LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

MÚSICA: El Secreto

Por: Eva Sofía Sánchez

En septiembre de 2006 Pearl Jam realizó una serie de conciertos en Milán, Verona, Turín y Pistoia. La mini-gira por Italia duró apenas un mes y sirvió para promocionar su octavo –y homónimo- álbum de estudio. Esa aventura musical dio como resultado el DVD ‘Immagine in cornice’, que en español significa: ‘imagen enmarcada’.

Es el registro de las presentaciones en vivo, de los momentos de intimidad en hoteles, buses y salas de ensayo; un documento que muestra a una banda tranquila, madura, saludable, contemplativa. La penúltima canción del DVD titula ‘Come back’ y es uno de los momentos más emotivos del audiovisual. Los cinco integrantes de la banda están sobre un escenario oscuro y austero. Frente a ellos, el público observa. Alrededor se ven los edificios medievales de la Piazza del Duomo de Pistoia: el campanario románico, la catedral y el baptisterio góticos, otro pequeños palacios de cemento y roca. La balada de Pearl Jam, las construcciones antiguas, las luces tenues y la noche oscura se complementan y forman –precisamente- una imagen cálida y entrañable dentro de un marco. Eddie Vedder alza los brazos, cierra los ojos, canta: “por favor, di que si no te hubieras ido ahora, no te hubiera perdido de otra manera… desde donde sea que estés… regresa”. El público corea la letra, una pareja baila, se miran a los ojos, se sonríen, se aman.

Come back’ podría ser una hermosa declaración de amor y pasión, una confesión de arrepentimiento, la súplica de un hombre desesperado que no desea perder a la mujer. Pero no. ‘Come back’ es una canción que habla acerca de un amigo, y de su muerte, y de la peculiar amistad que Eddie Vedder forjó con él.

Es un tipo contradictorio, Eddie Vedder. Soñaba con ser estrella de rock, pero cuando lo logró renegó de su éxito y fama. Se negó a filmar videos musicales para promocionar los subsiguientes discos de Pearl Jam. Su banda inició una acción legal contra la empresa que monopolizaba la venta de entradas en Estados Unidos. Vedder despidió al baterista Dave Abruzesse porque se había afiliado a la Asociación Nacional del Rifle. Fueron promotores de la campaña ‘Rock the vote’, para incentivar la participación ciudadana en contiendas electorales. Escribió canciones contra Bush y la guerra en Irak y también en favor del aborto y las minorías raciales. Para combatir la piratería, Pearl Jam grababa todos sus conciertos y los ponía en venta on-line, casi gratis. Vedder creó la ‘Self Pollution Radio’, una estación de emisión libre a la que cualquier otra radio podía unirse cuando quisiera. Es un hombre que ama el mar, el estilo de vida del surf y la vida sencilla pero a la vez es un individuo que no tolera a quienes piensan diferente a él. Sus compañeros fueron las primeras víctimas. Poco a poco las canciones de Gossard, McReady y Ament desaparecieron del repertorio de Pearl Jam y los discos se convirtieron en creaciones cuasi solistas de Vedder. Mientras la banda se transportaba en buses o aviones, el cantante prefería viajar en su minivan, en soledad. Era él quien decidía el orden de las canciones, tanto en los álbumes como en los conciertos. Era él quien dirigía las riendas de Pearl Jam. El tiempo –por supuesto- los hizo madurar. Prueba de ello es que son los únicos músicos ‘grunge’ que se mantienen vigentes y en movimiento. 

No es posible precisar el momento exacto y bajo qué circunstancias Vedder y Jhonny Ramone se hicieron amigos. Lo cierto es que el cantante de Pearl Jam era parte del círculo íntimo de Jhonny cuando el ex-guitarrista y cofundador de Ramones falleció en 2004 debido a un cáncer de próstata. Nació en 1948, le bautizaron John William Cumming.  Neoyorquino y criado en el barrio Queens, fue hijo único y descendiente de irlandeses; y además fue uno de los creadores de la banda más emblemática –aunque no todos estarán de acuerdo con esta afirmación- del punk norteamericano de finales de los ’70. Lo extraño era que Ramone era un conservador afiliado al partido Republicano. Cuando la banda fue incluida en el Salón de la Fama del Rock –N-Roll (Vedder ofreció el discurso introductorio), Jhonny gritó: “¡Dios bendiga al presidente Bush y a Estados Unidos!”. Era miembro de la Asociación Nacional del Rifle. En una entrevista dijo que Ronald Reagan había sido el mejor presidente de EEUU y que el espíritu del punk era de derecha.

¿Cómo era posible que dos hombres tan diferentes pudiesen mantener una amistad sincera y respetuosa? Vedder lo explicó en PJ20, el documental que Pearl Jam lanzó para celebrar sus 20 años de carrera. “Jhonny y yo nos visitábamos para hablar de música y escuchar canciones. Tratábamos de identificar el secreto de las canciones, queríamos descubrir cómo funcionaban, su maquinaria interna; deseábamos crear la canción perfecta”.

Tras la muerte de Ramone, Vedder compuso ‘Life Wasted’ y ‘Come back’. Años más tarde, cuando visitó el museo de Ramones en Berlín, el cantante de Pearl Jam dejó una nota que decía: “Johnny, cómo te echo de menos todos los días… y siempre … Ojalá estuvieras aquí … Por otra parte, lo estas.»

Sí, es un tipo contradictorio Eddie Vedder. Por ejemplo no asistió al funeral de su amigo Chris Cornell, una actitud que no pasó desapercibida en la comunidad de músicos de Seattle. Es un hombre tan paradójico que relató el suceso más íntimo de su vida, mientras que al mismo tiempo exigía privacidad. La canción ‘Alive’, del primer disco de Pearl Jam expone una situación que traumó a Vedder. A sus trece años se enteró de que su padre no era su padre en realidad. De que había sido abandonado y que el hombre al que llamaba ‘papá’ era en realidad su tío. ‘Alive’ ya no es un grito desesperado. Se ha transformado, con los años, en un himno que celebra la vida. Tal vez, sea esa colisión de ideas la que lo mantiene activo. Nirvana, Soundgarden, Alice In Chains y muchas otras bandas grunge se disolvieron. En contrapartida, Pearl Jam anunció el lanzamiento de un nuevo disco, el undécimo en casi treinta años de carrera. Subieron a Youtube el primer sencillo, titulado ‘Dance of the clarivoyants’ (Danza de los clarividentes).

Me coloqué los audífonos y apreté play, sin esperar demasiado (o mejor dicho, esperando más de lo mismo). Pero no. Lo que escuché fue otro Pearl Jam. Uno que me hizo pensar en el New Wave inglés, en Talking Heads, en New Order, David Bowie, Depeche Mode. Uno que me hizo imaginar las charlas entre Ramone y Vedder, mientras bebían vino y escuchaban música y que me hizo recordar ‘Come back’, esa hermosa canción. Uno que me hizo preguntar: ¿habrá encontrado el secreto Eddie Vedder? 

 

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