LOST IN CONTEMPLATION OF WORLD

Author

aullidosdelacalle - page 59

aullidosdelacalle has 628 articles published.

Los perros ciegos del sol

Por: Mónica Heinrich V.
sobre La carretera (2007)

Al despertar en el bosque en medio del frío, y la oscuridad nocturnos había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado. Noches más tenebrosas que las tinieblas y cada uno de los días más gris que el día anterior. Como el primer síntoma de un glaucoma frío empañando el mundo. (La carretera)

Cormac McCarthy pertenece a esa rara estirpe de escritores que huyen de los reflectores, de la fama, del mundanal ruido.

Al igual que Salinger (de quien hablaré cuando cesen los homenajes) y Thomas Pynchon, Cormac se caracteriza por vivir alejado del ojo público, celoso de su privacidad y según sus propias palabras, sin importarle que lean o no lean sus libros.

Y es que este escritor ha sabido construir un imaginario por el que cualquier lector se sentirá seducido. Una prosa que a veces se olvida de la puntuación convencional, donde priman los párrafos pequeños para describir situaciones. Muy poco ornamentada. Sencilla, simple, pero certera.

Aunque relate un glorioso y soleado día, su estilo hace que el corazón se te encoja en el pecho. Derrama melancolía, como expresé en mi opinión sobre la versión cinematográfica de No es país para viejos (basada en un libro suyo).

Hay una resignación, algo que te hace pensar que quien escribe no es un joven, un veinteañero o treinteañero que experimenta el lado salvaje de la vida. No. Lo que Cormac escribe tiene que ver con la desolación, el desencanto de un alma adulta.

La Carretera (The Road) te envuelve en una oscuridad de la que es difícil deshacerse. Sitúa la acción en un ambiente apocalíptico. Algo (nunca se llega a saber qué) hizo que la tierra cambiara, que el fuego consumiera campos o ciudades, dejando ceniza y frío; que la ¨civilización» que hoy conocemos sea un vago recuerdo, casi un sueño del que ahora es complicado discernir qué fue real. En este mundo post-desastre, los hombres comen hombres. No hay animales ni comida. Todo está devastado, barrido por una fuerza superior que hace imposible creer en Dios.

¿Se imaginan? ¿La bestia humana suelta, sin ataduras, en una situación precaria, con el único objetivo de sobrevivir?

Nuestros protagonistas son un hombre y un niño, padre e hijo. Nunca tendrán un nombre. La tragedia no permite individualizar. Cormac se referirá a ellos como el hombre y el chico. Ambos deambulan famélicos por la carretera, intentando llegar a la costa, al mar, con un disfraz de esperanza que nunca se consigue concretar.

Mientras la lectura avanza, te consume el latigazo emocional de la Nada. Padre e hijo caminan, viven, respiran, pero sin una razón, rodeados de cadáveres, asesinos y caníbales, el sinsentido da paso a pequeños vestigios de ¿esperanza? ¿alegría? No sé, siento que en este relato no hay espacio para ramalazos de felicidad. Encontrar comida cuando estás desfalleciendo de hambre, podría ser una luz, pero en este caso sólo alarga la tortura, el no saber. Alarga esa carretera que parece interminable llena de atemorizantes y desconocidos peligros.

Salió a la luz gris y se quedó allí de pie y fugazmente vio la verdad absoluta del mundo. El frío y despiadado girar de la tierra intestada. Oscuridad implacable. Los perros ciegos del sol en su carrera. El aplastante vacío negro del universo. Y en alguna parte dos animales perseguidos temblando como zorros escondidos en su madriguera. Tiempo prestado y mundo prestado y ojos prestados con que llorarlo.

Hay escenas que te dejan con el alma rota, quebrada por un momento, mirando el papel como si fuera un martillo. En medio de ese caos, de ese mundo sin Dios, el hombre y el chico conservan un amor puro, filial, que contrasta de manera marcada con lo grotesco y lo inhumano que los rodea.

Son 210 páginas en que acompañás a ambos personajes, sufrís el hambre, el miedo, el dolor, el vacío, el cansancio. El final llega, para algunos, sin fuerza, como el final de un mal chiste. Hay quienes lo rotulan de happy end, de cursi, de fake. Para mí, lo contrario. Un final abierto, tétrico en su continua incertidumbre, que nos vende la idea que puede ser que la cosa mejore, pero ¿cómo estar seguros? ¿puede mejorar? Creo que no. El final es como empezar el libro de nuevo. Un círculo donde de haber continuación, seguramente tocaría la misma melodía.

Otro detalle que se le ha criticado es que el tema ya ha sido usado por n escritores de ciencia ficción, que se ha visto en n películas, no digo que no, es verdad, el tema del ser humano sobreviviendo en un mundo hostil ha sido tocado muchas veces. Pero si usáramos ese argumento, podríamos decir lo mismo de las historias de amor, de envidia, de guerras, en el fondo todas son lo mismo, lo que las hace diferente es la manera en que las cuentan (escritores) o las filman (directores).

No importa si Cormac ahora sea tildado de escritor de masas, me parece que su reputación de uno de los escritores americanos contemporáneos más relevantes es correcta. Tiene su estilo, su «voz», y es tan personal que podría contar la historia más cliché del mundo y aún así hacerla especial.

En este libro consigue sacudirte. Te conmueve la sacrificada marcha de padre e hijo, la constante referencia al fuego que llevan dentro, como si en el fondo todavía creyeran que en ese mundo que ya no es mundo, existieran aún la bondad, el amor.

Vamos, dijo el hombre. Todo irá bien. Te lo prometo.
Pero al inclinarse para mirar la cara del chico bajo la capucha de la manta mucho se temió que algo había desaparecido para siempre, irremediablemente.

Cormac es un gran escritor. Cuando terminé de leer La Carretera, me quedé perpleja y absurdamente triste.

Luego abracé al libro. Hacía mucho tiempo que no abrazaba un libro.

LO MEJOR: Conmueve
LO PEOR: Conmueve demasiado
LO MAS FALSETE:
LA ESCENA: cuando el chico ve al otro niño, cuando vieron al perro, el viejo de la carretera y cuando el niño le pide a su padre que lo lleve con él.
EL MENSAJE MANIFIESTO: El fuego sobrevive a la barbarie
EL MENSAJE LATENTE: Pero la barbarie reinará
EL CONSEJO: read it
LA PREGUNTA: ¿qué tal estará la película?

CURIOSIDADES

– El libro ganó el Pulitzer en el 2007.
– Cormac concedió (milagrosamente) una entrevista a Oprah que hasta hace un par de días se podía ver en youtube, desgraciadamente el copyright dejará con las ganas a los que deseen verla.
– A Cormac no le gusta explicar cómo escribe sus libros o de cómo nacen las ideas, ya que dice que todo lo que está escrito es lo que es. No hay nada que agregar. Sin embargo, en la entrevista concedida a Oprah comentó que la relación que tiene con su hijo sirvió como referente para el profundo amor que el hombre y el chico se profesan.
– Entre sus trabajos más destacados se encuentran ‘Todos los hermosos caballos’, primero de una trilogía y galardonado con el premio literario más importante de EEUU, el The National Book, al que siguieron ‘En la frontera’ y ‘Ciudades en la llanura’.
– Dice que no le gusta juntarse con escritores y que prefiere a los físicos.
– A finales del año pasado se estrenó la versión cinematográfica protagonizada por Viggo Mortensen (MI Vigo) y Charlize Therón. El director es un australiano que supuestamente tiene una muy aceptable ópera prima. Parece ser que Londra Films presentará la película en estas semanas. La espero con ansias y preocupación.

Desde mi cielo (Alice Sebold, 2002)

Y bueno, estaba más emocionada que perro en camioneta cuando me bajé de internet este libro (yes, mátenme amantes del copyright) Todo porque Peter Jackson se basó en este libro para su último filme Lovely the bones, y yo pensaba que si Peter lo eligió tendría que estar jodidamente bueno. Además, las reseñas regadas en internet lo avalaban y diversas revistas habían nombrado al bendito libro como uno de los mejores del año en que salió (2002). Ya ven hacia dónde me dirijo? Sí. Resulta que la primera mitad del libro está muy bien escrita.

Cuando empecé pensaba que estaba ante una gran obra. La idea de contar la historia del asesinato y violación de Susie Salmon y cómo el trágico hecho afectó a su familia y entorno, contarlo desde la perspectiva de la misma Susie, en primera persona, me pareció interesante. Me creí todo, Susie adolescente empezando a relatar la historia desde una especie de limbo, donde impotente seguía el desarrollo de lo que pasaba en el mundo de los vivos.

Susie es una adolescente que es salvajemente violada, cuyo cuerpo desaparece mientras su asesino queda libre. La policía sin pistas ni pruebas para hacer nada, se ve sobrepasada por el caso, su familia es incapaz de superar el terrible hecho, y conforme va pasando el tiempo las heridas que deja su desaparición se vuelven más notorias. Su vecino, un hombre enfermo, pedófilo, se campea a vista y paciencia de todos buscando una nueva víctima. Susie nos cuenta todo.Muy bonito. Hasta me arrancó una que otra lágrima (I know, ando más llorona que embarazada)… Y luego, después de envolvernos con esa mágica historia, después que le creés todo a Susie, a Alice, al pinche cielo, después se va al chancho con impulso. Pareciera que la autora no supo cerrar su historia, y luego de regalarnos etapas muy bien contadas, empieza a escribir parrafitos donde pasan meses o años. Muere Alice! Muere!! No podés. Ya lo de hmmm le voy a dar un nombre clave para que los que no lo han leído no lo huelan, lo de «Linda Blair» me pareció el colmo, tuve ganas de botar mi laptop por la ventana. Y siguió decayendo en las aguas oscuras de la falta de inspiración. No sé qué habrá hecho Peter Jackson, pero si yo fuera él, filmaba la película hasta la mitad y le quitaba todas las cosas estrafalarias que vienen después. En definitiva, un libro para leer hasta la mitad. Sí, han leído bien. Esa es mi recomendación. Gracias.

El desbarrancadero (Fernando Vallejo, 2001)

Ganadora del Premio Rómulo Gallegos 2003, esta obra se caracteriza por ser como un vómito, un escupitajo de su autor. A Vallejo se lo conoce por su gran gran libro La Virgen de los Sicarios, que incluso fue llevada al cine. Su estilo es irreverente, oscuro, soez, uno se imagina a Vallejo como alguien muy amargado, solitario, desconectado del resto. Generalmente, las obras de este escritor colombiano tienen un toque autobiográfico, y en El Desbarrancadero nos cuenta la experiencia que significó la muerte de su hermano Darío, aquejado de SIDA.

Ahí conoceremos a La loca (como llama despectivamente a su madre), el autor reflexionará de manera virulenta acerca del sinsentido de la vida, acerca de la gran mentira que es la iglesia, Dios y esgrimirá con rencor insultos contra el Papa Juan Pablo II. Nos contará cómo inició a su hermano en el mundo homosexual (él también es gay) y su gusto (de ambos) por los muchachos jóvenes. Pero detrás de esta ira contra todo y contra todos, veremos la agonía de dos hermanos. De Darío, al que se le escapa la vida irrevocablemente gracias a esa terrible enfermedad y de Vallejo, que impotente intenta de maneras descabelladas hacer más llevaderos los últimos momentos de su hermano.

En un párrafo, Vallejo escribirá:
cuando me llamó Carlos por teléfono a México a informarme que le acababan de apurar la muerte a Darío porque se estaba asfixiando, porque ya no aguantaba más y rogaba que lo mataran. Y en ese instante, con el teléfono en la mano, me mori. Colombia es un país afortunado. Tiene un escritor único. Uno que escribe muerto.

Fuerte no? El libro es eso, un homenaje a Darío, a un hermano. Se siente más como una catarsis del autor que embargado por el dolor recorre su memoria, reviviendo a ese que muere de SIDA. Y de paso, salda viejas deudas reconstruyendo en el papel su vida familiar, su relación con Colombia, su ausencia de nexos con eso que alguna vez fue su lugar de origen. Lo que te deja El Desbarrancadero es como su nombre, que suena a muerte, una muerte con la que Vallejo convive y a la que le habla.

Escrita con ese estilo corrosivo que le ha valido al escritor colombiano seguidores y detractores, a ratos se torna repetitivo, y de tanto repetirse puede sonar a algo similiar a una catarrera, pero no. Las palabras elegidas son las justas para el relato. Terminada la lectura sólo podés pensar que Darío y Fernando están muertos.

La reina en el palacio de las corrientes de aire (Stieg Larsson, 2009)

Decepcionante tercera parte de la famosa trilogía Millenium. Los que nos habíamos quedado con ganas de ver a Lisbeth Salander, por lo menos en ese plano quedamos satisfechos. El gran problema de la saga en general, es que aunque resulta adictiva la historia es poco coherente, y mientras más le avanzás más agua echa. En el libro anterior habíamos dejado a Lisbeth baleada y perseguida por la policía bajo sospecha de ser una agresiva asesina, mientras el bolas tristes de Mikael andaba queriendo ayudarla.

Esta tercera parte es lo mismo. Pero Lisbeth se la pasa todo el libro en el pinche hospital, Mikael sigue intentando ayudarla, su hermana se convierte en abogada de Lisbeth a pedido suyo, y paralelamente nos cuentan una historia bastante estúpida en la que Erika Berger es acosada. Mientras que el tomo 1 y 2 prácticamente me los devoré, esta entrega es aburridísima, hizo que lo leyera de a poco, mientras intercalaba con lecturas un poco más estimulantes. El personaje de Mikael se vuelve insoportable, y su papel de macho galán que se acuesta con todo lo que se mueve, me parece casi patético.

Lisbeth, a quien ya conocemos sus mañas y rarezas gracias al tomo 1 y 2, aparece bastante desdibujada, y ni siquiera ella consigue levantar una novela flojita. Dicen que la pareja de Larsson (el escritor que ya murió) tiene 200 páginas del 4to. libro. Ojalá y jamás vean la luz.

Sobre los rumores desatados en Suecia acerca de la autoría real de la saga, no sé qué tanto discuten. La trilogía es adictiva pero no está escrita con una maestría sin igual, de hecho a nivel de estilo es bastante pobre aunque compensa el trabajo periodístico del que hace gala. Una pena que el cierre de una historia que prometía finalice en picada.

NE ME QUITTE PAS

La música puede transportarte a un momento, a una escena, a una persona, a un perfume. Ne me quitte pas tiene todos los ingredientes para ser parte del recuerdo. Este bello tema lo escribió/compuso Jacques Brel, un cantautor belga en 1959. Desde entonces muchas voces lo adoptaron, y cuando digo muchas es que la lista de covers es kilométrica. Sin embargo hay 3 versiones dignas de resaltar.
1) La ley del deseo (Almodóvar)
El gordo sabe elegir sus soundtracks, y en esta ocasión eligió la versión de Maysa Matarazzo, una famosa cantante brasileña que murió trágicamente en un accidente de auto. Dicen que Maysa fue consumida por los malos amores. «Maysa exagerada» la llamaba un crítico, exagerada en el amor, en el trago, en la tristeza. Una tarde, a los 40 años, mientras manejaba ebria, enlutó al Brasil y a la música. Almodóvar, en un ataque creativo, usaría este tema, uno de los temas por las que fue más reconocida.
En La Ley del Deseo, Manuela Velasco, Ada en la película, con entonces 10 años, interpretaba a la niña que Carmen Maura «adopta». En el fondo se ve el montaje teatral La voz humana de Cocteau. Ada, parada sobre una riel, hace la mímica del tema de Maysa Matarazzo. Inolvidable.
2) Pumpkin (Adam Larson Broder, Tony Abrams)
Segundo encuentro que tuve con esta canción, esta vez en un filme impensado. Una comedia negra sobre una historia de amor entre una chica popular y un discapacitado. Confusa, y rara, por decir algo, pero que te deja pegada la versión americana de Ne me quitte pas, traducido como If you go away y cantado por la grandiosa Emiliana Torrini. Cosa curiosa, el director y escritor de esta película no ha dirigido nada más después de esto.
3) Ne me quitte pas (Stephane Lambiel)
El 2 veces campeón del mundo, el suizo Stephane Lambiel, también pensó que este tema daba para todo. Es así que incluyó la versión original, la del mismísimo Jacques Brel en una coreografía espectacular que ejecutó sobre el hielo. Sólo queda llorar.
Para los que estén picados con el significado de la letra, es un tema representativo de la chanson, estilo francés para referirse a canciones en francés, en las que se habla del amor con intensidad y hasta puede referirse a temas musicales donde se critica la política y la sociedad.

Ne me quitte pas, a ratos es más cursi que Luis Miguel cantando La Incondicional, pero no por eso deja de ser espectacular. La traducción es la siguiente:
No me dejes

Hay que olvidar
Todo se puede olvidar
Lo que ya se fue
Olvidar el tiempo
De los malos entendidos
Y el tiempo perdido
Para aclararlos
Olvidar esas horas
Que mataban a veces
A golpes de porqués
al corazón de la felicidad.
No me dejes,
Yo te ofreceré
perlas de lluvia

venidas de países
donde no llueve.
Yo escarbaré la tierra
Hasta después de mi muerte
Para cubrir tu cuerpo
De oro y de luz
Yo haré un reino
Donde el amor será rey
Donde el amor será ley
Donde tu serás reina.
No me dejes,
Yo te inventaré
Palabras locas
Que tu comprenderás
Yo te hablaré
De esos amantes
Que han visto por dos veces
Arder sus corazones.
Yo te contaré
La historia de un rey
Que murió por no haber
Podido encontrarte.
No me dejes,
Se ha visto a menudo
Resurgir el fuego
Del antiguo volcán
Que se creía demasiado viejo.
Existen tierras quemadas
Que dan más trigo
que un mejor abril
Y cuando viene la noche
para que un cielo arda
El rojo y el negro
¿Acaso no se unen?
no me dejes
No voy a llorar
No voy a hablar
Yo me ocultaré
Para mirarte
bailar y sonreír
Y escucharte
cantar y después reír
Déjame volverme
La sombra de tu sombra
La sombra de tu mano
La sombra de tu perro
No me dejes

Jafar Panahi

Este post donde copio una opinión sobre La Manzana que escribí en el 2003, está dedicado a Jafar Panahi. Panahi es un cineasta iraní conocido por inmensas películas como El Globo Blanco y El Círculo que tuve la fortuna de ver.
Se cumplen ya 3 meses desde que el reconocido director fue puesto en prisión junto a su hija, otros amigos y otro cineasta. ¿Su crimen? Respaldó al dirigente opositor Mir Hosein Musaví en las presidenciales del año pasado, y en marzo fue acusado de estar preparando un filme sobre la polémica reelección de Ahmadineyad.
El sábado comenzó una huelga de hambre porque desde que fue puesto en prisión no le han brindado la asistencia de un abogado, y sufre maltratos y abusos. En el Festival de Cannes, que se está realizando en estos momentos, se ha elaborado una carta donde se clama por la liberación de Panahi, firmada por numerosas personalidades del cine.
Por su lado Kiarostami (gran gran director iraní) en la rueda de prensa de Copie conforme, su más reciente filme, tuvo palabras para su colega y compatriota, haciendo una airada reflexión sobre el régimen y sobre cómo el cine está siendo agredido por este tipo de situaciones.
Panahi había sido invitado como jurado a Cannes, al estar privado de su libertad no pudo asistir, pero una silla vacía se encuentra como símbolo de rechazo hacia su encarcelamiento.
Como es de esperar, la prensa o los medios no le han dado mucha bola al tema, que es jodido, y que nuevamente pone sobre el tapete la dura realidad que vive el pueblo iraní, menos mal que las lágrimas de Juliette Binoche en Cannes al saber que Panahi había comenzado una huelga de hambre, hizo que unos cuantos periódicos y revistas mencionaran el tema debajo de la foto llorosa de la actriz.

Un nuevo mundo

Si a mis 18 años pudiera filmar una película como ésta, me podría dar por bien servida. La directora Samira Makhmalbaf lo hizo, creó un film que puede servir como un testimonio, no sólo de la realidad iraní, sino de la realidad humana donde el relacionamiento social (con todas sus «normas» o «reglas») es parte de nuestra libertad.

Samira nos cuenta una historia de delicada belleza y armonía, de una exquisita simplicidad, dos hermanas que ya han alcanzado casi la adolescencia, han sido mantenidas en cautiverio en su propia casa, sin poder pasar más allá del portón que da a la calle, su padre aduce que como la madre es ciega, él deja encerradas a las tres mujeres para que no se pierdan ni les hagan daño.

Además, como parte de la cultura iraní, dice que si alguien llega a tocar a las niñas estas quedarían deshonradas y que ha sido por el bien de ellas que no les permitía salir. Como resultado, las niñas presentan un déficit en sus habilidades sociales y un atraso en su desarrollo de todos sus procesos, cognitivos, motores, etc..
Los vecinos cansados de ver a las niñas sin comer y en condiciones higiénicas precarias desde hace años, denuncian al hombre y la película arranca a partir de ese punto, cuando la asistente social se presenta en la casa para permitirles a las niña que salgan a la calle a enfrentarse con el mundo.
Es desde aquí, cuando la película encuentra ritmo, momentos de dulzura, de simpatía, de tristeza. La cámara sigue fielmente a ambas niñas en su descubrimiento del mundo, en esa aventura que el ser humano común y corriente desarrolla gradualmente de acuerdo a las necesidades de su evolución. En el caso de estas hermanitas, este descubrimiento se realiza tardíamente, en una etapa en que esas aptitudes sociales ya deberían estar sino pulidas, por lo menos manejables. Y somos partícipes, de lo nuevo, de lo cotidiano para nosotros pero de lo exhuberante para ellas, y el contenido del film, no se centra en el abuso del que eran objeto, sino en una visión positiva del mundo donde todo es posible y todo es superable, además de perdonable.
El final no se los cuento, pero déjenme decirles que llega con suavidad, cierra una historia que pudo ser tratada dramáticamente, con tintes de pornomiseria, pero la joven directora lo hace de una manera poética y dentro de esa poesía, real.
Las actuaciones son pasables, quizás da la sensación de que es más un documental que una película propiamente dicha, pero la sensación termina casi a la mitad del film, donde encontrás mucho más.
La dirección está muy bien lograda, en general, dicen que si bien Samira es la directora del filme, su padre (Mohsen Makhmalbaff: Kadanhar entre otras), un reconocido cineasta, quizás la pudo haber colaborado en algunos detalles.
La historia está basada en un hecho real, que no es el único, desgraciadamente son muchos los niños que se han visto privados de un desarrollo normal, ya sea por padres negligentes o ignorantes, o por padres que los encerraban por abuso.
Irán un país pobre, casi olvidado, cobra vida en la pantalla para mostrarnos la situación social, política de la mujer, de los niños, de las personas que en algunos casos ni siquiera han podido asistir a la escuela para recibir educación. Una sociedad sujeta por alfileres.
Una película que junto con Los Niños del cielo, El silencio, y otros nos muestran que filmes de lugares tan lejanos y quizás tan diferentes como Irán, encuentran un común de denominador en espectadores como nosotros: el ser humano y su libertad.

FOTOGRAFÍA: We are the world (Parte 3)

Seguimos con una nueva entrega de fotos impactantes. La selección la hice de a poco. Todavía hay muchas más que se quedan en el tintero, pero estas reflejan el momento que quiero retratar hoy.
1) ALBINOS (Johan Bävman)
Johan-Bavman
No tenía ni idea. De hecho cuando vi la foto sola, me pareció espectacular, pero mi prejuicio hizo que pensara que se trataba de una imagen onda Benetton, el niño negro con el niño albino.
La realidad? En abril del 2008, dos hombres armados entraron a la habitación de Josef Emanuelle, y mutilaron las piernas de su hermana, dejando que esta se desangrara mientros ellos conservaban las extremidades y huían. Ella se convertiría en una de los 30 albinos que han sido asesinados a lo largo de ese año en Tanzania, en parte por la pobreza en parte por una atávica superstición. Tradicionalmente se dice que al asesinar a un albino y quedarte con alguna parte de su cuerpo, se tendrá suerte y dinero en el futuro.
La escuela Mintindo en las afueras de Mwanza, se convirtió en un santuario para los albinos, brindándoles protección temporal de la ola de asesinatos que se registran en la zona.
En la foto, capturada el 2008, vemos a Mwanaidi Mwinyiarida y su amiga Selina Robort, compañeros de escuela. Simbolizando la unión en una región donde los albinos además de enfrentarse al horror de ser perseguidos y mutilados, sufren problemas médicos relacionados con la vista, la piel y otros, que en uno de los países más pobres del mundo, no se solucionan fácilmente.
2) SECURITY CHECK (Carolyn Cole)
Caroline Cole
 Sobre lo que sucede en Gaza hay miles de fotos, las que más me impresionan son las que tienen de protagonistas a niños. Ver la infancia mezclada con soldados, muertos, bombas y terror.
En esta foto, Lila es una niña palestina de tan solo 4 años, al fondo vemos soldados palestinos inspeccionando la zona buscando bombas que supuestamente un grupo judío ha dejado. En Gaza no hay electricidad, agua corriente, ni suficientes alimentos. Gaza es tierra de nadie, y el rostro de esta pequeña niña lo atestigua. La foto fue finalista para los premios World Press. Su autora es Carolyne Cole, una fotógrafa americana que se ha hecho conocida por su trabajo enfocado a esta triste región que el mundo insiste en mirar con indiferencia.
3) HAMBRE EN NIGER (Finbarr O Reilly)
RTR1NT3W1-1196x800
El periodista británico canadiense O`Reilly fotografió una secuencia de imágenes en Níger (no confundir con Nigeria), uno de los países más pobres cuyo Indice de desarrollo humano es el más bajo del mundo (dicho índice involucra vida larga y saludable, educación, nivel digno de vida).
La imagen fue captada en Tahoua, al noroeste de Níger en agosto de 2005. Níger se encontraba sumido en una intensa hambruna producto de la sequía del 2004 que prácticamente liquidó cualquier sustento alimenticio. Millones de habitantes estaban famélicos.
La foto fue tomada en un centro de nutrición, situado en un campo de emergencia para paliar una ola de hambre que afectaba a casi 4.000.000 de personas. Un número de personas mucho mayor a la población de Santa Cruz de la Sierra.
La foto es a la vez perturbadora, como emotiva…emotiva por la pequeña mano infantil que se posa sobre los labios de la mujer, y perturbadora, por lo que se dice sin decirse.

4) CLAVADOS (Julian Abram Wainwright)

Durante los juegos olímpicos del 2008, se vivieron momentos impactantes. Los atletas, que consiguen ser atletas gracias a n entrenamientos, se convierten en modelos para el lente de cualquier fotográfo. En este caso Wainwright hizo una secuencia de imágenes durante la semifinal de clavado desde los 10 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín. Hermosas y artísticas fotos en blanco y negro.

HISTORIA: La residencia de la muerte

Así lo describe un manuscrito del judío Zalmen Gradowski:

Todos están aturdidos y miran a su alrededor preguntándose dónde los han traído. Allí reina una férrea disciplina. Allí nos encontramos en un campo de la muerte. Es una isla muerta. El hombre no viene allí para vivir, sino para tarde o temprano encontrar su muerte.

Estoy en Auschwitz.

Veo la puerta, el letrero que te recibe y que se transforma en una frase cínica y cruel para los prisioneros: El trabajo hace libre.

dsc_89322

El bus nos deja después de un trayecto de 2 horas desde Cracovia. Viene el guía, joven, no más de 30 años. Un nutrido grupo de gente me acompaña. ¿Qué los/nos motiva para ir hasta allá? ¿Cómo hacer turismo en un campo de concentración? ¿Lo llevaremos después como una medalla viajera? ¿»Conocí Auschwitz«, diremos con orgullo a nuestros interlocutores? ¿Polonia será sinónimo de alambres, letreros en alemán y monumentos a las víctimas del holocausto?

No sé. Camino por el mismo sendero por el que pasaban cientos de judíos, gitanos, homosexuales, criminales de guerra, etc.. Etiquetas. Categorías. Obscenos Números. Tal número de judíos, tal número de gitanos. Tal número de homosexuales. Tal número de vagones. Tal número de barracas. Tal número de crematorios. Tal número de cámaras de gas. Tal número de oficiales. Tal número de sobrevivientes. Tal número de muertos. Números obscenos.

Vemos los alambrados que en el pasado estuvieron cargados de electricidad para evitar que los presos fugaran. Un letrero continúa como una tétrica advertencia. El guía nos dice que algunos prisioneros se lanzaban contra los alambrados buscando la muerte. La vida era insoportable.

Manejo información en mi mente. Anna Frank. La lista de Schindler. La vida es bella. Los Falsificadores. El Tren de la Vida. El niño con el pijama a rayas. Kindertransporter. Las Benévolas, La noche. El alba. El día, El Tambor de Hojalata, Amén, Nuremberg, El Gran Dictador, El Pianista, La Aritmética del Diablo, Monseiur Batignole, El cuidador del Zoo, Europa, Europa. Sophi Schol. La Secretaria de Hitler. El hundimiento.

No. No se puede comparar. No estoy preparada.

Nos llevan primero al museo. No imagino qué pueden mostrar ahí. Cómo pueden exhibir el horror en vitrinas y cómo puede alguien realmente comprenderlo.

Me equivoco. El horror sí puede ser exhibido en vitrinas. Y el horror sí puede golpearte hasta el punto que tenés ganas de sentarte en una grada y llorar todo el día, toda la semana, todo el mes, todo el año.
Los nazis cortaban los cabellos de sus víctimas y los vendían para que una gran empresa haga telas con ellos. 0,50 marcos por un Kg. de pelo. En un cuarto se exhiben toneladas de cabello.

dscn3772

La cantidad es obscena. En Auschwitz todo es obsceno. No puedo mirar la cara de mis compañeros de «tour», no quiero ver en el rostro de los demás el dolor que percibo en el mío.

Pasamos a otras vitrinas. Cientos de maletas apiladas. Maletas con los nombres de los presos pintadas con letras grandes. Nombre, lugar de procedencia y fecha de nacimiento. Los presos al transportarse pensaban que tarde o temprano serían liberados y por eso tenían mucho cuidado de rotular bien sus pertenencias. Cientos de maletas con/sin dueño. Cientos.

Más cuartos. Uno lleno de ropa, donde hay ropa de niños y de bebés. Vestiditos, zapatitos, un montón de cosas que sólo podés nombrar en diminutivo. Los dueños de esas cosas muertos. Todos muertos. Niños muertos. Bebés muertos.

ef12070232a76ed824744309d96c7151

Nos llevan por un pasillo donde a cada lado hay hileras de fotos de los presos. Esos que fueron seleccionados para trabajar. Son fotos tipo pasaporte. De frente, de perfil. Con el uniforme a rayas. Abajo el nombre. La fecha en la que ingresó al campo, la fecha en la que murió. Casi todos mueren entre los primeros 6 meses y el año. Pasás por ese pasillo lleno de ojos, pasillo que se te antoja eterno.

jewish-hall-auschwitz

Karl Fritzsch, uno de los jefes SS del campo, decía a los prisioneros recien llegados: Acaban de venir no a un sanatorio. Es un campo de concentración, del que sólo hay una salida: a través de la chimenea del crematorio. Los judíos tienen derecho a vivir dos semanas. Los curas 1 mes, los demás 3 meses.

Veo las caras. Están frente a la cámara, muchos han perdido a sus familiares en el proceso de selección. Hay resignación, tibias sonrisas, esperanza, desesperanza, fortaleza, debilidad. Casi todos muertos. Gente muerta.

«Aquí filmó Spielberg la escena de la Lista de Schindler donde el tren llegaba lleno de presos y hacían la selección«, dice el guía.

Me olvido del cojudo de Spielberg. Aquí hacían la selección! Aquí separaban mujeres, niños, enfermos, ancianos de los que estaban aptos para el trabajo. Aquí mandaban directo a las cámaras de gas a los que no eran seleccionados. Es un campo amplio. Grande. Muy grande. No imagino cómo podían controlarlo. No imagino cómo se organizaban para matar tanta gente, quemarla y que no queden más que cenizas. No imagino cómo fueron capaces de hacerlo, NO IMAGINO, pero el guía nos lleva. Nos lleva a los crematorios, a las cámaras de gas.

Las cámaras de gas son como sótanos, donde hay una especie de lobby. Ahí, los prisioneros dejaban sus ropas, se desnudaban y pasaban al cuarto donde supuestamente los iban a bañar. Hay prisioneros judíos que están obligados a colaborar con esas funciones. Los Sonderkommandos. Ni siquiera ellos desean decirles la verdad a los condenados. Para qué exaltarlos, es inevitable. Trancan las puertas. Largan el gas. El proceso dura 30 minutos. Los más suertudos son los que están cerca de los conductos por donde sale el gas, mueren casi inmediatamente. Otros, tardan en morir hasta 20 minutos. Tal número de judíos, tal número de gitanos, tal número de homosexuales. Tal número de muertos. No hay sobrevivientes. El horror.

No imaginaba. ¿Cómo imaginarlo?

Los crematorios tienen especies de camillas donde antes de quemar los cuerpos sacaban dientes de oro o cabellos. Los cabellos los usaban, como ya conté, para hacer tela. Los dientes de oro los fundían y hacían lingotes destinados a enriquecer al Tercer Reich.

Ya no quiero ver.

Pero no han terminado. Auschwitz era el campo de concentración más grande que tuvo Alemania, y a pesar de sus continuos asesinatos y aniquilaciones, sus instalaciones se vieron sobrepasadas. Tuvieron que crear un campo anexo para dar abasto entre tanto prisionero/muerto/cenizas. Casi todas las barracas, crematorios, cámaras de gas que vemos y que se extienden entre alambres y verjas, fueron construidos por los mismos prisioneros.

El campo funcionó desde 1940 hasta 1944. Estamos en el 2010 y sigue siendo incomprensible. Vemos un documento donde la solución final para la cuestión judía, estaba pensada para ser a mayor escala, el número que se pretendía alcanzar era de 11.000.000 de exterminados.
El guía nos cuenta que en un grupo de turistas, hace un tiempo, una persona reconoció a su padre en una de las salas donde hay fotos ampliadas de los soldados de la SS maltratando a prisioneros. Su padre era nazi,  ella no lo sabía. Se enteró en Auschwitz. Jodido.
Unos jóvenes que se encuentran entre un grupo de turistas, comienzan a hacer bromas y a preguntarse si todo lo que vemos es verdad. Entre risas dicen que ellos podrían poner cosas iguales en su jardín e ir de víctimas por el mundo. Se acercan al alambrado y toman fotos jocosas, donde uno de ellos finge ser un preso tratando de escapar a través del mismo.

Pienso en tomarles una foto. Levanto la cámara y no puedo dar click. No. Demasiada obscenidad en un solo día como para guardar ese recuerdo macabro, del mes y año que visité Auschwitz. El guía nos lleva al último destino. Ya hemos visto la pared del fusilamiento, situada en una especie de callejón cerrado donde se ejecutaba a balazos a algunos prisioneros. Aún conserva los huecos dejados por las ejecuciones. A sus pies, hay visitantes que dejan flores, flores por los muertos, por la vergüenza, por las disculpas/pena/rabia del pasado.

Ya hemos visto la horca improvisada construida exclusivamente para Rudolf Hoss. La horca donde lo colgaron, mirando hacia los crematorios, al comandante de la SS que administró Auschwitz con frialdad, transformándola en una máquina de matar.

Llegamos a los restos que quedaron de lugares que los nazis dinamitaron tratando de cubrir sus crímenes en su apresurada huída. Nuestro joven guía nos cuenta que si bien la Segunda Guerra Mundial terminó, muchos de los prisioneros que sobrevivieron al campo de concentración murieron por el crudo invierno cuando eran trasladados a campos de refugiados. Y otros tantos fueron arrestados (otra vez) por motivos políticos, y ejecutados por los rusos. Los rusos ejercieron un régimen stalinista y fue recién en los 80s que Polonia finalmente empezó un camino trastabillante hacia la democracia.

La PostGuerra en esa zona no fue sencilla. Los vestigios aun se sienten. El guía se despide, nos agradece la visita, nosotros lo aplaudimos. Qué vamos a hacer. Nos quedamos frente a lápidas que contienen un sentido homenaje a todas las víctimas del holocausto en varios idomas.

Una advertencia para la humanidad. Para la Humanidad dicen en las lápidas. Y hoy, en el 2010, aún la gente se mata en nombre de la religión, la raza, y se cometen atrocidades por las diferencias étnicas, políticas o culturales. No hay absolución posible.

Nos retiramos. Aún nos quedan 2 horas de retorno hacia Cracovia. Intento ordenar las ideas para contar la experiencia. Es complicado.

Al llegar, el recepcionista del hotel (ayudó a reservar el tour), nos pregunta qué tal.

¿Qué se puede responder?

Un ex-prisionero lo escribió:

En nuestro idioma no hay palabras para expresar esta injuria, esta destrucción del hombre.

1 57 58 59 60 61 79
Go to Top