Por: Mónica Heinrich V.
Se acabó el mundial y el síndrome de abstinencia nos tiene trepando las paredes, para más desgracia SPOILER nunca supimos qué hizo el pérfido Luisito Rey con la sufrida Marcela o, mejor dicho, con el cuerpo de la sufrida Marcela FIN DEL SPOILER así que mientras tratamos de acostumbrarnos a esta nueva vida sin fútbol y sin las desgracias del Sol, decidí compartir una lista de películas relacionadas a la pasión de multitudes. Borges (tan noble él) describió al fútbol como: “Un deporte innoble, agresivo, desagradable y meramente comercial” y pucha que tenía razón, es eso y muchas cosas más.
1. Két Félidö A PoKolba / Two Half Times In Hell / Match en el infierno
Este es un peliculón húngaro. Vio la luz en 1961 y se filmó en blanco y negro. Los gringos, años más tarde, hicieron un refrito que comentaré más adelante.
El guion se basa en un hecho de la vida real: en 1942 y en plena segunda guerra mundial se llevó a cabo un partido de fútbol en Kiev entre soldados alemanes y sus prisioneros de guerra ucranianos, que en la historia quedó inscrito como El Partido de la Muerte. Se dice que cuatro jugadores de los que disputaron el Partido de la Muerte perdieron la vida en los campos de concentración, sin embargo, las muertes no estuvieron ligadas al resultado del partido. El director de cine Zoltán Fábric usó el incidente como inspiración para un guion que escribió en conjunto con Pétér Bacsó.
Su historia traslada la acción a la ocupada Hungría. Es la primavera de 1944 y se acerca el cumpleaños de Hitler, los altos mandos quieren agasajarlo organizando un partido de fútbol, para eso piden la colaboración de un preso que fue estrella de fútbol. Ónodi debe organizar una selección de presos para que brinden un buen espectáculo. El protagonista es un hombre duro y sin sentimentalismos, pide más comida y mejores condiciones de vida para que su equipo esté en buenas condiciones. Además, su amor al fútbol es tan grande que piensa entrenar a sus muchachos como si estuvieran jugándose la clasificación al Mundial. A lo largo del filme, acompañaremos el improvisado entrenamiento y nos preguntaremos angustiados cómo terminará todo.
Fábric cuenta su historia con una economía de recursos admirable. Tiene una construcción de personajes con los que enganchás fácilmente, una ambientación muy lograda, te creés totalmente la idea de una prisión paupérrima perdida en una zona alejada. Todo es sencillez, modestia y hasta humor. Hay escenas bellísimas como la de la cárcel cuando se ponen cantar con las ollas volcadas, ya cuando el partido se lleva a cabo todo es tan patético y triste que una parte tuya quiere que termine pronto. Lo que intuiste al principio se hace realidad y Fábric sabe que en la guerra no hay ganadores.
2. Phörpa / The Cup / La Copa
Esta película llegó inesperadamente en 1999 desde el reino budista de Bután. La dirigió Dzongsar Jamyang Khyentse Rinpoche (así de largo es el nombre del amigo) que estudió cine con Bernardo Bertolucci, que es monje y lama budista, y que supuestamente también se cree es la reencarnación de un santo del siglo pasado.
En La Copa todo parece verdad, porque señores: ES VERDAD.
El guion escrito por el mismo director recrea a unos adolescentes monjes refugiados en un templo del Himalaya, que están desesperados por ver la final de la copa mundial de fútbol 1998. No hay nada falso ni ficcional en ese argumento. Lo que vemos en pantalla es lo que pasó en la vida real. Los actores son en realidad monjes también. El templo no es una locación adaptada, las ansias por ver la final del Mundial tampoco se inventaron. Nuestro protagonista es fanático de Ronaldo (el famoso 9 brasilero), y su habitación tiene un pared con recortes de todos los astros de esa época (Petit, Romario, Zidane), una pared que él llama “mi santuario”. El chico se enfrasca en apuestas con los otros monjes sobre el resultado de la final y como no hay TV en el templo, ver el partido será la meta a conseguir.
El director es inteligente, porque aunque en apariencias es una muy linda historia de cómo el fútbol traspasa fronteras, idiomas o culturas, abajo de toda la parafernalia futbolera subyace una triste denuncia sobre la opresión que vive el Tíbet y sus difíciles condiciones de vida.
No es una película cuyo ritmo se equipare a las emociones de un partido de fútbol, es una película que intenta narrar de forma muy sencilla algunos aspectos no menos sencillos de las actividades en el templo, y de los personajes o intereses que se mueven alrededor de ellos.
La copa tuvo que resignar algunos aspectos para conseguir una distribución comercial, de ahí que aunque el tema político se intuye, la historia principal del niño que quiere ver la final toma un curso muy de película de Hollywood con un amañado mensaje sobre los buenos valores y las buenas costumbres.
Puede que por el ritmo corra a algunos espectadores, pero a mí sí me sacó más de una sonrisa con escenas como cuando el pequeño protagonista le muestra a otro compañero una foto de Ronaldo y le dice: “Él es Ronaldo, tiene la cabeza afeitada pero no es un monje”.
3.The Damned United / El nuevo entrenador
Tom Hooper es un director bastante funcional. Lo mismo puede hacer una biopic como El discurso del Rey, pasar a ese desastre de proporciones épicas que fue Los Miserables, y regresar con ese dramón reivindicador que supuso La Chica Danesa. Nos puede gustar o no gustar su trabajo detrás de la cámara, pero no podemos decir que filma mal.
Su primera película conocida fue The Damned United, anterior a todas las mencionadas y lanzada en el 2009. Se trataba de una biopic riesgosa, en el sentido que tenía que dar vida a un personaje ampliamente popular y polémico en Inglaterra, el legendario Brian Clough. Una suerte de Mourinho del siglo pasado.
Clough fue un DT que partió desde la segunda división con el Derby, un equipo al que no solo llevó a la primera división sino con el que consiguió vencer al Leeds, el equipo inglés por excelencia. Su meteórico ascenso y su muy comentada rivalidad con el DT del Leeds, Don Revie, llenaron los programas y la prensa deportiva de la época. Y luego, sucedió el milagro, el Leeds (ante la marcha de Revie para ser DT de la selección inglesa) hizo que Clough tomara las riendas del equipo al que tanto criticó como rival. Fueron tan solo 44 días, 44 días como DT del equipo más importante de la liga inglesa, con los ojos de la prensa y del país encima suyo, 44 días infernales. Esos días son los que la película aborda. Además, revisa también su relación con su asistente Peter Taylor con quien alcanzó los mayores logros de su carrera y con quien mantuvo rencillas varias en diferentes momentos de su vida.
A Brian Clough lo interpreta con maestría Michael Sheen un actor inglés cuya trayectoria es impresionante.
Esta es una película que sin duda disfrutará un fan del fútbol, porque de todas las mencionadas en esta lista, es de las que está más ligada al juego, a las dinámicas del fútbol como negocio, a las matufias de los jugadores, los dueños de los clubs y los entrenadores.
Hay una escena en la que el presidente del Derby le dice a Clough cuál es la realidad del fútbol: “El Presidente es el Jefe, después viene la Comisión Directiva, luego el Secretario, luego los hinchas, luego los jugadores, y luego, finalmente, de último, en la parte más inferior de la pila, lo más bajo de lo bajo, viene quien, al final podemos hacer todo sin él, el maldito técnico”.
The Damned United es entretenida y absorvente, está narrada en dos tiempos paralelos, muy bien fotografiada, recreada con elegancia, notablemente actuada, tiene humor, acción, violencia, una psicología de personajes interesante y hasta se convierte en una buddy movie.
En contra, diré que la película es demasiado amable con el bocón, soberbio de Clough. Nada se dice de su lado más oscuro, de su alcoholismo, de sus ataques de ira, de sus problemas con la plata y de las hondas diferencias con Peter Taylor que incluso terminaron con su amistad, más allá del final condescendiente de la película.
El trabajo de Hooper está basado en el libro homónimo escrito por David Peace (link del pdf que solo pude conseguir en inglés _The_Damned_Utd_-_David_Peace) en el que retrata al detalle a ese personaje hipnótico que resulta ser Clough, un poco menos edulcorado que su versión cinematográfica.
Me quedo con una de las líneas que Clough dijo sobre el fútbol y que nos serviría para echar barro en carretilla a algunas de las selecciones que participaron en este Mundial 2018: “El fútbol es un deporte hermoso y debe ser jugado hermosamente”.
4. Offside / Fuera de juego
Me simpatiza mucho el cine de Jafar Panahi, lo sigo desde su opera prima El Globo Blanco (reseñada ACÁ), me he visto toda su filmografía y siento que es ese tipo de director cuyo trabajo traspasa la pantalla cinematográfica.
Recordemos que Panahi estuvo encarcelado en Irán casi tres meses sin que se le pruebe delito alguno. Se le retiró su pasaporte y tiene prohibido salir del país. Más tarde se lo condenó a 6 años de cárcel por hacer “propaganda” contra el Estado y actuar contra su seguridad. También se lo inhabilitó para hacer cine y dar entrevistas durante 20 años. Lo de Panahi es, sin duda, una de las situaciones más tristes por las que está pasando un director de cine en la actualidad.
Panahi incomoda o, mejor dicho, el trabajo de Panahi incomoda, porque siempre, siempre se las arregla para mostrar esa realidad social feita que al Estado no le gusta mostrar.
Uno de esos trabajos incómodos fue Offside (2006) que filmó muy fiel a su estilo con toques de docuficción.
Una chica quiere asistir al partido Irán-Bahrain que definirá la clasificación de Irán al Mundial. Como en Irán está prohibido que las mujeres asistan a un estadio de fútbol o, en realidad, a cualquier exhibición de deporte masculino, la protagonista se disfraza de hombre, pero no es la única, otras mujeres han intentado colarse al estadio con resultados varios.
Panahi nos lleva de la mano de su audaz protagonista. Sentimos su deseo de ver el partido, vemos con impotencia los obstáculos que se le presentan.
Aunque para ella es muy importante, los guardias prohiben la entrada casi con desidia, lo hacen por cumplir órdenes o leyes, no porque realmente les importe que las chicas vean o no el partido.
La película cierra con un pequeño giro, Panahi se sirve de otro hecho real para imprimirle más dramatismo a su pequeña historia.
Offside se ve con ternura por la osadía de las chicas disfrazadas de hombres que en pleno siglo XXI intentan acceder a un estadio de fútbol sin éxito. También se ve con asombro o repulsión por el mismo motivo.
El hoy castigado Panahi con esta película hizo lo que ha hecho durante toda su carrera dijo que el rey estaba desnudo, y hasta puede que tuviera gonorrea o sífilis.
No es su mejor trabajo, al ser filmado sobre la marcha en el partido real que evoca, en el estadio real que evoca, hay cosas que están fuera de su control como algunos problemas actorales o un afán ingenuo, muy de discurso reivindicador.
Aún así, Offside cumple su cometido como reflexión, denuncia, indignación por la situación o el lugar que ocupa la mujer en Irán no solo en lo que atañe a los estadios de fútbol sino en general. Y, lo mejor, a pesar de que su exhibición fue prohibida en su país de origen, tuvo cierto efecto dominó que probablemente fue engrosando el expediente contra Panahi, un grupo de mujeres se empezó a mostrar en los partidos con letreros que decían: “No queremos estar Offside (Fuera de juego)”.
5. Diamantes Negros
Las historias de vida de algunos futbolistas que han surgido desde los barrios más pobres del mundo y sorteado las más traumáticas situaciones, nos han encantado. Quién no conoce los infortunios de Ribery, de Tévez, de Cuadrado, Balotelli, Teofilo Gutiérrez, Di María, Ronaldinho, Cristiano Ronaldo o Modric. Todos ejemplos de superación. Lo que no tenemos claro es cuántos se quedaron en el camino. Cuántos no lo lograron.
La película Diamantes Negros habla de esos 20.000 africanos que se calcula han sido llevados a distintos lugares de Europa por supuestos cazatalentos que una vez no conseguían dinero por ellos, los dejaban abandonados a su suerte.
Así es, el tráfico de niños en el fútbol.
Dirigida por el español Miguel Alcantud, la historia se focaliza en Moussa y Amadou dos amigos del mismo barrio de Mali que son llevados a Madrid bajo la promesa de que serán estrellas del fútbol profesional. Ambos apenas llegan a los 15 años. Los supuestos agentes los introducen ilegalmente al país.
Esa quimera de jugar fútbol en el Real Madrid o en el Barcelona se vuelve una pesadilla.
Sin un peso en el bolsillo, con la responsabilidad de triunfar (sus familiares y la gente del pueblo juntaron dinero para pagar cerca de 2.500 euros para que cada uno viaje), sin hablar el idioma, en condiciones absolutamente abusivas, estos chicos se enfrentarán con la otra cara del fútbol, esa que describía Borges.
Muy triste película. A nivel de dirección no es nada inspirada, transcurre con un tono muy de docuficción, pero sin los momentos que por ahí podría tener un director más talentoso como Panahi. Los actores son actores naturales, pero transmiten cabalmente la confusión e impotencia de sus papeles. Uno de los actores secundarios vivió en carne propia el periplo. El actor que sale de traficante de droga es Alassane Diakité, que fue captado en Mali y que al llegar a España pasó por muchas de las situaciones que la película recrea.
Cuando estaban filmando la película quisieron tener la colaboración de algunos equipos grandes de España, y a excepción del Valencia, los demás no quisieron tomar posición sobre las leyes que se violan en el país para permitir la entrada de jugadores menores de edad sin papeles en regla.
De todas formas, Alcantud tiene una mirada honesta que intenta huir de la pornomiseria y narrar con cierta distancia los hechos como tal, el modus operandi de los cazatalentos y la realidad de ese 99% de chicos que no lo logra.
6. Escape to Victory / Escape a la victoria
De John Houston existen películas más memorables, películas como El Halcón Maltés o Chinatown.
Victory fue filmada en 1979, y Houston ya era un hombre de unos 75 años, con un grave enfisema. El famoso director se involucró en esta súper producción con un casting encabezado por Sylvester Stallone, Michael Caine, Max Von Sydow, el Rey del Mundo: Pelé y parte de los mejores jugadores de fútbol de la época.
La trama se basa en la misma anécdota que la película húngara Two Times Half in Hell, a eso le agregan otra subtrama que es demasiado similar a The Great Escape, protagonizada por un muy americano Steve McQueen.
Pues más allá de ver a Pelé y a jugadores de fútbol memorables, la película orbita alrededor del emputante Hatch personaje de Sylvester Stallone como una continuación de su estampa heroica de Rocky (1976) y una previa de su poder contra las fuerzas del orden de Rambo (1982).
Sí, sí, sí. Los gringos y el pobre Houston se esmeraron en todos los perendengues que recrearon el ambiente de guerra de 1944, las barracas de los prisioneros, los nazis, etc., pero en ningún momento te creés que esos hombres fornidos, musculosos, con un físico que no ha estado sometido a ninguna privación estén pasando necesidades por ser prisioneros de guerra.
El actorazo que es Max Von Sydow juega a ser un comandante Nazi que tiene más corazón y buenas intenciones que la mismísima Heidi de los Alpes suizos y que producto de su pasado de futbolista y en una visita a un campo de prisioneros, ve al personaje de Michael Caine liderando un partido de fútbol y se le ocurre armar un encuentro profesional contra un equipo alemán. Hay hasta tiempo y ganas para montar la típica historia de amor. El partido, en sí, resulta bastante cumplidor sin que te alborotés o emocionés en ningún momento y me parece que se desperdician a los jugadores profesionales en tomas más bien convencionales y sin chiste.
Esta es una película muy gringa, con un guion triunfalista y complaciente escrito por Evan Jones y Yabo Yablonski que cuatro películas más tarde desaparecerían definitivamente del espectro de los guionistas.
7. Messi
A Alex de la Iglesia no le gusta el fútbol, y aceptó hacer este documental sobre Lionel Messi por encargo, para salir de su zona de confort.
Messi, entonces, resulta un concepto algo lejano para De la Iglesia. Quizás sea por eso que su trabajo está tan exento de lo que el fanático de Messi busca: una profundización de la persona detrás del jugador.
Además, hacerlo en el 2014 y quizás en uno de sus mejores momentos como jugador, resultó un homenaje en vida un poco apresurado.
Este documental no sería lo mismo si indagara en su fracaso con la selección argentina en este último mundial, o si investigara los rumores que ponen a Messi como el tipo que junto a su grupete de amigos ha corrido a siete directores técnicos de su selección. Ya sea para confirmar o desmentir las huevadas que se dicen de Messi cada vez que Argentina pierde un partido.
De la Iglesia, y quien le encargó el documental, no mostrarán el lado difícil de la existencia de Lionel, sino sus logros, lo que para un fan está bien pero que no termina de redondear una vida con muchos más matices que: “es el mejor jugador del mundo”.
Por otro lado, a mí sí me gustó la idea de juntar a personajes reconocidos del fútbol en un restaurant y dejar que charlen entre sí sobre Messi.
Menotti, Sabella, Piqué, Mascherano, Iniesta, Cruyff, ex directores técnicos de su niñez, de su adolescencia, compartieron anécdotas, opiniones, reflexiones sobre el famoso 10. Incluso se ve al periodista Jorge «Topo» López, que meses después moriría en un accidente de tránsito cuando cubría el mundial Brasil 2014.
También me gustó escuchar a sus amigos de infancia, a sus profesores, aunque aportaron datos más bien banales. Al final, descubrís que después de tanto cariño desplegado en casi dos horas de documental casi todos han perdido el contacto con el ídolo.
Las charlas en el restaurant se intercalan cronológicamente con imágenes de archivo, y con dramatizaciones cuando mucho correctas que intentan recrear una historia de vida que se ve bastante tranquilita. A resaltar a los actores que hacen de Messi niño y adolescente. Muy, muy parecidos.
Una de las figuras centrales en la vida del jugador es su abuela Celia a quien siempre le dedica sus goles en cancha, ese es uno de los puntos más emotivos de un documental que está pensado y ejecutado para loar a Messi.
Creo que este documental puede gustar a los fans incondicionales, pero también producirá cierta perplejidad a aquellos que han seguido a Leo desde siempre y no encontrarán nada nuevo en este recuento.
El trabajo de De la Iglesia quiso acercarse al jugador desde la opinión de los demás, de personas que de alguna manera han formado parte de su vida. El problema es que ellos piensan que Messi es un genio y eso, queridos míos, ya lo sabemos.