CINE: Gala de los Oscar 2014
Una noche plagada de selfies, condescendencias, momentos incómodos, trapos y premios algo predecibles. El Oscar 2014 pasó y quizás lo más «relevante» de la noche fue esto:
«Si tan solo el brazo de Bradley fuera más largo» se lamentaba Ellen Degeneres en su cuenta de twitter. La selfie generó tantos retweets que ya se volvió histórica. Bello.
Lo mejor de la foto es que entre tanta estrella estrellada se coló el hermanito de Lupita Nyong’o: Shannon.
Excelente, diría Mr. Burns.
Pero hablemos de los premios, que supuestamente es lo que interesa, aunque en realidad todos chapoteamos en esa piscina banal y frívola que se llama Hollywood para ver los brillos y lentejuelas.
La esperada condescendencia:
A Gravity por mejor dirección. A mí gusta Cuarón pero no sé hasta qué punto es el «mejor director» del año pasado. Además siempre me ha parecido una contradicción que el premio a Mejor Director y a Mejor Película se lo lleven crispines diferentes. Ya sé, son pajas personales. Cuarón competía con una película pipoquera más al lado de un Martín Scorsese que tuvo en su Lobo de Wall Street no su mejor película, pero sí una buena película que en su conjunto es bastante ambiciosa, complicada a nivel narrativo y difícil de llevar a cabo. En el otro extremo está Alexander Payne con una película como Nebraska, sencilla, humilde, sin pretensiones. Así que lo de Cuarón hasta por ahí nomás, es un gran director pero no sé si el mejor del año.
Los premios de 12 years of slave, porque sí, porque es una película sobre la esclavitud, o sea de negros, en un país que se intenta lavar la cara del racismo que fundó sus cimientos.Es así que el Oscar a Mejor actriz secundaria se lo dieron a Lupita, que me parece fue el trabajo más creíble del filme tomando en cuenta el ceño fruncido de Chiwetel Ejiofor all the fucking time y el aire trascendental del resto de los personajes. No me hubiera molestado en absoluto que se lo dieran a June Squibb por Nebraska (que la rompe en su interpretación) pero nop, Lupita es la chica del momento.
El premio a Mejor Guión Adaptado para la historia de Solomon también me sonó algo condescendiente: Un guión cuya trama íntegra se revela en el trailer, que no tiene sorpresa alguna en su metraje y que tiene una escena chotísima con el personaje de Brad Pitt discurseando sobre la esclavitud. En fin. Y a ese premio sumémosle el de Mejor Película del año, sí, claro. Pudo ser peor, si se lo lleva Gravity el eco del vacío seguiría repicando, por lo menos con 12 años de esclavitud Hollywood puede fingir que le preocupa el mundo.
Lo justo de lo justo
La categoría Mejor Actriz no tenía discusión posible. Ese Oscar le pertenecía a Cate Blanchett por derecho natural. No había posibilidad alguna que la Academia se pase por el traste su maravillosa interpretación de la perturbada Jasmine. Ninguna de las otras nominadas le hacía sombra, solo la gran Judi Dench con su Philomena sería una sustituta posible que no levantaría odios ni rencores.
Lo mismo sucede en el apartado de Mejor Actor, el trabajo de Matthew McConaughey es tan avasallador que no podía ser pasado por alto. Matthew se ha convertido en un actor de grueso calibre y este año, además, debió ser nominado a Mejor Actor de Reparto por esos gloriosos minutos que aparece en El lobo de Wall Street. En caso de que los gringos quisieran pasarlo por alto, la segunda mejor opción era Bruce Dern por Nebraska. No se me sobresalten. Ya sé: ¿y Leonardo?…mis querubines: el Oscar de Leonardo llegará en el momento menos pensado y será la coronación de una carrera en la que definitivamente el don ha sabido brillar. Todavía no es el momento. Cuando le toque un papel de judío homosexual con SIDA que fue violado por la Iglesia Católica y esclavizado en alguna parte del mundo, quizás, solo quizás, Leo alzará el muñeco dorado.
Por otra parte, el Oscar otorgado a Jared Leto es justo, su papel del atormentado- frágil Rayon está de infarto y nos hace desear verlo más seguido en la pantalla gigante. Eso no impide reconocer que la película The Dallas Buyer Club es importante (si nos ponemos ñoños) por la historia que cuenta, aunque en sí misma sea bastante simplona, casi casi como para televisión, lo que la engrandece es, sin duda, la magnífica actuación de Leto y McConaughey.
Otro premio que me parece justo es el de La grande belleza, la película italiana de Sorrentino está a años luz de la lacrimógena/discursiva Alabama Monroe y de la telenovela palestina Omar, quizás la danesa The Hunt pudo robarle el podio, por su excelente factura y poderosa historia, pero siento que la belleza de La gran belleza (en toda su pretensión/pose) es tal que no importa si le sobra media hora, si necesita resumen y recortes, y si todo huele a un wanna be Fellini: la música, la fotografía, los diálogos, ciertas secuencias inolvidables, el arte hmmm sí, La gran Belleza es grande. Curioso que esta categoría la comparta The Missing Picture, que es más un documental (buenísimo) recreado con muñecos de arcilla e imágenes de archivo que una película de ficción.
Y para cerrar los actos de justicia, los merecidos premios entregados a Gravity por todas sus características técnicas que amén de su guión facilista y algo pelotudo, nos hizo vivir momentos intensos. Seh.: Oscar a los mejores efectos visuales, edición de sonido, mezcla de sonido, dirección de fotografía y montaje. Bien, sin objeciones.
La duda infame
Bueno, hay gente que andaba lloriqueando por los premios otorgados a El gran Gatsby a Mejor Vestuario y a Mejor Diseño de Producción, ¿en serio? Señores, aunque la película haya conseguido que Fitzgerald arañe su cajón y que todos los amantes del libro le deseemos una muerte lenta y dolorosa a Luhrmann, el vestuario y la producción de esa película estuvieron notables, por momentos hasta impresionantes. Compitiendo con la estafa que es La estafa americana, lo plástico de Gravity, lo sencillo de Her y 12 years of slave, pues yo sí le daba ambos premios a El Gran Gatsby.
La estafa americana reloaded
Aquí hay un premio raro, el de 20 feet from stardom a Mejor Documental. Ojo, a mí me gustó este trabajo sobre la vida de las coristas de grandes estrellas. Lo disfruté, me pareció tierno, delicado y en líneas generales un muy buen documental. Aquí su reseña, PERO premiar este filme por encima de The act of killing es simplemente entrar en una confort zone. Sí, parece que podemos ser muy progres y premiar una película regularona sobre la esclavitud y el discurso de aceptación será dentro de ese tono, y todos aplaudirán y se sentirán mejores seres humanos, ajá. No es lo mismo premiar un documental sobre el genocidio indonesio en el que murieron cientos de miles de personas y que fue apoyado por Estados Unidos. Claro. Sigan cantando.
Lo freak del paso del tiempo
A la izquierda Kim Novak en sus años mozos, esos de gloria hollywoodense, casi casi una Jennifer Lawrence de su época. A la derecha lo que el tiempo hizo con ella y lo que ella misma hizo con su cara. En un ambiente despiadado en el que todos se ponen botox y se hacen cirugías, nuestra ochentera Kim luce hinchada y algo deforme. Matthew, caballero él, le acariciaba la espalda para apoyarla mientras ella apenas podía leer su parte de la presentación.
Otra que estaba llena de tics, botox y cirugía era la querida Liza Minelli. A la izquierda una Liza fresca y juvenil, a la derecha en lo que se convirtió.
Solo queda esperar unos años para ver qué sucede con Lawrence, Amy Adams, Lupita y compañía.
Los agradecimientos o cállense que la gala tiene que continuar
El discurso de Jared Leto fue interesante porque en conjunto hubo coherencia, criterio y ternura. Bien por él. Su mención a Ucrania y Venezuela se pudo malinterpretar pero dentro de todo era una mención humana más que política.
Por su lado Matthew McConaughey tuvo un discurso algo desordenado y su persecución al héroe que es él mismo era ridícula, me reí de él a mandíbula batiente preguntándome de cuál se fumó, pero luego se nos puso emotivo con la familia y volvimos al cauce natural.
Lupita dio un discurso que solo puede darlo alguien de su edad, con la película por la cual ganó y siendo representante de eso que Hollywood aparentó premiar esa noche, un emotivo discurso sobre la lucha y la igualdad de oportunidades.
El meteórico discurso de Cate Blanchett encantó a algun@s por rescatar las películas protagonizadas por mujeres, en lo particular quería botarle un zapato de hierro a la tele y hacerla callar. Demasiado atropellado y poco humilde para mi gusto. Muy Jasmine. Con la acusación de abuso sexual que pesa sobre Woody Allen, todos esperábamos ver si la doña se iba a animar a llenarlo de halagos y agradecimientos. La Blanchett no quiso pringarse mucho, agradeció tibiamente a Allen y a otra cosa mariposa.
El que sí se llevó mis simpatías fue el tembloroso don que ganó a Mejor Cortometraje Animado. Bello.
Las gritonas desafinadas
Me cae bien Bette Midler, me parece una buena comediante y una cantante correcta, pero su canto de anoche en la gala de los Oscar fue absolutamente prescindible. Además, debieron colocarla en una esquina mientras los muertitos pasaban, no esperar que pasen y luego cantar. La voz apenas le daba y en algunas partes quería taparme los ojos, la boca y los oídos (así como los monitos) para ahorrarnos el sufrimiento.
Peor aún fue Idina Menzel. Horrible. Alarido tras alarido, hubo ocasiones en que no golpeó la nota nunca. Sin embargo, en ambas presentaciones la platea llena de rutilantes y sordas estrellas se puso de pie para ovacionarlas. Lambisconerío a mil.
Lo incómodo
John Tavolta y su implante capilar se equivocaron cuando presentaron a Idina Menzel, hasta la fecha no sabemos cómo pasó de ese nombre al que finalmente dijo (¿algún cable cienciológico chipado?), quizás por eso la pobre se desafinó tanto.
Otro momento extraño fue cuando tocó el premio a Mejor Guión Adaptado para John Ridley por 12 years a Slave, el tipo pasó por el lado de Steve Mcqueen sin abrazarlo aunque me pareció notar que quiso hacer contacto pero McQueen a su vez estaba tieso y poco receptivo. En los discursos de aceptación de ambos (el primero por el guión, el segundo por mejor película) ninguno hizo mención al otro. Se dice que Ridley trabajó el guión gratis durante un año (1 año de esclavitud) y que cuando Brad Pitt entró como Productor, se le pagó una suma simbólica y se le dio un crédito como productor ejecutivo, crédito que hoy se encontraría en disputa y sería el motivo por el que ambos «luchadores de la igualdad y la justicia» no se pueden ver ni en pintura.
Y claro, entre lo incómodo de ver no podía faltar toda la presentación de Jim Carrey, más falsa y sobreactuada que su papel en The Mask y en Liar, Liar.
La flojera
Ese día murió el gran Alain Resnais. Se pudo hacer algo por incluir al director de Hiroshima, mon amour en el desfile de muertitos, pero no. Supongo que agregar esa fotito más implicaba una producción que nadie quiso hacer. Esperemos que el 2015 no se olviden de homenajearlo.
El balance
Hubo claras ganadoras con Gravity y 12 years a slave. Le robaron descaradamente el Oscar a Mejor Documental a The act of killing. Una vez más, la Academia opta por lo cómodo. 12 years a slave ganó a Mejor Película, y para mostrar que no son racistas y son muy progres llamaron a un negro (Will Smith) para que entregue el Oscar a una película sobre negros. Sutiles.
American Hustle, Nebraska y The Wolf of Wall Street se fueron con las manos vacías. Her se llevó el Oscar a Mejor Guión Original que también se pudo llevar Nebraska. Her debió llevarse Mejor Canción, más aún con la encantadora performance que hicieron en la gala de The moon song, a años luz del griterío de los demás.
De Frozen no quiero ni hablar, porque odié esa animación, odio recalcitrante y corrosivo. Volvimos a las historias con personajes femeninos que pretenden ser rompedores de esquemas pero que terminan siendo volubles y pelotudos, hubiera preferido que gane cualquiera de las otras, Miyazaki era una gran opción. Sé que a mucha gente le encantó el último gas plástico de Disney, pero es lo que hay.
La gala 2014 fue más entretenida que las anteriores, teniendo en cuenta que hubo un año en que lo presentó un zombie James Franco con una acelerada Anne Hathaway.
Ellen Degeneres hizo un aceptable trabajo como conductora, no fue apagada pero tampoco muy excéntrica. Hizo chistes simpáticos, consiguió un hito con lo de la selfie picture, todo el tema de la pizza fue muy bien aprovechado y en general, tuvimos una gala amena. Pudo ser mejor, sí, el Oscar luce algo desgastado en puesta y en presentaciones leídas y acartonadas.
Toca esperar el 2015, donde no importará qué pase en el mundo, si en Ucrania se están preparando para una guerra o si en Bolivia estamos inundados como nunca en la historia, será como el carnaval: la fiesta, los brillos, las lentejuelas seguirán embobándonos. Con suerte Jennifer Lawrence (o la it girl de turno) se vuelve a caer y una estrella de los 80s aparece con el rostro deformado de cirugías para que todos sintamos asquito y pena.
Mientras tanto, el cine debe continuar.