo o genialidad?

Podríamos explicarlo con hamburguesas. Una grasosa y calórica hamburguesa genera satisfacción y alborota las endorfinas. Yummie. Pero en el fondo, a veces ni tan en el fondo, sabemos que en ese universo de lo que podemos llevarnos a la boca, existen más y mejores cosas.

¿Esa sapiencia nos detiene a la hora de desear, obtener o deglutir una hamburguesita? No, señores. No.

La Casa de Papel es nuestra hamburguesa McDonald. ¡Y qué hamburguesa!

Berlín y cómo contestar el teléfono

Esta es una serie española que ha trascendido las fronteras de la Madre Patria gracias a Netflix. La poderosa plataforma estrenó la semana pasada su segunda temporada y ya se confirmó que tendremos una tercera.

Más hamburguesas para el mundo.

Ya podemos abrir el debate sobre si es una serie sobrevalorada o si nos tenemos que poner a cantar a grito pelado Bella Ciao.

El creador del fenómeno no es otro que Álex Pina, un productor español que tiene una amplia trayectoria en televisión y en el 2016 fundó su propia compañía llamada Vancouver Media cuyo primer trabajito es ni más ni menos que La Casa de Papel.

Pina sigue fielmente la fórmula americana, y la sigue muy bien con un diseño de producción impecable y la capacidad de elegir un casting que es difícil de olvidar. A la fórmula americana le mete lo que yo identifico como la fórmula Pina: Mensajitos sobre temáticas varias como el aborto, delincuencia, policía mal pagada, violencia doméstica, y un aburrido etcétera. Estos mensajitos son tan machacones que a ratos te preguntás de qué iglesia metodista salió el amigo Pina.

La historia arranca cuando El Profesor (Álvaro Morte) recluta a variopintos personajes para ejecutar un robo que lleva planeando toda su vida. Como no quiere robar plata de personas de a pie no se meterá en un banco sino al lugar que imprime los billetes en España. Así es. El sujeto planea robar La Casa de Moneda y Timbre e imprimir sus propios quintos mientras dura el atraco.

Bien jugao, Profesor.

Tokio, sos la culpable de todo. DE TODO.

El éxito de la serie descansa en ese ajedrez que juega El Profesor con las fuerzas del orden, mientras intenta mantener a sus secuaces dentro del boliche el tiempo suficiente para que logren sus objetivos. El Profesor es un personaje maquiavélico, que al llevar años preparando el robo, tiene milemétricamente medidas las variables y las respuestas a dichas variables.

Otro de sus ganchos es el dibujo de sus personajes. Los ladrones vestidos de overoles rojos y con máscaras de Dalí. Esos que para no crear lazos afectivos se conocen solo por nombres de ciudades, para ello tenemos a Úrsula Corberó como Tokio, personaje femenino que tuvo como referente a la Matilda de Natalie Portman en El Profesional. Tokio fue el personaje que más detesté, porque hizo burreras desde el episodio uno hasta el final. Un pequeño cuerpo lleno de hormonas desatadas. Digo, si hay reglas cumplilas. CUMPLILAS; Miguel Herrán como Río, el personaje más joven del grupete, el más ñoño, el más ingenuo; Paco Tous como Moscú, uno de los mejores actores del grupo y que crea más empatía con el espectador al ser el papá de Denver; Jaime Lorente como Denver, cuya risa peculiar será muy difícil de olvidar, aunque junto con Río era de los más bajos actoralmente; Darko Peric como el entrañable Helsinki, un serbio que dice poco o nada en la serie, y cuya actuación depende más de su físico; Roberto García, como Oslo, actor que debuta con esta serie y cuyo papel como atracador es casi secundario; Alba Flores como Nairobi, uno de mis personajes favoritos. Hija de Antonio Flores y nieta de la gran Lola y finalmente un extraordinario Pedro Alonso como Berlín, para mí el mejor personaje y el más coherente.

Los románticos quieren ver en algunos discursos de folletín una crítica a los bancos, a la despiadada realidad social que deja a unos en el tope y a otros en el fondo de la vida, a la crisis económica en Europa, al manejo de las fuerzas del orden, y por ende, tal como en la serie, percibir a los atracadores como héroes y no como villanos, pues no queridos, no. Delincuentes y punto. Gracias.

Nuestra matriarca favorita

Desde el episodio uno me pregunté cómo harían los guionistas para estirar el zafarrancho tanto como para que la primera temporada tenga 9 episodios y la segunda 6. Y, claro, eso fue exactamente lo que los guionistas hicieron: ESTIRAR.

Estirar siempre pasa factura, porque la historia empieza a perder credibilidad y más aún en una situación tan delicada como un robo que tiene en vilo a un país y que requiere acciones por parte de la policía y por parte del gobierno que en la serie tienen poco o ningun sentido.

Su creador, Pina, no se despeina con el desafío y además pone en el sancocho los mensajitos a la conciencia que ya mencioné y por ratos convierte el atraco en una telenovela donde se cuecen historias de amor y despecho. Es en esos momentos que ves que “surge el amor” cuando empezás a gritarle a la pantalla, a Netflix y a la Madre Patria: “¡SON SOLO TRES DÍAS LOS QUE LO/LA CONOCÉS! ¡TRES DÍAS!”.

¡POR DIOS! SE CONOCIERON AYER. AYEEEER.

Esta indignación que puede provocar en algunos espectadores se responde fácilmente: Pina sabe lo que hace. Trabajó con dos equipos de guionistas compuestos por el mismo Pina, Esther Martínez-Lobato, David Barrocal, Fernando Sancristóval, Javier Gómez Santander, Esther Morales y Pablo Roa, cuyos nombres aparecen como responsables en distintos episodios. O sea, nuestro amigo Pina sabe que las historias de amor que se crean entre algunos personajes “venden”, y son puntos altos para una audiencia más amplia que la que se va indignar o sentir estafada por el truco barato de una historia de amor metida con calzador.

Punto para Marimar y para ¿Qué culpa tiene Fatmagul?

El argumento de La Casa de Papel se trabajó bajo la lógica de “tirar bombas”, término que Pina usa para referirse a situaciones creadas en pizarra que generen estupefacción en el espectador y que lo obliguen a pensar en cómo saldrán esos pobres desgraciados de tanto tole tole. Obviamente, son situaciones irreales que se resuelven de manera irreal, y que el público masivo celebra o disfruta.

Cosas al pedo que ya da hasta flojera señalar pero que spoileando a  gusto mencionaremos: el personaje de la hija del diplomático que amenazaba con tener mayor brillo y que se diluyó del todo. Las salidas estrafalarias del Profesor, la sumisión de Raquel al dejar su carrera y prestigio botados por un delincuente que acaba de conocer (LO CONOCISTE AYER, RAQUEL, AYEEEER) la falta de pericia para hacer un rastreo como la gente por parte de la policía, las estupideces de Tokio, es que no terminamos nunca.

TOKIO, sos la culpable de la muerte de Oslo, de Moscú, de la mamá de Bambi, del papá de Simba y de Padme . SABELO.

Mal que mal, incoherencias y desbarranques narrativos de por medio, La Casa de Papel es un producto de factura internacional, con una dirección impecable, un montaje frenético y una dirección de arte y vestuario que embellecen la propuesta española.

Eso no quita que después que la primera temporada termina, la segunda (a fuerzas de estirar) se vuelva más difícil de ver. Los últimos episodios se vivencian como cuando ya estás empachado de tu hamburguesa y solo estás esperando el momento que el cuerpo digiera y expulsés el asuntillo.

Nuevamente ¿Importa? No. Ya te comiste la hamburguesa, la disfrutaste, y seguramente si aparece otra te la querrás comer también.

CURIOSIDADES

IMDB, el portal con la mayor base de datos de cine, series, programas de televisión y videojuegos, califica La Casa de Papel como “la mejor serie española de la historia” y además la posiciona como la número 22 entre las series más populares del momento en el mundo entero.

El equipo de arte trabajó en la realización de 2,600 fajos de billetes para la producción. Una labor minuciosas y de cuidado, pues el hurto a La Casa de la Moneda y Timbre no podía contar con algo menos que una perfecta copia del papel moneda. La impresión se hizo sobre papel periódico y se llevó a cabo en las instalaciones del diario ABC.

La grabación de la fachada, pese a que hace referencia a La Casa de la Moneda y Timbre Nacional de España, se lleva a cabo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), una agencia que está adscrita al Ministerio de Economía del país. Está ubicada en la calle Serrano en Madrid. Un lugar en el que ha aumentado de forma importante el turismo, gracias a que la serie ha popularizado sus instalaciones.

El título original no era La Casa de Papel, el nombre pensado era Los Desahuciados, pensando en el origen de sus personajes. Pero, pesó mal el hilo conductor de la historia, por eso se repensó y así mismo se transformó.

La serie logró el éxito internacional al llegar a Netflix. Antes de estrenarse en la plataforma, se dio a conocer en televisión nacional española siendo transmitida por Antena 3, en mayo de 2017. Originalmente, eran 15 episodios de 70 minutos divididos en dos temporadas, pero al llegar a la plataforma de streaming de televisión se reorganizó en 13 episodios de casi 50 minutos. Los 6 restantes entraron en una segunda temporada ya disponible en Netflix. Aunque en un principio solo había una alianza nacional, uno de los directores Alejandro Bazzano, mantuvo su mente clara en que iría para 190 países, así por el momento no hubiera una negociación hecha. Su pensamiento fue grande desde el primer momento y ahora la serie, gracias a eso, lo es.

El rodaje de la producción tuvo una duración de 8 meses. El piloto, que es el material de prueba, con el que se puede vender el producto y de hecho, el “abre bocas” de la serie, no fue grabado 1 ó 2 veces, lo rodaron en 52 ocasiones. El resultado del piloto es el primer capítulo, un excelente enganche para la producción que siempre tuvo como meta escenas impecables, a través de una exigencia absoluta.

Los productores ejecutivos son los mismos de Vis a Vis, por lo mismo se mantiene una línea muy similar entre las dos producciones, en cuanto a actores, locaciones y sin duda en el tipo de dirección.

Si ya viste la serie, dale una puntuación!

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