LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

LITERATURA: El año del pensamiento mágico (Joan Didion)

Algunas veces lo hemos comentado: la pérdida es para lo que nunca se está realmente preparado.

En ese triste universo que es la literatura del duelo, Joan Didion ha conseguido crear una obra que está sustentada en pérdidas, en llanto y en el «show must go on«.

Leí El Año del Pensamiento Mágico hace unos meses, no podía creer la enormidad de la fortaleza que tuvo la autora.

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En un momento estaba casada con el amor de su vida y su compañero en casi todos los aspectos, tenía una hija (Quintana)  casada también, viviendo sus propias experiencias, y de pronto, Quintana enferma.

Su única hija sufre una enfermedad que parecía de rutina pero que fue empeorando.

Mientras la hija estaba en el hospital, el marido muere de un ataque sorpresivo, en plena cena, delante de ella.

A los meses, la hija, aparentemente recuperada, sigue al padre y Joan Didion se queda sola con sus fantasmas.

El relato que hace esta escritora americana es desgarrador, la vida cambia en un instante dice, el día que pasan cosas malas suele ser descrito como un día normal, donde las personas afectadas hicieron su rutina, donde nadie imaginaba que sí, que iban a pasar cosas malas.

Ella, como periodista, comentaba que cuando entrevistó a gente que sobrevivía a un terremoto, a un huracán, a la caída de las torres gemelas, la descripción sonaba igual:

era un día como cualquier otro

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Y el libro se titula como se titula porque cuando somos niños (a veces hasta en adultos) hay algo llamado el pensamiento mágico, esa capacidad de pensar que todo se va a arreglar por arte de magia, que si rompiste un jarrón se volverá a unir o nadie se dará cuenta, que si nuestros padres se separan en el fondo siguen enamorados y se juntarán cualquier rato, o que uno tiene un poder sobrenatural para que las cosas, buenas o malas, sucedan, son ideas que escapan al raciocinio, a la aceptación de la realidad.

El libro de Joan nos cuenta cómo fue su año del pensamiento mágico, cómo tuvo que adaptarse a la pérdida, cómo aprendió a vivir con ella.

Hay un momento, casi al final, donde el duelo está tan maduro que escribe:

Sé por qué intentamos mantener vivos a los muertos: intentamos mantenerlos vivos para que sigan con nosotros.

También sé que si hemos de continuar viviendo llega un momento en que debemos abandonar a los muertos, dejarlos marchar, mantenerlos muertos.

Dejarlos que se conviertan en la fotografía de la mesa.

Soltarlos en el agua. El saberlo no me hace más fácil tener que soltarlo en el agua.

De hecho, la constatación de que nuestra vida en común irá poco a poco dejando de ser el centro de mi vida cotidiana, me pareció hoy, en Lexington Avenue, una traición tan clara que perdí la noción del curso del tráfico.

Hoy, la magnífica Joan tiene 80 años, 13 han pasado desde que perdió a su esposo y a su hija. Ella continúa siendo la gran periodista, ensayista, pensadora que siempre fue.

Lean El Año del Pensamiento Mágico, un libro tan hermoso como la foto familiar de la querida Joan.

Link para descargar el PDF: El año del pensamiento mágico

Mónica Heinrich V.

Si  ya lo leíste, puntúa el libro!

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5 Comentarios

  1. Monica, que piensas de la nueva literatura boliviana, con nobres como Colanzi, Rivero, Hasbun, Piñero, Urrelo y otos… creo que no lees mucha letras locales, o por lo menos no las comentas

    • Karlo, ufff…pues sí, es cierto lo que decís no comento libros nacionales. A ver…a Lili la conozco y he leído todo su trabajo, hay cuentos de ella como Alfredito, La Ola que me gustan bastante. No soy fan de Hasbún…ni de Rivero, pero creo que son buenos escritores. De Wilmer hay algunos relatos que también me han gustado, a Piñero no lo he leído…Sebastián Antezana, Maximiliano Barrientos también son escritores muy correctos, aunque no son mi onda. De la nueva camada me gustan Fabiola Morales y Natalia Chávez…
      Hmmmm supongo que no he escrito sobre ninguno porque a algunos los conozco y me es muy difícil desprenderme de esa relación. Al fin y al cabo el cine es un trabajo en equipo, pero la escritura es algo muy personal…

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