CINE: Cinco películas sobre malas amistades

Hay amigos y “amigos”. El cine tiene infinidad de películas que loan la amistad y hacen que dibujemos corazoncitos mientras pensamos con amor en esos pocos (porque la palabra se prostituye mucho) amigos de verdad. Esos que comparten algo más que tragos o salidas nocturnas. Esos a los que uno le donaría un riñón y viceversa.

En búsqueda implacable (guiñito a Liam) de romper la ñoñez imperante, aquí pongo a continuación algunos ejemplos que retratan a esos amigos que no lo son.

Iba a hacer una lista que fuera de menor a mayor intensidad en jodidez, pero reflexionándolo no sé cuál es peor que cuál. Así que se las planto con orden aleatorio.

Cinco películas sobre turbias amistades.

1) Respira (2014)

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Los franceses saben de amistades truncas. Cuando la resplandeciente Sarah (Lou de Laage) entra a su clase, la ñoña Charlie (Josephine Japy) queda prendada de ella. Sarah es divertida, extrovertida, con estilo, mientras Charlie es una chica más bien común, que puede pasar inadvertida. Ambas se vuelven mejores amigas, se cuentan sus secretitos, comparten ropa, salen, etc.. Pero resulta que Sarah es manipuladora, y de esas con las que hay que tener mucho cuidado.

Todo está bien en el paraíso hasta que pasan cosas que a Sarah no le gustan. Ejemplo: un desconocido español al que ella le echa el ojo en una fiesta al final termina durmiendo con la mamá de Charlie. Charlie la presenta como una compañera de clase y ella se indigna de que no la presentó como amiga. Detalles de este tipo hacen que Sarah cambie su comportamiento con la pobre Charlie.

Un día está toda babosa con ella, al otro no le habla o si le habla lo hace secamente. Un día salen juntas, otros dos se pierde. Un día está comprensiva y empática, al otro hace comentarios hirientes sobre las cosas que sabe de su supuesta mejor amiga. Es, abiertamente, envidiosa y resentida. Luego, le echa la culpa a Charlie como si Charlie fuera la villana. O sea, demasiado abuso mental. Uno como adulto dice: a esos crispines habría que cortarlos de tajo, sin embargo, Charlie aguanta porque es adolescente y no sabe manejar la situación, y lo peor: viene de un hogar en el que su madre soporta el maltrato psicológico de su padre, y ella inconscientemente replica esa conducta.

Cuando finalmente Sarah la deja de lado, Charlie es incapaz de continuar sola y cae en un pozo depresivo. Sarah, en lugar de tenerle compasión comienza una campaña de acoso y desprestigio sistemático en el colegio. La cosa llega a tal punto que dan ganas de entrarse a la película y agarrar a manazo limpio a las dos: a Charlie por no ser capaz de defenderse como Dios manda y a Sarah por ser tan hija de Pooh.

El final es shockeante, y la película, aunque me parece no termina de cerrar a nivel narrativo las necesidades de ese final, está filmada muy bellamente.

La también actriz Melanie Laurent dirige este filme que se mira sin pausa y con el corazón algo encogido.

2) Harry, un amigo que te quiere bien (Francia, 2000)

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Domink Moll nos trae esta película inquietante que pasa abruptamente del género suspenso al terror y tiene sus toques de un humor negro.

Harry (Sergi López), en un encuentro aparentemente fortuito, se aparece en la vida de Michel (Laurent Lucas) diciendo que fueron compañeros de secundaria.

Seamos sinceros, a quién no le ha pasado estar caminando por la calle y zas! alguien viene, te abraza y te soba DICHOSO porque supuestamente fueron compañeros de colegio/universidad/nidito y vos no recordás al pobre infeliz. ¿Qué queda por hacer? Obviamente fingir, seguir la conversación como si estuvieras igual de contento, preguntarle por lo que ha sido de su vida, despedirse como si se fueran a ver alguna vez más y listo. Michel no tiene ni puta idea de quién es Harry, pero en vista de que Harry recuerda TODO de él y habla sobre su persona con admiración, decide invitarlo a cenar.

Harry es un tipo de recursos, a las claras se ve que tiene plata, poder, estilo, formación, Michel, por otro lado, vive inmerso en el mundo real, ese de familia clasemediera con deudas, un matrimonio aburrido y unos hijos que ama, pero que en secreto suponen un obstáculo para dedicarse a él mismo.

Harry parece un buen amigo, quiere que Michel retome sus pasiones, que surja, que sea feliz. El pequeño problemita es que el tipo se va poniendo denso, y cuando Michel se viene a dar cuenta tiene a un psicópata al que no recuerda viviendo en su casa, con su esposa y sus hijos a su merced.

Nada como un mal amigo para valorar la dicha familiar.

3) Heavenly Creatures (1994)

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Quizás mi película favorita de Peter Jackson. No, con seguridad mi película favorita de Peter Jackson. Estamos ante una de las mejores interpretaciones de Kate Winslet, quien debutaba en el cine con 19 años.

La historia es más o menos similar a Respira en el inicio. La acción se desarrolla en la Nueva Zelanda de los años 50 y es basada en un caso real que escandalizó a Europa en esa época.

Chica nueva Juliette Hulme (Kate Winslet) entra a la clase y Pauline Parker (Melanie Lynskey, hoy infamemente conocida por hacer el papel de Rose en Two hand a half men) queda prendada de ella. Juliette pertenece a una familia acomodada, es linda, divertida, inteligente, mientras que Pauline es gordita, tiene una leve cojera, pasa desapercibida y su familia no es tan acaudalada, su padre es pescador.

Hasta ahí las similitudes con Respira. En Criaturas celestiales, ambas chicas construyen una amistad en la que prima la fantasía y el delirio. Ambas comparten una debilidad física, Juliette tiene tuberculosis y Pauline ha sufrido de una enfermedad en los huesos. A ambas les gusta leer, ambas tienen diarios, ambas fantasean con huir de sus casas y viajar a Estados Unidos.

La relación aumenta en decibeles, a tal punto que las familias de ambas comienzan a verla con malos ojos. El lesbianismo en esa época era considerado enfermedad y la posibilidad de que las chicas sean lesbianas hizo que los padres tratarán de mantenerlas separadas. Hasta el día de hoy se discute si fue una relación lésbica o una amistad llevada al extremo.

Estas chicas que habían creado su propia religión, su propio Dios, sus propias reglas morales y que vivían exclusivamente la una para la otra, deciden que la única manera de estar juntas y cumplir sus alocados sueños es matando a la mamá de Pauline.

Peter Jackson hizo una película impresionante. Impresionante por su casting, impresionante por cómo llevó a la pantalla una historia tan tétrica dotándola de una belleza casi poética.

Tiene unas cuantas imágenes que no se olvidan y te deja una muy rara sensación. Terminan los créditos y querés saber qué paso con las chicas. Por ser menores de edad pasaron solo 5 años en la cárcel. Juliette se convirtió en Anne Perry, una conocida escritora de bestsellers y Pauline, después de pasar por un convento, vive en un pequeño pueblo dando clases de equitación. ¿La condición para una pena tan leve? Que nunca tendrían que volver a verse.

4.-Perfume de violetas (2000)

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Esta da cosita. Es mexicana y la vi en las épocas doradas del Festival Iberoamericano de Cine. Ese año ganó el premio a Mejor Película.

Dirigida por Maryse Sistach, la trama está basada en un caso real y nos presenta a Yessica, una adolescente de bajos recursos que está, literalmente, meada por los dioses. Su familia la maltrata, su hermanastro la “vende” para que la violen, en el colegio le va mal, tiene un carácter explosivo e impredecible, y de pronto conoce a la dulce Miriam.

Miriam es esa compañerita que tiene todo aquello que ella querría para sí misma. Al principio Miriam, que cuenta con una mamá que la adora y una vida muy ordenada, siente compasión por Yessica, por sus carencias y como ella es, también, algo solitaria se convierten en mejores amigas.

Cuando la violación a Yessica es consumada, su situación de vida (la que la película pretende analizar) impide que ella lo cuente y queda con un frágil estado emocional refugiándose en Miriam. La otra niña se empieza a sentir incómoda con el excesivo interés de Yessica y la ve un poco cargosa, a eso se agrega la actitud de la mamá de Miriam que no ve con buenos ojos la amistad.

El final también es shockeante, y hasta el día de hoy me lo recuerdo vívidamente. La película en sí misma no es una maravilla. Está filmada con un airecito semidocumental, cae en algunos lugares comunes y como ya es habitual del cine mexicano tiene problemas de actuación, pero aún así es una película que te atrapa de principio a fin y que tiene un interés honesto por reflejar una problemática.

5) El Talentoso Mr. Ripley (1999)

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¿Quién no recuerda este poderoso filme? Fue antes de que Pitbull arruine el Tu Vuo Fa l Americano, y de que Jude Law venga a darse bañitos de cerveza Paceña por estos trechos.

Esta es mi película favorita de Anthony Minghella, en ella vemos a Matt Damon como el retorcido Tom Ripley.

Tom es un muchacho de condición humilde, con una buena formación, con inquietudes artísticas. Apretado económicamente, consigue un poco de dinero al tocar el piano en un evento social. Algo sucede con su chaqueta en un acto que necesita chaqueta, así pide prestada una que casualmente es de Princenton. El dueño de la casa asume que el chico estudió ahí y entre charla y charla queda convencido que es compañero de estudios de Dickie (Jude Law), su díscolo hijo. La suerte de Tom cambia cuando el señor le ofrece mil dólares para que vaya a Italia y traiga al tal Dickie de vuelta.

Tom no puede creer su buena fortuna y acepta. Va a Italia y se introduce en la vida de Dickie con el mismo engaño. Dickie, que es un dandy, lo cobija bajo su ala y empiezan una estrecha relación.

La relación se va convirtiendo en algo raro y oscuro a medida que la película avanza, sobre todo porque Tom (oh, Tom!) tiene una obsesión por Dickie y todo lo que le pertenece/rodea. Hay una doble mirada de Tom, una que se siente apabullado/maravillado por la gran vida que lleva, y otra que observa con rabia  su despilfarro, su arrogancia, mientras que él ( a sus ojos más inteligente y talentoso) está condenado a vivir con lo justo. El complejo es un mal consejero, y nuestro Tom empieza a rumiar turbios planes.

La película está narrada magistralmente, además de ser un gusto para los ojos. El final llega un poco esperado, sí, pero no deja de tener su impacto.

Una muy buena adaptación de la novela de Patricia Highsmith que también fue llevada a la pantalla grande por los franceses con el filme A pleno sol.

Mónica Heinrich V.

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