Vos y yo = Alguien más

Por: Mónica Heinrich V.

El amor punto aparte

El amor puntos suspensivos

¿Quién no se ha enamorado ridícula y estúpidamente? Una cultura cuya base “amorosa” se sustenta en libros, películas, canciones, poemas que ensalzan la relación de a dos como algo sublime, salvaje, comprometido y cuyo final mentiroso dice ser “y vivieron felices para siempre…”, una cultura así, lo único que puede producir son idealizaciones y falsas expectativas.

Pero no señores. No os confundáis, no dejéis que vuestras manos dibujen mecánicamente corazones en los vidrios empañados. Hay una realidad diferente detrás del macabro mercado de peluches y de las Inspiration Cards. Podría escribir los versos más tristes esta noche, escribir por ejemplo sobre Disney, sobre Luis Miguel, sobre Clark Gable y Vivian Leigh, pero lo que nos atañe es Two lovers, traducida al español bajo el sugerente título Los Amantes.

Gracias a  Londra Films podemos disfrutar de esta excelente propuesta que ahora se encuentra en las salas del Cine Center. 

Quiero hablar un poquito de Joaquín Phoenix que en el filme interpreta a Leonard. Joaquín es puertorriqueño (apuesto que muchos no lo sabían) y su vida bien podría ser material para una interesante y extraña biopic. Como todos saben es hermano del fallecido River Phoenix, y fue él mismo quien marcó al 911 la noche que la prometedora estrella moriría de sobredosis. Hijo de un matrimonio que hasta perteneció a un culto, la carrera de Phoenix se ha caracterizado por consistentes interpretaciones. En lo particular, Joaquín me parece un muy buen actor.

Es por eso que ver su nombre como parte del elenco de Two lovers ya me garantizaba un personaje creíble. No me equivoqué. Leonard es un treintañero maniaco-depresivo (bipolar) que fue marcado por el abandono de un gran amor. Sumido en un mundo de inestabilidad, en parte (nos insinúan) por la difícil enfermedad, en parte por su absoluta incapacidad para superar la pérdida de su prometida, Leonard ha intentado quitarse la vida varias veces. 

La primera escena que da inicio a la película, con nuestro protagonista caminando casi poéticamente a través del puente, con su colgador de ropa de tintorería y el slogan cínico, paradójico y emputantemente optimista de su negocio en esa tarde gris, es sencillamente perfecta.

Con un elegante tono narrativo, nos metemos al mundo de este personaje perturbado, solitario, que vive con sus preocupados progenitores en un barrio judío. En estas circunstancias conocerá a dos mujeres: Sandra, interpretada por una querible Vinessa Shaw, es la hija de una pareja amiga de sus padres. Chica buena, ñoña, que ante un pájaro con las alas quebradas (Leonard) siente esa necesidad de cuidarlo, hacerse cargo y estar ahí para él (seguramente condicionada por la cultura “amorosa” de la que hablo al principio) Por otro lado está Michelle, interpretada por Gwyneth Paltrow cuyo talento me parecía sobrevalorado, pero que en esta película nos entrega una más que correcta actuación. Michelle es una bitch, no podemos decirlo de otra manera. ¡¡¡Muere Michelle, Muere!!! Vecina de Leonard, se caracteriza por una personalidad egoísta, manipuladora, plañidera, y voluble. La tipa es la amante de un hombre casado, y utiliza a Leonard como paño de lágrimas, pero al mismo tiempo (me parece) se aprovecha de la calentura emocional y corporal que despierta en nuestro pobre muchacho.

Los triángulos están servidos. Uno entre Michelle, Sandra y Leonard y otro entre Michelle, Leonard y el hombre casado. Es evidente que triángulos y calenturas ya se han visto n veces en el cine desde todos los puntos de vista, y hacer una película cuyo argumento parece básico representa un riesgo si es que no se le pone la magia que la haga diferente. En este caso, James Gray, el director y uno de los guionistas, nos envuelve en esta pequeña historia de tal manera que no podés menos que entregarte a lo que nos cuenta y no podés menos que admirar la sobriedad y el voltaje emotivo que el ambiente del filme consigue transmitir.

Con una atmósfera opresiva, oscura y de evidente autodestrucción, Leonard nos muestra a ese personaje que no encaja. No encaja en su familia, no encaja en su trabajo, no encaja en su adultez. El tiempo pasó, y ahora aparte del frasco de pastillas que lo mantienen conectado a la realidad, no tiene nada. De ahí el poco apego a la vida, de ahí el deseo de terminar esa nada que se extiende al infinito. 

Su gusto por sacar fotos, en las que jamás hay personas, el pequeño departamento que comparte con sus padres, la promesa de una vida laboral a la que no aspira, y un futuro que necesita ser definido de alguna manera a merced de los paradigmas sociales imperantes, empujan a este ser dolorido a la obsesión, a fingir que está bien cuando apenas puede sostenerse en pie, a intentar como último acto sublime de rebeldía un “y vivieron felices para siempre”…

Gray nos golpea con su final, nos da un puñete en la cara…los cuentos de hadas sólo existen como evasión de la amarga realidad. Las lágrimas de Phoenix, la mirada final, me hicieron recuerdo a una conversación que tuve hace un par de años con unos amigos, que seguro si leen estas líneas recordarán. Aún convencida que el puto amor (sí, he dicho puto y qué) existía y nos podía cubrir con un oloroso manto que huela a felicidad, fui sacudida por viejos y sabios (todos menores de treinta) compañeros de trabajo que en medio de una conversa filosófica existencial teñida de humor nervioso coincidieron en esta afirmación: “Uno nunca se queda con el amor de su vida”. 

Silencio aterrado

Abro signo de interrogación El amor Cierro signo de interrogación

Desesperanza punto

Esta vez final

LO MEJOR: Historia íntima, jodida, muy bien filmada.

LO PEOR: deja una sensación oscura al final

LO MAS FALSETE: hmmmm creo que el personaje funcionaba igual sin ser bipolar

LA ESCENA: El final

EL MENSAJE MANIFIESTO: La vida nos arrastra

EL MENSAJE LATENTE: Somos marionetas voluntarias

EL CONSEJO: Mirala, está buena

LA PREGUNTA: ¿el mundo es un día gris?

 

CURIOSIDADES

Es la cuarta película de James Gray

Se filmó a finales del 2007

Es la tercera colaboración entre Joaquín Phoenix y James Gray

El guión está inspirado levemente en Noches Blancas de Fédor Dostoievski

Luego de esta película, Phoenix anunció su retiro de la actuación, felizmente lo veremos en un documental titulado I`m still here: The lost years of Joaquin Phoenix.

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