LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

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cine americano - page 13

«DIAS TERRIBLES»
Por: Mónica Heinrich V.

Siempre he sentido particular curiosidad por los asesinos, más aún si son seriales o masivos. Lo mío, sin embargo, no obedece al morboso interés de enviarle cartas a los que están cumpliendo su pena en prisión, o de comprar a través de Internet los legados macabros que otros, igual de macabros seres, subastan al público. No, mucho menos tendría una fantasía amorosa que me haga declarar: “Dylan, quiero tener tus hijos”, escrito en una web por una adolescente, haciendo referencia a Dylan Klebold (uno de los autores de la masacre de Colombine).

Lo que siento es una curiosidad y perturbación de orden científico-existencial, encabezada por las siguientes preguntas: ¿Cómo alguien puede quitarle la vida a otro ser humano deliberadamente? ¿Cómo alguien puede infringirle sufrimiento a otra persona, por el sólo placer de verla sufrir? ¿Cómo alguien puede encontrar solaz y satisfacción en el hecho de apretar el gatillo?.

La psicología ha dado muchas respuestas. De hecho la mayor parte de los asesinos más “famosos” de la historia tenían un historial plagado de problemas mentales, ambientes familiares disfuncionales y claro, una personalidad que fue deteriorándose al pasar los años, a vista y paciencia de familiares, vecinos, amigos, conocidos.

Este 2008, por ejemplo, ha sido sacudido, con tiroteos varios ocurridos en los primeros meses del año en USA. Algo que alcanzó su punto culminante con la masacre de Virginia Tech, protagonizada por un cabreado Cho Seung-hui.

Cho, de 23 años, se llevó consigo a la tumba a 33 personas. Para los que, como yo, seguían el caso hipnotizados, Cho dejó 27 videos junto con un manifiesto escrito de unas 1800 palabras. Una de sus citas textuales es: «¿Saben qué se siente al ser humillado y empalado en una cruz?¿Y dejado desangrar hasta la muerte para su diversión? Nunca han sentido ni una simple onza de pánico en sus vidas […]»

Si leyeron hasta aquí, no se han equivocado de reseña…sigo hablando de No es país para viejos. El caso es que en los tiempos que corren, da la impresión de que cada día hay más gente enferma y perturbada, cansada de vivir, agobiada por la soledad contemporánea de una sociedad individualista a la que no le importa más que el bien propio.

Los hermanos Coen parten de ese bello título que lo dice todo: “No es país para viejos” y sitúa la acción en plena frontera de Texas, a principios de los 80s. En un paraje donde se respira la paz que antecede a una tormenta, Llewelyn Moss encuentra un escenario sangriento.

Al calor de un enfrentamiento entre narcos, la cocaína y los 2 millones de dólares que se iban a intercambiar quedaron sin “dueño”.

Llewelyn, que se dedica a la caza, inspecciona el lugar y decide tomar la maleta con el dinero. Lo que comienza como una “avivada” de su parte, termina como una “boludez”. El bruto que se hace con la plata, regresa a la escena al día siguiente, y claro…ahí ya están los verdaderos “dueños” buscando su dinero y su cocaína. En ese punto se empieza a desarrollar una persecución en la que el gato juega al ratón y viceversa.

Paralelamente vemos a un casi retirado Tommy Lee Jones interpretar al sheriff Bell. Un sheriff que ya las ha visto todas, y que siente que su trabajo se ha vuelto cada vez más difícil, porque las cosas han cambiado tanto desde que él era niño, que casi no reconoce su ciudad.

En medio de todo, surge el personaje inmortalizado ya, por Javier Bardem. Anton Chigurh es un asesino serial despiadado, cínico, plano afectivamente, sagaz y terriblemente perturbado. Acompañado por algo que no sé si es un tanque de aire comprimido, o qué!, pero que resulta ser el arma homicida más tenebrosa que he visto en la vida, Antón se echará al plato varios muertitos.
Estos tres personajes se mezclan por azar, y comparten un mismo fin aunque distintos motivos. Aparece fugazmente Woody Harrelson, interpretando a un detective que conoce al dedillo a Antón, y que precisamente sabe que con ese pendejo, no se juega.

Durante casi dos horas seguimos la historia espantados y, sí, algo emputados. Porque si bien el argumento es fuerte, profundo y rico en apreciaciones, existen cabos sueltos que le hacen perder validez…cosa que me hizo pensar en conseguir el teléfono de los Coen y putearlos hasta desmayarme.

Aún así, el final duro, emotivo y abierto a todas las interpretaciones, rescata la película y te deja con una sensación asquerosa. No tanta como la de Petróleo Sangriento (la de Daniel day Lewis), pero sí lo suficiente como para pensar en el personaje de Bardem durante muchos días y plantearte qué carajos significa el sueño del sheriff Bell, entre otras cosas.

No es país para viejos, derrama melancolía…una melancolía que nos lleva a los 80s, como si a partir de entonces todas las quimeras hayan desparecido y lo que en su momento fueron sueños de grandeza, haya dado paso a un mundo donde no existen héroes ni villanos, simplemente desolación.

Actuaciones soberbias dan vida a todos los personajes, que incluso en las más absurdas situaciones y con escenas que para el espectador son como una hoja en blanco a medio escribir, consiguen rescatar lo insalvable. Bardem convierte a su asesino en uno de los más memorables del cine. El Oscar que se llevó este año es una deuda que la academia tenía pendiente desde el parapléjico de Mar Adentro e incluso desde su espectacular interpretación de Reinaldo Arenas en Antes que anochezca. Tommy Lee Jones con su mirada diáfana, dolorida y resignada del sheriff Bell, es una oda a la sobriedad.

Con una fotografía exquisita, que maneja los ritmos del argumento y una banda sonora inteligente, que resuena y guarda silencio en los momentos justos, la última película de los Coen no decepciona. Pero no decepciona, porque nosotros los niños de ayer, los jóvenes de hoy y los viejos de mañana, sabemos, tenemos conciencia de que estos días no son como los de antes.

Quizás el hecho de que la acción se sitúe en Texas, lugar de origen del bellaco de George W. Bush, y que el argumento giro en torno a la inmoralidad y la arbitrariedad para llevar a cabo actos barbáricos, no sea tan fortuito.

Lo mejor: Brillantes actuaciones y una temática impactante
Lo peor: Cabos sueltos y que nos ven la cara de borregos con algunas cosas
La escena: La de la moneda en la tienda
Lo más falsete: La muerte de cierto personaje importante
El mensaje manifiesto: “No hay absolución posible para el hombre”
El mensaje latente: Antes no estábamos tan jodidos
El consejo: Paciencia
La pregunta: ¿Cuán tardaron en elucubrar el sueño de Jones?
La web: http://www.nocountrymovie.com/
http://www.nocountryforoldmen.co.uk/intl/es/

CURIOSIDADES

· Javier Bardem y su frase «Call it, friendo» (Tú decides, amigo), que pronuncia en No country for and old men fue designada ayer como la más influyente del cine de 2007 en la cultura estadounidense.
· El título de la película está sacado del poema de W.B. Yeat, «Sailing to Byzantium»
· La película está basada en la novela homónima de Cormac McCarthy, considerado como uno de los cuatro mayores novelistas americano
s de su tiempo, junto a Thomas Pynchon, Don DeLillo y Philip Roth.
· La película es dirigida por Joel y Etha Coen, primera vez que ambos aparecen en los créditos como directores. En la industria se les conoce por el apodo de «el director bicéfalo» (the two-headed director). Muchos actores que han trabajado con ellos cuentan la anécdota de que al estar tan compenetrados, al hacer una pregunta, sobre el guión o sus personajes a cada uno de ellos, reciben exactamente la misma respuesta de cada hermano.
· Bardem dijo que basó su personaje de asesino serial en el presidente americano George W. Bush.

«OJO POR OJO»
Por: Mónica Heinrich V.

Después de casi 5 años de ocupación americana en territorio iraquí, después de casi 7 años de la caída de las Torres Gemelas, después de millones de muertos entre población civil de Irak y los militares de las fuerzas aliadas, y después de BIllones de dólares gastados en una operación denominada “Liberación de Irak”, después de todo eso Hollywood comienza a lanzar al mercado películas que critican algunas de las políticas instauradas por el gobierno del señor George W. Bush.

De esta manera surge “El Sospechoso” (actualmente en cartelera), también llamada “El expediente Anwar” o conocida por su título en inglés “Rendition”. Enmarcándose en la práctica anti-terrorista de las altas esferas de seguridad americana llamada Rendición Extraordinaria (*), el argumento se centra en dos escenarios que al final de cuentas son uno solo.

Todo el despelote comienza cuando unos agentes de la CIA se encuentran en un auto de una calle de África y bum! Una bomba explota y uno de los agentes muere producto del estallido. La noticia vuela a Washington donde el “desconcierto” y el “shock” por la pérdida de tan gallardo representante de la seguridad nacional, hacen que se busque por cielo y tierra a los responsables del atentado. “Ustedes saben cómo se verá esto?”, se preguntan los gringos en los pasillos.

Al principio ya nos mostraron a un muy egipcio Anwar El-Ibrahimi (Omar Metwally) y a una muy embarazada Isabella El-Ibrahimi (la rubia esposa del egipcio). Se despiden porque Anwar tiene que hacer unos trabajos en África, hacia allá va sin sospechar siquiera lo que le está por caer encima. Esta pareja que ya tiene un hijo, es la que se convierte en víctima del gobierno americano.

El egipcio lleva 20 años viviendo en USA, su expediente es impecable, pero los gringos descubren llamadas hechas a su celular de un número del terrorista que se responsabilizó por el atentado del principio. En base a esa peregrina suposición es que hacen la gran Bart Simpson al grito de: Matanga dijo la changa. Anwar desaparece cuando está volviendo a los brazos de su americanísima Isabella (Reese Witherspoon), y claro, es trasladado inmediatamente hacia tierras desconocidas donde lo someten a un “interrogatorio” que hoy en día se conoce llanamente como Tortura.

Ahí entra en escena el señor Douglas Freeman (Jake Gyllenhaal), que es uno de los que sobrevivieron al “bombazo” y que ante los desgraciados acontecimientos, ocupa el cargo del muertito.Y quién era el muertito? Pues el que se encargaba de supervisar las torturas. Ni más ni menos.

Debemos suponer que nuestro querido Douglas no fue entrenado, ni siquiera advertido de cómo eran las cosas en ese lugar, porque su aversión y rechazo hacia tales prácticas dan a entender que al hombre no le dijeron de qué color era el tigre.

Mientras en África, Douglas, egipcio y compañía juegan al gato y al ratón, en Washington la embarazada anda destapando ollas para recuperar al padre de su segundo hijo. Ahí aparece Meryl Streep, interpretando a Corrinne Whitman, senadora que dirige ese tipo de operaciones. A Corinne no se le despeina ni un cabello, ni le tiembla un solo músculo ante las insistentes preguntas que hace Isabella. No, al contrario, se encuentra firmemente convencida de que el egipcio es terrorista, y que aunque no lo fuera, la sola sospecha es suficiente para torturarlo a más no dar.

Dejando de lado todo este cuadro, se desarrolla la historia más rica de esta película. Fátima, hija de la cabeza local de la prisión donde torturan a estos “sospechosos”, empieza a relacionarse con Khalid (un oculto extremista), creándose una historia de amor que tiene elipsis temporal, giro algo sorpresivo y claro, el elemento emotivo bajo la manga.

La película se resume en una charla que tiene Douglas quejándose de lo que le hacen a Anwar, en ella este “bravío” agente de la CIA insiste en que se están creando nuevos enemigos con políticas como esas. O sea, si el egipcio no es terrorista (enemigo), por el “malentendido” ya mirará con otros ojos a USA.

El final es auto-complaciente y hasta tonto, para el tipo de filme que se plantea en un principio. Aún así deja un buen sabor de boca por la directa crítica hacia el gobierno americano, sin dejar de poner al héroe en el mismo bando que se critica (por eso lo de auto-complaciente).

Las actuaciones son muy solventes, ya que en general se trata de grandes nombres, la mayoría nominados o ganadores de un Oscar, lo que no siempre suele ser garantía, pero que en este caso sí lo es.


La dirección corre a cargo del sudafricano Gavin Hood, que fue nominado por la academia el 2006 a mejor película extranjera por Tsotsi, filme que sorprendentemente NO he visto aún, pero que pinta bien. Este es el debut hollywoodense de Hood, y la verdad se queda a medio camino a nivel artístico. Puede ser que la presión de los estudios haga que directores independientes no consigan sacudir en trabajos de grandes producciones.

En general, a pesar de sus dos horas de metraje, El sospechoso, es una película que tiene buen ritmo, entretenida, bien hechita, aunque blanda, auto-complaciente, plagada de los clichés del género y con un final (con relación al egipcio), pobremente construido.

Lo importante y rescatable, es que en el ocaso de George W. Bush comienzan a salir los esqueletos del closet. Una exhibición algo tardía para un tema tan escabroso y lamentable, pero totalmente acorde con la maquinaria de intereses ocultos que es Hollywood.

CURIOSIDADES
– El director de la película Rendition cuenta que al principio de la filmación apenas si podían trabajar por la cantidad de paparazzi que perseguían a Reese Witherspoon detrás de las cámaras.
– Reese y Jake demandaron a una revista por publicar fotos de su personaje Isabella embaraza, diciendo que Reese estaba embarazada de Jake.
– En la vida real, Maher Arar, ciudadano canadiense fue víctima de la política de USA conocida como “rendición extraordinaria.” Fue detenido por funcionarios de USA en 2002, acusado de vínculos terroristas, y entregado a autoridades sirias, que lo torturaron. Arar trabaja con el Centro por Derechos Constitucionales para apelar un caso contra el gobierno de USA que fue desechado por motivos de seguridad nacional.
– La rendición extraordinaria es uno de los tantos mecanismos inconstitucionales e inhumanos que ha instaurado la administración Bush en su bizarra cruzada. Por ejemplo: USA Patriotic Act, Operación Martillo de Hierro, Telón de acero, entre muchas otras, han sido llevadas a cabo a vista y paciencia de organismos internacionales.

Lo mejor: La crítica al gobierno

Lo peor: el final (con relación al egipcio) y los clichés

La escena: el final (con relación a Fátima)

Lo más falsete: el final (con relación al egipcio) y el papel de Jake Gyllenhall

El mensaje manifiesto: El fin NO justifica los medios

El mensaje latente: Crear nuevos enemigos es más fácil que destruirlos

El consejo: Hay que informarse.

La pregunta: ¿Existirá la justicia divina?

La web: http://www.renditionmovie.com/

(*) Rendición extraordinaria es una expresión utilizada en los Estados Unidos para procedimientos extralegales mediante los cuales los sospechosos de terrorismo son enviados a otros países diferentes de Estados Unidos para encarcelamiento e interrogación. Los reportes de prensa describen que los sospechosos son arrestados, vendados los ojos, esposados y sedados y transportados en jets privados u otros medios a los países de destino. Los reportes también dicen que Estados Unidos proporciona los interrogadores y la lista de preguntas. En un número de casos, los sospechosos a quienes se les ha practicado el procedimiento han resultado ser personas inocentes.Según el exagente de la CIA Bob Baer, “Si usted quiere una interrogación seria, usted envía el prisionero a Jordania. Si usted quiere que sea torturado lo envía a Siria, y si usted quiere que sea desaparecido y no volverlo a ver – usted lo envía a Egipto”. Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Rendici%C3%B3n_extraordinaria»

Macarrones con queso

Por: Mónica Heinrich V.

Tenés 16 años y descubrís que estás preñada. ¿Qué hacés?.
Juno, nuestra heroína indie asume su maternidad con cinismo. En un principio decide abortarlo, conciente de que el mundo está tan jodido que como la Trevi lo escribió en uno de sus temas “traer un niño más, sólo aumentará el censo”.

Es así que con mucha presencia de ánimo se va a la famosa clínica. Justo en la puerta se encuentra con una compañera de clase haciendo campaña por el No al aborto y luego de que le diga: “Los bebés nonatos ya tienen uñas”, Juno reconsiderará su posición.

Ojo que la película no navega en una campaña pro o contra-aborto, sino que usa el tema del embarazo para tocar temas como la madurez para recibir un hijo, lo relativo de “decisiones correctas” o “decisiones incorrectas”, y sobre todo, definir en una exquisita escena lo que todos buscamos con respecto a una pareja: El queso de nuestros macarrones.

Con ese negro sentido del humor con el que Juno enmascara una ternura incipiente, la joven mamá buscará una pareja para dar al bebé en adopción. ¿Qué mejor que una revista donde los desesperados papás infértiles se anuncien con foto incluida? De esa manera llega a la vida de Vanesa (Jennifer Garner) y Mark (Jason Bateman), quienes reciben de brazos abiertos la posibilidad de que “la cosa” (como Juno llama al nonato) sea el hijo que no han logrado concebir.

Qué linda película! Juno es igual o más de lo que los adoradores del cine independiente andan pregonando en la red, en la prensa y en el boca a boca. Este es un pequeño gran filme que tiene el frescor de la tierra mojada cuando acaba de llover (no el de las inundaciones por si acaso), y el de la brisa marina. Su gran logro es contar una historia harto repetida (adolescente encinta) y darle un giro interesante, todo esto de la mano de grandes actores, entre los que destaca la jovencísima Ellen Page que interpreta a la famosa heroína de nombre mitológicamente romano.

Esta misma Ellen Page ya me había sorprendido el año pasado cuando protagonizó Hard Candy, donde interpretaba a una perturbada adolescente que se encontraba con un pedófilo de esos que pululan en la red. Mientras en Hard Candy hacía creíble un personaje bizarro y con matices muy oscuros, en Juno la misma actriz dota su interpretación de un toque sencillamente adorable, que hace que uno piense seriamente en llamar Juno a una futura hija (sí, lo estoy meditando).

Ni Jennifer Garner, ni Jason Bateman, ni siquiera Michael Cera (el padre de “la cosa”), desentonan en un reparto que lo único que hace es engrandecer el filme hasta dejarlo del tamaño de un globo aerostático. El guión ha sido escrito por Diablo Cody, un personaje que ha saltado a la fama directamente de lo virtual. Esta señorita, cuyo look se nos antoja a una gothic girl, ganó sus buenos quintos como streeper, pero quiso la suerte y el buen criterio, que creara un blog donde relataba todas sus aventuras y desventuras. Llamó la atención, y como en Hollywood andan escasos de guionistas (ojalá les vaya bien en su huelga), la lanzaron al estrellato con este su debut cinematográfico.

Ahora, la ex chica del tubo, es requerida para seguir haciendo guiones de cine, y también como guionista para series de tv. Bien por Diablo, se lo merece luego de crear algo tan lindo como Juno.

Sobre Jason Reitman (el director), el año pasado (mierda, parece que vivo para el cine nomás) vi su ópera prima llamada Thank you for smoking, película muy bien lograda, interesante cuya temática central era una evidente crítica a la industria del tabaco, todo en clave de humor negro. En Juno sigue mostrando que Canadá ha dado al celuloide un director talentoso, y que de este personaje podemos esperar grandes películas en el futuro. Es un director que convierte lo sencillo y pequeño en algo perdurable.

El filme ha sido acreedor de incontables premios, tiene cuatro nominaciones a los Oscar y promete conquistar los corazones de todo aquel que la vea. Preciosa banda sonora, fotografía, estética indie, guión inteligente, hacen de Juno una de las mejores películas del año pasado.

Lo mejor: Ellen Page en un entrañable personaje
Lo peor: Que termine

La escena: la nota escrita por Juno a Vanessa

Lo más falsete: Nada

El mensaje manifiesto: Los macarrones son mejor con queso

El mensaje latente: Todo se resuelve

El consejo: Disfrutala

La pregunta: ¿Le pongo Juno a mi futura hija?

“ES UN MUNDO EXTRAÑO”
Por: Mónica Heinrich V.

Lynch ha dejado su huella en el mundo del celuloide: para unos, no pasa de un polémico enredador de historias; para otros, un genio. Quizás la verdad se encuentre a medio camino entre una u otra aseveración, porque, después de todo, ¿quién puede decir qué es genialidad? en su momento, algunos de los que son ahora genios, fueron tildados de locos, hasta de mediocres…y ya ven, la vida pone cada cosa en su sitio. Por el pronto me quedo con el Lynch de Terciopelo Azul.

Si hay algo que Lynch maneja a la perfección, es el juego al que somete al espectador, un juego donde Lynch tiene la sartén por el mango, un juego donde pocas veces podremos atisbar a qué juega Lynch. Como ven, puede ser lúdico en cierto sentido, pero sobre todo emocionante.

La cosa empieza onda Little House in the praier, un pueblo apacible, tomas que nos indican que ahí todo está bien, que todos se portan bien, van a misa, comulgan, y el largo etcétera que representa el ilusorio vivir americano. Luego, para romper esa ilusión, un hombre mayor regando su jardín en un día cualquiera, es víctima de una especie de ataque. El cuadro lo completa el perro que, al ver a su amo caído de espaldas y con la manguera de agua asida a su mano, comienza a jugar con el agua que sigue brotando.

Pasamos inmediatamente al hospital. El mismo hombre con una serie de aparatos alrededor de su torso, cabeza y extremidades. No nos informan qué pasó, ni qué le pasará, llega su hijo, interpretado por Kyle MacLahaln, quien bajo el nombre de Jeffrey será nuestro protagonista.
Ahora, mis estimados, olvídense del viejo y concéntrense en Jeffrey.

Recordarán a este actor por su personaje de policía en la macabra Twin peaks (Picos Gemelos), acá está un poco más joven y representa a la candidez y la curiosidad de un universitario cuya vida transcurría con la misma regularidad que un reloj suizo.

Llega al pueblo a ver a su padre, por lo del ataque (recuerden al viejo de la manguera). Bueno, el individuo empieza a pasear por ahí, parece que recordando el pueblito que lo vio nacer, y zassss que pilla una oreja entre la hierba. Tal cual lo leen, una oreja humana en medio del pasto. Extrañado, la mira, la inspecciona y se dice: «matanga dijo la changa». Sin ningún asco (ni guante), agarra la oreja (que ya tiene su mohito y otras cosas de difícil descripción), la recoge y la mete en una bolsa de papel que casualmente estaba por ahí.

Hasta ahí no les parece una historia interesante? Sí! Sí! Digan que sí!!! Prosígome. Como es un pueblito, ahí todos se conocen, entonces se presenta donde un policía amigo, se la muestra, la llevan al forense y la cosa queda en stand by. Entra en acción Laura Dern, interpretando a Sandy, la hija del policía al que Jeffrey le mostró la oreja. Sandy, boca floja como pocas, le comenta a Jeffrey algunas cositas que escuchó en su hogar sobre el caso. Jeffrey, que, la verdad sea dicha, andaba como muy ocioso, se interesa de inmediato y decide intervenir.

Esto sirve para dar paso a los personajes más ricos de la película, Isabella Rosselini interpretando a Dorothy Vallens, conocida en su boliche como La Dama de Azul, porque en su repertorio invariablemente cantaba «Velvet Blue» (Terciopelo azul), y Dennis Hopper haciendo de un soberbio y odiable Frank Booth. Como se habrán imaginado, lectores condescendientes, lo mejor se da cuando esos personajillos están presentes.

Hasta la parte en que el ingenuo de Jeffrey quería averiguar qué $·%»/ pasaba, estaba todo tranquilo, una vez Jeffrey hace lo que hace y pasa lo que pasa, asistimos a un desfile de extravagancias, algunas interesantes, otras de humor negro, otras tristes, pero extravagancias muy al estilo Lynch. La película corona su final comedidamente, de acuerdo a las exigencias que el espectador tiene después de estar casi dos horas con el ojo pelado.

Puedo asegurar, que quien no ha visto nada de Lynch la podrá ver tranquilamente, porque no es una película tan individualista, ni tan jeroglífica como Mullholland Drive, ni lenta como Carretera Perdida u otras…en general es una película que puede disfrutar cualquiera que le gusta el cine un poquito.

Las actuaciones son muy buenas, sobre todo, las de Rosselini y Hopper…se mandan unas actuaciones inolvidables, para Rossellini debe haber sido difícil interpretar su papel porque hay escenas muy explícitas y sobre todo de mucha carga emocional.

El guión tiene lo suyo también, ya que es creación del director, un guión que grita Lynch por todas partes, macabrito, pero con estilo y queriendo mostrar el lado dark del ser humano.
En cuestión de imagen o fotografía, tampoco se aplaza, hay escenas muy bien logradas, que incluso para ser una película ochentera…te hace pensar que no lo es.

La banda sonora es excelente, Lynch tiene el gusto de los grandes directores para colocar la música a sus películas, canciones muy bien seleccionadas donde se repite hasta el hartazgo la canción que da nombre a la película. «Velvet Blue».

Como ya mencioné, la película es de 1986, sin embargo le da patadas a muchas que han salido recientemente. Una película que nos hace pensar en que no todo es lo que parece y que a nuestro alrededor se tejen historias que ni siquiera nos imaginamos, historias donde a simple vista todo parece inmaculado, pero que cavando un poquito uno se encuentra con cosas que harían a Unitel parecer un capítulo de Winnie Pooh. Después de todo, quiénes son ustedes realmente, o quién soy yo?.
Es un mundo extraño no?

Lo mejor: El final

Lo peor: quizás resulte algo freaky para algunos.

La escena: todas las escenas en se muestra la relación entre Dennis Hopper e Isabella Rosellini.

Lo más falsete: …

El mensaje manifiesto: Nada es lo que parece ser.

El mensaje latente: Debajo de la pureza se esconde la perversión.

El consejo: Verla

La pregunta: ¿Qué tan extraño puede ser el mundo?

La web: no tiene, pero podés ver datos en http://www.cinecin.com/davidlynch.asp?cat=bluevelvet

CURIOSIDADES
– David Lynch dijo haberse basado en la escena de «Un perro andaluz» de Luis Buñuel, donde aparece una mano con un hueco en el centro por donde circulan hormigas, para recrear la escena de la oreja humana llena de hormigas encontrada en el césped por el protagonista.

– Terciopelo Azul posee varias referencias a Abraham Lincoln y su asesinato?. Entre ellas por ejemplo la calle Lincoln donde se sitúan los apartamentos de la historia, el apellido del personaje de Frank Booth basado en el del asesino de Lincoln, John W. Booth, o incluso la secuencia del disparo de Don absolutamente igual que el asesinato del ex presidente norteamericano.

Matar a un ruiseñor es pecado
Por: Mónica Heinrich V.

Hace ya cuatro años la American Film Institute dio a conocer los resultados de una encuesta que respondieron actores, directores y críticos de cine americanos; encuesta que buscaba conocer a los 50 héroes y villanos del celuloide de todos los tiempos . Mientras Aníbal Lecter se coronó como el villano de villanos, Gregory Peck sobrepasó a todos los héroes y se alzó como el número uno por su papel de Atticus Finch. Unas dos semanas después de que dicha lista saliera a la luz, Peck exhalaba su último aliento y la prensa, lo recordaba, por su actuación en Matar un ruiseñor.
Para qué toda esta cháchara? Yo no había visto Matar un ruiseñor hasta ese momento, y ya que Atticus Finch (Gregory Peck) era el personaje más entrañable del cine americano, me entró la curiosidad por ver qué tan bueno y noble era el susodicho. Mi espíritu aventurero me hizo decidir verla y debo reconocer que la experiencia no fue mala.

Matar un ruiseñor es una película hecha en la década de los 60, filmada íntegramente en blanco y negro, basada en el libro homónimo ganador del Pulitzer escrito por Harper Lee. La historia se sitúa en los años 30 luego de la Gran Depresión, en un pequeño pueblo de Alabama. Atticus Finch es un abogado viudo, muuuuuy bueno, muuuuuy íntegro, muuuuuy noble, padre de dos hijos pequeños que, como han quedado en la orfandad, dependen de él para todo. La niña se llama Scout y el niño Jem. Mientras que Jem es el semiresponsable de los hijos, a Scout no le gusta ponerse vestido, ni tampoco tolera a sus compañeros cuando la critican o le hacen bromas. En este escenario vemos la bondadosa atención de Atticus para con su familia.

La historia se entrelaza con lo que el pueblo como sociedad vive y experimenta. En el pueblo se habla sobre una historia acerca de Boo Radley, un hombre al que nadie ha visto desde que era niño. Boo tiene un pasado sombrío, se dice que intentó matar a compañeros de colegio y que sus padres prefirieron recluirlo por una enfermedad mental. Supuestamente, sólo sale de noche y muy de vez en cuando. Este personaje lleva sobre él el estigma de “hijo opa”, o “enfermo metal”, que muchos pequeños pueblos manejaban de una manera bastante vergonzosa.

Por otra parte a Atticus le dan un caso, el caso de Tom Robbinsson, un afroamericano. Tom es acusado de haber violado a una mujer blanca y Atticus acepta defenderlo en un juicio, a sabiendas de todos los problemas que esa decisión le acarrearía en el pueblo.

Entonces, la película toma dos caminos. La narradora es Scout, la hija de Atticus quien describe los acontecimientos ya desde su adultez. Por un lado, la película enfoca todos los miedos infantiles, la curiosidad, la ingenuidad, la sabiduría de los hijos de Atticus con relación al tema Boo Radley. Por otro lado, describe la intolerancia y la rechaza de manera efectiva.

Encuentra su clímax, durante el juicio a Tom Robinsson. Los alegatos de la mujer violada, del padre de la mujer violada, y obviamente, la decisión del jurado.

Atticus, hace todo lo posible porque se haga justicia, ya verán ustedes si lo consigue. Sin embargo, lo admirable de Atticus será siempre su recto proceder, sus acciones que te harán exclamar: Pucha, qué bueno que era Atticus!

Si bien la película exalta valores ya conocidos dentro del cine americano, lo hace con mucha delicadeza y estilo. Es una película que a pesar de tener algunos ingredientes tan característicos del cine americano te llega a gustar y cautivar.

La dirección corre a cargo de Robert Mulligan, está muy cuidada, y lo mejor es que no cayó en excesos ni en poses falsas. Si se siente como una persona «ideal» a Atticus, pero eso no impide que se lo admire sinceramente.

Hermosa banda sonora, muy bonita fotografía, excelente uso de la narración, intercalando momentos no muy agradables con detalles muy tiernos. Las actuaciones son excelentes, la de Gregory Peck es realmente memorable, he visto otra película de él, pero luego de verlo como Atticus Finch creo que ya no hay nada que decir. Los niños muy bien también, no sobreactúan, son muy naturales, muy buen casting infantil. Y bueno, el debut de Robert Duvall en la pantalla, interpretando a Boo Radley, mienchi, Robert Duvall en sus épocas mozas, qué milagroso que es el cine che.

En definitiva, una película muy bien hechita que vale la pena ver porque además es un clásico. ¿Por qué se llama matar un ruiseñor? Porque en un diálogo con sus hijos Atticus les dice que matar a un ruiseñor sería un pecado, porque cómo matar algo que sólo trae alegría y felicidad?. Y bueno, la alegoría surge por sí sola durante la película.

El filme es un alegato valiente, considerando la época en que fue exhibida, ya que USA, ustedes saben, siempre ha sido un nido de racistas, entonces al abordar un tema como la tolerancia y abordarlo como una virtud, como un ideal (independientemente de lo convencional del film) hace que la película tenga más valor.

Te la recomiendo, una película para sentirse bien, una película linda…

Lo mejor: El final
Lo peor: que no existan muchos Atticus Finch
La escena: El juicio
Lo más falsete: Locaciones dizque “naturales” que eran estudios.
El mensaje manifiesto: En este cochino mundo hay gente buena
El mensaje latente: Existe una sola raza, la humanidad, y es una raza tendiente a la mezquindad.
El consejo: Kleenex
La pregunta: ¿Cómo matar algo que sólo trae alegría y felicidad?
La web: no tiene, pero podés ver datos en http://www.imdb.com/title/tt0056592/

CURIOSIDADES
– La autora de la novela, Nelle Harper Lee, todavía vive. Al igual que J. D. Salinger, no concede entrevistas y vive retirada tras haber escrito una única novela Matar a un ruiseñor (To kill a mockingbird); escrita en 1960, que obtuvo el premio Pulitzer el año siguiente.
– Harper Lee era amiga íntima de Truman Capote, y a pesar de escribir tan sólo esta novela, su nombre figura como personaje importante en las biografías de Capote y en sus películas aparece interpretada por distintas actrices.
– Ganadora de 3 Oscars (Mejor Actor Gregory Peck, Mejor Dirección Artítistica y Mejor Guión Adaptado) y 3 Globos de Oro (Mejor Promoción, Mejor Actor de Drama y Mejor Banda Sonora).
– Mary Badham, la pequeña actriz que interpretó a Scout, la hija de Atticus (Peck), tuvo tan buena relación con el actor, que mantuvieron un estrecho contacto hasta el día en que Peck murió a sus 87 años.

“Vamos a matarlos a todos”
Por: Mónica Heinrich V.

The Kingdom, y en español La sombra del reino, es la típica película americana. Usando el ya manoseado tema terrorismo árabe Vs. USA, la película arranca con una vertiginosa mirada de 2 minutos al inicio de las relaciones entre Arabia Saudita y los gringos. Una relación marcada por dos factores importantes:

A.- Arabia Saudita, productor #1 de petróleo
B.- USA, consumidor #1 de petróleo

Para los más lentos: un descarado panorama de vendedor y cliente. Bajo esta premisa, y siguiendo con la descarga de adrenalina, nos situamos en una compañía petrolera norteamericana localizada en Riyadh, Arabia Saudita, donde “OH, SORPRESA”, hay un camping corporativo, lleningo de gringos, que es literalmente barrido por fuerzas terroristas, dejando cientos de muertos. A los terroristas no les tiembla la mano ante los rubios niños americanos, ni les tiemblan los huevos para inmolarse en nombre de Alá.

No repuestos de esta primera descarga de balas, bombas, incendios y desbande en estado de pánico de estas víctimas, llegan al lugar los rescatistas, entre los que se encuentran americanos. Uno de ellos Frank Lukas, llama a su amigo del FBI en USA, Ronald Fleury (Jaime Foxx) y nos da el shock cuando en ese momento, estalla una ambulancia y barre con rescatistas y forenses OTRA VEZ.

Ahí los terroristas ya se habían cargado a unos 200 muertitos. Lo que obviamente indignó bastante a Fleury, que muy suelto de cuerpo va a pedir que lo dejen ir a Arabia Saudita a poner orden en ese boliche. Luego de chantajear vilmente a un personaje político, finalmente le conceden el permiso para que él y otros 3 avispados agentes del FBI, marchen hacia esa tierra de bárbaros.

A partir de ahí la película transita en todos los clichés vistos y conocidos. Los americanos son gente preparadísima, docta, carismática, sarcástica y poco sumisos. Los árabes son cerrados, taciturnos, con muy poco sentido del humor, inútiles y hasta cándidos. Estos cuatro muchachotes llegan a Arabia Saudita para encontrar a los responsables de dicho atentado y ejercer justicia divina. Al llegar, ya nomás se sienten como si estuvieran en el canchón de su casa, y como si no estuviesen en una de las zonas más peligrosas del mundo. Será frecuenten que pregunten y se quejen de que no los dejan salir de noche, de que no pueden moverse solos, de que no los dejan ir a ciertos lugares, etc., etc.. Encima, están tan avanzados que tienen que enseñarles a los árabes a no pisar las evidencias, a recolectarlas, a interpretarlas y a clasificarlas. Fleury es tan “osado” que incluso le retrucará al mismísimo príncipe saudita.

En este glorioso y capaz equipo americano se encuentra Janet (Jennifer Gardner), a quien sospecho pusieron por 2 motivos: 1.- Mostrar las “exquisiteces” árabes con respecto a las mujeres y 2.- Poner su nombre en cartel para calentar a la platea masculina. O sea, esta chica sale en el papel que muchas veces le endilgan a Mónica Belucci, pero sin sus italianos atributos. Prosigo con el equipo, también está Grant (Chriss Cooper) experto en bombas y Adam (Jason Bateman) que no se sabe porqué es parte del elenco hasta casi el final.

Del lado de los árabes, están los malos malos, que son los de las bombas y atentados, y los niños buenos como Faris, el coronel que es guía y protector de los americanos…que como NO PODÍA ser de otra manera, menciona que conoce USA, y habla de Hulk, de The Millionarie Man (la serie de los 80) y si hablaba de Coca Cola y el pájaro loco, completaba la imagen de árabe sediento de cultura occidental.

En resumidas, los americanos arman un zafarrancho de aquellos, donde Rocky y Rambo parecerían un liendre chuto. Ellos solingos con sus almas, se internan en la zona más peligrosa del hampa terrorista, y arrasan con todos los crispines. Era una granizada de árabes, que en los Estados Unidos de Norteamérica debe provocar Hurras y aplausos de alegría.

Y luego de que armaron tremendo zafarrancho, encima prácticamente les botan alfombra roja y los despiden con fuegos artificiales. Eso, mis querido querubines americanos, no ocurre en la vida real, sólo en TNT.

Entonces, una película muy muy entretenida, apta para público aguantador y dispuesto a no juzgarla por su contenido político. Entre los aspectos técnicos destacan un excelente ritmo, una edición interesante, con una propuesta estética, donde se nota que se invirtieron varios verdes, y que cuenta con locaciones adecuadas a la temática, que resaltan por un correcto uso de la fotografía.

El director de esta cosa es Peter Berg, quien parece apuntar a convertirse en un director pipoquero, teniendo este año casi 5 películas finalizadas y listas para el estreno. Hay que reconocer que hasta el momento no tiene nada interesante y The Kingdom, definitivamente no lo hará pasar a la posteridad. La película, además, es producida por Michael Mann…ay Michael, WHY, WHYYYY????.

Lo mejor: El ritmo, y que en ese ritmo Jaime Foxx no se despeina nunca.
Lo peor: Árabes buenos-ingenuos- VS Árabes malos-sanguinarios
La escena: Cuando secuestran a uno de los cuatro mamertos americanos y todos pensamos: Se la van a cortar, se la van a cortar!!!
Lo más falsete: Es una situación que de principio a fin JAMAS podría darse.
El mensaje manifiesto: La venganza es dulce.
El mensaje latente: Podemos ser de diferentes culturas, pero muy en el fondo somos todos unos hijos de puta.
El consejo: No llevés a un amigo árabe a verla.
La pregunta: ¿Si la viera EL REINO, cuáles serían las repercusiones?
La web: http://www.thekingdommovie.com/

LA CORRUPCIÒN DEL PODER
Por: Mónica Heinrich V.

Sabía que Beowulf era una de las películas más esperadas del 2007, aunque ni puta idea del porqué. No he leído el poema, no conozco la historia, y lo que supe fue gracias al trailer. El sólo hecho de que la cosa sea con animación 3D, me quitaba gran parte de las ganas de ver o, mejor dicho, escuchar a Hopkins, Jolie o Malkovich. Pero todo sea por una noble causa, como la de inaugurar este blog con una reseña actual.

Lo primero que me contrarió, fue no recibir mis lentes tridimensionales junto con mi entrada. En España y otros países, se disfruta de esta película de esa manera, entonces al recibir mi tiquetsingo, me puse a pensar en lo lindo que es apreciar cine en otros lados. Luego, ya para el bochorno, la película estaba doblada. Pregunto: ¿Si vas a hacer personajes animados, donde el plus es la voz de actores reales reconocidos, qué chiste tiene escuchar esa burrera doblada?. Además, Beowulf no es para nada una película apta para niños, y estoy segura que los adolescentes ya saben leer subtítulos, pero bueno…

Empezó, y me sentí rápidamente inmersa en un juego de nintendo WI o playstation. Realista en la medida de que plasmaron a los actores con un 95% de fidelidad, pero hay cosas que la animación no consigue salvar, sobre todo movimientos, que no dejan de ser un recuerdo claro de que eso fue hecho por mamá computadora.

No obstante mi marcado escepticismo y descontento inicial, la historia me envolvió. El rey Hrothgar (Anthony Hopkins) y sus súbditos se encuentran festejando, cuando de pronto un monstruo (Grendel) interrumpe la fiesta arrasando con todo a su paso. Mienchi, fue bastante sorpresivo…porque todavía no había terminado de digerir lo cursi que se veían los dibujitos, cuando llega este bichango.
Un bichango grande, lleno de ampollas y cosas viscosas que caían por cada vericueto de su cuerpo, guácatelas!.

Y claro, como se echa al plato a medio salón. El rey hace correr la voz por todo el país, de que necesitan un héroe a quien promete la mitad de su reino y de su oro, a cambio de encontrar la paz.

Adivinen quién entra a escena entonces? Sí pues. Claro, Beowulf, al que fuimos a ver…Y llega Beowulf, grandote, fisicudo, como un rubio Dios, imponente, a poner orden en ese gallinero. Ya de entrada uno se da cuenta de Beowulf, es el “propio”. Hasta ese momento, la aparición de Angelina Jolie todavía no llegaba.

Y claro, entre Beowulf y la reina empiezan a cruzarse miraditas, para darnos a entender que el par se trae ganas. Y así el gallardo Beowulf se enfrenta a Grendel. Una lucha interesantísima…que da pie al encuentro con Angelina Jolie. Que cuándo no, sale de manzana de la discordia, de fruta prohibida, de pecado ambulante, con un cuerpo que obviamente no es el de la anoréxica desnutrida que vemos hoy en día…pero que nos dice que Angelina es la “propia”.

Así parte esta historia épica, con diálogos muy bonitos, cortitos, precisos, atractivos, y que junto con el argumento crean un aura de intensos sentimientos, en que hubo un momento que me cubrí los ojos… azorada ante lo inevitable, y que apretaba el brazo de mi acompañante susurrando: “Se lo va a cortar, se lo va a cortar!!”.

Película recomendable, entretenida, donde el honor, el poder, la corrupción, se entremezclan en una sinfonía animada. Obviamente que adolece de los artificios de la técnica elegida para llevarla a la pantalla, y que te hace suspirar imaginando la peliculanga que hubiese sido con actores de carne y hueso.

La dirección estuvo a cargo de Robert Zemeckis , conocido por Volver al futuro, Forest Gump, El Naúfrago, y más recientemente, la fallida El Expreso Polar…

Beowulf es un héroe, carcomido por la culpa y la vergüenza de no estar a la altura de su mito, en uno de los diálogos más bonitos, le dice a su reina: Llévame en tu memoria no como un rey, o como héroe…sino como un hombre débil e imperfecto.

Lo mejor: Que es entretenida a pesar de que dura casi dos horas
Lo peor: No consigue alcanzar las dotes de lirismo que sus más acérrimos seguidores reclaman.
La escena: Cuando vos vas a pensar: “Se lo va a cortar, se lo va a cortar!!”
Lo más falsete: Cuando se hacen planos generales, la motricidad de los dibujitos pierde un montón.
El mensaje manifiesto: Hay que ser recto, digno, honrado porque tarde o temprano las pagás todas.
El mensaje latente: Los héroes son de barro.
La web: http://www.beowulfmovie.com/

CURIOSIDADES
– Beowulf es el héroe de un poema épico anglosajón, que fue escrito en inglés antiguo en verso aliterativo. Con 3.182 versos, contiene mucho más material que cualquier obra similar en su mismo idioma, y representa alrededor del 10% del corpus existente del verso anglosajón.
– Esta cinta cuenta además con la novedad de ser la primera disponible con tecnología 3D (únicamente en Cinemark Alto Las Condes), que es un gran avance técnico para beneficio de los espectadores.
– Neil Gaiman y Roger Avary han tardado casi 10 años en dar forma al guión.

ALEXANDER

By: Mónica Heinrich V.

Esperé con ansias el nuevo trabajo de Oliver Stone. Yo era de las que veían el poster y se quedaba embobada pensando en los maravillosos tiempos venideros. Era de esas que soñaba con depositar mi humanidad en la butaca y ver ante mis ojitos las grandes letras de A L E X A N D E R en la pantalla. Sí, uno siempre se ata al delgadísimo hilo de la ilusión. Luego, llega la calma. A veces la esperanza se cumple, otras salís pensando que el mundo es cruel y malvado.

Primer acto: La ignorancia

¿Quién fue Alejandro Magno? La tenía bastante clara. Uno de los líderes más importantes que ha conocido el hombre y cuyo empuje llevó a su pueblo a muchas victorias. ¿Qué más? Que era un poco afeminado y pansexual. ¿Sabía suficiente? No sé (wow, sí o no que me quedó filosófico?) Bueno, mi pobre persona se detuvo ante la disyuntiva de: Averiguar o no averiguar.
O sea, ¿sería conveniente ir al cine con un bosquejo levemente edificado sobre quién era el susodicho en cuestión y así poder emitir un juicio más objetivo? Decidí que no por aquello del factor sorpresa. No es lo mismo ver El Señor de los Anillos sabiendo que Gollum va a terminar muerto en su último intento de adjudicarse el anillo, que imaginar la feliz idea de que su parte buena triunfa y puede reincorporarse a la sociedad.
Entonces era yo una hoja en blanco, un paño limpio y perfecto sobre el cual se verterían nuevas informaciones. No era Troya donde de historia no podíamos esperar nada, no. Esto era un trabajo de Stone en el cual había invertido muchos años. Valía la pena concederle el beneficio de la duda.
Segundo acto: Asumir la eternidad sin salidas de emergencia visibles
Empezó. Vemos a Hopkins repetirse una vez más, luciendo cansado y viejo. Interpreta a Tolomeo, recurso utilizado para que nos enteremos de las viejas glorias de Alexander. De ahí en más, el relato se intercalará con la figura redonda y blanquecina de Hopkins y los flash backs pertinentes que nos muestren cómo acabó el entuerto. En un inicio veremos la bestialidad del padre de Alexander representado por un irreconocible Val Kilmer, conoceremos a Olimpia interpretada por una sobreactuada Angelina Jolie y claro, mientras, el bebé crece para luego presentar a un teñido Collin Farell dizque de 17 años. Así transcurren tres horas largas con pocos aciertos y mayores desaciertos. Lo llamativo es que la historia en sí daba como para lograr un filme más redondo.
Pero vayamos por partes. Actores: Yo tenía mis dudas con Farrell. En algunos momentos de la película alcanza cierta credibilidad, pero la mayor parte del tiempo lucía forzado, artificial y poco convincente (para mí, obvio). Podemos preguntarnos quién interpretaría mejor a Alexander pero lo cierto es que no lanzaré ningún nombre, sin que esto signifique que con una adecuada producción otro actor no haya conseguido transmitir más eficazmente la fuerza de este personaje. Recordemos que a Colin nadie lo veía adecuado tampoco y, aunque con muchos altibajos, consiguió interpretarlo. El caso de Angelina es más grave, a mi parecer. Aunque Olimpia era de origen austriaco y era evidente que tenía otro acento diferente al de los demás, nadie explica eso al público. En ningún momento hay una alusión al origen de Olimpia que nos eche una luz sobre por qué la Jolie habla tan raro, recordemos que la mayoría del público no conoce bien la historia de Alexander. Independientemente del molesto acento, la actuación de la individua deja mucho que desear, llegando por momentos a la cumbre de la sobreactuación: por ejemplo, cuando le grita a Val Kilmer que en sus entrañas tiene a su vengador. Hefestión es tan anodino que no vale la pena que le dedique ni siquiera un par de líneas. Y el resto de los personajes transcurren sin pena ni gloria por la pantalla mientras los minutos y las horas pasan. Con respecto al manejo de la historia en sí misma, poco importa la exactitud de los hechos. Lo cierto es que a la película parece faltarle alma, te deja la sensación de que viste algo muy bien armado desde el punto de vista estético pero que no llega a trascender más allá de eso.
No es un filme que terminado te impulse a tratar de averiguar la verdadera historia o te anime a querer conocer más al personaje. Es más, ya cerca del final sólo esperás que termine. El aspecto controversial del filme, dizque la homosexualidad de Alexander y sus relaciones con Hefestión me pareció de lo más sosito de la cinta. Durante las tres horas se miran, se hacen ojitos, se traen ganas, se desarrolla un jueguito ambiguo donde a las claras se ve que ese par se adoraba y sin embargo todo queda en amagues. Dizque para mostrar que el amor que se tenían era de otro nivel mucho más profundo que el sexual, cuando todos sabemos que aunque el pansexualismo era visto de esa manera le daban a la matraca que daba gusto…Ni siquiera un beso de lengua que dé tela para cortar entre todos los puritanos norteamericanos jejeje.
En fin, tan es así que llegó un punto en que el público se mataba de risa cada vez que aparecían estos dos en sus escenas románticas… Como ya dije la historia se deja ver, pero nunca alcanza un clímax y deja una leve sensación de sopor.
Acto Final: La vida es un sueño
La crítica americana la destruyó totalmente. Sus actores fueron nominados a los premios Razzie como lo peor del año pasado. A pesar de que no me gustó demasiado, me parece que fue un exceso. Se vieron películas mucho peores y con actores más deficientes que en Alexander como para que sea la película más nominada a esos premios. Sin embargo, algo reconozco. Este ha sido un tropiezo en la carrera de Stone, donde su habitual profundidad para exhibir a personajes históricos quedó a medio camino. Alexander sin duda tiene sus buenos momentos, tanto en escenas como en guión, como en actuaciones. Pero desgraciadamente, en un filme de estas características no es suficiente. Más aún si dura tres horas y se supone que estás exhibiendo a un personaje como Alejandro Magno. Alguien podrá decir: “pucha pero es que mostró su lado humano”. Será verdad aunque a mí lo de Magno no me quedó claro nunca. Ese es mi mayor reclamo, que como ya dije es un filme sin alma. La recomiendo sólo para que puedan debatir sobre ella, y porque, como ya dije, tiene uno que otro buen momento.
Escrita el 18 de febrero del 2005
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